Circulo de Periodistas de Bogota
Empieza la cuenta regresiva para el desarme de las Farc

Foto: Fotos Carlos Ortega / EL TIEMPO

El presidente Santos rubrica con su firma el acuerdo de paz con las Farc. Rodrigo Londoño, número uno de las Farc, vestido de manera formal, firma el nuevo acuerdo.


El presidente Santos dijo que en 150 días el grupo guerrillero habrá dejado las armas.


Tras la firma este jueves del nuevo acuerdo de paz entre el Gobierno y las Farc empezó la cuenta regresiva para que esta organización deje las armas y se transforme en un partido político legal.

Este mismo jueves, el Congreso de la República, en cuyas manos quedó la responsabilidad de sellar la paz, dio el primer paso al aprobar la fecha para la refrendación, la cual se hará los días martes y miércoles de la próxima semana.

 Como lo advirtió el presidente Juan Manuel Santos, luego de estrechar de nuevo las manos del máximo jefe de las Farc, Rodrigo Londoño (‘Timochenko’), el próximo jueves primero de diciembre sería el “día D”, que marcará el punto de partida para que los miembros de las Farc entreguen sus armas y se reintegren a la vida civil para hacer política.
 A partir de ese mismo jueves, según Santos, empezará el desminado a nivel nacional “para que nuestros campos no sean nunca más una trampa mortal para nuestros niños”. Igualmente, en ese momento se “iniciará el proceso de implementación de todos los demás elementos del nuevo acuerdo en el Congreso”.

Al día siguiente, viernes 2 de diciembre, el Gobierno y las Farc entregarán las coordenadas de la ubicación de sus unidades al Componente Internacional del Mecanismo de Monitoreo y Verificación, para facilitar el desplazamiento de los insurgentes a las Zonas Veredales Transitorias de Normalización (20 en todo el país) y a los puntos transitorios (siete).

El martes 6 de diciembre, si se cumple el cronograma anunciado por el mandatario, “se iniciará el movimiento de las Farc hacia las zonas veredales transitorias”, fase que estaba congelada por el resultado adverso del plebiscito.

Actualmente, los guerrilleros están en lo que se denominan “zonas de preagrupamiento”, unos espacios que hubo necesidad de improvisar y que eran el riesgo más grande para mantener el cese bilateral del fuego y definitivo.

(Además: En la plaza de Bolívar se celebró el sencillo acto de firma de la paz)

El desplazamiento de los guerrilleros a estas áreas, de acuerdo con lo previsto, no va a durar más de 30 días y tendrá la supervisión internacional.

Al despedir este 2016, las Farc estarán por fin ubicadas en apenas 20 veredas y en 7 puntos geográficos, luego de haber llegado a tener una capacidad bélica en todo el territorio nacional, por décadas.

Esta marcha hacia los sitios de ubicación implica un riesgo alto, porque los miembros de las Farc irán con todo su armamento. Para atenuar esto tendrán acompañamiento internacional y la garantía de seguridad de las Fuerzas Armadas.

De acuerdo con lo pactado, el armamento y la munición que ingrese a los campamentos permanecerán en armerillos temporales bajo la responsabilidad de las Farc hasta finales de enero, cuando serán almacenados en los contenedores dispuestos para este fin por la ONU.

(Lea también: ‘En 150 días las Farc, como grupo armado, desaparecerán’: Santos)

En los próximos días, la guerrilla debe entregar la ubicación de las caletas “del armamento inestable” y de los explosivos, así como de las armas artesanales, para iniciar su proceso de destrucción.

Las armas

Según el acuerdo, la entrega del armamento por parte de las Farc se hará en tres momentos. Entregarán un 30 por ciento antes del día D+90 (febrero); otro 30 por ciento en el día D+120 (marzo), y el 40 por ciento restante en el día D+150 (abril).

En 150 días, todas las armas de las Farc estarán en manos de las Naciones Unidas, y esa organización desaparecerá como grupo armado”, aseguró Santos en sobrio acto en el teatro Colón, de Bogotá. Certamen en el que estuvieron en la tarima los equipos negociadores de ambas partes, un acto que apenas duró 40 minutos y contó con la asistencia de las altas cortes, congresistas, algunos embajadores y una amplia delegación de víctimas.

