Crculo de Periodistas de Bogot

Archivos marzo 2020

“¡Chino: usted tiene que ser periodista!”, le decían a Germán Díaz Sossa

10 marzo 2020 –

Por: Prensa CPB –

Estudiaba su secundaria en el colegio San Benito, pero los sábados y domingos se convertía en caddie en el Country Club de Bogotá. Le fascinaba el golf y aún lo sigue practicando. Tiene sus guantes, pantalones de tela, gorro inglés, palos importados, arregla piques, marcadores, cajas con tees y bolsas con pelotas, unas nuevas y otras que han recibido decenas de fuertes golpes para alcanzar los 100 metros o más.

En esos maravillosos años estudiantiles conoció a un jugador al que le cargaba la bolsa con los palos, pero debía darle las precisas indicaciones para usar un determinado palo, pararse, ubicación e intensidad del golpe. “¡Mire la pelota, mire la pelota!”, le gritaba. “¡Párese derecho, párese derecho!”, le repetía. “¡Don Enrique, concéntrese, por Dios bendito!”, le agregaba.

“Yo lo regañaba siempre. El señor que no era bueno para el golf, pero era un gran conversador”, recuerda mientras repasa su incipiente calvicie.

Un día, ya entrado en confianza y cuando le llevaba los palos al carro le dije: “Oiga don Enrique, ¿usted por qué no me ayuda con un trabajo?”.

–Claro, chino, lo espero el lunes en El Tiempo, en la avenida Jiménez con Séptima, a las 9 de la mañana.

–¿Usted trabaja allá?, le preguntó atónito el imberbe caddie.

–Soy el dueño, pendejo, le contestó.

El lunes, el joven bachiller llegó al sitio de la reunión y se presentó a la recepción:

–Tengo una cita con don Enrique Santos Castillo.

–¿Usted?

–Si señora, me dio esta tarjeta para que me presentara hoy a las 9 y aquí estoy.

–Él vive muy ocupado, pero le diré a la secretaria que lo busca…

–Dígale que soy Germán Díaz Sossa.

Lo recibió don Enrique, no lo volvió a regañar y se convirtió desde ese día en mensajero de redacción de El Tiempo e inició lo que sería en unos años, una de las pasiones de su vida: el Periodismo.

Pasó por todas las secciones posibles. Desde teletipos, internacionales, departamentales, armada, diagramación, y cuando apenas cumplía los 16 años le publicaron con su nombre su primera noticia: “Explotó una polvorería en los cerros del norte”. No cabía de la dicha.

En esos años hizo cordial amistad con periodistas como Germán Castro Caycedo, Daniel Samper Pizano, Pillo Mantilla, Alegre Levy, Silvia Jaramillo, Humberto Jaimes Cañete, Germán Santamaría, entre otros.

“Después de los turnos íbamos a beber algo a El Miramar, con Germán Castro y él siempre me decía: “chino, usted tiene que ser periodista”.

Unos años después obtuvo la tarjeta profesional 4858 del Ministerio de Educación que lo acreditaba como Periodista, en la época que era necesaria para laborar en los medios de comunicación.

SU PASO A LA RADIO

Un día le dije: “Me voy del periódico, quiero hacer radio”.

–¿Y qué quiere?, me preguntó don Hernando.

–Una recomendación suya.

“Y con la carta de él me presenté a Caracol, donde no me recibieron, en RCN ni me prestaron atención, en Todelar ni me abrieron la puerta, sólo me quedaba Radio Melodía, donde me atendió don Efraín Páez Espitia quien fue muy formal y me dijo: “Yo quiero mucho a Hernando, bienvenido” y luego agregó: “Aquí tiene lo que necesita un periodista”. Le mostró una máquina de escribir, cuartillas y un teléfono. Así llegó a esa emisora donde trabajaba desde las 6 mañana hasta las 8 de la noche.

Su estilo gustó y meses después fue llamado a laborar al Noticiero El Dorado de JES. “Como llevaba un humorista por dentro comencé a escribir libretos para un programa de Caracol que se llamaba “La Simpática escuelita que dirige doña Rita”. Me pagaban por cada capítulo, 500 pesos. ¡Quinientos pesos!”

Un día se comunicó con él César Vallejo Restrepo, redactor de judiciales de El Espacio y le planteó que lo reemplaza en sus vacaciones.

–“Yo no sé nada de ese tema”, le respondió.

–“Venga y aprende”, le acotó.

“Me fui para El Espacio a cubrirle la espalda al compañero Vallejo y el primero de enero de 1979, muy temprano me llamó. “¿Qué ha pasado?”, me dijo. “Por ahí que se robaron unos fusiles anoche en el Cantón del Norte”, le contesté. “Pues fueron más de 5 mil armas, póngase al frente de la máquina de escribir y ya le dicto la noticia”, me comentó.

“Nada menos ni nada más que con esa noticia me inauguraba como redactor de judiciales, menos mal que César estaba bien informado y salimos adelante con una edición de la cual se vendieron más de 90 mil ejemplares”, comenta ahora Germán Díaz Sossa, soltando una de sus características carcajadas.

Meses después lo envió El Espacio a cubrir la guerra civil en Nicaragua. “Me mandaron sin ningunas instrucciones, casi me matan, quedé en la mitad de un enfrentamiento entre la gente de Somoza y el Ejército Sandinista de Liberación Nacional. Plomo por todo lado. Yo pensaba que hasta allí llegaría mi vida. Fue horrible. Total, hicimos un respetable trabajo”.

“Yo me le medía a todos los retos. Un día quise ser corresponsal de Selecciones, la revista con 100 millones de lectores. Después de muchas pruebas, de competir con más de 400 periodistas, me reuní en el hotel Tequendama con Antonio Rodríguez Villar, quien me dijo: “Mire joven, llevamos 50 años sin tener una sola rectificación, le ruego que haga lo posible para que no tengamos en Colombia ese inconveniente. Le vamos a pagar 300 dólares por artículo”.

Cada mes, Germán Díaz Sossa compraba un ejemplar de Selecciones y nada, no veía sus artículos. Pasó un año y un día entró a una droguería y encontró una revista de ese nuevo mes con un titular: “El huevo, un alimento casi milagroso por Germán Díaz Sossa”. Fue emocionante. No les daba crédito a sus ojos y miraba la portada una y otra vez.

Compró los diez ejemplares que estaban en el estante.

DE MENSAJERO A CRONISTA

Regresó a laborar a El Tiempo, pero esta vez como cronista. “Me tocó una maravillosa época. Compartí redacción y crónicas con excelentes redactores como Germán Santamaría, Fernán Martínez Mahecha y Germán Manga. Fue una temporada de grandes escritos”, dice ahora mientras degusta un café con poca azúcar.

Lo llamaron de Caracol donde ejerció como jefe de redacción los fines de semana. Su máximo recuerdo fue cuando reemplazó a Yamit Amad, porque estaba en Santa Marta, y debió cubrir la nefasta noticia del asesinato de Luis Carlos Galán Sarmiento. “Coordiné toda la transmisión y cuando regresó Yamid me dijo: “Es la primera vez que vi, que no soy necesario para dirigir una emisión. Salió perfecto ese trabajo”.

Juan Gossaín se lo llevó a RCN, después estuvo en la BBC de Londres, comenzó a recibir premios como Rey de España, Ortega y Gasset, Simón Bolívar, recorrió 50 países, recibió 80 diplomas de diferentes cursos y es hasta polígrafista profesional graduado en el Instituto Latinoamericano de Poligrafía.

Una tarde escuchó una conferencia de Fernando Villa Uribe sobre cómo hablar en público.

Al terminar se dijo: “Yo lo puedo hacer mejor”. Y por ello ha escrito 12 libros, seis en papel y seis digitales, y en sus 30 años como conferencista ha capacitado a 37 mil personas. Se dedicó a las charlas, como una universidad ambulante. Sabe de todo, conoce casi todos los temas, pero prefiere los que les dejen enseñanza a las personas.

Por eso un día se encontró con Ley Martin, el de Una Voz en el Camino de Caracol y le propuso hacer una columna con comentarios y anécdotas. Ley, simplemente le contestó: “Empiece hoy”. Y así lleva más de un año dando su informe a las 12 y 35 de la noche.

Hace cinco años se encontró con Gloria Vallejo, presidente del Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB) quien lo invitó a ingresar al gremio. Él aceptó de buena manera. “El CPB es una institución de prestigio, que entrega unos reconocidos premios al Periodismo y que cuenta con un selecto grupo de profesionales”, comenta.

–¿Tienen futuro las conferencias?

–YouTube acabó con ese trabajo. Ahora todos se concentran por ese medio.

–¿Cómo ve al Periodismo hoy?

–Yo viví todas las posibilidades. Conocí a los grandes periodistas. Me preocupa el desaprovechamiento que hay en la actualidad de decenas de grandes comunicadores que pensionados o no, pierden el tiempo y las empresas, los grandes medios y el gobierno no se han dado cuenta del potencial profesional que existe allí.

–¿Y qué viene en sus actividades profesionales?

–Tengo un par de carros que alquilo, unas máquinas que lavan muebles y alfombras, vendo conferencistas, tengo un periódico que se llama EL TINTALEÑO y tiro tres mil ejemplares al mes,  vendo mis cursos presenciales y por internet, hago mi informe diario para Caracol en Una Voz en el Camino del gran Maestro Ley Martin, publico mi columna semanal en el Portal KienyKe y acabo de crear algo que se puede usar en los informativos de las grandes cadenas radiales y que no se ha hecho antes. Es una idea original, excelente, novedosa, creativa, que va a prender más radios, fidelizará los que ya están prendidos y no apagará un solo radio. Esta idea se la voy a proponer a las grandes cadenas a ver cuál se anticipa y se queda con ella. Yo mismo la voy a conducir. Incluso sirve también para noticieros y programas de televisión.  Será un éxito absoluto y total.

