El primer estudio del impacto de la Covid-19 en niños de corta edad en España muestra que Madrid, en el epicentro de la epidemia, registró unas 20 veces más ingresos que China. Estudios anteriores en otros países apuntaban a que los niños y jóvenes tienen el mismo riesgo de contagiarse, pero sus síntomas son más leves. Por esto es probable que en este grupo haya un alto porcentaje de infecciones prácticamente asintomáticas que, no obstante, contribuyen a diseminar el virus. Uno de los mayores estudios hasta la fecha realizado en China entre 2.000 niños probablemente contagiados mostró que solo el 0,6% de ellos desarrolló síntomas graves.
El primer trabajo de este tipo en España, publicado este miércoles por la prestigiosa revista de la Asociación Médica de EE UU, se centra en los casos de enfermedad pediátrica detectados durante las dos primeras semanas de la epidemia de Covid-19 en Madrid —entre el 6 y el 16 de marzo— en 30 hospitales de la región. Madrid fue uno de los primeros focos del país, por lo que la descripción de estos primeros momentos de la propagación sirve de referencia para otras comunidades autónomas donde el virus comenzó a prender después.
Los médicos responsables del trabajo informan que se le hicieron las pruebas a 365 niños. La primera semana se registraron apenas seis contagios entre 103 pacientes analizados, un 5,8%. Durante la segunda el número de positivos ascendió a 41 de un total de 365 analizados, el 11,2%. Al igual que en China, hay muy pocos niños contagiados respecto al resto de la población, en concreto un 0,8% de los 4.695 casos confirmados a 16 de marzo.
El estudio se centraba en niños de hasta 14 años. La media de edad de los positivos era de un año. El 60% fue hospitalizado. El 9,7% de ellos fueron ingresados en UCI y solo cuatro de los 41 positivos desarrollaron enfermedad grave como para necesitar respiración asistida. No hubo ninguna muerte hasta esa fecha.
El dato de ingresos es 20 veces más alto que el registrado en un estudio similar en China. En este país solo el 2,1% de los niños desarrolló enfermedad con una gravedad suficiente como para ser ingresado. Alfredo Tagarro, pediatra del hospital Infanta Sofía y primer autor del estudio, cree que una de las explicaciones para esa diferencia es el número de test realizados. “En Madrid solo se hacían las pruebas a niños que habían estado en contacto con casos confirmados y después solo a casos que ingresaban o que tenían alto riesgo de ingreso”, explica. “En cambio en China se hicieron muchas más pruebas y no solo a los contactos, sino también a niños asintomáticos que vivían en el área de la epidemia. Cuantos más test, más bajo va a ser el porcentaje de casos graves”, resalta.
Hay otro factor importante y preocupante: es posible que en Madrid, los niños que llegan a los hospitales lo hagan con síntomas más graves, apunta Cristina Calvo, jefa de Pediatría del hospital La Paz y coautora del estudio. “Los padres tienen miedo de traer a sus hijos al hospital por la Covid-19. Solo vienen los que están muy malos y algunos llegan con otras enfermedades cuando ya es demasiado tarde”, explica. “Es muy importante que no se tenga miedo de acudir a los hospitales si los niños están malos. Por el miedo al virus estamos viendo que los niños llegan en peores circunstancias, con peritonitis o apendicitis que se diagnostican tardíamente”, explica.
En su hospital, uno de los mayores de Madrid, han pasado de ver unos 200 casos de urgencia pediátrica al día a los 50 actuales. El número de casos positivos entre los pacientes está bajando. “Hemos llegado a ver entre adultos que el 80% estaban infectados, mientras que ahora estamos en torno al 50%. En niños hemos tenido un pico del 18%, pero ya vamos por un 11% y bajando”, resalta.
Hasta ahora, solo se ha registrado una muerte de un niño de menos de dos años con Covid-19 en España, según los últimos datos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica, de anteayer, que analiza el 62% de todos los casos registrados.
“Hay que poner en valor del esfuerzo de recoger y publicar información útil para la comunidad científica en tiempo récord y con la presión asistencial que existe”, resalta Federico Martinón-Torres, pediatra del hospital Clínico de Santiago de Compostela, sobre este estudio. En su comunidad, la epidemia no está tan avanzada, así que los datos de Madrid sirven de referencia para lo que posiblemente venga en unos días.
“El mensaje más importante es que nos ratifica que la enfermedad es mucho más leve en los niños y que incluso el pequeño porcentaje que ingresa tiene una evolución muy favorable”, resalta. “Sin duda la clave, o una de las claves de la Covid-19 está en los niños, y no me refiero solo a que son los héroes y víctimas de este confinamiento, sino que ese comportamiento diferencial de la enfermedad comparado con los adultos puede ayudarnos a comprender mejor la enfermedad”, añade.
“Esa tendencia a no querer venir al hospital es tremenda, también la vemos en adultos”, señala Carlos Rodrigo, jefe de pediatría del hospital Germans Trias i Pujol, en la provincia de Barcelona. “En los últimos días es como si hubieran desaparecido los ictus y los infartos de las urgencias. Sabíamos de este efecto porque ya se había observado en Italia. Los pacientes que llegan tienden a estar peor, con apendicitis o asma más graves, por ejemplo, y esto es peligroso. Es importante recordar que sigue habiendo otras enfermedades y hay que seguir tratándolas, y en niños esto es aún más importante, pues la Covid-19 no es grave, mientras otras dolencias sí pueden serlo”, destaca.
El otro día, me llegó un tuit de un futbolista que decía: “Por todos los que estáis ayudando a acabar con esto”. Pensé en toda la gente cercana implicada en ello, y en todas esas profesiones imprescindibles que citaba en un artículo anterior.
El caso es que seguí pensando en la frase del tuit, con una interpelación a mí misma y mi profesión. Obviamente, no salvamos vidas, no somos vitales como los médicos ni las enfermeras ni tampoco transportistas o agricultores para tener nuestra nevera llena. Pero los periodistas, los buenos periodistas, tienen el poder de crear opinión pública, de alentar psicológicamente un clima de intranquilidad, odio o miedo, o de intentar informar con responsabilidad, ética y lejos de la crispación. No sólo por la ciudadanía confinada sino también por los familiares de las personas fallecidas y enfermas.
Si en este país no hubiésemos tolerado informaciones al dictado, de la mentira y contra los derechos humanos, a día de hoy tendríamos tan claro que sus voces no ejercen correctamente que esos “periodistas” irresponsables no tendrían espacio ni en tertulias ni en medios. Cada fallecido es una historia con nombres y apellidos, y algunos y algunas siguen levantándose cada día con la arrogancia que da el sentirse impunes porque nadie les calla, nadie les reprende, y las audiencias los respaldan, aunque manipulen.
Toca reconocer al periodismo que han entendido que esto no va de bandos sino de una crisis nunca jamás vivida, con un impacto desconocido, incomparable con otro momento político o social de la democracia. Y es un desgaste y un desánimo cuando informas bien pero compruebas que los medios que no contrastan, que publican bulos, los que entran en IFEMA sin permiso ni protección, los que les da igual los muertos, los que llevan en portada mentiras, los que ensucian el debate… permanecen y están respaldados. Frente a la desinformación tendremos que hacer mucho periodismo social, menos influencer dando lecciones de ego, mucho de contar historias de la gente, de análisis y no tanto de lanzagranadas de declaraciones, más documentación, rigor, ética y contexto.
Porque no es igual decir en una tertulia que España está falta de material porque el Gobierno es un “inepto”, que informar que hay un mercado especulativo que afecta incluso a Estados Unidos, a punto de quedarse sin máscaras y guantes contra el virus. País acusado por Francia de llevarse sus pedidos de mascarillas de China, una Francia que también “ha provocado cortes de suministro a otros países, como España“. Porque en un mercado donde la producción es mínima pero vital se intenta imponer la ley del más fuerte, y se producen “subastas” en plenas pistas de despegue.
Porque no es igual decir en una tertulia que España es incapaz de comprar material médico y que es inoperante que contextualizar que España dependía de dos grandes distribuidoras ubicadas en Francia y Alemania, y que a primeros de marzo dejaron de vender por orden de sus gobierno para quedarse con toda la producción y “evitar quedarse sin ellos cuando el Covid-19 llegará a sus territorios. Italia, abandonada, alzó la voz contra una decisión contraria al espíritu de la UE”. Como no estaría mal reflexionar hasta qué punto la desindustrialización provoca estas situaciones de dependencia porque está demostrado que el aumento de la terciarización no nos salva de situaciones claves. De paso, recordar las denuncias encabezadas por profesionales sanitarios que ahora son héroes pero que antes eran descalificados en tertulias y considerados una amenaza por señalar los recortes.
Porque no es igual llevar en portada que “el CSIC alertó en enero de la “letalidad” del coronavirus“, como hizo La Razón, que hacer buen periodismo llamando antes al CSIC para contrastar, y que al final sea el propio CSIC el que publique en un tuit que esa información es falsa. Pero da igual, porque su director sigue de tertulia en tertulia, igual que sigue Eduardo Inda con sus titulares apocalípticos. El mismo que ahora es un visionario pero en febrero señalaba que suspender el Mobile por el coronavirus era una “exageración increíble”.
Porque no es igual decir que solo en España hay muchos muertos en comparación con otros países, que explicar el contexto de que cada país cuenta los “muertos a su manera” y que cada uno aplica un criterio diferente, obviando fallecidos, lo que dificulta hacer comparaciones objetivas.
Porque no es igual decir, en tuits escritos por esas portavoces de ultraderecha, que el paro registrado en España se debe al “comunismo”, pero silencian que en Estados Unidos casi 10 millones de americanos han solicitado la prestación por desempleo en 15 días de la crisis del coronavirus. Apelar a situaciones irreales en una epidemia sanitaria es un despropósito absoluto, cuando no hay nada comparable con anteriores crisis en cuanto a impacto.
