Crculo de Periodistas de Bogot
FALLECIÓ RAFAEL GÁLVEZ, EXPRESIDENTE DEL CPB

FUE CRONISTA DE EL TIEMPO Y PROFESOR UNIVERSITARIO

Por René Pérez

Rafael Gálvez Lozano, quien fuera vicepresidente y presidente del Círculo de Periodistas de Bogotá a comienzos de la década de los 90, falleció el sábado pasado en una clínica de Ibagué, donde estaba internado por una afección en la garganta.

Cumpliendo deseos suyos, sus cenizas serán inhumadas en la misma raíz de su querido Caracolí, un enorme árbol de unos 30 metros de altura, grueso de tallo, de frondosidad verde intenso, que sembraron sus bisabuelos hace unos 200 en la finca Yaraví del Guamo. Esta ceremonia será realizada este sábado en horas de la mañana.

Tal exigencia retrata la personalidad de Rafael Gálvez: se entregaba a sus propósitos dándolo todo, hasta, literalmente, los huesos. Esta pasión por hacer las cosas ya, pero no apresuradas, y en el sitio y momento precisos fueron el norte de sus actividades como periodista y profesor universitario. 

Se inició en el diario La República, a donde llegó con el cartón de periodista puro, sin mezcolanza con la Comunicación Social. Eran aquellos finales de los años sesenta cuando empezaban a crearse facultades de periodismo con un pensum que no requería más de tres años porque iba directo al alma, a la esencia de esta actividad: revelar en su verdad hechos de impacto social. Rafael Gálvez lo entendió así desde el bachillerato, cuando devoraba cualquier periódico que caía en sus manos para escudriñarle todo el contenido y poder asegurar al final de la lectura ¨esto está incompleto¨, ¨a esto le falta mucho para ser noticia´.

Y esta fue la savia sabia conque nutrió sus informes en el diario El Tiempo. Por eso no necesitó teorizar o hablar carreta sobre lo que llaman periodismo investigativo. Ni exprimirse los sesos auscultando metodologías investigativas. Iba a lo que iba. Todo en periodismo es investigación, era su estandarte.

Así las cosas, equis día sacudió al país, incluyendo funcionarios de gobierno, con un informe sobre Medicina Legal. Era espantoso lo que revelaba: las autopsias las hacían con un pedazo de machete, para separar huesos usaban un martillo de herrería y, desde luego, evidenció una cadena de malos manejos financieros. Nadie lo rectificó.

Otro día se enteró que una mujer joven se había envenado y envenenado a sus dos pequeños hijos sobre la tumba de su esposo. Esto sucedió 15 minutos después de sepultarlo. Rafael Gálvez asumió el cubrimiento de la tragedia. Se fue al camposanto, donde la policía le mostró una carta que la joven había escrito. Palabras más palabras menos, decía que tomaba esa terrible decisión porque su cónyuge robaba ´´solo para ella y sus hijos´´ y por eso no ´´merecía que lo hubieran matado así´´.

No había más datos. Ni siquiera lápida. Eran unos NN. Pero Gálvez vio que la mujer tenía anillo de matrimonio y le sugirió a los policías que se lo retiraran porque allí debería estar el nombre del esposo. Sí, allí estaba. Se fue al archivo del periódico y buscó y rebuscó hasta que encontró perdida entre las páginas la noticia sospechada. Señalaba que dos días antes, unos policías habían dado muerte a un delincuente que se les enfrentó. Este cuento no se lo comió el periodista Gálvez y con laboriosidad de abeja encontró dos verdades: el hombre llevaba pocas horas de haber salido de la cárcel y tenía un par de disparos en la espalda. Elaboró la noticia tal como la investigó y sin saber que estaba sacando a flote algo que hoy se llama ¨¨falso positivo¨¨.

