Por: Martha Díaz , Socia CPB
31 de mayo día mundial sin tabaco.
El tabaco mata a más de la mitad de sus consumidores. Cada año mueren más de 7 millones de personas, de las cuales más de 6 millones son consumidores del producto y alrededor de 890.000 son no fumadores expuestos al tabaco ajeno, señala la Organización Mundial de la Salud.
El humo de tabaco contiene más de 4000 productos químicos, de los cuales se sabe que al menos 250 son nocivos y más de 50 causan cáncer. En los adultos el humo ajeno causa graves trastornos cardiovasculares y respiratorios, en particular coronariopatías y cáncer de pulmón. Entre los lactantes causa muerte súbita y en las mujeres embarazadas causa bajo peso del recién nacido.
Los estudios revelan que pocas personas comprenden los riesgos específicos para la salud que entraña el consumo del tabaco y la mayoría de los fumadores que conocen el peligro del tabaco desean dejarlo.
Solo 24 países que representan el 15% de la población mundial disponen de los servicios integrales para ayudar a los fumadores a dejar de fumar. No hay ninguna asistencia para dejar de fumar en una cuarta parte de los países de ingresos bajos.
Las advertencias gráficas textuales impactantes permiten reducir el número de niños que empiezan a fumar y aumentan el número de fumadores que dejan el tabaco. Las advertencias pueden persuadir a los fumadores de que protejan la salud de los no fumadores fumando menos en el interior de las viviendas y evitando fumar cerca de los niños.
Los impuestos al tabaco son el medio más eficaz para reducir el tabaco especialmente entre los jóvenes y los pobres. Sin embargo establecer impuestos es una medida poco frecuente.
La Organización Mundial de la Salud está luchando contra la epidemia del tabaco. El Convenio Marco entró en vigor en Febrero del 2005 y en la actualidad hay 180 países suscritos que representan el 90% de la población mundial. Este convenio reafirma el derecho de las personas al nivel más alto de salud, establece perspectivas jurídicas para la cooperación sanitaria internacional y fija criterios rigurosos en lo relativo al cumplimiento.
Según la médica Esperanza Cerón, todavía falta un camino largo para combatir el tráfico ilícito y la imposición de medidas penales a los responsables de estas operaciones. Falta realmente más seguimiento. El aumento a los impuestos se logró en Diciembre. Pero en Colombia faltan programas de cesación y mayor respeto a los espacios libres de humo.
Una amenaza para el desarrollo
La Organización Mundial de la Salud, insta a los países a priorizar y agilizar los esfuerzos realizados para luchar contra el consumo del tabaco, para el desarrollo sostenible. La meta es reducir las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Salvar vidas y reducir las desigualdades sanitarias.
Este organismo hace un llamado a ayudar a los estados miembros y a la sociedad civil a combatir la injerencia de las industrias tabacaleras en el establecimiento de políticas, lo cual podría potenciar los planes de acción nacionales para el control del tabaco.
Es importante demostrar que todos podemos contribuir a poner fin al consumo de tabaco en el mundo de forma duradera, así sea comprometiéndonos a no consumir nunca productos de tabaco o a abandonar el hábito tabáquico.
En Colombia la prevalencia de consumo de cigarrillo actual en adultos entre 18 y 62 años de edad es del 12%, siendo mayor en los hombres que en las mujeres, según estadísticas del Ministerio de Salud.
El uso de tabaco aumenta considerablemente con la edad de los estudiantes. Entre los escolares de 11 a 12 años, un 2.8% declaró haber usado esta sustancia, cifra que se eleva al 17.4% entre los estudiantes de 16 a 18 años.
El consumo actual de cigarrillo es cercano al 10% entre los adolescentes de 11 a 18 años de edad, siendo entre los hombres superior al de las mujeres, 11,9% versus 7,9%.
Llegó el momento de actuar Los gobiernos deben implementar medidas fuertes para el control del tabaco hoy mismo para proteger la salud de sus ciudadanos y fomentar un desarrollo sostenible, señala la médica Esperanza Cerón, Directora de Educar Consumidores.
Todos desempeñan un rol y Los Objetivos de Desarrollo Sostenible apelan a la comunidad internacional, incluidas las agencias de las Naciones Unidas, el Banco Mundial, bancos internacionales de desarrollo y otros donantes públicos y privados para ayudar a los gobiernos a alcanzar los objetivos.
Según el cardiólogo Gabriel Robledo káiser, son más las personas que mueren en el mundo por el consumo de tabaco, que por ningún otro factor de riesgo. Esta es la causa principal de varias enfermedades y muertes prevenibles. Los pacientes comienzan por la necesidad de fumar, la imposibilidad de dejar el consumo, silbidos en el pecho, cansancio general, bronquitis y manos o pies fríos.
Señaló además que las sustancias tóxicas que contiene un cigarrillo dañan la pared de las arterias limitando su flexibilidad e incrementando el riesgo de sufrir aterosclerosis una de las causas más frecuentes de infartos. Se Incrementan las posibilidades de que se formen trombos o coágulos en el interior de las arterias, lo cual aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardiovascular.
La nicotina contenida en cada cigarrillo es altamente tóxica y eleva la presión arterial lo cual intensifica y dificulta el trabajo del corazón, aumentando el riesgo de sufrir un ataque u otra afección cardíaca. El tabaco incrementa los niveles de cortisol en sangre así como los ácidos grasos libres en suero y ambas condiciones se asocian a mayor riesgo para el corazón.
Lo peor es que los pacientes que desean dejar de fumar aún no tienen opciones de tratamiento, porque faltan programas de cesasión.
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