Crculo de Periodistas de Bogot

Archivos enero 2017

Antioquia, la región con más casos de desaparición forzada

Foto: Jaiver Nieto Álvarez

Entre el 2005 y el 2015 se denunciaron casi diez mil víctimas de desaparición forzada.


El Centro Nacional de Memoria Histórica reveló que en Colombia hay más de 60.000 afectados.


Una de las prácticas más macabras que ha dejado el conflicto armado en Colombia es el de la desaparición forzada. Hasta hace poco, la cifra oficial era de 26.000 desaparecidos por cuenta de la guerra. Sin embargo, según un reciente informe del Centro Nacional de Memoria Histórica, ese drama lo viven hoy 60.630 familias.

La cifra no solo está muy distante de la que se manejaba, sino que además revela los alcances de una práctica considerada delito de lesa humanidad y, por lo tanto, imprescriptible: según Memoria Histórica, entre 1970 y el 2015 en promedio tres personas fueron desaparecidas forzadamente cada día, lo que equivale a un caso cada ocho horas. La cifra total representa el doble de los desaparecidos por la dictadura militar en Argentina.

 
 Aunque la mayoría de estos crímenes se perpetraron en décadas pasadas, llama la atención que entre el 2005 y el 2015, de acuerdo con el documento, se denunciaron casi diez mil víctimas.
 

Estos 34.630 casos que engrosaron el registro nacional fueron documentados gracias a la inclusión de los registros que tiene la Unidad para las Víctimas y otras instituciones gubernamentales, ONG, declaraciones de los actores armados y bases de datos de 102 fuentes sociales e institucionales como periódicos, reportajes audiovisuales, sentencias judiciales, fotografías, entre otros.

Además, se registraron casos que habían sido excluidos “debido a que no existía información sobre el victimario o el perfil de la víctima y se extendió el criterio de inclusión a aquellos casos de secuestro que mutaron en desapariciones forzadas porque el perpetrador se negó a dar información de la víctima luego de que se cumplieran o no las exigencias por su liberación”, señala el informe.

Igualmente, fueron tenidas en cuenta las exhumaciones realizadas por la Fiscalía en fosas comunes de todo el país. El informe menciona que al 1.° de junio del 2016, la Fiscalía ha practicado 6.570 exhumaciones, de las cuales ha identificado 3.075 cuerpos. De ese total solo 1.334 personas habían sido reportadas como víctimas de desaparición forzada.

En cuanto a los perpetradores, el documento establece que en el 51,4 por ciento de los casos se desconoce el autor. Del resto, el 46,1 por ciento corresponde a los grupos paramilitares; 19,9 por ciento, a las guerrillas; 8,8 por ciento, a grupos posdesmovilización; el 8 por ciento, a agentes del Estado y el 15,9 por ciento, a grupo armado no identificado.

De las 5.849 desapariciones cometidas por las guerrillas, 4.553 no identifican al grupo guerrillero, mientras que 1.067 fueron atribuidas a las Farc, 157 al Eln, 21 al Epl y 21 a disidencias guerrilleras. Muchos casos corresponden a secuestrados que nunca regresaron a sus hogares. No menos de 500 son militares que terminaron cautivos tras combates o que fueron secuestrados cuando iban de civil y sin armas.

El informe muestra que de las 2.331 desapariciones atribuidas a agentes del Estado, 1.472 corresponden a miembros del Ejército, 653 a policías, 55 al liquidado DAS, 25 a miembros de la Armada y siete efectivos de la Fuerza Aérea.

El Centro de Memoria Histórica revela que, en promedio, nueve de cada diez víctimas eran hombres. Y que aunque aún no se tiene registro de mujeres que desaparecieron estando en embarazo, la base de datos ha podido documentar 12 casos.

Entre esas víctimas está Omayra Montoya, desaparecida en 1977 con tres meses de gestación y quien además es la primera víctima de desaparición forzada reconocida en Colombia. El caso, aún impune, fue perpetrado por agentes del desaparecido F-2 de la Policía en Atlántico.

Además, el informe destaca que de las 20.210 víctimas de las que se conoce la edad (33,3 por ciento del total), al menos 3.200 eran menores de edad. Se reportaron 11.850 de entre 18 y 35 años; 4.205 de entre 36 y 55 años y 938 mayores de 56.

De la totalidad de las víctimas documentadas, 874 registran pertenencia étnica: 423 indígenas, 421 afrocolombianos, 26 raizales y 3 palenqueros.

Tomado de: Eltiempo.com

‘Suicidio de mi papá fue inducido’, hijastra de vigilante del Equus 66
Foto: Héctor Fabio Zamora / EL TIEMPO
En el edificio Equus 66, en la localidad de Chapinero, fue asesinada la pequeña Yuliana Samboní.

Olga Casallas desmintió algunas afirmaciones de los hermanos Uribe sobre el caso de Yuliana Samboní.

Olga Casallas, hijastra del vigilante del edificio Equus 66, Fernando Merchán, acusado de ser coautor en el crimen cometido por Rafael Uribe Noguera en contra de Yuliana Samboní, afirmó para ‘La W Radio’ que es momento de “limpiar el nombre” de su padre.

«Las declaraciones de los hermanos de este señor (Rafael Uribe), todas las informaciones erradas en redes sociales e incluso en los mismos medios han hecho ver a mi papá como culpable, y él no lo es», puntualizó.

Merchán se suicidó en su casa en el barrio Tintal el pasado 9 de diciembre, días después de conocerse el caso de la muerte y violación de la menor de 7 años. Según su hija, su muerte sería un suicido inducido por la presión que particularmente la empresa en la que trabajaba Merchán le hizo al vigilante.
“El dueño de la empresa de vigilancia culpó directamente a mi papá del asesinato de Yuliana (…), querían hacer ver a mi papá como culpable y cómplice, y él no lo es”, afirmó Casallas. El edificio Equus 66 fue el lugar al que Uribe Noguera llevó a la menor y en donde la asesinó.

La hija también desmiente las declaraciones de Francisco Uribe Noguera, hermano de Rafael, en las que afirma haber escuchado al guarda de seguridad discutiendo con Catalina, la otra hermana del confeso asesino, en el sexto piso del edificio, en la entrada del apartamento de Noguera. 