Porque no es igual titular en los medios y en tertulias que la culpa de todo fue de la manifestación del 8M (pero nada del resto de eventos que sucedieron antes del 8M, compras en centros comerciales o de los millones de viajes en transportes públicos para ir a trabajar) que analizar de dónde procedieron los casos que llegaron a España y concretar que “el virus se expandió en Europa desde Alemania, con sus hombres de negocios, y desde el Reino Unido, con sus turistas ebrios, además desde Suiza, con sus banqueros y maletines. España e Italia tomaron medidas cuando creían saber qué buscar y dónde buscarlo (en China y, en el caso de España, en la propia Italia), pero no pudieron tener en cuenta que los centros del poder económico y financiero europeo, por lógica Berlín, Zurich y Londres, incluso sus propios directivos que viajaban a China, estaban expandiendo el virus al margen de los controles que se habían tomado. (…) Quienes trajeron y extendieron el virus por Europa fueron los centros financieros”, como sostenía el compañero Bernabé en un artículo en Público.
“Por todos los que estáis ayudando a acabar con esto”, decía el tuit que mencionaba al principio. No, no salvamos vidas, pero estos días muchos compañeros y compañeras hacen esfuerzos titánicos y son atacados en redes sociales por informar correctamente, porque saben que ayudan no creando crispación social, ni ira, ni pánico ni para provocar una desestabilización mayor. La pena es que la militancia informativa escasea y hay quienes tragan con todo lo tóxico sin ser conscientes de sus consecuencias.
Decía Ryszard Kapuscinski que “para ser buen periodista hay que ser buena persona”. Si en plena crisis hay maldad para mentir, tergiversar a sabiendas y manipular de forma intencionada, sin respetar ni a los muertos ni a sus familiares, qué harán y publicarán cuando termine el confinamiento. Estemos preparados.
Esa tarde, los treinta estudiantes del último semestre de la Facultad de Comunicación Social callaron cuando su profesor, Alfonso Morillo Ricaurte les dijo en tono claro y enérgico: “Si ustedes pasan el examen, desde luego que recibirán el título, pero de este grupo sólo veo a tres futuros periodistas, porque son los únicos que se les nota la pasión por esta profesión”.
Guardaron silencio, pero en el fondo de sus conciencias sabían que su maestro tenía la razón.
Durante varios años de cátedra de Periodismo y Televisión, Alfonso Morillo les imprimía a sus alumnos, por medio de docenas de ejemplos, cómo se debía vivir el arte de buscar todos los días la verdad.
Alfonso vive la vida con intensidad, romántico por excelencia, nostálgico por genética. Alguna vez quiso aprender a tocar guitarra, veía como sus paisanos, en Ipiales, eran unos maestros en el tema del punteo. Él lo intentó, pero un día la colgó en la pared y desistió del ejercicio. Desde ese día, optó por escuchar con atención las tonadas de los pasillos y los bambucos andinos.
Cuando terminó el bachillerato viajó a Bogotá con el fin de adelantar sus estudios en Derecho, pero debía ingeniárselas para conseguir el sustento. Consiguió entonces un trabajo en el penúltimo puesto de la ANDI, como lo califica ahora, donde aprendió a manejar un mimeógrafo e imprimía un boletín de la Asociación.
Pasaba horas y horas leyendo los comunicados y por ese olor a tinta le despertó el interés por el Periodismo.
Recibió una oportunidad para laborar en un programa de televisión auspiciado por Fruco y animado por doña Gloria Valencia de Castaño. Aceptó de inmediato.
Él era el coordinador de la logística y en uno de los descansos, ella le preguntó: “¿Qué estás estudiando?
-Derecho, le contestó el joven colaborador.
-Pero deberías de aprender Periodismo, tienes voz, ¿por qué no haces un curso de locución?, le aconsejó la primera dama de la televisión colombiana.
Alfonso, que siempre ha sido obediente, se inscribió en el Colegio Superior de Telecomunicaciones, abandonó el Derecho y con su tarjeta llegó a Radio Juventud, de don Jaime Espinosa.
EL PRIMER TELETIPO
“Ese día comencé a laborar con otro joven deseoso de incursionar en el mundo de las comunicaciones: Yamid Amat. Los dos dábamos la hora. “En Radio Juventud son las 3 y 15 y ahora escuchen un tema de don Antonio Aguilar, “El venadito”.
Unas semanas después los dos locutores estaban cansados de la rutina.
–Alfonso, le dijo Yamid, compremos entre los dos un radio.
–¿Para qué?, le contestó Alfonso.
–Así tendremos un “teletipo”.
“Así lo hicimos. Yamit lo llamó “teletipo” porque de allí sacábamos noticias de Caracol, RCN y Todelar y las transmitíamos. Don Álvaro Ruiz, director de la emisora le encantó la idea y entonces se organizó un noticiero con la dirección de Jaime Villamil León. El otro integrante de esta nómina informativa era don David Cañón”.
Un par de años después, Yamid lo llevó a Caracol. “Era mi jefe, aprendí mucho de él. Es un extraordinario periodista, creativo, inteligente, inquieto. Me dieron la sección agropecuaria, luego estuve unos días cubriendo política por cuestiones electorales, pero no me gustó para nada ese tema y siempre he dicho que mi política es ser apolítico”, explica ahora.
UN DIRECTOR REPORTERO
Lo pasaron a cubrir información económica, donde ejerció el periodismo con seriedad y profesionalismo. Siempre ha sido un apasionado por las primicias.
Llegó luego al noticiero Cinevisión y le tocaba atender todas las fuentes. La empresa lo envió a Nueva York para adelantar un curso de edición producción y posproducción.
A su regreso fue nombrado director del noticiero. “En esa época había 6 noticieros. Entonces me llevé a varios compañeros de Caracol Radio. A William Giraldo lo nombramos jefe de redacción, a Efraín Marín cubría varios frentes y Mónica Rodríguez se encargada del Ministerio de la Defensa. El primer lugar lo disputábamos con Mauricio Gómez del Noticiero 24 horas. Fueron 10 años de ardua competencia por la sintonía”.
Ahora, en su descanso en Cajicá, saca ratos para adelantar su libro titulado “A mi manera”, quizá inspirado en la famosa canción interpretada por Frank Sinatra o José José, donde narrará pormenores de cómo obtuvo muchas de sus “chivas” en su vida profesional. Alfonso es ante todo un reportero.
“Yo vivía por las exclusivas, por buscar la verdad. En el noticiero fueron montones de primicias. Recuerdo cuando cayó la plana mayor del M-19 en la frontera colombo ecuatoriana. El Tiempo tituló al día siguiente: “Cae plana mayor del M-19, informó anoche Cinevisión”, recuerda ahora y prosigue: “El noticiero tenía una seriedad y confiabilidad en las noticias”.
“Duré dos días con la noticia, no la podía soltar hasta que no lo confirmara con los comandantes de esa época. Llegó ese lunes festivo, televisión en blanco y negro, y dimos la noticia del momento. Recuerdo que el general Fernando Landazábal fue a Cali a mirar los pormenores y cuando un periodista nuestro lo quiso entrevistar, le respondió: ¿Qué me va a preguntar si ustedes lo saben todo?”.
POR ENTRE PEÑASCOS Y UNA CUEVA
“Yo, ante todo, soy reportero. Una de mis experiencias más recordadas fue cuando dimos la noticia del hallazgo de 25 esqueletos en la Serranía del Perijá. Un excompañero mío de bachillerato, me llamó desde Barranquilla para darme la información. Nos fuimos con una patrulla de diez soldados, descendimos por una montaña, arriesgando la vida hasta llegar a la cueva. No se supo a ciencia cierta quiénes eran los difuntos. Unos decían que era un cementerio indígena, pero otros aseguraban que habían sido asesinados por agentes del narcotráfico”, recuerda.
“Los videos se llevaron a Medicina Legal, pero nunca dieron una versión porque con los videos no podían dar un concepto. Al día siguiente Yamid Amat comenzó a desarrollar la noticia diciendo que era una investigación de Caracol, entonces me tocó sacar en la emisión aspectos de la peripecia, de cómo bajamos unos 10 kilómetros por peñascos, ramas, peligros a izquierda y derecha y contar cómo habíamos tenido la exclusiva. Le dije a Yamid: las investigaciones no se hacen detrás de los micrófonos”.
“La Revista Semana me pidió detalles de cómo llegar al lugar y enviaron periodistas, días después”.
EN EL INSTITUTO LINGÜÍSTICO DE VERANO
En esos años existía en el país, en el Meta, el Instituto Lingüístico de Verano. Allí había franceses, alemanes, estadounidenses que adelantaban estudios de las lenguas indígenas.
Ante las versiones que circulaban sobre el Instituto, me fui con un camarógrafo hasta Loma Linda. Era un gigantesco centro inexpugnable, que contaba, incluso, con una pista de aterrizaje. Existían rumores sobre la explotación de uranio en el lugar. Había una inmensa laguna. Allí, incluso, los instructores se metieron a nadar y hacían bromas sobre la explotación del apetecido mineral. En 20 años nosotros fuimos los primeros en visitar el exótico lugar. Luego fue abandonada la institución con el asesinato el 19 de enero de 1981 de Charles Allen Bitterman por parte del M-19”.
“Eso lo contaré en mi libro”, aclara.
