Crculo de Periodistas de Bogot

Archivos febrero 2020

Me equivoqué

17 febrero 2020 –

Por : Revista Semana –

Foto: Revista Semana –

Quiero excusarme, incluso con Hassan Nassar, por haberme salido de casillas esta semana, en medio de una entrevista. Nunca debí perder el control, pero me dolieron mis hijos y mi esposo, me dolió el honor que he cuidado durante 46 años de mi vida.

Creo que caí en una trampa que premeditadamente me tendió el provocador consejero de comunicaciones del gobierno. Yo tuve una reacción humana, inaceptable en mi papel de periodista. Él decidió atacarme de manera muy baja con información privilegiada que misteriosa y convenientemente le llegó a sus manos, en lugar de responder las preguntas que le hice sobre la utilización del avión presidencial.

Hassan iba con un objetivo: atacarme con algo personal para descalificar mis cuestionamientos.

Él me engañó, él no iba a cumplir su papel de vocero, él iba listo a masacrarme. Hoy pienso que a Julio Sánchez Cristo, o a Néstor Morales no les habría hecho lo mismo, solo por poner cualquier ejemplo. A no ser que la nueva estrategia del Gobierno Duque sea callar al periodista que se atreva a criticarlos con chantajes derivados de asuntos personales, logrados con inteligencia muy rápida y verificaciones, antes de cada entrevista. A cuántos les tendrán guardados de verdad. Grave y peligroso.

Llamé a Hassan de buena fe para que el programa del martes a las doce no saliera sin la versión de palacio. Me dijo que hablaría 24 horas después en la radio. Le expresé que esperar tanto no era buena idea. Se negó. Pero luego, cuando armó el plan, me escribió  que me daría “la primicia”. Eso sí, me pidió que como vocero del Gobierno Duque no lo pusiera a debatir con nadie. Ante un tema tan sensible, acepté. Ya al aire, lo saludé amable, le permití hablar sin interrupciones más de seis minutos, pero cuando le hice la primera pregunta, sacó su primer as bajo la manga, me habló de la protección que les presta a mis hijos la UNP, por desgracia amenazados como consecuencia del trabajo de su mamá. Gracias a Hassan ya todo el país lo sabe, incluso los delincuentes. Yo contesté de manera transparente y seguí la entrevista. Le insistí en por qué los invitados de la familia presidencial no se fueron en un vuelo comercial y pagaron sus tiquetes. Nassar me sacó lo que para él era mi más ‘grande pecado’: haber viajado en el avión presidencial en el Gobierno Santos en una misión oficial por la canonización de la Madre Laura. Todos los invitados iban con sus esposos y esposas, por protocolo. Yo además fui a trasmitir el momento para La FM. No me fui a escondidas, no le pedí al presidente que me invitara y mis jefes estuvieron enterados. Hubo más periodistas en la ceremonia y varios de los más importantes empresarios de Colombia. A nadie le queda duda de mi posición crítica frente a Juan Manuel Santos. Yo no valgo un viaje en el avión presidencial. Pero Hassan me señaló. Su mensaje era, cállese que usted no puede preguntar ni cuestionar al presidente Duque porque usted ha viajado en el avión de los presidentes.

De ser así, la gran mayoría de directores de medios estarían impedidos. Muchos, si no todos, han hecho este tipo de viajes. Pero él esa lista no la sacó. Él quería ponerme a mí en entredicho. De los demás seguro sintió miedo. Ojalá publique no solo ese viaje si no todos los de los últimos 20 o 30 años.

15 minutos después de estar al aire, Hassan me habló de hipocresía y doble moral. Estallé y pasó lo que ustedes saben. Al final nunca contestó lo que debió contestar como vocero del Gobierno. Cargo para el cual lo considero no apto, al margen de la rabieta.

Este episodio, que repito, no debería haber ocurrido, ha movido las fibras. Lo comprendo. Incluso, algunos colegas han pedido mi cabeza o han calificado el hecho como la “muerte” del periodismo. ¿En serio?, ¿un enojo que no justifico es lo peor que le ha pasado al periodismo de Colombia?

Grave que algunos periodistas hayan decidido ser fichas a sueldo de los carteles de la droga, los paras, las Farc o el ELN. ¿No será que todos los que comieron en la coca de los millonarios contratos del Gobierno Santos para hablar en favor de la paz  fueron peores? Ni qué decir de todos los habilidosos periodistas-negociantes que no han dejado de beneficiarse de todos y cada uno de los gobiernos durante décadas y están ricos.

¿Lo que hice fue tan catastrófico como para que el maestro Juan Gossaín, a quien admiro y quiero, sienta vergüenza de ser periodista? Él durante décadas ha visto lo peor de muchos colegas. Estoy segura de que en sus recuerdos tiene casos ejemplarizantes que de verdad nos sonrojan.

Jamás hago ni siquiera un retuit a las críticas que les hacen a otros periodistas. No me sumo al linchamiento, ni pertenezco a la sociedad del mutuo elogio.

Que este y el otro salen en los papeles de Panamá, que alguno tiene a toda su familia colocada en cargos públicos, que aquel la embarró al aire. No, no me aprovecho, porque detesto el canibalismo. Pero siempre me quedo callada cuando me caen. Me sorprende por ejemplo la pila Camila Zuluaga, quien llegó al espacio de Blu, al mediodía, a replicar el modelo que yo implementé en La W y ahora está adolorida y sufriendo por el periodismo que yo hago. Sería bueno que ella invierta esa energía en crear algo propio y que conecte con la gente. Le iría mejor.

Por Néstor Morales, que es muy buen periodista, solo siento angustia, debe ser muy difícil y agobiante ser el cuñado del presidente y tener que defenderlo obligatoriamente todos los días.

Del Círculo de Periodistas de Bogotá acepto el llamado de atención, pero respetuosamente los invito a que sean más activos y agudos frente a los verdaderos problemas del gremio.

No he recibido emisoras de los gobiernos, como algunos que disfrutan de jugosas rentas por tenerlas alquiladas. Ni ningún otro beneficio económico. No utilizo mis relaciones con las fuentes como lo hacen algunos del circulito bogotano para obtener beneficios y prebendas. Siempre he vivido de mi sueldo. Hoy incluso tengo dos hermanos desempleados porque soy incapaz de llamar al presidente o a sus ministros para que los empleen.

Lo que hice no lo vuelvo a hacer. Pero el país que me conoce sabe que tengo carácter y que soy transparente. Aquí el periodismo está más vivo que nunca y lleno de periodistas valientes y admirables. Los colombianos esperan que todos los que desempeñamos este oficio estemos a la altura y no hagamos trampa para sobresalir subiéndonos en el cadáver de los otros colegas. Hay algunos que mueren por verme fuera de combate. Conozco sus intrigas.

No sé si el presidente Iván Duque autorizó a Hassan Nassar a hacer lo que hizo. Me gustaría saberlo. ¿Estará la inteligencia del Estado dispuesta a volverse la mano derecha del Gobierno y del provocador Hassan que quiere ganar los debates nacionales atacando a los periodistas y no respondiendo como debe ser, que es por lo que le pagamos como vocero? En todo caso la polémica del avión murió como querían en el Gobierno. Yo quedé avisada, como debería estar toda la prensa colombiana. Pero con humildad acepto que me equivoqué, perdón.

Gracias a los que me han entendido y apoyado.

Buen periodismo sí hay

17 febrero 2020 –

Por: Yolanda Ruiz –

Foto: Revista Semana –

Hay días que tienen la virtud de compensarlo todo. Alegrías sencillas y al mismo tiempo contundentes. Es lo que me ha pasado dos veces en la última semana. He compartido la alegría de dos premios de periodismo que he celebrado y disfrutado como si fueran míos. Porque son el reconocimiento a dos tremendas reporteras ante quienes me quito el sombrero: Herlency Gutiérrez y Carolay Morales. Un premio CPB, un premio Rey de España y un mismo esfuerzo: hacer buen periodismo cuando el mercado nos pide emociones y pocas razones.

