Crculo de Periodistas de Bogot

Archivos 2017

Periodismo en peligro, por el monopolio de la censura
No nos podemos dejar callar, Libertad de prensa 

Las conclusiones están contenidas en el reporte Libertad de la Prensa 2016, dado a conocer según el cual el año pasado la libertad de prensa mundial se redujo a su punto más bajo en los pasados 13 años.

Lo anterior fue consecuencia del nivel de amenazas sin precedentes que los periodistas y medios de comunicación enfrentados en el 2016, en medio de una intensa represión de los estados autoritarios y movimientos de Rusia y China para aumentar su influencia más allá de sus fronteras con la manipulación mediática.

Los medios  de los 633 millones, en América Latina el 95 % están en países no libres o parcialmente libres.

No solo los gobiernos quieren callar a los periodistas, reciben amenazas y presiones; por parte de grupos empresariales, dueños de medios,agentes anónimos internet, fuerzas policiales y bandas criminales.

Brasil, Colombia y Honduras están entre los países más peligrosos  para ser periodistas, y ni hablar de México que es considerado el país  más peligroso para ser reportero, solo le ganan Siria y Pakistán países  que están en plena guerra.

La censura no es monopolio de los tiranos, hoy los periodistas que viven en democracias (y “democracias”) son reprimidos, censurados, demandados y hasta asesinados.No nos podemos dejar callar.

Red De Talleres Locales de Escritura de Bogotá 2017
Tomada de idartes.

Si se interesa por la redacción y la creación literaria, no puede dejar pasar esta oportunidad.

El Círculo de Periodistas de Bogotá, invita a todos sus lectores para que se inscriban a la Red De Talleres Locales de Escritura de Bogotá  2017 del Instituto Distrital de las Artes – Idartes.

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Las inscripciones estarán abiertas hasta este domingo 25 de Junio del 2017;  así que llene el formulario lo antes posible.

Los talleres son totalmente gratuitos, se dictarán de forma presencial en 19 localidades de la ciudad entre el 15 de julio y el 18 de noviembre de 2017, los días sábados de 9:00 am a 1:00 pm.

‘Somos los nuevos enemigos del Estado’: el espionaje a activistas y periodistas en México
 Al centro, el presidente mexicano Enrique Peña Nieto durante el desfile militar del Día de la Independencia, en septiembre de 2016 Credit Mario Guzman/European Pressphoto Agency

Por Azam Ahmed y Nicole Perlroth 19 de junio de 2017

CIUDAD DE MÉXICO — Destacados defensores de derechos humanos, periodistas y activistas anticorrupción de México han sido afectados por un avanzado programa de espionaje adquirido por el gobierno mexicano que, en teoría, solo debe ser utilizado para investigar a criminales y terroristas.

Entre los blancos del programa se encuentran abogados que investigan la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, un economista que ayudó a redactar un proyecto de ley anticorrupción, dos de los periodistas más influyentes de México y una estadounidense que representa a víctimas de abusos sexuales cometidos por la policía. Los intentos de espionaje incluso han alcanzado a los familiares de los activistas y periodistas, incluido un adolescente.

Desde 2011, al menos tres agencias federales mexicanas han gastado casi 80 millones de dólares en programas de espionaje de una empresa de origen israelí.

El software conocido como Pegasus se infiltra en los teléfonos inteligentes y otros aparatos para monitorear cualquier detalle de la vida diaria de una persona por medio de su celular: llamadas, mensajes de texto, correos electrónicos, contactos y calendarios. Incluso puede utilizar el micrófono y la cámara de los teléfonos para realizar vigilancia; el teléfono de la persona vigilada se convierte en un micrófono oculto.

La empresa que fabrica el software, NSO Group, afirma que vende la herramienta de forma exclusiva a los gobiernos con la condición de que solo sea utilizada para combatir a terroristas o grupos criminales y carteles de drogas como los que han violentado a los mexicanos desde hace mucho tiempo.

Sin embargo, según decenas de mensajes examinados por The New York Times y analistas forenses independientes, el software ha sido utilizado para vigilar a algunas de las personas que han sido más críticas del gobierno, así como a sus familiares, lo que muchos ven como un intento sin precedentes para debilitar e intimidar a la gente que intenta ponerle fin a la corrupción que afecta a la sociedad mexicana.

“Somos los nuevos enemigos del Estado”, señaló Juan Pardinas, director general del Instituto Mexicano para la Competitividad, quien redactó e impulsó la legislación anticorrupción apodada Ley 3de3. Su iPhone y el de su esposa fueron blanco en varias ocasiones del programa espía, según un análisis forense independiente. “La nuestra es una sociedad en la que la democracia se ha deteriorado”, afirmó Pardinas.

Los ciberataques sofisticados en contra de ciudadanos son indicativos de las luchas internas que se libran en México y despiertan cuestionamientos legales y éticos sobre un gobierno que enfrenta fuertes críticas por sus antecedentes en temas de derechos humanos.

“Por supuesto que no se puede justificar esa intervención. Pero eso es irrelevante. En México nadie pide permiso para hacerlo”.

Eduardo Guerrero, exfuncionario de la agencia de inteligencia del gobierno mexicano

Según la ley mexicana, un juez federal es el único que puede autorizar la vigilancia de comunicaciones privadas y solo cuando los funcionarios demuestran que tienen un caso bien armado para realizar esa solicitud. Es muy poco probable que el gobierno haya recibido esa aprobación judicial para hackear los teléfonos de los activistas y periodistas, comentaron varios exfuncionarios de los servicios mexicanos de inteligencia.

“Las agencias mexicanas de seguridad no le pedirían una orden a la corte porque saben que no la obtendrían”, dijo Eduardo Guerrero, un exmiembro del Centro de Investigación y Seguridad Nacional de México, una de las agencias gubernamentales que utilizan el programa espía Pegasus. “¿Cómo sería posible que un juez autorizara vigilar a alguien que se dedica a la protección de los derechos humanos?”.

“Por supuesto que no se puede justificar esa intervención”, agregó Guerrero. “Pero eso es irrelevante. En México nadie pide permiso para hacerlo”.

Los intentos para realizar hackeos fueron muy personalizados: llegaron a los objetivos por medio de mensajes diseñados para inspirar pánico y conseguir un acceso rápido a los teléfonos celulares. En el caso de Carmen Aristegui, una de las periodistas más famosas de México, un operador se hizo pasar por la embajada de Estados Unidos en México y le imploró darle clic en un enlace para resolver un supuesto problema con su visa. La esposa de Pardinas, el activista anticorrupción, recibió un mensaje en el que le ofrecían pruebas de que su marido tenía un amorío.

El gobierno mexicano reconoce haber recabado información de sospechosos legítimos de un modo apegado a derecho. “Como en cualquier régimen democrático, a fin de combatir al crimen organizado y las amenazas contra la seguridad nacional, el gobierno mexicano realiza actividades de inteligencia”, señaló un funcionario. No obstante, el gobierno “rechaza categóricamente que alguna de sus dependencias realice acciones de vigilancia o intervención de comunicaciones de defensores de derechos humanos, periodistas, activistas anticorrupción o de cualquier otra persona sin previa autorización judicial”.