“Él (Francisco) dice que mi papá sube al apartamento con ella y que mientras el señor está trepando un muro escucha la supuesta discusión que tiene con la señora Catalina en la entrada del apartamento. Eso no podía ser porque mi papá no podía dejar su puesto de trabajo, no podía dejar la portería, nunca lo hizo y no creo que esta sea la excepción», afirmó.

Casallas afirma que en la minuta que dejó el vigilante quedó escrita la discusión, pero se especifíca que esta se da en la portería.

«Lo que él deja escrito en la minuta es que tiene una discusión con la señora Catalina, pero en la portería, porque no lo dejaba entrar al apartamento de Rafael», precisa Casallas.

La versión de los acontecimientos defendida por la familia del vigilante es que los hermanos Uribe Noguera estuvieron más tiempo en el edificio del que argumentan ante la justicia.

«Mi papá le comentó a un tío que ellos habían llegado como a la 1:00 y que habían durado unas tres horas dentro del apartamento. Luego salieron normal, se despidieron normal, incluso le dijeron: ‘Chao, Fernando’ «.

Merchán estuvo en la cárcel La Modelo durante cinco años acusado de un delito relacionado con narcotráfico. Según Casallas, este hecho hizo que Merchán tuviera aún más miedo de regresar a la cárcel.

«El caso en su momento lo tomó un abogado de oficio que le aconsejó a mi papá que él debía culparse para que hubiese reducción de pena. Por eso pagó cinco años en La Modelo. Yo siento que esa experiencia y la presión de todo el mundo lo indujeron a que hiciera esto (se suicidara). Él decía que el sufrimiento en una cárcel nadie se lo imagina«, precisó Casallas.

Tomado de: eltiempo.com 

Gobierno dio balance sobre puesta en marcha de las zonas veredales

Foto: Eliana Aponte / EL TIEMPO

Movilización de integrantes de las Farc a zonas veredales se realizará después de la firma del plebiscito por la paz.


Miembros de las Farc se encuentran, por ahora, en 51 puntos de preagrupamiento.


Este martes, el Gobierno dio un balance sobre el plan de construcción de de las zonas veredales de transición, donde se concentrarán los guerrilleros de las Farc.

En la rueda de prensa estuvo el Alto Comisionado para la paz, Sergio Jaramillo, el gerente de las zonas veredales de transición, Carlos Córdoba, el Alto Comisionado presidencial para las regiones, Carlos Correa, y el general Javier Alberto Flórez, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Militares y responsable de la seguridad en las zonas veredales

 
 

Según lo que se ha explicado, el Gobierno trabaja a toda máquina para que no se altere el objetivo central de lo acordado en La Habana: que a mediados de este año los miembros de la guerrilla estén totalmente desmovilizados.

 

«Los 180 días para dejación de armas por parte de Farc se cumplen. Al finalizar ese plazo se acaban las zonas veredales de transición y normalización», afirmó el general Flórez.

El cronograma original contemplaba que para el 31 de diciembre todos los guerrilleros estuvieran en los sitios de ubicación, pero los problemas de entonces siguen siendo los mismos que hoy ocasionan una nueva postergación: el mal clima, las complejas condiciones geográficas, el intrincado acceso a los territorios y problemas con los contratos de alquiler de los predios.

(Además: Gobierno acelera el paso para dejar listas las zonas veredales de Farc)

Según Flórez, por ahora, los miembros de la guerrilla se encuentran en 51 puntos de preagrupamiento, «que no están a más de 10 kilómetros de las zonas de concentración y de los campamentos», precisó.

Por su parte, el comisionado Correa afirmó que desde hace varios meses se realiza «pedagogía» con los Gobernadores y Alcaldes de las zonas que acogerán a los guerrilleros y que, además, «estarán en Bogotá para hacer seguimiento a la implementación del acuerdo de paz».

Por su parte, Jaramillo explicó que aunque la derrota del ‘Sí’ en el plebiscito por la paz retrasó el cronograma previsto para el paso a la vida civil de los guerrilleros, «hoy ya todo está en marcha».

Además, puntualizó que los miembros de las Farc que en este momento se están movilizando a las zonas de concentración «tienen orden de captura levantada» y que los disidentes «serán perseguidos» por las autoridades.

«Miembro de las Farc que no se acoja al acuerdo de paz será perseguido por las Fuerzas Armadas y judicializado por la Fiscalía colombiana», indicó.

Adecuar las zonas ha sido una tarea titánica. Con aviones, helicópteros, lanchas y hasta a lomo de mula, el Gobierno ha tenido que llevar los materiales para la construcción de los alojamientos de los guerrilleros de las Farc, pese a las condiciones de las vías y el enlodamiento de los caminos.

Tomado de: Eltiempo.com

Posible declaración de abandono de Maduro en Venezuela por parte de la AN

Reuters

Lunes , Enero 9, 2017

Bogotá_

Julio Borges, presidente de la Asamblea Nacional, indicó que declararía el abandono del cargo del presidente Nicolás Maduro, lo que debería darse antes del 10 de enero para que se pueda convocar a nuevas elecciones presidenciales.

Así las cosas, es muy probable que este lunes o martes se anuncie la decisión de la Asamblea Nacional, la cual sería objetada por el chavismo bajo argumentos que ya ha presentado anteriormente, como el desacato por no desincorporar formalmente a los funcionarios.

El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) también juega un papel importante, pues en decisiones anteriores ha establecido el desacato, lo que anularía la decisión de la Asamblea Nacional

Para contactar al autor de esta nota:

Daliana Garzón Ortegón

[email protected]

Tomado de:La Repùblica.com

Las bacrim, ¿nuevos blancos de alto valor?
Foto de Policía Nacional
EL PREOCUPANTE INFORME DE LA FISCALÍA
Redacción Nacional
Bogotá
Enero 08, 2017 – 04:26 PM
oto de Policía Nacional

“Son como una masa deforme y gelatinosa en una superficie caliente”. Esa fue la expresión que utilizó, meses atrás, un alto oficial de la Policía cuando trataba de explicarle a un grupo de periodistas el fenómeno de las bandas criminales en Colombia, que van rumbo a convertirse ya en el principal factor de violencia en el país y, por lo tanto, en los blancos de más alto valor para las autoridades.