Pero como para alguien con dura madera para retos no hay serrucho que valga, y aunque ya andaba por la loma del éxito periodístico, no resistió la tentación de ir a poner orden en la Colombia de los confines, esa que por aquellas fechas pocos conocían: Se fue de secretario de gobierno de las que eran las intendencias de Guaviare y Arauca. En la primera, desmanteló una banda que citaba a compradores de cocaína y los asesinaba para robarles el dinero. Llevaban una veintena de muertes. En la segunda, puso freno a los contrabandistas de madera hacia Venezuela.

Finalizó este ciclo en su desmesurado agite laboral y se entregó a la docencia, como profesor de periodismo en las universidades Externado y Javeriana. Además se graduó en mercadeo y también dictó esta cátedra un las mismas instituciones.

Como presidente del CPB le tocó igualmente capotear peligros de muerte. Era la época en que el paramilitarismo empezaba a hacerse sentir anegando de sangre a Colombia y amenazando y asesinando a quien se les opusiera. Rafael Gálvez, osado como fue siempre, agarraba los panfletos con que intimidaban al CPB, los destripaba y los arrojaba al tarro de la basura. Pero aun así no dejaba para mas tarde sus funciones de presidente de la organización gremial. Dictaba conferencias y organizaba foros y seminarios, desde luego, con sus compañeros de Junta Directiva. Porque otro de los pilares de su personalidad era la fraternidad y la abierta recepción a cualquier sugerencia o crítica. Además no se cansaba nunca y por eso tuvo tiempo para dotar el club que tenía en concesión el CPB en Melgar de televisores, neveras, ventiladores, utensilios de cocina, camas, etcétera. Y sin costo alguno.

Aparte de lo anterior, fue villano. Pero en el cine. Realizó y dirigió tres películas donde, para ahorrar presupuesto, hizo de villano. Y como para cumplir con un final rosa, aunque resulte paradójico y un contrasentido, lo mata. Así lo decidió el inconmovible guion que él mismo escribió.

En estos últimos años decidió irse al campo, a trabajar en su finca Yaravi. E igual que siempre: le robó segundos, minutos, horas a sus faenas rurales para dedicárselos al trabajo cultural con entidades oficiales de Guamo e Ibagué. Siempre desde la perspectiva periodística. Y ahora mismo, cuando ya empezaba a darle forma a un proyecto para crear un corredor cultural que comenzara en Fusa, siguiera por Melgar, Ricaurte, Guamo y finalizara en Ibagué y cuyo soporte serían medios como emisora, televisión y periódico virtual, se le apareció la visita indeseada.

Sin duda, Rafael Gálvez fue un personaje. Pero en su destilación más pura: ese que lo da todo, como ser humano y como profesional.

CPB Lamenta Fallecimiento de Silvio Posada

El Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB), con profundo pesar, se une a toda la familia para expresarle sus condolencias ante la triste partida de nuestro apreciado socio y amigo SILVIO POSADA CASTAÑO, exponente del periodismo en su más pura esencia y representante natural de la provincia en la capital del país.


Su profunda devoción por la reportería y amor por Colombia, estuvieron presentes a lo largo de su vida y actividad periodística, a través de la que les relató a los colombianos, por diferentes medios de comunicación, grandes acontecimientos que marcaron el rumbo político y social del país a finales del siglo XX y comienzos del XXI.


Que Dios colme de bendiciones a sus familiares y le conceda el descanso eterno al inolvidable Silvio, que permanecerá en nuestro recuerdo por siempre.

EL CPB LAMENTA LA MUERTE DE JAVIER AYALA

El Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB) lamenta profundamente la muerte de su expresidente JAVIER AYALA ALVAREZ, gran periodista, ser humano y compañero. Toda su vida la dedicó al ejercicio periodístico. Desde muy joven se inició en El Siglo y de allí pasó a El Espectador en donde se consagró como uno de los mejores reporteros económicos del país. Más adelante trabajó en El Tiempo. Fue además director, con Gabriel Ortiz, del Noticiero Nacional en los años ochenta.
En su vida, de más de setenta años, no hizo cosa distinta que buscar la noticia y lograr sus desarrollo. A su familia y amigos sentidas condolencias y solidaridad. Q.E.P.D.