La periodista mexicana Carmen Aristegui recibió mensajes de texto que contenían el código para infectar su teléfono. Credit Edgard Garrido/Reuters

Ya se sospechaba del uso de programas espías por parte del gobierno mexicano, incluidos los intentos de hackeo a opositores políticos y activistas cuyo trabajo ha afectado intereses corporativos en México.

Sin embargo, no hay pruebas definitivas de que el gobierno sea responsable. El software Pegasus no deja rastros del hacker que lo utilizó. Incluso el fabricante, NSO Group, señala que no se puede determinar exactamente quién está detrás de los intentos específicos de hackeo.

Pero los ciberexpertos pueden verificar en qué momento se ha utilizado el software en el teléfono de un objetivo, lo cual les deja pocas dudas de que el gobierno mexicano o algún grupo corrupto interno están involucrados.

“Básicamente, es lo mejor que hay”, dijo sobre el análisis Bill Marczak, el investigador sénior en Citizen Lab que confirmó que los teléfonos de activistas y periodistas mexicanos tenían rastros del software.

Además, NSO Group asegura que es muy poco probable que los cibercriminales hayan obtenido acceso a Pegasus de algún modo, porque el programa solo puede ser utilizado por las agencias gubernamentales en las que se ha instalado la tecnología.

NSO Group afirma que investiga el historial de los gobiernos en temas de derechos humanos antes de venderles el software. No obstante, una vez que otorgan la licencia e instalan el hardware dentro de las agencias de inteligencia y los cuerpos de seguridad, la empresa dice que no hay manera de saber cómo se utilizan las herramientas espías o contra quién están siendo usadas.

La compañía simplemente le cobra a sus clientes gubernamentales según el número total de objetivos a vigilar. Para espiar a diez usuarios de iPhone, por ejemplo, el fabricante cobra 650.000 dólares, además de la cuota de instalación de 500.000 dólares, según las propuestas de comercialización de NSO Group que revisó The New York Times.

“El hecho de que el gobierno esté usando vigilancia de alta tecnología en contra de defensores de derechos humanos y periodistas que exponen la corrupción, en lugar de contra los responsables de estos abusos, dice mucho de para quién trabaja el gobierno”.

Luis Fernando García, director de R3D

Aunque NSO Group supiera que se está haciendo un mal uso de su software, la empresa dice que no podría hacer mucho al respecto: no puede entrar en las agencias de inteligencia, quitar el software y llevarse el hardware. Más bien, NSO Group confía en que sus clientes cooperarán con una inspección interna que realizaría la empresa, la cual entregaría los resultados a la autoridad legal competente… por lo que los gobiernos terminan siendo los responsables de vigilarse a ellos mismos.

Normalmente, el único recurso de la empresa es ir reduciendo poco a poco el acceso del gobierno a las herramientas en el transcurso de varios meses, o incluso años, al dejar de proporcionar nuevos parches o actualizaciones del software.

Sin embargo, en el caso de México, NSO Group no ha condenado ni ha reconocido que haya abuso de su software, a pesar de que se han presentado evidencias en repetidas ocasiones que demuestran que sus herramientas se han utilizado en contra de ciudadanos comunes y sus familias.

La casa de Alexander Mora Venancio, uno de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos en septiembre de 2014. Los abogados que representan a los familiares de los desaparecidos han sido blanco del programa espía. Credit Adriana Zehbrauskas para The New York Times

El paso de la esperanza a la intimidación

Desde hace mucho tiempo, los periodistas, defensores de los derechos humanos y activistas anticorrupción en México han enfrentado peligros enormes. Durante décadas los han seguido, acosado, amenazado e, incluso, asesinado por realizar su trabajo; riesgos laborales más comunes en Estados autoritarios que en los que forman parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, como es el caso de México.

El presidente Enrique Peña Nieto comenzó su mandato en 2012 con la promesa de dejar atrás la historia atribulada del país y poner a México en el lugar que se merece dentro del escenario mundial por medio de reformas a la educación, a las telecomunicaciones o al sector energético.

No obstante, para 2014 se habían desvanecido gran parte de esas promesas tempranas por escándalos y crisis, entre ellos la desaparición de 43 estudiantes normalistas después de un enfrentamiento con la policía y las acusaciones de que el mandatario y su esposa adquirieron una casa lujosa de un constructor que después recibió varios contratos públicos.

Son escándalos que han derrumbado la imagen perfectamente cuidada que Peña Nieto tuvo como candidato –un político enérgico dispuesto a trabajar en conjunto con otros partidos para modernizar y mover a México– y lo han pintado como un funcionario corrupto que desconoce la realidad que viven los mexicanos. Ese cambio es el resultado, en buena medida, del trabajo de los periodistas mexicanos que develaron los casos y de los activistas y defensores que no han permitido que sean olvidados.

“Este era un gobierno que pasó de establecer la agenda a ser reactivo”, dijo Carlos Loret de Mola, un popular conductor de televisión que recibió ocho mensajes de texto que contenían código para infectar su teléfono con el programa Pegasus. “Entonces vieron a los periodistas y pensaron: ‘Estos están sacando estas cosas y nos hacen quedar mal, mejor los espiamos’”.

El funeral del periodista mexicano Javier Valdez, el quinto reportero asesinado en lo que va de 2017, el 16 de mayo Credit Rashide Frias/Associated Press

México todavía está muy lejos de ser como Turquía, la nación que encarcela a más periodistas en todo el mundo. No es como China, un Estado autoritario en donde se silencian las críticas y el gobierno considera que la prensa libre es un peligro político. Pero, de igual manera, México vive una crisis con respecto a esos temas.

El año pasado, fueron asesinados más periodistas que durante cualquier otro año de este siglo; el 2017 ya va encaminado a romper ese récord.

“El hecho de que el gobierno esté usando vigilancia de alta tecnología en contra de defensores de derechos humanos y periodistas que exponen la corrupción, en lugar de contra los responsables de estos abusos, dice mucho de para quién trabaja el gobierno”, dijo Luis Fernando García, director de R3D, un grupo de derechos digitales en México que ha ayudado a identificar varios casos de abuso del programa Pegasus. “Definitivamente no es a favor del pueblo”.

Un caso cercano al presidente

Quizá ningún otro periodista en México ha dañado más la reputación del presidente Peña Nieto que Carmen Aristegui. Y pocos han pagado tan caro por haberlo hecho.

Ella y su equipo sacaron a la luz en 2014 el escándalo de la “Casa blanca”, una historia de intrigas de bienes raíces que involucraba un arreglo especial para la primera dama por parte de un contratista del gobierno que tiene una relación de vieja data con el mandatario.

