Turistas, en acuartelamiento en hoteles de San Andrés por ‘Otto’
Foto: Archivo EL TIEMPO
El fenómeno meteorológico es esperado a partir de las 3:00 p. m. de este miércoles y afectará a la isla con fuertes vientos y mucha agua.
En la isla esperan el coletazo de la tormenta tropical este miércoles a partir de las 3:00 p. m.
Por: Redacción EL TIEMPO
Este miércoles, los hoteles de San Andrés no permitirán salida de turistas de sus instalaciones hasta nueva orden. La medida hace parte de una serie de decisiones que tomó la Gobernación de San Andrés de cara a lo que será el coletazo de la tormenta tropical ‘Otto’.
El fenómeno meteorológico es esperado a partir de las 3:00 p. m. de este miércoles y afectará a la isla con fuertes vientos y mucha agua. La situación se mantendrá hasta la madrugada del jueves.
Tormenta ‘Otto’, a pocas horas de convertirse en huracán
Según comentó el gobernador Ronald Housni Jaller, el aeropuerto, de mantenerse las condiciones climatológicas, también será cerrado hasta nueva orden y los servicios públicos funcionarán hasta que el clima lo permita. Además, desde la mañana de este miércoles, no se permitirá el uso de las playas.
“Contamos con 15 refugios y se recibirá a la gente que tenga necesidades”, aseguró el mandatario.
Otras de las medidas que regirán por la tormenta son la restricción del uso de motos, carros de golf, mulas, bader y similares, así como de escenarios deportivos.
Asimismo, se sugirió que las empresas solo laboren hasta mediodía del miércoles.
Tomado de:El Tiempo.com
Nuevo acuerdo de paz se firmará este jueves en Bogotá
Foto AFP
Las delegaciones del Gobierno y las FARC informaron que la firma será en el Teatro Colón de la capital. El mecanismo de refrendación será a través del Congreso.
La firma de un acuerdo entre las FARC y el Gobierno parece no tener marcha atrás. En un breve comunicado conjunto las dos delegaciones rompieron el silencio e informaron que el nuevo acuerdo se firmará este jueves 24 de noviembre. Incluso, a pesar de las objeciones de algunos promotores del No.
El escenario escogido para la nueva firma será el emblemático Teatro Colón de Bogotá. Este lugar se eligió por encima del Centro Nacional de Memoria Histórica que recuerda y exalta a los ocho millones de víctimas que ha dejado el conflicto armado en el país.
El comunicado además anuncia la forma de refrendación de los nuevos acuerdos. Esta vez, será el Congreso de la República el encargado de debatir y aprobar el reformado acuerdo, tal como lo había asegurado el presidente Juan Manuel Santos hace algunos días. Sin embargo, aclararon que están “precisando los procedimientos que se van a utilizar para este propósito”.
El anuncio se da en medio de la tensión política que ha representado la falta de consenso entre los promotores del No y el Gobierno en lo que respecta a los cambios al acuerdo que se realizaron en La Habana.
El pasado lunes las partes tuvieron la que fue denominada la “última reunión” en la que después de más de seis horas no llegaron a ningún acuerdo. Ante el panorama, Álvaro Uribe, Francisco Santos y Marta Lucía Ramírez, particularmente, no ocultaron su malestar por el hecho de que el Gobierno ya tenía la decisión de firmar y llevar al Congreso el nuevo acuerdo, sin el mínimo chance de hacerle modificación alguna al documento de 310 páginas.
Al final del encuentro Uribe sorprendió con una nueva propuesta: acepta conversar con las FARC. “Tenemos toda la disposición de dialogar con el Gobierno y la FARC sobre las modificaciones en los temas referidos. Para este diálogo proponemos aprovechar la presencia en Bogotá de los líderes de la FARC”, dijo en un comunicado que concertó con las más de 30 personas que asistieron a esta última reunión en calidad de voceros del No.
La propuesta la hizo sabiendo que miembros del Secretariado de las FARC habían llegado a la capital con un propósito: firmar el nuevo acuerdo.
Sin embargo, las FARC no manifestaron intención alguna de aceptar la invitación de Uribe. En vez de eso continuaron con su itinerario y tal como lo tenían planeado se reunieron con el Gobierno para tomar decisiones.
Los miembros del Secretariado fueron los primeros en reafirmar la noticia por medio de sus redes sociales y revelaron las primeras imágenes de la reunión.
La periodista Lucy Flórez fue amenazada a través de un mensaje de texto
El domingo 13 de noviembre la reportera recibió un mensaje de texto con la siguiente amenaza: » (…) siga persiguiendo y sedara cuenta de lo que soy capaz si tanto ama a sus dos hijas no denuncie tomelo como una albertencia nosotros como organisacion esperamos no tener que ir a su sitio de trabajo o a donde reside» (SIC).