ÚLTIMA ENTREVISTA A LEDHER
Nunca perdió su carácter de reportero. El 4 de febrero de 1987, cuando hacía programas de televisión para el Comando General de las Fuerzas Armadas tuvo una exclusiva: la extradición de Carlos Ledher, capturado horas antes en Guarne, Antioquia. Logró entrevistar al capo, minutos antes de ser enviado a los Estados Unidos. Aprovechó unos minutos mientras preparaban la avioneta. Fue cuestión de agilidad reporteril. Le pidió permiso al general Manuel Guerrero Paz para grabarlo. Luego le llevaron la grabación al presidente Virgilio Barco para que autorizara la distribución a los medios de comunicación. Él negó la petición. Tres años después, cuando se hizo la primera emisión de CM&, el 2 de enero de 1992, fue emitida en su totalidad”, cuenta ahora.
METIDO EN UN SUBMARINO
Cuando llegó a Colombia el submarino Tairona hicimos un especial. No había sido autorizado el ingreso de periodistas a la nave, pero logramos navegar en profundidad y mostrar escenas de ascenso a superficie.
“Se obtuvieron muchos puntos de sintonía”, dice ahora.
“En mi libro contaré todos los detalles”, comenta, mientras sonríe.
DOS HORAS DETRÁS DE UNA CORTINA
Cubría información para Caracol Radio durante el gobierno de Misael Pastrana Borrero. Ingresó a uno de los salones del Ministerio de Agricultura y comenzó a escuchar conversaciones curiosas. Entonces se escondió detrás de unas cortinas.
“Ahí calladito, sin moverme, entre asustado y expectante oí cómo se planeaba el lanzamiento como candidato a la presidente de Hernán Jaramillo Ocampo”, revela ahora.
“Se trataba de un programa en el cual Jaramillo Ocampo aprovecharía su condición de ministro para visitar zonas rurales, hacer campaña, conseguir adeptos, tener líderes regionales y luego lanzarse a la presidencia. Yo lo grabé todo. Los tipos se fueron de la reunión y dejaron en la mesa el afiche que habían diseñado para el proceso electoral. Dimos la noticia. Al otro día El Espectador me pidió el afiche para publicarlo y lo colgaron en primera página. El presidente Pastrana destituyó al ministro”, relata con pasmosa memoria.
Días después, en un coctel vislumbró al caído titular de la cartera de Agricultura. Trató de escabullirse, pero el hombre lo alcanzó y le dijo: “Alfonso, yo nunca pensé salir en primera página de El Espectador”. Y después de unas sonrisas, apresuraron un whisky.
ALFONSO EN CUARENTENA
Mantenerlo en cuarentena ha sido un poco complicado y más para una persona que ha vivido la noticia toda su vida. Es observador, analítico, práctico, buscador de lo insólito. Apasionado por los medios y el Periodismo.
–¿Cómo ha visto el cubrimiento de esta pandemia?
–Destacable. Al comienzo hubo un poco de exceso y se alcanzó a ocasionar pánico, pero luego han dado informaciones útiles, recomendaciones, hay riesgo de algunos periodistas, pero es loable lo que están haciendo los periodistas y los medios de comunicación con esta tragedia.
–¿Cómo analiza la situación periodística del momento?
–Lamentables los despidos. Eso es consecuencia lógica, no se podía esperar otra cosa. Debemos solidarizarnos con esos periodistas que han salido de los medios. Muy bueno el pronunciamiento del CPB con otros gremios.
–¿Cuánto tiempo como socio del CPB?
–Cuando laboraba en Caracol Radio, Daniel Samper y Enriquito –en esa época le decíamos así para diferenciarlo de su padre, don Enrique Santos– me invitaron a formar parte del Círculo de Periodistas de Bogotá para ampliar el grupo y que no fuera sólo de El Tiempo y de El Espectador. Y aquí he estado, siempre activo. He seguido todas sus etapas, con altas y bajas, pero siempre adelante.
–¿Qué es el Periodismo para Alfonso Morillo Ricaurte?
–Indudablemente una pasión, como tal lo ejercí durante más de 40 años, con ese criterio, siempre estuvo en mi mente la noticia, ante todo. Fui muy desprendido del mundo cotidiano, pero muy concentrado en buscar la noticia.
–¿Cómo se mantuvo diez años como director de noticiero?
–Porque siempre pensé como reportero. Yo era un reportero más.
–¿Le molestó el lobby de políticos en el noticiero?
–Cuando iban siempre estaba ocupado y los atendía otra persona. No me ha gustado la política, convertida en politiquería. Mi política es ser apolítico.
–¿Cuándo pierde el rumbo el periodismo?
–Cuando se desvirtúa el papel de ser fiscal y se va a la mera lagartería.
–¿Cómo fue su relación con los presidentes de la República?
–Con Andrés Pastrana fuimos colegas porque él dirigía el noticiero TVHoy, con Belisario, hablamos sobre diferentes temas y con Ernesto Samper lo había conocido en ANIF, cuando yo era reportero económico.
–Como ahora vive en Cajicá, ¿cambió el cuy por la gallina?
–Imagínese que un día vi un restaurante que se llama “La gallina política”. Ni me atreví a entrar. Primero, mis cuyes.
–¿Ha vuelto a tocar guitarra?
–Ni de funda. Sólo me deleito escuchando música del sur, de mis paisanos donde existen los mejores tríos.
La puesta en marcha de las suscripciones de pago en buena parte de los periódicos de calidad mundiales puede generar una brecha entre aquellos que pueden pagar el acceso a la información de calidad y los que no. Esta es una de las principales preocupaciones del Foro Económico Mundial, que acaba de publicar un informe en el que subraya esa “preocupante desigualdad de acceso a la información basada en los ingresos”.
“Cuando observamos el estado socioeconómico -indica el informe-, vemos una mayor proporción de suscripciones a muros de pago entre personas de mayores ingresos o de mayor estatus. Esto sugiere que las preocupaciones sobre las “desigualdades de información” emergentes, donde los consumidores más ricos tienen acceso a más o mayor información de calidad, son muy reales”. Muchos de los encuestados consideran que es labor del gobierno evitar que la brecha se agrande, y que deben financiar las suscripciones, al menos en parte, a los de menor poder adquisitivo o financiar la producción de contenido para que sea en abierto.
“Los ingresos de los lectores son una tendencia clave en estos momentos en los medios. A la pregunta de quién debería ser responsable de financiar la producción de contenido, la encuesta sugiere que los consumidores esperan que los gobiernos asuman un papel más importante en el apoyo al acceso a las noticias”, apunta el informe.
El informe, que ha sido elaborado para el Foro Económico Mundial por Nielsen, encuestó a más de 9.100 personas en China, Alemania, India, Corea del Sur, el Reino Unido y los Estados Unidos sobre su consumo de medios y hábitos de pago y preferencias.
Estas son las principales conclusiones:
Menos de la mitad de los consumidores pagan por noticias y entretenimiento, lo que hace que las principales compañías de medios hagan todo lo posible para atraer y retener a la creciente población que está dispuesta a pagar.
Como se indicaba antes, los grupos de bajos ingresos tienen menos probabilidades de pagar por los servicios de noticias, lo que sugiere que el aumento de los medios pagos puede generar desigualdades de información. Los consumidores creen que los gobiernos tienen una responsabilidad de financiar el acceso a las noticias.
Aunque la proporción de personas que paga por el contenido de hoy puede ser pequeña, la futura disposición a pagar está aumentando. A nivel mundial, la proporción de personas dispuestas a pagar en el futuro es del 53% para noticias y del 70% para entretenimiento. Además, dos de las economías mundiales más dinámicas, China e India, muestran razones para ser optimistas.
En China, el 25% paga por las noticias y el 59% tiene al menos una suscripción a vídeo de pago o servicio deportivo. Los números pueden explicarse por la mayor prevalencia de modelos de pago por uso en el país.
En India, los consumidores informan que están dispuestos a aumentar lo que pagan por acceso a noticias o entretenimiento. Los encuestados dicen que están dispuestos a pagar hasta tres servicios de entretenimiento y cuatro servicios de noticias, más del máximo de 1-2 servicios que la mayoría de los otros países informan que están dispuestos a pagar.
El papel de las tecnológicas usando los medios para monopolizar tiempo y datos
El informe también pone de relieve el impacto que pueden tener sobre el periodismo las grandes tecnológicas, a las que califica de verdadera competencia.
“El acceso o la calidad del contenido es mejor que nunca – apunta el informe-. Pero mientras los medios compiten para convertirse en líderes en sus áreas específicas, los gigantes tecnológicos están trabajando en cómo usar los medios para monopolizar el tiempo, el gasto y los datos. ¿Cuál será el impacto de las estrategias de los gigantes tecnológicos en el panorama general de los medios?”, se pregunta el Foro.
Un proyecto para poner en valor el papel de los medios
Para poner en valor el papel de los medios en la sociedad, el Foro está llevando a cabo un proyecto, Value in Media, que lleva un año analizando cómo los consumidores individuales valoran a los medios de comunicación. Ha analizado las estrategias del modelo de negocios en la industria de los medios, ha estudiado el grado en que estas estrategias se alinean con las preferencias de las personas en torno a la gestión de pagos y datos, y está discutiendo las áreas en las que la industria debe enfocarse para mejorar su propuesta de valor para la sociedad.
Sobre la base de esta investigación, el proyecto se encuentra ahora en una segunda fase que intenta medir el valor que los medios generan en la sociedad. Se verá específicamente en:
Un análisis de costo-beneficio de la economía del ecosistema en los medios
Desarrollar un marco para nuevos indicadores de valor como la calidad, la innovación y el bienestar del consumidor
Identificar métricas que representen mejor el valor de los medios para la sociedad, incluida su contribución a actividades relacionadas, como el comercio minorista, el comercio electrónico y las industrias de consumo.
Quiero con estas líneas destacar la labor de un grupo de colombianos, hombres y mujeres, quienes en esta guerra declarada contra un enemigo invisible (covid-19) se constituyen en otros héroes que salen a la calle a jugarse su propia vida para mantener informada a toda la población. Me refiero a los reporteros, fotógrafos y camarógrafos.