El despido de la periodista Carmen Aristegui de MVS generó protestas a su favor en 2015. Credit Edgard Garrido/Reuters

La historia alcanzó una audiencia mundial y obligó a la esposa del presidente a entregar la casa, lo cual representó una especie de dilema ético para el gobierno mexicano; en otro país quizá habría resultado en el nombramiento de un fiscal independiente o en una pesquisa legislativa. Al final el presidente fue exculpado por la Secretaría de la Función Pública, mientras que Aristegui perdió su trabajo. Su despido marcó el inicio de una campaña prolongada de acoso y difamación en su contra: demandas, allanamientos de sus oficinas, amenazas a su seguridad personal y el monitoreo de todos sus movimientos.

“Se trata de un acto de venganza por el reportaje”, dijo Aristegui en una entrevista reciente. “No se puede ver de otra manera”.

Así que le pareció sospechoso cuando en 2015 empezó a recibir mensajes de texto de números desconocidos, en los cuales le urgían a que diera clic a un enlace. Uno contenía un llamado de ayuda para encontrar a un menor desaparecido; otro tenía una alerta por supuestos cargos desconocidos a su tarjeta de crédito, y otro tenía la presunta nota de la embajada estadounidense sobre su visa.

Cuando estos mensajes no fueron suficiente para que le diera clic al hipervínculo y descargara el software de manera inadvertida, los siguientes fueron más estridentes; incluso recibió uno que decía que la iban a arrestar. Varios de los mensajes llegaron del mismo número telefónico, dando muestra de los descuidos del operador.

El caso de la Casa Blanca provocó un escándalo debido a posibles conflictos de interés en la adquisición del inmueble por parte de la primera dama mexicana. Credit Hector Guerrero/Agence France-Presse — Getty Images

Y siguieron intentándolo. En marzo, los mensajes de texto también comenzaron a llegar al teléfono del hijo de 16 años de Aristegui, Emilio. “La única razón por la que irían tras mi hijo es para intentar encontrar algo en contra de mí, para causarme daño”, dijo Aristegui.

Después de su despido, por supuestos desacuerdos dentro de la radiodifusora MVS Noticias, mantuvo su carrera publicando noticias en su sitio web. Pero la situación le ha cobrado factura, en especial las demandas. En una querella presentada por el presidente de MVS, un juez dijo que Aristegui “excedió su libertad de expresión y de información” por la publicación de un libro de su equipo de reporteros sobre el caso de la Casa Blanca.

En varias ocasiones han hackeado su sitio web y en noviembre irrumpieron en sus oficinas. Los agresores fueron tan descarados que ni siquiera se molestaron en usar máscaras y no han sido detenidos. Ella ha decidido canalizar las amenazas, el acoso e incluso el espionaje en su trabajo.

“He optado por creer que mi trabajo público es lo que me protegerá”, dijo Aristegui. “El gran reto para los periodistas y los ciudadanos es que el miedo nos sirva y no nos conquiste”.

Amenazas vía mensajes de texto

Era el 21 de diciembre de 2015 y Pardinas estaba en la playa con su familia, pero su teléfono no dejaba de sonar: al principio eran llamadas de abogados con los que coordinaba la redacción de una propuesta legislativa… y después un extraño mensaje de texto.

Habían pasado largos meses de una campaña para que se aprobara una ley sin precedentes que obligaría a los servidores públicos de México a divulgar sus declaraciones patrimoniales por posibles conflictos de intereses financieros.

En noviembre, Pardinas también había presentado un estudio sobre los costos políticos y económicos de la corrupción en México, que confirmaba con hechos y cifras lo que casi todos los mexicanos saben: que la corrupción está incapacitando al país. Después le dio seguimiento con entrevistas en medios en los que llegó a burlarse de que el gobierno gastaba más en comprar café que en el presupuesto de la oficina para combatir la corrupción.

El estudio, las entrevistas y un sinnúmero de reuniones con políticos abrieron el camino para la llamada Ley 3de3, que Pardinas —director general del Instituto Mexicano para la Competitividad— ayudó a redactar.

Entonces, en sus vacaciones navideñas, recibió el mensaje: “En la madrugada falleció mi padre, estamos devastados, te envío los datos del velatorio, espero puedas venir”. Venía con un enlace adjunto. Pardinas pensó que era raro que quien le envió un mensaje tan personal no estuviera entre los contactos de su teléfono. Se lo mostró a su esposa y decidió hacer caso omiso.

Juan Pardinas, del Instituto Mexicano para la Competitividad, y su esposa recibieron varios mensajes con una liga que habría infectado su celular con el programa Pegasus. Credit Iván Stephens/GDA, vía Associated Press

Hacia mayo de 2016, el proyecto de 3de3 había conseguido más de 630.000 firmas ciudadanas a favor, con lo que el congreso tuvo que discutirla. Y entonces llegó otro mensaje. Este parecía venir del medio informativo Uno TV, el cual envía boletines diarios a los usuarios de teléfono celular de todo el país. Pero lo que le llamó la atención fue el titular: “La historia de corrupción dentro del Instituto Mexicano para la Competitividad”. Se alarmó porque era su organización, pero decidió no darle clic porque sospechó que era un acto delictivo. Al día siguiente le llegaron más mensajes.

Lo que sucedió fue que, después de no tener éxito con él, los responsables lo intentaron con su esposa. El mensaje, que también parecía ser de Uno TV, decía que se habían filtrado videos que mostraban a Pardinas mientras tenía relaciones sexuales con una colega. Pardinas llamó a su esposa y le explicó que era un intento de acoso. “Esta gente otra vez”, respondió ella.

Al final la propuesta de ley fue aprobada, relativamente intacta, por el congreso mexicano, excepto que el senado agregó una provisión para que no solo los funcionarios sino ciudadanos que trabajaran en empresas con contratos públicos –en total se verían afectados alrededor de 30 millones de mexicanos– tuvieran que divulgar sus declaraciones patrimoniales. El presidente Peña Nieto vetó la 3de3 con el argumento de que necesitaba ser discutida con mayor profundidad.

Pardinas siguió con sus denuncias en las entrevistas, donde nombraba a los legisladores que obstruían la ley y las empresas bien conectadas que se beneficiaban con el dinero del gobierno. La iniciativa estaba atorada, pero aun así llegó otro mensaje el 1 de agosto. Este tenía una amenaza: “Oiga afuera de tu casa anda una camioneta con dos vatos armados, let tome fotos vealos y cuídese (sic)”.

Pardinas, quien estaba en su oficina cuando llegó el mensaje, se negó a caer una vez más. Pero llamó a su esposa para pedirle que se asomara por la ventana para ver si afuera había una camioneta estacionada. No había nada.

“Al final, mi esposa ya tenía un entrenamiento casi olímpico en este asunto del hackeo”, bromeó Pardinas.

Gajes del oficio

Mario Patrón, al centro, es el director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez. Este defendió a tres mujeres otomíes encarceladas injustificadamente y que en febrero recibieron una disculpa pública. Credit Rebecca Blackwell/Associated Press

A fines de abril de 2016, Mario Patrón estaba inquieto. La mesa de la conferencia estaba llena de compañeros defensores de derechos humanos, entre ellos el representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Todos fueron a discutir la bomba que estaba por caer el día siguiente: un pánel internacional que fue a México para investigar la desaparición de los 43 estudiantes normalistas divulgaría su informe final. Patrón sabía que los hallazgos iban a ser brutales para las autoridades.