No se trata de un hecho menor, al menos por lo que se deriva del Censo Delictivo de 2016 que reveló la semana pasada la Fiscalía, según el cual en Colombia existen tres categorías de bandas criminales: tipo A, B y C.

A las primeras, que se supone son aquellas de operación nacional, el año pasado las autoridades le dieron duros golpes, especialmente referidos a 1.337 detenciones de presuntos integrantes, distribuidas de la siguiente manera: 1.158 capturas del “Clan del Golfo”; 167 de “Los Puntilleros” y 12 capturas de “Los Pelusos”.

De acuerdo con la Fiscalía, a las 24 bandas tipo B, es decir aquellas cuyo rango de operación es regional, las autoridades lograron capturarles 562 integrantes.

Entre estas bandas están la Diez Odine en Medellín (ligadas a Oficina de Envigado); Los Caqueteños (Amazonas); Los Rastrojos (Valle del Cauca); La Cordillera (Norte del Valle del Cauca y Eje Cafetero); La Constru (Putumayo);  La Empresa (Buenaventura); y Los Pachenca (Costa Caribe).

Y, por último, están las bandas tipo C, a las que la Fiscalía golpeó el año pasado en muchos municipios. Fueron en total 1.594 de estas organizaciones las afectadas por los operativos de las autoridades. Es decir, 83 bandas más que en el 2015.

Según el ente acusador, esas bandas actúan en las ciudades, afectan sensiblemente la seguridad ciudadana y se dedican a delitos como el microtráfico, el narcomenudeo, el hurto, la extorsión y el homicidio.

Este tipo de clasificaciones sorprende, ya que hace apenas unos pocos años la mayor amenaza que tenía el país estaba concentrada en la guerrilla, antes lo eran los paramilitares (gran parte de su estructura desmovilizada en el gobierno Uribe) y con anterioridad a ellos los grandes carteles de la droga de Cali y Medellín.

Ahora que ya se firmó un acuerdo de paz con las Farc y se llevan varios meses, primero de tregua unilateral y ahora de cese bilateral del fuego, se pensaba que el Eln pasaría a ser el principal “blanco de alto valor”, sobre todo por su ofensiva terrorista y militar de los últimos meses para tratar de evidenciar una postura de fuerza antes de sentarse a negociar la paz con el Gobierno.

Sin embargo, sin que en modo alguno se haya bajado la guardia en la lucha contra los elenos, es claro que el foco de las autoridades está puesto en las Bacrim.

No en vano el hombre más buscado hoy en el país es Dairo Antonio Úsuga David, alias ‘Otoniel’, el máximo cabecilla del ‘Clan del Golfo’, antes conocido como el ‘Clan de los Úsuga’, y antes como “Los urabeños”. El año pasado estuvo a punto de ser capturado en varios operativos de los que huyó por cuestión de minutos, pero toda su cúpula de lugartenientes en distintas partes del país ha sido capturada o abatida, así como algunos de sus familiares.

¿Cómo se llegó a este punto?

Hay dos hipótesis al respecto entre los expertos. Una primera apunta a que, en realidad, no es que las bandas criminales hayan surgido por generación espontánea sino que simple y llanamente hacen parte de un reciclaje de otros fenómenos delincuenciales que no fueron erradicados de forma efectiva por el Estado.

No en vano, una porción importante de quienes hoy hacen parte de las bandas criminales (Bacrim) militaron años atrás en carteles del narcotráfico de distinta dimensión o en grupos paramilitares no desmovilizados o reincidentes.

“… Hay que ser sinceros, en Colombia por mucho tiempo la estrategia de las autoridades se dirigió a la captura de los cabecillas de los carteles, los paras y las guerrillas… Estos eran los objetivos de alto valor y el enfoque operacional estaba dirigido a neutralizarlos más que a debilitar sus estructuras… Por eso no es gratuito que hoy muchos de los que años o décadas atrás eran lugartenientes, escoltas o incluso ‘lavaperros’ de los capos, hoy estén de cabecillas de cartelitos, bandas y escuadrones armados que se alquilan al mejor postor”, explicó a EL NUEVO SIGLO un exalto oficial de la Fuerza Pública.

Una segunda hipótesis es que para algunos expertos las autoridades operativas y judiciales colombianas están cometiendo un error al “echar en el mismo costal” fenómenos delincuenciales que no necesariamente tienen los mismos modus operandi o sus objetivos, así sean en distinta escala, vayan en la misma dirección.

“… Muchas de esas bandas tipo C siempre han existido, es más, no pocas tienen como base clanes familiares en donde abuelos, hijos y nietos han delinquido por generaciones… Son delincuencia común y a lo sumo sicarial… No tienen nada que ver con las Bacrim derivadas de los paras y que ahora se alimentan de los guerrilleros que están desertando en zonas de alto flujo de narcotráfico… Sí hay una relación más directa entre las bandas regionales y las nacionales, porque las primeras están formadas de cabecillas medios y bajos que saben que en cualquier operación de gran calado tienen que llevar a los capos, so pena de ser declarados como objetivo enemigo… Esas nuevas clasificaciones de bandas tipo A, B y C le dan demasiado estatus a las pandillas y clanes delincuenciales locales y sectoriales que son un asunto más de tipo policivo y de golpe de mano, mientras que las primeras sí requieren estrategia, inteligencia e identificación de los distintos eslabones de la estructura”, dijo el exalto oficial de la Policía.

¿Qué hacer?

La peligrosidad de las bandas criminales de tipo A y B está evidenciada en que dentro del acuerdo de paz que se firmó con las Farc uno de los temas en que más insistió la guerrilla fue en la necesidad de que el Estado formulara y activara una estrategia focalizada a golpear a las Bacrim.

La urgencia de la subversión, según algunos analistas, no se sustenta sólo en que sabe que hay muchos líderes paras al comando de esas organizaciones criminales, sino porque es evidente que en las áreas en que las Farc han ido saliendo para poner rumbo a las zonas de concentración para su desarme y desmovilización, de inmediato las bandas han tratado de entrar a sangre y fuego para hacerse a su dominio.