La intimidación ocurrió luego de que la periodista Lucy Flórez registrara, en compañía de su camarógrafo, a Katherine Contreras, asistente de Karen Cure, representante a la Cámara por Cambio Radical. La relevancia del video se debe a que Contreras estaba ingresando al Hospital Cari de Barranquilla, donde se encuentra Enilce López, alias “La Gata”, quien está recluida allí por sus inconvenientes de salud.
La FLIP expresa su preocupación por la amenaza que recibió Flórez y le solicita a la Fiscalía y demás autoridades nacionales que investiguen los hechos para sancionar a los responsables. La Fundación le solicita a la Unidad Nacional de Protección que inicie la ruta de evaluación de riesgo con el fin de proteger a la periodista y a su familia.
Tomado de la Fundación para la Libertad de Prensa.
Don Antonio aprendió a leer,escribir y amar en puntos y rayas.
Foto:Unisabana
Don Antonio
En el barrio Manrique, de Medellín, no nace el que quiere sino el que puede. Allí nació el 22 de noviembre, hace 82 años con sus noches, el periodista Antonio Yesid Pardo García, a quien el Círculo de Periodistas de Bogotá, CPB, premió hace tiempos por su vida y obra periodísticas.
In illo témpore, la información llegaba en inglés. El imberbe reportero trabajaba en El Correo, periódico liberal, de la capital paisa. Las noticias debían ser traducidas – e infladas- al español.
Pardo hace parte de la nostalgia del periodismo. Y de la leyenda.
Recibió la alternativa en el Medellín de los años cuarenta. En la agencia de norteamericana de noticias AP, una de las mejores escuelas de periodismo de la época, aprendió a redactar bien y rápido, a valorar las noticias, y a hacer croché con sus colegas de La Defensa y El Colombiano.
La bohemia de entonces imponía largas e inevitables tenidas etílicas después del cierre.
Eran famosos radioperiódicos como Adelante por titulares de este corte: »Iba para Bello y se quedó en el hospital. Un bus lo arrolló frente al San Vicente de Paul».
En 1953 trabajó en El País, de Cali, como reportero estrella, contratado por don Lalo Lloreda. (Como el azar se da sus licencia, décadas después estaría al frente del Centro Informativo El País, CIEP, que satisfacía plenamente el deseo de estar informados de los caleños sobre lo que sucedía en la capital).
De Cali pasó a Bogotá tentado por el mariscal Alzate Avendaño para el Diario de Colombia. Después ancló en Colombia Press de otro inmortal del destino periodístico, Pepe Romero.
El caminante caldense Silvio Villegas lo fichó para La República de Ospina Pérez. Fernando Londoño, en 1957, lo reclutó para la radio.
En Todelar de la calle 19 con 5ª, en Bogotá, fui su mensajero (=patinador de redacción) con ochocientos pesos mensuales de salario ínfimo. La plata alcanzaba para sí fornicar, beber, pagar arriendo. Pardo compartía dirección con Alberto el Loco Giraldo y Gabriel Cuartas Franco.
Pardo fue la prolongación de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Antioquia donde no peleché. Allí empecé a juntar vocales y consonantes. En el periodismo, el maestro Pardo tiene más historia que una mujer desmemoriada…
A las certeras noticias que redactaba a mil, solo les faltaba música de la Sonora Matancera. O de alguna milonga con las que creció en Manrique. Su periodismo era –es- una fiesta.
Nunca la forma de escribir de un periodista se pareció tanto a los vistosos, costosos y bien cortados trajes que lucía. Los párrafos de entrada que iba leyendo en voz alta para corregirse, eran tan festivos que provocaba sacar pareja. Había alegría y creativo estrés en la forma de ejercer su destino periodístico.
Lo ha hecho tan bien que el premio “Ivonne Bolívar” de periodismo merece ganarse un Pardo. No al revés. Los proclamamos sus pupilos de Caracol, Todelar, RCN, el servicio Nacional de Prensa, Centro Informativo El País, o la universidad, donde lo flechó su segunda esposa.
Oírlo sigue siendo una rumba. Se acomoda su gorra de pensionado y está dictando cátedra. Se lo pelean en múltiples tertulias. Su apellido hace rato es sinónimo del mejor periodismo.
En su página de Facebook Pardo nos recuerda hoy a sus fans que nació el mismo día que su hija Lorena. Le suelto los trastos al maestro:
Feliz este martes 22 de noviembre. En la fecha cumple 21 años mi ternurita Lorena Pardo Rojas, politóloga, abogada, actriz y líder estudiantil. Nació al medio día de un miércoles en 1995. Nació en fecha similar a la mía. Yo llegué a este maravilloso mundo 82 años atrás, también al medio día, en igual fecha, pero un jueves.
Yo a los 21 ya trabajaba como fundador y director de los Servicios Informativos de Caracol, y el dia de ese cumpleaños, el entonces gerente Fernando Londoño Henao reunió al personal encabezado por el secretario general de la empresa, Alfonso Turriago y brindò por mi con un extraordinario deseo: Antonio Pardo Garcia que llegues a los cien años, es decir al próximo siglo.