–¿Es feliz?

–Si, mucho, no tengo esposa, ni hijos, jajajajajajajajajaja.

Los síntomas del coronavirus generalmente tardan 5 días en aparecer, según un estudio

10 marzo 2020 –

Por: CNN –

Las personas contagiadas con el nuevo coronavirus tienden a desarrollar síntomas aproximadamente cinco días después de la exposición, y casi siempre dentro de las dos semanas siguientes, según un estudio publicado el lunes.

Ese período de incubación es coherente con las estimaciones anteriores de los funcionarios de salud pública, y los resultados sugieren que 14 días de cuarentena son apropiados para las personas potencialmente expuestas al coronavirus.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés) han utilizado ese estándar durante la pandemia actual, recomendando, por ejemplo, que las personas se pongan en cuarentena durante dos semanas después de viajar a países con transmisión generalizada de coronavirus, como Italia o Corea del Sur.

Tanto los CDC como la Organización Mundial de la Salud, por ejemplo, observan que las infecciones por coronavirus pueden ser asintomáticas, y los CDC dicen que el papel de la transmisión presintomática “es desconocido”.

Hanage, el epidemiólogo de Harvard, dijo que esos términos pueden ser confusos, pero “lo que importa es si una persona puede transmitir antes de darse cuenta de que podría ser fuente de contagio”. Y la respuesta, dijo, “es un sí inequívoco”.

Si esa transmisión críptica ocurre con la frecuencia suficiente para afectar la dinámica de la enfermedad es otra cuestión, dijo Hanage, pero “mi opinión es que sí”.

El “período entre infecciones reportadas” es lo suficientemente corto, dijo, que algunas personas probablemente están propagando la enfermedad sin sentirse enfermas.

“El objetivo no es necesariamente cero casos”

Si bien el nuevo estudio respalda un período de monitoreo de 14 días para algunas personas, los investigadores advierten que las cuarentenas no son apropiadas para todos.

“El enfoque en la contención ha durado demasiado”, dijo Lessler, el autor del estudio. “Tenemos que recordar, particularmente ahora que parece que el virus está más extendido en partes de Estados Unidos y en todo el mundo, que el objetivo no es necesariamente que ocurran cero casos después de la cuarentena”.

En cambio, dijo, el foco necesita estar en mitigación: esfuerzos que buscan reducir el impacto del virus en las comunidades una vez que ya se está propagando.

El objetivo debe ser “tratar de equilibrar el riesgo de que las personas propaguen enfermedades e infecten a otras personas que puedan estar en alto riesgo, y desaceleren la epidemia”, dijo Lester.

“Simplemente no se puede eliminar de la población a todos los trabajadores de la salud que han estado expuestos a este virus”, dijo. “Eso sería un desastre.”

La crisis del coronavirus deja expuesta la fragilidad de las economías latinoamericanas

10 marzo 2020 –

Por: El País –

La escasa incidencia epidemiológica y la lejanía de las zonas más golpeadas contrasta con la amenaza para las exportaciones. Las fugas de capitales y la depreciación de sus divisas dificultan los estímulos

Cuatro ejemplos de innovación en audio en medios de comunicación

10 marzo 2020 –

Por: LDP –

Los editores están tratando de llegar a nuevas audiencias y responder a nuevos hábitos de consumo de información y el audio se está erigiendo en uno de los canales de mayor alcance, más conexión con los lectores y más futuro. La innovación en audio se hace cada vez más necesaria.

Altavoces inteligentes, teléfonos inteligentes, relojes inteligentes y ahora también coches inteligentes están abriendo posibilidades desconocidas para entregar contenido mediante la voz.

Algunos medios de comunicación han dado ya pasos relevantes para fidelizar audiencias mediante audio. La London School of Economics and Political Science acaba de hacer pública una investigación, Voice Control: How can new audio technologies build trust and engagement? en la que, entre otros datos, recopila los casos de éxito de cuatro medios de comunicación en el uso de audio. Son estos:

The Evening Standard: la voz como arma para expandirse al otro lado del Atlántico

The Evening Standard, de Londres, lleva sirviendo contenido en audio a los asistentes virtuales desde 2017. Su primera creación fue una guía simple “Qué hacer en Londres”, y después empezaron a servir boletines de noticias en audio.

Según Chris Stone, productor ejecutivo de vídeo y audio de The Evening Standard “a finales de 2018 nos involucramos con Google. Google estaba buscando desarrollar el contenido que entregan en un altavoz inteligente y buscaban una fuente confiable de noticias breves, y eso es lo que estamos haciendo ahora”.

El periódico no dudó en aventurarse en el audio. “Es un mercado en crecimiento -indica Stone- y tenemos un período de tiempo limitado para ser expertos en ese mercado. Éramos uno más de un número muy pequeño de editores del Reino Unido que Google aceptó a bordo. Vimos una muy buena oportunidad para convertirnos en expertos en un nueva área ante muchos de nuestros competidores, y tratar de obtener un poco de ventaja en ese primer movimiento”.

La expansión al audio les ha permitido romper sus propias barreras geográficas y ve potencial para ganar usuarios al otro lado del Atlántico.

The Guardian: una voz tan humana que los consumidores no se dan cuenta

The Guardian había producido podcasts durante muchos años, pero lanzaron Guardian Voice Lab, con el apoyo de Google, a finales de 2018. El objetivo era experimentar con audio interactivo para el Asistente de Google, llevando la narración de The Guardian a una nueva plataforma.

Se creó un equipo interdisciplinar procedente del área de software y producción de contenido para explorar las posibilidades, dice Dave O’Donnell, quien fue director editorial en el proyecto Guardian Voice Lab: “Cuando el cliente pedía el resumen de noticias, nuestro sistema construía un archivo mp3, extrayendo dinámicamente historias de un boletín diario y usábamos el software de texto a voz para servir los elementos dinámicos, combinando la voz virtual con elementos expresados ​​por un humano”.

O’Donnell está satisfecho con la combinación de voz humana y robótica. Cuenta con 10 años de experiencia en la producción de radio lineal, y dice que la programación con SSML (lenguaje de marcado de síntesis de voz) puede lograr un nivel de producción que satisfaga estéticamente los más altos estándares profesionales. La calidad también fue reconocida por el público.

La voz de The Guardian Briefing logró reunir una audiencia de miles de usuarios a través de marketing en el boletín de correo electrónico del periódico, dice O’Donnell.

“A veces la gente comentaba que el presentador sonaba robótico o un poco sofocado. Pero muchos otros ni siquiera se daban cuenta de que era una voz virtual. Cuando Google introdujo una nueva voz, Wavenet, realmente mejoró la calidad. La gente estaba confundiendo el TTS como una voz humana, no una que disfrutaran especialmente escuchando, pero sí pensaban que era humana”. El Laboratorio no siguió adelante, pero los recursos que generaron siguen usándose.

Sport Social, toda la información de la Premier en Alexa y Gooogle con voz humana

Sport Social, con sede en Manchester, informa sobre la Premier League de fútbol en podcasts y otros contenidos que combinan producción humana y lectura mecánica.

Jim Salveson, jefe de Sport Social, describe el servicio como “una ventanilla única para personas que están interesadas en la información en audio y que quieren tener su marca de confianza”.

Social Sport está disponible como skill en Amazon Alexa y en el asistente de Google, y es, según Salveson, el primero del mundo que ofrece noticias diarias para cada equipo de la Premier League, incluido el partido, las previas con la alineación del equipo, etc.

“Lo que estamos haciendo de manera diferente a otros proveedores de contenido es que tenemos todo en voz humana. Tenemos periodistas para grabar cada uno de los boletines individualmente y que sea una voz humana la que hay detrás: incluso hemos reemplazado la voz de Alexa con una voz humana que se siente un poco un poco más cálida, más natural y más conversacional”.

Sin embargo, algunas partes del contenido diario de Sport Social las sirve la voz artificial,  por obvias razones. La Premier League tiene 20 equipos con un promedio de 31 jugadores por equipo, por lo que significaría tener que registrar más de 600 nombres y números de jugadores. Esa tarea se evita con la voz robótica.

La razón inicial por la que se decidió construir este tipo de servicio alrededor de la Premier League es interesante. Salveson había notado que, aunque hay muchos podcasts deportivos y el deporte es un buen contenido para el audio, el mejor servido a través de tecnología de asistente de voz (VAT) estaba rezagado:

“Solíamos llevar a cabo un programa de radio con participación del público donde la gente podía telefonear y hablar con un ex profesional de fútbol sobre los partidos de fin de semana, en el día posterior al partido. Fue un formato que funcionó brillantemente hace 10 años. Ahora, he notado que la gente no está tan interesada en hablar con especialistas sobre el juego, porque pueden tener esa gratificación al instante a través de las redes sociales. Lo que describe esto son signos claros de un cambio tanto en los medios como en el comportamiento humano. Si se puede hacer algo ahora, se hará: se puede ver un gol de fútbol en la Premier League en 15 segundos en su teléfono inteligente porque estaría en Twitter en algún lugar. No tiene que esperar hasta las 10 en punto para el partido del día para ver la repetición del gol o escuchar las noticias deportivas en la radio”.

La BBC y su servicio de audio interactivo

La BBC lanzó su primera skill de voz completa para Alexa a finales de 2017, y ha sido un éxito, dice Mukul Devichand, editor ejecutivo de BBC Voice y AI: “Creo que es la skill personalizada más grande del mundo, y básicamente es el punto central de todo el tráfico que la BBC tiene en este espacio hoy”.