En la ceremonia solo intervinieron el Presidente y el jefe de las Farc. Ambos destacaron el esfuerzo para la renegociación y reconocieron el apoyo de los ‘No’.

Siguiendo el cronograma mencionado por Santos, en seis meses se da por terminado todo el proceso, y se prevé que las Farc den el salto a la política legal. De hecho, en su discurso, ‘Timochenko’ habló ya de unir fuerzas para elegir un mandato de transición.

(Además: ‘Pedimos un gobierno de transición que garantice los acuerdos’)

Santos destacó que este es un “acuerdo definitivo” que surgió de un diálogo abierto y franco con todos los sectores de la sociedad y un proceso riguroso de renegociación entre las delegaciones en La Habana.

“Reconozco que este nuevo acuerdo es mejor que el que firmamos en Cartagena”, admitió.

La cita de este jueves puso el punto final a dos años de conversaciones secretas, cuatro de negociación y a uno de los debates políticos más encendidos de los últimos tiempos que deja la paz, por fin, a un paso.

Congreso da vía libre para refrendar

El Congreso le dio este jueves vía libre a la citación de una sesión especial para refrendar el nuevo acuerdo con las Farc. 54 votos por el sí y 0 por el no en Senado, y 90 por el sí y 13 por el no en Cámara le dieron una muestra al Gobierno de las mayorías con las que cuenta para ratificar los ajustes en lo pactado.

El debate más intenso se vivió en Senado, donde el senador liberal Horacio Serpa afirmó que el resultado del plebiscito “fue un empate político”, lo que provocó una rechifla de los senadores del Centro Democrático. En el Senado, la bancada uribista se retiró antes de la votación. Los 13 votos en contra en la Cámara parecen haber sido de ese partido.

El martes en el Senado y el miércoles en la Cámara se escuchará al ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, a los negociadores del Gobierno y a voceros del ‘Sí’ y del ‘No’. Luego, los congresistas votarán si refrendan o no el acuerdo.

POLÍTICA

Tomado: Eltiempo.com

Farc pide un gobierno de transición para garantizar los acuerdos

«Destacamos la importancia que tendría para el país la conformación de un Gobierno de transición cuyo propósito fundamental sea el cumplimiento cabal de los acuerdos de La Habana el cual debería ser integrado por todas las fuerzas y sectores que han trabajado sin tregua por ello», dijo Rodrigo Londoño alias Timochenko, sin dar detalles de su propuesta.

El principal líder de las Farc, el primero en firmar el nuevo acuerdo de paz con el Gobierno, dijo que para alcanzar la firma de este acuerdo los colombianos vivieron más de siete décadas de violencia, medio siglo de guerra abierta, 33 años en procesos de diálogos, un lustro de debates en la Habana, Cuba, el desencanto del 2 de octubre y el esfuerzo de volver revivir los acuerdos de paz.

En esta última etapa modificamos y enriquecimos el último acuerdo, teniendo en cuenta las aclaraciones y recomendaciones de los más variados grupos sociales, partidos políticos, líderes. Estudiamos con desprevención y esmero todo lo expuesto en la mesa por los interesados e introdujimos importantes cambios sustanciales a los textos antiguos hasta convertir el acuerdo final en definitivo”, manifestó.

Agradeció a las Naciones Unidas, el gobierno de Estados Unidos, el Vaticano, los países acompañantes, entre otros. “A todos ellos nuestro eterno reconocimiento”.

A las comunidades indígenas, campesinas, mujeres, afrodescendientes, líderes agrarios, comunales, a las decenas de familias que se unieron a las Farc en las vigilias por la paz, a la Iglesia Católica, a los académicos, a las plataformas por la paz, también les agradeció.

Este acuerdo de paz les pertenece porque ayudaron a construirlo con sus esperanzas y acciones. El pueblo está harto de violencia, de intolerancia, de estigmas y señalamientos. Quiere y exige cambios profundos de las costumbres políticas, que cese la corrupción”, destacó.

Y agregó que nadie puede quedarse por fuera de este acuerdo, “solo ponemos fin de manera definitiva a la guerra para confrontar civilizadamente las contradicciones. Por eso, reclamamos su implementación pronta y eficaz. No más asesinados de líderes sindicales, populares, de opositores políticos de izquierda, de reclamantes de tierras”.