Herlency viajó a Ecuador a cubrir las protestas de los indígenas. Lo hizo desde la calle, caminando con ellos escuchando sus palabras, tratando de entender sus angustias, sus dolores. Carolay tuvo el olfato de encontrar una historia universal en una esquina de Bogotá cuando escuchó en la voz de un migrante venezolano un milagro del destino.

Herlency viene de Valledupar, trabajó también en Cartagena y se quiso jugar su suerte profesional en Bogotá porque siempre quiere llegar más allá. Cuando viajó a Ecuador tenía todavía los ojos frescos de quien viene de ciudades más pequeñas y pudo sorprenderse con las duras realidades que encontró en las calles de Quito.

A Carolay la conocí hace 10 años cuando volví a RCN Radio. Trabajaba entonces en la producción del turno de los trasnochadores. Un carácter fuerte es lo que más la identifica. Es una mujer tan recia que algunos tienen al comienzo dificultad para descubrir el alma sensible que tiene y que se sale por los poros aunque ella quiera atajarla.

Herlency y Carolay son contadoras de historias por naturaleza. Mujeres de esta nueva generación que batallan por conquistar sus metas sin miedos. Mujeres hechas a pulso, mujeres valientes, decididas. Periodistas con mayúscula que hacen su trabajo con rigor, por vocación y con la claridad de que nuestro oficio es por encima de todo un servicio público.

Me siento feliz cuando las veo llorar de alegría porque a las dos las he visto en momentos de tristeza. Carolay lloró una y otra vez contando la historia de ese cantante venezolano a quien se le cumplió un sueño. Le ví la impotencia cuando le cerraron la puerta en una de esas decisiones administrativas que no entienden de periodismo ni de vida. No había presupuesto para acompañar a Alexander a México y poder terminar la historia. Ella lloró, se quejó y al final decidió meterle sus ahorros y sus vacaciones para viajar y terminar la historia. Habla bien de ella, habla mal de quiénes deberían entender que el buen periodismo necesita recursos y apoyo.

A Herlency la vi sorprendida y dolida cuando cubrió por primera vez una marcha en Bogotá y no entendía por qué la insultaban mientras ella hacía su trabajo contando lo que estaba pasando en la calle. Pude sentir su impotencia y su tristeza cuando escribió por el chat de trabajo el impacto que le produjo sentir el odio que no merece. Un odio nacido del prejuicio.

A las dos las ví llorar de nuevo cuando supieron que eran ganadoras de un premio de periodismo. Alguien desde afuera les reconoció lo que sus colegas que compartimos con ellas el día a día tenemos claro desde hace tiempo: que son buenas en lo que hacen, que son grandes, que merecen aplausos. Buen periodismo sí hay, no importa lo que digan los que quieren acabar con este oficio.

Hoy hablo de estas reporteras, pero la lista de quienes le ponen el pecho a la brisa con convicción, entrega y decencia, es más larga. Destaco también a Jairo Tarazona quien recibió otro premio del CPB en medio de amenazas de violentos que lo quieren callar. A pesar de los sobres y las llamadas agresivas Jairo renueva su compromiso con la reportería. Lleva décadas recorriendo el país para dar a conocer las voces de los excluidos, de los invisibles. Y aplaudo de pie el premio Rey de España para el colega Ricardo Calderón de la revista Semana, el periodista investigador por excelencia que nos ha mostrado lo que el poder quiere ocultar. También lo han querido callar y sigue firme en la tarea.

Muchos no quieren que los periodistas serios hagan su trabajo porque una prensa mediocre es más fácil de manejar, de censurar y de acabar. Gracias a Carolay y a Herlency por mostrarnos el camino, gracias a todos los colegas que hacen un trabajo con ética y rigor por esta felicidad sencilla que me regalan: el buen periodismo tiene presente y tiene futuro.

Así no, mi estimada Vicky, así no

17 Febrero 2020 –

Por: Patricia Janiot –

Foto: El Nuevo Herald-

Desde hace días estoy mortificada. Es como si se hubiera materializado lo que por algún tiempo temí que me podría suceder. Le sucedió a Vicky Dávila, una colega quien a pesar de haber visto personalmente una vez, nuestras ocasionales conversaciones telefónicas se convirtieron en charlas de solidaridad profesional en las que he percibido al otro lado del celular, a un ser cálido y sensible frente a la naturaleza humana. Solo que esta vez no puedo ser solidaria.

Siempre pensé que Vicky, independientemente de su línea editorial, representaba a la mujer valiente, profesional, directa, que se abrió su propio camino a pulso y con disciplina, lo cual le ha dado la posibilidad de reinventarse. También deduje que algunos de sus trabajos periodísticos que la involucraron en controversias y escándalos eran, en parte, el reflejo de la ausencia en muchas de nuestras salas de redacción, de precisos códigos de ética periodística, y que ese vacío la había convertido en una víctima que sucumbía ante el poder que otorga un micrófono en los tiempos del cuestionable periodismo de espectáculo.

Pensé que con sus tropiezos profesionales tenía aprendidas importantes lecciones sobre los valores y límites que impone este oficio. A ti, mi estimada Vicky, te digo con sincero aprecio: fue vergonzosa e indigna la manera cómo manejaste la entrevista con el vocero presidencial Hassan Nassar. Ese periodismo grosero, arbitrario y engreído, no nos representa.

Habría sido muy fácil rebatir los argumentos de hipocresía que esgrimía Hassan. Ya tenías listos sus tweets cuando en el pasado criticaba en términos burlescos lo que ahora el portavoz presidencial quiso defender con cierta soberbia. Esos trinos eran tu mejor arma para desenmascararlo.

Resultaba aún más fácil responder a la zancadilla que te tenía preparada con muy mala intención y prepotencia cuando el Alto Consejero para las Comunicaciones del Gobierno de Iván Duque te recordó que tu esposo te acompañó en un viaje en el avión presidencial cuando fuiste invitada por el entonces presidente Juan Manuel Santos. Le debiste haber dicho que ese era un viaje para atender un asunto de Estado.

A esos eventos de interés nacional, generalmente los mandatarios invitan a personajes de la vida nacional con sus acompañantes, y tú eras uno de esos personajes. En este caso, como lo alcanzaste a explicar en tu programa, el avión no se estaba utilizando para un evento social de la familia. Se trataba, nada menos, que de la santificación de una ciudadana colombiana.

No entiendo por qué te sentiste agredida con la pregunta de Hassan, a quien, por cierto, no conozco ni tampoco pretendo defender. Este funcionario utilizó unas tácticas rastreras al desempolvar documentos del pasado para fundamentar su defensa atacándote con lo que él llamó doble moral. Sin embargo, esta oscura estrategia de Hassan para nada justifica tu irrespeto al atacarlo con ferocidad. Me niego a colocar en un mismo plano de responsabilidad tu comportamiento con la cuestionable conducta del vocero gubernamental.

Fue absolutamente repudiable verte perder el control sin argumentos, y de una manera poco profesional escucharte recitar toda clase de improperios e insultos para demostrarle a tu interlocutor cuánto lo desprecias por atreverse a formular unas preguntas incómodas.

¿No es eso para lo cual los periodistas estamos entrenados? ¿Quién dijo que nuestros invitados no pueden también plantearnos preguntas incómodas? Esto último era predecible, porque estabas hablando con otro periodista que, además, conocías bien. Pero se te fueron las luces. La oscuridad te hizo perder la razón y la capacidad que tenemos en este oficio de reportar los hechos tal como sucedieron y apegarnos a la verdad.

La labor del periodista constantemente está expuesta ante nuestra audiencia -a la que nos debemos- lo cual nos compromete a ser profesionales y desempeñarnos con altura y responsabilidad. Cualquier ser humano, incluyendo algunos de los detestables interlocutores de nuestras entrevistas, merece respeto y ese es un valor básico que debe prevalecer en cualquier interacción de nuestra vida diaria, y en este asunto tan elemental, estimada Vicky, has perdido la brújula y has contribuido al desprestigio con que se acosa a tantos periodistas.