#javierayala

El CPB lamenta la muerte de Monseñor Alirio López A.

El CPB expresa su profundo pesar por la muerte de nuestro socio Monseñor ALIRIO LÓPEZ. Destacado por su trabajo “Goles en paz”, vocero de temas de paz
y reconciliación. Una pérdida irreparable para nuestro gremio, la iglesia y el país.
Sinceras condolencias a su familia, amigos y allegados. QEPD.

Paz en la tumba de John Jairo Ocampo

Muy triste la partida prematura de John Jairo Ocampo, colega admirado y versátil. Nos deja su legado, su olfato periodístico y el recuerdo de la cálida cercanía que mantuvo con todos nosotros. Fue mi alumno destacado en la Central! Solidaridad con su familia y que Dios le dé toda la fortaleza para afrontar estos momentos difíciles. Q.E.P.D. 🙏🏻🙏🏻🙏🏻
Socio CPB, Fernando Barrero

Foto: Fernando Barrero y John Jairo Ocampo

Periodismo de luto
Javier Dario Restrepo

Dedicado a la ética periodística por mas de 40 años y como socio del CPB, Javier Darío Restrepo, hizo parte de los precursores del tema al lado de socios como Daniel Samper, María Teresa Herrán, Patricia Lara, entre otros, quienes elaboraron el Primer Código de Ética aún vigente en el Círculo de Periodistas de Bogotá. Gracias a esa trayectoria dictó conferencias y talleres en América Latina y fue llamado a trabajar sobre el tema en la hoy Fundación Gabo (Cartagena), al lado de periodistas de amplia trayectoria en Hispanoamérica, en donde laboró hasta el día de su muerte y en donde también creo el Consultorio Ético, ampliamente conocido entre los periodistas de habla hispana.
Javier Darío, fue un periodista y escritor colombiano, con una carrera de mas de 50 años siendo reportero de Radio, de televisión, de periódicos y revistas.
Columnista en El Tiempo, El Espectador, El Colombiano y El Heraldo.

(3 diciembre de 1932-octubre 6 de 2019)

Mike Forero Nougués

Decano del periodismo de Colombia, asociado del Círculo de Periodistas de Bogotá durante más de 50 años

Piedecuesta 21 de diciembre de 1920, Bogotá 12 de junio de 2019. In Memoriam.

Premio Mérito Periodístico Guillermo Cano Isaza, otorgado por el CPB y pionero del periodismo deportivo de Colombia, fue director de deportes de EL ESPECTADOR , creador del concurso El Deportista del Año, de esta casa editorial y reconocido como maestro de maestros del periodismo deportivo de Colombia.

Tuvo tres hijos Patricia, Norma y Clemente. Fue un activo socio del CPB, orgulloso de pertenecer al gremio, participó en todas las  actividades,  siempre con una gran sonrisa, hasta cuando su cuerpo le permitió asistir. Llegaba en su Volkswagen, con el que solía recorrer las calles de Bogotá. Gran conversador, consejero y orientador de los destinos del gremio, nos deja un invaluable legado de periodismo ético y  responsable.

Ofelia Romero de Wills

El Círculo de Periodistas de Bogotá, CPB, lamenta profundamente informar el fallecimiento de nuestra querida socia Ofelia Romero de Wills, quien partió  luego de cumplir su ciclo de una vida extraordinaria y dejar una profunda huella entre nosotros.

En 1981 hizo parte del grupo que creó del Premio Nacional de Periodismo CPB, batalló por el gremio por más de 55 años y fue galardonada en 2012 con la mayor distinción que otorga el CPB, el Premio Mérito Periodístico Guillermo Cano.

Ofelia fue una visionaria que rompió paradigmas. Con un equipo integrado por Bertha Hernández de Ospina Pérez,  María Currea de Aya y Esmeralda Arboleda, entre otras líderes, luego de luchas sin tregua,  logró el derecho femenino al voto, la participación de la mujer en la política y la defensa de sus derechos civiles.