Felicidades para Antonio y su hija.
Presidente Santos anuncia medidas por asesinatos de líderes sociales
Habrá consejos de seguridad en los municipios más afectados. Fiscalía iniciará investigaciones.
El presidente Juan Manuel Santos anunció este martes las medidas por la serie de asesinatos hacia líderes sociales
que se han presentado en los últimos meses.
Según el mandatario, estos hechos muestran la fragilidad del cese del fuego con las Farc y la necesidad de implementar el acuerdo de paz.
«Esta incertidumbre va aumentando los riesgos y por eso la urgencia de tomar las decisiones. Es urgente pasar a la siguiente fase: el agrupamiento de las Farc en las zonas veredales de transición. ¿Para qué? para garantizar el cese del fuego y dar también las garantías a todos los ciudadanos», precisó Santos.
El Presidente afirmó que ordenó intensificar la implementación de las medidas del cese del fuego, en especial, en las zonas más afectadas por el conflicto.
«La Fiscalía está acelerando su labor investigativa para esclarecer cada uno de los casos y determinar quiénes fueron los responsables», indicó Santos.
Así mismo, Santos anunció que le pidió la Unidad de Protección de Personas que se reúna para examinar la situación de seguridad y para priorizar los esquemas para ver quiénes realmente tienen riesgo.
Además, miembros del Gobierno y la Fiscalía se reunirán semanalmente en consejos de seguridad en los municipios que están siendo más afectados.
«Es importante que se reúnan estos consejos con los respectivos alcaldes para hacer seguimiento a la situación», precisó Santos.
Agregó que convocará a una reunión de seguridad con los Gobernadores de los departamentos más afectados como Cauca, Nariño, Caquetá, Meta y Norte de Santander.
Las declaraciones de Santos se da tras una reunión con el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, quien además encabeza la comisión de alto nivel encargada de analizar la crisis por estos asesinatos, el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, representantes de la Policía, entre otros.
El hecho violento más reciente contra un líder social en el Cauca se registró en la noche del 19 de octubre en Corinto. Ese día, desconocidos tocaron la puerta de la casa de Esnéider González, integrante de la Asociación de Víctimas Arte, Paz y Vida (Arpasavi), y cuando él abrió le dispararon a quemarropa y huyeron con rumbo desconocido. González logró resistir ante las heridas y se recuperó en una clínica de Cali.
(Además: Preocupación por líderes sociales asesinados en Meta y Caquetá)
Tres días antes, el 16 de octubre, en el municipio de La Sierra, sur del departamento, a plena luz del día, sicarios ultimaron a Yímer Chávez Rivera, integrante de la Organización para el Desarrollo Urbano y Campesino (Ordeurca).
Para diversos sectores sociales, estos asesinatos podrían torpedear la implementación del acuerdo de paz alcanzado con las Farc el pasado 12 de noviembre.
Tomado de: ELTIEMPO.COM
Investigadores chinos descubren un virus que detiene el crecimiento del cáncer
Un grupo de científicos chinos ha descubierto un virus conocido como M1 que impide el crecimiento de células cancerosas sin perjudicar a las normales, lo cual abre la posibilidad de desarrollar tratamientos contra el cáncer en el futuro.
La agencia de noticias china Xinhua informó que un grupo de científicos de ese país descubrieron un virus conocido como M1 después de extraerlo de unos mosquitos tropicales de la provincia insular de Hainan, en el sur de China. Los hallazgos indican que el M1 impide la expansión de las células cancerosas sin causar daño a las sanas. El equipo de investigadores estuvo encabezado por Yan Guangmei, profesor de la Facultad de Medicina en la Universidad de Sun Yat-Sen.
Las primeras pruebas en animales en las que se aplicó el M1 indican que el virus funciona de manera exitosa sobre las células cancerosas que afectan al hígado, colon, vejiga y recto, agrega la agencia.
Los hallazgos obtenidos por la investigación fueron publicados en la edición del mes de octubre de la revista ‘Proceedings of the National Academy of Science of the United States of America’ (‘actas de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU.’).
El cáncer se ha convertido en una de las principales amenazas para la salud en China debido al acelerado deterioro del medio ambiente y los estilos de vida poco saludables, lo cual provoca que cada año mueran de esa enfermedad alrededor de 2,5 millones de personas —lo que equivale a la población total de Kuwait— y se detecten 3,5 millones de nuevos casos.
Tomado de: RT SEPA MÁS
¿Hasta cuándo vamos a seguir mendigando la salud en Colombia?
En Colombia, los servicios de salud no se están contratando por calidad, sino por tarifa.
Los casos de un adulto de Medellín y un niño de Cartagena son una muestra de la triste realidad.
Por: JUAN GOSSAÍN |
Aquí estoy, otra vez, con mi cantaleta sobre el sistema colombiano de salud. Ustedes perdonen, pero es que la situación, lejos de mejorar, se pone cada día peor.
