Circulo de Periodistas de Bogota

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Las lecciones que deja Trump

No puede ser que el rechazo a las élites en EE. UU. llevara a elegir a un magnate cuyo retrete es de oro; que el nuevo líder del obrero gringo sea un dueño de rascacielos que no paga impuestos; que el héroe del hombre común piensa recortar los programas de asistencia social y reducir los impuestos de los ricos; y que el presidente de la superpotencia mundial, con el mayor arsenal de armas nucleares, tenga la madurez de un mocoso que no tolera que le critiquen su peinado.

Por: Juan Carlos Botero

Por eso no entiendo que luego de ocho años de obstrucción y una conducta temeraria y antipatriótica, motivada por el racismo y el odio a Obama, el Partido Republicano no sólo no fuera castigado sino que fuera premiado en las urnas. Y tampoco entiendo que muchas mujeres y muchos latinos hayan votado por Trump. O sea, ¿qué tenía que hacer, o que más tenía que hacer ese tipo para que no votaran por él? Los insultó, amenazó, redujo a un estereotipo peligroso y vulgar, ¿y lo apoyaron? Como dijo Kundera: parecen aliados de sus propios sepultureros.

Aun así, lo peor es saber que la democracia, que siempre he considerado un valor absoluto, ha sufrido un guantazo de desprestigio, porque en menos de seis meses tres votaciones libres han atentado en contra de la cordura y el bien común, como pasó en Inglaterra con Brexit, en Colombia con el No, y en EE. UU. con Trump.

No obstante, quizás lo único bueno de estas elecciones es que refrescan cosas esenciales, las que no se deben olvidar. Por ejemplo: que jamás debemos aceptar lo inaceptable. Que las mujeres no son objetos y las charlas vulgares de camerinos no son bromas inofensivas, sino que toleran el abuso e incitan el atropello sexual. Que votar importa, y no votar es permitir que otros (con otros valores y principios) decidan tu vida. Que una cosa es tener el poder y otra es tener la razón. Que la verdad es frágil, y que los hechos verificables existen y no se pueden cambiar por opiniones disfrazadas de certezas. Que el racismo exige una lucha sin fin, que a lo mejor nunca se podrá erradicar, pero si no se combate siempre se podrá multiplicar. Que no es lo mismo una mujer culpable de un delito que una a la que le arrojan barro a manotadas para luego decir: Miren cómo es de sucia. Que si la madre de una niña vota por un misógino está validando la conducta en contra de la cual ella ha luchado toda su vida. Que el padre de un gay no puede apoyar a un homofóbico ni a su vicepresidente que desea penalizar el homosexualismo. Que taparse los ojos frente al calentamiento global no constituye una estrategia política. Que la democracia, en este tiempo de redes sociales sin control, es vulnerable a la mentira y a la demagogia más barata. Que una cosa es ganar una contienda electoral, y otra muy distinta es ganar un debate ético. Que defender la justicia enaltece y aplaudir el infundio envilece. Que es mejor demostrar grandeza en la derrota que pequeñez en la victoria. Que el futuro se puede construir con verdades o con engaños, y por eso es tan delicado. Que nada duele tanto como perder teniendo la razón, y nada es menos digno que ganar usando la infamia. Que con la democracia no se juega, porque los efectos pueden ser ruinosos. Que los triunfos, si no son morales no son triunfos. Y que los países, al igual que las personas, también se pueden suicidar.

Tomado de El Espectador.com

La hora de la verdad

Llegó la hora de las definiciones. Ya vamos a saber si es cierto que los líderes del No quieren la paz.

Por: Patricia Lara Salive

Ya el presidente y los negociadores escucharon al país (los voceros del No que se opusieron a algunos puntos del acuerdo pero que insistieron en que sí quieren la paz, los voceros del Sí, los empresarios, las víctimas, los militares, los pastores y hasta el exprocurador Ordóñez, que no se sabe en representación de quién actúa como jefe de fuerza política).

Ya las Farc entendieron que el país quería modificaciones, y mostraron realismo político y deseos de paz al aceptar hacer cambios en 56 de los 57 temas que les llevó el Gobierno.