En una época en que la universidad no estaba pensada para las mujeres,  hizo un máster en Matemáticas y Física en la Escuela Normal Superior y un posgrado en la Universidad de Boston. Por los giros que da la vida, su actividad profesional la encontró en el periodismo. Se destacó como columnista, trabajó en El Espectador, El Tiempo, Cromos, Semana, Nueva Frontera, Diners, Caracol y Radio Sutatenza, entre otros medios de comunicación.

Quedó viuda muy joven, su esposo Gustavo Wills murió a los 29 años en un accidente de tránsito. Enfrentó la vida y con su carácter decidido trabajó para sacar adelante a sus pequeños hijos, lo que logró con creces.

El tiempo transcurrió y tuvo la alegría y compañía de siete nietos que le dieron sus dos hijos, Margarita  y Patricio,  y de tres bisnietos.

Fue presidente de YWCA Colombia, en varios períodos, movimiento nacional que trabaja por el empoderamiento, liderazgo y los derechos de las mujeres, gestión que la llevó a viajar en forma permanente por todo el mundo  en su lucha por la defensa de la mujer.

Muy cercana a Luis Carlos Galán Sarmiento, le ayudó a fundir los cimientos del  Nuevo Liberalismo y en la implementación de este movimiento político.

De esta forma Ofelia Romero de Wills, con la lucha reivindicatoria por los derechos de la mujer, el periodismo y su activa gestión en el CPB, deja un legado invaluable para las actuales y nuevas generaciones de perseverancia, servicio y entrega a los demás.

Carlos Lozano Guillén

El Círculo de Periodistas de Bogotá –CPB— lamenta la muerte del periodista y director del Semanario Voz CARLOS LOZANO GUILLEN, quien fuera paradigma del periodismo crítico y fundamentado.

Considerado  como un referente para la paz, la justicia social y la defensa de derechos humanos en Colombia, Lozano Guillén, ibaguereño de nacimiento, se vinculó desde muy joven al Partido Comunista y con sus conocimientos en Derecho (abogado del Externado) y de periodismo (Escuela de Periodismo de Praga (República Checa) y en la Universidad de Budapest (Hungría) asumió la dirección de Voz  en los momentos más crueles de la confrontación armada y logró sobrevivir a un par de decenas de atentados del paramilitarismo, al punto que  sus colegas periodistas más cercanos consideraban  un milagro el que estuviera vivo.

Carlos Lozano, por su trato de caballero,  por su forma de confrontar ideas  sin atisbos de fanatismos y sobre todo por la agudeza para llegar al meollo de los hechos noticiosos,  era invitado con frecuencias a foros internacionales sobre libertad de prensa. En este intenso trajinar, también fue  conferencista y profesor universitario.  Actividades que, junto con las estrictamente periodísticas, le fueron reconocidas con el otorgamiento de menciones y condecoraciones por parte de importantes entidades y centros culturales, como el  nombrarlo  Caballero en la Orden Nacional de la Legión de Honor, la más alta condecoración de la República de Francia.

A Lozano Guillén, según sus compañeros de luchas sindicales, periodísticas y políticas, lo que más lo alegraba en estos recientes años fue su decisiva participación en los diálogos entre las FARC y el Gobierno  en La Habana, que concluyeron en la firma de la paz. Pero  igualmente lo que más le dolía era que esa paz fuera destruida y asimismo la injusticia social siguiera con las puertas abiertas, según le comentaba a sus colegas en el semanario Voz, en donde con una acuciosidad sin par vigilaba  línea a línea cada texto para que no se desbordara hacia los terrenos de lo que hoy esta tan de moda: las falsas  noticias.

Además de sus múltiples trabajos periodísticos y artículos de análisis, escribió varios libros, como Las huellas de la Esperanza, ¿Cómo hacer la paz?, Reportajes desde el Caguán, El Marxismo, ideología en construcción, Medio, conflicto y sociedad  y ¿Guerra o paz en Colombia? Cincuenta años de un conflicto sin solución.