Se acusaría al gobierno de negligencia e incompetencia, incluso de actividades ilícitas en el manejo del caso. Como el resto de las personas en el lugar, Patrón, cuya organización representa a los padres de los estudiantes desaparecidos, se preguntaba cómo respondería el gobierno.

Sonó su teléfono y vio la pantalla. La noticia que había estado esperando: “EL GOBIERNO DE MÉXICO SALE AL FRENTE DEL GIEI”, decía el texto, con el acrónimo del grupo interdisciplinario que publicaría el informe. Parecía ser la noticia que estaba esperando.

Le mostró el mensaje a su colega y dio clic al enlace. Pero en vez de un artículo o un comunicado de prensa, el vínculo simplemente lo redirigió a una página en blanco. Confundido, dejó la reunión y se fue de prisa a su oficina para hacer llamadas e informarse de lo que estaba planeando el gobierno. Y eso bastó para que cayera en la trampa.

“Tener evidencia de que somos víctimas de verdadera vigilancia confirma que nos están amenazando y que el gobierno está dispuesto a utilizar medidas ilegales para intentar detenernos”.

Mario Patrón, director del Centro Prodh

Patrón es el director ejecutivo del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, o Centro Prodh, posiblemente el grupo de defensa de derechos humanos más respetado en todo México. Está involucrado en varios de los casos más graves de abusos a los derechos humanos del país y ha sido un gran crítico del gobierno.

Además de Patrón, otros dos abogados del grupo fueron atacados con el software: Santiago Aguirre, el abogado principal de las familias de los estudiantes desaparecidos, y Stephanie Brewer, una abogada estadounidense que ha trabajado con el grupo desde 2007.

“Siempre hemos sospechado que nos espían y nos escuchan”, dijo Patrón, quien se percató de que la situación había empeorado considerablemente desde que desaparecieron los normalistas. “Pero tener evidencia de que somos víctimas de verdadera vigilancia confirma que nos están amenazando y que el gobierno está dispuesto a utilizar medidas ilegales para intentar detenernos”.

Una bodega en Tlatlaya, estado de México, donde fueron hallados los cuerpos de 22 personas que se cree que fueron ejecutadas por el ejército en 2014. El Centro Prodh representa a una de las sobrevivientes. Credit Rebecca Blackwell/Associated Press

Además de los estudiantes desaparecidos, el Centro Prodh representa a una de las sobrevivientes de un ataque militar en el municipio de Tlatlaya en 2014, donde el ejército arrasó con un supuesto escondite de un cartel y asesinó a 22 personas; el Centro Prodh ha encontrado evidencias de que los sucesos de aquella noche no se desarrollaron como una balacera, como argumenta el Ejército, sino que fueron ejecuciones extrajudiciales perpetradas por soldados.

Entre los clientes de la organización también se encuentran las mujeres de Atenco, un grupo de once estudiantes universitarias, activistas y vendedoras de mercado que la policía arrestó hace casi diez años, durante las protestas sucedidas en el pueblo de San Salvador Atenco, y que fueron sometidas a brutales abusos sexuales mientras las trasladaban a la cárcel.

Además del grave abuso de poder y la violación de las mujeres, el caso es especialmente sensible porque el gobernador que ordenó la represión en contra de los manifestantes fue Enrique Peña Nieto, el actual presidente.

Brewer y otros abogados llevaron el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y esperaron casi siete años. La comisión falló a favor de las mujeres, ordenó al gobierno que les diera reparaciones y que investigara con la debida diligencia las responsabilidades de las autoridades hasta lo más alto de la cadena de mando, una directriz que podía incluir a Peña Nieto. El caso después fue enviado ante la Corte Interamericana.

Fue entonces, poco después del décimo aniversario de los ataques contra las mujeres, que Brewer recibió un mensaje de texto sospechoso que cuestionaba por qué el Centro Prodh no defendía también a los soldados y policías víctimas de abusos. La abogada, intrigada, abrió el enlace y este la dirigió a una página web corrupta, un indicio del software Pegasus.

“Es parte de defender los derechos humanos en México”, aseguró Brewer. “Son los gajes del oficio”.

Tomado del New York Time en español
Sin noticias de dos periodistas holandeses secuestrados por el Eln
Los periodistas fueron secuestrados por guerrilleros del Eln cuando transitaban por el corregimiento de Filogringo.
Foto:
Christian Escobar Mora / EFE / ELTiempo

Estaban tras una historia para un documental. Iglesia y Defensoría gestionan su liberación.

Las autoridades reportaron el secuestro de dos periodistas holandeses en la vereda Filogringo del municipio de El Tarra, en Norte de Santander.

Se trata de Derk Johannes, de 64 años, y Eugenio Ernest Marie, de 58, quienes llegaron hasta esa región para buscar a la madre biológica de una niña colombiana que fue dada en adopción hace varios años en Holanda.

Su intención era que madre e hija pudieran tener algún tipo de contacto y plasmar la historia en un documental.
De acuerdo con las autoridades, los comunicadores llegaron a esa región del Catatumbo, en donde convergen varios grupos armados, sin solicitar previamente algún tipo de acompañamiento de las autoridades.

El sábado pasado, cuando transitaban por el corregimiento de Filogringo, fueron secuestrados por guerrilleros del Eln. Esta es la misma región donde fue secuestrada en mayo del año pasado, y liberada seis días después, la periodista Salud Hernández.

El lunes, funcionarios de la Defensoría del Pueblo y representantes de la Iglesia católica llegaron a la zona para gestionar la liberación de los extranjeros.

Por su parte, el Comando de la Fuerza de Tarea Vulcano, adscrita a la Segunda División del Ejército, informó a través de un comunicado que tras adelantar un consejo de seguridad en la zona se dispuso de un avión para el reconocimiento del área donde habrían ocurrido los hechos.

“Se concertó ubicar un puesto de mando unificado en El Tarra y Tibú con el fin de conocer las informaciones y poder tomar las acciones a que haya lugar”, señala el comunicado del Ejército.

Así mismo, se prevé el ingreso al área de tropas con capacidades de operaciones especiales, para disponer de un cordón humanitario.

Precisamente, el punto del secuestro ha sido uno de los más álgidos en las negociaciones de paz entre el Gobierno y esa guerrilla. El Gobierno ha insistido en que la “renuencia” de ese grupo armado a abandonar el secuestro “es un freno de mano que el Eln, y no el Gobierno, les está imponiendo a las negociaciones de Quito”.

Tomada: El Tiempo 

 
Rodeado de incertidumbre

Por: Gonzalo Silva Rivas, Socio CPB 

La amenaza de cierre para actividades turísticas que se cierne sobre Johnny Cay tendrá que ser el punto de quiebre para implementar una política responsable que garantice su preservación ambiental, sin desmedro de los beneficios que le genere esta industria. El futuro del bello refugio tropical está en la mesa de juego y solo una comprometida concertación entre Gobierno, operadores y prestadores de servicios puede salvaguardar el entorno natural y mantenerlo como recurso económico.