Intentaste hacer un acto de contrición cuando al final de la emisión pediste perdón a tu audiencia por el bochornoso altercado, pero debo decirte que eso fue lo que más me entristeció. Aun con cabeza fría, deliberadamente subiste la apuesta de los insultos, seguiste denigrando a tu entrevistado y lo volviste a ofender. Como si fuera poco, justificaste tu indecencia verbal con argumentos falsos, haciéndonos creer que hablabas de Hassan cuando tus propias críticas en su contra aplican al mal comportamiento que protagonizaste en la entrevista.

Así no, mi estimada Vicky, así no.

El degradante escándalo de Vicky Dávila

17 Febrero 2020 –

Por: Edgard Hozzman –

Foto: Mundonoti.wordpress –

Como a la opinión y los medios de comunicación, me indigna el degradante capítulo que le ha hecho daño al periodismo colombiano en general. El 11 de febrero, Vicky Dávila invitó al espacio de Semana en Fasebook Live, a Hassan Nassar, asesor de la Presidencia de la República. Y terminó furibunda, vulgar, y retadora, reluciendo el léxico que llaman “de revendedoras”; aunque creo que estas son muchísimo más decentes que ella. Hassan, optó por retirarse y dejar vociferando sola a quien se volvió famosa al salir por la puerta de atrás de RCN.

“El CPB, lo calificó de “bochornoso el incidente”. Surgió de la crítica de Vicky al viaje de la familia del presidente Iván Duque, en el avión presidencial. Pero ella se “enloqueció” cuando Hassan le recordó, que curiosamente su esposo, que no es periodista, viajó con ella en el avión presidencial.

Vicky Dávila, la “dama” del periodismo en Colombia en histeria entrevista a su colega Hassan Nassar. Imagen de pantalla
Ella, acostumbrada a insultar a quien le viene en gana, da la peor imagen del peor periodismo, prepotente y ordinario y empaña la imagen de Semana, con su grotesco comportamiento,..

DECENAS DE SALIDAS EN FALSO.

Desde hace varios años, las innumerables salidas en falso y las embarradas de La Dávila, han hecho que periodistas serios cuestionen su forma de ejercer el oficio. El periodista y escritor, Sergio Ocampo Madrid, que fue profesor de Vicky Dávila, dijo el 14 de octubre pasado: “Algo debí hacer mal, hoy siento una profunda vergüenza de ella”:

Diana Carolina Abril, dijo el año pasado: “Desde hace mucho me di cuenta de que Vicky Dávila no investigaba de manera correcta. Además después de ver y escuchar muchas entrevistas suyas en RCN y en la FM), decidí dejar a un lado el trabajo de la periodista…A Dávila le hace falta mucho profesionalismo”.

El vocabulario personal de Vicky Dávila para defenderse de los “ataques” de sus entrevistados.¿Si la echan de Semana será por culpa de otro presidente de la República? Ilustración de Pacifista tv
Hace poco se desató en Twitter una discusión por el periodismo de Vicky, que fue cuestionado por Yolanda Ruiz, de RCN.

Gustavo Gómez, director de ‘6 AM Hoy por Hoy’, de Caracol Radio, calificó el episodio Dávila – Hassan, como un “exceso de exaltación y calificativos que no debieron darse al aire en un medio de comunicación”.

Ya en 1999, Germán Rey, en El Tiempo del 21 de junio, criticó “el desmedido afán sensacionalista, de los noticieros y la truculencia en el cubrimiento de la violencia. Un comportamiento destacable es el de Yamid Amat, quien suspendió la transmisión en directo por respeto a la situación de los secuestrados por el ELN. En cambio RCN, nuevamente se excedió de la mano de una periodista, que es blanco de las críticas: Vicky Dávila”.

SE METIO MAL HASTA CON EGAN BERNAL.

La cuestionada comunicadora, que no es periodista, se metió mal hasta con el ídolo Egan Bernal, quien la dejó mal parada en una entrevista en la que en varias ocasiones Vicky intentó enfocar el asunto político Egan le manifestó que ese no era tema suyo. Le aclaró que Zipaquirá no es en Boyacá., y cuando ella subrayó que a Egan le había tocado pasar épocas difíciles, él le dio una respuesta categórica: “Como las de casi todos los colombianos”.

CASTRO CAYCEDO SI SABIA QUIEN ERA VICKY DÁVILA.

Vicky Dávila, Premio CPB, con su equipo de investigación en RCN
Un miembro de la Junta del CPB, que entregó hace poco los premios de periodismo más importantes de Colombia, desempolvó una entrevista hecha por Edgar Artunduaga a Gustavo Castro Caycedo, para KyenyKe, el 14 de octubre de 2014: transcribo unas líneas: Edgar, dijo: “Siempre ha sido activo, creativo, y frentero. Castro no esquiva respuestas sobre el periodismo pasado y presente. Recuerdo cuando fue contratado para salvar a RCN, en 1984…”

– ¿Y cómo ve hoy a esa, su antigua empresa?

– “Veo cosas simpáticas, (respondió Castro), y Edgar dijo:¿Como qué?

– “Como una señora que supuestamente es periodista, quien de una manera irreverente, todos los días habla de que ellos sí son, “periodistas-periodistas”. Se olvida que existen periodistas-periodistas de verdad. En su emisora, yo no he oído a periodistas-periodistas”.

“ELLA NO ES PERIODISTA, PRECISAMENTE”.

– ¿Y usted qué piensa de Vicky Dávila, de quien está hablando?

– “Que no es periodista, precisamente”.

La arrogancia de Vicky Dávila va de la mano de su ignorancia. Foto las2orillas.com
– ¿Y por qué no es periodista?

– “Porque un periodista tiene que ser una persona preparada, inteligente, responsable, que investiga; y no simplemente quien tiene un plantel de personas a su servicio sin demostrar absolutamente nada de periodismo”.

– ¿Se farandulizó el periodismo colombiano?

– “Vicky Dávila, se ha creído vedette, sin serlo. Su famosa entrevista con el director de la Aeronática, al que trató de payaso, es una vergüenza…”

“YA DIJE LO QUE TENÍA QUE DECIR”.

Luego de leer esa entrevista, llamé a Gustavo a Bogotá, para que me ampliara el tema, y me dijo: “yo ya dije lo que tenía que decir. No tengo nada que agregar a lo que le respondí a Edgar Artunduaga, ni a lo que escribí en, “La Televisión nos mató el alma”. Yo debo decir que este libro suyo, publicado en septiembre de 1999, es uno de mis libros de consulta. Y en su índice, busqué: Vicky Dávila.

En la, página 190, con el subtítulo: “¿Hubieran hecho algo diferente?”; Gustavo, experto en TV y el crítico más respetado que ha tenido la televisión colombiana, dijo: “Las críticas de ciudadanos y periodistas indignados con el tratamiento que Vicky Dávila le dio a la tragedia del Eje Cafetero, después de suceder el terremoto, la llevó a expresar en El Tiempo: “Sólo tengo una pregunta: ¿De haber sido otros periodistas hubieran hecho algo diferente a lo que nosotros hicimos?…”

“HUBIERA VUELTO A OBRAR CON RESPETO”.

Gustavo respondió: “Claro que hubieran obrado de otra forma, como lo hizo Rafael Poveda, de Caracol, quien dando una lección de responsabilidad, dijo: “Uno tiene que apartarse del sensacionalismo. Uno tiene más credibilidad diciendo las cosas como son”

Castro, puntualizó: “Si a mí me hubiera tocado ir a cubrir el sismo del Quindío, como tuve que hacerlo el 22 de diciembre de 1973, cuando el terrible terremoto de Nicaragua, hubiera vuelto a obrar con respeto por las víctimas; sin sensacionalismo ni prepotencia; sin buscar protagonismo; con la cordura y la responsabilidad con que cubrí la terrible tragedia de Armero. Le transcribo tres notas sobre mi comportamiento periodístico”. Yo leí esos comentarios que destacan su “periodismo responsable, humano y profesional”, demostrado con el especial de dos horas, “Colombia S.O.S.”, que realizó “sin mostrar un solo muerto, una sola imagen sensacionalista o de sangre”. El pidió a Punch: “emitirlo sin comerciales, por respeto a las víctimas y sus familias”. Y así lo transmitió Punch, el 25 de noviembre de 1985.