Ya, en el nuevo acuerdo, se les dio gusto a todos, en casi todo: a las víctimas se les complació en que las Farc entreguen sus bienes para utilizarlos en su reparación; a los militares se les reiteró que si contribuyen con verdad y reparación pueden obtener beneficios incluyendo la excarcelación o la terminación de sus procesos por hechos relacionados con el conflicto; al expresidente Pastrana se le aceptó que los jueces de la justicia transicional sean nacionales, que los responsables de delitos graves sean recluidos en zonas con restricción de la movilidad, que el tiempo de duración de la Jurisdicción Especial para la Paz tenga un límite, que los de las Farc (y los demás) que se presenten ante la Justicia Especial de Paz entreguen toda la información relacionada con el narcotráfico, que en lo pactado haya protección plena de la propiedad privada y que el acuerdo no se incorpore al bloque de constitucionalidad; a la conservadora Martha Lucía Ramírez se le complació en que la financiación del partido que surja de las Farc sea igual a la de los demás partidos y en que la guerrilla no participe en la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad; a Ordóñez y a los pastores se les aceptó eliminar cualquier ambigüedad sobre ideología de género; y al senador Uribe se le dio gusto en muchas cosas: en reiterar que el gobierno puede fumigar los cultivos ilícitos, en tranquilizar a los empresarios con que no se va a afectar la agroindustria en el campo, ni se va a expropiar a los latifundistas por la vía del Fondo de Tierras, ni mediante el catastro se les van a aumentar los avalúos y, por consiguiente, los impuestos, ni van a ser víctimas de cacería de brujas por haberles pagado extorsiones a paramilitares o guerrilleros.

¡Si quieren más que les piquen caña!, como dice el dicho.

En lo que sí no se les pudo dar gusto fue en lo obvio, es decir, en lograr lo que ellos no consiguieron en sus 12 años de gobierno (cuatro de Pastrana y ocho de Uribe): que las Farc se rindieran, pagaran la pena tras las rejas y sus jefes desistieran de hacer política e ir al Congreso.

Los expresidentes no pueden poner como requisito que se incluya en el nuevo acuerdo lo que ellos no lograron hacer.

Por fortuna, se sabe que el diálogo de tres horas entre Santos y Uribe fluyó bien y que “fue el de dos hombres de Estado empeñados en buscar el bien del país. Uribe es otro ante la galería”, dijeron las fuentes. De hecho, el senador se comprometió a estudiar el texto y antes de ayer dijo que acepta participar en una sesión especial del Senado para que los miembros del Congreso expongan sus observaciones y se llegue a un consenso nacional sobre el acuerdo.

Es que Uribe sabe que quedar de culpable de que se desbarate la paz es un estigma con el que ningún político sensato quisiera acabar sus días.

www.patricialarasalive.com

@patricialarasa

Tomado de El Espectador.com

¿Después de la paz qué?

Una vez superados los escollos que trajo el proceso de paz, todo aquello que implica un rotundo cambio tendrá más opciones que lo ofrecido por nuestro desvencijado mundo político.

¿Humo blanco? No he tenido el valor de leer las 310 páginas del nuevo acuerdo anunciado por el Gobierno. Creo, sí, que algunos sustanciales ajustes propuestos por los voceros del No, e incluso por representantes de las altas cortes y partidarios del Sí, fueron tomados en cuenta. Con la esperanza de alcanzar un real acuerdo nacional, Uribe espera que sus últimas observaciones sean atendidas. Y tiene razón, pues tras el resultado del plebiscito no bastaba un consenso Gobierno-Farc, anunciado con bombos y platillos en busca de un engañoso efecto internacional, sino un nuevo acuerdo aceptado por los vencedores del No. Desde luego, como bien lo ha dicho Jaime Castro, este no es un nuevo acuerdo, sino un nuevo texto del viejo acuerdo al que se le hicieron ajustes y precisiones sin cambios de fondo. Pero lo cierto es que no hay espacio político ni temporal para una nueva y larga negociación. Queda, además, por resolver cómo se va a refrendar y a implementar el nuevo acuerdo.

Doblada esta página, creo que lo que corresponde es mirar hacia adelante, hacia el incierto futuro que nos depara el 2017. Si tomáramos en cuenta los alentadores anuncios de Santos que día tras día recoge la prensa y la abrumadora propaganda oficial, estaríamos pisando el umbral de un nuevo país, el país de las maravillas. Todo es positivo. Baja el desempleo; la educación avanza al ritmo de Ser Pilo Paga; la salud supera, al fin, los tropiezos de siempre; miles de viviendas se construyen para los más pobres; la infraestructura en marcha está cambiando la fisonomía del país y la economía se repone de los bajones que ha sufrido. ¿Qué más se podría pedir?