Los directores, jefes de redacción o emisión, editores, algunos periodistas y los presentadores están trabajando desde sus casas la mayoría, y algunos pocos desde los sets o salas de redacción.
Entre tanto, los reporteros, fotógrafos y camarógrafos no pueden hacer teletrabajo. Tienen que salir a mostrar las vías desocupadas, los vehículos infractores, las espaciosas filas en los bancos y supermercados, los cientos de usuarios de TransMilenio, los desalojados de los hospedajes, los venezolanos que claman ayuda y, en general, todas las situaciones que hoy son noticia y hay que registrarlas en vivo y en directo en medios impresos, audiovisuales y redes sociales.
Son cientos de reporteros, fotógrafos y camarógrafos que a lo largo y ancho del país se exponen en todas las ciudades al contagio del temible y cobarde enemigo invisible.
Claro, no puedo terminar sin señalar que los primeros héroes son todos los médicos, enfermeras y auxiliares que luchan a toda hora, sin muchas armas, para arrebatarle al coronavirus muchas personas que han caído en sus mortales garras.Amílkar Hernández
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó el asesinato de nueve periodistas este último semestre en México, Honduras, Guatemala, Paraguay, Colombia, Haití, y la desaparición de otra en Perú.
En una resolución de la SIP, la organización registró que desde su Asamblea General de octubre de 2019 a la fecha tres periodistas fueron ultimados en México, dos en Honduras, y uno en cada uno de estos países, Guatemala, Paraguay, Colombia y Haití. Todos los casos están relacionados al ejercicio del periodismo.
La SIP también denunció la impunidad en Colombia debido a que siete casos de asesinatos prescribieron y otros cinco podrían prescribir antes de fin de año.
En este semestre fueron asesinados María Elena Ferral, Fidel Ávila Gómez y Álvaro Ruiz en México; José Arita y Buenaventura Calderón en Honduras, Javier Córdoba en Colombia, Bryan Leonel Guerra en Guatemala, Néhémie Joseph en Haití y Lourenço «Leo» Veras en Paraguay. La periodista peruana Daysi Mina Huamán continúa desaparecida desde el 26 de enero.
La SIP reiteró que la denuncia oportuna es uno de los principales antídotos para contrarrestar la violencia y la impunidad.
La pandemia de Covid-19 golpea ahora con toda su fuerza a África, donde ya se registran más de 10.000 casos y casi 500 muertes. Reporteros Sin Fronteras (RSF) y 80 organizaciones de derechos humanos y libertad de prensa han escrito a los diez jefes de Estado y de gobierno africanos en cuyos países hay periodistas encarcelados arbitrariamente para pedirles que los pongan en libertad sin demora.
Esta es la carta:
A la atención de:
Presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune
Presidente de Benín, Patrice Talon
Presidente de Burundi, Pierre Nkurunziza
Presidente de Camerún, Paul Biya
Presidente de Chad, Idriss Deby
Presidente de Egipto, Abdel Fattah el-Sisi
Presidente de Eritrea, Isaias Afwerki
Primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed Ali
Primer ministro de Marruecos, Saad-Eddine El Othmani
Presidente de Ruanda, Paul Kagam
Enviado por correo electrónico
6 de abril de 2020
Excelencias,
Nosotros, las 81 entidades defensoras de la libertad de prensa y los derechos humanos firmantes, les escribimos para pedir a sus respectivos gobiernos que, en medio de la pandemia de COVID-19, liberen a todos los periodistas encarcelados.
La semana pasada, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) publicó una carta abierta a los líderes mundiales instando a la liberación inmediata de todos los periodistas encarcelados a causa de su trabajo. Dado que una asombrosa cifra de periodistas encarcelados están presos en todo el continente africano, reiteramos ese llamamiento a sus respectivos países en este momento de grave preocupación por la salud pública.
Según la encuesta anual más reciente del CPJ realizada el 1 de diciembre de 2019, había al menos 73 periodistas en las cárceles de África: 26 en Egipto; 16 en Eritrea; siete en Camerún; cuatro en Ruanda, Burundi y Marruecos; tres en Argelia, y uno en Benín , Nigeria , Chad, Tanzania , Etiopía, Somalia, Comoras, República Democrática del Congo (RDC) y Sudán del Sur .
El 31 de marzo, al menos 11 de estos periodistas fueron liberados de las cárceles en Somalia, Etiopía, Tanzania, Nigeria, RDC, Argelia, Comoras, Sudán del Sur y Egipto, según una investigación del CPJ. Sin embargo, al menos otros seis periodistas y trabajadores de medios han sido encarcelados desde el 1 de diciembre y el 31 de marzo seguían en las cárceles: cuatro en Etiopía, uno en Camerún y otro en Argelia.
El artículo 16 de la Carta Africana sobre Derechos Humanos y de los Pueblos establece que «toda persona tendrá derecho a disfrutar del mejor estado posible de salud física y mental». Estos derechos se extendieron a los presos y detenidos cuando la Comisión Africana aprobó la Resolución de 1995 sobre las cárceles en África.
Según la Organización Mundial de la Salud, «las personas privadas de libertad, y las que viven o trabajan en entornos cerrados en sus proximidades, son más vulnerables a la enfermedad COVID-19 que la población en general».
Para los periodistas encarcelados en países afectados por el virus, la libertad es ahora una cuestión de vida o muerte. Los periodistas encarcelados no tienen control sobre su entorno, no pueden optar por aislarse y, a menudo, se les niega la atención médica necesaria.
Buena parte de estos periodistas llevan mucho tiempo detenidos sin juicio y padecen problemas de salud agravados por la superpoblación y las malas condiciones carcelarias, donde han contraído paludismo, tuberculosis y otras enfermedades.
Les instamos a liberar a todos los periodistas encarcelados en sus respectivos países y a proteger la prensa libre y el libre flujo de información en este momento crucial. El periodismo no debe llevar a una sentencia de muerte.
Cordialmente,
AccessNow
African Centre for Media and Information Literacy (AFRICMIL)
Africans Rising
amaBhungane Centre for Investigative Journalism
Article 19
Association des Journalistes Burundais en Exil (AJBE)
Association des journalistes du Burkina (AJB)
Association des journalistes indépendants du Bénin (AJIB)
Association for Human Rights in Ethiopia (AHRE)
Bloggers Association of Kenya (BAKE)
Cameroon Association of English-speaking Journalists (CAMASEJ)
Cameroon Community Media Network (CCMN)
Cellule Norbert Zongo pour le journalisme d’investigation en Afrique de l’Ouest/Norbert Zongo Cell for Investigative Journalism in West Africa (CENOZO)
Center for Civil Liberties (Ukraine)
Centre for Human Rights & Democracy in Africa (CHRDA)
CIVICUS
Civil Rights Defenders
Coalition for Whistleblowers Protection & Press Freedom (CWPPF)
Committee to Protect Journalists (CPJ)
Community Empowerment for Progress Organization (CEPO)- South Sudan
Le Conseil national des patrons de presse du Togo (CONAPP)
Consortium of Ethiopian Human Rights Organisations (CEHRO)
EG Justice
Eswatini Editors’ Forum
Federation of African Journalists (FAJ)
Federation of Somali Journalists (FESOJ)
Free Press Initiative (FPI)
Gambia Press Union (GPU)
Groupe d’Action pour le Progrès et la Paix (GAPP-Afrique) (Canada, Bénin, Mali)
Guild of Professional Bloggers of Nigeria
Human Rights Network for Journalists-Uganda (HRNJ-U)
Index on Censorship
Institute for Media and Society (IMS)
International Centre for Investigative Reporting (ICIR)
International Press Centre (IPC)
International Press Institute (IPI)
International Service for Human Rights (ISHR)
Internet Sans Frontieres (ISF)
Kenya Correspondents Association (KCA)
Kenya Editors’ Guild (KEG)
Kenya Union of Journalists (KUJ)
La Maison de la presse du Niger
Laws and Rights Awareness Initiative (LRAI)
Ligue des journalistes Tchadiens
MARUAH (Singapore)
Media Council of Tanzania (MCT)
Media Foundation for West Africa (MFWA)
Media Institute of Southern Africa (MISA)
Media Monitoring Africa (MMA)
MENA Rights Group
Namibia Media Trust (NMT)
Nigeria Union of Journalists (NUJ)
Odhikar (Bangladesh)
Observatoire de la Liberté de la Presse en Afrique (OLPA)
One Day Seyoum
Organisation Patronale des Médias du Gabon (OPAM)
Paradigm Initiative (PIN)
Patronat de la presse tchadienne
PEN Eritrea
PEN Nigeria
Premium Times Centre for Investigative Journalism (PTCIJ)
Press Union of Liberia (PUL)
Réseau des Défenseurs des Droits de l’Homme de l’Afrique Centrale (REDHAC)
Réseau des Journalistes Burundais pour la CPI (RJB-CPI)
Réseau des Journalistes pour les Droits de l’Homme en Centrafrique (RJDH-RCA)
Reporters Sans Frontieres (RSF)
Right2Know (South Africa)
Robert F. Kennedy Human Rights
Sierra Leone Association of Journalists (SLAJ)
Somali Journalists Syndicate (SJS)
South African National Editors’ Forum (SANEF)
Syndicat National des Journalistes Indépendants du Togo (SYNJIT)
Syndicat des Professionels de l’Information et de la Communication du Sénégal (SYNPICS)
Syndicat National des Professionnels de la Presse de Côte d’Ivoire (SYNAPP-CI)
Syndicat National des Journalistes du Cameroun (SNJC)/Cameroon Journalists’ Trade Union (CJTU)
The African Editors Forum (TAEF)
Tournons La Page (TLP)
Union Burundaise des Journalistes (UBJ)
Union of Tanzania Press Clubs (UTPC)
Wole Soyinka Centre for Investigative Journalism (WSCIJ)
Zimbabwe Union of Journalists (ZUJ)
CC:
Presidente de la Unión Africana, Presidente Matamela Cyril Ramaphosa
Presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki
Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres
Director General de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus
Sin un tratamiento o fármacos específicos y, sin una vacuna en el horizonte cercano, la única defensa que tiene nuestro organismo frente al nuevo coronavirus es el sistema inmunológico.
