Crculo de Periodistas de Bogot

Archivos enero 2020

LOS CORRESPONSALES DE LA RADIO

21 enero 2020 –

Por: Orlando Cadavid Correa –

En la mejor época de 6 a.m. – 9 a.m., Yamid Amat tuvo en Caracol una nómina de corresponsales internacionales de respeto, encabezada por William Restrepo, en Nueva York; Pedro Clavijo, en Moscú, y Álvaro Galindo, en Roma. El primero nos dio sopa y seco a todos con la cobertura del gigantesco apagón que sumió en tinieblas a la Gran Manzana estadounidense.

La red nuestra, en RCN, no se quedaba atrás. La capitaneaban Antonio José Caballero, en Madrid; Hugo Alberto Muncker, en Colonia, Alemania, y Orlando López, en Nueva York, quien al mudarse a Miami fue sustituido por Alonso Parra en la Capital del mundo.

Tras sus maratónicas jornadas en Roma, como enviado especial, donde cubrió magistralmente la muerte del papa Pablo VI; la elección de Juan Pablo I y su deceso repentino, a un mes de haber sido ungido, y el escogimiento del papa polaco Juan Pablo II, repatriamos a Antonio José a la base central de la ”Torre Sonora”, en Bogotá.

A Caballero lo sustituyó en la corresponsalía, en España, el periodista boyacense Carlos Peñaloza. El cargo lo estrenó mucho antes de sus dos coterráneos la notable periodista bogotana Gloria Elena Rey. A ella le correspondió cubrir la dilatada enfermedad y el deceso del dictador Francisco Franco, y el retorno de la monarquía española al poder, en cabeza de don Juan Carlos de Borbón, quien en sus años mozos quiso arrastrarle el ala a la bella Luz Marina Zuluaga, pero no le alcanzó la cuerda para su requiebro.

Otros corresponsales de la cadena de las tres consonantes: en Italia, Óscar Alarcón Núñez, que alternó su especialización en Derecho Romano con el cubrimiento del secuestro y posterior asesinato de don Aldo Moro, el líder de la Democracia Cristiana, a manos de las temibles ”Brigadas Rojas”.

Eucario Bermúdez fue corresponsal, desde Manizales, del programa “Clave” (Cadena Latinoamericana de voces en el  éter, de la VOA, Voz de los Estados Unidos de América). Su conductor (el maestrísimo Llopis de Olivares) disfrutaba tanto con sus notas que en cada cambio lo llamaba “nuestro flamante corresponsal” en Colombia. Años después, al liar bártulos hacia Miami, Florida, ‘Don Eu’ asumiría la corresponsalía de Caracol en  la Capital del Sol.

Otros corresponsales: Rafael Manzano en España; Andrés Salcedo, desde  Alemania; Óscar Domínguez, que en Bogotá atendía sendas corresponsalías para emisoras alemanas y francesas; Félix de Bedout, de La W, de Julio Sánchez Cristo; Luis Gaitán y su esposa Doris Castañeda, quienes desde París se autodenominaban “La pareja feliz”;  Alejandro Oramas, en Nueva York; Álvaro Mutis, en Madrid; Néstor Pongutá, en Roma; Jorge Cantú, en México;  Jaime Flórez, en Estados Unidos; Enrique Molano, en Miami, y  Carlos Ilián, en España. Un manojito de mujeres en las corresponsalías: Athala Morris, en Buenos Aires y  Washington;  Elyangélica González, en  Venezuela; Celine Gesret, en Nueva York; Marcela Gutiérrez, en París; Catalina Gómez, en Washington; Yaridis Adrián, en
Caracas;  Gabriela González, en Miami, y  Stephanie Carrillo, en la capital española.

La apostilla: Una madrugada nos  levantamos con ganas de tratar de ofrecerle una corresponsalía radial al “Gorila” Iáder Giraldo, en Sofía, Bulgaria, donde oficiaba como encargado de negocios en la embajada de Colombia. Sin salir de la sorpresa, el sin tocayo nos dijo a través de Telecom: “Hermano, aquí hasta los periodistas locales se mueren de hambre,  noticiosamente  hablando… Nunca pasa nada… Te lo agradezco, pero no”.

«No puede amordazar a la prensa», juez a Néstor Humberto Martínez por tutela en caso chuzadas

21 enero 2020 –

Tomado de: Revista Semana-

Un juez de Bogotá negó la tutela con la que el exfiscal general pretendía que la columnista de SEMANA María Jimena Duzán rectificara tres publicaciones. Estas hacen referencia a las declaraciones de dos exfuncionarios de la Fiscalía capturados por interceptaciones ilegales. «Quedamos a merced de los delincuentes», insistió Martínez.

Luis Carlos Gómez Góngora y Fabio Martínez Lugo firmaron una confesión que causó gran revuelo. Ambos exfuncionarios del búnker, que buscan un cupo en la Jurisdicción Especial de Paz, aseguraron haber chuzado ilegalmente desde las salas interceptación de la Fiscalía contando con «el pleno respaldo y conocimiento» del fiscal general, Néstor Humberto Martínez.

Las declaraciones fueron reveladas por la columnista de SEMANA María Jimena Duzán a través de tres publicaciones del tema, todas difundidas por este medio de comunicación. En los informes periodísticos, Duzán lanzó duros cuestionamientos a la actuación de Martínez, quien a su vez respondió acusando a la periodista de crear una «obsesiva empresa de infundios en su contra».

El 19 de diciembre, Martínez Neira reclamó una rectificación por parte de la periodista por cinco de sus afirmaciones. Una de estas, relacionada a que uno de los blancos de las interceptaciones ilegales de Martínez fue el abogado Álex Vernot, actualmente preso supuestamente por intentar desviar a uno de los testigos estrella del caso Hyundai.

Martínez también alegó que no es cierto que haya interceptaciones ilegales hechas desde el Sistema Esperanza que no puedan rastrearse. Y señaló que pese a que el actual fiscal encargado Fabio Espitia y el vicefiscal Jaime Camacho desmintieron que políticos y negociadores de paz fueran chuzados por la Fiscalía, la periodista Duzán se empeñó en dar por ciertos tales hechos y sin fórmula de juicio señalarlo a él y a otros altos funcionarios de la Fiscalía como conocedores de tales actos ilegales.

En menos de 24 horas, la periodista publicó su respuesta. A través de un escrito titulado «Mis opiniones no son rectificables», aseguró que se limitó a comentar y a opinar acerca de las graves acusaciones que exfuncionarios de su Fiscalía han lanzado en contra suya. «Ninguna de mis opiniones recoge una información que haya suministrado la suscrita, sino mis criterios sobre lo que afirman quienes fueron sus subalternos. (…) Ni sus amenazas ni sus destempladas ofensas me intimidan», aseveró.

La respuesta de la columnista fue usada por Martínez para elevar una acción de tutela ante el juez 29 de Ejecución de Penas Hugo Fernando Matallana Gaviria. Para el exfiscal, las publicaciones violaban sus derechos fundamentales a la honra y buen nombre.

El juez acaba de emitir una dura respuesta al exfiscal Martínez y negó todas sus pretensiones. A pesar de que la decisión asegura que la periodista fue notificada del trámite, no hubo ninguna contestación adicional. Por lo que varias de las valoraciones del juez se basaron en las publicaciones divulgadas a través de SEMANA.

El funcionario judicial, señaló en primer lugar que las acusaciones por interceptaciones ilegales a diferentes personajes de la vida pública desde la Fiscalía no fueron una «invención de Duzán», sino de los dos exfuncionarios que están ofreciendo su colaboración a la JEP. Así las cosas, lo que hace la periodista es informar al respecto y a expresar su opinión sobre tales hechos y acusaciones dentro del marco de la libertad de información y de expresión. En este contexto, señala que no se puede afirmar –por lo menos no en el escenario de la tutela– que con tal comportamiento vulneró los derechos fundamentales a la honra y el buen nombre de Néstor Humberto Martínez.