Sin embargo, la mayoría de los colombianos no piensa lo mismo. La inseguridad hace cotidiana presencia en campos y ciudades. Pobreza y desempleo saltan a la luz en cada esquina. La temida reforma tributaria ensombrece aún más el panorama; el probable aumento del IVA al 19 % afectará, dígase lo que se diga, la canasta familiar. Y si a lo anterior le sumamos el desprestigio de la clase política y los escándalos de corrupción que se asocian a ella, es muy probable que en las elecciones del 2018 se produzca en los electores rasos un fenómeno similar al sucedido con el brexit en el Reino Unido, el plebiscito en Colombia y las elecciones presidenciales en los Estados Unidos.

Vamos a asistir a un carnaval de candidatos donde los nombres van a tener más protagonismo que los partidos. Los conservadores quizá serán llamados por sus directivas a votar por el candidato de la Unidad Nacional, que seguramente será Humberto de la Calle. Pero el conservador del común podrá sentirse más atraído por Marta Lucía Ramírez o por el exprocurador Alejandro Ordóñez. Mientras tanto, el Partido Liberal, bajo la influencia de Serpa y Samper, bien puede inclinarse por un candidato propio. Por supuesto, Germán Vargas Lleras será el rival con más opciones para llegar a la segunda vuelta. La izquierda, de su lado, se verá abocada a mover sus militantes a favor de Jorge Robledo o de Gustavo Petro. Es decir, entre un ideólogo ortodoxo y un populista fiel seguidor del chavismo.

Entre tanto, no se sabe quién será el aspirante del Centro Democrático ni cuál será la fórmula para elegirlo. Óscar Iván Zuluaga, Carlos Holmes Trujillo e Iván Duque Márquez se disputan el beneplácito de su partido. Finalmente, Sergio Fajardo aparece en este abanico electoral como el perfecto candidato independiente.

Por el momento, hasta las encuestas son inciertas. Una secreta aspiración de cambio, ajena a la clase política tradicional, es el motor que sigilosamente empuja al elector a jugar una inesperada carta.

Por eso, una vez superados los escollos que trajo el proceso de paz, todo aquello que implica un rotundo cambio tendrá finalmente más opciones que lo ofrecido por nuestro desvencijado mundo político.

Plinio Apuleyo Mendoza

Columnista de El tempo. 

El clima,esta noche en Colombia,según el Ideam

“Exámenes médicos dejan ver un mejor escenario posible”: Santos
El presidente Santos el martes cuando se refirió a los exámenes a los que fue sometido en Estados Unidos este jueves. Presidencia

El mandatario finalizó este jueves los exámenes a los que se estaba sometiendo en Estados Unidos.

El mandatario colombiano Juan Manuel Santos finalizó durante la tarde de este jueves los exámenes médicos que se estaba realizando en la ciudad de Washington en Estados Unidos.

El fin de los análisis era detectar cualquier indicio de cáncer en el presidente.

Examenes terminados. Resultados finales semana entrante. Gracias a Dios dejan ver mejor escenario posible.

Según publicó Santos, los resultados saldrán la próxima semana.

“Gracias a Dios dejan ver mejor escenario posible”, escribió el presidente en su cuenta de Twitter.

 

El mandatario se realizó una prueba de PSA, que sirve para medir los niveles de la proteína  antígeno prostático específico, producida por la glándula prostática.

Le podría interesar: ¿Qué es el PSA, indicador de posible regreso de cáncer en el presidente Santos?

Cabe recordar que Juan Manuel Santos fue sometido en el 2012 a una intervención en la que se le extirpó un tumor de la próstata.

Tomado de El Heraldo,de Barranquilla. 

Qué podría significar la presidencia de Donald Trump para Cuba
Una casa en La Habana. Durante la campaña presidencial, Donald Trump anunció que daría marcha atrás a algunas iniciativas que promueven los negocios con la isla. CreditRamon Espinosa/Associated Press
Por

MIAMI, Florida – Para Chad Olin parecía la oportunidad perfecta: las décadas de animadversión entre Estados Unidos y Cuba se desmoronaban, abriendo por fin una frontera en el Caribe para los estadounidenses con dólares.