Es inaudito- dijo Timochenko- que sigan muriendo guerrilleros de las Farc con extraños argumentos. Y saludó a Donald Trump.

«A nuestros opositores nuestro respeto. No habrá más violencia entre colombianos por razones políticas…», añadió.

Tomado de: caracol.com.co 
Discurso del presidente Juan Manuel Santos en la firma del Nuevo Acuerdo de Paz

Tres anécdotas de Alzate, salidas de la pluma de Augusto León Restrepo

Foto de Eje21

El clima en Colombia,durante la tarde del jueves,según el Ideam.

En Bogotá, aumenta violencia de pareja contra mujeres

Datos de Medicina Legal muestran que ataques de cónyuges o novios se incrementaron un 15 por ciento.

En los primeros nueve meses del 2016, en Bogotá se presentaron 8.138 casos de violencia física contra mujeres a manos de sus parejas. Esto representa un incremento del 15 % frente al mismo periodo del 2015, cuando ocurrieron 7.084 casos.

Lo anterior quiere decir que, en promedio, cada 12 horas hay 11 víctimas de este flagelo social, o que cada día 22 esposas, novias o compañeras son lastimadas por sus cónyuges o novios.

 

Las cifras son del Instituto Nacional de Medicina Legal, que dio a conocer además otros datos sobre agresiones contra el género femenino. Por ejemplo, las localidades con mayor tasa de ocurrencia de violencia de pareja contra ellas (por cada 100.000 habitantes) son La Candelaria (470), Ciudad Bolívar (406), San Cristóbal (382), Los Mártires (375) y Santa Fe (371).

Al comparar las localidades que mayor tasa de agresiones presentan con las de mayor cantidad de casos registrados, se encuentra que Ciudad Bolívar (segundo puesto, con 1.013 episodios) y San Cristóbal (quinto puesto, con 589) vuelven a figurar entre los cinco primeros lugares. A la cabeza de esta lista se ubica Kennedy (1.424), y la complementan Bosa (tercer puesto, con 906 casos) y Suba (cuarta, con 645).

El mencionado incremento de este indicador se relaciona con la tendencia que viene desde el 2014, año en que sucedieron un total de 8.402 casos, 2.121 más que en el 2013 (6.281), y la cual mostró en el 2015 una ocurrencia de 9.304 casos. En todo caso, los índices no se acercan todavía al pico más alto que se ha presentado en la década actual, cuando en el 2010 hubo 12.736 episodios de este tipo.

La Secretaría de la Mujer ha señalado que el mejoramiento de opciones de denuncia para las mujeres víctimas ha llevado a un incremento en los casos evidenciados. De igual forma, la titular de ese despacho, Cristina Vélez, ha expresado que ese aumento también es porque cada vez más las mujeres se están empoderando y son más conscientes de que nada justifica la violencia, y eso genera unas dinámicas de ejercicio de control y poder por parte de los agresores.

Ataques sexuales

Según análisis del programa Bogotá Cómo Vamos (BCV), entre enero y septiembre del 2016, en Bogotá ocurrieron 2.734 casos de presunta violencia sexual contra mujeres (esto representa el 84 % de un total de 3.259 casos presentados), y un 8 % menos que en el mismo periodo de 2015 (2.961 casos): “En promedio, cada cinco horas dos mujeres fueron víctimas de violencia por presunto delito sexual”.

Las localidades donde hay más peligro de violación para ellas son Kennedy(que tuvo 351 casos en los primeros nueve meses de este año), Bosa (302) y Suba (238). Las que presentan menos ocurrencia de este delito son La Candelaria (10), Teusaquillo (16), Antonio Nariño (21) y Chapinero (24).

(Le puede interesar: Bogotá, la ciudad con más casos de violencia intrafamiliar en el país)

Entre tanto, los datos de homicidios contra el género femenino, para el mismo periodo reseñado, revelan un leve descenso entre el año pasado y el actual, pues en el 2015 hubo 86 asesinatos, mientras que en los primeros nueve meses del 2016 arrojaron 80.

A su vez, la última cifra que conoció EL TIEMPO sobre homicidios de mujeres en el 2016 (a corte del 31 de octubre) muestran un total de 88 casos, 15 de los cuales fueron cometidos por sus parejas sentimentales.