“… Las Farc van a las zonas veredales, se desarman y desmovilizan, pero allí sólo van a estar por seis meses… Luego todo ese personal, que puede ser superior a 10 mil hombres y mujeres no se va a venir a las grandes ciudades, sino que tratará de retornar a las zonas que conocen y dominaron militarmente, esta vez con la idea de hacer política allí y hasta desarrollar proyectos productivos, pero no podrán hacerlo si hay nuevos líderes armados mandando”, precisó un congresista consultado días atrás a este respecto.

También parecieran intuir las Farc que muchos de los cabecillas medios que están desertando, en zonas precisamente de alta densidad de narcocultivos, laboratorios o rutas de embarques de drogas, no lo hacen porque quieran formar una disidencia subversiva, sino porque quieren montar su propio ‘cartelito’ o asociarse con las Bacrim. Ese es un riesgo de seguridad física y política muy alto para los jefes guerrilleros nacionales y regionales que sí se desarmen y desmovilicen.

Como se ve, las bandas criminales, sobre todo las de ámbito nacional y regional, tienen por qué estarse encaminando a ser los “objetivos de alto valor” del Estado, pues su peligrosidad va en aumento y si no se les golpea con más contundencia ahora, en poco tiempo serán un problema de seguridad nacional de primer nivel

Tomado de:El Nuevo Siglo.com

Más de 12 años sin el ‘sentipensante’ de Alfredo Correa de Andréis
Foto: Archivo / EL TIEMPO

Alfredo Correa de Andréis (1952 – 2004).

Este texto sobre el profesor fue el ganador del concurso de crónica del Fondo de Cultura Económica.

Por:  JAIME F. GARCÍA GÓMEZ |

Alfredo Correa de Andréis no nació en la Atenas de Sócrates, sino que fue parido en el mismo Caribe colombiano de García Márquez. Sin embargo,tanto Alfredo como el ateniense fueron ejecutados por lo que dijeron, por lo que no dijeron y por lo que otros dijeron de ellos. El maestro de Platón bebió la cicuta de su propia mano hace 25 siglos, mientras que el profesor y sociólogo fue acribillado a tiros en un andén de Barranquilla, el 17 de septiembre del 2004.

Alfredo y su magnicidio

Correa de Andréis había estudiado, en el 2000, el problema de montar un puerto carbonífero en Nueva Venecia (Magdalena) por los riesgos para el medioambiente y para la población. Según ‘El Heraldo’, los interesados en el proyecto del puerto eran el gobernador Trino Luna, el paramilitar Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40 y el exdirector del DAS, Jorge Noguera.

En la madrugada del 22 de noviembre del 2000, 70 miembros de las fuerzas paramilitares de ‘Jorge 40’ llegaron en lanchas al pueblo. Una comunidad que, hasta ese día, solo conocía la muerte natural despidió de esta vida, al menos, a 37 de sus hijos (según cifras oficiales).

En el 2004, poco antes de su muerte, Correa acababa de finalizar su investigación sobre el patrimonio y los derechos de los desplazados del área rural de Barranquilla; ya era palpable la presencia de fuerzas que querían bajarle el perfil al trabajo investigativo del sociólogo.

El detective del DAS Javier Valle Anaya fue quien conformó el expediente a través del cual se orquestó el silenciamiento de Correa. Valle Anaya, abogado egresado de la Simón Bolívar, suministró las supuestas pruebas por las que Correa fue detenido el 17 de junio de 2004, cuando fue sacado de su casa y trasladado a medianoche al DAS en Cartagena.

Fue acusado del delito de rebelión, de ser alias Eulogio, un ideólogo de las Farc. Las pruebas eran los testimonios de tres exguerrilleros reinsertados, quienes afirmaban haberlo visto en compañía de ‘Iván Márquez’ en las serranías del nororiente colombiano. A los pocos días fue trasladado a la cárcel de El Bosque, en Barranquilla. Cuentan quienes lo visitaron que era un continuo mar de lágrimas.

Su abogado, Antonio Nieto Guette, demostró que las pruebas eran falsas y que en las fechas de la acusación el profesor no estaba delinquiendo, estaba de parranda, celebrando el aniversario de sus padres. De igual manera, el jurista probó que los testimonios habían sido clonados. Pegaron la misma versión a cada una de las tres declaraciones y, a pesar del cambio de tipo de letra y tamaño, los textos eran exactamente iguales en la sintaxis, en los errores ortográficos y en la puntuación. El montaje era tan burdo que no alcanzó a estar un mes en la cárcel.

Alfredo sabía de la espada de Damocles sobre su cabeza, por lo que al salir del centro penitenciario alcanzó a realizar las diligencias relacionadas con su pensión. Según Marcela Correa, su sobrina, era como si no se pudiera ir sin dejar las cosas organizadas. Muchos de sus amigos le recomendaron irse del país, pero el profesor se negó. Decía que ni tenía la plata ni tampoco era culpable de nada para escapar como un criminal. Le escribió dos cartas al presidente Álvaro Uribe, implorándole por su vida, pero fue en vano.

Mientras la acusación penal hacía aguas, quienes veían al profesor como una amenaza no pensaron un instante en detenerse. Juan Carlos Rodríguez de León, alias el Gato, fue el encargado de dar el golpe definitivo que segó la vida de Correa el viernes 17 de septiembre. Esa tarde, Rodríguez de León aguardó en la esquina de la carrera 53 con 60 y una vez apareció el profesor con su escolta, Edelberto Ochoa, descargó su revólver en él, para luego asesinar a Alfredo. Cuentan los testigos que el sociólogo solo alcanzó a decir: “¡Hey, loco, no dispares!”.

Lea la versiòn completa en El Tiempo.com 

‘La mejor forma de apoyar el proceso de paz es la verdad’

Foto: Raúl Arboleda / AFP

La Gobernación de Antioquia ha visitado, en compañía a la comisión tripartita, algunas zonas de preagrupamiento de las Farc.

El gobernador de Antioquia, Luis Pérez, aseguró que zonas de preagrupamiento han sido improvisadas.