Olin, un graduado de la Escuela de Negocios de Harvard, de 30 años, dejó su carrera en patrimonios privados para incursionar en el mercado turístico de Cuba. Inició una empresa que organiza viajes legales a Cuba para millennials: un negocio que se hizo posible porque el presidente Obama amplió los viajes a la isla y extendió las licencias para que los estadounidenses hagan negocios en la isla.

¿Y ahora qué?, se pregunta Olin.

Durante su campaña, el presidente electo Donald Trump prometió dar marcha atrás a la distensión hacia Cuba, arremetiendo contra las “concesiones” hechas a su gobierno comunista y sugiriendo la posibilidad de que una de las iniciativas de política exterior más distintivas de Obama pudiera derrumbarse.

“Sigo tratando de pensar en lo que esto significa para el negocio al que le dediqué los dos últimos años, construyendo algo que sería perfecto en un mercado abierto”, dijo Olin desde Miami. “Si regresamos a como eran las cosas antes, no sé si seguiré teniendo un negocio. Es un gran golpe”.

Cientos de miles de personas han aprovechado la decisión de Obama de ampliar los permisos para los viajes y disminuir otras restricciones relativas a Cuba. Ahora hay más estadounidenses y migrantes cubanos que viajan a la isla, con lo que han ayudado a que la cantidad de visitantes extranjeros en el país haya aumentado casi un 12 por ciento en la primera mitad de 2016, según informó este mes el gobierno cubano.

Más cubanos reciben paquetes y transferencias de dinero. Hay un Four Points Sheraton en La Habana, y tres hoteles más están por abrir. Airbnb renta habitaciones privadas, y American Airlines está por comenzar sus vuelos directos a la Habana.

Para ellos (como para Olin) la pregunta crucial sigue siendo si Trump, un magnate de los bienes raíces y desarrollador hotelero, será en el fondo un hombre de negocios que permitirá que las medidas de Obama sigan adelante, o si mantendrá la promesa que hizo a un importante sector de votantes del sur de Florida y dé marcha atrás a todo, desde las relaciones diplomáticas hasta el ron y los puros ilimitados que Obama recientemente permitió que lleguen desde Cuba.

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El malecón de La Habana la semana pasada. Las relaciones entre Estados Unidos y Cuba han sido cambiantes durante décadas, pues suelen depender de quién está en la Casa Blanca.CreditRamon Espinosa/Associated Press

Una movida así por parte de Trump subrayaría la naturaleza cambiante de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, que durante mucho tiempo han dependido de quien ocupe la Oficina Oval.

“Muchos grupos importantes de inversionistas europeos me han pedido que lleve la ‘Magia de Trump’ a Cuba”, escribió Trump en un editorial de 1999 en el Miami Herald, que apoyaba el embargo comercial contra Cuba.

“Mi inversión en Cuba subsidiaría directamente la opresión del pueblo cubano”, dijo entonces. “Pero primero pierdo esos millones que el respeto por mí mismo”.

En otras ocasiones Trump ha sido un tanto impreciso frente al asunto. Durante las primarias, una y otra vez dijo que pensaba que retomar las relaciones diplomáticas con Cuba estaba “bien”, pero añadió que los estadounidenses y los cubanos no obtenían lo suficiente a cambio de ello.

Sin embargo, conforme las elecciones se acercaban, Trump fue siendo menos equívoco.

En marzo, dijo a CNN que “probablemente” mantendría las relaciones diplomáticas con Cuba, pero que querría “mucho mejores tratos de los que hemos hecho”.

Luego, este otoño, Trump adoptó una postura más dura.

“Todas las concesiones que Barack Obama ha otorgado al régimen de Castro fueron por orden ejecutiva, lo que significa que el próximo presidente puede revertirlas, y es lo que haré a menos que el régimen de Castro satisfaga nuestras demandas”, afirmó Trump en un evento de campaña en Miami. “No mis demandas. Nuestras demandas”.

Su vicepresidente electo, el gobernador de Indiana, Mike Pence, reafirmó esa aseveración en Twitter, al señalar que Trump repelería las órdenes ejecutivas de Obama a menos que haya “verdadera libertad política y religiosa”.

Cuando un reportero le preguntó si sus comentarios significaban que rompería las relaciones diplomáticas con Cuba, Trump sugirió que podría hacerlo, y señaló que quizá no nombraría a un embajador para Cuba.

