El Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB) alerta sobre el cierre de medios de comunicación y despido de colegas, como consecuencia, entre otros factores, de los efectos causados en la economía por la pandemia del COVID-19.
“Hago un llamado a la solidaridad de gremio para que colaboremos con los periodistas que afrontan difíciles momentos y que, por causa de la cuarentena, la posibilidad de que en la actualidad logren alguna clase de vinculación laboral es incierta. Hemos recibido llamadas de angustia de varios de ellos solicitando que no los abandonemos. Debemos comprender su situación y apoyarlos”, dijo Gloria Vallejo, presidenta del CPB.
“Nos preocupa también la exposición de colegas en sitios álgidos de la pandemia y que no cuentan con los debidos medios de protección. Les reiteramos a ellos y a sus empresas que extremen las medidas de cuidado, con el uso de tapabocas, lavado permanente de manos, utilización de guantes, gafas, limpieza constante de los equipos y atendiendo todas las instrucciones de protección que entreguen las Instituciones competentes”, agregó.
“Con un grupo de gremios estamos adelantando gestiones gubernamentales para dar a conocer la realidad del periodismo nacional y buscar soluciones para mitigar la situación compleja que viven muchos de nuestros colegas”, manifestó Gloria Vallejo, presidenta del CPB.
La caída de la publicidad que afecta a la industria de los medios por el impacto del coronavirus puede tener un efecto aún más devastador en los pequeños medios locales e hiperlocales, que carecen del músculo financiero suficiente para soportar una situación de escasos ingresos, cuando no nulos, y mantener las estructuras actuales, por pequeñas que sean, incluyendo salarios a los periodistas locales que están cubriendo la pandemia.
La crisis, además, viene sobre otra, la iniciada en los últimos años de la década pasada, que ya borró del mapa muchos otros periódicos de proximidad.
Muchos periódicos locales se han quedado ya apenas sin ingresos y los editores están recurriendo a fondos propios o a que entren algunos nuevos socios para poder mantener a flote el proyecto, pero con la sensación de que apenas podrán aguantar unas semanas más.
Aunque la crisis afecta a todos, los periódicos locales en muchas ocasiones no tienen acceso a los grandes anunciantes, aquellos que siguen manteniendo cierto presupuesto en estos momentos, y al cerrarse prácticamente todos los comercios locales de cuya publicidad vivían, los ingresos son casi nulos. Tampoco tienen detrás grupos inversores que puedan apoyarles en momentos como éste ni, en muchos casos, han llegado a implementar muros de pago, por lo que la situación se agrava sobremanera.
En Reino Unido, cincuenta y tres editores respondieron esta semana a la encuesta de la Public Interest News Foundation sobre el impacto del coronavirus en medios locales.
El 94% dijo que creía que la pandemia tendría un impacto devastador en su organización, el 80% además no tiene un seguro que cubra la situación actual y el 65% no cree que el Gobierno esté haciendo lo suficiente para ayudar.
Reino Unido: la mayor parte de los medios dice que cerrará en unas semanas
ICNN, que representa a 108 editores hiperlocales del Reino Unido, advirtió en una carta abierta que “la mayoría” de sus miembros van a cerrar en las próximas semanas si no se recibe ayuda del Gobierno.
La directora del ICNN, Emma Meese, dijo que el número de sus miembros en riesgo de cierre es en realidad aún mayor que el 75 por ciento que refleja la encuesta.
En declaraciones a Press Gazette, Meese indicaba: “La semana pasada [la publicidad] desapareció en los primeros días. Casi todo se ha ido. Ha sido terrible, ni siquiera sé cuál es la palabra adecuada para reseñar algo que es más que grave, pero ahí es donde estamos ”.
En Australia, los periódicos regionales están también dejando de imprimirse o de publicarse online y han despedido personal. Uno de los periódicos cerrados es el Sunraysia Daily, el único periódico diario de Mildura, ciudad de estado de Victoria. La publicidad suponía el 70% de los ingresos del periódico, y en apenas unas semanas ha desaparecido completamente. Así, comentan, no pueden seguir adelante.
En España, lo mismo
Medios locales españoles consultados por Laboratorio de Periodismo indican que la situación es “límite”, y con el temor de que “las ayudas que dicen que van a llegar por parte del gobierno se olviden de nosotros, y se centren en los grandes editores. Todos estamos sufriendo. Nosotros no podemos competir por audiencia con los grandes medios, ni tenemos acceso a los grandes anunciantes: si las medidas van a ayudas por audiencia o como ya se está comentando, con ayudas a las empresas para que se desgraven el 30% de la inversión en publicidad, no nos va a llegar casi nada. En las ciudades medianas no hay grandes empresas que destinen grandes presupuestos. Hay que valorar la función social del periodismo de proximidad en estos momentos. Sólo pedimos que no se nos olvide. Todos estamos sufriendo, grandes y pequeños, pero que las ayudas sean para todos por favor, y que el criterio sea también la función social y no sólo numérico, de audiencias”.
“Cuando el periodismo es más necesario que nunca, la publicidad prácticamente ha desaparecido”, ha dicho el presidente de la Asociación Mundial de Periódicos y Editores (WAN-IFRA), Fernando Yarza, quien, con otro mensaje directo, “comprar periódicos es cada vez más complicado”, pone de relieve la delicada tesitura a la que se enfrentan los medios de comunicación en plena pandemia y en los escenarios que de ella se derivan.
Por eso, la cabeza visible de los editores de prensa ha demandado apoyo económico de las instituciones, una de las escasas vías que incursionar para intentar evitar el hundimiento: “Necesitamos financiación a corto plazo, liquidez y un puente que nos permita llegar hasta el otro lado del río sin ahogarnos en el intento”, añadió Yarza. Habrá que bracear para mantenerse a flote y luego recuperarse, de manera que las empresas mediáticas pasan del debate sobre el cambio de modelo de negocio, en el que se estaban adoptando las primeras grandes decisiones estratégicas, a la lucha por la supervivencia. Y esta no será fácil si los responsables de los poderes públicos no corresponden a las solicitudes que están llegando y llegarán desde el propio sector. Yarza ha sido contundente al señalar que es el momento de que las autoridades y gobiernos demuestren “el compromiso con la libertad de expresión y el derecho a la información”.
Hace unas pocas semanas, cuando se desataba la crisis, escribíamos que era en las situaciones críticas donde se ponía de relieve la función social y responsable del periodismo. La importancia de su papel en las adversidades colectivas, sobre todo cuando tienen una dimensión inusitada, se contrasta en circunstancias como las que concurren. Los medios de comunicación están haciendo auténticos esfuerzos, ya en el alambre, para seguir dando cobertura a la actualidad, en sus distintos frentes informativos. Están en una primera fase de reajuste interno de cometidos y de los modos para seguir produciendo los contenidos. Imposible saber hasta cuándo puede durar porque algunas empresas ya han iniciado la tramitación de expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE); pero será difícil mantener el nivel y los estándares de calidad periodísticos si se pierden puestos de trabajo.