De cómo este responda a la infección dependerán en gran medida los resultados: podremos sufrir desde síntomas leves como tos seca, dolor de garganta, cansancio y fiebre, síntomas severos como neumonía y problemas respiratorios agudos, hasta fallo multiorgánico y muerte.
Expertos han explicado en numerosos artículos cómo fortalecer este sistema para enfrentarnos mejor a esta enfermedad. Recomiendan seguir una dieta saludable, dormir más, evitar el estrés, el alcohol en exceso, el tabaco y otras sustancias tóxicas.
Pero antes de analizar estas recomendaciones, empecemos por entender cómo funciona el sistema inmunitario y cómo se activa cuando entra en contacto con el coronavirus.
Un mundo hostil
El sistema inmunitario es una compleja red de células, órganos y tejidos que trabajan en conjunto para defendernos de los microorganismos y sustancias tóxicas que podrían enfermarnos —hongos, parásitos, virus y bacterias— y que están presentes en el mundo que nos rodea.
Todos nuestros órganos contienen células del sistema inmune y éstas también están en la sangre (en los leucocitos, que son los glóbulos blancos) y en la linfa (el líquido transparente que recorre los vasos linfáticos).
Y aunque las células inmunitarias se originan en la médula ósea y hay lugares donde se concentran más, como los ganglios linfáticos, las amígdalas, el bazo o el timo, podemos encontrarlas en la piel, las mucosas, los pulmones, el aparato digestivo y en todos los rincones del cuerpo.
Cuando nuestro organismo se enfrenta con un patógeno (un microorganismo capaz de producir enfermedad, como es el caso del coronavirus), el sistema inmune responde de dos maneras en paralelo.
Una es la llamada respuesta innata. que es la primera que se desarrolla y normalmente es efectiva para eliminar a diferentes tipos de agresores.
Eso es «lo primero que vemos cuando vemos una enfermedad», le explica a BBC Mundo la doctora Silvia Bucciarelli, quien trabajó durante años como especialista del Hospital Clinic de Barcelona y ahora coordina la ONG PINEAS (Programa Integrado de Inmunología y Enfermedades Autoinmunes).
Esta respuesta aumenta el flujo de sangre hacia la zona infectada, y por eso «esta parte del cuerpo se pone roja y caliente por el mismo mecanismo», dice.
«De los vasos sanguíneos salen células y determinadas sustancias —como proteínas y citocinas— que tratan de detener la infección», añade.
La otra es la respuesta adaptativa, que produce anticuerpos o células específicas capaces de destruir determinados microorganismos o células infectadas.
Esta respuesta puede demorarse en llegar entre cuatro y siete días, «por eso la respuesta innata tiene que tratar de mantener la primera línea de batalla, hasta que se desarrolle la respuesta inmune específica», continúa la experta.
«Es como un misil que va dirigido hacia un organismo en particular y no hacia otro».
Una rasgo particular de la respuesta adaptativa es que deja memoria. Es decir, recuerda los patógenos con los que tu cuerpo ha entrado en contacto en el pasado, y por ello sabrá cómo combatirlos en el futuro.
Esto quiere decir que, en teoría, si nos contagiamos una vez con covid-19, no podríamos contagiarnos una segunda.
Aunque al ser un virus nuevo, del que quedan aún muchas preguntas por responder, no queda totalmente claro si genera inmunidad y, si lo hace, por cuánto tiempo dura.
Como mencionamos antes, ambas respuestas inmunitarias trabajan en equipo, donde la innata actúa a modo de guía de la respuesta adaptativa: esta le comunica por medio de células qué tipo de microorganismo nos está infectando y en qué parte del cuerpo se encuentra.
Así, la respuesta inmune se dirige al lugar donde está la infección, y no a otros sitios donde no la necesitamos.
¿Y el coronavirus?
Por empezar, hay que tener en cuenta que como se trata de un virus nuevo, mucho de lo que se infiere de la respuesta inmunitaria al covid-19 (su nombre oficial es SARS-CoV-2, pero la OMS acepta que lo llamemos con el mismo nombre de la enfermedad que provoca, covid-19), está basado en las similitudes con sus «primos» SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Grave) y MERS (Síndrome Respiratorio de Medio Oriente).
Según explica Bucciarelli, «el sistema inmune contra los virus tiene dos objetivos principales: uno es tratar de neutralizarlos y evitar que entren dentro de las células«.
«El otro, si el virus logró franquear esa barrera y penetrar la célula, es destruir esa célula infectada por un mecanismo que se conoce como apoptosis, que es una muerte celular programada».
Recordemos en este punto que este coronavirus, como todos los virus, no puede reproducirse a menos de que se meta dentro de nuestras células y secuestre su mecanismo para replicarse.
Y, como es principalmente un virus respiratorio, comienza infectando la garganta, antes de seguir su recorrido por los conductos bronquiales y alcanzar los pulmones.
Sin embargo, los virus son muy astutos y pueden engañar al sistema inmunitario para que no se entere de que están allí.
Una forma en que el covid-19 parece burlar al sistema inmunológico es inhibiendo la producción de interferón, una proteína que producen las células de la inmunidad innata cuando nuestro organismo entra en contacto con un virus, con la intención de impedir que se introduzca dentro de la célula.
Pero, según le explica Bucciarelli a BBC Mundo, «aparentemente, el covid-19 puede interferir en la producción de interferón, así como también evitar que el interferón cumpla con su función, y por ello el virus podría ingresar a la célula del huésped».
Además, añade, podría estar interfiriendo con otro mecanismo: el que le permite a la respuesta inmune adaptativa producir anticuerpos contra ese virus específico.
Respuesta acorde al daño
En el 80% de los casos la respuesta del sistema inmunitario al coronavirus es efectiva y por eso las personas son asintomáticas o sufren síntomas leves.
En el 20% restante no: el virus entra en las células porque el sistema inmunitario no lo pudo bloquear.
Por eso estas células donde se reprodujo el virus se destruyen y mueren de forma no controlada.
«Al destruirse esas células, el sistema inmune detecta que hay daño celular, y ahí se estimula un tipo de células que provocan una respuesta inflamatoria para evitar ese proceso», dice Bucciarelli.
Esta respuesta es la que puede complicar el cuadro.
«Esa mayor afluencia de células produce una inflamación generalizada de todo el pulmón, o puede ir más lejos y preparar a todo el cuerpo para que se defienda. Y esto, como consecuencia, puede provocar un shock».
Según explica Margarita del Val, experta en inmunología viral del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa en Madrid, España, «el problema es que en las fases finales no solo se descontrola la cantidad de virus que se produce, sino también la cantidad de citocinas, o de los mediadores que están formando una inflamación potente para que la batalla sea muy fluida».
«Y esto acaba también dañando a la persona infectada».
Pero esto no es en realidad una respuesta exagerada, apunta Bucciarelli, sino «proporcional al daño que está provocando la infección».
«Puede dar cuadros leves o graves. Y esto depende de las características del microorganismo infectante, que puede ser muy agresivo, de las características del huésped y de las características ambientales».
Cómo optimizar al sistema inmunitario
Como lo primero que reacciona frente al virus es nuestra respuesta inmunitaria innata, es importante contar con un sistema inmunológico competente para plantarle batalla.
Para que su estructura sea la adecuada, es imprescindible una alimentación variada, como lo explica en detalle la nota que encontrarás en el vínculo de abajo, pero también hacer ejercicio, descansar y evitar las situaciones de estrés.
«Es importante hacer ejercicio moderado todos los días y no extremo, porque eso nos deja exhaustos y sin recursos al sistema inmunitario», expresa Del Val.
Por otro lado es importante no beber en exceso y evitar el tabaco.
«El tabaco altera las células del tracto respiratorio. Esas células del aparato respiratorio inicial pierden su forma y también se altera la función de las células que recubren al pulmón», explica Bucciarelli.
Por eso una persona que fuma es altamente susceptible a sufrir infecciones más graves.
Factores psíquicos como las pérdidas, la angustia y el estrés crónico, también afectan el funcionamiento del sistema inmunitario.
En síntesis, todas estas recomendaciones, señala Del Val, «nos ayudarán a tener un sistema bien regulado: ni muy débil, ni muy fuerte, sino que reaccione a la medida de la agresión que suframos».
Mapa del coronavirus: propagación global, 5 de abril de 2020
Esta visualización se basa en datos periódicos de la Universidad Johns Hopkins y puede que no refleje la información más actualizada de cada país.
Total de casos confirmados
Número total de muertes
1.224.374
66.503
Casos
Muertes
EE.UU.