La decisión de la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Departamento Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina (Coralina) que declaró el cierre temporal del Johnny Cay Regional Park, atendiendo una solicitud de la Procuraduría, es un tardío llamado de alerta que, sin embargo, da espacio para buscarles soluciones a los acumulados riesgos que acechan la sostenibilidad del islote.

Johnny Cay ha crecido de forma desorganizada como atractivo turístico. Las autoridades de tiempo atrás han sido permisivas, y débiles han sido los controles aplicados para reducir el impacto ecológico y evitar desórdenes y excesos en las actividades comerciales y en el arribo de turistas, haciéndole el jaque a la obligación de proteger y preservar un ambiente sano. La proliferación de vendedores ambulantes, la afluencia desmedida de viajeros, las deficiencias en infraestructura sanitaria y el viacrucis con los desechos líquidos y sólidos, le aprietan el cuello. Sus cincuenta mil metros cuadrados se arruinan ante el desgaste incontrolado de los arrecifes coralinos.  

Aunque hasta ahora aparecen los primeros intentos por voltear la hoja, la única opción para mantener a Johnny Cay como atractivo es encadenando y armonizando el medio ambiente con el turismo, una industria de la que en San Andrés viven millares de familias. Intervenir los servicios suministrados, uniformando y carnetizando a los prestadores, y respetar un tope máximo diario de turistas, poniéndole coto al  arribo indiscriminado de embarcaciones, es un paso de arranque, que debe ser complementado con planes de conservación ambiental, por cuanto únicamente a través de ella se asegurará la sustentabilidad del destino.

La construcción del anunciado muelle de los Lancheros aportaría al control de desembarques, pero la controvertida obra, fundamental para su sostenibilidad y competitividad, nada que despega. Los inconvenientes con el contratista y la falta de un diseño claro donde se le defina una ubicación estratégica, que lo blinde de los fenómenos naturales, tan comunes en la zona, le ponen palos en la rueda a un proyecto publicitado con bombos y platillo en 2015, para ser ejecutado -según las declaraciones oficiales- en tan solo cinco meses. Pese al atraso, Fontur y Fonade, responsables de su diseño final, lo tienen engavetado desde hace un año.

Este bello paraíso de aguas tranquilas y azul profundo, uno de los lugares más visitados del país, es un recurso importante por su riqueza natural y por el aporte económico que a través de la oferta turística le puede ofrecer a las comunidades locales. Las mesas de trabajo convocadas hace quince días para buscar salidas a los problemas que afectan su sostenibilidad tienen plazo hasta esta semana para proponer fórmulas efectivas que resuman el nivel de conciencia que sobre el tema tienen Gobierno, operadores y prestadores de servicios para imponerlas y cumplirlas, y asegurar así el funcionamiento del atractivo turístico.

El turismo es un motor estratégico del sector servicios, esencial para alimentar las economías nativas, pero requiere de adecuada planificación para evitar que se convierta en depredador del medio ambiente natural y social. Conciliar los intereses entre uno y otro es una propuesta viable y económicamente productiva. De ahí, que conservar la biodiversidad sin renunciar al impulso de la industria es una decisión que requiere de voluntad política, gestión apropiada y conciencia social tanto de raizales como de viajeros.

Sin producirle mayores deterioros a la naturaleza, ordenando sus servicios y elevándolos a niveles competitivos, el pequeño islote de arenas blancas y verdes palmeras -rodeado de incertidumbre- está llamado a autosostenerse, a generar progreso y a convertirse en un gran destino.

[email protected]

@Gsilvar5

Tomada: El Espectador

Todo listo para el SIPConnect 2017.
Foto tomada de @sip_oficial

El próximo miércoles 21 de Junio del 2017 y hasta el viernes 23, tendrá lugar en Miami en el hotel “Hilton Downtown” el cuento SIPConnect (Conferencia Hemisférica de Medios y Servicios Digitales favorecida por la Sociedad Interamericana de Prensa) en su tercera edición.

El fin de esta congregación, es la de vitalizar y fortalecer la industria periodística en base a la transformación digital, representada en los medios de información y en las tecnologías de comunicación.

“SIPConnect 2017 plantea consolidarse como un mapa de ruta para ejecutivos y editores en un ambiente subyugado por la telefonía móvil, las redes sociales y las modificaciones constantes”, declaró Matt Sanders, presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa; quien además se encarga de ser el principal promotor de la conferencia.

Este evento contará con la participación de 24 naciones, entre las cuales estará incluida Colombia. Cerca de 200 ejecutivos y editores de la tecnología de medios, de Estados Unidos, España, Latinoamérica y el caribe, harán su acto de presencia; en el que se esperar ser uno de los eventos más grandes de la industria de producción de la información.

Como punto calve, se trata de demostrar que la prensa tradicional y los medios digitales modernos pueden convivir simultáneamente. Como lo afirma Ricardo Trotti, director ejecutivo de la SIP, “al contrario de los pronósticos pesimistas que suponían que a estas alturas la prensa estaría extinta como industria, los diarios están abriéndose paso con ímpetu y liderando la producción del mejor periodismo”.

Para conocer toda la información de la conferencia, lo invitamos a visitar www.sipiapa.org; donde se dará la información más detallada acerca de este gigantesco evento.

Redacción de Pedro Beltran Harker, Periodistas del CPB.

«Hubo un tiempo en el que los arboles le hacían cosquillas al cielo». FORO COLOMBIA CERO DEFORESTACIÓN
Foro 15 junio «Colombia Cero Deforestación» Foto: Pedro Beltran CPB 

En el marco del foro sobre medio ambiente, cadenas sostenibles, competitividad internacional y consumo responsable; evento dirigido por la Revista Semana el pasado 15 de junio 2017, con el tema central “Colombia Cero Deforestación”  se plantearon los acuerdos  del Tropical  Forest Alliance y las  problemáticas del país  por la deforestación en la mayoría de municipios, y la pérdida de hectáreas de bosques  y selvas por la presencia de grupos ilegales.

El director de la Revista Semana Alejandro Santos Rubino, dio apertura a la jornada  destacando que los territorios  no se han manejado por la vía legal, “han sido por dinámicas ilegales que están arrasando con el medio ambiente del país, como la minería ilegal”. Los factores claves del cambio a esta realidad,  es que debe haber presencia institucional y gubernamental, sobre todo en aquellos departamentos que son verdaderamente estratégicos para el crecimiento del país en los próximos 100 años.

Menciono además, que el Estado debe estar involucrado para lograr que el país tenga un buen desarrollo de la Cero Deforestación, con las cadenas de  ganadería, aceite de palma, lácteos, y madera, en los próximos años.