El juez señala que Martínez le está atribuyendo a la periodista los señalamientos que ella reproduce de una versión entregada originalmente por Gómez Góngora y Martínez Lugo. Y esta controversia deberá ventilarse ante un juez penal competente y no ante un juez de tutela. «Será allí donde se establecerá, previo el trámite de un juicio oral, público y rodeado de todas las garantías, la veracidad o apocrifidad de dichos señalamientos», precisó.

Martínez también pretendió que Duzán rectifique la afirmación respecto a que la auditoría realizada al Sistema de Interceptación Esperanza de la Fiscalía no fue ordenada por Néstor Humberto Martínez sino que fue producto de una petición de las autoridades británicas y estadounidenses. No obstante, el juez considera que esta afirmación de la periodista no afecta la realidad ya que la realización de esta investigación interna es un hecho verídico que se adelantó siendo Martínez el máximo jefe de la entidad. Y las evidencias para despejar las dudas frente a quién dio la orden de realizar la auditoría deben ser debatidas en un escenario judicial.

El juez cuestiona la actuación de Martínez al señalar que no resulta procedente «pretender amordazar a la prensa e impedir que se informe la existencia de los mismos». «Tampoco resulta jurídico y constitucional dentro del Estado Social de Derecho, donde la democracia como valor fundante consagra y defiende el derecho a la libertad de expresión, de información en su doble connotación como lo expresara nuestro alto tribunal constitucional».

Al conocer la decisión del juez, Martínez dirigió una carta al despacho judicial. «Mucho lamento que en su providencia se acepte el criterio de que un servidor de la justicia pueda ser calumniado por unos delincuentes y que la prensa pueda recoger su dicho y divulgarlo con saña, sin dar cabida a la rectificación», cuestionó.

En el documento, Martínez asegura que si Duzán hubiera «constatado y confirmado» la información entregada por los dos exfuncionarios, habría concluido que no eran ciertos los «infundios promovidos por personas que están en la cárcel». Así lo afirma al considerar que la información oficial entregada por Espitia y por Camacho días después de la publicación son suficientes para concluir que personas como Humberto de la Calle o Iván Cepeda no fueron chuzadas desde la Fiscalía, como lo afirman Gómez Góngora y Martínez Lugo. «Quedamos todos, pues, a merced de los delincuentes», insiste.

La providencia del juzgado hace énfasis en este punto al señalar que la vía de la tutela no es la adecuada para controvertir la versión de los exfiscales y que para ello existe la vía penal. Así las cosas, Martínez manifiesta que se abstendrá de impugnar la decisión y acepta que existe la vía penal para dirimir la controversia que mantiene con la periodista.

Es la segunda vez que la periodista gana en los estrados judiciales un caso judicial relacionado con el exfiscal Martínez. En el pasado, una acción de tutela interpuesta por el fiscal Daniel Hernández buscaba que se desdijera de una columna de opinión en donde aseguraba que existió un «Pacto de Silencio» para que a través de las investigaciones de la Fiscalía no se tocara a los peces gordos del caso Odebrecht. Aunque la periodista en su escrito solo cuestionó el papel de Martínez, el fiscal subalterno del caso Odebrecht elevó una acción judicial al considerar vulnerados su derecho a la honra y buen nombre, pretensión que también fue negada por un juez.

El alto costo para los periodistas de Semana por destapar escándalos

21 enero 2020 –

Por: Vanesa Peralta.

El Espectador recogió una serie de denuncias de los periodistas de la Revista Semana a raíz de las investigaciones adelantadas en el país.

Muchos periodistas han sido amenazados en medio de su labor investigativa y periodística, sin embargo, en los últimos meses varios comunicadores de la Revista Semana que han liderado importantes investigaciones y por las cuales varios generales han sido procesados o destituidos, han denunciado graves hechos que atentan contra su vida y la de sus familiares.

El domingo pasado 12 de enero, cuando la Revista Semana publicó un trabajo titulado “Chuzadas sin cuartel”, que destapó unas posibles interceptaciones ilegales hechas por el Ejército, en el mismo artículo llamó la atención un aparte bautizado “La persecución a Semana”.

En esos apartes, Semana explicaba que las amenazas habían aumentado con envío de lápidas funerarias. “A esto se sumó una campaña de espionaje y seguimientos. Un coronel de ciberinteligencia me ofreció 50 millones de pesos para introducir un malware (virus) en los computadores de periodistas de Semana y así poder acceder a la información”, confirmó la revista.

El diario El Espectador dialogó con el equipo de periodistas que realizó la investigación, liderado por un experimentado periodista que se enteró que dos sicarios de Boyacá fueron contratados para matarlo.

“En esa vuelta, la gente del CTI detectó que había involucrados dos oficiales del Ejército retirados y uno activo. El CTI en realidad lo descubrió por accidente, en una investigación por otra cosa. Ellos no sabían nada del contexto en el que estábamos; les explicamos. Hasta ahí fue solo una tentativa, el plan no terminó cuajando, los sicarios no aceptaron. Pero los del CTI nos dijeron: ‘Acá tuvimos la suerte de enterarnos, pero puede ser que le ofrezcan el trabajo a alguien más. Paren bolas, cambien rutinas, este es un tema serio”, contó el periodista.

La revista tuvo acceso a fotografías y videos que sustentan su nueva denuncia y corroboró que algunos de sus integrantes desplegaron una operación no solo para intimidar y tratar de impedir que las investigaciones salieran a la luz, sino para tratar de dar con las fuentes que decidieron denunciar las irregularidades.

Incluso, denunciaron que una camioneta Toyota de color negro se parqueó durante varias semanas frente a las instalaciones de la revista con un equipo táctico en su interior que “intercepta la señal de los celulares” con el fin de vigilar las labores de reportería de los periodistas.

 “La única protección es Dios”, dijo el amenazado periodista a El Espectador, al tiempo que confirmó que, pese a tener esquemas de seguridad renunció a ellos, porque entorpecían sus labores de investigación.

“En la Fiscalía no pasa nada con las denuncias contra militares y creo que ellos saben que gozan de cierta impunidad, por eso no confiamos en esa institución”, concluyó.

Fuente

Sistema Integrado Digital

Segundo condenado por el homicidio de la periodista Flor Alba Núñez

21 enero 2020 –

Foto: Archivo particular –

 Tomado de: El Espectador.

Jahumeth Flórez, alias Chori, fue el coautor del crimen en contra de la comunicadora social. Este fue el encargado de conducir la moto en la que iba el hombre que le disparó a la mujer, el 10 de septiembre de 2015.

La justicia condenó a Jahumeth Flórez, alias Chori, por el asesinato de la periodista Flor Alba Núñez, crimen cometido el 10 de septiembre de 2015. Según pudo comprobar la Fiscalía, este hombre fue el encargado de trasportar en una moto a Juan Camilo Ortiz, conocido como El Loco y quien disparó en múltiples ocasiones en contra de la comunicadora huilense. Sin embargo, todavía no se conoce el monto de la condena.

Las autoridades determinaron que Chori conducía la motocicleta que se acercó a la periodista, en la mañana del 10 de septiembre de 2015, acompañado de un parrillero, Juan Camilo Ortiz, también conocido como Camilo o Bebé. Por esta razón, fue encontrado responsable como coautor del homicidio.

Se trata de la segunda condena por el homicidio de Núñez. La primera se dio en 2017, cuando la justicia sentenció a 47 años de prisión a Juan Camilo Ortiz. Este fue capturado 15 días después del asesinato de la comunicadora, por los delitos de homicidio agravado y fabricación, tráfico, porte y tenencia ilegal de arma de fuego. Tras un breve juicio, la justicia lo encontró culpable de haber disparado en contra de la periodista.

Curiosamente, este mismo lunes, el Tribunal Superior de Neiva confirmó la condena en contra de Ortiz. De esta forma, tendrá que pagar los 47 años de prisión por los que fue condenado. Antes de ser vinculado al crimen de Núñez, El Loco había sido mencionado como posible autor del atentado en contra de la veterinaria Juliette Henao, en Pitalito (Huila).