En octubre de 2019, como publicó Laboratorio de Periodismo de la Fundación Luca de Tena, la BBC lanzó una nueva skill para Alexa, que ofrece un boletín de audio interactivo, el primero de su tipo en el Reino Unido, dice Devichand. EN este caso, la innovación en audio viene marcada porque el usuario puede pasar a la siguiente parte del boletín, pero también puede usar la frase clave “Alexa, más de la BBC” en algunas de las historias. La solicitud de “más” guiará al oyente a otras explicaciones e historias en profundidad que son comisariadas por los editores de la BBC.

La BBC también está desarrollando su propio asistente de voz que lleva el nombre de Beeb, que es un apodo para la BBC en el Reino Unido. La BBC dice que Beeb “no será un dispositivo de hardware por derecho propio, sino que está diseñado para funcionar en todos los altavoces inteligentes, televisores y móviles”.

IRÁN | Los periodistas encarcelados están en riesgo por la expansión del coronavirus dentro de las prisiones

10 marzo 202o –

Por: RSF –

Foto: Pixabay –

Después de China, Irán es uno de los países con mayor número de muertos por la epidemia del coronavirus. Según las últimas cifras oficiales, el virus ha matado al menos a 92 personas en el país e infectado a 2.922.

No hay cifras oficiales sobre la expansión del coronavirus en las cárceles de Irán, pero las familias de los detenidos afirman que hay muchos casos. Igual que hace China, la República Islámica oculta información tanto sobre la propagación del virus como sobre el maltrato a los presos políticos.

Cuando la propagación del virus comenzaba a asumir proporciones alarmantes en Irán el 26 de febrero, el jefe de la autoridad judicial, Ebrahim Raissi, ordenó reducir al mínimo los nuevos arrestos para evitar aumentar la población carcelaria. También dio el visto bueno para que aumentara el número de concesiones de libertad condicional.

Sin embargo, la posibilidad de libertad temporal bajo esta medida especial se deniega a aquellos que cumplen condenas de más de cinco años por «actuar contra la seguridad nacional». Este es el caso de la mayoría de los periodistas actualmente detenidos, que, por lo tanto, continuarán presos mientras el coronavirus afecta a la población carcelaria.

Las familias de algunos presos políticos han publicado una carta abierta pidiendo a las autoridades que los liberen o, al menos, que les otorguen un permiso provisional hasta que termine la epidemia.

La periodista Hengameh Shahidi, que ha estado encarcelada durante los últimos dos años y cumple una condena de doce, puede estar infectada. Su abogado dice que la han transferido a la enfermería de la prisión Evin de Teherán.

Faeze Abdipour, esposa de Mohammahd Sharrifi Moghadam -uno de los miembros presos de la redacción de Majzooban Noor, web informativa de la comunidad sufí-, ha expresado su preocupación por su marido en Twitter. “Mohammad ha sido sentenciado a siete años de prisión y, según la ley, debe cumplir cinco. Pero, después de estar detenido durante 743 días, no se le ha concedido ni un solo día del permiso estipulado por la ley «. Otros seis miembros de la plantilla editorial de Majzooban Noor se encuentran en la misma situación.

En lugar de ponerlos en libertad, a algunos periodistas los han sometido a una mayor persecución judicial. La periodista y defensora de los derechos humanos Narges Mohammadi fue transferida arbitrariamente de la prisión de Teherán a una prisión en la ciudad norteña de Zanjan, donde debe comparecer frente a un tribunal local acusada de «conspiración contra la seguridad nacional» por escribir cartas que condenan la sangrienta represión de las protestas en noviembre del 2019. El director de la prisión también presentó una denuncia acusándola de difamación y de provocar disturbios dentro de la prisión. Mohammadi está apadrinada por periodistas españoles en el marco de la campaña de apoyo a encarcelados de RSF España.

«Estamos extremadamente preocupados por la salud de estos presos, que deberían ser liberados o al menos recibir la libertad provisional mientras dure la epidemia», solicita Reza Moini, jefe del departamento de Irán y Afganistán de RSF. «Según el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, del que Irán forma parte, negar la atención médica constituye una violación de la prohibición de la tortura y los tratos crueles, inhumanos o degradantes».

Irán ocupa el puesto 170 180 países en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2019 de RSF. Ver también el Informe Anual de la Información.

 

Las 5 mujeres más influyentes de la historia, según un sondeo de la BBC

6 marzo 2020 –

Por: BBC –

Una matemática, una cristalógrafa, una activista… de una u otra forma estas mujeres cambiaron el mundo y son las que han tenido el mayor impacto en la historia del mundo, según un sondeo llevado a cabo por la revista BBC History.

La publicación solicitó a diez expertos de diferentes ámbitos que nominaran a las mujeres que, según ellos, han sido las más influyentes de la historia mundial.

También pidió a sus lectores que votaran por sus favoritas. Y esta fue la conclusión a la que llegaron.

1. Marie Curie, 1867-1934

Marie Sklodowska Curie cambió el mundo no una sino dos veces.

Esta mujer fundó la nueva ciencia de la radioactividad -incluso el nombre fue inventado por ella- y sus descubrimientos produjeron curas efectivas para el cáncer.

«Curie se vanagloria de una extraordinaria serie de logros», dice Patricia Fara, presidenta de la Sociedad Británica para la Historia de la Ciencia, quien nominó a la científica francesa de origen polaco.

«Fue la primera mujer que ganó un Premio Nobel, la primera profesora de la Universidad de París y la primera persona -subrayamos aquí el uso de ‘persona’ y no ‘mujer’- que ha ganado un segundo Premio Nobel».

Nacida en Varsovia, Curie estudió física en la Universidad en París, donde conoció a su futuro colaborador de investigaciones y esposo, Pierre.

Juntos identificaron dos nuevos elementos: el radio y el polonio, nombrado así por su nativa Polonia.

Cuando él murió, Marie juntó una pequeña fortuna en Estados Unidos y Europa para fundar laboratorios y para desarrollar tratamientos para el cáncer.

Marie Curie fue una mujer de acción además de tener un enorme intelecto. Durante la Primera Guerra Mundial ayudó a equipar ambulancias con equipos de rayos X y a menudo las manejaba ella misma al frente de batalla.

«Las probabilidades siempre estaban en su contra», afirma Fara. «En Polonia, su familia patriota sufrió bajo el régimen ruso. En Francia fue vista con sospecha por ser extranjera y, por supuesto, adonde quiera que iba era discriminada por ser mujer».

A pesar de enfermarse debido a los materiales radioactivos que constantemente manejaba, Curie nunca perdió su determinación de sobresalir en la carrera científica que amaba.

Su recuerdo se conserva en la organización benéfica de cáncer que lleva su nombre y que continúa ayudando a los pacientes terminales alrededor del mundo.

2. Rosa Parks, 1913-2005

El 1 de diciembre de 1955, Rosa Louise Parks, una costurera de 42 años que trabajaba en una tienda departamental en Montgomery, Alabama, abordó su autobús para dirigirse a casa, como lo hacía diariamente después de trabajar.

Ese día, sin embargo, la afroestadounidense desafió la segregación racial que existía en partes de Estados Unidos al negarse a ceder su asiento para que una persona blanca se sentara.

Su protesta fue apoyada por muchas otras personas negras y provocó el movimiento de derechos civiles que, en los 1960, finalmente logró derechos igualitarios.

Cuatro años después de su muerte en 2005, Barack Obama se convirtió en el primer presidente negro de Estados Unidos.

3. Emmeline Pankhurst, 1858-1928

En 1903, la reformista social Emmeline Pankhurst fundó la Unión Social y Política de Mujeres para hacer campaña para el voto parlamentario para las mujeres en la época eduardiana en Reino Unido.

«Hechos, no palabras», fue su consigna. Pankhurst, una líder carismática y una oradora poderosa, incitó a miles de mujeres a que demandaran -y no pidieran cortésmente- su derecho democrático en un movimiento masivo que no ha tenido paralelo en la historia británica.

Pankhurst siempre estuvo en medio de la lucha y soportó 13 encarcelamientos. Su nombre y causa se hicieron conocidos en todo el mundo.

4. Ada Lovelace, 1815-52

Nacida a principios del siglo XIX, Ada Lovelace tenía una fascinación con la ciencia y las matemáticas que desafió las expectativas de su clase y su género de la época.

A pesar de ser una de muchas figuras de la historia de la ciencia cuyo trabajo solo ha sido apreciado póstumamente, hoy Ada Lovelace, una talentosa matemática, es considerada la primera programadora computacional en una industria que desde entonces ha transformado empresas, nuestra vida y el mundo.

Lovelace es particularmente intrigante porque, no solo era una mujer que trabajaba durante una época en la que los hombres dominaban los campos de la ciencia y las matemáticas, sino también demostró tener una percepción única y visionaria sobre el potencial de las computadoras.

En una industria todavía dominada por los hombres, es particularmente sorprendente que la primera programadora fuera una mujer.

5. Rosalind Franklin, 1920-58

Cuando la estructura de la doble hélice del ADN fue descubierta, los científicos argumentaron que habían desvelado el secreto de la vida misma.

La prueba crucial fue presentada por la química y cristalógrafa inglesa Rosalind Franklin: la famosa fotografía 51.

Esta era una imagen de rayos X que mostraba una cruz de puntos oscura, que sugería la estructura helicoidal de la molécula y que permitió inferir detalles clave del ADN.

Franklin había tomado las imágenes de ADN por difracción de rayos X durante su estancia en el King’s College de Londres.

Y aunque las investigaciones que hizo sobre el carbón y los virus fueron apreciadas durante su vida, su contribución al descubrimiento de la estructura del ADN solo se reconoció póstumamente.

Las innovaciones que siguieron, y que tuvieron un enorme impacto en la vida humana -el mapeo del genoma humano, los bebés de probeta, la ingeniería genética- dependieron del entendimiento de los fundamentos químicos de la herencia.

Día de la Mujer: ¿Qué ocurrió el 8 de marzo de 1857?