Por:  POLÍTICA |

El gobernador de Antioquia, Luis Pérez, alertó sobre supuestos manejos irregulares de los sitios de preagrupamiento de las Farc, en su departamento.

Pérez le dijo a EL TIEMPO que en esos lugares no hay vigilancia ni de la Policía ni del Ejército y que la ciudadanía tiene “más preguntas que respuestas”.

Foto Minuto30.com

Usted estuvo en las zonas de preagrupamiento de las Farc, ¿por qué?

La operatividad del acuerdo de paz es un tema misterioso para los ciudadanos y tienen más preguntas que respuestas. La ciudadanía pide al gobernante que les dé confianza en el proceso y la mejor respuesta es mostrar que tiene control de lo que pasa en su territorio. La gente quiere saber con exactitud qué está ocurriendo en los lugares donde se ubican los guerrilleros, para estar tranquila.

¿Era necesario ir, no montó usted un ‘show’ mediático?

Es un asunto de responsabilidad. No es serio salirles a los ciudadanos con que en Antioquia, que tiene 11 puntos de preagrupamiento, ni la comisión de verificación, ni la Policía ni el Ejército saben qué está pasando por allá.

Soy la primera autoridad del departamento y tengo la obligación de estar verificando lo que allí ocurre.

(Además: Gobernador de Antioquia iniciará visitas a zonas de preagrupamiento)

¿Es grave lo que se ha registrado?

Uno: 11 zonas de preagrupamiento sin verificación ni vigilancia de la Policía ni del Ejército. Y dos: me han llegado pruebas de que algunos miembros de las Farc salen a las zonas urbanas armados a tomar licor, que otros, también armados e ingiriendo licor, acosaban a una niña en una zona urbana, lo cual fue corroborado por la comisión tripartita.

Pero, ¿los miembros de las Farc no pueden tomar licor?

Es lícito que las Farc ingieran licor, pero en este momento, sin desmovilización y armados, deben conservar una ética de paz que no es compatible con la indisciplina. Hasta el baile de los verificadores de la ONU con miembros de las Farc fue descalificado por la misma Naciones Unidas.

Estos actos son esperables, pero la experiencia mundial es que si la indisciplina no se supera, un proceso de paz tiende a convertirse en una guachafita.

En algunos sectores, lo pintan a usted como un enemigo de la paz. ¿Es así?

Nada más alejado de la realidad. Yo soy un defensor incondicional de la paz, pero un proceso de paz debe hacerse con orden y disciplina. ¿Para qué? Para lograr una paz estable y duradera.

¿Considera que el proceso ha sido improvisado?

No hay manuales para procesos de paz. Cada día hay que ajustar el proceso de acuerdo con la imprevisible realidad. Hay cosas que no se han hecho con rigor. Los puntos de preagrupamiento han sido muy improvisados al igual que las zonas de concentración veredales, que aún hoy están casi en cero.

¿En qué, por ejemplo?

Cuando se iniciaron los puntos de preagrupamiento, a los municipios llegaban 100 o 200 guerrilleros sin avisar ni al alcalde ni al gobernador ni a la ciudadanía; sin los campamentos adecuados y sin ninguna verificación por parte del Ejército, de la Policía. Eso generaba pánico por el recuerdo del pasado.

¿Qué responde al hecho de que varias denuncias suyas fueran desmentidas por los propios alcaldes?

¿Cuáles? Todas mis denuncias son ciertas. A veces se propagan dudas porque algunos alcaldes se sienten amenazados psicológicamente y callan o tapan por temor. Y es un miedo razonable, en un escenario donde hay 20 policías y 200 guerrilleros. No hay territorio vedado para un gobernante elegido por el pueblo. Y así seguiré.

La mejor forma de apoyar el proceso de paz es la verdad.

¿Es el caso de la ida a las zonas guerrilleras de prostitutas?

Nunca dije eso. Lo que sí dije era que estaban circulando mujeres y menores de edad de la zona urbana a los puntos de preagrupamiento. Está en los acuerdos: los niños deben estar por fuera de las Farc. Me enteré solo hasta esta semana de que el Gobierno dio permiso a las familias de los miembros de las Farc para que hagan visitas en los campamentos.

Usa usted bastante las palabras seriedad, disciplina, orden. ¿Por qué?

Porque la implementación y la dejación de las armas debe ser muy rigurosa, muy seria. El desorden le hace daño al proceso. Hay que mirar las experiencias en Colombia y en el mundo; todo posconflicto es muy complejo y nada se puede dejar al azar.

¿Cree que es un problema de fondo o de forma?

De ambos. En los procesos de paz de El Salvador, por ejemplo, hubo muy mal posconflicto y como consecuencia miembros de la guerrilla que nunca pudieron alcanzar el comportamiento en democracia se dedicaron a crear bandas. En este momento hay que apoyar a las Farc para que no haya desertores.

Todo desertor es candidato a vincularse a actividades ilegales.

POLÍTICA

Tomado de:El Tiempo0.com

El odio al goce
LISANDRO DUQUE NARANJO 8 ENE 2017 – 9:00 PM

Lo divino y lo humano

No me produce ninguna extrañeza el escándalo armado por el Centro Democrático a causa de la fiesta de las Farc, en La Guajira, para despedir el año.

Por: Lisandro Duque Naranjo

Esos alborotos de prefectas de disciplina de convento viejo —“¡Herejía: las novicias fumando con los jardineros! ¡Y de noche!”— empezaron hace rato: no me olvido del embajador de Colombia en el Reino Unido, Carlos Medellín, por allá en el 2008, pidiéndole airado a una galería de arte londinense el retiro de un video en el que se ven guerrilleros de las Farc bailando en un campamento. El ahora exembajador dirá: “Bueno, pero es que en esa época estábamos en guerra”. Pero ni aun así se la valemos, doctor Medellín.