De grandes ciudades, pueblos perdidos y caminos vecinales me llegan cartas manuscritas, mensajes electrónicos o simples recados de boca en boca, a través de ‘radio bemba’, como dicen en el Caribe. La gente, desamparada, busca con desesperación que alguien le ayude. Y mi obligación moral consiste en oírlos, porque, como ya he dicho mil veces, un periodista no es más que la voz de los que no tienen voz.
A manera de pequeño ejemplo, y para que ustedes midan el tamaño que ha cogido este problema, entresaqué dos de los muchos casos que me llegan: el de un adulto de Medellín y un niño de Cartagena. Son paradigmas. Apenas un par de muestras de la triste realidad que se repite diariamente a todo lo ancho y largo de Colombia. Y a lo profundo, también.
El niño sordo
Tiene la mala suerte de ser un buen estudiante. Así como lo oyen. Pero él no puede oírlo porque nació sordo.
Se llama José Gabriel, tiene nueve años y vive con su madre y sus tres hermanitas en un barrio popular de Cartagena. Cuando apenas había cumplido cuatro meses, le descubrieron que tenía una deficiencia auditiva y que, con el paso del tiempo, se quedaría completamente sordo. Como su madre había tenido el cuidado de afiliarlo a una empresa prestadora de salud, las famosas EPS, le pusieron un implante coclear. Dicho en términos sencillos, se trata de un pequeño dispositivo electrónico que se instala en la cabeza, a través de una cirugía, para que los sordos puedan escuchar.
Con grandes esfuerzos, y una disciplina admirable, José Gabriel se convirtió en un excelente estudiante al que le encantaban la actividad escolar, la compañía de sus amigos, las clases de historia, los juegos y recreos.
Pero su doloroso camino hacia el calvario comenzó hace más de un año. Todavía lleva la cruz a cuestas.
Como suele suceder con esa clase de aparatos, después de siete años de uso las piezas externas del implante se fueron gastando, deteriorando, sucumbiendo a la humedad del ambiente. Eso es normal. Lo anormal, en cambio, es la historia que empezó a continuación.
De Herodes a Pilatos
Su madre, que se llama Zenith Benítez, fue hasta las oficinas de la Nueva EPS y allí le dieron una cita con la doctora especialista, que examinó al niño y, de inmediato, ordenó por escrito que se procediera a renovarle el implante electrónico.
En la EPS nunca cumplieron la orden médica. Como si fuera poco, también le suspendieron al niño las terapias de rehabilitación que venía recibiendo. El segundo médico que atendió a José Gabriel le dijo a la madre, con una franqueza demoledora, “que él no se atrevía a ordenar la renovación del aparato porque eso es muy caro y se ganaba un problema con la EPS. Me aconsejó que mejor hablara con ellos directamente”.
Zenith lo hizo, pero entonces le respondieron con un peloteo: le dijeron que el doctor era el único que podía dar esa orden y el doctor decía que era la EPS. La estaban zarandeando de Herodes a Pilatos y de Pilatos a Herodes, pero ella no se dio por vencida y volvió adonde el médico. Lo hizo dos, tres, cuatro veces más. Nunca le dieron la nueva orden por escrito.
Espera y desesperanza
Fue entonces cuando la madre, que es una mujer luchadora y resuelta, resolvió contarle la historia completa al diario cartagenero El Universal.
Una vez aparecida la noticia, de la EPS la llamaron para decirle que debía viajar de inmediato con su hijo a Barranquilla, donde los estaban esperando para resolverles el problema. Ambos volvieron a sonreír, se pusieron sus mejores atuendos y marcharon contentos. Al llegar a Barranquilla, les dijeron de manera brutal: “Ustedes no tienen cita aquí”. Y se negaron a atenderlos.
–Usted no es madre, ¿verdad?
Ahora tengo oportunidad de hablar con ella y me cuenta que hace un mes le llegó un mensaje a su celular, en el que la EPS le mandaba decir que ya habían aprobado el nuevo implante. Que aguardara instrucciones.
–A partir de ese momento –dice– dejaron de contestar mis llamadas. Todavía estamos esperando el aparato.
Un mar de lágrimas
El niño no ha podido volver al colegio desde enero. Su madre, estremecida, con una mezcla de indignación y de dolor, me describe la escena que ocurre en su casa desde entonces, cada mañana, de lunes a viernes, cuando despunta el día.
José Gabriel es el primero que se levanta. Se baña, se viste por sus propios medios, agarra el bolso de estudiante, cargado de cuadernos y lápices, como si fuera una ceremonia sagrada para asistir a la escuela, y se sienta en la puerta de la calle. Cuando sus hermanas salen, rumbo al colegio, empieza a llorar en silencio, viéndolas alejarse.