Los ciudadanos tienen derecho a disponer de información pues ésta se ha convertido en una necesidad. Los aumentos exponenciales de estas semanas en consumo telefónico y mensajería, así como de la televisión, reflejan la magnitud de tal necesidad. La repetición de que no se conoce una incertidumbre igual desde la Segunda Guerra Mundial, hasta representar un reto para la humanidad, ha terminado convirtiéndose en un tópico. El periodismo, en ese contexto, es primordial. Y para ejercerlo, para verlo reflejado en cualquiera de los soportes que lo acogen, se necesitan bases sobre las que asentar productos dignos.
En nuestro país, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) ha solicitado también al Gobierno un plan específico de ayudas que sirva para impedir que las empresas editoras cierren y se desate un proceso de despidos generalizados. Se trata de garantizar la supervivencia de los medios y de los puestos de trabajo. La citada organización profesional ha alertado que el periodismo, “uno de los pilares de la democracia, no puede permitirse una repetición de la crisis del decenio de la recesión, donde el sector de los medios fue uno de los más golpeados, con trece mil empleos perdidos y decenas de empresas cerradas”.
Convenimos en que el Gobierno debe considerar el impagable servicio público que, en esta durísima crisis, “están prestando a la sociedad aquellos medios que apuestan por la información veraz, verificada y contrastada con fuentes fiables, base del periodismo de calidad, que es sin duda la mejor barrera contra las noticias falsas, los bulos y los rumores que tanto daño están haciendo a la personas y a la democracia”.
El editor Yarza, en este mismo sentido, se ha referido al servicio público que prestan los medios y que no puede desaparecer. Es un servicio esencial, expresión tan de moda este pasado fin de semana a raíz de otra decisión del ejecutivo. Subraya: “No podemos cesar en nuestra actividad. (…) Eso sería traicionar a la sociedad que ahora mismo nos necesita”. Y ha puntualizado que no están hablando de “beneficios, ni de cuentas de resultados” sino de supervivencia: “Mantenernos vivos para continuar con nuestro compromiso de apoyo a los ciudadanos” y “al sostenimiento de la democracia”.
¿Cambiará el mundo? ¿Se normalizará la situación? Sin periodismo, cabe dudarlo. Es necesario.
El mes de abril trae una serie de oportunidades de aprender para editores y periodistas en el Instituto SIP de Enseñanza Virtual – Lee Hills Media Center. La programación incluye dos conferencias magistrales y tres seminarios y es la primera vez que este campus virtual abrirá sus puertas a todos los que deseen inscribirse y participar, sin limitaciones de espacios.
Para el 14 de abril se ha marcado el inicio de clases en el seminario “El nuevo virus, la desinformación” a cargo de Adrián Pino y Soledad Arréguez del Proyecto Desconfío, iniciativa académica surgida en Argentina para contrarrestar las noticias falsas. Más de 225 participantes, en su mayoría periodistas y estudiantes universitarios, se reunieron en un webinar de la SIP realizado el miércoles 25 de marzo como introducción a este curso.
El 15 de abril el especialista en finanzas Juan Francisco Lamberghini comenzará su seminario de 14 horas “Estrategia periodística de mercado de capitales”. Con la volatilidad de las bolsas de valores a causa de la pandemia este seminario promete educar a los comunicadores latinoamericanos sobre este aspecto de la economía global que es un centro de informaciones.
“Segmenta, cultiva audiencias y cosecha suscripciones” es el seminario a cargo de la destacada periodista de Perú, Alejandra Puente, que se iniciará el 23 de abril. Ella es cofundadora del programa Mediathon que reúne esfuerzos de las áreas editorial y tecnología en la persecución de la excelencia de contenidos y el afinamiento de los productos periodísticos.
Finalmente, uno de los directores académicos del Instituto SIP de Enseñanza Virtual – Lee Hills Media Center, Marcelo Finkelberg, ofrecerá dos conferencias magistrales durante la primera y la última semana de abril. En el primer caso, Finkelberg disertará sobre “El fenómeno de los e-sports”, una actividad que atrae a decenas de millones de personas y que ha creado nuevas oportunidades para los medios de comunicación en el ámbito digital. La segunda presentación de Finkelberg en abril se titula “Organización de eventos de e-sports” y su objetivo es presentar a los medios una metodología para desarrollar productos de participación pública en este tipo de actividades.
Para la inscripción en cualquiera o en varias de estas ofertas educativas del Instituto SIP visite su página web en http://institutosip.com/
A medida que la pandemia de coronavirus se extiende por el continente africano, Reporteros Sin Fronteras (RSF) lamenta el aumento de los actos de intimidación, agresión y censura contra periodistas y medios de comunicación del continente que cubren la actual crisis sanitaria. RSF pide a las autoridades que no persigan al objetivo equivocado y sí garanticen la libertad de información, puesto que es más necesaria que nunca.
El viernes, 27 de marzo, África ya contabilizaba 3,337 contagios y 90 muertes por coronavirus. Casi todos los 55 estados miembros de la Unión Africana están afectados por la pandemia y la soga se aprieta peligrosamente para los periodistas en el continente.
En la República Democrática del Congo, Tholi Totali Glody, reportero de Alfajari TV, fue perseguido y después derribado de su motocicleta por agentes de policía mientras grababa un reportaje sobre el confinamiento impuesto a los habitantes de su provincia. Episodios casi idénticos ocurrieron en Senegal, donde un equipo de Touba TV recibió varios golpes de porra de un oficial de policía, a pesar de que tenían una autorización de la prefectura para cubrir el encierro, o en Uganda, donde el director de la Red de Radio de Uganda, Julius Ocungi, fue atacado por las fuerzas del orden, que le robaron dinero y su cámara cuando trataba de cubrir el cierre de un bar. En Nigeria, varios periodistas del canal TVC que acompañaban a las fuerzas de seguridad mientras se cerraban lugares públicos, también fueron agredidos y miembros de una iglesia en Lagos, la capital económica, les robaron sus teléfonos. En Etiopía, un trol con más de 30.000 seguidores acusó de ser portadores del virus a dos periodistas de extranjeros, Tom Gardner ( The Economist y The Guardian ) y Robbie Corey-Boulet (AFP).
Además de estos casos de asalto e intimidación, se ha intentado evitar que los periodistas hagan su trabajo. Las autoridades de Nigeria y Liberia han decidido reducir el acceso a la presidencia a un puñado de medios, casi todos controlados o cercanos al poder. En Camerún, las autoridades han privado de información gubernamental a varios medios privados críticos y muy populares, mientras que en Madagascar se han prohibido los programas que permiten las intervenciones de los oyentes para expresar su opinión sobre la epidemia y su gestión.