6 marzo 2020 –

Por: El periódico –

El Día Internacional de la Mujer del 8 de marzo fue declarado por las Naciones Unidas en 1975. Dos años más tarde se convirtió en el Día Internacional de la Mujer y la Paz Internacional. En Estados Unidos se celebra oficialmente tan solo desde 1994, a pesar de que es en aquel país donde se encuentran los orígenes de la conmemoración. ¿Por qué se eligió ese día?

La explicación más verosímil se remonta a mediados del siglo XIX, en plena revolución industrial. El 8 de marzo de 1857, miles de trabajadoras textiles decidieron salir a las calles de Nueva York con el lema ‘Pan y rosas’ para protestar por las míseras condiciones laborales y reivindicar un recorte del horario y el fin del trabajo infantil.

Fue una de las primeras manifestaciones para luchar por sus derechos, y distintos movimientos, sucesos y movilizaciones (como la huelga de las camiseras de 1909) se sucedieron a partir de entonces. El episodio también sirvió de referencia para fijar la fecha del Día Internacional de la Mujer en el 8 de marzo.

El capítulo más cruento de la lucha por los derechos de la mujer se produjo, sin embargo, el 25 de marzo de 1911, cuando se incendió la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist de Nueva York. Un total de 123 mujeres y 23 hombres murieron. La mayoría eran jóvenes inmigrantes de entre 14 y 23 años.

Según el informe de los bomberos, una colilla mal apagada tirada en un cubo de restos de tela que no se había vaciado en dos meses fue el origen del incendio. Las trabajadoras y sus compañeros no pudieron escapar porque los responsables de la fábrica habían cerrado todas las puertas de escaleras y de las salidas, una práctica habitual entonces para evitar robos.

Al no poder huir, muchas de las trabajadores saltaron a la calle desde los pisos octavo, noveno y décimo del edificio. La mayoría de las víctimas murieron por quemaduras, asfixia, lesiones por impacto contundente o una combinación de estas causas.

El desastre industrial, el más mortífero de la historia de la ciudad, supuso la introducción de nuevas normas de seguridad y salud laboral en el país.

Precedentes del Día Internacional de la Mujer

Antes de esta fecha, en EEUU, Nueva York y Chicago ya habían acogido el 28 de febrero de 1909 un acto que bautizaron con el nombre de ‘Día de la Mujer’, organizado por destacadas mujeres socialistas como Corinne Brown y Gertrude Breslau-Hunt.

En Europa, fue en 1910 cuando durante la 2ª Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague (Dinamarca) con la asistencia de más de 100 mujeres procedentes de 17 países, se decidió proclamar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

Detrás de esta iniciativa estaban defensoras de los derechos de las mujeres comoClara Zetkin y Rosa Luxemburgo. No fijaron una fecha concreta, pero sí el mes: marzo.

Derecho a votar

Como consecuencia de esa cumbre de Copenhague, el mes de marzo de 1911 se celebró por primera vez el Día de la Mujer en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza. Se organizaron mítines en los que las mujeres reclamaron el derecho a votar, a ocupar cargos públicos, a trabajar, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.

Coincidiendo con la primera guerra mundial, la fecha se aprovechó en toda Europa para protestar por las consecuencias de la guerra.

El color morado

La celebración se fue ampliando progresivamente a más países. Rusia adoptó el Día de la Mujer tras la Revolución comunista de 1917. Le siguieron muchos países. En China se conmemora desde 1922, mientras que en España se celebró por primera vez en 1936.

El color morado es el color representativo del Día de la Mujer, y el que adoptan las mujeres o los edificios como signo de la reivindicación. Fue el color que en 1908 utilizaban las sufragistas inglesas. En los 60 y los 70 las mujeres socialistas escogieron este color como símbolo de la lucha feminista y posteriormente se le asoció a la jornada que se celebra cada 8 de marzo.

 

Los retos, trabas e insultos que soportaron las primeras periodistas de la historia

6 marzo 2020 –

Por: Público –

No lo tuvieron nada fácil; para destacar en el mundo de la comunicación, las primeras mujeres periodistas tuvieron que esforzarse el triple que sus colegas varones. Hoy, con muchas más reporteras en el terreno, recordamos algunas de las incómodas anécdotas que se vieron obligadas a aguantar por el mero hecho de ser mujer.

ARANCHA RÍOS

A finales de 2018 nos dejó Joana Biarnés. Entonces, la prensa nacional recordó con cariño algunas de las peripecias que vivió la primera fotoperiodista española. Muchas de las anécdotas son divertidas, como cuando se coló en un montacargas para charlar con los Beatles o cuando retrató a Dalí adivinando el número de la lotería nacional. Otras no tanto; el día que cubrió un partido de fútbol tuvo que soportar insultos que recibió por el mero hecho de ser mujer. «¡A fregar platos!», cuenta que le gritaron desde las gradas del campo en el documental Una entre todos.

«Hombre es que una mujer…esto no se ha visto nunca, eh», dice que le soltaron cuando buscaba empleo como periodista. Pero antes de ella hubo otras. Mujeres que, a través de la palabra o la imagen, reflejaron lo bueno y malo de la sociedad que les tocó vivir. Era un tiempo donde el machismo entorpecía sin tapujos el camino de las intelectuales frente al de sus colegas varones.

Nellie Bly es un ejemplo. Su carrera comenzó con 16 años, cuando envió una carta al diario Pittsburgh Dispatch tras leer un artículo titulado What girls are good for (Para qué sirven las mujeres). El texto, de marcado carácter machista, indignó a Bly. Decidió actuar: envió una misiva en la que reivindicaba la independencia y autosuficiencia de la mujer. La joven estadounidense escribió tan bien la carta que el director del periódico no dudó en pedirle que formara parte de su equipo.

A pesar de que el escrito feminista fue lo que llevó a Bly a trabajar como reportera, la joven también sufrió las consecuencias de ser mujer y periodista en pleno siglo XIX. Por ejemplo, cuando quiso vencer al personaje ficticio Phileas Fogg dando la vuelta al mundo en menos de 80 días. Cuando Bly explicó al editor del periódico World que quería narrar cómo superaba la marca que Julio Verne marcó en su libro, éste rechazó la oferta en rotundo. ¿Las razones? Que una mujer necesitaba mucho equipaje además de un hombre que le protegiese para tal aventura. Pues bien, Bly viajó sola con un pequeño maletín un total de 35.000 kilómetros. Lo hizo en 72 días.

Antes de que la joven estadounidense creciese como reportera, otra periodista española ya se las había ingeniado para integrarse en un mundo de hombres. Fue Concepción Arenal, una de las pioneras en el feminismo en España. Además de ser de las primeras en escribir sobre la situación de los presos en el país para reformar el sistema penitenciario o sobre la condición de la mujer en la sociedad, Arenal estudió Derecho. Para hacerlo, cogió unas tijeras y se cortó el pelo. Después, se puso una levita, una capa y un sombrero de copa. Sin rasgos femeninos que le delatasen, la joven gallega logró entrar a la Facultad de Derecho de Madrid.

Al descubrir su verdadera identidad, el rector le preparó un examen que superó sin dificultad. Fue admitida. Eso sí, con restricciones. En Feminismo en un mundo global, Amelia Valcárcel explica que Arenal debía ir acompañada por un familiar hasta la puerta del claustro. Cuando acudía a clase, la futura periodista tenía que sentarse en un lugar separado al de sus compañeros. Después no salía del edificio hasta que otro familiar volviese a recogerla.

Su caso recuerda al de Josefina Carabias, la primera corresponsal que trabajó en Estados Unidos para tres periódicos. Durante la II República, Carabias necesitaba un pasaporte con el que viajar a Marruecos para trabajar como periodista. Como escribió la propia reportera en Crónicas de la república, el comisario le dijo: «Si fuera usted un hombre se lo daría solamente con la partida de nacimiento, si no hay inconveniente militar. Pero tratándose de una mujer, no puedo». Al final, Carabias no tuvo más remedio que llamar a su padre. Éste se vio obligado a ir hasta la comisaría de la calle Leganitos de Madrid para autorizar a su hija (mayor de edad) a recibir el pasaporte.

La figura de Concepción Arenal también conecta con la de la inglesa Dorothy Lawrence, quien en secreto se disfrazó de hombre para luchar como soldado. Fue la única mujer británica en combatir en el frente e informar sobre ello. Con un abrigo lo suficientemente grande para esconder su cuerpo de mujer, fue a pedir los papeles de su nueva identidad. Desde entonces, solo algunos compañeros de confianza sabrían que el soldado raso Denis Smith era en realidad una joven periodista inglesa que quería informar sobre la Primera Guerra Mundial.

Otras, aunque vestidas de mujer, retrataron las penurias de la guerra con nombre de hombre. Fue el caso de Gerda Taro, la primera fotoperiodista que, junto a su pareja sentimental y fotógrafo Endre Friedmann, creó el personaje de Robert Capa. El problema es que muchas de las fotos que realizó la fotoperiodista quedaron a nombre de Friedmann. Esther Pedraza, periodista y estudiosa de Taro, asegura que así fue. «Incluso existen bastantes dudas sobre la autoría de Muerte de un miliciano», afirma Pedraza sobre una de las imágenes más famosas del siglo XX.

«Se cuestiona si fue él o no quien hizo la foto porque entre los dos se intercambiaban las cámaras constantemente. Además, la fotografía tiene el estilo de ella y no de él; uno más emocional, más humano», explica la periodista.

La dictadura franquista optó por amordazarlas

Gerda Taro murió atropellada por un tanque en España retratando al bando republicano. Tres años después, Franco sumergió al país en un régimen dictatorial que enterró por completo su obra. El machismo de esos años también invisibilizó la figura de otras pioneras en el periodismo. Hoy aún se recupera la de Carmen de Burgos, la primera columnista española.