En esa ocasión, la Fiscalía acusó a Ortiz de ser uno de los sicarios que le había disparado en cinco ocasiones a la veterinaria. Flor Alba Núñez hizo el seguimiento periodístico al atentado, conoció detalles del proceso y los hizo públicos. Cuando se enteró que un juez le había dado casa por cárcel al Loco, cuestionó la medida de la justicia y recordó, de nuevo, las pruebas en su contra y advirtió el peligro que representaba el acusado.

El homicidio en contra de Núñez ocurrió el 10 de septiembre de 2015, a la entrada de la emisora La Preferida en Pitalito (Huila). La mujer estaba entrando a su lugar de trabajo cuando recibió dos disparos en la espalda. El impacto de las balas tumbó a la periodista y directora de la emisora al piso y perdió la vida. Su muerte fue calificada pronto como un atentado contra la libertad de prensa. Medios y organizaciones de todo el país se solidarizaron con la comunicadora que se había dedicado a romper el silencio que ha ocultado crímenes de bandas criminales en ese municipio del Huila.

De acuerdo con la hipótesis que manejó el ente investigador, el asesinato se planeó después de que Flor Alba Núñez hiciera varias publicaciones en Facebook en las que, precisamente, relató los avances del caso de la veterinaria y la captura de Ortiz. Este crimen habría sido planeado por Ortiz y Flórez. Sin embargo, por las múltiples denuncias que realizó la comunicadora en contra de la clase política de Pitalito, se llegó a pensar que los motivos se inclinaban más hacia estos temas.

Flor Alba Núñez y Miguel Rico, por ese entonces candidato a la alcaldía de Pitalito y miembro del Partido de la U, tuvieron varios roces por varias publicaciones que hizo la periodista en las que cuestionó los títulos universitarios del que fue alcalde de Pitalito entre 2016 y 2019. Rico también fue mencionado como posible determinador del homicidio del expersonero Gerardo Ochoa.

ESTADOS UNIDOS | RSF pide al Senado que revoque las restricciones a los periodistas que cubren el ‘impeachment’

21 enero 2020 –

Foto: Pixabay –

Tomado de: RSF.

Reporteros Sin Fronteras (RSF) condena fuertemente las restricciones que el Sargento de Armas del Senado  estadounidense y el Comité de Reglas y Administración del Senado están imponiendo a los reporteros del Capitolio durante el ‘impeachment’ (juicio político) contra el presidente Donald Trump. RSF pide al líder de la mayoría del Senado de EEUU que revoque estas reglas inmediatamente.

Los periodistas que cubren el impeachment (proceso de destitución) del presidente Trump en el Senado, que comenzó el 16 de enero, se enfrentan a nuevas «medidas de seguridad» en forma de restricciones inusuales para los reporteros en el Capitolio. La extensión total de estas medidas se desconoce, ya que el Sargento de Armas del Senado y el Comité de Reglas y Administración de la institución no han proporcionado un documento formal que las describa.

Sin embargo, hay una prohibición para los periodistas de caminar por los pasillos del Congreso para hacer preguntas a los senadores. Otra norma impide que los reporteros traigan dispositivos electrónicos a la Cámara del Senado, lo que los obliga a tomar notas a mano. Las nuevas medidas requieren que los periodistas pasen por un control de seguridad dentro del Senado y han puesto cordones de seguridad para que no puedan acceder a los senadores como lo hacían normalmente.

«Mientras no cambie estas nuevas reglas arbitrarias, el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, está violando los derechos de la Primera Enmienda, en un momento importante en la historia de los Estados Unidos: el impeachment del presidente.», señala Dokhi Fassihian, directora ejecutiva de RSF en EEUU. «Al evitar que la prensa haga preguntas en nombre del pueblo estadounidense durante este juicio, el Senado escapa al escrutinio público y socava los cimientos de nuestra democracia».

El Comité Permanente de Corresponsales, una organización que representa y acredita a los reporteros destinados en el Capitolio, envió una carta a los líderes del Senado el 14 de enero en protesta por las reglas. Y el 16 de enero, RSF se unió a otros 57 medios de comunicación y organizaciones de periodismo para enviar una carta al Senado oponiéndose a las restricciones.

Preocupa a la SIP posible criminalización de la difamación en México

21 enero 2020 –

 Tomado de: SIP.

En particular, los directivos de la SIP pidieron observar la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en la que se consigna que «la protección a la reputación debe estar garantizada solo a través de sanciones civiles».

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) expresó su preocupación por una posible reforma judicial en México que reconvertiría la difamación en un delito penal, retrotrayendo al país a épocas en que los periodistas podían ir a la cárcel por ejercer su derecho a informar, criticar u opinar.

La SIP había expresado su beneplácito en 2007 cuando México descriminalizó la difamación, ayudando a crear una tendencia favorable a la libertad de prensa en América Latina.

El presidente de la SIP, Christopher Barnes, director general de The Gleaner de Kingston, Jamaica, junto al presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, Roberto Rock, director del portal web mexicano, La Silla Rota, solicitaron al gobierno y al poder legislativo en México que durante la discusión de la posible reforma en febrero, ante el Senado de la República, observen y mantengan su apego a los principios internacionales en materia de libertad de expresión.

En particular, los directivos de la SIP pidieron observar la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en la que se consigna que «la protección a la reputación debe estar garantizada solo a través de sanciones civiles».

Por décadas, la SIP junto a otras organizaciones dedicadas a la libertad de prensa, han exhortado a los gobiernos a descriminalizar la difamación para evitar que las penas de cárcel puedan ser utilizadas para neutralizar el ejercicio periodístico y la libertad de prensa.

En las Américas varios países han descriminalizado la difamación, entre ellos, Argentina, Bermudas, Chile (parcial), El Salvador, Grenada, Jamaica, México, Panamá, República Dominicana (parcial) y Uruguay. En Honduras y otros países de la región existen proyectos legislativos para que los delitos contra el honor también se disputen en tribunales civiles.

Abren inscripciones para dos nuevos cursos gratuitos del Instituto SIP – Lee Hills Media Center

21 enero 2020 –

 Tomado de: SIP.

Los cursos gratuitos «Storytelling para periodistas», impartido por el catedrático del Instituto Tecnológico de Monterrey, Homero Hinojosa y «Herramientas de seguridad para periodista», con el asesor internacional de periodismo, Javier Garza, constituyen las dos ofertas para el mes de febrero del Instituto SIP de Enseñanza Virtual – Lee Hills Media Center.

El curso de Hinojosa se iniciará el 3 de febrero y el del profesor Garza el 18 de febrero. La primera sesión de clases, en ambos casos, comenzará a las 4 de la tarde, hora del Este en Estados Unidos.

El Instituto actualmente está desarrollando los dos cursos iniciales del ciclo 2020 que son: «Periodistas en el uso de dispositivos móviles» y «Cómo publicar con éxito en redes sociales».

El curso sobre redes sociales, con la instructora Noelia González, se repetirá a partir del 18 de febrero. El cupo de 50 estudiantes para esa sesión ya está completo.

Las actividades del mes de enero culminarán con una charla magistral del renombrado diseñador gráfico y maestro de Periodismo, Mario García, el 29 de enero a las 3:00 pm, horario del Este en Estados Unidos. El cupo para esta presentación no es limitado.

Los interesados en inscribirse en estas actividades del Instituto SIP pueden hacerlo desde ahora. Cada curso tiene una capacidad para 50 alumnos y se pide a los participantes que mantengan un compromiso desde el inicio hasta el final ya que su puesto tiene un costo que asume el Instituto y, además, priva de la oportunidad a otros participantes.

Para mayor información por favor escribir a los directores académicos del Instituto, Juan Alberto Lamberghini en [email protected] y Marcelo Finkelberg en [email protected]

“Si destruimos la vida que viene del suelo, no podremos comer”

21 enero 2020 –

Foto: TIM NEWBOLD.