Además, las presiones policiales y judiciales están aumentando. Dos periodistas marfileños han sido condenados a pagar una multa de 5 millones de francos CFA (7.622 euros) cada uno por «difundir noticias falsas». En un reportaje de investigación, revelaron dos casos de coronavirus en la prisión de Abidjan, conclusiones que fueron rechazadas por la dirección de la cárcel. Semejantes hechos se castigan ahora con hasta seis meses de prisión en Sudáfrica, que acaba de endurecer su legislación en el contexto de la lucha contra el coronavirus. En Malí, un periodista de The Independent fue detenido por un reportaje sobre la epidemia. Lo mismo ha ocurrido con un equipo de DRTV en Congo.
«Asaltos, intimidación, detenciones de periodistas, censura, exclusión de los medios críticos… La libertad de prensa no debe ser víctima colateral de esta epidemia global», señala Arnaud Froger, jefe del departamento de RSF para África. «Tomarla con los profesionales de la información es, probablemente, una de las peores maneras de controlar eficazmente la propagación del virus. Instamos a las autoridades de los países afectados a que no se equivoquen de lucha y garanticen a los periodistas la libertad de ejercer su profesión sin temor a represalias en un momento en que su misión de informar al público es más esencial que nunca».
La estrategia de atacar la libertad de información puede tener consecuencias particularmente graves en este momento. En una publicación que resume la cronología de los intentos de sofocar o minimizar la magnitud de la crisis de salud, RSF demostró recientemente los estragos de la censura y el control de la información por parte de las autoridades chinas. Si los periodistas y los medios de comunicación en este país hubieran podido realizar su trabajo libremente, sin duda se habrían salvado miles de vidas y la epidemia podría no haberse convertido en una pandemia mundial.
El Centro Cibernético ha detectado 160 páginas falsas que pretenden robar cuentas bancarias
En director del Centro Cibernético de la Policía Nacional, el coronel Luis Atuesta, confirmó que inescrupulosos han querido sacar provecho de la crisis originada por la pandemia del Covid -19, y a través de la internet y redes sociales han generado varios mecanismos de estafa.
El oficial confirmó que durante los últimos días, en su patrullaje cibernético, que es continúo han detectado 46 noticias y 160 páginas web falsas, todo esto con la finalidad de engañar y sacar provecho de los ciudadanos.
«Los delincuentes han visto una oportunidad, una ventana, para materializar sus actividades delictivas a través de la aparición de páginas web falsas en las que invitan a llenar formularios con los cuales infectan los equipos de computo y así obtienen la información preferente, especialmente las cuentas de ahorro y temas crediticios», señaló el coronel Atuesta.
El oficial advirtió que al obtener los datos bancarios de los ciudadanos, los delincuentes realizan compras o hacen transferencias, y así concretan la actividad delictiva.
El jefe del Centro Cibernértico señaló que al abrir o completar los formularios que invitan a diligenciar- algunos con ofrecimiento de ayudas económicas, bonos, descuentos, guías – lo que hace el usuario es darle entrada a un software malicioso que se roba la información del usuario.
A la vez, reiteró que los bancos no envían correos electrónicos o mensajes, y mucho menos llaman pidiendo las claves de ingreso (de tarjetas débito y crédito), por lo que pidió estar alertas y no entregar este tipo de información bajo ninguna circunstancia.
El coronel señaló que este es el momento de actualizar los antivirus en los computadores y equipos electrónicos, que si bien no garantizan en un cien por ciento la seguridad, si son una potencial barrera para evitar caer en hechos delictivos y daños en los equipos.
De igual forma, recomendó cambiar las claves, contraseñas y demás actividades de seguridad para evitar ser víctimas de los ciber delincuentes.
El jefe del Centro Cibernético explicó que de las 46 noticias falsas detectadas, la gran mayoría, se han dado a conocer a través de cadenas en redes sociales como whatsApp, por lo que hizo un llamado a verificar las fuentes de información, y a leerlas con detenimiento para darle un contexto real o creíble.
«Lo mejor es evitar reenviar estas informaciones, que terminan siendo masivas y que generan total desinformación», afirmó Atuesta.
Precisamente en el Twitter del Centro Cibernético, @CaiVirtual han publicado las noticias falsas que van desde, la citación a los adultos mayores a la entrega de bonos, comida, subsidios y donaciones.
De acuerdo con el oficial, lo mejor es acudir a los canales oficiales y medios de comunicación para obtener la información real y así evitar caer en manos de los delincuentes.
Es un paquete microscópico de material genético rodeado de una capa de proteína y sólo mide una milésima parte de un cabello humano.
Sin embargo, este letal virus, llamado SARS-CoV-2, ya se ha propagado a casi todos los países del mundo y ha contagiado a más de medio millón de personas desde que fue identificado en China en diciembre de 2019.
Virus como éste, de la familia de los coronavirus, pueden causar enfermedades en animales.
Se conocen siete, incluido el SARS-CoV-2, que han saltado de animales a humanos.
Y han sido responsables de muchos de los brotes de enfermedades más destructivos de la historia, como las pandemias de gripe de 1918, 1957 y 1968 y los brotes de SARS, MERS y ébola.
Pero los expertos coinciden en que nunca se había visto un patógeno tan insidioso como este nuevo coronavirus.
¿Qué es lo que hace que el SARS-CoV-2 ataque a las células humanas y se contagie con tanta eficiencia?
La entrada a la célula
Varios estudios están investigando cuáles son los mecanismos a nivel biológico que el virus utiliza para infectar tan fácilmente a las células humanas.
Algunos científicos se están centrando en las llamadas espigas, las proteínas en forma de punta que sobresalen de su superficie formando un a corona.
Otros estudios están estudiando «la puerta de entrada» que el virus utiliza para entrar a las células.
«Los coronavirus tienen ese nombre por las proteínas espiga que sobresalen de su superficie, y estas espigas son las que se adhieren a la célula para entrar a ella», le explica a BBC Mundo Panagis Galiatsatos, profesor de medicina pulmonar y cuidados intensivos de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.
La principal misión del virus una vez que entra al organismo es crear copias de sí mismo, y para hacerlo necesita encontrar una forma de entrar a las células.
«Los virus del resfriado común, el del SARS de 2003 y el del MERS, todos tienen esas espigas, y lo que determina cómo entrará a la célula es cuál receptor utilizará para ello», explica el experto.
Algunos estudios han demostrado que el SARS-CoV-2 se «escabulle» por un receptor -o proteína- llamado ACE2.
Esta proteína se encuentra en muchas partes del cuerpo humano: en los pulmones, corazón, riñones e intestino, y su principal función es reducir la presión arterial.
«El ACE2 está en la superficie de la célula y cuando el virus lo reconoce se adhiere a él y así entra a la célula», le explica a la BBC Sarah Gilbert, profesora de vacunología de la Universidad de Oxford, en Reino Unido.