Agresiones de terceros

De enero a septiembre del 2016, en el Distrito hubo 20.288 episodios de violencia interpersonal; 6.485 casos fueron contra mujeres, según el Instituto de Medicina Legal.

El rango de edad de mujeres más agredidas es entre los 20 y los 29 años, con 2.138 casos, seguido de aquellas que se ubican entre los 30 y 39 años, con 1.347 afectadas.

En lo correspondiente a violencia intrafamiliar, 11.235 casos se presentaron en los primeros nueve meses del 2016.

Como se reseñó en la nota central de este informe, 8.138 casos fueron agresiones de pareja, pero vale decir que 1.375 fueron contra niñas, niños y adolescentes, y 140 contra adultos mayores.

Tomado de: El Tiempo
Tiempos de fanatismo
Foto: El Espectador
Por: Yolanda Ruiz

Cuando alguien escribe en Twitter que el exterminio de la Unión Patriótica era “un mal necesario”, que “ojalá se muera” el presidente o que “los periodistas deberían ser aplastados como ratas”, es fácil ver los síntomas de un problema grave que nos compete a todos y no es asunto de “los demás” como creemos.

Cuando en Estados Unidos la Presidencia la gana un hombre que monta su candidatura en la xenofobia, la mentira y el total irrespeto a las mujeres, la humanidad queda al borde de un abismo, si no es que ya comenzamos a caer. Los mensajes de odio están por todas partes: en las redes, las campañas políticas, los micrófonos de radio, las tertulias familiares, las calles y hasta en las iglesias.

El asunto se complica cuando los mensajes de fanatismo se convierten en hechos violentos que conocemos bien. El asesinato uno tras otro de líderes sociales y políticos en las zonas golpeadas por el conflicto es otro campanazo de alerta. Dicen que son decenas ya o que pasan de 100. Dicen que son los nuevos paras o los viejos que no se han ido, que son las bacrim o grupos sin nombre. Dicen que hay un ejército anti-restitución… Y mientras todos dicen vamos caminando en el túnel del tiempo hacia esos años 80 que todavía nos duelen a quienes tenemos memoria de ellos. Es una sensación de déjà vu que genera pánico porque ya sabemos hasta dónde puede llegar. El fanatismo de una guerra que no hemos podido acabar del todo, nos dejó más de 200 mil muertos, sin contar con los miles que nos dejó la otra Violencia, así con mayúscula, la del fanatismo de liberales y conservadores. ¿Será que no aprendimos? ¿Tendremos más masacres con el ingrediente adicional de los fanáticos aplaudiendo el desangre desde las redes sociales?

El fanatismo quemó en la hoguera a mujeres acusadas de brujas, arrasó culturas milenarias. El fanatismo bombardea pueblos ajenos y se inmola en atentados. El fanatismo destruye con facilidad y sin remordimiento porque el otro es el enemigo. Para algunos se trata de querer negar a esos “indeseables” la voz, el espacio, la opinión, pero para otros el objetivo va más allá y llega a buscar el exterminio físico de quien es distinto.

El fanático justifica sus agresiones y condena las de los otros. Defiende a los suyos cuando los acusan de delitos, pero quiere que la justicia actúe contra los demás. El fanático no ve matices; es todo o nada porque siente que su pensamiento es la única verdad que existe y todo lo demás es error, delito o pecado. Por eso quiere imponer su visión a los demás.

El fanatismo todo lo explica y lo justifica desde la mirada política, ideológica o religiosa que se toma el cerebro del fanático que ni ve, ni oye ni entiende porque no quiere hacerlo. No necesita hacer ese esfuerzo. Alguien pensó por él y le dice qué hacer, qué sentir. Alguien que sí tiene clara su meta, su interés o su negocio y que lanza ideas sencillas cargadas de emociones fáciles de digerir y de asimilar.

El fanático no ve que la duda es la madre del entendimiento y del conocimiento. No se da cuenta de que dejar espacio abierto para escuchar, mirar, procesar nos puede llevar por caminos propios y mejores. El fanático no ve cuánto lo deshumaniza el hecho de cerrar su mente a reflexiones nuevas y distintas. El fanático pertenece a una masa y sabe siempre quiénes son los malos y los buenos. Por eso el diálogo no fluye y la agresividad es su mejor camino.