También recuerdo a Fernando Londoño, en su programa La Hora de la Verdad, desmelenado durante toda una semana porque supo que, en un receso de las conversaciones en La Habana, Humberto de la Calle fue sorprendido en flagrancia tomándose un tinto con Iván Márquez. Y de la histeria que cundió por doquier cuando el propio Márquez, Sandra Ramírez (viuda de Marulanda) y Jesús Santrich fueron fotografiados por un paparazzi uribista tomándose una copa en la cubierta de un catamarán habanero. ¡En traje de baño ella y en bermudas ellos! Y del gobernador de Antioquia, el 24 de diciembre pasado, atribuyéndole carácter de orgía y de rapto de menores a una reunión entre miembros de las Farc y sus familias, en Murindó.

Pues el manejo informativo de esos esparcimientos triviales se está escalando —en proporción inversa al desescalamiento de la guerra—, y ahora lo que tenemos es que una parranda de rutina de cualquier 31 de diciembre, en Conejo, La Guajira —que no fue la única organizada por las Farc, pues en todas las zonas de preconcentración de guerrilleros, por todo el país, tuvieron su pachanga, con similares invitados—, se convirtió en cuerpo de delito para que tres observadores de la ONU fueran despedidos de sus cargos. Qué vaina, y a María Emma no le dio pena. Ella, que vio en aquellos años febriles El submarino amarillo, en la que un déspota le prohíbe la música a la población.

Por supuesto, de inmediato hubo gente que subió videos de Germán Vargas bailando champeta con una joven. ¡Y no la coscorronió! La guerra de los bailes.

En lo personal, considero que hubiera sido más digno de extrañar el que de pronto los guerrilleros preconcentrados, en condiciones no óptimas aún, lo que les ha exigido bastante paciencia, se hubieran abstenido de festejar esas fechas. Y que las hubieran pasado mirándose callados con los de la ONU y la Policía, sin derecho a lechona ni nada. Ustedes allá y nosotros acá. Grave. Una paz maluca.

Ese repudio al divertimento como que es tendencia: en el Real Madrid le cobraron a James, sentándolo en la banca, el hecho de que apareció riéndose por allá de algún chiste en un momento en que su equipo iba perdiendo. Él tenía que haber estado sufriendo.

Se comienza odiando el goce ajeno, y cuando menos lo pensamos habremos graduado de lobos solitarios a una mano de locos como los que les aventaron un camión encima a los que caminaban relajados en Niza o en una feria navideña en Berlín, o fumigando a bala a quienes bailoteaban en una discoteca parisina, o en Orlando, o regresaban de hacerse selfis con Micky Mouse en Fort Lauderdale, lugares icónicos de la molicie mundial.

Qué ironía tener que ponerles bastante seguridad a los campamentos de las Farc cuando tiren la casa por la ventana el día que quede libre Simón Trinidad.

Tomado de:El Espectador.com

La larga mano de Vladimir Putin

Se trata de lograr hoy el efecto Nixon de comienzo de los 70, pero al revés: fortalecer a Rusia frente al poder chino. / Foto: AFP

EDITORIAL 8 ENE 2017 – 9:00 PM

La situación en la que quedó Donald Trump no podía ser más incómoda. Durante la campaña no ahorró elogios para el presidente ruso. Desde Moscú, Putin tampoco ocultó su preferencia y simpatía por el magnate neoyorquino. De ahí que Trump prefiriera arremeter contra sus propios servicios secretos, restándoles importancia y seriedad a sus conclusiones.

Por: El Espectador

A finales de la semana anterior, las principales agencias de inteligencia de Estados Unidos señalaron a Vladimir Putin de haber ordenado un ciberataque que permitió inclinar la balanza electoral a favor de Donald Trump. A la ya de por sí grave situación se sumó la tozuda actitud del presidente electo, reacio a aceptar dicha realidad, a pesar de las contundentes pruebas. Este es otro hecho que augura polémica para el nuevo ocupante de la Casa Blanca.

La situación no puede ser más paradójica. Mientras los directores de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y de la Dirección Nacional de Inteligencia y el subsecretario de Defensa para Inteligencia expiden un comunicado donde afirman que “Rusia es un ciberactor pleno que constituye una gran amenaza al gobierno estadounidense y a sus intereses militares, diplomáticos y comerciales, así como a la infraestructura crítica y las redes de recursos claves”, Trump cuestionó duramente dichas afirmaciones. Lo cierto es que, en plena campaña presidencial, y con el visto bueno del Kremlin, el Comité Nacional Demócrata (DNC) sufrió ataques informáticos y los datos obtenidos se utilizaron para desprestigiar a Hillary Clinton. Esto le costó en su momento la cabeza a la presidenta del DNC.

Según la investigación, la estrategia rusa “evolucionó a lo largo de las elecciones” y sufrió un cambio “cuando los rusos consideraron que la secretaria Clinton podía ganar, para centrarse en perjudicar su futura presidencia”. La información obtenida se distribuyó a través de blogueros especializados, se publicó mediante noticias falsas en medios cercanos al gobierno ruso y se contó para ello con el apoyo de personas pagadas que le dieron amplia difusión en las redes sociales. Aquí Wikileaks y su fundador, Julian Assange, jugaron un papel central en la distribución de dicha información.

La situación en la que quedó Donald Trump no podía ser más incómoda. Durante la campaña no ahorró elogios para el presidente ruso. Desde Moscú, Putin tampoco ocultó su preferencia y simpatía por el magnate neoyorquino. De ahí que Trump prefiriera arremeter contra sus propios servicios secretos, restándoles importancia y seriedad a sus conclusiones. Afirmó que “aunque Rusia, China, otros países, grupos y personas externas estén intentando irrumpir en la ciberinfraestructura de nuestras instituciones gubernamentales, negocios y organizaciones, incluido el Comité Nacional Demócrata, esto no tuvo ningún efecto en el resultado de las elecciones”. Sin embargo, el daño ya estaba hecho. Que el futuro comandante en jefe del país, sumado a la prensa y los comentaristas conservadores, le diera más credibilidad a Wikileaks, que ha negado la participación rusa, frente a la contundencia de las pruebas de sus servicios de espionaje dejó una vez más en claro lo controversial que puede ser el primer mandatario electo.