«Una vez que está dentro, utiliza la maquinaria de la célula como una fábrica para hacer copias de sí mismo y de su material genético. Después se escapa de la célula, de la cual queda solo una cáscara, y el virus, junto con sus miles de copias, quedan listos para comenzar a infectar a otras células».
Los virus respiratorios, como el del resfriado común, tienden a reproducirse en la nariz y en la garganta, donde se pueden contagiar fácilmente con la tos o el estornudo.
Pero hay otros virus que sólo se reproducen en el tracto respiratorio inferior, en los pulmones, donde se contagian con menos facilidad pero son mucho más peligrosos.
Característica crucial
El SARS-CoV-2, sin embargo, tiene una característica crucial: se encuentra tanto en el tracto respiratorio superior, propagándose con la tos, como en el inferior, produciendo una enfermedad en los pulmones que puede ser letal.
«El receptor ACE2 es muy abundante en el organismo y se encuentra en muchos de nuestros órganos», explica el profesor Galiatsatos.
«Está en las células de la boca, del esófago, de los riñones, el corazón y en el tracto gastrointestinal, por eso hemos visto algunos pacientes con náusea y diarrea».
«Pero lo que más nos preocupa es que estos receptores también están en las células de los alveolos, los delicados sacos de aire en los pulmones donde ocurre las transferencia de gases”.
Cuando el virus daña estas células, explica el experto, se presentan unos de los síntomas más comunes que se han visto con covid-19: los problemas para respirar, y la tos, que ocurre cuando los pulmones están tratando de deshacerse de la infección.
Síntomas e infección
Una de las principales diferencias del SARS-CoV-2 con otros coronavirus, como el SARS de 2003 o el MERS, es que estos últimos virus se adherían a más receptores celulares y por lo tanto se reproducían más rápido.
Esto provocaba que los síntomas de la enfermedad aparecieran mucho más rápido y los pacientes podían aislarse sin provocar tantas infecciones.
Con el nuevo coronavirus los síntomas no aparecen de inmediato y la gente puede tener el virus y propagarlo sin presentar señales de la enfermedad.
«El SARS (de 2003) era un virus que se reproducía en los pulmones y no se transmitía tan fácilmente porque los síntomas se presentaban rápidamente y el paciente podía aislarse”, le explica a la BBC el profesor David Hymann, un experto en enfermedades infecciosas que dirigió la respuesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) durante aquella epidemia.
«Pero todos los virus son diferentes y este nuevo virus parece estar muy adaptado para transmitirse fácilmente en humanos«.
«Creemos que una persona puede comenzar a contagiar a otros antes de que los síntomas aparezcan, quizás un día antes, y después sigue propagando el virus durante al menos siete días», agrega.
Es aquí donde está el verdadero peligro del SARS-CoV-2 y es por esto que las autoridades sanitarias están poniendo tanto énfasis en el distanciamiento social.
El virus sólo puede sobrevivir si encuentra un nuevo huésped para infectar. Cuando una persona permanece en su casa durante 14 días elimina las posibilidades de que pasar el virus a alguien más.
«Por ahora esto es lo único que podemos hacer. Se está tratando de encontrar una vacuna o un medicamento efectivo, pero la marcha de la ciencia no es tan rápida como desearíamos y todo esto toma tiempo», señala Panagis Galiatsatos.
«En el libro «El arte de la guerra» Sun Tzu dice que para ganar la batalla hay que conocer a tu enemigo. Pero cuando te das cuenta de lo increíblemente astuto que es tu enemigo, esto te da una lección de humildad«.
Son la última esperanza para la mayoría de los pacientes más gravemente afectados por el nuevo coronavirus.
Pero ni los sistemas de salud de los países más ricos del mundo tienen tantos respiradores artificiales como los que se cree demandará la pandemia de covid-19.
Esto ya ha obligado a doctores en Italia y España a tomar la difícil decisión de a qué pacientes conectar a estas máquinas y a cuales no, lo que a menudo equivale a una sentencia de muerte.
Y en la desesperada carrera por colmar el déficit de respiradores, gobiernos alrededor del mundo han instado a industrias de todo tipo -de fabricantes de automóviles a fabricantes de aspiradoras- a poner todas sus capacidades al servicio de esta tarea.
«Estamos en un problema serio, nunca visto, nunca pensado excepto en películas de catástrofe, y la verdad es que lo estamos viendo con preocupación», asegura el Dr. Gustavo Zabert, neumólogo de la Clínica Pasteur de Neuquén, Argentina, y presidente de la Asociación Latinoamericana del Tórax.
«Y en la región no vamos a poder sortearlo de una manera distinta a lo que está ocurriendo en otras partes del mundo a menos que logremos mitigar el pico de la epidemia», le dice a BBC Mundo.
Pero, ¿qué son los respiradores, cómo funcionan y por qué juegan un rol tan crítico en la batalla contra el coronavirus?
¿Y qué tan realista es la idea de que industrias e incluso individuos armados con impresoras 3D puedan ponerse a fabricar en pocos días estos vitales aparatos médicos?
Bomba salvadora
Los respiradores son necesarios porque se estima que aproximadamente un 5% de los enfermos de covid-19 termina padeciendo del llamado síndrome de distrés respiratorio del adulto (SDRA).
«Es la respuesta inflamatoria desmesurada (de los pulmones) a la infección, en este caso vírica, por coronavirus», explica el Dr. Oriol Roca, médico adjunto del servicio de medicina intensiva del Hospital Vall d´Hebron de Barcelona.
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Final de la publicación de Youtube número de BBC News Mundo
«Se crea una especie de membrana y el oxígeno no puede traspasar esa membrana, lo que naturalmente produce insuficiencia respiratoria», describe el exjefe del servicio de neumología de ese mismo hospital, Dr. Ferran Morell.
«Es una condición que no tiene un tratamiento. Lo único es poner a los pacientes en ventilación mecánica y esperar que haya suerte y el organismo reaccione y venza al cuadro este», le dice a BBC Mundo.
Y si en tiempos normales la tasa de pacientes que presentan SDRA ya es de por sí alta -de entre el 30% al 40%, según el Dr. Zabert- la prognosis parece ser todavía peor en tiempos de coronavirus.
«De los que ingresan ahora por distrés respiratorio del adulto en cuidados intensivos por el covid-19 se mueren la mitad«, afirma el Dr. Morell.
El porcentaje, sin embargo, sería significativamente mayor sin respiradores artificiales capaces de garantizar la llegada del oxígeno a la sangre.
Y esto es algo que, como explica el Dr. Roca, estos aparatos hacen de dos maneras: proporcionándole al paciente más oxígeno que el disponible en el aire que lo rodea y funcionando como una bomba que puede vencer la resistencia de la membrana que le impide el paso.