–Al principio yo me sentaba a su lado para consolarlo– confiesa la madre–. Pero ahora somos dos los que nos sentamos a llorar…
En Medellín
Ocurrió hace cuatro meses, el viernes 22 de julio, cuando eran las tres de la tarde. Mientras José Gabriel y su mamá andaban por Cartagena tocando de puerta en puerta, en busca de una solución para la sordera, en Medellín el señor Carlos Pizarro Díaz, que también estaba al día con su seguro de salud, fue internado en la antigua Clínica Saludcoop de la 80. Estaba a punto de cumplir 74 años.
Allí le diagnosticaron cálculos en la vesícula y le aplicaron medicamentos para eso. Aunque parezca insólito, los responsables de la clínica se excusaron diciendo que no disponían de los elementos quirúrgicos necesarios para operarlo.
Pasaron tres días más. Solo el lunes 25 descubrieron que, en realidad, se trataba de un ataque agudo que le reventó el apéndice. Entonces lo llevaron al quirófano, de urgencia, pero ya la peritonitis había avanzado tanto que le afectó los órganos internos: el hígado, los pulmones, el intestino.
Como si al pobre señor Pizarro le faltaran más desgracias, en la sala de cirugía agarró una severa invasión de bacterias. En medio de tantos infortunios, murió el 9 de agosto.
Demanda y costos
Su hermano Gonzalo Pizarro me escribe para explicar que, ante esos hechos, la familia resolvió entablar una demanda penal “porque consideramos que hubo negligencia profesional desde el momento de su ingreso, ya que no fue diagnosticado ni tratado correctamente: no era la vesícula, era una apendicitis que se volvió peritonitis, y cuando por fin lo atendieron, ya era demasiado tarde”.
Como ustedes lo saben, porque se ha informado ampliamente, el Estado colombiano intervino a Saludcoop por malos manejos. Desde ese día, la EPS completa, incluyendo sus clínicas, está en poder del Gobierno. Entonces salgo a buscar gente que conozca el tema para que me explique qué es lo que está pasando.
–La verdad es que en Colombia los servicios de salud no se están contratando por calidad, sino por tarifa. Es decir: a la baja –me responde uno de ellos–. No gana el mejor, sino el que cobre más barato.
En ese momento hago una pregunta que parece obvia: ¿y no hay autoridades que midan y califiquen la calidad de los servicios?
–Ay, mijito –me contesta otro, con un tono burlón, como si yo fuera el idiota más ingenuo del mundo–. El principal objetivo de nuestro sistema de salud no es el paciente, sino el dinero. Eso lo deciden la cantidad de intereses económicos que hay en el tema.
Sin controles
Por aterradora que sea, la verdad es esa: los controles a la calidad de los servicios de salud no están operando. Y no solo en el ámbito nacional sino, incluso, en las regiones.
En cada municipio o departamento, las leyes les confieren a las secretarías de salud las mismas facultades de inspección y vigilancia que tiene la Superintendencia de Salud en todo el país. Nada de eso se está cumpliendo.
Las propias EPS tampoco controlan la calidad ni la seguridad de los servicios que ellas mismas contratan. Solo los precios. Todo eso significa, simplemente, que contratan siempre lo más barato. Y, en consecuencia, el nivel de atención al paciente sigue bajando.
Sin embargo, el Estado y las EPS se llenan la boca diciendo que, en este momento, hay 46’210.000 colombianos afiliados al sistema de salud.
Es verdad. Es casi el país entero. Es el 96 por ciento de la población, nada menos. Pero es que el problema no es de cantidad, sino de calidad. No es tanto afiliarlos, sino atenderlos. Y atenderlos bien. Por lo menos a tiempo.
Epílogo
–Casos como este debe haber por cientos –me dice una experta cuando revisamos la hoja clínica del señor Pizarro–. Personas llenas de vida entran a cirugías elementales y salen muertas.
Lo más triste de estas historias es eso: que no se trata de casos excepcionales o aislados. Ni mucho menos. Quién sabe cuántos niños como José Gabriel andan por ahí, en calles y caminos, en barrios y escuelas, mendigando un servicio médico al cual tienen todo el derecho, porque para eso están pagando su afiliación. No es un favor, es un derecho. Y quién sabe cuántos adultos más, como Carlos Pizarro Díaz, han muerto por culpa de la indolencia, que causa peores estragos que el cáncer.
JUAN GOSSAÍN
Especial para EL TIEMPO
A Macayepo retornó la esperanza
Se entregaron 60 sentencias de restitución
En los Montes de María, zona duramente golpeada por el conflicto, se respira optimismo.
Por:Lorena Arboleda Zárate/ @lorenaarboleda8
o soy un buen colombiano que quiero mucho a mi tierra, quiero que acabe la guerra y no mueran más mis paisanos”. Con estas recitadas palabras, uno de los pobladores del corregimiento de Macayepo, jurisdicción de El Carmen de Bolívar, sur de Bolívar, clama con su canto que el conflicto armado pase a la historia. Pero los rastros de la violencia no se pueden borrar por más acuerdo de paz que haya. Apenas a unos metros de donde él declama hay un árbol junto al cual, años atrás, los grupos armados perpetraron masacres selectivas.