Por una vez sería bueno que cada quien dejara de señalar con el dedo a los demás como el origen de todos los males y se parara frente al espejo para ver si en esos ojos se oculta la mirada de un fanático listo para linchar a quien se aparte de su idea. Mi problema, por ejemplo, es que la terquedad me jala hacia los puntos medios y me demoro a veces en entender lo que creo correcto. Me pregunto si no tendré que deslizarme a alguna orilla para ver cómo se ve el panorama desde allí. ¿Sería más sencillo?

Tomado de: El espectador
Legitimidad a Discreción
Foto: radiosantafe.com

Todo el mundo reclama legitimidad, pero nadie la respeta. Se valen de los más variados sofismas de distracción y de cuanta mentira existe, para reclamarla cuando les conviene, o mancillarla cuando los perjudica.

Ahora todo está montado sobre la legitimidad en torno al Acuerdo de paz con las Farc. El gobierno, con base en las normas existentes, decidió enviarlo al Congreso que es el órgano idóneo para refrendarlo y blindarlo contra cualquier gobierno guerrerista que pueda suceder al actual.

Se tuvieron en cuenta los centenares de puntos que los “noistas” entregaron al gobierno, muchos de ellos inocuos que solo buscaban dilatar el desarrollo del proceso. Unos pocos, como la elegibilidad no fueron admitidos por las Farc, que generosamente los estudiaron. Los del no, no aceptan que exguerrilleros sean parlamentarios. Aun recordamos la época durante la cual paras y narcos tenían el 35% del Congreso. Los “noistas”, querían pan y pedazo.

Los uribistas, por ejemplo, consideraron que el plebiscito no les servía y que lo desconocerían, porque pensaron que perderían. Acusaron al Consejo Electoral que hacer fraude. Pero cuando lo ganaron, fue bueno y legítimo a pesar de la precariedad del margen.

Pero la fortaleza del Acuerdo es tal que sale como el “ave fénix”, porque nuestras leyes y nuestra Constitución permiten su aprobación y su puesta en marcha, así los agentes del desastre quieran que sigamos en guerra.

El “asesinato mediático” del que hablaba en su columna la exministra Cecilia Álvarez, se aplicó durante el plebiscito, como lo confesó orgullosamente el director de la campaña uribista. Ahora se practica de nuevo, a las fórmulas para la refrendación del Acuerdo.

Colombia no podrá salir adelante, mientras Uribe y sus febriles seguidores, crean que sigue siendo Presidente. Y mientras se crea con patente de corso para desacreditar al país y a las gentes que no comulgan con él. Es al único que le aplauden la “traición a la Patria. Es una “manzana podrida” en nuestra canasta de la convivencia, la recuperación, la corrección y la paz. A Uribe se le permite todo, porque aún hay quienes quieren la guerra, las motosierras, la destrucción, porque constituyen jugosos negocios.

Vale la pena que la dirigencia, el país elector y el país abstencionista, piensen más en la patria, que en sus propios intereses y que olviden, por ahora, sus ambiciones políticas y electoreras del 2018. Una pausa que nos abra el halagüeño panorama.

BLANCO: Que las niñas vuelvan a ser las “Reinas del Hogar”, no de nocivos concursos para ciertos intereses.

NEGRO: Muchos se preguntan: ¿a quién representa Ordóñez?

Por: Gabriel Ortiz
Pierna arriba
Foto: El Tiempo
Por: Juan Esteban Constaín

Hay políticos que se legitiman y conquistan el poder no solo por el fervor de sus seguidores sino por la obsesión enfermiza que con ellos tienen sus detractores.

Alguna vez, a principios de este año que ya se va a acabar, pero no cantemos victoria, hablé aquí de un concepto sociológico y moral en el que me inició el profesor Esteban Duperly: la ‘pregnancia de lo malo’, la pasión que tenemos o desarrollamos por las cosas más truculentas y más retorcidas y más grotescas, hasta sublimarlas y encontrarles su profundo encanto y volverlas una necesidad en nuestra vida.