“El acuerdo que firmó el presidente Obama es muy débil”, afirmó. “No obtenemos nada. Los cubanos no obtienen nada, y yo haría lo que fuera necesario para conseguir un buen acuerdo”.

Robert L. Muse, un abogado de Washington especializado en la ley de comercio entre Estados Unidos y Cuba, dijo que Trump parecía creer que Washington únicamente ha establecido un solo trato con Cuba, cuando en realidad hay varios acuerdos, que van desde el correo directo hasta el manejo de derrames petroleros.

Trump podría tomarlos uno a uno, eliminar los que le disgusten y mantener los otros. Sin embargo, Muse dijo que el gobierno estadounidense podría ser responsable en términos financieros si afectara a las empresas que han actuado de buena fe.

Rescindir el mayor margen para viajar que Obama introdujo sería lo más trágico que Trump podría hacer, pero no creo que lo haga”, sostuvo Muse. “Ha invertido toda una vida en viajes, centros turísticos y servicios hoteleros, y se trata de una empresa mundial. Parece ir contra el sentido común.”

Algunos cubanos ven el discurso de derrota de Hillary Clinton desde una tienda de cigarros en el barrio Little Havana de Miami. CreditLynne Sladky/Associated Press

¿Qué más podría hacer Trump?

Cambiar las reglas para los viajes: El turismo hacia Cuba todavía es ilegal como parte del embargo, pero el presidente Bill Clinton fue el primero en permitir excursiones de “persona a persona” que dejaban a los viajeros ir si, por ejemplo, tenían propósitos educativos o religiosos. El presidente George W. Bush las echó por tierra, y luego Obama las amplió de manera que los viajeros ya no necesitaban un permiso especial primero.

Con Bush, un cubano-estadounidense podía visitar Cuba una vez cada tres años. Ahora es ilimitado.

Terminar con los viajes comerciales programados regularmente a Cuba: Cuba y Estados Unidos acordaron permitir hasta 90 viajes redondos diarios entre los dos países, según el Departamento de Transporte.

Southwest lanzó su servicio apenas el domingo pasado, y American Airlines tiene programado iniciar sus vuelos a La Habana el 28 de noviembre.

“Vamos muy adelantados y no podemos especular sobre posibles cambios a futuro”, dijo Martha Pantin, una vocera de American Airlines.

Echar por tierra la política “Pies mojados, pies secos”: Cuando decenas de miles de cubanos se lanzaron al mar en 1994, Clinton cambió la política para que cualquiera que fuera atrapado en el océano fuera regresado. Sin embargo, decenas de miles de cubanos siguen emigrando de todas formas a Estados Unidos, pues si tocan tierra ya pueden quedarse. Muchos han recorrido a pie el continente americano para alcanzar la frontera sur.

“Una de las maneras principales en que Trump considera la política exterior es a través del asunto de la migración”, dijo Phil Peters, experto en Cuba que ahora trabaja como consultor para empresas estadounidenses que buscan hacer negocios allá. “Cuando se trate de Cuba, verá un país de donde viene mucha migración ilegal hacia Estados Unidos”.

Cambiar las reglas que permiten a empresas como Airbnb y Marriott trabajar en Cuba: Puede hacerlo. Sin embargo, si es un desarrollador de corazón, ¿lo hará?

John. S. Kavulich, presidente del Consejo Económico y Comercial de EE. UU.–Cuba, afirmó que en la década de los noventa la empresa de Trump lo consultó acerca de la logística de los negocios en Cuba. Newsweek informó que los hoteles y casinos de Trump pagaron por lo menos 68.000 dólares a una empresa de consultoría a finales de 1998 para que fuera a Cuba en nombre de la compañía, violando el embargo comercial de Estados Unidos.

Mauricio Claver-Carone, fundador de un comité de acción política que apoya el embargo comercial, afirmó que Trump parecía realmente conmovido por algunas historias de violaciones a los derechos humanos en Cuba, por lo que “hizo un compromiso” con la comunidad cubano-estadounidense que quizá cumpla.

Lo más seguro es que rechace las órdenes “en franca falta de coincidencia con las leyes de EE. UU.”, señaló Claver-Caron, como permitir inversiones con empresas que dirige el ejército cubano (la industria hotelera cubana es operada por las fuerzas armadas).

Trump también podría anular una iniciativa realizada a finales de octubre que amplió el grupo de autoridades cubanas que pueden recibir efectivo y realizar transacciones bancarias con estadounidenses, dijo.