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Aunque la situación es diferente hoy, las cenizas permanecen y, tal vez por eso, lo primero que se apresuran a defender sus habitantes son las tierras fértiles que les han permitido sobrevivir en medio de los innegables contrastes entre riqueza y pobreza que hay en todo el departamento de Bolívar, empezando por Cartagena, su capital.
Ayer, justamente, la Unidad de Tierras del Ministerio de Agriculturaestuvo en Macayepo entregando 60 sentencias a líderes de las comunidades que conforman los Montes de María y que resultaron favorecidas con la política de restitución. Son terrenos que, aunque suyos, tuvieron que abandonar por cuenta de la guerra y la presencia intimidante de las Farc, el Eln y el bloque Héroes de los Montes de María de las Autodefensas.
De hecho, este último actor contribuyó a azotar con más violencia una región que ya suma más de medio centenar de masacres. En octubre del año 2000, 15 campesinos fueron asesinados en Macayepo y, debido al temor, varios pobladores se vieron obligados a desplazarse de sus tierras. Incluso, un exsenador, Álvaro García Romero, estuvo involucrado en los hechos como uno de los autores intelectuales de la masacre y hoy está condenado a 40 años de prisión.
Ciertamente, negar la ausencia del Estado en la zona es pretender tapar el sol con un dedo, como lo ratificó a El Espectador el director de la Unidad de Restitución de Tierras, Ricardo Sabogal. Así que “se debe llegar con desarrollo rural, y eso significa entregar proyectos productivos, vivienda digna y vías de acceso para que la gente pueda sacar sus productos”, dijo ante unos 300 campesinos reunidos en la cancha de fútbol del corregimiento, recordando que el reciente acuerdo de paz logrado con las Farc en La Habana obliga a poner los ojos sobre el campo, una lucha que desde hace décadas viene reclamando con marchas la región de Montes de María.
Por eso, la inversión en proyectos productivos en Bolívar por parte de la Unidad de Tierras asciende a más de $5.000 millones, para atender las solicitudes de 238 familias asentadas en 19 municipios del departamento (siete en Montes de María y 12 en la zona norte). El Carmen de Bolívar, por ejemplo, es el segundo municipio del país con mayor número de solicitudes de restitución, después del registro que se tiene de los municipios de Antioquia como primer departamento solicitante en Colombia.
Sin embargo, de acuerdo con Julio César Bolaño, que ha sido víctima directa de la guerra, todavía quedan varias cosas pendientes. Empezando por hacer efectivo el primer punto de la agenda de negociaciones de paz: la reforma agraria integral. “Todavía no sé si le creo al proceso de paz, porque quiero que nos den más libertad sobre el campo”, dice. Libertad que, pese a todo, no se dejó arrebatar hace varios años cuando la guerrilla (no sabe si las Farc o el Eln) asesinó a dos de sus 10 hijos, uno de 19 y el otro de 21 años.
Aunque por recomendación de la Cruz Roja, cuenta, accedió a abandonar sus tierras e irse a Sincelejo, decidió regresar. “Yo soy un hombre de campo y no podía quedarme quieto”. Ahora siembra arroz, yuca, ñame y maíz. En estas tierras fértiles también se produce plátano, aguacate y ají. “Mi tierra es esta, y si me toca morir, que muera acá”, apunta Bolaño, convencido de que hoy la forma de relacionarse con la comunidad es más tranquila.
En Alta Montaña, de la que hacen parte los corregimientos de Macayepo, Hondible, Jojacinto, Lázaro, Tierra Grata, Loma Central y Saltones de Mesa, ya se contabilizan 200 hectáreas restituidas en 60 predios, como parte de un primer acuerdo que se logró en 2013, luego de que la comunidad se manifestara para exigir al Estado la atención integral a las víctimas del conflicto armado.
Testigo de ello es Luz Marina Quintana, también víctima. Por cuenta de la guerra, tuvo que aceptar la ausencia de su marido, importante líder en Montes de María, por lo que fue tildado de guerrillero por el Ejército. “Ellos venían todos los días a preguntar por mi esposo. Al final, se dieron cuenta de que no estaba en la casa y dejaron de venir. Pero la gente me decía que me fuera porque me iban a matar”, cuenta con un tono algo más optimista, luego de recibir el título que confirma que es la dueña de 18 hectáreas en el corregimiento de Lázaro. Ya no extraña a su marido, que hoy está en Cundinamarca. Sólo espera que, con lo que producen sus tierras, pueda ayudar al menor de sus hijos, que vive en Bogotá, para que acabe sus estudios de derecho.