«En condiciones normales nosotros respiramos porque nuestro diafragma se contrae y hacemos entrar el aire que hay alrededor a nuestros pulmones. Pero cuando estos están inflamados este proceso que en condiciones normales gasta muy poca energía es mucho más costoso para el paciente y puede llegar a agotarlo», explica el intensivista del Vall d´Hebron.
«Entonces lo que el respirador hace es empujar el aire dentro del paciente y además darle no aire sino hasta 100% oxigeno, es decir, mucho más oxigeno del que estamos respirando», resume para BBC Mundo.
Máquinas capaces de hacer ambas cosas empezaron a desarrollarse durante la epidemia de poliomielitis de la década de 1950.
«Pero, en el nivel de sofisticación que estamos en el año 2020, los respiradores pueden llegar a hacer esa función tan básica de maneras muy distintas y con muchas variaciones que nos permiten personalizar muy al pie de cama qué tipo de respiración necesita en cada momento de la evolución de la enfermedad cada paciente», destaca Roca.
Sin dar abasto
El gran problema, sin embargo, es la falta de suficientes de estos equipos para hacer frente a la demanda generada por la pandemia de coronavirus.
«5%, puede parecer poco, proporcionalmente», dice el Dr. Zabert refiriéndose al porcentaje de enfermos de covid-19 que terminan necesitando respiradores artificiales.
«Pero la contagiosidad del virus genera masas enormes de individuos nuevos con insuficiencias respiratorias, lo que hace que los recursos en cualquier parte del mudo sean insuficientes«, explica.
En Reino Unido, por ejemplo, el gobierno está tratando de conseguir 30.000 respiradores adicionales para complementar los 8.000 disponibles en el país.
Y 30.000 es el número de respiradores que el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, estima necesita su estado para hacer frente a la pandemia.
Esa cifra, sin embargo, es mayor que la suma de todos los respiradores disponibles en México, Argentina, Chile, Colombia, Perú, Ecuador y los países centroamericanos, según cálculos del presidente de la Asociación Latinoamericana del Tórax.
Disponibilidad de respiradores en América Latina
País
Respiradores
Por 100.000 habitantes
Brasil
66.000
31,4
Argentina
8.500
19,3
Colombia
5.300
10,6
Chile
1.600
8,8
Ecuador
1.200
7
México
5.000
3,84
Centroamérica
1.500
2,5
Perú
270
0,8
Cifras no oficiales reportadas por miembros de la Asociación Latinoamericana del Tórax, ALAT.
Según una rápida encuesta hecha por el Dr. Zabert entre los miembros de ALAT, el país latinoamericano mejor equipado para hacer frente al esperando aumento de la demanda es Brasil, que cuenta con unos 66.000 ventiladores para una población de 210 millones de habitantes.
Pero incluso el gigante sudamericano podría ver sus capacidades saturadas en cuestión de días, incluso en el más conservador de los escenarios posibles por la epidemia de covid-19, ya no digamos el resto de países latinoamericanos.
«Si nosotros estamos preparados para recibir 40 casos por millón -o duplicalo, 80, 100 casos por millón- difícil vamos a poder enfrentar un escenario de 10 veces más casos, ya no digamos 60 veces más, que es lo que está ocurriendo en algunos lugares de Italia o España», recalca Zabert.
Y, para demostrarlo, comparte unas proyecciones eminentemente ilustrativas -pues le asignan a la epidemia una velocidad de ascenso estable, asumen una distribución homogénea de las capacidades en los diferentes territorios (lo que no es el caso) y no toman cuenta las demandas generadas por otras patologías- pero que «ayudan a darse una idea» del tiempo de saturación de los sistemas de salud latinoamericanos.
Días antes de que se saturen los servicios*
País
10 veces más casos
60 veces más casos
Brasil
14,62
2,73
Argentina
8,99
1,68
Colombia
4,93
0,92
Chile
4,13
0,77
Ecuador
3,28
0,61
México
1,79
0,33
Centroamérica
1,16
0,22
Perú
0,38
0,07
*Proyecciones ilustrativas considerando velocidad de ascenso estable de la epidemia y una distribución homogénea de las capacidades.
Según estos cálculos, en un escenario de incidencia baja -de 43 casos por 100.000 habitantes- los sistemas sanitarios de Brasil se saturarían en 14 días.
«Argentina tendría una ventana, si no podemos parar esto, de aproximadamente 9 días; Colombia y Chile se saturarían en aproximadamente en 4 días, 4 días y medio. Y el resto de la región está debajo de los tres días«, le dice a BBC Mundo.
Y, claro está, si la incidencia llega a los niveles vistos en partes de España o Italia, en la mayoría de los países latinoamericanos los respiradores existentes ya no darían abasto después del primer día.
Como en tiempos de guerra
Por todo esto, los países de la región ya están haciendo todo lo que pueden por adquirir más aparatos.
«La gran mayoría de los países reporta que está queriendo aumentar en no menos del 20% o 30% el número de sus respiradores disponibles, están en proceso de tratar de adquirirlos», dice Zabert.
«Argentina ya ha pedido aumentar sus respiradores en aproximadamente un 30%, Chile ha hecho exactamente lo mismo, Centroamérica está solicitando casi un 50% más de respiradores», detalla.
Con todo el mundo haciendo lo mismo, sin embargo, la tarea no será fácil incluso disponiendo del dinero necesario.
La razón: simplemente no hay tantos respiradores disponibles. Y ni con todos los fabricantes trabajando a plena capacidad se puede aspirar a colmar la actual demanda.a
Es difícil encontrar a alguien que no considere la pandemia de covid-19 la peor crisis mundial desde la desastrosa Segunda Guerra Mundial.
Mientras algunos países sufren las peores consecuencias (China, España, Italia y Estados Unidos), otros han puesto en marcha estrategias que han logrado ralentizar la expansión del nuevo coronavirus.
Y las estrategias son variadas: van desde la masificación de las pruebas del virus al aislamiento social extremo, las cuarentenas localizadas e incluso el monitoreo de la población más vulnerable.
En BBC Mundo hemos realizado varias notas sobre estos «casos de éxito», aquí las recopilamos y, alerta de spoiler: todas coinciden en una cosa, apuestan por hacer análisis en masa y no solo a los enfermos de gravedad.
Mapa del coronavirus: propagación global, 30 de marzo de 2020
Esta visualización se basa en datos periódicos de la Universidad Johns Hopkins y puede que no refleje la información más actualizada de cada país.
Total de casos confirmados
Número total de muertes
758.200
36.246
Casos
Muertes
EE.UU.