GERMÁN REY, CECILIA OROZCO, YAMID AMAT Y VICKY.

Cecilia Orosco, expresó: “Vicky Dávila, periodista del canal RCN, tuvo casi toda la responsabilidad de la transmisión desde la zona del desastre. Ella acepta las observaciones de algunos, pero no le interesa la opinión destructiva de otros a quienes, en su concepto, les resulta muy fácil criticar desde Bogotá”. Se refería a Castro Caycedo, periodista experto en TV, autor de 6 libros analíticos sobre ese medio, a quien Belisario Betancur nombró como Director de Inravisión. Ella no lo sabía, pero Castro, en cambio, sí sabía quién era Vicky Dávila.

CARACOL Y CANAL CAPITAL BUENA FORMULA DEL CPB.

La transmisión de la 39 entrega de premios del Círculo de Periodistas de Bogotá, acertó con la fórmula de producción del Canal Caracol, y la emisión del Canal Capital. La fortaleza de los premios CPB, sustentada por el jurado serio e independiente, de: Marisol Cano, María Lucía Fernández, Sandra Borda, Juan Esteban Constaín, Fernando Quijano, Fernando Ramos, Juan Gossaín, y Germán Rey. Entre los 11 galardonados, sobresalieron: Mejor trabajo de opinión, de Ana Cristina Restrepo, de El Colombiano. El Premio de caricatura, fue para Julio César González Quiceno, “Matador”, de El Tiempo. Este, y Jairo Tarazona, fueron los ganadores más aplaudidos de la noche. El Premio de Fotografía fue para Mauricio Alvarado de El Espectador.

El Premio Medios Virtuales, lo obtuvieron Paula Delgado, Nelson Sierra, Jonathan Bejarano y Mario Rodríguez, de El Espectador por su trabajo “Los daños que deja la Ruta del Sol más allá de Odebrecht”.

El Mejor trabajo periodístico de camarografía, fue para el equipo de Citytv, por su “extensa transmisión en vivo y en directo del paro nacional, con varias jornadas en que los camarógrafos enfrentaron condiciones extremas”. El Premio al Mejor libro, lo ganó la presentadora de CM&, Claudia Palacios, con, “Hembrujas”. El Mejor periodístico en TV, fue para Daniel Pacheco, y su equipo de Zona Franca. Y el Premio Guillermo Cano para, Fernando Barrero Chaves.

JAIRO TARAZONA.

Nació, evoluciono, creció, se proyectó en RCN Radio, y hoy es orgullo de esta cadena radial y de la Organización Ardila Lulle, pues es el periodista más galardonado de su elenco. Lo más irónico es que le otorgaron un Premio CPB, cuando le amenazaban de muerte

Jairo Tarazona en “La Noche de los Mejores” y su premio CPB 2020. Foto CPB
Felicitaciones Jairo, “Mejor trabajo periodístico en radio”, titulado: “El bajo Cauca Antioqueno: entre el terror, el miedo e Hidroituango”.

ALVARO VILLALBA.

El pasado 9 de febrero Frank Solano denuncio en “La Red”, el descuido y olvido a que está sometido el extraordinario guitarrista, Álvaro Villalba, exintegrante del dúo, Silva & Villalba; la agrupación folclórica del sonido andino, más representativa.

En los años setenta, fui productor de, Silva & Villalba, en Discos Philips, empresa en la que lograron millonarias ventas, que fueron certificadas con, discos y estrellas de Oro Philips.

El dueto Silva y Villalba, sus años de gloria y el olvido de Sayco
Es lamentable que esta gloria de nuestra identidad cultural, hoy esté olvidado por Sayco, Acimpro, y lo más triste, por el gobierno. Señor Duque, no todo es reguetón, J Balvin y Maluma. Mucho antes que ellos, Silva & Villalba recorrieron escenarios, internacionales y nacionales difundiendo exitosamente nuestro bello folclore andino.

Universal Music, empresa que administra el extenso catálogo de Silva & Villalba, debe entregar al maestro Álvaro las regalías que le corresponden por las millonarias ventas logradas de su obra.

Señores de, Sayco,: con menciones y diplomas no viven nuestras glorias. Rodrigo Silva murió sin el reconocimiento que merecía como gran compositor, gracias a la difusión de su obra le llegaron muchos millones a Sayco, dinero del que se beneficiaron maestros, y mediocres que posan de compositores.

“No he recibido un peso de mis obras, que vendieron y tuvieron mucho más difusión que las que le facturan a, cantautores”.

En la obra de, Silva & Villalba, hay arte, pasión, es la huella cultural andina del folclore que identifica nuestra idiosincrasia.

OTRO GALARDON PARA JULIO.

En reconocimiento a su constante esfuerzo “por una Colombia libre y democrática”, el jurado del premio a La primera enmienda, (First Amendmennt Award), por unanimidad, otorgo a Julio Sánchez Cristo

Primero de izquierda a derecha, Julio Sánchez Cristo de Colombia recibe el Premio Eisenhower junto a destacadas figuras mundiales del periodismo. Foto La Vanguardia
este galardón que se entrega anualmente a los medios y a las personas más destacadas en el periodismo mundial. Entre las personalidades ganadoras de este premio, están: Moisés Naim, Carmen Arístegui, Juan María Hernández Puértolas, Salvador Enguix y Yolanda Monge.

Julio recibió el premio en la Embajada de España, en Washington, ante George de Lama, Presidente mundial del Eisenhower Fellowhips, y Javier Cremades, Presidente del capítulo español de esta entidad. Felicitaciones al periodista colombiano más galardonado internacionalmente.

RICARDO ALARCON: EL PODER DETRÁS DEL PODER.

Ricardo le debe agradecer a Juan Piedra, quien le dio el segundo aire en Radio Caracol Prisa. Hoy Alarcón es el poder detrás del poder; representa a Prisa en la junta de Caracol, tiene voz y voto para mover las fichas directivas que interesan a los españoles en Colombia.

Ricardo Alarcón estuvo al frente de la negociación de Prisa y el Grupo Santodomingo, que favoreció a los españoles, cuando los colombianos perdimos a la primera cadena radial colombiana.

MUCHO BLA BLA BLA EN LAS FM.

El programa 6 am. 9 am., de CARACOL, fue en su momento una gran novedad, gracias a la ágil moderación de Yamid Amat, quien invitaba a personalidades, políticos, ministros y notables, quienes se pronunciaban sobre, los temas y las noticias del día.

Esa innovación agilizó la información y dio paso a la inmediatez. Eran años en que había rigor periodístico y respeto a los entrevistados.

La exitosa formula de CARACOL y novedad informativa, fue copiada por RCN, TODELAR, el Grupo Radial, Súper y otras frecuencias independientes.

Hoy, después de cuarenta y un años, la fórmula de 6 a.m. 9 a.m., se ha tomado las frecuencias FM, extendiendo sus horarios, a los que se denomina radio hablada. En muchas frecuencias esta tendencia radial se convirtió molesto reciclaje noticioso, con la riesgosa participación de oyentes sin control por parte de la producción.

Gracias a la Internet y a sus aplicaciones, la radio, como rezaba el eslogan de, Caracol Radio y Televisión “hoy se escucha y se ve”. Esto le ha restado magia y encanto, porque no da espacio a la imaginación.

En los años dorados de la radio, decenios cincuenta, sesenta, setenta, ochenta, y parte de los noventa, la audiencia escuchaba radio-novelas, y soñaba con galanes, bellas divas, y malvados.

Qué bueno que la radio volviera a sus espacios de humor, deportivos, magazines, de concurso, disc-jockeys; e informativos veraces, agiles y con voces amables y respetuosas de la audiencia.

La radio no debe desaparecer, hay que revitalizarla.

EVA REY: UNA CARICATURA.

Es la triste y vulgar caricatura de una periodista, morbosa ordinaria, e inculta. Contrasta su ordinariez con la sapiencia y ética de Rafael Manzano de La W; un profesional a carta cabal.