Tomado de: El País (España) –

El uso de la tierra reduce la población de algunas especies entre un 25% y un 50% en comparación con zonas naturales vírgenes.

“Si destruimos la vida que hay y viene del suelo, no podremos comer”, alerta Felipe Bastida, investigador en el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El ser humano es un competidor como cualquier otro cuando entra en un ecosistema. Elimina las especies que entorpecen su actividad o dañan su modo de vida, pero es ahí dónde empieza un círculo vicioso que pone a todos los seres vivos en una situación crítica. Un nuevo estudio sobre más de 20.000 especies de 80 países, desde un ácaro hasta un elefante africano de 3.825 kilos, confirma que la presión que sufre el suelo reduce las poblaciones de depredadores, como arañas o mariquitas, entre un 25% y un 50% en comparación con las zonas naturales. Cada especie tiene un papel en el ecosistema para equilibrarlo por lo que las cadenas tróficas se ven afectadas y la biodiversidad tiene que encontrar una nueva estructura para sobrevivir.

La investigación, que se publica este martes en la revista Functional Ecology, resalta cuatro factores relacionados con este descenso que también impacta a los herbívoros y otros grupos funcionales. En primer lugar, por culpa del consumo del hombre, las poblaciones sufren carencias de sus fuentes de alimentación. Por otro lado, la ganadería y el cultivo fragmenta el hábitat de numerosas especies que necesitan migrar y pierden así la posibilidad de colmar sus necesidades primarias. Luego, el uso de la tierra incrementa las temperaturas del suelo y del entorno por lo que algunos insectos o animales no pueden adaptarse. Finalmente, la caza conlleva a la pérdida de los depredadores más grandes y a la desorientación de otras que terminan atravesando una carretera en medio de un bosque.

Presión y pesticidas

Tim Newbold, principal autor del estudio e investigador en el centro de Biodiversidad y Medioambiente de la Universidad College de Londres (UCL), asegura que lo más sorprende de sus resultados —que proceden de más de 400 estudios — es el impacto del uso de la tierra sobre los depredadores más pequeños, que son cruciales para el ecosistema. “No podemos concluir que vayan a extinguirse las mariquitas o las arañas, pero tenemos que proteger y controlar mejor las poblaciones”, comenta. Las malas técnicas actuales de cultivo provienen de la fuerte demanda del mercado. El experto pide una reducción del uso de pesticidas e insecticidas pero también de nuestro consumo para aliviar el papel del suelo que abastece alimentación para una población creciente.

Oscar Soriano, científico del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), añade que, además, al utilizar moléculas químicas para la agricultura, eliminamos grupos funcionales y el alimento de muchas especies. El ejemplo de un monocultivo parece ser el más acertado. “Reduce lo que hay al lado. Elimina las otras plantas y por lo tanto insectos que vivían en ellas o se alimentaban de ellas. Lo mismo pasa con los parásitos. Desaparecerán y los que llegarán en su lugar son las especies asociadas al hombre, como los piojos por ejemplo”, explica.

Conciencia y resiliencia

El estudio global, además de ser el más completo en cuanto a datos hasta ahora, se centra en varios usos del suelo: suelos que no han sufrido transformaciones, espacios de ganadería y terrenos de cultivo. Bastida reitera que la tierra es fundamental para la sostenibilidad, el clima y la fermentación. “Lo que más me ha impactado de estos resultados es que confirman que afecta a todos los organismos”. El equipo del científico especializado en microorganismos también está sacando conclusiones que van en la misma línea. “Estoy totalmente de acuerdo con la importancia del suelo. Es clave para mantener nuestra seguridad alimentaria y la situación actual es crítica porque puede perjudicar las funciones que tiene para el ser humano”, asevera. Vuelve el círculo vicioso: para comer necesitamos cultivar y para cultivar matamos la vida que nos da comida.

Todas especies tienen, pese a todos los obstáculos que les pone el hombre, una gran capacidad de adaptación que Bastida llama “componente de resiliencia”. Todos los seres vivos, desde el microorganismo hasta el ser humano, saben responder. “Pero hay un grado de no retorno”, previene el investigador. Si las temperaturas son demasiado elevadas o si ya no hay agua en los nuevos hábitats impuestos por la transformación del suelo, por ejemplo, algunas especies no sobrevivirán. “La agricultura actual es incompatible con el ecosistema, pero hay mucha más conciencia sobre la biodiversidad. La gente sabe que no solo es cuestión del oso polar que se extingue por culpa del incremento de las temperaturas”, compara.

Aunque el experto del MNCN reconoce la calidad del estudio que recopila datos desde 2000 hasta 2015, precisa también que es solo el comienzo de una investigación que debe seguir creciendo. Desde el punto de vista social, la lucha biológica es cada vez más precisa. “Es importante controlar y ceñirnos en la especie dañina gracias a inyecciones por endoterapia, por ejemplo. Pero es mucho más costoso económicamente. Renta más fumigar todo un bosque de pinos que ir árbol por árbol aunque sea mucho más sano para el ecosistema”, argumenta. El científico muestra sin embargo optimismo frente a los controles que han implantado los países desarrollados. Por su lado, Bastida explica que se necesita un esfuerzo internacional para tener más trabajos como estos que ponga en evidencia el problema y confirmen las teorías.

Arturo Guerrero: “Uno nunca se las sabe todas, uno nunca deja de aprender”

14 enero 2020 –

Foto: Caracol Radio –

Guillermo Romero, Comunicaciones CPB.

Arturo Guerrero, periodista, escritor y socio del Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB) asegura que gracias a su bachillerato en el colegio San Benito en Sibaté nació su amor por las letras y la filosofía.

“En realidad era un Seminario donde preparaban a los jóvenes para el sacerdocio, nos daban clases de latín, griego, francés, inglés, pero se leía literatura clásica y ahí tomé mi amor por los libros”, recuerda ahora mientras observa su seleccionada biblioteca de unos mil ejemplares.

“El colegio San Benito se acabó y ahora hay una Escuela de Policía”, comenta nostálgico sobre aquellos años de madrugadas y heladas.

Arturo Guerrero es un corajudo escritor y periodista, columnista por demás, que religiosamente durante años ha consignado sus opiniones los miércoles en El Colombiano y los viernes en El Espectador.

Después de estudiar Filosofía encontró en el Periodismo una posibilidad para dar a conocer sus ideas. El mundo de la calle 60, del llamado hipismo, lo llevó a encontrar personas con otros pensamientos.

En esos devaneos encontró al locutor y presentador de Radio 15, Alfonso Lizarazo, quien lo invitó a formar parte de un programa periodístico con jóvenes.

“Era genial. Grandes compañeros. Con múltiples historias y aventuras. Un día entrevistamos a Pelé, que era el ídolo mundial en ese momento. Ese programa tuvo mucha sintonía y luego hablamos con personalidades como Álvaro Gómez Hurtado, quien en un principio no quería hablar, pero luego aceptó y fue muy amable con nosotros y con el público. Era un estilo diferente, nada de acartonamientos del momento”, rememora ahora Arturo Guerrero, socio del CPB desde hace ya más de 30 años.

Unos meses después terminé en El Bogotano, de doña Consuelo de Montejo. “Era una señora muy liberal, opuesta al gobierno de turno, no había censura para nada. A mí me encargaron de los temas laborales, cubrir lo de las marchas, ir a los sindicatos, donde me aplaudían porque era el único medio que les publicaba sus peticiones”, cuenta.

“Una de las manifestaciones que cubrí fue la famosa del 12 de septiembre de 1977 contra Alfonso López Michelsen, que en estos días ha salido a relucir”, agrega.