Con el apoyo que le dio la Unidad de Tierras recibió algunas cosas para cultivar: herramientas, cerca eléctrica y panel solar. Lo que saca lo vende a orillas de la carretera por un precio muy económico y, cuando puede, le envía entre $30.000 y $50.000 a su hijo. “Ahora puedo dormir. Antes me daba miedo por lo que les pudiera pasar a mis hijos, pero las cosas han cambiado”, cuenta Quintana, recordando momentos en los que los habitantes de Macayepo y Lázaro se habían impuesto fronteras imaginarias. A los primeros los señalaban de ser paramilitares y a los segundos de guerrilleros. Ahora todos conviven en la reconciliación.
Tomado de El Espectador.com
La urgencia de la implementación
ONU dice que grupos posparamilitarismo están ocupando espacios de las Farc
Representantes de comunidades del Pacífico hicieron un llamado al Gobierno para que comience cuanto antes la implementación del acuerdo de paz suscrito con las Farc y se eviten situaciones que pongan en riesgo su seguridad.
Por Marcela Osorio Granados/@marcelaosorio24
Tras suscribir finalmente un nuevo acuerdo de paz que incluyera varias de las propuestas e inquietudes de los sectores de oposición, el Gobierno debe concentrar ahora sus esfuerzos en lograr su refrendación para dar inicio cuanto antes a la implementación de lo pactado en La Habana con las Farc. Y sobre el tema hay urgencia. No sólo porque el cese el fuego bilateral y definitivo es frágil —como lo han sostenido en múltiples ocasiones los plenipotenciarios del Gobierno y como quedó demostrado en parte con el incidente de este miércoles en el sur de Bolívar—, sino también porque en los territorios comienzan a verse los riesgos y las consecuencias de la falta de acción.
Así lo dejó claro ayer el representante de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia, Todd Howland, quien aseguró que la principal preocupación del organismo es lo que está sucediendo en términos de seguridad en las zonas de las que han salido las Farc —por cuenta del cese de hostilidades y el preagrupamiento—, a donde están llegando diferentes organizaciones criminales que se disputan las economías ilícitas.
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“Estamos observando en terreno que hay muchos grupos criminales posparamilitarismo que están entrando de varias partes del país. Hay un problema real que existe hoy en día en razón de un incremento de violencia en diferentes regiones, por falta de implementar los acuerdos de manera integral. Las Farc están agrupándose y están dejando vacíos de poder sin que se hayan transformado las economías ilícitas. La no implementación de este acuerdo está generando costos reales para la gente que vive en estos territorios”, denunció Howland e insistió en que la ventana de oportunidades para transformar la realidad de las comunidades se está cerrando.
Durante una rueda de prensa que contó con la participación de representantes de diferentes comunidades del Pacífico, el representante de la ONU especificó además que su oficina ha identificado varias zonas específicas en las que este fenómeno se está dando con claridad, como en la zona que va desde Tumaco (Nariño) hasta Guapi (Cauca) y la que comprende el departamento de Chocó incluso hasta el Urabá y Tierralta (Córdoba). “Todas estas zonas tienen movimientos en razón de vacíos de poder. En varias partes donde las Farc tenían presencia, como en El Bagre o Remedios, ahora hay espacios de confusión sobre quién tiene el poder e influencia, y eso está generando factores de violencia. Estas áreas tienen una relación fuerte con economías ilícitas y ese es el problema de la falta de implementación de los acuerdos”, explicó.
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Para Leyner Palacios, representante del comité de víctimas de Bojayá, es evidente el estado de vulnerabilidad en el que se encuentra actualmente el proceso, por lo que se requieren decisiones urgentes. “Cada día que pasa es una amenaza. En Bojayá estamos expuestos a que se presenten situaciones como las del sur de Bolívar, e incluso otras mucho más graves, y eso es lo que queremos prevenir”, sostuvo.
El líder aseguró que las víctimas y comunidades de Chocó se sienten identificadas con el nuevo acuerdo alcanzado en La Habana e hizo un llamado a los sectores de oposición que votaron no en el plebiscito por la paz para que entiendan que, si bien esta paz no es perfecta, es la base para comenzar. “Somos conscientes de que no es un acuerdo perfecto. Nosotros mismos hicimos propuestas que quizá no fueron incluidas, pero esta es una negociación y no podemos pensar que nos van a satisfacer todo lo que queremos. Aquí tenemos la necesidad de superar el conflicto armado. Hay que entender el momento coyuntural y no se puede exponer a otra gente a que, por los caprichos y deseos de que nos incluyan cosas, tengan que vivir situaciones como las que ya hemos vivido”, resaltó.
En igual sentido se pronunció monseñor Juan Carlos Barreto, obispo de Quibdó, quien puso sobre la mesa la urgencia de que entren en vigencia los puntos acordados en La Habana entre los equipos de paz de Farc y Gobierno. “Creemos que la paz es posible, urgente y necesaria. Es mucho más humano y políticamente correcto que ese acuerdo sea implementado lo más pronto posible. Este territorio ha sido particularmente afectado tanto por el conflicto armado como por el conflicto social y la violencia urbana que se está viviendo en este momento. Hay que empezar a ver esta paz desde una perspectiva más amplia que requiere de la acción del Estado y la sociedad civil”, señaló el obispo.