Los  medios de comunicación tienen un papel fundamental  de apropiación del desafió ambiental para el país, se deben implementar temas de biodiversidad y cuidado del medio ambiente de las problemáticas de deforestación, proyectos y el consumo responsable  que no son mencionados y que diferentes entes están desarrollando; pues son relevantes e importantes para la sociedad. Según Alejandro Santos, «los medios deben mostrar esos temas, no filatropicos sino de temáticas que aporten al medio ambiente del país en los próximos 50 años».

Entre los expositores y entes invitadas estuvo, la Embajada de la República Federal de Alemania, la Real Embajada de Noruega, la Embajada del Reino Unido, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, el Global Green Growth Institute y Tropical Forest Alliance, Fedepalma, Fedemaderas, Asoleche.

En el desarrollo del evento se mencionó el programa COP 21, conformado por Alemania, Noruega, Reino Unido y Colombia en 2015; en el que se firmó la Visión Amazonia, que busca reducir la deforestación a cero en la Amazonia colombiana a 2020, así como la Declaración Conjunta de Interés sobre la Cooperación para REDD+ y la promoción de Desarrollo Sostenible, que se centra en apoyar al país a emprender acciones para disminuir la deforestación a escala nacional hasta llegar a cero a 2030.

Según Michael Bock, Embajador de Alemania en Colombia. Mencionó  “que el proyecto tiene dos objetivos y primero es crear la conciencia pública sobre la deforestación en Colombia y promover el desarrollo sostenible y segundo facilitar la conclusión de cuatro acuerdos de cero deforestación con las cuatro cadenas productivas de aceite de palma, carne, lácteos y madera”.

Con el primer panel sobre “cadenas  productivas  comprometidas con la cero deforestación” participo Jens Mesa Dishington – presidente de fedepalma, Alejandra Ospitia – Directora ejecutiva de fedemadera, Jorge Andrés Martínez – Director ejecutivo de Asoleche, Mariana Rojas- Directora  de Cambio Climático del Ministerio  de Ambiente  y Desarrollo Sostenible, Cesar Riqui Oliveros  Cárdenas – Director de Cadenas  Agrícolas  y Forestales  del Ministerio de Agricultura  y Desarrollo  Rural, Andres Felipe  Zuluaga – Coordinador general del proyecto de Ganadería  Colombiana Sostenible con el desarrollo de Marcela Prieto Botero – Directora General de Foros Semana.

Marcela Prieto Botero Directora Foros Semana, menciono. “Han sido 5 meses en los que se ha trabajado en torno a las cadenas productivas, desarrollando diferentes espacios  para  implementar estrategias para esta problemática, y que es necesario  el compromiso de estos sectores que están aquí representados; es relevante el esfuerzo con  importantes aportes, para el continuo crecimiento y mejora del país, para que en Colombia haya cero  deforestación.”

Se plantearon temáticas  enfocadas en las políticas de  alianzas público – privadas y  proyectos para continuar con la reducción de la deforestación tropical, además se plantearon temas de análisis sobre estrategias y retos empresariales de la agroindustria; como la informalidad y las leyes tributarias que aplican al sector y la competitividad en todas las cadenas.

Dentro de la jornada se presentó, una entrevista en vivo sobre: «el reto  empresarial  hacia la cero deforestación TROPICAL FOREST ALLIANCE 2020»; moderada por Fabiola Zerbibi Coordinadora de TFA 2020 para America Latina. En el  desarrollo se plantearon los retos  y el punto de la cero deforestación como compromiso del país, la necesidad de cambiar el manejo de producción, implementando campañas para realizar iniciativas de cambio para tener mejores territorios de producción,  y que es importante para que en un futuro los niños y jóvenes puedan tener un mejor medio ambiente con la cero deforestación; también la importancia de desarrollar  mejores cadenas de sostenibilidad más organizados.

En el foro se desarrolló un segundo panel enfocado al Consumo Responsable;con la presencia de  en el que se planteó  el aprovechamiento sostenible  y racional del bosque  como finalidad establecer programas con la importancia de educar al consumidor para el cuidado del medio ambiente, el desarrollo y producción continua de frutos y verduras e implementación de árboles y naturaleza para un mejor futuro del país.

 

Por: Alexandra Pinzón CPB

En defensa de las redes
Foto: Moisés Wasserman/Revista semana

Hay quienes temen que las redes sean el fin de los medios, pero creo que no deben preocuparse.

Por: Moisés Wasserman/El Tiempo

Son muy frecuentes las condenas a las redes sociales por la forma desconsiderada como nos tratamos en ellas y por la cantidad de rumores y chismes que difunden. Pero hay que reconocer que, no obstante su gran tamaño, todavía son jóvenes y están en los dolores de parto: Facebook nació en el 2004; Twitter, en el 2006; e Instagram, en el 2010.

Siempre que me enfrento a algo así de novedoso pienso en el profesor Howard Rochester. Tomé con él, en la Universidad Nacional, el año de 1965, dos maravillosos cursos sobre Shakespeare. El profesor Rochester era una figura excepcional. Se paseaba por la universidad, en la década de los sesenta, siempre vestido con impecable traje, corbata, chaleco, sombrero y paraguas. Era un lord británico-jamaiquino, monarquista declarado. Inteligente y cultísimo, discutía con nosotros, jóvenes acalorados.

Una vez nos dijo que entendía que fuéramos tan conservadores porque éramos muy jóvenes. Pueden imaginar el zafarrancho. Un monarquista aristocrático diciéndonos a nosotros, que estábamos en la frontera del progreso y del cambio del mundo, que éramos conservadores. Él defendía a Los Beatles mientras nosotros teníamos claro que eran una manifestación del capitalismo decadente. Hablaba de pintores como Jackson Pollock mientras nosotros admirábamos los (horrorosos) murales del realismo soviético.

Nunca tuvimos tan fácil acceso a ideas diferentes (no nos pueden obligar a escucharlas, pero ahí están para el que se arriesgue)

Desde entonces miro con simpatía anticipada los fenómenos nuevos (no los reinventados). Me pasa hoy con las redes sociales. Nunca antes la gente corriente había tenido oportunidades como las de hoy para decir lo que opina ante un público amplio, para discutir las ideas de los poderosos, para denunciar lo que cree falso, o inconveniente, o injusto. Nunca tuvimos tan fácil acceso a ideas diferentes (no nos pueden obligar a escucharlas, pero ahí están para el que se arriesgue). Las redes sobrepasaron las fronteras locales y nacionales. Con ellas nos acercamos a la utopía ética de “toda la especie, una sola tribu”.

Hace un par de meses, Mark Zuckerberg, creador de Facebook, lanzó la declaración ‘Construyendo una comunidad global’. Dice que su propósito es desarrollar la infraestructura social para darle a la gente el poder de construir una comunidad que funcione para todos. Plantea estrategias para construir comunidades de apoyo que sean seguras, informadas, civilmente comprometidas e incluyentes. Trae algunos ejemplos prácticos. Uno es el de una mujer llamada Cristina, quien sufre de epidermólisis ampollosa, enfermedad rara que la hace muy infeliz. Hoy recibe y da apoyo a 2.400 personas en una comunidad virtual de todas las que sufren esa enfermedad en el mundo.