Pasa también en el amor, aunque no sé si allí se tipifique bien el concepto de la pregnancia de lo malo, quizás no. Pero a todos nos ha ocurrido: que muchas veces nos enamoramos de quien nos hace daño, de quien más nos hace sufrir; o nos sentimos atraídos por alguien y luego descubrimos que lo que nos gusta son sus defectos, no sus virtudes. En ambos casos lo que hay es una obsesión, una enfermedad.

Creo que los psicólogos (pero estoy especulando) les dan a esas relaciones el nombre de ‘relaciones tóxicas’: relaciones malsanas en las que lo fundamental es sufrir, lacerarse con ellas, y en las que una de las partes, por lo general la que más las padece, las vuelve una perversa necesidad: una maldición de la que no se puede salir; un lugar doloroso al que siempre se vuelve.

La mamá de un amigo mío, una señora respetabilísima de la sociedad bogotana, solía irse todos los años, hace años, a unos retiros espirituales que organizaba para ella y sus amigas un cura sibarita y glotón. Una vez le preguntó mi amigo: “¿Y cómo te fue en el retiro?”. Le respondió la viejita: “Delicioso: lloramos lo que tú no te imaginas…”. La felicidad del sufrimiento; el placer de rascarse y rascarse, y no solo con trago.

Lo increíble es que ese tipo de relaciones tóxicas, esa forma aberrante de la pregnancia de lo malo –si es que lo es– también se dan en el plano colectivo, en la vida pública. Y hay políticos, muchísimos, que se legitiman y conquistan el poder, o lo acrecientan, no solo por el fervor de sus seguidores sino además, y sobre todo, por la obsesión enfermiza que con ellos tienen sus detractores.

En agosto del 2012, no se me olvida, escribió Umberto Eco una maravillosa columna en la que hablaba del regreso a la política italiana de Silvio Berlusconi, ‘Berlusca’. Que es un sátiro y un degenerado, sin duda, una especie de actor porno senil y millonario. Pero que también es un monstruo del poder: un tipo con un carisma y un cinismo arrolladores, capaz de ganar él solo, contra todos, las elecciones que le pongan por delante.

¿Por qué? La respuesta la daba Eco en su columna: porque Berlusconi había logrado ganarse no solo el favor de sus seguidores, obvio, sino también, aunque suene contradictorio, el de sus enemigos, quienes se obsesionaron tanto con él que lo necesitaban más que a nadie en la vida, pues su discurso estaba todo centrado en desprestigiarlo y acabarlo, en mostrar sus bajezas. Y cuanto más lo odiaban, mejor le iba.

Fue también lo que ocurrió en las pasadas elecciones en los Estados Unidos, y esa es una de las explicaciones del triunfo aterrador de Trump: que él logró engendrar una relación tóxica con quienes tanto lo criticaban, y fueron ellos los que lo volvieron, primero, un chiste omnipresente, y luego la mejor encarnación de esa mentalidad racista y prejuiciosa que con él salió del clóset y fue a ganar las elecciones.

En un mundo cada vez más dispuesto a propagar y multiplicar cuanta idiotez se diga o se haga, mientras más delirante, mejor. Con unos medios de comunicación desesperados por el ‘tráfico’, los ‘clics’, las ‘visitas’ y la circulación morbosa de sus titulares en las redes sociales: el verdadero paraíso del demagogo y el payaso.

Antes mucha gracia que Berlusconi no hubiera sido también Papa. Seguro fue él quien no quiso.

Tomado de : El Tiempo
La nueva firma de la paz en Colombia evidencia la fractura política y el desánimo de la gente

Foto: AFP//Santos, tras anunciar el día y la fecha de la firma del nuevo acuerdo.


Santos y Timochenko firmarán este jueves en Bogotá el nuevo acuerdo, que será refrendado en el Congreso


vive entre la mayor de las apatías un nuevo acto para poner fin a una guerra de 52 años. Hace menos de dos meses, Colombia en Cartagena de Indias, el Gobierno y las FARC recibieron el respaldo de la comunidad internacional en un acto que dio la vuelta al mundo. Este jueves, el presidente, Juan Manuel Santos, y el líder de las FARC, alias Timochenko, volverán a verse en un acto en un teatro de Bogotá, sin tanta ostentación. La renegociación del texto ha evidenciado una fractura total entre dos sectores de la élite política y ha constatado el desánimo de un sector de la población, ilusionada sobremanera con poner fin al conflicto pero que aún no se ha despertado de la pesadilla que supuso la victoria del ‘no’ en el plebiscito.