¿Quién le habrá dicho a esta “dama”, que es periodista? Por favor en Colombia hay excelentes profesionales que saben su oficio pero que no son tenidos en cuenta por algunos medios.

JULIO SANCHEZ VANEGAS.

Que gran profesional fue el maestro Julio, senior. En él se conjugaban todas las virtudes de un verdadero comunicador: buen entrevistador, buen moderador, y excelente locutor. Pionero de nuestra televisión, fue el primero que apareció a través de este medio en Colombia.

A raíz de la muerte de Kirk Douglas, su hijo Jaime desempolvo la entrevista que Julio le hizo al actor; en esta se puede captar un grado de amistad de esa estrella con Sánchez Vanegas, quien siempre se rodeó de grandes personalidades y de bellas mujeres.

Como amigo: inmejorable; grande como hombre de radio y televisión.

EL MURO DEL PATAN.

Norberto Patarroyo López, celebró su primer decenio editando “El muro del Patan”, columna dominical abanderada y defensora de los derechos de los comunicadores y de la libertad de prensa.

Felicitaciones Norberto por su trabajo y su perseverancia al frente de su leída columna dominical.

HEMISFER USA ASUMIRIA EL CONTROL DE UNIVISION.

Se rumora que Hemisfer USA, asumiría el control de Univisión, lo que beneficiaría al Canal Uno de Colombia con la programación y la información de Univisión Miami, y su sistema de satélites.

Esta sería una macro transacción en Dólares. A la fecha los únicos programas del Canal Uno con pauta importante son, Guerreros y el Noticiero CM&. Los rating de sintonía de este Canal no son los mejores, pero tampoco los son para los privados RCN y Caracol, que difícilmente superan el 20 %, sumados los dos en el Prime time.

COMENTARISTAS DE FUTBOL PROTAGONISTAS.

La fastidiosa escuela de Carlos Antonio Vélez y su ridículo léxico que exaspera a la audiencia, y que hace bajarle el volumen a sus televisores, está contagiando a los comentaristas de Win Sports. Por el bien de ESPN, ojalá no le ocurra lo mismo, ahora que cuenta con narradores y comentaristas deportivos nacionales.

Los preolímpicos y los comentaristas en televisión. Foto CARACOL
Durante el cubrimiento del preolímpico realizado en Bucaramanga y Pereira, algunos comentaristas interrumpían al narrador para exaltar sus conocimientos, impidiéndole detallar y describir las jugadas.

Gracias a las conexiones satelitales, hoy la audiencia está familiarizada con las narraciones de canales internacionales en los que los narradores son los protagonistas, no los comentaristas.

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Tarzán Nassar: Un hecho ‘bochornoso’ que envió la polémica del uso o abuso del avión presidencial a segundas nubes.

17 febrero 2020 –

Por: Luis Noé Ochoa –

Foto por: El Tiempo –

Cuatro ‘animadas’ obras de ese eterno festival de teatro que es el país de las dos costas, ocupado siempre en sobrevivir a toda costa. Guerra contra las drogas, batalla con los estudiantes, pugnas de micrófono y generales cegados por el brillo de sus soles.

El silencio del general Montoya. Inadmisible para quienes queremos que la verdad se sepa. Respetable desde la perspectiva de los derechos legales que le asisten a quien se presenta ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Pasar por la JEP no hace a la gente culpable, ni obliga a que oigamos lo que esperamos de esas personas. El silencio de Mario Montoya es uno de sus privilegios procesales, como también es prerrogativa suya decir o no la verdad. Y atenerse a que eso influya en la decisión que sobre él se tome. Lo que sí exigimos del general es un mínimo de respeto para los soldados humildes de este país, sobre cuyos hombros se paró para lucir sus brillantes soles. Los deprimentes comentarios que ha hecho dan mucho que pensar de la manera como valora a los seres humanos.

Fuerza Pública en universidades. En apariencia, mostrarse favorable o no a que la Fuerza Pública entre a los campus de las universidades define el carácter de un gobernante. Resulta que las universidades no tienen tipo alguno de fuero que impida, por ejemplo, que la Policía ejerza allí sus funciones. La autonomía universitaria se refiere a la autorización que tienen dichas instituciones para reglamentarse, regularse, conseguir recursos y formas de funcionar o resolver sus problemas. No es una especie de blindaje ante la ley y la autoridad. Por supuesto que nadie quiere que estudiantes y uniformados terminen enfrentándose, con las fatales consecuencias que dichos choques conllevan. Como tampoco queremos que en los campus se conserven y manipulen explosivos que luego son arrojados contra la policía y los ciudadanos que circulan alrededor de los terrenos universitarios.

Lucha contra las drogas. Pistas valiosas da Rafael Pardo en su nuevo libro, ‘La guerra sin fin’. Parte de una base: usar drogas psicoactivas no tiene consecuencias positivas ni para el consumidor, ni para su familia ni para la sociedad. La adicción, esto es, la dependencia de sustancias nocivas, no es asunto de aplausos. La verdadera discusión es sobre el estatus legal de las drogas y si las acciones punitivas son el mejor camino para combatirlas. Las políticas de sustitución de cultivos han sido un estruendoso fracaso, y evadimos hablar de la esquizofrenia que causa el choque entre la tenencia de ciertas drogas (en cantidades permitidas) y la forma como esa droga llega y circula en los mercados. Urge revisar los pilares sobre los que descansan las políticas antidrogas.

Vicky vs. Hassan. Que el espectáculo fue patético, no lo duda nadie. Las entrevistas no deben ser batallas en las que la verdad sucumbe frente al ego. El periodismo es un oficio que requiere profundidad en los argumentos, como también altura en las formas. Pero ni muere ni se acaba por un episodio semejante. La verdadera tragedia del periodismo no es la gritería. Su real lastre es que la ética y honestidad de los periodistas se hundan, arrastradas por intereses y poderes. Repito: el periodista que no es recto, el que recibe y difunde información amarrada a prebendas, no es periodista.

«La verdadera tragedia del periodismo no es la gritería»

Grima. La que me produce dejar estas páginas, pues tengo la convicción de dedicar tiempo y energías al proyecto radial que anima mi vida. A Roberto Pombo, solo agradecimiento por abrirme este espacio de opinión, que durante más de un año ejercí con la independencia y plena libertad que necesita un columnista. Gracias a EL TIEMPO por acoger mis ideas y un abrazo especial para Luis Noé Ochoa, gran colega y señor. Hasta pronto.

GUSTAVO GÓMEZ CÓRDOBA.

Juan Gossaín: «la arrogancia periodística está llegando a unos límites insoportables»

14 febrero 2020 –

Foto: Cortesía Fundación La Cueva.

Tomado de: El Espectador.

Reflexiones del periodista y escritor colombiano en el Día Mundial de la Radio. «Nadie quedó bien en el episodio de Vicky Dávila y Hassan Nassar. Me sentí avergonzado de ser periodista», dijo durante una entrevista con la FM.

Juan Gossaín, uno de los referentes de la historia de radio hablada en Colombia, cuenta que en las charlas y conferencias a las que ha sido invitado en el último tiempo, ha propuesto una iniciativa que se la califican como un poema.

«He propuesto que, en las salas de redacción de todos los medios de Colombia, pongan en la pared, con letras de un metro, un letrero que diga: ‘La verdad por encima de todo’. Si no hay verdad, se pierde el respeto por el entrevistado, por el ciudadano, por el otro periodista».

En una entrevista con la FM, a propósito del Día Mundial de la Radio, el exdirector de RCN Radio hizo referencia a varios de los retos a los que se enfrentan por estos tiempos los periodistas: la crisis de medios y el frenesí de las redes sociales.

«Como estamos hablando entre colegas, y nuestro deber es hablar francamente, hay que decir que en materia de credibilidad ha habido una desmejora, no solo de la radio.  De todos los medios de comunicación, probablemente el más afectado ha sido la radio».

Para Gossaín, el auge de las redes sociales y el uso que se le da a las mismas, es una de las razones por las que se puede explicar la crisis de credibilidad por las que atraviesa el oficio del periodista.