311.654
8.480
España
130.759
12.418
Italia
124.632
15.362
Alemania
96.108
1.446
Francia
89.953
7.560
China
82.602
3.333
Irán
58.226
3.603
Reino Unido
47.806
4.932
Turquía
23.934
501
Suiza
21.100
680
Bélgica
19.691
1.447
Holanda
17.853
1.766
Canadá
14.018
234
Austria
11.897
204
Portugal
11.278
295
Brasil
10.360
445
Corea del Sur
10.237
183
Israel
8.018
46
Suecia
6.830
401
Australia
5.687
35
Noruega
5.645
66
Rusia
5.389
45
Irlanda
4.604
137
República Checa
4.475
62
Dinamarca
4.369
179
Chile
4.161
27
Rumania
3.864
148
Polonia
3.834
84
Malasia
3.662
61
India
3.588
99
Ecuador
3.465
172
Filipinas
3.246
152
Japón
3.139
77
Pakistán
2.897
45
Luxemburgo
2.729
31
Arabia Saudita
2.370
29
Indonesia
2.273
198
Tailandia
2.169
23
Finlandia
1.927
28
México
1.890
79
Panamá
1.801
46
Perú
1.746
73
Grecia
1.673
70
Serbia
1.624
44
Sudáfrica
1.585
9
República Dominicana
1.578
77
Emiratos Árabes Unidos
1.505
10
Argentina
1.451
43
Islandia
1.417
4
Colombia
1.406
32
Qatar
1.325
3
Singapur
1.309
6
Ucrania
1.251
32
Argelia
1.251
130
Croacia
1.182
16
Estonia
1.097
15
Egipto
1.070
71
Nueva Zelanda
1.039
1
Eslovenia
997
28
Marruecos
961
69
Irak
878
56
Armenia
822
7
Lituania
811
11
Moldavia
752
14
Hungría
733
34
Crucero Diamond Princess
712
11
Bahréin
698
4
Bosnia y Herzegovina
641
21
Azerbaiyán
584
5
Kazajistán
569
6
Bielorrusia
562
8
Kuwait
556
1
Camerún
555
9
Macedonia del Norte
555
18
Túnez
553
19
Letonia
533
1
Líbano
527
18
Bulgaria
522
18
Andorra
501
18
Eslovaquia
485
1
Puerto Rico
452
18
Costa Rica
435
2
Chipre
426
9
Uruguay
400
5
Taiwán
363
5
Albania
361
20
Afganistán
337
7
Reunión
334
Jordan
323
5
Burkina Faso
318
16
Uzbekistán
298
2
Omán
298
2
Cuba
288
6
Honduras
268
22
San Marino
266
32
Costa de Marfil
245
1
Vietnam
241
Malta
227
Mauricio
227
7
Territorios Palestinos
226
1
Nigeria
224
5
Senegal
222
2
Ghana
214
5
Montenegro
203
2
Islas Feroe
181
Sri Lanka
171
5
Georgia
170
2
Bolivia
157
10
Venezuela
155
7
República Democrática del Congo
154
18
Kirguistán
147
1
Martinica
145
3
Níger
144
8
Kosovo
140
1
Guernsey
136
2
Brunéi
135
1
Guadalupe
134
7
Mayotte
134
2
Isla de Man
127
1
Kenia
126
4
Isla de Jersey
123
3
Camboya
114
Guinea
111
Paraguay
104
3
Trinidad y Tobago
103
6
Ruanda
102
Gibraltar
98
Guam
93
4
Bangladesh
88
9
Liechtenstein
77
1
Madagascar
70
Mónaco
66
1
Aruba
64
El Salvador
62
3
Guatemala
61
2
Guayana Francesa
61
Jamaica
55
3
Barbados
52
Yibuti
50
Uganda
48
Congo
45
5
Etiopía
43
1
Islas Vírgenes Estadounidenses
42
Togo
41
3
Mali
41
3
Polinesia Francesa
40
Zambia
39
1
Bermudas
37
Islas Caimán
35
1
Eritrea
29
Isla de San Martín
29
2
Bahamas
28
4
Antillas Holandesas
25
4
Guyana
24
4
Haití
21
Myanmar
21
1
Gabón
21
1
Tanzania
20
1
Siria
19
2
Maldivas
19
Guinea-Bissau
18
Libia
18
1
Nueva Caledonia
17
Guinea Ecuatorial
16
Namibia
16
Benín
16
Antigua y Barbuda
15
Santa Lucía
14
Dominica
14
Mongolia
14
Granada
12
Fiyi
12
Laos
11
Groenlandia
11
Antillas Holandesas
11
1
Mozambique
10
Liberia
10
1
Surinam
10
1
Angola
10
2
Seychelles
10
Sudán
10
2
San Cristóbal y Nieves
9
Chad
9
Esuatini
9
Nepal
9
Zimbabue
9
1
Crucero MS Zaandam
9
2
Islas Marianas del Norte
8
1
República Centroafricana
8
Cabo Verde
7
1
Somalia
7
San Vicente y las Granadinas
7
Vaticano
7
San Bartolomé
6
Sierra Leona
6
Mauritania
6
1
Montserrat
6
Bhután
5
Islas Turcas y Caicos
5
Nicaragua
5
1
Gambia
4
1
Belice
4
Malawi
4
Botsuana
4
1
Sahara Occidental
4
Burundi
3
Islas Vírgenes Británicas
3
Anguila
3
Timor Oriental
1
Islas Malvinas o Falkland
1
Papúa Nueva Guinea
1
Sudán del Sur
1
Fuente: Universidad Johns Hopkins (Baltimore, EE.UU.), autoridades locales
Última actualización 5 de abril de 2020 13:00 GMT.
Nota del editor: Melissa Merrick (con doctorado) es presidenta y directora ejecutiva de Prevent Child Abuse America. El doctor Robert Sege (con doctorado) es pediatra en el Hospital Flotante para Niños en el Centro Médico Tufts en Boston y en la junta de Prevent Child Abuse America.
Así como las generaciones anteriores se vieron profundamente afectadas por la Gran Depresión, los asesinatos de Martin Luther King y de los Kennedy, y los horrores del 11 de septiembre de 2001, la pandemia de covid-19 puede ser un momento decisivo en la vida de los niños de hoy.
Es por eso que debemos hacer que nuestros hijos se centren en experiencias positivas durante estos tiempos difíciles, mientras minimizamos las experiencias adversas que pueden herir a los niños de por vida.
Ya sabemos que las experiencias positivas, especialmente las relaciones cercanas, promueven el desarrollo saludable del niño y nos permiten soportar los altibajos de la vida más allá de la pandemia actual.
Al mismo tiempo, las experiencias adversas como el abuso infantil, la negligencia y los desafíos familiares, particularmente en ausencia de factores protectores, pueden causar daños duraderos a la salud mental y física
Si bien muchos padres no piensan en el abuso infantil, es clave crear conciencia durante esta crisis de salud. Esto se debe a que el aumento del estrés que estamos viendo en las familias debido al virus puede aumentar el riesgo de abuso de los niños a manos de sus seres queridos.
Los niños que generalmente están en la escuela ahora están aprendiendo en casa. Sus padres pueden estar trabajando desde casa, en trabajos esenciales (sin buenas opciones de cuidado de niños) o pueden haber perdido sus trabajos.
Los niños que están siendo abusados o descuidados son más propensos a pasar desapercibidos sin maestros u otros para ayudarlos. (Cualquier persona preocupada por la posibilidad de abuso o negligencia aún puede comunicarse con la línea directa nacional de abuso infantil en Estados Unidos: 1-800-422-4423 o childhelphotline.org. Los consejeros de crisis responden las llamadas las 24 horas del día, los 7 días de la semana y brindan intervención, información y derivaciones en caso de crisis).
Algunas familias encontrarán que el estrés elevado puede resultar en violencia doméstica que a su vez afecta profundamente a los niños. Si hay un arma en el hogar, puede haber un mayor riesgo, y la policía local está capacitada para ayudar. (Llama a la línea directa nacional de violencia doméstica en EE.UU. al 1-800-799-7233 o por chat en thehotline.org.)
Abril es el mes de prevención del abuso infantil, un momento perfecto para crear conciencia y tomar medidas para apoyar a los niños y crear experiencias que los ayuden a entender, crecer y ser resistentes en este tiempo sin precedentes.
Habla con los niños
Pregúntales a los niños sobre sus sentimientos. Intenta escuchar sin juzgar. Solo ser escuchado fortalece las importantes relaciones con tus hijos.
Los niños necesitan saber que importan. Explícales por qué el distanciamiento físico, quedarse en casa, no jugar afuera con sus amigos y la cancelación de clases son sacrificios personales que ellos (y nosotros) hacemos por el bien de todos nosotros. Comprender y hablar de esto como un sacrificio compartido construye sus bases para la empatía.
Aborda los temores de los niños. Los niños lo suficientemente mayores como para ver las noticias pueden preocuparse, sin comprender el significado de lo que ven. Si bien las noticias dan miedo, podemos ser honestos y tranquilizadores al explicar cómo el distanciamiento social está ayudando y cómo los científicos de todo el mundo están trabajando juntos para ayudar a resolver la crisis.
Lidiando con el estrés
Muchas familias están estresadas financieramente, incluso más de lo normal. Está bien hablar con los niños sobre su experiencia y lo que se está haciendo al respecto. Encuentra recursos para superar este período difícil. Afortunadamente, las comunidades; gobiernos locales, estatales y federales; y muchas empresas y organizaciones sin fines de lucro están ayudando a satisfacer las necesidades básicas.
Algunos de nosotros tenemos trabajo que podemos hacer en casa. Si bien esto es una bendición, también es confuso para los niños y estresante para nosotros. Por eso es recomendable que para los niños más pequeños establezcas rutinas para que sepan cuándo te pueden interrumpir, y cuando no, que se centren en algunas actividades.
No seas duro contigo mismo. Simplemente no es posible tener una productividad laboral normal y estar constantemente disponible para tus hijos. Si necesitas encender el televisor y hacer que los niños vean una película o jueguen un videojuego para tener tiempo para concentrarte, ¡está bien!
Los padres a veces también necesitan un tiempo de descanso. Está bien tomarse un momento para respirar profundamente, o incluso entrar a un baño cerrado o al patio exterior para descomprimirse. Nuestros niños están observando y aprendiendo cómo lidiar mejor con el estrés. Trata de mantener la calma y no te disculpes por tomarte un tiempo para ti, de modo que te quede algo que darles a tus hijos cuando estés bien.