Esta situación pone en jaque sus primeros movimientos en materia de política exterior, en los cuales priorizó su relación con el Kremlin y se pronunció contra China. La estrategia de lograr un reequilibrio entre las dos potencias, acercándose a Putin para que actúe como contrapeso frente a Pekín, a pesar de ser una apuesta arriesgada, tiene un fundamento geopolítico válido. Se trata de lograr hoy el efecto Nixon de comienzo de los 70, pero al revés: fortalecer a Rusia frente al poder chino. Sin embargo, algo va de Nixon a Trump; de la URSS a la actual Rusia y de la China de Mao a la de hoy.

Lo cierto es que la propuesta actual de Trump arranca, en principio, con pie cojo. No es fácil vender la idea de aliarse con quien orquestó desde Moscú el ataque a la seguridad interna del país para influenciar a su favor el resultado electoral. Sin embargo, serán los congresistas demócratas y republicanos quienes tendrán la última palabra al respecto. Vienen días movidos en el país del norte.

¿Está en desacuerdo con este editorial? Envíe su antieditorial de 500 palabras a [email protected].

 Tomado de:El Espectador.com

Los tiempos anormales de Trump

Estoy particularmente preocupado por el destino de la UE, que está en peligro de caer bajo la influencia del presidente ruso Vladimir Putin.

El magnate norteamericano, de origen judío, explica por qué las sociedades abiertas están en crisis y diversos tipos de sociedades cerradas –desde dictaduras fascistas hasta estados mafiosos– están en ascenso. ¿Cómo pudo suceder?

Por: George Soros – Especial para El Espectador. Nueva York

Mucho antes de que Donald Trump fuera electo presidente de los Estados Unidos, envié a mis amigos una tarjeta de felicitación que decía: “Estos no son tiempos normales. Mis mejores deseos en un mundo atribulado”. Ahora siento que necesito compartir este mensaje con el resto del mundo. Pero antes, debo contarles quién soy y en qué creo.

Soy un judío húngaro de 86 años, naturalizado estadounidense después de la Segunda Guerra Mundial. A muy temprana edad aprendí la importancia que tiene el tipo de régimen político en el que uno vive. La experiencia formativa de mi vida fue la ocupación de Hungría por la Alemania de Hitler en 1944. Probablemente habría perecido, si no fuera porque mi padre comprendió la gravedad de la situación y consiguió identidades falsas para su familia y muchos otros judíos; con su ayuda, la mayoría sobrevivió.

…Hallo que el momento actual de la historia es muy penoso. Las sociedades abiertas están en crisis y diversos tipos de sociedades cerradas (desde dictaduras fascistas hasta estados mafiosos) están en ascenso. ¿Cómo pudo suceder? La única explicación que encuentro es que los líderes electos no consiguieron satisfacer las legítimas expectativas y aspiraciones de los votantes, y que este fracaso llevó al desencanto de los electorados con las versiones de democracia y capitalismo imperantes. En resumidas cuentas, muchos sintieron que las élites les habían robado la democracia…

..Ahora la democracia está en crisis. Hasta Estados Unidos, la principal democracia del mundo, eligió para presidente a un maestro de la estafa y aspirante a dictador. Si bien tras resultar electo Trump le bajó el tono a su retórica, no cambió de conducta ni de asesores. Su gabinete está formado por extremistas incompetentes y generales retirados.

..Ahora la democracia está en crisis. Hasta Estados Unidos, la principal democracia del mundo, eligió para presidente a un maestro de la estafa y aspirante a dictador. Si bien tras resultar electo Trump le bajó el tono a su retórica, no cambió de conducta ni de asesores. Su gabinete está formado por extremistas incompetentes y generales retirados.

…¿Qué nos aguarda?

Tengo fe en que la democracia estadounidense demostrará su resiliencia. Su Constitución y sus instituciones, incluido el cuarto poder, son suficientemente fuertes para resistir los excesos de la rama ejecutiva y así impedir que un aspirante a dictador se convierta en un dictador hecho y derecho.

Pero en el futuro inmediato, Estados Unidos estará sumido en luchas internas y las minorías atacadas sufrirán; no podrá proteger y promover la democracia en el resto del mundo. Por el contrario, Trump mostrará más afinidad con dictadores; algunos podrán pactar con Estados Unidos y otros seguir haciendo de las suyas sin interferencias. Trump preferirá el acuerdo a la defensa de principios, algo que, por desgracia, le valdrá el apoyo de su núcleo de simpatizantes…

Lea la versiòn co0mpleta en El Espectador.com

Es oficial: Putin ordenó ‘hackear’ la campaña

Es oficial: Putin ordenó ‘hackear’ la campaña Foto: Getty Images

«Putin hizo todo lo que pudo para mejorar las posibilidades del presidente electo, Donald Trump, de ganar las elecciones desacreditando a la secretaria Hillary Clinton y comparándola con él de forma negativa”

A esa conclusión conjunta llegaron la CIA, el FBI, la NSA y el resto de las agencias de Inteligencia de Estados Unidos en un explosivo informe publicado al cierre de esta edición.  Aunque el presidente Barack Obama y varios senadores demócratas ya habían hecho públicos algunos de sus apartes, el contundente informe significa un duro golpe para la legitimidad de Trump, que ha insistido en que no es posible identificar a los autores del ciberataque y hablado, incluso, de una “caza de brujas” en su contra.

Tomado de:Semana.com

El surgimiento de un mundo posfáctico
Foto: AFP

“El mayor manipulador de las redes sociales ha sido sin duda Rusia”, asegura Francis Fukuyama.

Desde la Universidad de Stanford, el famoso politólogo estadounidense de origen japonés revisa en perspectiva por qué al mundo político se lo tomaron las noticias falsas.

Por: Francis Fukuyama* – Universidad de Stanford, Estados Unidos, Especial para El Espectador

Uno de los hechos más sorprendentes de 2016 y su muy inusual contexto político fue el surgimiento de un mundo “posfáctico”, en el que casi todas las fuentes de información autorizadas se enfrentaron a la publicación de hechos contrarios de dudosa calidad y procedencia.

El surgimiento de internet y de la World Wide Web en los noventa fue aclamado como un momento de liberación y una inmensa bendición para la democracia en todo el mundo. La información es una forma de poder, y en la medida en que se volviera más económica y accesible, los públicos democráticos podrían participar en dominios de los que hasta entonces habían estado excluidos.