«Eso (la credibilidad) se ha visto en los últimos años por razón de las redes sociales. Ese formidable y maravilloso progreso electrónico, que debió haber sido la ayuda monumental de los medios, se convirtió en un problema con la mentira, la manipulación, la tergiversación. Esto ha sido generado, y vamos a ser sinceros, por los propios medios de comunicación».

Según dice, «cuando las redes sociales empezaron a tener auge, los medios, no desde el punto de vista periodístico, sino desde el punto de vista empresarial, creyeron que las noticias se encontraban en las redes y no necesitaban tantos periodistas. Y entonces comenzó el despido de periodistas.  En los medios, sobre todo en los impresos, se ha producido una salida casi masiva de periodistas, porque las empresas supusieron que podían encontrar las noticias directamente en el computador».

Episodio Vicky Dávila y Hassan Nassar

El alegato entre los exdirectores de la FM que se registró el pasado 11 de febrero, además de generar una intensa discusión en las redes sociales, provocó una reacción del Circulo de Periodistas de Bogotá, quien calificó de “bochornoso” el incidente. “Los comunicadores se alejaron de las reglas básicas del periodismo como lo son el respeto, la sensatez y, sobre todo, la correcta conducta frente a las audiencias”, explicó el CPB en un comunicado.

Al respecto, Gossaín señaló que «ambos cometieron errores. Una persona que es periodista y está haciendo entrevista, no tiene derecho a salirse de casillas. El entrevistador verá si él se sale de casillas. Ser entrevistador conlleva, entre otras características, tener humildad para aguantar cualquier despropósito que le haga el entrevistado».

Y agregó: «Nadie quedó bien en el episodio de Vicky y el señor Nassar. Él tiene una información que consiste en que el esposo de la entrevistadora también viajó en el avión presidencial sin ser funcionario público. Podría haberse limitado a decirlo. (…) me duele el corazón en lo más profundo. Me sentí avergonzado de este oficio. ¿A esto hemos llegado?».

Para Gossaín, el episodio sirve para, una vez más, convencerse de que «tenemos que rectificar el rumbo que lleva el periodismo colombiano. La arrogancia periodística está llegando a unos límites insoportables. Hoy los periodistas suponen mentalmente: ‘Yo tengo la razón en todo. Si ese entrevistado me contradice, tengo que revirarle’. No es revirarle. Si el entrevistado miente, díselo. Pero no le digas, cretino, no le digas animal, imbécil. No es necesario».

En este sentido, agregó: «En las facultades de comunicación falta la enseñanza de más principios periodísticos, éticos y de comportamiento. No solo enseñar redacción, no solo enseñar cómo se pregunta, no solo enseñar cómo buscar las noticias. Hay que comenzar a enseñar principios. Imparcialidad, objetividad, independencia, el sentido de la veracidad. Hay que recuperar eso en las salas de redacción y en los salones de clases», puntualizó.

Contrapoder

La soberbia de algunos periodistas, dice Gossaín, ha hecho que se altere la razón de los medios de comunicación. «Los hechos diarios del periodismo colombiano demuestran que la prensa ya no está actuando como contrapoder en el sentido clásico de la expresión. Sino como el primer poder. La prensa ya no es el contra poder, ahora es el reemplazo de los poderes, y eso creen los periodistas», finalizó.

El periodismo no ha muerto

14 Febrero 2020 –

Tomado de: El Espectador.

Hace unos 15 años, cuando era la reportera encargada de hacer las investigaciones para el programa de la mañana de W Radio, el fallecido empresario Fabio Echeverry estaba al aire, en una llamada, respondiendo por unos temas relacionados con Pablo Escobar. Muy alterado por mis preguntas, resolvió callarme diciendo: “A ver, niña, yo hablo con el jinete del caballo, no con el caballo”.

Mi primera tentación fue meterme dentro del micrófono y, como en una escena de ciencia ficción, saltar a donde el caballista estaba y sacarle los ojos. Respiré y pensé (en milésimas de segundo) que provocarme era lo que quería. Continué con mis preguntas, acabó la entrevista y pasé muchos días pensando si había sido una tarada por no ceder a la ira o si fue correcta mi actitud.

La anécdota no me reivindica como buena o mala periodista. En mi ya larga carrera en este oficio, he cometido errores, me he excedido y, también, he entendido que hay circunstancias difícilmente determinadas por blancos o negros. La ira, como sentimiento humano, es inevitable. El reto es qué tanto y en qué escenarios vale dejarla dominar nuestras palabras. Para tranquilizarme, en ese entonces, Daniel Rocha, un buen amigo que murió, me escribió una frase de Cervantes: “Cuando la cólera sale de madre, no tiene la lengua padre, ayo ni freno que la corrija”.

La pelea esta semana entre Vicky Dávila y Hassan Nassar no “mató el periodismo”. Ese fatalismo es destructivo: les da razones equivocadas a los regímenes autoritarios que sí quieren matar la libertad de expresión, anula a los buenos periodistas que trabajan en medios grandes y pequeños, y desestimula a las nuevas generaciones de reporteros. Al periodismo hay que salvarlo del poder nocivo, de la mediocridad, de los clics y de la corrupción.

Lo que sí creo es que el episodio de la colega y el funcionario nos obliga a pensar en el comportamiento individual y colectivo: si yo soy amigo de uno u otro, ¿debo justificar un comportamiento deplorable? ¿Usamos raseros hipócritas dependiendo de si el atacante o atacado es afín a nuestros gustos personales o políticos? ¿Qué pretende un medio como Semana (y antes W Radio) con el nuevo formato de entrevistas? ¿Qué exige un gobierno de quien desde las comunicaciones lo representa? ¿Qué tanto celebran los dueños de los medios y el Gobierno el comportamiento de los periodistas mencionados? Y, por último, ¿qué tanto valor les estamos dando a las palabras bien construidas, a los argumentos y a la decencia?

Si queríamos buen periodismo para entender el abuso con el uso del avión presidencial (no exclusivo de este presidente), podíamos haber leído el trabajo de los colegas de Cuestión Pública. Existen las normas disciplinarias y ejemplos de austeridad que, desde otros países como Suecia, también era importante revisar. Sin embargo, a veces siento que el retroceso hacia la diversión del Imperio Romano con sus circos, hoy mal convertidos en una forma de periodismo, es también producto de unas audiencias que, rabiosas o felices, dependiendo del despellejado, reclaman contenidos vacíos y agresivos. Este es un tema de doble vía.

El periodismo no ha muerto, aunque muerto lo quieran muchos. Como sociedad lo necesitamos, y el oficio, a su vez, necesita a unos ciudadanos con buen criterio que hagan las críticas y los aportes correspondientes.

Ñapa. El llamado que hizo el Círculo de Periodistas de Bogotá debería ser acogido, sin excepción, por todos los estamentos del poder privado y público.

Duro golpe al periodismo

14 febrero 2020 –

Tomado de: El Tiempo.

Por Álvaro Rodríguez Hernández, docente de la Escuela de Comunicación y Gestión de la Información. Director de PoliRadio y PoliDeportes del Politécnico Grancolombiano.

Entre calificativos como: “hipócrita” y “lambericas”, la periodista Vicky Dávila, quien hoy está a la cabeza del canal digital y contenido multimedia de la revista ‘Semana’, y el Consejero Presidencial de Comunicaciones, Hassan Nassar, se enredaron en un alegato bajo y ramplón.

La opinión pública tenía su atención centrada en el viaje de la primera dama de la nación, María Juliana Ruiz, al lado de unos menores y sus familiares rumbo a la celebración del cumpleaños de su hija en el eje cafetero. Un tema que merecía ser discutido y aclarado ampliamente se diluyó desencadenando el enfrentamiento público entre dos reconocidos comunicadores del país.

Lo que inició como una entrevista, de manera rápida, se convirtió en una pelotera que desde ningún punto de vista se ve bien, pero menos debe tener como escenario un medio de comunicación.