Mantener la comunidad
Amabilidad hacia las familias. Estamos viendo una gran cantidad de amabilidad hacia las familias con niños en el hogar. Los vecinos están dejando pañales para familias económicamente estresadas, escribiendo mensajes edificantes con tiza en la acera y colocando ositos de peluche en sus ventanas para que los niños pequeños los encuentren en los paseos del vecindario. Piensa en lo que puedes hacer por las familias de tu comunidad.
Más tecnología está bien. Mantener nuestras propias conexiones sociales y las de nuestros hijos significa más confianza que nunca en la web. Los padres pueden relajar sus reglas sobre el uso de Internet y permitir que los niños tengan contacto frecuente con sus amigos en línea a través de Skype, Zoom, FaceTime o similares. Del mismo modo, tomar una taza de café virtual con un amigo puede reducir nuestro propio aislamiento.
Espera tener momentos de depresión o ansiedad. Aquellos de nosotros que hemos lidiado con estas condiciones en el pasado quizás deseemos buscar ayuda temprano. Si tú, o un amigo o familiar, están considerando hacerse daño, actúa de inmediato y busca ayuda. Llama a tu médico o proveedor de salud mental, o llama a la línea directa nacional de prevención del suicidio al 1-800-273-8255 (solo para Estados Unidos) o visite suicidepreventionlifeline.org para acceder las 24 horas, los 7 días de la semana, a un asesor capacitado.
Distanciarnos físicamente es fundamental para prevenir la infección y la propagación del virus. Al mismo tiempo, las conexiones sociales son más importantes que nunca para prevenir el abuso y la negligencia infantil.
Durante el mes de prevención del abuso infantil y más allá, todos podemos concentrarnos en asegurarnos de que nuestros hijos tengan buenas historias para contarles a sus nietos.
El nuevo coronavirus ya ha dado un triple salto mortal en el imaginario colectivo: desde un murciélago chino habría pasado al pangolín, del pangolín al ser humano y, en su más reciente brinco, del humano a los felinos y a los perros. Es un viaje verosímil, con varios saltos entre especies en tiempo récord, pero la realidad es que los científicos todavía no tienen certezas. Es solo una hipótesis, como casi todo lo que rodea a un virus que oficialmente no existía hace apenas tres meses.
La última parada confirmada del periplo del nuevo coronavirus por el reino animal es una tigresa malaya con tos seca que este domingo dio positivo en el Zoológico del Bronx, en Nueva York. “Parece que los felinos se van perfilando como sensibles al virus, pero de momento es algo anecdótico”, tranquiliza Víctor Briones, del Centro de Vigilancia Sanitaria Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid. En Estados Unidos ya hay más de 330.000 personas infectadas registradas, pero solo consta un animal: la tigresa del Bronx, acompañada por otra media docena de tigres y leones con síntomas pero sin confirmación.
“La propagación actual de la Covid-19 se debe a la transmisión de humano a humano”, recalca la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), que investiga otros saltos entre especies. Hong Kong comunicó en un primer momento dos casos caninos positivos —un pastor alemán y un pomerania— tras analizar 17 perros y ocho gatos en hogares vinculados a personas con la enfermedad. El 23 de marzo, las autoridades belgas también informaron del caso de un gato “sospechoso» de sufrir una infección activa. Y el 31 de marzo de nuevo Hong Kong anunció que un gato había dado positivo.
Científicos chinos han inoculado el virus a perros, gatos cerdos, gallinas, patos y hurones
Con más de 1,2 millones de casos registrados en personas, la infección solo se ha confirmado en dos perros, uno o dos gatos y una tigresa. Y no existe ningún indicio de que las mascotas hayan transmitido el virus. “Por consiguiente, no existe justificación alguna para tomar medidas relacionadas con los animales de compañía que puedan afectar a su bienestar”, sentencia la OIE, que sí recomienda que las personas enfermas eviten el contacto con las mascotas por si acaso.
Nadia, una tigresa del zoológico del Bronx que ha dado positivo de coronavirus. En vídeo, la explicación de las pruebas a las que fue sometida. (FOTO: REUTERS | VÍDEO: EPV)
En China no se han andado por las ramas para salir de dudas. Un equipo del Instituto de Investigación Veterinaria de Harbin ha inoculado el virus directamente en la nariz de animales de diferentes especies, dentro de un laboratorio de alta seguridad. Sus resultados preliminares, publicados el 31 de marzo sin revisión externa, sugieren que el nuevo coronavirus “se replica mal en perros, cerdos, gallinas y patos, pero lo hace de manera eficiente en hurones y gatos”.
Los científicos chinos, encabezados por el virólogo Bu Zhigao, inocularon el virus humano a cinco gatos y los sacrificaron a los pocos días. Las necropsias mostraron que el virus fue capaz de multiplicarse en su tráquea y en su garganta, pese a que ninguno tuvo los síntomas típicos de la enfermedad. Además, los felinos infectados contagiaron el virus a un gato sano que estaba en la jaula de al lado, lo que sugiere una transmisión por gotas respiratorias, como en los humanos.
La Asociación de Medicina Veterinaria de EE UU ha expresado su escepticismo ante estos resultados, obtenidos con muy pocos animales y en condiciones de laboratorio. “El hecho de que un animal pueda infectarse experimentalmente con un virus no significa que se infecte con ese mismo virus en condiciones naturales”, advierte la organización.
Un análisis de un centenar de gatos de Wuhan sugiere que el 15% se infectó con el virus
Un estudio todavía más reciente, publicado el 3 de abril, también apunta al salto de los humanos a los gatos. Los autores, de la Universidad Agrícola de Huazhong, han analizado la sangre de un centenar de gatos de Wuhan tras el brote y han encontrado anticuerpos contra el nuevo coronavirus en el 15% de ellos. “Nuestros datos demuestran que el virus SARS-CoV-2 infectó a la población de gatos”, afirman los investigadores, liderados por la veterinaria Jin Meilin. Sin embargo, sus datos también deben ser interpretados con cautela, porque tampoco han sido sometidos a la revisión externa esencial en el sistema científico internacional.
“Los gatos que pasan mucho tiempo fuera de casa podrían, potencialmente, ser infectados por otra persona, así que es mejor mantener una distancia con ellos, como se hace con las personas”, ha aconsejado en su cuenta de Twitter el veterinario William Karesh, presidente del grupo de trabajo sobre enfermedades de la fauna salvaje de la OIE. El veterinario Víctor Briones, catedrático de Sanidad Animal, está “totalmente de acuerdo” con esta recomendación.
Briones subraya que las tres o cuatro mascotas infectadas hasta la fecha convivían estrechamente con enfermos y que estos saltos anecdóticos desde los humanos a los animales de compañía ya se detectaron en el brote del virus del síndrome respiratorio agudo severo (SARS), otro coronavirus hermano del actual que surgió en China en 2002 y mató a casi 800 personas antes de ser aparentemente erradicado. “Parece que los gatos y los perros son un fondo de saco epidemiológico y no actúan en la transmisión, como ya ocurrió con los perros en el brote de ébola en África occidental”, señala Briones.
La veterinaria estadounidense Deborah McCauley está acostumbrada a perseguir tigres a lomos de elefantes. Lucha en la jungla de Nepal contra las enfermedades que azotan a los últimos grandes felinos y a otros animales en peligro de extinción. La organización que dirige, la Iniciativa Veterinaria para la Fauna Salvaje Amenazada (VIEW), alerta de que algunas especies están siendo apuntilladas por enfermedades que comparten con los humanos o con los animales domésticos, como el virus del moquillo de los perros que ha saltado a los tigres.
“La salud de las personas está estrechamente conectada con la de los animales”, advierte la veterinaria Deborah McCauley
“El 75% de las enfermedades emergentes provienen de la fauna salvaje. Y ya compartimos el 60% de las enfermedades infecciosas con los animales”, advierte McCauley. “Si esta pandemia del nuevo coronavirus nos ha enseñado algo es la necesidad crítica de investigar nuevas técnicas de diagnóstico y de invertir en formación y en infraestructuras en la primera línea de la naturaleza salvaje, para identificar rápidamente estas amenazas”, urge la veterinaria. “La salud de la fauna silvestre debe ser incluida dentro del paquete de la conservación del medio ambiente, porque la salud de las personas está estrechamente conectada con la de los animales”, recalca McCauley.
El 29 de marzo, el presidente de la Organización Colegial Veterinaria Española, Luis Alberto Calvo Sáez, envió una carta al ministro de Sanidad, Salvador Illa, para lamentar la ausencia de veterinarios en el comité científico creado para combatir la Covid-19. “Mire a su derecha y a su izquierda, no verá a ningún veterinario entre sus asesores en esta lucha”, le reprochó Calvo Sáez. En Alemania, le recordó, el principal gestor científico de la crisis del nuevo coronavirus es un veterinario, Lothar Wieler, presidente del Instituto Robert Koch de Berlín.
Castilla y León sí ha fichado a un veterinario para su comité científico de emergencia: Elías Rodríguez Ferri, catedrático emérito de la Universidad de León. “El salto entre especies es un fenómeno fascinante en biología”, reflexiona el veterano profesor. En 2003, rememora, el miedo al virus de la gripe aviar H5N1 —que empezó a saltar de las aves de corral a los humanos cada vez con mayor letalidad— cristalizó en la creación del concepto “Una sola salud”: la salud humana y la sanidad animal son interdependientes. La OMS adoptó rápidamente el enfoque.
El veterinario William Karesh, de la OIE, fue quien acuñó en 2003 la expresión “Una sola salud”, pero Rodríguez Ferri recuerda que la idea no era nueva. Hay un cuadro de Rubens en el Museo del Prado que esconde una clave para evitar futuras pandemias. Es La educación de Aquiles, un óleo pintado en 1635 que muestra al héroe griego a lomos de su bisabuelo, el centauro Quirón. Aquella criatura de la mitología clásica, mitad hombre y mitad caballo, conocía las artes de la curación y era capaz de aliviar el sufrimiento de humanos y animales, según relata Rodríguez Ferri. Tanto los médicos como los veterinarios reivindican ahora a Quirón como un precedente legendario. El centauro es la prueba de que la medicina humana y la veterinaria pueden cabalgar juntas.