147.857
2.592
Israel
101.739
11.591
España
85.195
7.340
China
82.240
3.308
Alemania
63.929
560
Irlanda
41.495
2.757
Francia
40.174
2.606
Reino Unido
22.141
1.408
Suiza
15.760
348
Bélgica
11.899
513
Holanda
11.750
864
Turquía
10.827
168
Camboya
9.661
158
Austria
9.520
108
Canadá
6.671
65
Portugal
6.408
140
Noruega
4.445
32
Brasil
4.371
141
Islandia
4.347
16
Australia
4.317
17
Suecia
4.028
146
República Checa
2.942
17
Martinica
2.626
37
Malasia
2.626
37
India
2.615
46
Dinamarca
2.577
77
Chile
2.449
8
Sri Lanka
1.988
22
Polonia
1.984
26
Rumania
1.952
47
Ecuador
1.924
58
Isla de Jersey
1.866
54
Rusia
1.836
9
Pakistán
1.690
21
Filipinas
1.546
78
Tailandia
1.524
9
Arabia Saudita
1.453
8
Hungría
1.414
122
Finlandia
1.352
13
Sudáfrica
1.280
2
Guinea Ecuatorial
1.212
43
Irak
1.086
2
Isla de Man
1.071
29
Madagascar
993
20
Panamá
989
24
República Dominicana
901
42
Singapur
879
3
Perú
852
18
Argentina
820
22
Honduras
790
6
Serbia
785
16
Eslovenia
756
11
Estonia
715
3
Crucero Diamond Princess
712
10
Colombia
702
10
Qatar
693
1
Irán
630
46
Emiratos Árabes Unidos
611
5
Egipto
609
40
Nueva Zelanda
589
1
Argelia
584
35
Letonia
516
29
Bahréin
515
4
Liechtenstein
484
7
Armenia
482
3
Ucrania
480
11
Haití
447
15
Kuwait
446
11
Lituania
376
Bulgaria
359
8
Bosnia y Herzegovina
358
9
Eslovaquia
336
Andorra
334
6
Costa Rica
314
2
Túnez
312
8
Uruguay
310
1
Taiwán
306
5
Jordan
302
1
Marruecos
298
2
Maldivas
285
7
Azerbaiyán
273
4
San Cristóbal y Nieves
266
Jamaica
259
4
San Marino
230
25
Chipre
230
7
Reunión
224
Albania
223
11
Burkina Faso
222
12
Vietnam
203
Omán
179
Puerto Rico
174
6
Cuba
170
4
Afganistán
170
4
Islas Feroe
168
Costa de Marfil
165
1
Senegal
162
Macedonia del Norte
156
Guernsey
152
5
Bielorrusia
152
Uzbekistán
149
2
Camerún
139
6
Guyana
139
3
Venezuela
129
3
Montserrat
128
3
Brunéi
127
1
Santa Lucía
122
2
Territorios Palestinos
115
1
Nigeria
111
2
Kenia
107
Guinea
106
4
Georgia
100
Bolivia
97
4
Kosovo
94
1
Kazajistán
94
Mauritania
93
1
Malta
91
1
Mayotte
82
Trinidad y Tobago
82
3
Mauricio
82
República Democrática del Congo
81
8
Ruanda
70
Ghana
69
Paraguay
64
3
Libia
62
Guayana Francesa
58
1
Japón
50
1
Aruba
50
Bangladesh
49
5
Indonesia
49
Isla de San Martín
49
1
Guatemala
43
Mónaco
39
Italia
36
1
Groenlandia
36
1
Polinesia Francesa
35
Zambia
35
Barbados
33
Uganda
33
El Salvador
30
Togo
30
1
México
25
2
Etiopía
23
Gibraltar
22
Níger
22
3
Bermudas
22
Tanzania
19
Congo
19
Yibuti
18
Moldavia
17
Nueva Caledonia
15
Croacia
15
Luxemburgo
15
1
Mali
14
Bahamas
14
Islas Caimán
12
1
Eritrea
12
Guinea-Bissau
12
Myanmar
12
Antillas Holandesas
11
1
Dominica
11
Namibia
11
Granada
10
Liberia
9
Siria
9
1
Grecia
9
Esuatini
9
Montenegro
8
Surinam
8
Gambia
8
Corea del Sur
8
Líbano
8
Guam
8
1
Seychelles
8
Gabón
7
1
Angola
7
2
Antigua y Barbuda
7
Zimbabue
7
1
Kirguistán
7
Antillas Holandesas
6
Benín
6
San Bartolomé
6
Sudán
6
2
Vaticano
6
Cabo Verde
6
1
Nepal
5
Fiyi
5
Mozambique
5
Mongolia
5
Islas Turcas y Caicos
5
Chad
5
Nicaragua
4
1
Bhután
4
Guadalupe
4
1
Somalia
3
República Centroafricana
3
Laos
3
Belice
3
Crucero MS Zaandam
2
Islas Vírgenes Británicas
2
Anguila
2
San Vicente y las Granadinas
1
Timor Oriental
1
Papúa Nueva Guinea
1
Islas Vírgenes Estadounidenses
Fuente: Universidad Johns Hopkins (Baltimore, EE.UU.), autoridades locales
Última actualización 30 de marzo de 2020 17:30 UTC.
1. ¿Por qué Alemania tiene un número tan bajo de muertos por covid-19 en comparación con otros países?
A pesar de ser el quinto país con mayor número de contagios en el mundo por el covid-19, el número de víctimas fatales del virus es mucho más reducido que el de otros países que han reportado números de contagiados similares, como España, Italia o Reino Unido.
“Aunque desconocemos la razón precisa, lo cierto es que hemos recomendado, desde el momento mismo en que tuvimos conocimiento de la emergencia, ampliar el número de exámenes entre la población y así reducir la posibilidad de contagio”, señaló el Instituto Robert Koch de Virología, responsable de la estrategia alemana frente al covid-19, al ser consultado por BBC Mundo.
Una de las claves de la baja mortalidad podría ser la identificación temprana de los portadores del virus, lo que frena la expansión de la enfermedad.
Autoridades alemanes indicaron que están en capacidad de realizar 160.000 exámenes de diagnóstico a la semana.
Otros países que también tienen varias decenas de miles de contagios confirmados reservan las pruebas de laboratorio para confirmar quién tiene el virus a los pacientes con cuadros más preocupantes y no hacen el test a quien tiene sintomatología leve.
2. Cómo Japón ha logrado controlar el covid-19 sin recurrir al aislamiento general obligatorio
Frente a la pandemia del covid-19, Japón era terreno fértil para que el virus causara serios estragos: tiene la mayor proporción de personas mayores de 65 años en el planeta y tiene un elevado nivel de consumo de tabaco, lo que hace a su población más vulnerable frente a las enfermedades respiratorias.
Aunque recomiendan el distanciamiento, las autoridades no han obligado a la población a las mismas medidas extremas que se han tomado en China, España o Italia en las últimas semanas.
En comparación con China y Corea, las tasas de contagio y de mortalidad de Japón son mucho más bajas. Una de las razones detrás de esos números puede haber sido la rápida reacción del país para identificar los focos de infección y proteger a la población más vulnerable, así como su enfoque en “grupos de brotes”.