El desarrollo de las redes sociales en los primeros años de este siglo pareció acelerar esta tendencia al permitir la movilización masiva que impulsó diversas “revoluciones de colores” democráticas en todo el mundo: Ucrania, Birmania (Myanmar), Egipto, etc. En un mundo de comunicaciones peer-to-peer era posible puentear a los viejos guardianes de la información (en su mayoría estados autoritarios opresivos).

Pero aunque este relato positivo tenía su punto de verdad, al mismo tiempo estaba desarrollándose otra historia más oscura. Las viejas fuerzas autoritarias comenzaron a responder en forma dialéctica, aprendiendo a controlar internet (como China con sus decenas de miles de censores) o empleando a legiones de trolls y bots para inundar las redes sociales con información falsa (como Rusia). Tendencias que en 2016 se combinaron en forma muy visible en un proceso que vinculó la política internacional con la política interna.

El mayor manipulador de las redes sociales ha sido sin duda Rusia. El Kremlin ha echado a correr falsedades patentes, como el “hecho” de las crucifixiones de niños pequeños a manos de nacionalistas ucranianos o la responsabilidad de las fuerzas del gobierno ucraniano por el derribo del vuelo 17 de Malaysia Airlines en 2014. Estas mismas fuentes participaron en los debates sobre la independencia escocesa, el Brexit y el referendo holandés sobre el ingreso de Ucrania a la UE, amplificando cualquier hecho dudoso que debilitara a las fuerzas proeuropeas.

El uso de información falsa como arma por parte de potencias autoritarias ya sería bastante malo, pero la práctica alcanzó su mayor expresión en la campaña electoral estadounidense. Todos los políticos mienten o, para decirlo más piadosamente, presentan la verdad del modo que más les conviene; pero Donald Trump lo llevó a alturas nunca antes vistas. Algo que comenzó a hacer varios años atrás, como promotor del “nacimientismo”, el movimiento que acusa al presidente Barack Obama de no haber nacido en Estados Unidos, falsedad que Trump siguió propagando incluso después de que Obama mostrara su certificado de nacimiento.

Luego, en los recientes debates presidenciales, Trump insistió en que nunca apoyó la guerra de Irak y nunca dijo que el cambio climático fuera una patraña. Después de la elección aseguró que hubo fraude electoral y que en realidad él había ganado también el voto popular (que perdió por más de dos millones de votos). No se trata de matices de verdad; son mentiras lisas y llanas, cuya falsedad puede demostrarse fácilmente. Que Trump las afirme ya es malo; lo peor es que su reiterada y flagrante mendacidad al parecer no le restó votos republicanos.

Según los defensores de la libertad de expresión, el remedio tradicional a la información inexacta es la publicación de información correcta, que en un mercado de ideas prevalecerá por sí sola. Pero desgraciadamente, esta solución no es tan eficaz en un mundo de redes sociales plagado de trolls y bots (categorías a las que, según se estima, pertenece entre un tercio y un cuarto de las cuentas de Twitter). Se suponía que internet nos liberaría de los guardianes. Pues bien, ahora recibimos información de todas las fuentes posibles, toda con la misma credibilidad. No hay razones para creer que la correcta se imponga necesariamente a la falaz.

Hay un problema aún más serio que estas falsedades individuales y su efecto sobre el resultado electoral. ¿Por qué creemos en la autoridad de un hecho cualquiera si para la mayoría de nosotros es imposible verificar personalmente la mayor parte de esos hechos? La respuesta es que hay instituciones imparciales encargadas de producir información fáctica en la cual confiamos. Los estadounidenses obtienen estadísticas de criminalidad del Departamento de Justicia de los Estados Unidos y datos de desempleo de la Oficina de Estadísticas de Empleo. Es verdad que los medios de prensa tradicionales, como el New York Times se oponían a Trump, pero tienen sistemas de control para evitar la publicación de errores fácticos evidentes. Dudo seriamente que Matt Drudge o Breitbart News tengan legiones de controladores de hechos puestos a verificar la exactitud del material que publican en sus sitios web.

En el mundo de Trump todo está politizado. Durante la campaña llegó a insinuar que la Reserva Federal al mando de Janet Yellen trabajaba para la victoria de Hillary Clinton, que la elección estaba arreglada, que las fuentes oficiales ocultaban deliberadamente datos sobre las tasas de delincuencia y que el FBI no inició una acusación formal a Clinton porque su equipo de campaña sobornó a su director, James Comey. También desautorizó a los organismos de inteligencia que acusaron a Rusia de llevar a cabo ciberataques contra el Comité Nacional del Partido Demócrata. Y, por supuesto, Trump y sus partidarios repudiaron enérgicamente toda información que publicaran los “medios tradicionales”, calificándola de insalvablemente sesgada.

Esta incapacidad para ponerse de acuerdo incluso en los hechos más básicos es producto directo de un asalto universal a las instituciones democráticas que se desarrolla en Estados Unidos, Gran Bretaña y todo el mundo. Y augura problemas serios para las democracias. En Estados Unidos ha habido una decadencia institucional real, que permitió a poderosos grupos de intereses protegerse por medio de un sistema que no pone límites a la financiación de campañas electorales. Esta práctica, muy extendida y legal en su mayor parte, afecta sobre todo al Congreso. La gente común tiene derecho a estar enojada.

Pero la campaña electoral sembró una creencia generalizada de que todo está arreglado o politizado, y de que la corrupción es norma. Si las autoridades electorales declaran que mi candidato no es el vencedor o si se dice que el otro candidato ganó el debate, eso prueba la existencia de una elaborada conspiración del bando contrario para corromper el resultado. Creer que todas las instituciones son corruptibles lleva al callejón sin salida de la desconfianza general. Ni la democracia estadounidense ni ninguna otra sobrevivirán a la idea de que no puede haber instituciones imparciales. En ese contexto, la política partidista de la confrontación se extenderá a cada ámbito de la vida.

* Investigador superior y director Mosbacher del Centro para la Democracia, el Desarrollo y el Estado de Derecho de la Universidad de Stanford.Traducción: Esteban Flamini.Copyright: Project Syndicate, 2016.www.project-syndicate.org

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