Al franquismo no le interesó rememorar (y por lo tanto reconocer) el trabajo de una mujer que, bajo el pseudónimo Colombine, opinó sobre la legalización del divorcio, el sufragio femenino o el matrimonio civil. Trabajos feministas y republicanos como los de esta columnista, eran lo primero que la dictadura machista de Francisco Franco buscó silenciar.

La experta en Carmen de Burgos, Concepción Núñez Rey, se lamenta del escaso reconocimiento que tuvo la escritora. «Habiendo sido la gran figura de las letras, la pionera de la modernidad y la vanguardia y la figura máxima del periodismo del siglo XX, qué más insulto que la prohibición de su obra durante la época franquista», reflexiona la catedrática y autora de Carmen de Burgos, periodista universal.

Además de sepultar la obra de las del pasado, la dictadura también se encargó de ensombrecer el trabajo de las periodistas del momento, como la de la primera mujer en dirigir una cabecera en España. Mari Luz Morales -Felipe Centeno en sus críticas cinematográficas- tomó las riendas de La Vanguardia en 1936. Tras la victoria del bando sublevado, el régimen franquista no dudó en encerrarla 40 días en un convento de la carretera de Sarrià, en Barcelona. Después, según un artículo del periódico para el que trabajó, aunque la dictadura le intentó privar de su condición de periodista, Morales siguió escribiendo con dos pseudónimos. Unas veces era Jorge Marineda y otras se llamaba Ariel.

Pero no todas las pioneras sufrieron del mismo modo las consecuencias de la sociedad machista.Mari Carmen Izquierdo, la primera mujer en informar sobre deporte en España, confiesa que su figura «despertó cierto paternalismo». Aunque tuvo «todo tipo de colaboración de los compañeros» para que se «familiarizada con una especialidad que no era propia de mujeres», sí que destaca alguna que otra anécdota.

«Vas a aprender periodismo deportivo aquí. Para eso te tiene que gustar mucho el vino y las mujeres», recuerda que le soltó el redactor jefe del periódico As cuando pidió hacer prácticas en el medio deportivo. Desde entonces fue formándose, poco a poco, en un mundo diseñado por y para hombres.

Izquierdo recuerda un día que tuvo que cubrir una carrera ciclista. En el momento que pasó a la zona donde se encontraban los periodistas, llegó el director de la competición tocando el silbato.Las mujeres tenían prohibido pasar donde trabajan sus colegas, según el reglamento de la Unión Ciclista Internacional (UCI). Cuando sus compañeros de profesión vieron que «seguía y seguía y seguía» yendo de un acontecimiento deportivo a otro, Izquierdo no volvió a toparse con el mismo problema. De esta forma, abrió el camino a otras muchas mujeres periodistas en el mundo del deporte en España.

La primera demanda por discriminación de género

En primer plano, una mujer con el puño en alto. En segundo, el símbolo del sexo femenino rodeando el cuerpo de ella. En la parte superior a la izquierda, un mensaje: Mujeres en rebelión. Con esta portada,Newsweek hizo creer a sus lectores que era un medio feminista. El diseño se publicó el 23 de marzo de 1970, el mismo día en que las trabajadoras de la revista estadounidense se armaron de valor para denunciar a la empresa por discriminación de género. Fue la primera denuncia que se interponía en EEUU contra un medio de comunicación por esa causa.

Una de las 46 mujeres que acusaron al medio fueLynn Povich. En el libro Good girls revolt (La rebelión de las chicas buenas) Povich cuenta cómo ella y el resto de compañeras tenían que desempeñar funciones muy distintas a las que debieran como profesionales de la comunicación, repartiendo el correo o siendo secretarias. Pero ellas eran periodistas y querían ejercer como tales. Se indignaron a aceptar un papel diferente por el mero hecho de ser mujeres.

Las víctimas también denunciaron que, cuando se encargaban de buscar la documentación y contrastar los datos de ciertas informaciones, eran ellos quienes terminaban firmando el trabajo realizado.

Junto al resto de compañeras, Povich ganó la batalla al sexismo; desde 1964 las mujeres tenían derecho por leya realizar la misma tarea que un colega varón si tenían la misma capacidad. Fue el primer hito feminista del mundo de la comunicación estadounidense. Cinco años después, Povich fue la primera editora en la historia de Newsweek.

Las acción de las trabajadoras de esta revista desencadenó una ola de demandas: las periodistas de TimeThe Reader’s DigestThe New York TimesNBC y de la agencia de noticias Associated Press denunciaron la situación que hasta el momento se vieron obligadas a soportar por ser mujeres y periodistas.

 

8M: Esto es ser periodista y mujer en Latinoamérica

6 marzo 2020 –

Por: 070 –

Ser periodista y mujer en América Latina es ir en contra de la corriente. Es en pleno siglo XXI seguir defendiendo, defendiéndonos como mujeres capaces de interpelar al poder, de poner agenda, de defender la igualdad, de tomar decisiones editoriales, de llegar a cargos directivos, de acabar con la idea de que la política y la justicia son temas exclusivos y reservados para los hombres.

No sólo nos enfrentamos a un gremio históricamente dominado por ellos (como muchos otros gremios), nos enfrentamos también a medios cooptados por intereses capitalistas dominados por hombres y en lo más básico de nuestro ejercicio nos enfrentamos a fuentes, a entrevistados, a hombres que ostentan el poder y que nos deslegitiman como periodistas por el simple hecho de ser mujeres.

Por esto, porque estamos en una profesión desigual, como muchas otras, hoy 8 de marzo, quisimos que mujeres periodistas de ocho países de América Latina nos contaran a qué se enfrentan, qué reprochan, qué no aguantan y en contra de qué luchan en su ejercicio periodístico diario.

Estefanía Avella

Periodista de 070

La violencia sexual es el segundo crimen que más se comete en el país y es uno de los crímenes que ubica a Colombia en el deshonroso segundo lugar de países del hemisferio donde más se cometen crímenes en contra de la mujer, después de México. En nuestro país, las mujeres periodistas son, de manera sistemática y tipificada, víctimas de esa violencia sexual.

Lo primero que tenemos que entender es que la violencia sexual no se limita únicamente a la violación, incluimos también el acoso, el abuso, la acción de extralimitarse de poder por el hecho de ser hombre o querer imponer ese poder a través del acoso. En Colombia son muy pocas las periodistas que se han atrevido a hablar de los que ha ocurrido en su condición de mujer en el ejercicio del periodismo. Hace algunos años ni siquiera era posible pensar que las periodistas pudieran denunciar que habían sido víctimas de acoso o de alguna otra manera de violencia sexual. Pero lo cierto es que hoy queda a luz pública que en las redacciones, y sobre todo en el ejercicio de su profesión, las mujeres sufren este tipo de violencia. Como en todos los casos los cuerpos de las mujeres son usados para conseguir favores, para suministrar información o para negarla. Pero también para aprovecharse de la condición de mujer de las periodistas. Hay más casos de los que pensamos de violencia sexual y violación, sobre todo en las regiones rurales del país.

El problema es que el acoso está normalizado. Es difícil pensar en una política que esté enfocada solamente a las mujeres periodistas. Colombia necesita una política pero sobre todo acciones para proteger a todas las mujeres. Lo que sí es claro es que las cabezas de los medios, las juntas directivas o los directores o directoras, deben tener unas políticas claras sobre cuál debe ser el comportamiento y sobre todo el cuidado de las periodistas. En No Es Hora de Callar, una iniciativa que busca darle una voz a las víctimas de violencia sexual, hemos hecho talleres para entrenar a los periodistas sobre la manera apropiada de cubrir la violencia sexual. Pero también hemos trabajado para hacerle entender a los periodistas en las redacciones que esos comportamientos de los que hablan en sus notas muchas veces se replica en el ambiente laboral. Lamentablemente los varones periodistas muchas veces no miden su comportamiento y tienen actitudes que terminen siendo acoso o que terminan siendo una invasión del espacio íntimo y privado de las periodistas.

Yo creo que una de las mayores conclusiones que nos deja este trabajo es que los periodistas naturalizaron el acoso. Creen que las practicantes tienen que dejarse manosear o que tienen que acceder a ciertas propuestas para mantener su práctica o su trabajo. La capacitación de ‘No es hora de callar’ ha llegado a hablarles claramente de cuál es ese límite pero también hacerles entender que eso que hacen en la redacción es lo que muchas veces plasman en sus textos y por eso terminamos con notas con un lenguaje revictimizante, con textos que llevan siempre a descargar todo el peso de la responsabilidad de un hecho de violencia de género en la víctima y no en el victimario.

El periodismo me permite hoy estar en un lugar privilegiado, como mujer y periodista, en el que puedo no sólo observar y reflexionar sobre la lucha del movimiento de mujeres, lesbianas, travestis y trans, sino también contarla y sentirme un ínfimo granito de arena en esta ola de feminismo en la Argentina que logró, como primer paso, visibilizar las problemáticas de género.

Nuestra profesión, sin embargo, no escapa a la violencia y discriminación machista que por siglos caracteriza a esta sociedad patriarcal. En la Argentina, nuestra profesión está precarizada (como muchas otras) y las mujeres somos quienes  más lo padecemos. En las radios, seguimos siendo convocadas mayoritariamente para decir la hora y la temperatura o, a lo sumo, para hablar de moda y cocina; en la televisión siguen teniendo mayores posibilidades las caras bonitas y en los medios gráficos las firmas de varones siguen llevando la delantera a las escasas de mujeres. En los altos mandos de las empresas periodísticas, los nombres femeninos prácticamente no figuran.