El equipo de transición de Trump y sus voceros de campaña no respondieron a una solicitud de comentarios.

Sin embargo, en Cuba muchas personas entrevistadas dijeron que los cambios que hizo Obama no habían llegado aún a las personas. Algunas sintieron que la expansión de oportunidades comerciales había ayudado al gobierno de Castro, no al pueblo, por lo que en general estaban contentos con la idea de que Trump sea presidente.

Roberto Peñalber, de 34 años, dijo que muchos cubanos se sentían forzados a huir durante el gobierno de Obama, pues temían que rescindiera el trato preferencial de migración para los cubanos.

“Ahora ya no tenemos que preocuparnos por eso”, dijo. “Quizá Trump pueda hacer mejores tratos que Hillary. Ella es más comunista que él. Esa puede ser la razón por la que Estados Unidos votó por Trump”.

Tomado de The New York Times

 

ELN es el mayor obstáculo de su propia paz
Manifestación por la liberación de los secuestrados por el ELN en Cali, Colombia el 27 de mayo de 2016.

Mientras Colombia intenta salvar el Nuevo Acuerdo de Paz con las FARC, el proceso con el ELN no arranca, debido a que esta guerrilla es incapaz de controlar a sus milicias. Pero no todo está perdido.

El Gobierno de Colombia y el ELN iban a iniciar negociaciones el 27 de octubre en Quito, pero el proceso quedó en suspenso ante la negativa del ELN a liberar al excongresista Odín Sánchez Montes de Oca, quien se entregó voluntariamente a esta guerrilla hace ocho meses y medio en intercambio por su hermano secuestrado, gravemente enfermo.

El presidente Juan Manuel Santos dejó en claro que las negociaciones no empezarán hasta que Sánchez no sea liberado, como había sido prometido antes de anunciar la apertura de la mesa en Ecuador.

Su hermano, el exgobernador del departamento del Chocó, Patrocinio Sánchez, pidió este 16 de noviembre en la radio colombiana FM «no olvidar que su hermano está en cautiverio por tratar de salvarle la vida”. Según la familia Sánchez, «el Frente Resistencia Cimarrón del ELN está dilatando la liberación del excongresista porque desobedecen órdenes y directrices del comando central”.

¿Veintiún heridos contra un secuestrado?

He aquí una de las diferencias entre las guerrillas del ELN y las FARC. Mientras estas últimas tienen (aún) una estructura militar vertical que garantiza, y facilita el mando, desde la jefatura a los combatientes rasos, el ELN es una organización horizontal de células más o menos sueltas y casi autónomas.

Otro grave hecho enturbia los esfuerzos de paz. En la ciudad de Cúcuta, fronteriza con Venezuela, hubo este 16 de noviembre un atentado con explosivos contra un camión de la Policía Nacional, que dejó heridos a 17 agentes y 4 civiles.

Según el ministro de Defensa de Colombia, Luis Carlos Villegas, «el ELN es el probable autor del atentado”. Villegas aduce que el atentado fue cometido por una facción del ELN, «como respuesta a la dura acción de las autoridades contra las mafias del contrabando, del cual se lucra esta guerrilla en la frontera con Venezuela”.

La línea roja entre Gobierno y ELN

El Gobierno colombiano sabe muy bien que sobre los procesos de paz siempre pende una sarta de riesgos: provocaciones, zancadillas, intromisiones e incumplimientos. Pero no toda amenaza puede tumbar el cometido de hacer la paz. La retención de Odín Sánchez es la línea roja en este caso. «Una vez sea liberado empezaremos a negociar”, ha advertido el presidente Santos.

Ahora se vislumbra una esperanza de que se suelte el nudo. Según el jefe de la delegación de paz con ELN, Juan Camilo Restrepo, en Caracol Colombia, «una comisión humanitaria, compuesta por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), prelados y guerrilleros del ELN, está lista para recibir a Odín Sánchez”.

La Iglesia Católica conformó una Comisión, dirigida por Monseñor Darío de Jesús Monsalve e integrada por obispos donde tiene presencia el ELN y que estará mediando para agilizar el inicio de la fase pública de negociaciones, acompañando permanentemente los diálogos de paz.

Por parte de Bogotá la disposición se mantiene. El último trino de Juan Camilo Restrepo lo corrobora: «El Gobierno mantiene su mejor voluntad para que podamos instalar mesa de negociación con ELN en Quito a la mayor brevedad”.