3. Los detectives de enfermedades que luchan contra la epidemia en Singapur
Los exámenes y el aislamiento social han sido las principales medidas para contener el número de contagios por el covid-19.
Pero Singapur fue más allá: utilizó detectives de enfermedades para saber dónde había estado el virus en el país. Y de ese modo logró cortar la cadena de contagio desde los focos de infección.
Derechos de autor de la imagenAFP Image captionEn Singapur está disponible una aplicación que informa qué hacer a quienes han tenido contacto con alguien sospechoso de covid-19.
Singapur cuenta con un sofisticado y extenso programa de rastreo de contactos que sigue la cadena del virus de una persona a la siguiente, lo que permite identificar y aislar individuos -y a todos sus contactos cercanos- antes de que sea demasiado tarde.Derechos de autor de la imagenAFP
Image captionEn Singapur está disponible una aplicación que informa qué hacer a quienes han tenido contacto con alguien sospechoso de covid-19.
De ese modo, el país pudo cortar la cadena de contagio en uno de los principales focos dentro de su territorio.
4. El pueblo italiano que logró contener la expansión del virus con un experimento «único en el mundo»
Un pintoresco pueblo de la región del Véneto llamado Vo’ Euganeo quedó en el epicentro de la pandemia del covid-19 en Italia.
Y fue escenario de una estrategia radical para combatir el virus: en la escuela del pueblo, se instaló un centro de análisis para realizar la prueba de contagio a todos los vecinos que lo desearan.
Según le contó a BBC Mundo el profesor de Epidemiología y Virología del Hospital de la Universidad de Padua Andrea Crisanti, lograron tener un diagnóstico de casi todas las personas de este pueblo italiano.
Y a partir de allí aplicaron un método experimental que les permitió llegar a dos conclusiones: «Demostramos científicamente que el periodo de incubación del virus es de dos semanas y que cualquier estrategia de contención tiene que tener en cuenta el elevado número de positivos asintomáticos».
Con esos datos, lograron contener la epidemia dentro de esta localidad.
Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES Image captionEn Corea del Sur se han presentado 63 muertes por coronavirus.
5. La estrategia de Corea del Sur para salvar vidas en medio de la pandemia
Corea del Sur se convirtió en ejemplo en el mundo porque – a pesar de ser vecino de China, donde se originó la pandemia- su número de contagios y su tasa de mortalidad resultó mucho menor.
De acuerdo al gobierno surcoreano, allí se realizan cerca de 10.000 pruebas por días, lo que ha permitido aislar a la población asintomática, que es uno de los principales problemas en la dispersión de la infección.
Además, otra circunstancia que ayudó a la contención de la pandemia dentro territorio surcoreano fue la implementación de rigurosas medidas de aislamiento por regiones. Aunque algunas de las medidas fueron criticadas como modos extremos de control social, expertos consultados por la BBC coinciden en que fueron clave para salvar vidas.
El jueves 19 de marzo, en medio de lo que quizás es la mayor crisis sanitaria y económica del mundo desde la Gran Depresión, el gobierno del presidente Donald Trump acusó al dictador venezolano Nicolás Maduro de narcoterrorismo, narcotráfico y lavado de dinero. El Departamento de Estado de Estados Unidos ofreció una recompensa de 15 millones de dólares por información que conduzca a la detención de Maduro y también acusó a otros altos funcionarios, incluido el ministro de Defensa del país, Vladimir Padrino López, de conspiración para el contrabando de narcóticos.
Hay diferentes maneras de interpretar este giro de acontecimientos. Maduro podría ser culpable, pero también es posible que Donald Trump esté jugando a la política en un año electoral.
La primera pregunta es si estas acciones se mantendrán, lo cual no siempre es el caso cuando Estados Unidos está involucrado. A pesar de las afirmaciones estadounidenses, su supuesto excepcionalísimo con respecto a la democracia y el Estado de derecho siempre está en duda. En mi próximo libro, America Through Foreign Eyes, analizo de manera crítica la insularidad latente de Estados Unidos desde mi propia experiencia como extranjero, en un momento crítico cuando la creencia de que la nación es inmune a los desarrollos en el extranjero ha vuelto a surgir y, simultáneamente, está siendo cuestionada.
Los fiscales federales en Nueva York y Miami presentaron cargos contra Nicolás Maduro y algunos de sus aliados. Pero esa acción, en sí misma, no es una razón suficiente para suponer que esos cargos son válidos. El historial de Washington en ese tipo de medidas no es confiable. Estados Unidos tiene una larga historia de intervención en América Latina, desde las acciones que involucraron a Manuel Noriega en los últimos tiempos, hasta Augusto César Sandino en Nicaragua en la década de 1930 y Pancho Villa en 1917.
Sin embargo, la esencia de estas acusaciones condenatorias contra Maduro ha estado en el aire durante años; a nadie le sorprendería, ciertamente a mí no, que se demostrara su culpabilidad.
En Florida y Nueva York, los equipos que dictan las acusaciones, que incluyen a Brian Allen Benczkowski, el fiscal general adjunto que acusó a Joaquín “el Chapo” Guzmán Loera, el célebre capo mexicano de la droga, no son considerados como funcionarios influenciados por Trump. Y este no es un simple asunto legal relacionado con cargos de tráfico de drogas que serán dictaminados en un tribunal estadounidense. Durante el gobierno de Maduro, el régimen chavista ha perpetrado atroces violaciones a los derechos humanos y ha destruido la economía de Venezuela, lo que ocasionó la mayor crisis humanitaria de la región.
La nueva ofensiva del gobierno de Trump contra el mandatario venezolano y sus colaboradores es, en esencia, de índole diplomática y política. El problema no es si los cargos son verdaderos. Estados Unidos mantiene relaciones diplomáticas cordiales con los gobiernos de Afganistán y Honduras que, como ya se sabe, son cómplices del narcotráfico. Es probable que las nuevas acusaciones se hayan estado gestando desde hace años, durante los cuales Venezuela le vendió a Estados Unidos miles de millones de dólares en petróleo. La pregunta es si la acusación acelerará la caída de Maduro, que seguramente es el objetivo de Estados Unidos, o si simplemente alimentará el nacionalismo antiestadounidense siempre presente en ciertos sectores de la sociedad venezolana.
Si la medida del gobierno de Trump es una apuesta por la devastación que causará el coronavirus en Venezuela, el brutal impacto que tendrá el colapso de los precios del petróleo en su economía y el creciente aislamiento de Maduro en América Latina —como lo demuestra la reciente reelección del némesis de Maduro, Luis Almagro, como secretario general de la Organización de los Estados Americanos—podría resultar eficaz a pesar de su cinismo. En particular, si los oficiales militares venezolanos de alto rango que no están incluidos en la reciente acusación se sienten tentados por las circunstancias cambiantes y las recompensas sustanciales ofrecidas por la cabeza de Maduro. Se trata de una posibilidad remota, pero ciertamente no es una hipótesis absurda.