Es este un contexto duro para ser mujer y periodista en la Argentina. Pero también fascinante y no menos desafiante  El movimiento feminista también logró marcar agenda no sólo en los medios sino en la política: en Argentina, estamos viviendo un hecho histórico, resultado de años de lucha y reclamos, que es el debate del aborto legal, seguro y gratuito. Y estar en el momento y en el lugar justos para contarlo es un privilegio. Un bálsamo para tantos “gajes” del oficio.

Sociedades machistas, como la guatemalteca, sufren por su necesidad de restringir a las mujeres. Intentan controlarlas para que no crezcan, no se muevan, no hablen, no piensen fuera de lo que el machismo tolera. Una manera de ejercer y mantener este poder es con ideas culturales sobre qué tipo de mujeres existen y cómo se posicionan ellas dentro de la lógica de la sociedad machista.

Son dicotómicas y se les califica según su movimiento en el espacio privado-público, la hora, el lugar, su maquillaje, su vestimenta, su estilo, su forma de hablar, sus interlocutores. La mujer a la que violan en su casa califica como tragedia. La mujer a la que violan una noche que regresa de una fiesta en la noche como responsable por buscarlo a esa hora, con esa falda. Por ser mujer.

Las periodistas mujeres por definición salimos de esta dicotomía. Estamos afuera todo el tiempo. Buscamos meternos y estar en el lugar y el momento en el que pasan las cosas. No hablamos sólo con mujeres ni sólo de ciertos temas. Es una provocación total, y necesaria, a la cultura machista. Cuando trabajo con fuentes de información que son hombres, esto se manifiesta en ciertos juegos de poder.

Un ejemplo fue cuando solicité información pública a un oficial de una unidad de la Policía Nacional Civil que había entrevistado en un par de ocasiones. Era sobre un asesinato relacionado a las extorsiones y pandillas en Guatemala y la información, tanto escrita como visual, era fuerte.

Antes de entregarme la información, el oficial me dijo: “ojalá no le vaya a afectar su sueñito, señorita, no le queremos dar pesadillas”.

Me pregunto si esto también le pregunta a mis colegas hombres. ¿Si el oficial fuera mujer, me hubiera hecho la misma pregunta? Lo dudo. En ambos casos, lo dudo.

Por dentro me río por lo absurdo de que alguien considera prudente verbalizar tal comentario y por lo ridículo que me resulta el autor. Pero soy yo quien tengo que tomarme la molestia de considerar realmente qué contestarle, una consideración que no creo que haya hecho él.

Otro ejemplo son fuentes-hombres que traducen el interés en su historia o la información que te proveen en una oportunidad íntima. De repente recibes mensajes fuera del tema, preguntas personales, o invitaciones. Como si a cambio de ser o hacerse fuente una tiene que pagar con dejarse ser ‘conquistada’. Como si fuera un intento desesperado a recuperar el control de una situación después de haberse expuesto o haberte compartido información y la única manera es regresar a su convicción de que las mujeres somos objetos a conquistar.

En ambos casos lo que está en juego, pienso, es que no cuadramos. Como mujeres no cuadramos dentro de uno de los tipos de mujeres que hacen sentir cómodos al machismo. En ningún caso te toman en serio; no pueden, porque este tipo de igualdad sería amenazante.

El mensaje, en fin, es que una como mujer no debería estar allí en sus cabecitas machistas.

Como yo lo escogí, ¿soy yo la que tengo que aguantarlos? No, ellos que tienen que cambiar.

Sigamos provocando.

El periodismo político en Ecuador ha estado tradicionalmente reservado a los hombres. En los medios tradicionales, las figuras representativas en ese ámbito eran, en su gran mayoría, hombres. Hace menos de una década, se empezó a notar un poco más de presencia femenina en las coberturas de temas políticos, aunque incluso ahora en algunos grandes medios, la política está reservada para periodistas hombres e incluso mujeres que han expresado su voluntad de cubrir esos temas, son relegadas a la cobertura de temas ambientales, sociales o de farándula.

En un ámbito como la política, que ha sido dominado por hombres, es un terreno hostil para mujeres periodistas. A los políticos hombres les cuesta ser abordados, cuestionados, preguntados y repreguntados por mujeres. Tienden a tratarnos con condescendencia, a hacer bromas o emitir comentarios sobre nuestro aspecto, nada de eso hacen con otros hombres. Muchas veces me han considerado “grosera”, “insistente”, “agresiva” o “mandona” por hacer el mismo trabajo de cualquier periodista hombre.

Es un enorme reto para las mujeres periodistas enfrentarse a ese ambiente masculino, sobre todo cuando ellos se sienten amenazados por una periodista bien informada, lista para hacer preguntas acuciosas y dispuesta a insistir para obtener respuestas. Esa actitud, necesaria en el ejercicio del periodismo, es vista como “agresiva” si es que viene de una mujer. Incluso hay hombres y mujeres que se sorprenden e incomodan (no siempre conscientemente) de que una mujer aborde con frontalidad temas políticos, sobre todo cuando eso incluye entrevistar sin concesiones a políticos hombres.

Para mí es un reto constante poder afrontar esos escenarios e incluso abrir más espacios para otras periodistas más jóvenes y demostrar que las mujeres somos tan capaces de cubrir política como cualquier otro ámbito que nos interese.

En mi experiencia personal, al igual que ocurre en la sociedad en general, el primer obstáculo para una mujer periodista es ser mujer. Ser mujer tanto por su género y físico como por el constructo social que se ha normalizado sobre lo que ella debe ser -históricamente-. Por lo breve del testimonio, sólo voy a dar unos ejemplos de lo que me incomoda -y considero irrespetos- como mujer periodista.

Así como me he sentido incómoda cuando camino por la calle y un hombre desconocido enfoca sus ojos sobre mi cuerpo o me tira besos o me llama “amor” o “muñeca” para llamar mi atención, sin yo permitirlo o aceptarlo, también me he sentido incómoda cuando un político o funcionario público me sonríe y pasa una mano sobre mi hombro sin siquiera haber mediado -nunca- una palabra con él; o cuando ya sentada para iniciar una entrevista le explico que la conversación será entre ambos sin importar la dirección de la cámara que graba, y el diputado responde: ‘No lo necesito, usted es muy bonita para no mirarla’; o cuando días después de una conversación en la que cuestionas a un parlamentario por el conflicto de intereses que puede existir entre ser dueño de una empresa o negocio y su función pública, viene y desde lejos te lanza besos como forma de saludo.

Ellos se toman una potestad que la periodista mujer (creo que hay que cambiar el orden porque no importa el género, cuando se es periodista se es y punto) no le ha dado. No te estás sentando con un amigo o un hombre que te invita a una cita para cortejarte, a quienes por decisión propia puedes permitirles hacerlo, te estás sentando con un funcionario para preguntarle por qué sus políticas son ineficientes o por qué tiene una riqueza de más de un millón de dólares que no proviene de su salario como diputado. Por lo tanto, así como la periodista lo trata de usted y toma la distancia debida, por respeto a su persona y al cargo que ostenta, el entrevistado debe hacer lo mismo.

Una periodista mujer no está esperando que la traten como –únicamente– una mujer, sino como un(a) periodista”.

Soy Macarena Gallo, tengo  36 años, soy periodista y he entrevistado alrededor de 200 hombres en doce años de oficio. Debido a mi contextura delgada, no maquillarme y representar menos edad –la raja por mí, debo decir -, siempre, cuando me ha tocado entrevistar a gente ligada a la cultura –que es mi especialidad, supuestamente resguardada de todos los males del mundo, donde se supone a uno le toca lidiar con gente bienpensante y bla bla bla– he tenido que demostrar que no soy una cabra chica, como le decimos a las jóvenes en Chile, que viene saliendo de la universidad. O sea, una ridiculez que no se le exige a ningún hombre. Incluso a periodistas que se ven muchos menores que yo. A ellos se les trata de igual a igual y nada de esto es tema y no está en su radar. Pero para nosotras sí. Porque, así como yo, hay muchas que les pasa lo mismo. Se vean más jóvenes o no. Es una cosa de género, lamentablemente.

Aún recuerdo una entrevista que le hice a la Raquel Correa, una seca, la mejor en el arte de entrevistar. Ella siempre se caracterizó por su carácter rudo y frontal. Hasta el Mamo Contreras, el director de la DINA, la policía secreta del dictador Pinochet que exterminó a cientos de chilenos en la dictadura militar, tembló frente a ella. Bueno, ella cuando no estaba entrevistando, era el ser más tímido del planeta. No mataba ni una mosca. Pero, ella me confesó, que cuando entrevistaba tenía que sacar la actriz que llevaba dentro para hacerse valer. O sea, no me lo dijo, pero se transformaba en una real bitch. Ella ha sido mi ejemplo todo el tiempo.

Todo el tiempo me han tratado de ver como una cabra chica sin experiencia periodística. Eso cansa, de verdad. Es agotador que siempre te estén cuestionando profesionalmente sólo por ser mujer y más encima feminista. Porque, querámoslo o no, uno siempre tiene que demostrar, aunque no lo quiera y no tenga por qué ser, que uno está preparada para hablar con ellos –seres del otro mundo: tus entrevistados.En este sentido, nunca ha faltado el entrevistado que me pregunta apenas lo saludó: “¿y usted, de verdad, es periodista? Yo pensaba que estaba estudiando recién”. Y se ríen los idiotas. Y yo pongo cara de jijiji. Porque tampoco uno quiere quedar como la periodista grave y cabrona en primera instancia. O sea, uno tiene que aceptar huevás y hacerse la tonta. Una actitud paternalista de los entrevistados que raya en lo insólito, actitudes que lamentablemente también muchas veces  he visto entre mis propios compañeros de oficio y amigos progres.