“En El Bogotano teníamos un jefe de redacción, que antes había sido policía y escolta de doña Consuelo de Montejo. Tipo cuatro de la tarde pasaba por los escritorios e iba diciendo: “muerticos, muerticos, muerticos”. A él sólo le obsesionaban los temas de asesinatos, bandidos, actos delincuenciales. Pero siempre recuerdo al gordito en su desfile vespertino haciendo ese interrogatorio porque con ello haría el titular para el día siguiente”, dice.

Foto: El Colombiano.

“Por esos años me llamaron para formar parte del equipo de Periodistas Asociados, una empresa en la cual estaban Daniel Samper Pizano, Gloria Pachón, Luis Carlos Galán y un tipazo que sabía todo de economía, Alirio Bernal. Esa agencia funcionaba con teletipo. Fue un experimento interesante. Después nacieron Colombia Press y el CIEP”, rememora ahora Arturo.

De allí pasé a la televisión, al Noticiero de las 7 de Juan Guillermo Ríos.

“Cuando recuerdo esa época se me viene a la memoria el adiós repentino de dos compañeros. A María Luisa Mejía, una entrevistadora genial y al paisita, un camarógrafo, los encargaron de investigar por qué se suicidaban las tortugas en la bahía de Utría. Se fueron en una avioneta del Inderena, pero no les alcanzó la gasolina y murieron”.

“Eso fue muy doloroso para los periodistas. Ella era una gran entrevistadora. He conocido a dos entrevistadores capaces de hacer que un niño hable con respuestas especiales: Pacheco y María Luisa Mejía. Ella era capaz de hablar con quien fuera porque sabía interrogar. Ella dejó un vacío muy grande en el noticiero”, relata ahora Arturo mientras bebe un aromático café antioqueño.

TIEMPOS DE SEMANA

“Un día Felipe López me dijo que me pasara para Semana. Me fui para la oficina que tenían en la 85 y allí experimenté la escritura a varios manos. Cuando hacíamos un trabajo periodístico, una investigación, cada redactor iba dando lo que había adelantado y se agregaba al texto. Al final salía un artículo que, incluso, no llevaba firmas”.

Estando en esas le propusieron desde México que, si quería ser corresponsal de la Agencia Latinoamericana de Servicios Especiales de Información, Alesei.

“No se trabajaba la noticia como tal, sino que se elaboraba un material analítico, con cifras, contexto, comentarios de especialistas, análisis de las situaciones. Se buscaba, con el patrocinio de la Unesco, buscar un equilibrio noticioso, dar otra información a la que entregaban en ese momento las grandes agencias como la UPI, AP y otras. En Alasei trabajé unos seis años y estuve en Lima, Santo Domingo y México en reuniones periodísticas”.

“Allí conocí el primer computador. Nos mandaron de México a un experto en el tema, quien nos enseñó desde cómo prenderlo, hasta como integrarlo, por medio de un teléfono a las comunicaciones con la oficina central. Ahí dejé la máquina de escribir. Fue interesante, la corresponsalía extranjera daba horarios libres, escogencia de temas. Un día nos llamaron y nos dijeron que se daba por terminado el contrato por cuestiones de finanzas”, señala.

Arturo persistía en el Periodismo y fue llamado entonces para laborar en la Revista Nueva Frontera. “Teníamos unas reuniones inolvidables como María Mercedes Carranza en la casa del expresidente Carlos Lleras Restrepo. Hacíamos los consejos de redacción cada semana, nos veíamos con Luis Carlos Galán, Gloria Zea, Morris Hart, Rafael Amador. Yo escribía sobre política internacional y gracias a una crónica que hice por los países de la llamada Cortina de Hierro, gané el premio Simón Bolívar”.

Cuando finalizó su paso por la revista, Enrique Santos le pidió que escribiera para Lecturas Dominicales donde hacía artículos sobre viajes, temas culturales, entrevistas con escritores o comentarios de libros. “Nunca estuve de planta en ese diario, pero llevaba semanalmente mis trabajos”.

Foto: Kien y ke.

CON FOTOCOPIAS EN LA MANO

“Yo la verdad, me aburrí de ser el portavoz de los personajes. Un día me propuse decir lo mío, contar lo mío, lo que a mí me parece. Así nací como columnista. Pero era un tema muy complicado porque ese renglón periodístico lo tenían exclusivo los familiares de los dueños de los diarios y algunos gamonales políticos. No se usaban que los redactores fueran columnistas”.

Arturo escribió entonces tres columnas, les sacó fotocopias y se iba para cuanto coctel había con ellas. “Cuando veía a un director se las entregaba diciendo, yo quiero hacer esto”.

“No me respondían, pero un día fui a Tunja y le llevé mis tres artículos: uno sobre el metro de Medellín, otro sobre el Reinado de Cartagena y uno más sobre algo del momento. Se los llevé al médico siquiatra Abel Martínez que era el director del periódico La Tierra. Le dije: “yo escribo esto”. No me respondió, pero a los pocos días me envió los periódicos con las notas publicadas. Así nací como columnista”.

“Yo disparaba para todos lados. Julio Roberto Bermúdez me llevó a escribir a una revista de agro, “Carta ganadera”. Hice boletines acá y allá. En la revista de Avianca también me publicaban.

“Un día en uno de esos cócteles me encontré con Nohra Parra a quien le pedí que me ayudara con Belisario Betancur. Él me atendió, pero me comentó que no iba para La Prensa y que mejor me daba una tarjeta para presentarme a donde Juan Carlos Pastrana. Me puse contento, fui unos días después, pero la secretaria no me colaboró hasta cuando le dije que iba allí por recomendación de Belisario Betancur, entonces me recibieron. Faltaba un mes para comenzar a editarse ese diario”.

“En esos días me llamaron para decirme que tendría una oportunidad para ir a Casa verde, el cuartel general de las FARC. 

“Nos pusieron una cita en una cafetería, nos llevaron con una fotógrafa de la AP y otro periodista y emprendimos un recorrido hasta San Juanito en el Sumapaz. Allí nos subieron a unas mulas y fueron cinco días de recorrido, durmiendo en casas campesinas abandonadas, pero equipadas por las FARC hasta llegar al famoso “Rincón de los viejitos”, como le decían los guerrilleros rasos al sitio donde vivían Jacobo Arenas, Tirofijo y Alfonso Cano. Había unos 700 guerrilleros, tenían salidas de escape, emisora, hospital de campaña, almacén, salón de conferencias, patios de entrenamiento…”.

“Tirofijo vivía en otro sitio, nos recibió, nos tuvo como 10 horas y tenía en la pared de su casa dos mapas de Colombia. En uno los puntos donde estaba el Ejército y el otro, donde estaban los frentes de las FARC. Con ese ejercicio nos comentaba cuánto tiempo les faltaba para llegar al poder. De allí salió también la famosa foto de la guerrillera lavándole los pies a Tirofijo”, recuerda.

“Cuarenta años después la fotógrafa habló con la muchacha de la foto. Ella es Sandra Ramírez, congresista de Colombia”.

Cuando regresé con la crónica, Juan Carlos Pastrana la publicó al domingo siguiente con un despliegue de portada y cuatro páginas interiores. 

“Después hice un trabajo sobre Mathías Rust, el joven que aterrizó en una avioneta en plena plaza roja de Moscú, burlando toda la seguridad aérea de la URSS. Yo firmaba en esos años como “Anarco iris”, una mezcla entre anarquismo y todos los colores. Quería escribir cosas que sorprendieran a los lectores. Fueron nueva años de redacción pura”.

Cuando se acabó el diario marchó a Medellín y pasó por El Colombiano. Llevó sus fotocopias y en esta oportunidad le agregó sus notas en La Prensa.

–Mire, le dije a ella. Esto es lo que hago, no sé si sirva para El Colombiano. Se las dejo, las analiza y me cuenta.

Y la entonces subdirectora no le comentó nada.

Salió para despedirse de una redactora y ella preguntaba: “¿Dónde está el señor que me trajo estos papeles?”.

–Aquí estoy, le contestó Arturo.

–Siga escribiendo, me gustó, le contestó.