El rechazo al primero acuerdo en el plebiscito del 2 de octubre por poco más de 50.000 votos supuso un mazazo para el Gobierno, la guerrilla. Ni el respaldo unánime de la comunidad internacional ni que todos los partidos políticos, salvo uno, hiciesen campaña por el ‘sí’ lograron movilizar a más del 17% del electorado. El proceso de paz se sumía en una incertidumbre a la que, menos de dos meses después, se ha puesto fin, o al menos punto seguido. El presidente, Juan Manuel Santos, y el líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, firmarán este jueves en el Teatro Colón de Bogotá el nuevo acuerdo, una ceremonia que poco tendrá que ver con la que se celebró en Cartagena el 26 de septiembre, en la que participaron una decena de jefes de Estado y más de 2.000 invitados vestidos de blanco impoluto, como corresponde en las fiestas nobles del Caribe colombiano.

El mayor temor antes del plebiscito, que una victoria del ‘no’ tirara por la borda cuatro años de negociaciones y se reiniciara la guerra, pudo ser solventado. Lo que no parece haberse logrado es volver a ilusionar a la gente partidaria del ‘sí’ ante un hecho tan relevante para la historia del país como es poner fin a un conflicto de más de 52 años, que ha dejado más de ocho millones de víctimas, entre muertos, desplazados o desaparecidos. La pírrica victoria del ‘no’, pero triunfo al fin y al cabo, desnortó a los que habían interiorizado que, por fin, la guerra se iba a terminar. Durante los días que siguieron al plebiscito se celebraron dos marchas multitudinarias, con decenas de miles de personas que atiborraron la plaza de Bolívar, en el corazón de Bogotá. Algunos de eso manifestantes han acampado hasta la semana pasada, en que fueron desalojados violentamente y de madrugada por orden de la alcaldía. El entusiasmo y las campañas a favor del acuerdo que se desarrollaron hasta el 2 de octubre han quedado, sin embargo, aparcadas.

La apatía o desmoralización de los partidarios del ‘sí’ responde en buena medida a la constatación de que gran parte de sus compatriotas no quería aquel acuerdo. Los partidarios del texto consiguieron hacerse notar en las redes sociales, tuvieron el respaldo de los medios de comunicación y las encuestas les daban ventaja, pero las urnas fueron un sopapo mayúsculo. Además, sienten que la renegociación ha servido de poco después de que los principales líderes del ‘no’, con el expresidente Álvaro Uribe a la cabeza, hayan rechazado también el nuevo acuerdo. Durante los 40 días de negociaciones posteriores, los fallos de comunicación ha jugado en contra del Gobierno. Si bien supo sacar adelante un nuevo acuerdo con las FARC, incorporando objeciones de los líderes del ‘no’, no consiguió transmitir entusiasmo. De hecho, el texto se anunció un sábado por la tarde y no se hizo público hasta más de un día después.

En el ámbito político, la negociación del nuevo acuerdo ha acentuado la fractura entre las élites de los partidos, que tienen puesta la mira en las elecciones presidenciales de 2018. La imagen del presidente, Juan Manuel Santos, sigue en entredicho mientras que la del exmandatario Álvaro Uribe, abanderado del ‘no’, ha repuntado hasta en siete puntos y se sitúa con un 50% de favorabilidad, por el 47% que cree lo contrario, según los últimos datos, antes de conocerse el rechazo al nuevo acuerdo. Su postura fue criticada duramente por el presidente, que llegó a calificar de “radicales” a los partidarios del ‘no’, entre ellos Uribe, que rechazaron el texto. Además, los sectores ultraconservadores del cristianismo, con un discurso homófobo, han tenido un peso en la renegociación que no se le esperaba.

Tomado de: Elpaís.com

Uribistas examinan sus caminos para oponerse al nuevo acuerdo
Foto: Archivo particular
El senador Álvaro Uribe habla con representantes del Centro Democrático sobre los próximos pasos tras el anuncio de la firma del nuevo acuerdo de paz.

El Centro Democrático está preparando todo su arsenal para oponerse al nuevo acuerdo suscrito entre el Gobierno y las Farc. Por ahora examina varios caminos para no irse por uno solo.