Sin duda, hay peligros. Uno de ellos, el de los llamados ‘filtros de burbuja’, en los que usando algoritmos presentan a la persona la información que quiere ver (de acuerdo con su historial) y le ocultan ideas contrarias, aislándola de parte de la realidad. Otro es el de las ‘fake news’: noticias inventadas; y uno más, el de las posibles agresiones, engaños y matoneo. Problemas que deben resolverse. Al primero yo lo neutralizo siguiendo a personas de las más diversas posiciones y sin bloquear a nadie. Al segundo, leyendo la buena prensa y visitando las fuentes. Para contrarrestar los engaños se están desarrollando iniciativas tecnológicas que espero no le resten a la libertad de expresión.

Hay quienes temen que las redes sean el fin de los medios, pero creo que no deben preocuparse. El cine no acabó con la novela, ni la televisión con el cine ni internet con la televisión. La buena prensa podrá fortalecerse entendiendo y usando las redes. La prensa tiene la capacidad para generar información confiable, las redes la tienen para potenciar su difusión e impacto.

MOISÉS WASSERMAN

BLANCO Y NEGRO: Armas para la paz

Por: Gabriel Ortiz Socio CPB

Hay una pregunta que nadie se hace: ¿cuántos años habrían tardado ejército, policía, Das, Sigín y demás cuerpos del Estado, para incautar las casi 8.000 armas, que las Farc han entregado, hasta ahora? Difícil respuesta para los enemigos de la paz, para los que siguen añorando la guerra, los falsos positivos, los desplazamientos, el despojo de las tierras de nuestros campesinos, para los que han hecho de la guerra un lucrativo negocio político, económico y social.

Y cuántos años más para recibir las que aún faltan y las que que se encuentran en las 949 caletas que los guerrilleros dejarán en poder de las Naciones Unidas.

Los odiados -por el uribismo- acuerdos de la Habana, han hecho ese milagro en tiempo record, sin movilización armada, sin un solo disparo, sin un muerto, sin un herido, sin sufrimiento alguno.

Y qué decir de la fuerza ofensiva del armamento: lanzacohetes antitanques y antiaéreos, lanzagranadas, fusiles .50 antiblindaje y, en general armas que mucho daño hubieran ocasionado a nuestra población, a nuestras fuerzas del orden, a los mismos enemigos de la paz.

Ese armamento, como hemos podido observar en fotos y videos captados por los periodistas de los más diversos medios de comunicación, no del gobierno, ni de las fuerzas armadas, son reales y en perfecto estado. Estas imágenes nos traen a la memoria las entregas de armas por parte de los paramilitares, durante el anterior gobierno…

La lucha en los campos y en las ciudades, ha cesado, pero se ha trasladado a los cocteles, a los almuerzos, a las reuniones sociales y políticas, a ciertas bancadas y medios de comunicación y a las redes sociales.

En esos corrillos se trabaja día y noche, por desconocer lo que representa un país con una paz en marcha, con unas autoridades que sin desmayo la trabajan, un gobierno decidido a consolidarla y una sociedad que ya la siente, la respalda y se solidariza con ella.

Son muchos los tontos que a diario se repiten: “¿entregarán todas las armas? la “far” no cumplen…” y siguen hablando de sapos para tragar. No se pasean por el Hospital Militar, en donde no hay un solo herido en combate.  

Miremos con honradez, que este país cambió. Y que las armas de hoy, son armas para la paz.

BLANCO: Alan Jara desenmascaró, junto con el colega Juan Gossain, los carteles de las falsas víctimas creados por fundaciones y deshonestos grupos sociales.

NEGRO: El fantasma de la aspersión en que nos quieren volver a meter.

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Podcast: un mes sin el periodista mexicano Javier Valdez

El Círculo de periodistas de Bogotá CPB, se une al llamado de justicia . El pasado 15 de mayo asesinaron en su natal Culiacán, México, al periodista Javier Valdez, un reportero que denunció los desmanes del narcotrafico, la complicidad de las autoridades y el sufrimiento de las víctimas.

Distintos periodistas y organizaciones del mundo, piden que cese la violencia contra la prensa en México y el Mundo. CPB se solidariza por las causas de violencia en contra de los periodistas y reporteros, y rechaza todo acto que afecte la integridad de los periodistas, pide que se haga cumplimiento de los derechos y que a las autoridades mexicanas  procedan en la investigación de los culpables y se hagan responsables de la protección de los periodistas en su país.  

La FLIP, con el apoyo de la escritora y periodista Marcela Turati, rinde un homenaje a Valdez con este podcast en el que varios reporteros recuerdan alguna anécdota con el periodista sinaloense #NuestraVozEsNuestraFuerza.

 

https://soundcloud.com/flip2016/nuestravoznuestrafuerza-un-mes-sin-el-periodista-javier-valdez

 

¡Que no muera el periodismo en México!
Foto: EFE/Ulises Ruiz Basu
Nota tomada de la UNIDAD DE DATOS El tiempo.com

Hace exactamente un mes fue asesinado Javier Valdez, un periodista valiente que supo combinar la cobertura del narcotráfico con una amplia sonrisa. Nació y murió en una tierra marcada por la violencia de los carteles del narcotráfico, Sinaloa, territorio del Chapo Guzmán, extraditado a los Estados Unidos.

A Javier lo conocieron muchos. Él compartió experiencias y temores, pero más fueron las frases de miedo de los colegas que lo consultaron que las que él alguna vez dejó salir. Sabía sobre qué terreno minado caminaba, qué denunciaba y por qué lo hacía. Su compromiso era con la verdad.

Fue un periodista sin cortapisas, sin lenguaje políticamente correcto. Un hombre orgullosamente de región que hablaba duro y se reía a carcajadas. Alguien admirable porque nunca quiso renunciar, porque escribía y escribía sin cansancio y con alegría. Publicó ocho libros, el último fue el año pasado y se titula ‘Narcoperiodismo, la prensa en medio del crimen y la denuncia’.

Las denuncias de Valdez siempre fueron duras: “Yo siento que el narco sometió al Gobierno, sometió a los empresarios y está sometiendo a los periodistas. Quiere ese silencio cómplice, no quiere que se le mencione”. Su solidaridad con sus colegas fue también inquebrantable: “A Miroslava la mataron por lengua larga. Que nos maten a todos, si esa es la condena de muerte por reportear este infierno”, tuiteó cuando se enteró del crimen de la periodista Miroslava Breach, ocurrido el 23 de marzo de 2017 en Chihuahua. Ambos eran corresponsales de ‘La Jornada’ y Valdez fue además fundador del periódico ‘Ríodoce’, en Culiacán, Sinaloa.

Valdez fue el periodista número 36 asesinado durante el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto y con su muerte el gremio de ese país levantó la voz aún más fuerte para cuestionar a un Estado ausente. Las cifras son escalofriantes, al igual que los altos niveles de impunidad que existen sobre los crímenes contra los reporteros de México. Los periodistas del país latinoamericano se sienten acorralados.