Así lleva 30 años y medio, escribiendo cada miércoles.

Y así también ha hecho para El Espectador, donde le publican sus opiniones los viernes.

“Uno nunca se las sabe todas, pero uno nunca deja de aprender. Para escribir hay que tener un freno de mano. Hay que leer bastante y de todo. Se deben buscar diferentes fuentes”, revela el periodista socio del CPB y ganador del Premio CPB 2018 en la categoría de Opinión.

 

El CPB en el meticuloso cuidado para elegir los MEJORES trabajos periodísticos del 2019

14 enero 2020 –

Comunicaciones CPB.

“El periodismo colombiano está más vivo que nunca”, dijo Gloria Vallejo, presidente del Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB) al instalar hoy martes 14 de enero la reunión del informe del pre jurado al grupo de jurados  que determinarán cuáles son los trabajos que serán galardonados el próximo 7 de febrero en la ceremonia “La Noche  de los Mejores”.

“Para el CPB y, en general, para el periodismo nacional, la cantidad y la calidad de trabajos que se recibieron, con todo tipo de temas, de diferentes regiones y de medios, desde los tradicionales hasta los alternativos, individuales y grupales, nos demuestran una vez más que esta profesión está más viva, fuerte y vigorosa  que nunca” comentó Gloria Vallejo.

Mil cincuenta y cinco periodistas entregaron 502 trabajos, los cuales ya fueron analizados por el pre jurado constituido por destacados periodistas socios del CPB: Gustavo Castro Caycedo, Arturo Guerrero, Athala Morris, Elker Buitrago, Yeiver Rivera, Alfonso Morillo, Jorge Sánchez Vargas, Camilo Tovar, Javier Baena, Norberto Patarroyo, Luis Jaime Acosta, Tulio Pizarro, David Cañón, Francisco Javier Diaz, Guillermo Camacho, Vespasiano Jaramillo, Germán Mejía Pinto, Héctor Téllez, Luis Alexander Castro, Jesús Valencia, Teodoro Gómez y Claudio Ochoa. También colaboraron en este proceso del Premio CPB 202O el escritor y periodista Carlos Gustavo Álvarez y el periodista, analista y columnista Germán Manga, amigos del CPB.

Las categorías que participan son once: prensa, radio, televisión, medios virtuales, tesis de pre grado, opinión, caricatura, fotografía, mejor trabajo de corresponsal, mejor trabajo de cámara y mejor libro escrito por un periodista.

El jurado está integrado por reconocidos periodistas del país: Juan Gossaín, Juan Esteban Constaín, Fernando Ramos, Sandra Borda, Marisol Cano, María Lucía Fernández, Fernando Quijano y Germán Rey.

En esta oportunidad los medios electrónicos sirvieron para que periodistas como Juan Gossaín, desde Cartagena; Fernando Ramos, desde otro lugar del país y, Juan Esteban Constaín, desde Berlín (Alemania) participaran en la reunión preguntando o dando sus opiniones.

Los ganadores se conocerán en la Noche de los Mejores, en ceremonia que tendrá lugar en el Teatro Cafam, en el barrio Floresta de Bogotá, el viernes 7 de febrero. Será transmitida en vivo por Canal Capital y contará con la producción del Canal Caracol.

“Hay que proteger a los periodistas frente a la intolerancia religiosa”, sostienen RSF y los relatores de la ONU en el 5º aniversario del ataque a Charlie Hebdo

14 enero 2020 –

Tomado de: RSF.

Cuando se cumplen cinco años del ataque a la revista francesa ‘Charlie Hebdo’, en el que murieron 12 personas, entre ellos ocho trabajadores de la publicación, Reporteros Sin Fronteras (RSF) y dos relatores especiales de la ONU hicieron este 6 de enero un llamamiento a gobiernos y organizaciones internacionales para que se proteja de la intolerancia religiosa a los periodistas.

El secretario general de RSF, Christophe Deloire, el relator especial sobre libertad de religión o creencias, Ahmed Shaheed, y el relator especial sobre libertad de expresión y opinión, David Kaye – que habló por videoconferencia desde California-, hicieron el llamamiento conjunto en una rueda de prensa celebrada el 6 de enero en París y a la que también asistieron el abogado de Charlie Hebdo, Richard Malka, y la directora de activismo de Humanists International, Elizabeth O’Casey.

Deloire, Shaheed y Kaye condenaron el aumento de la intolerancia religiosa y, en general, del discurso de odio, que es responsable de violaciones institucionales contra los derechos de los periodistas y de agresiones físicas contra ellos. Destacaron el estrecho vínculo entre la libertad de religión o de creencias por un lado, y la libertad de opinión y expresión por el otro, en el Plan de Acción de Rabat y en el trabajo del Comité de Derechos Humanos de la ONU.

Sobre todo, pidieron que los temas relacionados con la intolerancia religiosa se incluyan en las iniciativas prescriptivas y las acciones internacionales para proteger a los periodistas. Esto significa que los estados miembros de la ONU deberían despenalizar la «blasfemia» de acuerdo con los comentarios del Comité de Derechos Humanos de la ONU, el plan de acción de Rabat y la Resolución 16/18 de la Asamblea General de las Naciones Unidas de marzo 2011. Estos temas deberían incluirse en las próximas resoluciones de la ONU sobre la protección de los periodistas, y se debería poner un enfoque particular en ellos, en la Estrategia y Plan de acción sobre el discurso de odio que el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, lanzó en junio 2019.

«No se han aprendido las enseñanzas del ataque a Charlie Hebdo«, dijeron, cinco años después del ataque del 7 de enero de 2015. «Recordamos a los jefes de Estado y de gobierno -incluidos aquellos que marcharon contra el terrorismo y por la libertad de expresión por las calles de París el 11 de enero de 2015- que no solo es importante proteger a los periodistas y a los caricaturistas, sino también proteger su derecho a criticar los sistemas de pensamiento «.

«Ni las resoluciones de la ONU sobre la protección de los periodistas aprobadas por el Consejo de Seguridad, ni las de la Asamblea General ni las del Consejo de Derechos Humanos mencionan una sola vez el asunto del peligro que la intolerancia religiosa representa para los periodistas», apuntó Christophe Deloire. «Ya sea por equivocación o por omisión deliberada, esta falta de referencia a una de las amenazas más graves para el periodismo debe rectificarse para estimular la movilización internacional».

«La blasfemia está en el centro de los derechos humanos y no creo que pueda haber democracia ni derechos humanos si no puedes blasfemar», dijo Richard Malka, de Charlie Hebdo, quien expresó su preocupación por el aumento del miedo tras la matanza. «¿Quién se atreve aún a criticar religiones? «, preguntó y agregó: «Es necesario reconocer el derecho a blasfemar y usar el derecho al blasfemar».

«Cinco años después, sin embargo, hay signos preocupantes de que es posible que no estemos tan comprometidos con la defensa de la libertad de expresión como afirmamos después de los ataques», dijo Ahmed Shaheed, relator especial sobre la libertad de religión o de creencias. «Por supuesto, sería importante eliminar las restricciones ilegítimas de la libertad de expresión. También debemos priorizar aquellos países donde estas leyes se usan con mayor frecuencia y violencia», agregó.

«La posibilidad de debate no debería ser únicamente una prerrogativa de las sociedades democráticas», señaló David Kaye, lamentando el hecho de que «las leyes contra la blasfemia se utilizan en algunas partes del mundo como una forma de reforzar las amenazas».

«En vísperas del quinto aniversario del horrible ataque a Charlie Hebdo -un ataque a la disidencia, a la libre expresión, al derecho a la burla y a decirle la verdad al poder- quiero subrayar que no solo existe el derecho legal de criticar a cualquier sistema de pensamiento sin restricción por las creencias o las sensibilidades de otros, sino que semejante crítica es necesaria » señaló la directora Humanists International, Elizabeth O’Casey. «Tenemos que defender el discurso que molesta a las personas, que desafía a las personas, que hace que la gente piense y cuestione el status quo y nuestras estructuras de poder «, agregó.