Si bien todavía no se puede decir cuál va a tomar, congresistas del partido insisten que habrá medidas que implicarán salir a la calle, acudir a estrados judiciales y hacer férrea oposición con la bancada.

 “Haremos valer en derecho todas la prerrogativas y atribuciones que la Constitución nos permite”, dijo el senador Jaime Amín.
 El Centro Democrático oficializó este miércoles que no acepta el acuerdo y que estudiará “acciones de apelación al pueblo en las calles y en los escenarios de la democracia”.

(Le puede interesar: ‘El Congreso no está sustituyendo al pueblo’: Mauricio Lizcano)

“Vamos a evaluar cuál es el mecanismo de refrendación popular que es mejor para el país y nos moveremos hacia eso. No descartamos una Constituyente (…). También recogeremos las firmas correspondientes para traerle al Congreso el mecanismo de refrendación que se elija”, dijo la senadora María del Rosario Guerra.

Por su parte, los senadores Paloma Valencia y Daniel Cabrales pidieron, incluso, la revocatoria del Congreso. Pero, por su naturaleza política, lo único seguro es que el uribismo intentará, a partir de ahora, recuperar el poder en 2018.

El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, dijo: “Finalmente destaparon sus cartas y le confirmaron al país que la paz será utilizada como un mecanismo para hacer política electoral para el 2018”.

POLÍTICA

Tomado de: elespectador.com 
Bogotá y Medellín, rajadas por contaminación
Leyenda / crédito

El Ideam entregó el último informe sobre calidad del aire. Concluyó que la excesiva concentración de material particulado está relacionada con el número de casos por infecciones respiratorias.

Por: Redacción Medio Ambiente

En marzo de este año el Valle de Aburrá, una extensa zona de un poco más de 1.000 kilómetros cuadrados que une a varios municipios de Antioquia, entre los que está Medellín, quedó cubierta por una bruma gris de contaminación.

La situación fue tan grave, que los puntos de monitoreo de calidad del aire registraron 160 microgramos de PM2 (material particulado) que es generado por el esmog, superando tres veces la media nacional (50 microgramos) y seis veces la media internacional recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) (25 microgramos).

Las alarmas se encendieron por la emergencia ambiental y se restringió el uso del carro y la circulación de volquetas en la región, se suspendieron las actividades físicas de los colegios y se recomendó a los deportistas no trotar por las mañanas porque la excesiva concentración de PM2 podría traer serios problemas para la salud. Ese hecho comprobó lo dicho por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2014, que ubicó a Medellín como la novena ciudad con más polución de América Latina, seguida en Colombia por Bogotá.

 Por su parte, el “Informe de Calidad del Aire 2011-2015”, entregado ayer por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), rajó a estas dos ciudades por mala calidad de aire.

Según el documento, para el año 2015, el aire más puro en el país se respiró en estaciones del Cesar, Pasto, Valledupar, Armenia y la localidad de San Cristóbal y de Usaquén, en Bogotá. En contraste, los lugares más contaminados son la estación de Carvajal y La Sevillana, en Bogotá, y el Éxito de San Antonio, en Medellín. Además, en el suroccidente de Bogotá, como la localidad de Kennedy, se presentaron niveles que superaron la norma.

De acuerdo con el director del Ideam, Ómar Franco, estos lugares son los más problemáticos en términos de calidad de aire, porque “tenemos zonas de confluencia industrial y también de transporte que son los detonantes”, dijo. Franco complementó diciendo que las acciones que se tomen de aquí en adelante para menguar este fenómeno están asociadas a que las empresas y los sistemas de transporte en esos sitios piensen en estrategias con la población, “ debe ser un trabajo de todos los días y del mejoramiento de procesos industriales y productivos. Será una labor también que deberán emprender las autoridades departamentales”, sostuvo.

El documento destacó que el año más contaminado fue el 2014, donde se encontró que el 25 % de las estaciones superaron los límites máximos permisibles y en análisis preliminares se halló una relación entre la concentración de material particulado en el aire y el número de casos atendidos por infección respiratoria aguda (IRA). De hecho, Franco confirmó que “los contaminantes más complejos, agresivos y acumulativos que monitoreamos, entre ellos el PM2.5, entran al sistema respiratorio”, dijo.

Tomado de: elespectador.com