Más de alguna vez me he visto en situaciones en que el entrevistado, alguien respetado culturalmente hablando, me ha mansplaineado. No sé si la palabra existe, pero en fin: me ha hecho sentir como hueona y han dedicado minutos extensos en demostrar que se las saben todas y que yo no cacho ni una. Un examen ridículo. Debo reconocer que tan hueona no soy – tampoco me voy a victimizar- y me he aprovechado de esas situaciones para conseguir que los tipos hablen y digan estupideces para después publicarlas (bitch forever). A ellos les sigo la corriente, les digo que no entendí la explicación que me dieron y hago que me hablen como hueones durante minutos. Esa, creo, que ha sido mi manera de sobrevivir a esa estupidez y hacerme camino. Es heavy admitirlo. Pero así es. Eso por un lado. Porque para qué hablar de cuando tienes que tratar pautas que atañen a tu propio género. Llámese denuncias de abusos sexuales y de ese tipo. No falta que te digan “es que no se vaya armar una caza de brujas y terminemos apuntando a todos los hombres” y todas esas explicaciones insólitas que uno escucha. O sea, una mujer periodista, y que además se identifica con el feminismo y toca temas ligados a la causa, siempre está puesta en duda. Es decir, pierde “objetividad”, su trabajo a veces es cuestionado y pierde validez. Esa huevá me enchucha.

El periodismo en Nicaragua es una labor llena de limitaciones y dificultades. Todos los poderes están monopolizados por el gobierno actual y sus funcionarios tienen prohibido brindar declaraciones a la prensa independiente. En lugar de las respuestas, que por ley tienen que brindarnos, se limitan a insultarnos y desacreditarnos. Pero las mujeres nos enfrentamos a una barrera más grande; cuando una periodista ha cuestionado a funcionarios como Mario Valle, diputado de la Asamblea Nacional, o Bayardo Arce, asesor económico de la presidencia, estos responden con comentarios como: “Mándeme a un periodista varón y le respondo” o “Sos una pobre chavala manipulada”.

Es que en Nicaragua hemos crecido dentro de un sistema patriarcal que normaliza conductas misóginas extremas. Aquí, prácticamente a diario, escribimos noticias sobre violaciones o femicidios atroces. Y las periodistas no estamos exentas a vivir esto, dentro y fuera de las salas de redacción. Somos minimizadas por cómo nos vestimos, qué decimos y cómo lo hacemos, la forma de nuestro peinado, con quién salimos, qué subimos a nuestras redes sociales, entre otros factores que serían irrelevantes si se tratara de periodistas hombres.

Los resultados del último Monitoreo Global de Medios, publicado en 2015 y donde incluyen a Nicaragua, indican que solamente el 41 % de las personas que se leen, ven o escuchan en toda Latinoamérica son mujeres. En Nicaragua, aunque no hay estadísticas, el porcentaje es todavía más bajo. Cuando este pequeño número de mujeres dentro de los medios alcanzamos posiciones de poder como productoras o editoras -posiciones donde no existen muchas mujeres -, por más méritos que tengamos, se nos acusa de acostarnos con el jefe para obtener la posición o no se respeta nuestra autoridad. Además, el acoso sexual por parte de jefes, colegas y fuentes nos dificulta más el trabajo; cuando se les rechaza, se ofenden e intentan sabotearte.

Ser periodista mujer en Nicaragua, sin duda, es un gran desafío para mí y mis colegas. Sin embargo, las mujeres seguimos produciendo periodismo de calidad, informando lo más cercano a la verdad, abriéndonos espacios que históricamente se nos han intentado cerrar y, sobre todo, amando nuestra profesión. Por ese amor que sentimos, solo nos queda luchar. Luchar y triunfar.  

Cuando era una periodista que apenas me iniciaba viví una de las experiencias más violentas de mi vida. Al salir embarazada y sumarme a la lucha por reivindicaciones salariales de mis compañeros en un pequeño diario donde trabajaba fui sometida a una calificación de despido, hostigada y hasta “descendida” de una reciente promoción que me habían otorgado por mi desempeño. Eso fue hace 25 años. Ya afortunadamente a las mujeres periodistas no nos castigan por salir embarazadas, no obstante, en las redacciones venezolanas se mantiene que pese a la gran cantidad de mujeres reporteras aún la mayoría de los altos cargos están en manos de hombres.

Eso lo he visto en la práctica y también lo corroboró un estudio realizado en 2015 por Luisa Kislinger

Según cifras que reporta la investigadora Kislinger las juntas directivas de medios venezolanos sólo incluyen un 17,9 % de mujeres. Yo fui la primera mujer directora de un medio de alcance nacional en el país, El Diario 2001. Hoy, en Venezuela sólo cuatro o cinco mujeres son directoras de un medio de comunicación, todos ellos del interior del país.

También hay rasgos que hemos normalizado. Por ejemplo, en otro estudio de Monitoreo Global de Medios, 98 % de las presentadoras de televisión se encuentran en el segmento de 19 a 34 años, lo cual refuerza el estereotipo de mujer joven frente a las cámaras. Este estereotipo es aún peor en la fuente deportiva de medios televisivos, en donde “se puso de moda” contratar  mujeres más como modelos que como periodistas.

A las pocas mujeres que hacemos análisis político, en muchas oportunidades, en vez de atacarnos por el contenido, lo hacen por nuestro género. También  hay acciones menos frontales: ponen en duda nuestros argumentos o hacen que nuestra nota tenga menos repercusión que el equivalente de un colega hombre.

Pero lo más común es que en Venezuela hay un fenómeno normalizado: el galanteo. Muchas fuentes hombres asumen una posición de poder sobre las mujeres reporteras: creen que tienen el derecho de hacer comentarios inapropiados o invitaciones  mientras ellas están haciendo su trabajo. Lo viví cuando era reportera de la fuente política y cuando estuve en rol de supervisora muchas veces las periodistas me comentaban del trato inapropiado de algunos dirigentes. Una vez una joven reportera fue a entrevistar a un diputado y este puso los pies sobre un escritorio y se acariciaba la zona de los testículos. Le dije que lo describiera en su texto, pero ella se sintió atemorizada de las posibles represalias.  En esta cultura, donde está permitido el galanteo y el piropo, este tipo de acoso se disfraza mucho.

Assange, la prensa en peligro

4 marzo 2020.

Foto: EFE.

Tomado de: El País (España)

El juicio de extradición evidencia una falta de garantías ante la jurisdicción de EE UU.

La libertad de expresión, la libertad de prensa y el derecho de acceso a la información, libran estos días una batalla determinante en la que las sociedades civilizadas se juegan en gran medida la esencia misma de la democracia, es decir, la rendición de cuentas de los gobernantes ante sus ciudadanos. Me refiero al juicio de extradición que comienza en Londres contra el periodista Julian Assange, a instancias de Estados Unidos de Norteamérica.

Si el fundador de la agencia de noticias WikiLeaks fuera entregado a este país se habría sacrificado la transparencia de nuestros gobiernos ante la daga de la seguridad nacional. La prensa mundial quedaría en una situación alarmante, pudiendo ser procesada por la justicia estadounidense, sin defensa factible, a su entera voluntad, siempre que considere que una concreta publicación ha afectado a sus poderosas instituciones. El ejercicio del poder ejecutivo avanzaría por la senda totalitaria sin una prensa combativa que fiscalice su actuación.

Al señor Assange le acusan las autoridades norteamericanas de cometer 18 delitos, 17 de los cuales se registran bajo la Ley de Espionaje de 1917, una anacrónica norma para perseguir espías en el marco de la Primera Guerra Mundial; y uno relacionado con la supuesta ayuda a la militar Chelsea Manning para manejar las computadoras desde donde, dicen, salió la información. La petición de pena es de nada menos que 175 años de cárcel, lo que implica de facto una cadena perpetua, en unas condiciones de aislamiento casi absoluto, por aplicación de las denominadas “Medidas Administrativas Especiales” (SAMS). Su crimen consiste en la publicación de los diarios de guerra de Irak y Afganistán en 2010, los cables del Departamento de Estado y los archivos de Guantánamo sobre los allí encarcelados. Unas publicaciones que evidenciaron la comisión de crímenes de guerra, torturas sistemáticas y demás crímenes internacionales.

WikiLeaks es una agencia de noticias que creó un sistema de cortafuegos en las IPs para garantizar que cualquier whistleblower del mundo pudiera enviar información sobre comisión de delitos a la plataforma, garantizando el anonimato de la fuente. Paradójicamente, la directiva europea sobre los alertadores contra la corrupción va en ese sentido.

La agencia de noticias ha publicado datos relevantes, como el vertido de residuos tóxicos en Costa de Marfil por la multinacional Trafigura, los manuales de instrucción de la base militar de Guantánamo, evidencias de corrupción y ejecuciones extrajudiciales en Kenia o la censura de Internet en China, entre otros. WikiLeaks ha sido por ello galardonada con múltiples premios internacionales.

Su crimen consiste en sacar a la luz unas publicaciones que evidenciaron la comisión de crímenes de guerra, torturas sistemáticas y crímenes internacionales

Estados Unidos jamás perdonó que WikiLeaks sometiera su política exterior al escrutinio de la opinión pública mundial. Nunca aceptó que evidenciara la comisión de crímenes internacionales por parte de su Ejército. Tampoco perdonó a quien, según la justicia de ese país, habría sido la fuente de WikiLeaks, Chelsea Manning quien en la actualidad se encuentra nuevamente en prisión por negarse a declarar contra Assange.

El calvario de Assange desde la publicación de los diarios de la guerra de Irak y Afganistán tiene tintes de tortura, como ha confirmado el Relator de la ONU contra la Tortura, Nils Melzer. En 2012 tuvo que refugiarse en la minúscula Embajada de Ecuador en Londres para evitar una entrega a Suecia, donde se negaban garantías de no reextradición a Estados Unidos, por una caótica causa sin sentido alguno que jamás formuló cargos y que se cerró tres veces sin evidencias. Durante casi siete años Julian Assange vivió sin acceso a luz solar ni al aire fresco, con un padecimiento físico y psicológico indescriptible. Actualmente, ya detenido tras presiones económicas de Estados Unidos al actual Gobierno de Ecuador, su situación es insostenible. Está en una cárcel de máxima seguridad, conocida como la “Guantánamo Británica”, con un limitado acceso a abogados y en una situación de práctico aislamiento.