La comisión internacional creada a iniciativa de RSF e integrada por 25 personalidades -entre ellas los premios Nobel Shirin Ebadi, Mario Vargas Llosa, Amartya Sen y Joseph Stiglitz-, emitió una Declaración sobre Información y Democracia el 5 de noviembre de 2018. Esta última, inspiró el Pacto Internacional de Información y Democracia que firmaron 30 países durante la Asamblea General de la ONU en septiembre de 2019.

«La libertad de expresión es un derecho fundamental de las personas a expresarse», proclama la Declaración. «Incluye el derecho a criticar a cualquier sistema de pensamiento y no puede verse limitado por las creencias o sensibilidades de los demás, según las normas internacionales de la libertad de expresión y con el debido respeto a los derechos y la reputación de los demás».

Escasos progresos en la despenalización de la blasfemia desde 2015

Desde la manifestación por la libertad de expresión y contra el terrorismo por parte de 56 jefes de Estado y gobierno y líderes de organismos internacionales en París, el 11 de enero de 2015, ha habido pocos avances internacionales en la despenalización de la blasfemia.

Después de años de disputas diplomáticas sobre la «difamación de religiones», el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en la resolución 16/18, del 24 de marzo de 2011, comprometió a todos los países a combatir la intolerancia religiosa mediante la promoción de los derechos a la libertad de expresión, libertad de religión o de creencias, y la no discriminación, que son interdependientes y se refuerzan mutuamente. En Estambul se inició un proceso internacional en 2011 y en Rabat un plan de acción en 2012.

Desafortunadamente, poco se ha logrado como resultado de estas iniciativas. Según el Informe de Libertad de Pensamiento de Humanists International, solo ocho países han derogado Leyes de «blasfemia» desde 2015, y las leyes de otros 69 países continúan penalizando la blasfemia. En Arabia Saudí se castiga con castigos corporales y, en Egipto, con prisión o ejecución. Los acusados ​​de blasfemia se enfrentan a una posible sentencia de muerte en otros seis países: Mauritania, Brunéi, Pakistán, Irán, Afganistán y Somalia. La apostasía, un cargo presentado en ocasiones contra periodistas y dibujantes, está penalizada en 18 países. Los «apóstatas» afrontan una posible sentencia de muerte en 12 de ellos.

Contrariamente a la resolución de marzo de 2011, algunas leyes contra la blasfemia incluso han sido reforzadas. Bajo el nuevo código penal de Brunéi, aprobado en 2019, la blasfemia, la apostasía, la homosexualidad y el adulterio se castigan con palizas, azotes o la muerte. El artículo 306 del código penal de Mauritania ha sido reemplazado por nuevas provisiones para una sentencia de muerte automática en casos de «declaraciones blasfemas» o apostasía.

Es en Europa donde el proceso de despenalización de la blasfemia ha progresado más desde 2015. Noruega había comenzado en 2009, pero hasta después de los asesinatos de Charlie Hebdo no derogó su ley de blasfemia. El Partido Pirata de Islandia convenció a su Parlamento para derogar su ley de blasfemia en una sesión en julio de 2015 en la que tres miembros del partido tomaron la palabra por turnos y pronunciaron la frase «Je suis Charlie». En Francia, la blasfemia estaba despenalizada desde 1881, excepto en Alsacia Mosela, donde finalmente dejó de ser delito en 2017. Otros seis países han derogado sus leyes de blasfemia desde 2015: Malta en 2016; Dinamarca en 2017; Irlanda (por referéndum) en 2018 y, en 2019, Canadá (en febrero), Nueva Zelanda (marzo) y Grecia (julio).

Si bien la penalización de la blasfemia en el sentido más estricto tiende a desaparecer en Europa, insultar a las creencias religiosas u ofender sentimientos religiosos todavía es delito en algunos países. En una decisión altamente cuestionable, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos refrendó la condena por blasfemia a un miembro de la de la extrema derecha austríaca, por referirse desfavorablemente al Profeta Mahoma. ¿Este precedente judicial significará que las caricaturas de los profetas ya no están permitidas? ¿Podría usarse contra Charlie Hebdo? Lamentablemente, la pregunta está abierta.

Grilletes religiosos sobre las noticias y la información

Mientras el mundo entero seguía la búsqueda de los asesinos de Charlie Hebdo el 9 de enero de 2015, a miles de kilómetros de distancia, las autoridades sauditas, que habían condenado el ataque contra Charlie Hebdo, estaban dándole latigazos a Raif Badawi, un bloguero de 31 años, por ejercer su derecho a la libertad de expresión y a la libertad de opinión. Le propinaron 50 de los 1.000 latigazos a los que fue sentenciado en noviembre de 2014, además de a una condena de diez años de prisión, por los cargos de apostasía e insulto al Islam en su web sobre laicismo. Aunque respaldado por muchos países, Badawi todavía está en prisión.

Por reproducir una caricatura de Mahoma con una lágrima en el ojo y sosteniendo un cartel que decía «Yo soy Charlie», los columnistas turcos Hikmet Cetinkaya y Ceyda Karan del periódico Cumhurriyet, fueron sentenciados en 2016 a dos años de prisión por «incitación al odio» e «insulto a los valores religiosos”. Siguen esperando a que tenga lugar su apelación.

El bloguero egipcio Sherif Gaber fue detenido en octubre de 2013 acusado de difundir online «ideas ateas» y fue sentenciado a un año de prisión en 2015 por «defender el ateísmo». Después de obtener permiso para apelar contra su condena a cambio de depositar una gran suma de dinero, se escondió para evitar tener que cumplir la sentencia de prisión. En enero de 2019 publicó un vídeo en YouTube titulado «Ayúdame a escapar de Egipto».

Limon Fakir, un bloguero crítico de Bangladesh que escribió sobre el fundamentalismo islámico, fue torturado por la policía durante dos semanas después de ser arrestado en abril de 2017. Finalmente fue acusado de «lenguaje difamatorio contra el Profeta» bajo la notoria sección 57 de la Ley de Tecnología de la Información y la Comunicación, que a menudo se usa para amordazar a los blogueros y periodistas en Bangladesh. Todavía se enfrenta a una posible sentencia de 14 años de prisión. Asas Noor, otro bloguero bangladesí huyó a India después de ser arrestado en enero de 2018 por escribir artículos considerados críticos con el Islam. También se enfrenta a una posible sentencia de cárcel de 14 años.

En Irán, desde 1979, cientos de intelectuales, incluidos periodistas y periodistas ciudadanos, han sido detenidos, juzgados y condenados a largas penas de prisión, e incluso ejecutados, bajo la acusación de insultar «lo que es más sagrado en el Islam, los santos imanes chiitas y el Corán». El trato al fotógrafo de Teherán Soheil Arabi, galardonado con el Premio RSF a la Libertad de Prensa 2017 en la categoría de periodista ciudadano, es típico de la ferocidad de esta persecución. Confinado en aislamiento durante meses después de su detención, en diciembre de 2013, sigue detenido nueve años después. Es uno de los diez periodistas que se encuentran actualmente en prisión, ya sea en espera de juicio o cumpliendo condenas, por cargos de blasfemia.

La puesta en libertad, en julio de 2019, de Mohamed Cheikh Ould Mohamed Mkhaïtir, el bloguero mauritano que primero fue condenado a muerte en diciembre de 2015 por apostasía e insultos al profeta Mahoma y luego fue retenido durante más de cinco años, ofreció un rayo de esperanza para otras víctimas y para todos aquellos que, como RSF, lo habían apoyado durante sus casi seis años de detención.

Violencia de individuos o de grupos armados

Cinco años después del ataque contra Charlie Hebdo, la amenaza de violencia contra quienes discuten la religión o se burlan de ella no ha disminuido, e incluso está siendo amplificada por las redes sociales. En otras palabras, los periodistas están amenazados por la legislación, por grupos armados o por ambos.