Sobre lo sucedido se pueden construir múltiples hipótesis, por ejemplo, que es una estrategia para incrementar la audiencia de los canales digitales de la revista ‘Semana’, es claro que este medio no necesita de eso, más el hecho si resiente su reputación; otra opción puede ser que se construyó una cortina de humo para desviar la atención del tema central de lo que iba a ser el diálogo, pero insisto, esto son solo hipótesis, no una afirmación, tan solo es lo que se puede pensar frente a lo que protagonizaron Nassar y Dávila.

Lo indiscutible es que ellos son los protagonistas de uno de los hechos más bochornosos de la reciente historia de los medios y el periodismo en Colombia. Vicky Dávila y Hassan Nassar dieron rienda suelta a su emocionalidad propiciándole un duro golpe al ejercicio profesional del periodista y la función del comunicador al interior de las organizaciones oficiando como vocero.

Eso no es periodismo

El maestro Miguel Ángel Bastenier definió la entrevista como: “el género que está en la misma base de todo el quehacer periodístico. El encuentro en estado puro entre el periodista y la fuente”. Al tratar de cautivar a las audiencias se habla de que la entrevista debe ser un diálogo; en realidad, es un interrogatorio que al momento de hacerlo no debe parecer como tal.

Ahora, ese rifirrafe arrabalero del cual fue testigo Colombia y se puede ver en cualquier momento en YouTube, no tiene ningún tipo de presentación, lo peor es que no correspondía a una vulgar pelea callejera, sino al diálogo entre uno de los medios más prestigiosos del país y un vocero del gobierno con alto cargo.

El periodista busca la verdad por medio de sus preguntas, pero no con insultos y ataques. El vocero aclara los hechos desde la versión oficial, pero no con ejemplos de hechos pasados para justificar el tema a tratar. Los errores se dieron de parte y parte y el verdadero perjudicado fue el ejercicio periodístico y el del comunicador organizacional, acá perdió la profesión y se cometió un flagrante irrespeto a la audiencia.

Ese compromiso que tenemos los periodistas de verificar que los dineros y recursos públicos se empleen de manera transparente corresponde, de manera clara, al informar la verdad a partir de la investigación, es así como los contenidos periodísticos se convierten en una pieza clave de la construcción del pensamiento de la opinión pública.

Frente a lo protagonizado por Nassar y Dávila quiero formular dos preguntas, a la primera daré mi respuesta, pero obviamente, usted tendrá la propia, y la segunda si la dejaré abierta para que cada uno brinde su análisis.

La primera pregunta es: ¿qué informaron los dos comunicadores? En realidad, nada, fueron minutos carentes de información en donde lo único que pasó fue que los protagonistas se sacaron los trapos sucios a la luz pública. Y la segunda pregunta, la cual espera su respuesta es: ¿qué queda en el pensamiento de la ciudadanía que ha visto este lamentable episodio?

RSF celebra los progresos en la investigación sobre el asesinato de Lyra McKee en Irlanda del Norte

14 febrero 2020 –

Foto: Pixabay.

Tomado de: RSF.

Reporteros Sin Fronteras (RSF) aplaude los recientes avances en la investigación por el asesinato de la periodista Lyra McKee en Derry, Irlanda del Norte, en abril de 2019: Cuatro hombres han sido detenidos en relación con el asesinato, y se han presentado cargos contra uno de ellos. RSF, que está siguiendo de cerca la evolución del caso, pide la adopción de mecanismos que garanticen la seguridad de los periodistas que trabajan en todo el país.

El 11 de febrero, la Policía de Irlanda del Norte (PSNI, por sus siglas en inglés) declaró que el equipo que investiga el asesinato de Lyra McKee había arrestado a cuatro hombres en virtud de la Ley Antiterrorista. Al día siguiente, el 12 de febrero, la PSNI informó de que uno de los hombres había sido acusado del asesinato de McKee, de posesión de un arma de fuego con la intención de poner en peligro la vida, y de declarar ser miembro de una organización proscrita. Debe comparecer ante el Tribunal de Magistrados de Derry el 13 de febrero.

“Celebramos este importante paso para que se haga justicia por el asesinato sin sentido de Lyra McKee. Ningún periodista debe hacer frente a la amenaza de violencia al hacer su trabajo, ni en el Reino Unido ni en ningún otro lugar. Todos los responsables de este atroz ataque deben ser llevados ante la justicia, y debe mejorarse la protección para garantizar la seguridad de los periodistas que trabajan en todo el país», señala Rebecca Vincent, directora de la Oficina de RSF en el Reino Unido.

Con solo 29 años y descrita como una «estrella en ascenso del periodismo de investigación», McKee fue asesinada a tiros mientras hacía su trabajo durante los disturbios en el área de Creggan de Derry, el 18 de abril de 2019. El Nuevo IRA se atribuyó la responsabilidad del asesinato, y la policía trató el asunto como un acto terrorista.

Tras el asesinato de McKee, durante una Conferencia Mundial sobre Libertad de Prensa organizada en Londres del 10 al 11 de julio de 2019, el gobierno del Reino Unido se comprometió a establecer un Comité Nacional para la Seguridad de los Periodistas, que se encargará de diseñar un Plan de Acción Nacional sobre Seguridad de los Periodistas y asegurar que quienes les amenazan rindan cuentas.

RSF hace un llamamiento al Departamento de Asuntos Digitales, Cultura, Medios y Deporte para avanzar sin demora en el establecimiento del Comité Nacional y el Plan de Acción Nacional.

Asesinado el periodista brasileño Léo Veras, especializado en crimen organizado

14 febrero 2020 –

Foto: actualidad.rt –

Tomado de: RSF.

El periodista Léo Veras, director de portal de noticias ‘Porã News’, fue asesinado la noche del 12 de febrero de 2020 en Pedro Juan Caballero, ciudad de Paraguay fronteriza con Brasil. Reporteros Sin Fronteras (RSF) pide a las autoridades locales que esclarezcan cuanto antes este crimen.

El periodista Lourenço “Léo” Veras, de 52 años de edad, fue asesinado a sangre fría el 12 de febrero de 2020 en la ciudad Pedro Juan Caballero (este de Paraguay, en la frontera con el estado brasileño de Mato Grosso). Dos hombres encapuchados irrumpieron en su casa, cuando cenaba con su familia, y le dispararon. El periodista, herido con 12 impactos de bala, fue trasladado de inmediato al hospital, donde falleció.

Leo Veras, originario de Brasil, cubría noticias locales. Se había especializado en temas relativos al crimen organizado y el narcotráfico, que tienen gran presencia en esta zona fronteriza con Brasil. En su sitio web Porã News publicaba información sobre seguridad pública y casos de corrupción locales, por lo que, desde 2013, recibía amenazas. En una entrevista transmitida el 28 de enero de 2020 en TV Record, Léo Veras señaló que hacía poco había recibido de nuevo amenazas de muerte debido a sus publicaciones sobre las actividades de grupos criminales en la frontera.

“Con el asesinato de Léo Veras se atenta contra el derecho a la información de toda la población de una región gangrenada por la corrupción y el crimen organizado, y se amenaza a todos los periodistas de la zona”, lamenta Emmanuel Colombié, director de la oficina en América Latina de RSF. “Nuestra organización pide a las autoridades locales que identifiquen cuanto antes a los autores materiales e intelectuales de este crimen y que den prioridad a la hipótesis de que éste pudo estar relacionado con su labor periodística”, agregó.

En 2014 RSF denunció el asesinato de los periodistas paraguayos Edgar Pantaleón Fernández Fleitas, Pablo Medina y Fausto Gabriel Alcaraz, quienes también estaban especializados en temas relativos al narcotráfico y el crimen organizado en la frontera entre Paraguay y Brasil; casos en los que el crimen estuvo relacionado directamente con su trabajo periodístico.