La extradición que comienza el 24 de febrero y que culminará el 5 de junio debe inapelablemente concluir con la denegación de la entrega del periodista. El peligroso precedente que podría suponer ha sido advertido por la práctica totalidad de los organismos internacionales del mundo.

La justicia británica debe denegar esta extradición y poner fin a la persecución política. Julian Assange, como periodista, está protegido por la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, donde se recoge el derecho a la libertad de prensa y a la publicación de información veraz obtenida de fuentes anónimas. También por la desproporción que implica la aplicación de la Ley de Espionaje y una pena de 175 años de cárcel contra un periodista en ejercicio. Sin olvidar gravísimos hechos como que la Audiencia Nacional de España esté investigando a la empresa de seguridad española que prestaba servicios en la embajada, por un abusivo y totalitario esquema de presunto espionaje contra Assange y sus abogados en favor de servicios de inteligencia de Estados Unidos.

Todo evidencia una absoluta falta de garantías del periodista ante la jurisdicción norteamericana.

Llega el modo oscuro de WhatsApp

4 marzo 2020 –

Foto: Pixabay –

Por: La Vanguardia –

Una de las características más demandadas en los últimos tiempos en WhatsApp es el modo oscuro, que a finales de enero llegó a la versión beta de la aplicación para Android y parece que finalmente acaban de incluirlo en la última actualización de las versiones de iOS y Android.

Es una característica diseñada para facilitar la lectura, al reducir el contraste, y a ofrecer un consumo de energía menor.

Algunos usuarios con la versión definitiva de la aplicación han empezado a ver una nueva opción en los Ajustes que permite seleccionar el modo oscuro.

Se trata de Temas, y puede encontrarse dentro de la configuración de los Chats, justo encima de Fondo. Al pinchar sobre los temas, aparecen tres opciones entre las que elegir: Predeterminado por el sistemaClaroOscuro. Al elegir este último, la interfaz adopta una paleta de colores oscura, en tonos grises. Este cambio no solo afecta al fondo, sino también al bocadillo de las conversaciones y a la tipografía.

10 reflexiones de Ryszard Kapuscinski sobre el periodismo

4 marzo 2020 –

Tomado de: Clasedeperiodismo.com –

En Pinsk, Bielorrusia, entonces parte de Polonia, el escritor y periodista Ryszard Kapuscinski, maestro de este oficio, el mismo que nos dejó muy claro una verdad indiscutible: “Las malas personas no pueden ser buenos periodistas”. 

Es considerado uno de los mejores reporteros internacionales. Debutó con 17 años en la revista polaca “Hoy y mañana“.  Kapuscinski sobrevivió a 27 revoluciones, informó 12 veces desde el frente y fue condenado a muerte en cuatro ocasiones. Fue maestro de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), creada y presidida por Gabriel García Márquez.  Colaboró en medios como Time, The New York Times, El País, La Jornada y Frankfurter Allgemeine Zeitung. En 2003 recibió el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades por «su preocupación por los sectores más desfavorecidos y por su independencia frente a presiones de todo signo, que han tratado de tergiversar su mensaje».

Falleció el 23 de enero de 2007.

Reflexiones sobre el oficio:

1.  “Heródoto era un hombre curioso que se hacía muchas preguntas, y por eso viajó por el mundo de su época en busca de respuestas. Siempre creí que los reporteros éramos los buscadores de contextos, de las causas que explican lo que sucede. Quizá por eso los periódicos son ahora más aburridos y están perdiendo ventas en todo el mundo. Ninguno de los 20 finalistas de la última edición del Lettre-Ulysses del arte del reportaje [premio que se otorga en Berlín], y del que soy miembro del jurado, trabaja en medios de comunicación. Todos tuvieron que dejar sus empleos para dedicarse al gran reportaje. Este género se está trasladando a los libros porque ya no cabe en los periódicos, tan interesados en las pequeñas noticias sin contexto”.

2.El Mundo le preguntó:  ¿Cómo debe ser el periodista del siglo XXI?. El maestro respondió: “Se diferencia del siglo XX en el sentido técnico. Antes el periodista cuando se iba a una guerra tenía libertad para moverse. Dependía mucho de su talento, de su validez. Ahora, como tenemos teléfonos móviles o Internet el jefe de redacción sabe mucho más lo que está pasando. El periodista destacado en un lugar sabe lo que ve, mientras que el jefe, que está en Madrid o Roma, tiene la información de varias fuentes. Al final, el periodista, en vez de llevar a cabo sus investigaciones, se dedica a confirmar lo que el jefe le pide desde la redacción. El sentido del trabajo ha cambiado mucho.

3. “Me gustaría que mis libros sirvieran para que los lectores del siglo XXI comprendieran lo que ha sido el nacimiento del Tercer Mundo, la llegada al poder y la, soberanía de sociedades míseras, rurales e iletradas, un fenómeno sin precedentes que va a cambiar la mentalidad y el modo de vivir en todos los países”.

4. “Antes, los periodistas eran un grupo muy reducido, se les valoraba. Ahora el mundo de los medios de comunicación ha cambiado radicalmente. La revolución tecnológica ha creado una nueva clase de periodista. En Estados Unidos les llaman media worker. Los periodistas al estilo clásico son ahora una minoría. La mayoría no sabe ni escribir, en sentido profesional, claro. Este tipo de periodistas no tiene problemas éticos ni profesionales, ya no se hace preguntas. Antes, ser periodista era una manera de vivir, una profesión para toda la vida, una razón para vivir, una identidad. Ahora la mayoría de estos media workers cambian constantemente de trabajo; durante un tiempo hacen de periodistas, luego trabajan en otro oficio, luego en una emisora de radio… No se identifican con su profesión”.

5. “El verdadero periodismo es intencional… Se fija un objetivo e intenta provocar algún tipo de cambio. El deber de un periodista es informar, informar de manera que ayude a la humanidad y no fomentando el odio o la arrogancia. La noticia debe servir para aumentar el conocimiento del otro, el respeto del otro. Las guerras siempre empiezan mucho antes de que se oiga el primer disparo, comienza con un cambio del vocabulario en los medios. En los Balcanes se pudo ver claramente cómo se estaba cocinando el conflicto”.

6. “Esta una profesión muy exigente. Todas lo son, pero la nuestra de manera particular. El motivo es que nosotros convivimos con ella veinticuatro horas al día. No podemos cerrar nuestra oficina a las cuatro de la tarde y ocuparnos de otras actividades. Éste es un trabajo que ocupa toda nuestra vida, no hay otro modo de ejercitarlo.O, al menos, de hacerlo de un modo perfecto”. (En “Los cínicos no sirven para este oficio”)

7. “Hay profesiones para las que, normalmente, se va a launiversidad, se obtiene un diploma y ahí se acaba elestudio. Durante el resto de la vida se debe,simplemente, administrar lo que se ha aprendido. En el periodismo, en cambio, la actualización y el estudio constantes son la conditio sine qua non. Nuestro trabajo consiste en investigar y describir el mundo contemporáneo, que está en un cambio continuo,profundo, dinámico y revolucionario. Día tras día,tenemos que estar pendientes de todo esto y en condiciones de prever el futuro. Por eso es necesario estudiar y aprender constantemente”. (En “Los cínicos no sirven para este oficio”).

8. “Podemos encontrar muchos periodistas jóvenes llenos de frustraciones, porque trabajan mucho por un salario muy bajo, luego pierden su empleo y a lo mejor no consiguen encontrar otro. Todo esto forma parte de nuestra profesión. Por tanto, tened paciencia y trabajad. Nuestros lectores,oyentes, telespectadores son personas muy justas, que reconocen enseguida la calidad de nuestro trabajo y, con la misma rapidez, empiezan a asociarla con nuestro nombre; saben que de ese nombre van a recibir un buen producto. Ése es el momento en que se convierte uno enun periodista estable. No será nuestro director quien lo decida, sino nuestros lectores”. (En “Los cínicos no sirven para este oficio”).

9. “Creo que para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser un buen hombre, o una buena mujer: buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe,sus intereses, sus dificultades, sus tragedias. Y convertirse, inmediatamente, desde el primer momento,en parte de su destino. Es una cualidad que en psicologíase denomina «empatía». Mediante la empatía, se puede comprender el carácter del propio interlocutor y compartir de forma natural y sincera el destino y los problemas de los demás”. (En “Los cínicos no sirven para este oficio”).

10. “Una de las cosas que resulta fundamental entender es que, en la mayor parte de los casos, la gente sobre la que vamos a escribir la conocemos durante un brevísimo periodo de su vida y de la nuestra. A veces vemos a alguien durante cinco o diez minutos, estamos viajando a otra parte y a esa persona no volveremos a verla nunca más. Por tanto, el secreto de la cuestión está en la cantidad de cosas que estas personas son capaces de decirnos en un tiempo tan breve. El problema es que las personas, en un primer contacto, son generalmente muy calladas, no tienen ganas de hablar. Es una experiencia que todos compartimos: es necesario cierto tiempo para adaptarse al otro. ¡Pero esos escasos minutos a veces son losúnicos que tenemos para hablar con una persona! Para un periodista, si esos minutos transcurren en silencio o generan una comunicación insatisfactoria, el encuentro es un fracaso. El éxito depende entonces de situaciones que están fuera de nuestro control, casi casi de “accidentes””. (En “Los cínicos no sirven para este oficio”).