En abril de 2018 se presentó una acusación penal por «herir sentimientos religiosos» contra Swathi Vadlamudi, periodista india del periódico The Hindu, por dibujar una caricatura de dos dioses hindúes. Al mismo tiempo, hubo una campaña de acoso en línea y amenazas de muerte contra ella. Incluía vaticinios de que ella sufriría el mismo destino que Gauri Lankesh, la célebre editora de periódicos que fue asesinada a tiros en septiembre de 2017, probablemente por nacionalistas hindúes.

La situación es igual de mala, si no peor, en Bangladesh. El editor del diario Bhorer Kagaj, Shyamal Dutta, y su personal fueron recientemente amenazados de que serían ahorcados en público. Muchos blogueros ateos han sido asesinados en Bangladesh desde 2013. Entre ellos se cuentan Ahmed Rajib Haider, golpeado hasta la muerte por militantes en febrero de 2013 después de publicar en Internet comentarios sobre fundamentalismo religioso. En 2015, fueron asesinados cuatro blogueros conocidos por defender la tolerancia, la libertad de expresión y el libre pensamiento en sus publicaciones: Avijit Roy, fundador la web de noticias Mukto-Mona; el bloguero Washiqur Rahman; el periodista ciudadano Ananta Bijoy Das y el reportero digital Niloy Neel. Al joven periodista ciudadano Nazim Uddin Samad lo mataron a tiros en abril de 2016 por defender el laicismo en sus escritos. Las investigaciones policiales sobre estos asesinatos están en punto muerto y ninguna ha acabado en condena. El librepensador Shahjahan Bachchu, bloguero y editor del semanario Amader Bikrampu, se encuentra entre las últimas víctimas. Defensor de la tolerancia religiosa, llevaba años amenazado por grupos yihadistas e islamistas radicales. Fue asesinado a sangre fría por pistoleros enmascarados en junio de 2018.

En Pakistán, las acusaciones de blasfemia terminaron trágicamente para Mashal Khan en abril de 2017. Tenía 23 años y estudiaba periodismo. Después de un debate sobre religión, otros estudiantes lo acusaron de insultar al Islam: un grupo de compañeros lo sacó de su residencia universitaria al día siguiente y lo golpeó hasta la muerte a plena luz del día. Los vídeos de su asesinato mostraron un estilo de linchamiento y un tipo de “justicia” que a menudo se asocia con grupos islamistas como los talibanes o el Estado Islámico.

En Jordania, el escritor cristiano Nahed Hattar fue asesinado a tiros en 2016. Había sido encarcelado por el rey Hussein en la década de 1980 por criticar a la monarquía y había escapado por poco a un intento de asesinato en 1988. Un hombre armado acabó por dispararle en la calle en septiembre de 2016 cuando se dirigía a la corte donde lo estaban juzgando por compartir una caricatura en Facebook que se burlaba de la visión yihadista del Estado Islámico sobre Dios y el paraíso.

Incluso en Francia hay periodistas con protección policial a causa de las amenazas vinculadas a la intolerancia religiosa. Cinco años después de los atentados, aún llevan protección policial ex periodistas de Charlie Hebdo y actuales integrantes de la revista, que también ha pagado su precio por las continuas amenazas: ha tenido que gastar cada vez más en seguridad a pesar de que ha perdido la mayoría de los lectores adicionales que ganó inmediatamente después de los asesinatos.

Los ex periodistas de Charlie Hebdo siguen amenazados. El ex editor Philippe Val tiene escolta policial desde que publicó las famosas caricaturas de Mahoma en 2006. Aunque no ha trabajado para Charlie Hebdo desde 2009, sigue siendo un objetivo favorito para grupos fundamentalistas. La protección de la ex periodista de Charlie Hebdo Zineb el Rhazaouia, se reforzó nuevamente en diciembre porque seguía recibiendo amenazas de muerte y llamadas de los fundamentalistas que dicen que la golpearán o la violarán.

El periodismo literario

14 enero 2020 –

Por: Eduardo Escobar, El Tiempo –

No solo se vive de la ramplonería de la verdad más aparente de las cosas.

En unos diarios recién publicados, Héctor Abad hace una anotación que asumí abusivamente como un reproche a la vida que llevo desde la juventud como periodista y escritor de libros. Dice, palabras más o menos, que el mundo está lleno de miserias, y que los periodistas se esconden en la literatura. Y cita a Joubert. El amigo de Chateaubriand, y revolucionario un breve tiempo, según Wikipedia, para quien los periodistas jóvenes escribían sobre lo que no merecería estar bien escrito. Leí en Spengler un enigma parecido. A propósito de Mommsen. A quien entristece que algunos escritores como Tácito cuenten lo que habrían debido callar y callen lo que hubieran debido decir. Sí. Existen los camuflados en la literatura. Esos que a cierta edad, después de fracasar en lo demás, se dedican a escribir historias inventadas, y retruécanos en prosa cortada que ahora llaman poesía. Cuando falta el espíritu creador, algunos se entregan a la política. Que también pide el don de la elocuencia, pero sobre todo la astucia de medrar al amparo de algún trapo con pretensiones de arcoíris, un par de consignas con cara de principios, y un padrino.

No solo se vive de la ramplonería de la verdad más aparente de las cosas. Los periódicos desde los comienzos de la modernidad publicaban sonetos en sus páginas diarias, y novelones románticos de sábado con ilustraciones de aguafuertes sombríos. Entremezclados con los bandidos y los políticos y las putas de las finanzas de postín, ofrecían a sus lectores efusiones, elogios a la luna y novelas lacrimógenas de muchachas enamoradas de caballeros plagados de neurosis y colonizadas por algún bacilo de moda sin antibiótico conocido. No había televisión. Representaban lo que hoy las series yanquis y los culebrones latinoamericanos, para un tiempo cuando anochecía más largo, y los periódicos contribuían a la masacre de ballenas, puesto que quienes podían comprarlos y leerlos cebaban sus bujías con las grasas del mayor de los mamíferos. Los pobres se bastaban con los inestables velones de sebo de cerdo. Y usaban los diarios para encender fogones ahorrando paja, y para mitigar el deshonor del retrete, en el trono del clavo: los dispensadores de porcelana estaban por inventar.

Son imprescindibles en las sociedades modernas esos particulares periodistas que andan husmeando en las privacidades de sus prójimos, espiándoles los rastros, el saldo, las llamadas secretas. No es extraño que los periodistas de mayor prestigio y de más ancha pantalla sean también los encargados de ventilar las basuras del poder y del delito, en ese límite donde los negocios y la política se tocan con la delincuencia. Son las sirvientas de la moral, a veces sobrecargadas de rencor, sevicia, encono, porque así son los moralistas, los verdaderos y los meros hipócritas que cargan en los demás pesos que ellos no llevan. Los perros guardianes de la norma son imprescindibles en una sociedad saludable. El carácter que los anima es lo de menos siempre que ayuden a desopilar ratoneras y a asolear los trapos de los avivatos. Sin embargo, a mí me da una inmensa pereza, y mucho asco, poner a funcionar las neuronas con los estímulos de la coyuntura, en los enconos emocionales que le dan el aspecto a la vida social. Me dicen más cosas los libros de algunos muertos que el cacareo de mucha gente viva. O que se lo cree. Cuando solo obedece al pavoneo. Los nombres de los protagonistas de los procesos de la superficie no interesan. Los poemas de Homero permanecen incólumes, activos, en la memoria del mundo, aunque ya no sepamos cómo se llamaban los mandamases de los días cuando escribió, ni dónde están esos polvos que hicieron tanto ruido. Pinochet y Fidel Castro son el mismo animal. Las ondas efímeras, y envenenadas, los rizos en la superficie de la gran corriente de la vida profunda. Su circo aporta la paradoja y la sorpresa cómica. Que nos salva del engolosinamiento en lo meramente lamentable y de la simonía que convierte el dolor en un modo de vida, como una tienda.