 

Jairo Tarazona: Cuando se gana un Premio CPB y a la vez es amenazado de muerte

13 febrero 2020 –

Comunicaciones CPB

Dos sentimientos se juntaron en el corazón de Jairo Tarazona el viernes 7 de febrero. Esa noche, fue ovacionado por más de mil personas que asistieron a la ceremonia de los ganadores del Premio Nacional de Periodismo del Círculo de Periodistas (CPB) y otro, por recibir una amenaza de muerte de uno de los tantos grupos antisociales que quieren acallar a quienes denuncian tantas atrocidades que se comenten en el país.
Jairo es un periodista valiente.
A pesar de su tristeza interior, manifestaba alegría y saluda apretando las manos, mostrando su infaltable sonrisa y hablando en positivo.
Ha ganado tres veces y media el Premio Nacional de Periodismo CPB. Tres en solitario y otro, compartido.
“Para mí un orgullo competir y ganarles a tantos otros periodistas que hacen las cosas tan bien. Es difícil conseguir un premio y yo, gracias a Dios, tengo tres y medio. No olvidemos tampoco que es un Premio de los Periodistas para los Periodistas lo que le da más valor a este galardón”, dice emocionado.
Este 7 de febrero, en la ceremonia que se llevó a cabo en el Teatro Cafam, Jairo saltó de su silla cuando Felipe Arias dijo: “Ganador: Jairo Ernesto Tarazona de RCN Radio por su trabajo titulado “El bajo Cauca Antioqueño: entre el terror, el miedo e Hidruituango”.
“En ese momento pensé en mi padre cuando me regaló una grabadora para que aprendiera a modular mi voz cuando estudiaba en el Colegio Superior de Telecomunicaciones y luego en esos días de caminatas y sol por los lados de Hidruituango”, relata ahora.
El jurado de los premios consideró que el título no le hace honor al reportaje completo y bien logrado de un periodista que se toma el trabajo de investigar a fondo sobre la región, poner contexto histórico y geográfico, dar voz a los territorios afectados por actores armados, la falta de Estado y la poca presencia de las autoridades.
“Saca la radio de la cabina, saca la radio de Bogotá, aprovecha el tono íntimo de este medio para lograr que los personajes hablen por encima de su temor. Nos acerca a los testimonios de líderes sociales, pobladores, cultivadores de coca que intentaron volcar su trabajo a los cultivos lícitos, voceros de indígenas zenúes, representantes de las comunidades afro, madres, profesores y jóvenes de San José de Uré, Montelíbano, Tarazá, Zaragoza, Bagre y Cáceres. Voces múltiples que denuncian el regreso de la violencia. 28 líderes han sido asesinados, 250 están bajo amenaza, y 133 cuentan con medidas blandas. La narración incorpora el impacto de Hidro Ituango y cómo todo cambió al igual que el río Cauca”, manifestó al unísono el jurado que tuvo a cargo en este 2020 seleccionar los mejores trabajos periodísticos.
SUS REFLEXIONES

“Yo creo, dice Jairo Tarazona, que los periodistas hemos perdido la capacidad para salir a la calle, visitar las regiones, buscar los sitios donde están las historias, de hablar con la gente”.
“Se necesita tener recursos para hacer ese periodismo que hacíamos antes. Ya no hay dinero para ir a los sitios apartados de la capital”, agrega Jairo, quien acababa de recibir otro Sacrificado -obra del maestro Rodrigo Arenas Betancur– por su cubrimiento radial.
“Fue una noche para RCN Radio. Además, nuestra compañera Herlency Isabel Gutiérrez recibió premio como Corresponsal y nuestra directora Yolanda Ruiz estuvo nominada por su libro”.
–¿Cómo reciben estos Premios en RCN Radio?
–Para la empresa, el hecho de ganar premios significa que tiene buena gente, excelentes periodistas, que estamos haciendo las cosas bien y que hay una dirección acertada.
–¿Hacia dónde va el Periodismo?
–Yo soy pesimista. Estamos ante un periodismo más ligero, menos exigente. No se sale a la calle ni mucho menos, a las regiones. Se hace un trabajo más fácil. A los escritorios llega ahora todo el material. Es más, a través del WhatsApp envían los audios, la noticia redactada y el video. Ahora todo es más cómodo. No salimos de las cabinas. Estoy de acuerdo con el Jurado del CPB cuando comentó que debemos retomar esa tarea.
–¿Qué les dice a quienes lo critican por pertenecer a una Cadena Radial acusada de enmermelada?
–Hay gente que habla sin pensar. Una cosa es lo que dicen y otra es lo que uno hace. Nadie me ha enmermelado, nadie me condiciona mi trabajo en RCN. He recibido amenazas por lo que hago. Es un trabajo que no está permeado por nadie, a veces, causa molestias, pisa callos, por los temas que uno trata como lo son los Derechos Humanos, entrevistas con líderes sociales, con todo lo relacionado con este conflicto y se molestan por visitar a las regiones olvidadas por el Estado. Nadie en RCN me ha dicho lo que tengo que hacer o no hacer. Uno se gana su puesto, simplemente.

Hace unos días cuando estuvo frente a su escritorio en RCN encontró un sobre en el cual contenía un panfleto con el logo de las Águilas Negras donde lo amenazaba de muerte y lo consideraba como persona indeseable.

“Las llamadas Águilas Negras han existido desde hace muchos años. Algunos dudan de su existencia, pero pasa como con las brujas que dicen que no existen, pero que las hay, las hay. Desde luego que a un sector organizado le molesta que se hable de los sucesos en las regiones, del conflicto, de los temas sociales”, cuenta.

“En este trabajo si se entrevista a ciertas personas, a otros sectores les cae mal o al revés. Es muy fácil tildar a un periodista, acusarlo, censurarlo desde un rincón y más cuando hay tantos temas que molestan a poderosos que lo acusan a uno de sapo, guerrillero o simplemente le dicen a uno hache pe.
“He sentido el respaldo de la empresa, del Círculo de Periodistas de Bogotá, de Gloria Vallejo su presidente y de una gran cantidad de colegas. Toca seguir adelante en esta tarea, porque no podré dejar de ser periodista”, concluye.

CPB llama a la cordura: ENTRE PERIODISTAS Y AUDIENCIA

13 febrero 2020 –

Tomado de: Primicia –

«Quiero ofrecer excusas a todos los que se han conectado hoy, no tienen por qué ver este tipo de enfrentamientos, de verdad, perdón por esto, por llegar a este punto de alteración»: Vicky Dávila. Nassar Hassan, por su parte guarda silencio.

El Círculo de Periodistas dé Bogotá (CPB) calificó de bochornoso el incidente entre los periodistas Vicky Dávila y Hassan Nassar, asesor de comunicaciones de la presidencia de la República, en el que los dos comunicadores se alejaron de las reglas básicas del periodismo como lo son el respeto, la sensatez y, sobre todo, la correcta conducta frente a las audiencias.

En un acalorado debate sobre el uso que se le dio al avión presidencial para festejar el cumpleaños de uno de los hijos del presidente Iván Duque Márquez , la conversación se salió de tono y los insultos de parte y parte se fueron a los extremos, ocasionando incertidumbre y asombro entre quienes escuchaban el programa.

«Uno de los faros del periodismo ha sido Javier Darío Restrepo, considerado padre de la ética, a quien le hicimos un homenaje póstumo en la reciente ceremonia de entrega de los Premios CPB 2020, para quien el periodismo que dignifica la profesión es aquel que sirve a la parte más noble del ser humano y aporta a la vida de la sociedad, que impulsa cambios y hace mejores a las personas”, dijo Gloria Vallejo, presidente del CPB, al hacer un llamado a la cordura, a debatir con argumentos, con respeto por las opiniones divergentes, por los ciudadanos y por la propia imagen».

«El periodismo es una profesión digna y todos los colegas merecen respeto. No es admisible la utilización de un lenguaje procaz e insultante a la hora de comunicar», agregó.

«No es sano para el periodismo nacional copiar modelos internacionales de manejo de información y opinión que se aparten de los cánones del respeto y la ética. Se debe evitar por todos los medios que este estilo de comunicación, que se maneja con la creación de escándalos, se imponga en el país, las consecuencias son funestas».

El CPB pide a las facultades de Periodismo y Comunicación Social del país que enfatiza aún más en principios, valores y ética periodística, en la formación de las nuevas generaciones de comunicadores, para que no se repitan ejemplos de actos tan censurables y bochornosos como el citado.

El CPB hace un llamado a los periodistas involucrados en este incidente a ofrecer excusas públicas por los actos que protagonizaron.