En cuestión de pocas semanas nuestra vida ha dado un giro radical. Nos encontramos inmersos en una situación desconocida en la que, recluidos en nuestras casas, hemos tenido que limitar nuestros movimientos y salir solamente para lo verdaderamente necesario. Se trata de un momento clave en el que todos sumamos con nuestras acciones, trabajando en equipo para conseguir frenar la curva del coronavirus.
Nuestro día a día ha cambiado. El aplauso de las ocho de la tarde se ha convertido en un ritual necesario para agradecer el trabajo de los profesionales que luchan contra la pandemia, las actividades escolares se hacen a través de la pantalla de un ordenador, hacemos ejercicio, cocinamos, visitamos museos, acudimos a conciertos y quedamos para tomar algo con nuestros familiares y amigos sin movernos de casa.
Dicen que el ser humano tiene una gran capacidad de adaptación y eso le permite hacer frente a las adversidades. Sin embargo, en situaciones excepcionales como la que estamos viviendo, a veces es inevitable sentirse perdido y por eso son muchos los consejos que puedes seguir para aprender a vivir en casa asegurando tu bienestar.
Vence a la pereza y ponte en forma
Durante la cuarentena es importante mantenernos activos para evitar el sedentarismo, tal y como recomiendan el Consejo Superior de Deportes (CSD) y el Consejo General de la Educación Física y Deportiva (Consejo COLEF). Crear una rutina de ejercicio diario, además, nos ayuda a mantener una sensación de normalidad y a proteger nuestra salud mental.
Hiit, aeróbic, zumba, pilates o yoga, sea cual sea tu actividad favorita, en Internet puedes encontrar un gran número de ejercicios para hacer rutinas variadas. Además, muchos influencers del mundo del fitness organizan clases en directo en sus redes sociales para que te sientas como en un gimnasio virtual.
Dedica tiempo a comer bien
Normalmente, nuestro frenético ritmo de vida nos impide llevar unos hábitos de alimentación saludables. Algo positivo que podemos aprovechar del confinamiento, además de sacar al chef que llevamos dentro, es poder practicar ‘mindful eating’ o alimentación consciente, es decir, disfrutar de la comida sin prisa, saboreando cada bocado de manera tranquila.
Es el momento de sacar partido a los fogones y volver a retomar las recetas de la abuela que tenías olvidadas, como guisos o estofados. También puedes innovar y llevar a tu cocina sabores de todo el mundo, creando menús que te hagan viajar sin salir de casa: aprovecha el pescado para hacer un ceviche, el aguacate para hacer unos nachos con guacamole o lánzate a hacer un pollo teriyaki.
Cultiva la mente
Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña. La cultura no tiene límites y en esta cuarentena se está demostrando. Museos, teatros y artistas de todas las nacionalidades han hecho uso de Internet para llevar a nuestras casas sus obras de arte y sus canciones.
Al igual que al salir del trabajo quedabas para ir al cine, para ir a un concierto o, simplemente, disfrutabas de un buen libro en el sofá, ahora tienes una agenda cultural infinita con una gran variedad de planes virtuales para todos los gustos.
Haz detox de información
Ante la situación que estamos viviendo es comprensible que queramos estar informados de lo que ocurre más allá de las cuatro paredes de nuestro hogar. Sin embargo, una sobrecarga de información puede aumentar nuestra ansiedad de forma innecesaria. Por eso, una de las principales recomendaciones de los expertos es elegir una hora determinada del día para ver o leer las noticias, por ejemplo, a la hora de comer o de cenar. De esta manera, el resto del tiempo lo ocuparemos en otras tareas que permitan distraernos. Además, es importante consultar siempre fuentes oficiales y no dejarse llevar por los bulos que circulan por las redes sociales.
La meditación es otra actividad muy saludable para nuestra mente y una aliada para reducir el estrés y la ansiedad, así como técnicas de relajación que consisten en concentrarnos en nuestra respiración. Otra recomendación es usar el teléfono móvil de forma responsable: evita usarlo dos horas antes de dormir y no lo enciendas nada más levantarte.
Crea un entorno de trabajo óptimo
Si tienes que teletrabajar, intenta separar tu entorno de trabajo del resto de la casa para no mezclarlo con los espacios dedicados al ocio y al descanso. Tal y como recomienda Banco Santander a sus empleados, es importante mantener la zona despejada, sin objetos que puedan ocasionarte una caída accidental. Además, intenta hacer todo el uso posible de la luz natural y haz pequeñas pausas para desconectar, autogestionando tu tiempo al máximo.
Empresas como Banco Santander están dedicando un importante esfuerzo a contribuir al bienestar de sus empleados. Para ello, la entidad ha impulsado #SantanderSeQuedaEnCasa, una iniciativa que proporciona consejos sobre cómo afrontar esta situación, planes para mantenerse en forma, recetas y buenos hábitos alimenticios, actividades para entretener a los más pequeños, tips para trabajar desde casa e incluso envío de medicamentos a domicilio si sus empleados lo necesitan.
Estas y otras medidas forman parte del programa Santander Contigo, a través del cual la compañía ofrece a sus trabajadores y familias un gran número de servicios para hacer sus vidas personales y profesionales más fáciles. Algunos de ellos son: atención personalizada 24 horas para ayudar en tareas personales; 56 horas anuales de ayuda para aquellos empleados cuyo estado de salud implica que necesitan apoyo en actividades como la limpieza del hogar o el cuidado de los niños; 14 sesiones anuales para tratamientos especializados (psicólogos, logopedas…); centros médicos privados o servicios de asesoramiento jurídico.
Además, en su continuo esfuerzo por paliar los efectos de la crisis del COVID19, Banco Santander ha lanzado el ‘Fondo Solidario JUNTOS’, una iniciativa mediante la cual los empleados del Grupo pueden poner su granito de arena con aportaciones económicas que se destinarán a la adquisición de material sanitario. La primera aportación al fondo ha sido el 50% de la retribución fija y variable de la presidenta de la entidad, Ana Botín, y del consejero delegado, José Antonio Álvarez para 2020.
El banco ha hecho cálculos y ha ilustrado a lo que equivaldría cada euro aportado: por ejemplo, con 18 euros se pueden comprar 8 mascarillas y 2 tests; con 33 euros, 10 mascarillas y 4 tests; con 130 euros, 50 mascarillas y 15 tests; o con 1.000 euros, un respirador no invasivo.
La carrera por integrar de manera coherente el audio en los periódicos va mucho más allá de los podcasts. Si casi todos los análisis predicen que los podcasts van a ser -lo están siendo ya- uno de los principales causantes de que los lectores jóvenes sean más leales a la cabecera, y por tanto más dispuestos a suscribirse, el resto de opciones de uso del audio en los periódicos va ganando también peso específico en esa estrategia general.
Muchos medios incorporan ya botones que permiten escuchar los artículos con voz artificial –muchos de ellos mediante la solución Polly, de Amazon Web Services (AWS) (mucho más lograda en inglés que en otros idiomas como el castellano)-, y algunos periódicos ya seleccionan piezas importantes para ser locutadas por una voz humana.
Como publicaba Laboratorio de Periodismo recientemente, hay algunos ejemplos, como el de la revista danesa Zetland que, ante la situación complicada en la que se encontraba, empezó a publicar los artículos con la voz del propio periodista que había redactado la pieza, y el éxito fue rotundo. Tanto que, tiempo después, el 70% del consumo era ya de las piezas de audio.
El último medio en mover ficha, a gran escala, ha sido de nuevo The New York Times, que hace unos días compraba Audm, la empresa propietaria de una aplicación de audio basada en suscripción que ofrece a los oyentes piezas de periodismo de larga duración, palabra por palabra, dramatizadas por famosos narradores de audiolibros.
Lanzada en 2016 por Ryan Wegner y Christian Brink, Audm transforma artículos de formato largo en audio. Los usuarios de Audm ya venían escuchando cada semana, piezas de publicaciones que medios como The New York Times, The New Yorker, The Atlantic y otros.
¿Para qué ha comprado The NYT Audm?
¿Para qué ha comprado The New York Times Audm? Es la pregunta que se hacía esta semana el periodista especializado en medios de comunicación Simon Owens. Según comentaba Owens en WNIP, “The Times ha experimentado con nuevas series de podcast (…) pero hasta ahora no ha ofrecido mucho en cuanto a contenido de audio exclusivo para suscriptores”.
Audm -apunta Owens- podría cambiar esa dinámica, “permitiendo que The Times ofrezca versiones de audio de artículos como una característica adicional para suscriptores. La pregunta es cómo se incorporará al proceso de producción del periódico. ¿Todos los artículos tendrán su equivalente en audio, o solo las piezas de larga duración publicadas en The New York Times Magazine? ¿Podrá suscribirse la gente a Audm por separado, o simplemente se incorporará como una oferta de suscriptor adicional? ¿Seguirá siendo su propia aplicación o se incluirá en la aplicación principal de Paper? Lo más importante, ¿continuará produciendo versiones de audio para otras editoriales como The Atlantic y BuzzFeed?, se pregunta Owens.
Sara Pérez, de Techcrunch apuntaba también recientemente que Audm ya había iniciado planes para leer en voz alta artículos del NY Times todos los domingos en “The Daily”, su podcast más popular, para ayudar a proporcionar escape y alivio durante la pandemia de COVID-19. Audm solo tenía un par de historias de NYT disponibles, y ambas son de 2019.