Paz en la tumba de este periodista y luchador por la paz

RENE PEREZ

SECRETARIO COMUNICACIONES

Ricardo Rojas

Muy estimados socios y amigos: 

La Junta Directiva del Círculo de Periodistas de Bogotá, CPB, lamenta profundamente informar el deceso de nuestro socio y amigo Ricardo Rojas Parra.   

Ricardo, que tenía 73 años de edad, en su prolífica carrera profesional se destacó como uno de los principales columnistas del Portafolio, diario en el que publicaba sus escritos desde el 2000, sobre temas económicos, de geopolítica y relaciones internacionales; también lo fue de Colprensa. Fue fundador del Banco de Alimentos del Episcopado Colombiano, directivo de la Sociedad Colombiana de Economistas, profesor de la Universidad de los Andes y miembro del Opus Dei.  

El CPB acompaña en este momento de dolor para todos, a su familia, amigos y  allegados. QEPD.

 

Flor Romero

Narradora y autora de una gran producción bibliográfica que profundiza sobre la dura realidad del ser humano, en particular, de los colombianos, es considerada una de las escritoras más representativas de nuestra literatura.

Nació en La Paz de Calamoima (Cundinamarca) el 5 de marzo de 1933; hizo sus estudios primarios en su pueblo, los secundarios en Bogotá y de Periodismo en la Pontificia Universidad Javeriana.

Fue redactora de El Espectador durante ocho años, diario del que se retiró para fundar la Revista Mujer que dirigió hasta 1974, medio con el que concientizó al género femenino de su papel en la sociedad y de su incorporación en la política y la vida pública.

En 1974 fue nombrada primera Consejera de la Embajada de Colombia en Francia, cargo que desempeñó durante ocho años. Hizo estudios de Ciencias Políticas en la Universidad de la Sorbonne y entre 1982 y 1986 manejó las relaciones públicas de la Federación Nacional de Cafeteros en París.

Regresa a Colombia en 1993 donde se desempeña como catedrática en Literatura en la Universidad Javeriana.

Funda UNEDA (Unión de Escritores de América) en 1996 con un grupo de escritores colombianos, argentinos, uruguayos, cubanos, brasileros y norteamericanos, que tiene como filosofía la integración cultural, promoción de los creadores y los libros y la restitución del estatus del escritor como personalidad de rango en la sociedad contemporánea, institución que cuenta con cientos de afiliados en el continente. Flor es su Presidente de honor vitalicia.

Trabajó el género mítico en cuentos, con publicaciones como La ruta de El Dorado (1978), Los tiempos del Deslumbramiento (1986), El ombligo de la luna y otros cuentos míticos mexicanos (1989), Mitos, Ritos y Leyendas contados por Flor Romero (1992), El día que Condoresa extravió su plumaje (1998), EL MOHÁN ENAMORADO y otros cuentos míticos (1998), Espérame en el cielo corazón, La noche de las mariposas azules, La cueva de los ocho encantamientos (2000) y Andrea descubriendo el mundo (2000).

Deja un gran legado en la producción de novelas: París, la bienamada, El hechizo del destino, Detrás del antifaz, Aventuras de Aitana en el Amazonas, Malintzín, la princesa Regalada, Yo, Policarpa, La calle ajena, Los sueños del poder, Triquitraques del trópico, Mi capitan Fabián Sicacha, El amor es un mito: pasión, seducción y romance en las leyendas americanas y 3 Kilates 8 puntos, ganadora del Premio Esso 1964.

Con esta frondosa producción, más de 57 libros, muchos de ellos traducidos en diferentes idiomas, Flor Romero de Nohra marchó a otra dimensión, pero su legado permanecerá entre nosotros y nos hará recordar por siempre a esta extraordinaria escritora y socia del CPB.

El Círculo de Periodistas de Bogotá acompaña en estos dolorosos momentos a sus hijos Flor Angela, Luis Enrique y Luis David, a sus nietos, demás familiares, amigos y allegados.