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De ahí la importancia de que el proceso de construcción de paz surja desde los territorios y se nutra del trabajo entre lo local y lo nacional, como lo señaló Yuli Palacios, representante de la corporación Pacipaz. Para ella, la clave del éxito está en que se articulen todos los procesos con las comunidades, pues es claro que existe “un divorcio entre el liderazgo central con los procesos que se llevan a cabo en las comunidades. Por eso queremos pedirle al pueblo colombiano solidaridad con todas las comunidades que han sufrido los embates de la guerra para que todos nos podamos reconciliar realmente en este contexto de implementación de los acuerdos”.
Un llamado al que se unió Leyner Palacios, quien calificó de injusto que aquellos que no han vivido en carne propia los rigores de la guerra tomen decisiones trascendentales que afectan directamente a las poblaciones que por años han tenido que enfrentar las consecuencias del conflicto armado. Desde su punto de vista, el abandono y la discriminación histórica que ha vivido Chocó son tan patentes que se vieron reflejadas incluso en la misma jornada electoral del plebiscito por la paz.
“Nuestras víctimas decían que querían votar por el Sí, pero la gente no llegó a las urnas porque no había condiciones para acceder al derecho al voto. Nuestras comunidades no pudieron opinar porque en muchos casos los puestos de votación quedaban a tres días de camino. No es justo que una población que ve esto por televisión decida sobre una situación y una realidad que nosotros vivimos día a día. No podemos condenar a nuestros hijos a que sigan viviendo la guerra que nosotros padecimos”, concluyó Palacios.
Tomado de El Espectador.com
Las lecciones que deja Trump
No puede ser que el rechazo a las élites en EE. UU. llevara a elegir a un magnate cuyo retrete es de oro; que el nuevo líder del obrero gringo sea un dueño de rascacielos que no paga impuestos; que el héroe del hombre común piensa recortar los programas de asistencia social y reducir los impuestos de los ricos; y que el presidente de la superpotencia mundial, con el mayor arsenal de armas nucleares, tenga la madurez de un mocoso que no tolera que le critiquen su peinado.
Por: Juan Carlos Botero
Por eso no entiendo que luego de ocho años de obstrucción y una conducta temeraria y antipatriótica, motivada por el racismo y el odio a Obama, el Partido Republicano no sólo no fuera castigado sino que fuera premiado en las urnas. Y tampoco entiendo que muchas mujeres y muchos latinos hayan votado por Trump. O sea, ¿qué tenía que hacer, o que más tenía que hacer ese tipo para que no votaran por él? Los insultó, amenazó, redujo a un estereotipo peligroso y vulgar, ¿y lo apoyaron? Como dijo Kundera: parecen aliados de sus propios sepultureros.
Aun así, lo peor es saber que la democracia, que siempre he considerado un valor absoluto, ha sufrido un guantazo de desprestigio, porque en menos de seis meses tres votaciones libres han atentado en contra de la cordura y el bien común, como pasó en Inglaterra con Brexit, en Colombia con el No, y en EE. UU. con Trump.
No obstante, quizás lo único bueno de estas elecciones es que refrescan cosas esenciales, las que no se deben olvidar. Por ejemplo: que jamás debemos aceptar lo inaceptable. Que las mujeres no son objetos y las charlas vulgares de camerinos no son bromas inofensivas, sino que toleran el abuso e incitan el atropello sexual. Que votar importa, y no votar es permitir que otros (con otros valores y principios) decidan tu vida. Que una cosa es tener el poder y otra es tener la razón. Que la verdad es frágil, y que los hechos verificables existen y no se pueden cambiar por opiniones disfrazadas de certezas. Que el racismo exige una lucha sin fin, que a lo mejor nunca se podrá erradicar, pero si no se combate siempre se podrá multiplicar. Que no es lo mismo una mujer culpable de un delito que una a la que le arrojan barro a manotadas para luego decir: Miren cómo es de sucia. Que si la madre de una niña vota por un misógino está validando la conducta en contra de la cual ella ha luchado toda su vida. Que el padre de un gay no puede apoyar a un homofóbico ni a su vicepresidente que desea penalizar el homosexualismo. Que taparse los ojos frente al calentamiento global no constituye una estrategia política. Que la democracia, en este tiempo de redes sociales sin control, es vulnerable a la mentira y a la demagogia más barata. Que una cosa es ganar una contienda electoral, y otra muy distinta es ganar un debate ético. Que defender la justicia enaltece y aplaudir el infundio envilece. Que es mejor demostrar grandeza en la derrota que pequeñez en la victoria. Que el futuro se puede construir con verdades o con engaños, y por eso es tan delicado. Que nada duele tanto como perder teniendo la razón, y nada es menos digno que ganar usando la infamia. Que con la democracia no se juega, porque los efectos pueden ser ruinosos. Que los triunfos, si no son morales no son triunfos. Y que los países, al igual que las personas, también se pueden suicidar.