Por otro lado, es posible que la acusación no sea más que la habitual manipulación y fanfarronería estadounidense, sin ningún cálculo estratégico más allá de la búsqueda de votos para las elecciones presidenciales de noviembre. Después de que el huracán María devastó a Puerto Rico, muchos votantes se reubicaron en Florida. Una encuesta realizada por Univisión a principios de este mes reveló que el electorado puertorriqueño de ese estado respalda por mucho a Joe Biden y podría ser cruciales para ganar allí. Trump necesita que su base cubano-estadounidense y venezolana sea fuerte para seguir en la contienda. Los cargos contra Maduro podrían proporcionarle el impulso que necesita para captar esos votos.
Maduro ya está usando las acciones de Trump para reforzar su apoyo a nivel nacional e internacional. Países como México y Argentina, que simpatizan con el régimen venezolano, podrían calificar los cargos de exagerados y citar el derecho internacional para desafiar a Washington. Maduro seguirá negando las acusaciones y alegará que las medidas tomadas en su contra son la típica intromisión intervencionista estadounidense y la aplicación extraterritorial de su legislación interna, una estrategia que no es respaldada por ningún país de la región, como pasó con la ley Helms-Burton de 1996, que fortaleció unilateralmente el embargo contra Cuba. Además, es probable que los efectos reales y prácticos de la decisión de Estados Unidos sean mínimos. Después de todo, Trump ya ha intentado remover a Maduro del poder durante meses, si no es que años. Hasta ahora, de manera infructuosa.
Manuel Noriega era un adulador de Estados Unidos hasta que el gobierno de George H. W. Bush se volvió contra él. Sadam Husein soportó la peor parte de dos invasiones estadounidenses antes de su ejecución. No parece muy probable que Trump esté dispuesto a pagar un precio tan alto por la caída de Maduro.
Los cubanos, que desempeñan un papel crucial en el apoyo al régimen de Maduro, tienen cierta experiencia con la hostilidad estadounidense, justificada o no. Los hermanos Castro han sobrevivido a 12 presidentes estadounidenses; Hugo Chávez y Nicolás Maduro sobrevivieron a cuatro, si incluimos la mayor parte del primer mandato de Trump. No es probable que la nueva medida, por válidos que sean sus méritos, cambie esa situación.
La pandemia que estremece a todo el mundo ha tenido un efecto de incremento de la necesidad de estar informados sobre el coronavirus. ¿Cuánto exactamente? Según los datos hechos públicos ayer por la empresa de analítica Chartbeat, exactamente un 35%. Es decir, del tiempo que una persona pasa en webs informativas, el 35% es para informarse sobre el coronavirus, y el resto para otros temas.
Según explica Jill Nicholson, Senior Director of Customer Education de Chartbeat, “la atención que el coronavirus está recibiendo por parte de los periodistas no tiene precedentes: 1,3 millones de artículos y sigue creciendo. La interacción con el contenido de COVID-19 tampoco tiene parangón. Las audiencias están comprometidas con los medios de una manera que no hemos visto antes”.
El equipo de Data Science de Chartbeat ha realizado un análisis del contenido sobre el COVID-19 publicado entre el 9 de marzo y el 23 de marzo. Su investigación abarcó 26 millones de artículos (lo que representa 82 mil millones de páginas vistas), incluidos los 1,3 millones de artículos sobre COVID-19.
Como era de esperar, el número de artículos sobre el COVID-19 comenzó a aumentar rápidamente alrededor del 9 de marzo, lo que se corresponde con el aumento de los casos de coronavirus. La cobertura posterior sobre el tema también creció, con un 121% más de artículos publicados el 18 de marzo que el 9 de marzo.
Número de artículos publicado sobre el Covid 19
El incremento coinciden con el salto significativo en los casos y, como resultado, las personas que buscan las últimas noticias sobre coronavirus. A partir de la semana del 16 de marzo, también se ha observado que:
Los artículos de COVID-19 recibieron aproximadamente un tercio de todas las páginas vistas, un aumento del 44% en comparación con la semana anterior.
Representan aproximadamente el 35% del tiempo total dedicado, un 118% más que la semana anterior.
Proporción de tiempo de lectura dedicado a artículos del Covid sobre el general
Cuando se trata de la cantidad real de tiempo que el público pasó activamente viendo páginas (por ejemplo, haciendo clic y desplazándose), los datos son estos:
El aumento del tiempo total está relacionado con un aumento en el tiempo medio dedicado en los artículos de COVID-19, que ahora se sitúa justo por debajo de los 40 segundos .
La participación promedio en todos los artículos (no coronavirus) es de 35 segundos.
“Para el Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB) representa un orgullo que nuestra socia Amparo Pérez Camargo alcance el programa número mil de “Doble Vía”, donde orienta todos los sábados a las 7 de la mañana a los televidentes del Canal Caracol”, dijo Gloria Vallejo, presidenta del CPB.
Para la directiva, Amparo ha sido una de las más sobresalientes socias en el desempeño de su trabajo profesional.
Es miembro activo de la de la Organización Mundial de Ombudsman y de la Organización Interamericana de Defensores de las Audiencias. Posee una extensa hoja de vida en la cual se ha desempeñado como redactora y Jefe de Redacción de TV-Sucesos, A-3Alfavisión, Noticiero Vea Colombia y Telediario. Directora de programas como “Vamos a ver”, “Dicen qué”, “Los trabajos del hombre”, “¿Por qué somos así?”, “En Directo”, “Atrévase”, “Muy personal”, “Magazín Caracol”, “Es su turno” y “Doble Vía”, entre otras”.
Desde el 2000 ha estado al frente de la producción de la Noche de los Mejores, ceremonia en la que se entregan los Premios de Periodismo CPB y es la forma en que desde entonces el Canal Caracol patrocina al gremio más antiguo y reconocido de Colombia.
Doble Vía, el programa de la Defensoría del televidente de Caracol Televisión, llegó a su emisión número mil el pasado sábado 14 de marzo. Su primera emisión fue hace 20 años, el 9 de febrero del año 2000.
Caracol Televisión fue el primer canal de Colombia en presentar, a través de su señal, un espacio para que los televidentes hicieran comentarios, críticas o sugerencias sobre el contenido de su programación.
Las defensorías del televidente funcionan por ley en el país, pero la producción está a cargo de Caracol Televisión a través de un equipo de trabajo independiente, integrado por su directora Amparo Pérez; la productora ejecutiva; Juliana Tabares y el periodista Otilio López.
“Es importante para el canal tener una retroalimentación de los productos que hacen para su público. Gracias a estos 20 años de pedagogía Colombia tiene audiencias más críticas, analíticas y reflexivas. Poder escuchar esas voces vale la pena”, expresó Amparo Pérez, la Defensora del televidente.