“No puedo dejar de sentirme preocupado por saber quién puede ser el siguiente periodista o reportera asesinado. Estamos solos. Quienes operan los gobiernos y los narcos parecen ser los mismos”, son las palabras de Daniel Lizárraga, reportero de investigación de una iniciativa independiente, Mexicanos contra la Corrupción, quien ganó destacados premios de periodismo por destapar el escándalo de la ‘casa blanca’ del presidente Enrique Peña Nieto.

 

Foto: Efe/ EL periodista Javier Valdez fue asesinado en Sinaloa, México.

Ignacio Rodríguez, fundador de la revista Emequis y miembro de la iniciativa de periodismo independiente Quinto Elemento, considera que “el asesinato de Javier Valdez mostró lo que desde los altos círculos políticos y económicos se ha querido minimizar: hemos entrado en una zona ciega, un estadio oscuro, un asfixiante túnel negro en el que hasta moverse lastima, mucho mas respirar”.

Para la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México, con la declaración de guerra contra el narcotráfico que comenzó en el gobierno del presidente Felipe Calderón y continuó en el de Enrique Peña Nieto, el número de asesinatos y agresiones contra periodistas se triplicó en el país.

Justo ese asunto fue abordado por Javier Valdez un mes antes de su crimen, al decir
en una entrevista en una universidad mexicana que el origen de la violencia contra la prensa estaba relacionada con la división de los carteles del narcotráfico. “Ahora se habla de, no sé, 50 carteles, cuando había tres o cuatro principales en el país. El Gobierno provocó esta división con esta guerra estúpida, provocó vacíos de poder, y eso colocó en situaciones de mayor riesgo a los periodistas”.

Solo en el 2016 México fue el tercer país con el número más elevado de muertes de periodistas en el mundo, superado únicamente por Siria y Afganistán, con 11 asesinatos, según Reporteros Sin Fronteras y el Comité de Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés). Veracruz, Oaxaca, Chihuahua, Tamaulipas y Guerrero son los lugares donde han asesinado al mayor número de comunicadores.

Periodistas asesinados durante el gobierno Peña Nieto

 

“Siento que estamos atrapados en una guerra que no hemos terminado de entender.
Y que vamos en la primera línea de fuego, sin herramientas y dando palos de ciego, ante la impunidad de quienes provocan esos asesinatos”, son las palabras de Daniela Pastrana, de la Red de Periodistas de a Pie.

El grado de amenaza para hacer periodismo en determinadas regiones de México llegó a niveles insospechados. Valdez también lo decía: “Hay regiones en las que el narco manda, como en Tamaulipas, llaman por teléfono y dicen: ‘esa nota no la publiquen’. Y cuelga el teléfono y llama otro narco de una organización enemiga de la primera que llamó y dice: ‘publica la nota’. Y llama un tercer narco de otra organización criminal enemiga de las dos primeras que llamaron y dice: ‘quiero que publiques esa nota y le des portada y con fotografía’ “.

Para quienes intentan contribuir a la democratización de la información en México, no hay duda de que el país es uno de los más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo, oficio que se desarrolla en medio de la corrupción que aqueja a los gobiernos. Y justo ese es el engranaje que le permite al crimen organizado operar tal cual lo viene haciendo. Javier Valdez lo contó en sus libros, al igual que el resto de periodistas asesinados que desde diversas tribunas, incluyendo las redes sociales, lo hacían y fueron silenciados.

México es uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo
¿Qué hacer? Eso mismo se preguntan todos los días los colegas que se resisten a creer que el periodismo no tiene oportunidad en México. Marcela Turati, ganadora del Premio a la Excelencia de la Fundación Gabriel García Márquez, habla desde su dolor sobre el crimen de Valdez: “Fue quien enseñó a toda mi generación a cubrir el narcotráfico, ya que él había empezado desde antes. Su asesinato fue como el asesinato del hermano mayor, de quien nos decía cuáles eran las reglas de cobertura en el mundo mafioso y cómo teníamos que cuidarnos también de funcionarios y políticos involucrados”.

Ella junto a otros reporteros en México están convocando a reuniones para reflexionar sobre lo ocurrido. Por lo menos 500 colegas comienzan a participar de diversos encuentros para definir qué acciones emprender, bajo la premisa de que si se mata a un periodista se silencia también lo que estaba denunciando.

Para Turati, “la lucha contra el silencio en México es una carrera de resistencia que requiere relevos, un día les toca a unos retirarse para tomar aire (o salvar su vida) y a otros regresar descansados y con la mirada limpia para comenzar nuevos intentos, porque mantener viva la indignación y la esperanza requiere estrategia”. Y en medio de esa estrategia, la solidaridad de los colegas del mundo, suma para exigir justicia.

Iniciativa de solidaridad

Hoy, como una medida para exigirle al Gobierno mexicano que frene la impunidad reinante contra los crímenes de comunicadores, diversos medios de comunicación publicamos notas para dar a conocer la grave situación de la prensa mexicana.

La iniciativa #OurVoiceisOurStrength #NuestrasVocesNuestraFuerza fue lanzada hace dos semanas por un grupo de comunicadores estadounidenses preocupados por las amenazas que sufren quienes hacen periodismo en México, al proyecto nos hemos sumado redacciones de todo el mundo, que nos unimos a la exigencia de protección a reporteros mexicanos y de justicia en los casos de crímenes y agresiones.

Por: LA UNIDAD DE DATOS

Día mundial, en contra del maltrato a la vejez
No más violencia, hacia los adultos mayores / Foto: Círculo de periodistas de Bogotá

En Colombia el abuso contra los adultos son  de un 60% originadas por agresiones físicas, psicológicas, abuso sexual, laboral, financiero, chantaje  y  abandono por parte  de sus familiares, más de 500 adultos  han sido víctimas de algún tipo de violencia , las cuales  ocasionan  un cuadro de depresión, trastornos y enfermedades en las personas mayores. Según informe de medicina legal en el año 2016.

El día mundial contra el abuso  y el maltrato a la vejez, es importante contribuir por los derechos de los adultos mayores; son personas que lucharon y trabajaron para mantener  su derecho, hay que tener tolerancia con ellos, por lo que se recomienda a sus familiares, estar atento de la salud de los adultos, obtener información sobre cómo manejar su estrés y tener el sano control de una rutina de cuidado. Esto le ayudará a proporcionar el mejor cuidado posible, ellos merecen que su vejez sea digna, alegre y en familia.

La Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), en su resolución 66/127 , explica que el 15 de junio como Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez.  El cual representa el día en el que el mundo expresa su oposición a los abusos y los sufrimientos a algunas de nuestras generaciones mayores.

Según la ONU El maltrato de las personas mayores es un problema social mundial que afecta la salud y los derechos humanos de millones de personas mayores en todo el mundo y es un problema que merece la atención de la comunidad internacionalPorque tales actos son «inaceptables a la dignidad humana y a los derechos humanos».

Por: Alexandra Pinzón CPB

Fuente: http://www.un.org/es/events/elderabuse/index.shtml