¿Por qué el ELN podrá ahora liberar a Odín Sánchez y no lo hizo antes del 27 de octubre, cuando debía instalarse la mesa de diálogo? La lógica del ELN no compagina con ninguna explicación racional. Este proceso amenaza ser tan tortuoso que amenaza con acabar con los deseos de muchos de sellar por la vía del diálogo el conflicto colombiano. El ELN siempre ha sido el mayor obstáculo para sí mismo.

Tomado de DW,en español

TODO ESTÁ CERRADO

Francisco de Paula Santander nos notificó que solo las leyes nos darán la libertad, pero nosotros tomamos esas palabras a nuestra manera, según las conveniencias.

Después de cuatro años de largas, agotadoras y finalmente reconfortantes negociaciones, logramos un acuerdo con las Farc para sellar la paz que venimos persiguiendo desde hace medio siglo. Pero llegaron la politiquería, el populismo y las mentiras a torcer la voluntad popular. Al final, se salvó el proceso, gracias a la generosidad de Presidente Santos, que admitió introducir modificaciones al documento inicial. De las 297 páginas, que muy pocos leyeron, pasamos a 310, que muy pocos leerán.

El uribismo sigue saboteando. Elude la paz, no permite que logremos una reconciliación. Quiere que continuemos en guerra, que nuestro ejército se desgaste en una lucha estéril y que nuestra población se mantenga en vilo.

Ese grupo político se adueñó del ¨no¨, y de las víctimas, sin permiso de nadie. Los mismos ¨noistas¨, lo han desautorizado y han aceptado, por acertadas, las modificaciones introducidas al documento original. Nadie sabe a ciencia cierta qué es lo que quiere el ¨caballista del ubérrimo¨. Lo único que admitiría sería algo parecido a lo que firmó con los paras, solo con su rúbrica, sin plebiscito, sin Congreso, sin Dios y sin ley. A su manera.

Santos, un demócrata a carta cabal, ha admitido todo. Las Farc, a las que detesta Uribe, han cumplido su palabra. Hasta cierto punto, han respetado la tregua. Están ¨acuarteladas¨ a la espera de que se ponga en práctica la paz, para empezar a pagar las penas que se les aplique y para ingresar al campo político, sin armas y sometiéndose a las normas de la democracia.

El Uribismo, entre tanto, sigue al acecho, para torpedear el anhelo de un país y de un mundo que aspiran a la reconciliación. No perdona que, a un presidente que sacrificó su prestigio, para darle paz a Colombia, le hayan otorgado el Nobel de Paz. Además, ha montado la paz sobre las elecciones del 2018. Aspira a volver al poder con un comodín al que manejará Uribe. Poco le importa la paz, busca la guerra.

Esa la razón de sabotear la puesta en marcha de los acuerdos logrados con una guerrilla que ha admitido casi todo lo que el uribismo, apoderado de todo el no, la exigido.

BLANCO: El nuevo impulso a la educación con Yaneth Giha

NEGRO: La mala hora que vive la Selección.

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Guerrilleros de las Farc habrían muerto en combate con el Ejército

Foto: El Espectador


El jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, reveló que hubo combates entre la guerrilla y la Fuerza Pública en el sur de Bolívar. El incidente podría significar una violación al cese bilateral del fuego decretado desde octubre de este año.


En entrevista con Noticias Caracol, el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, sostuvo que es necesario que se empiece a implementar cuanto antes el acuerdo final de paz con las Farc. Según el exvicepresidente, el estado de incertidumbre pone en situación de alta fragilidad el cese bilateral del fuego y las hostilidades acordado por las partes.

Asimismo, De la Calle reveló que la muestra de esa fragilidad fue un episodio ocurido hoy en el Sur de Bolívar, donde unidades del Ejército se enfrentaron a un grupo de guerrilleros, lo que podría producir una dificil situación en la mesa de diálogos de La Habana. 

«Hubo combates en el sur de Bolívar. Han muerto unos guerrilleros que se dice pertenecen a las Farc. El Ministerio de Defensa dice que estos guerrilleros estaban bastante alejados de la zona de preagupamiento y  que allí había una operación de carácter delincuencial.  Acabo de hablar con el señor Iván Márquez, quien sostiene que iban camino a la zona de agrupamiento. Ahí hay una discrepancia de narrativas. No importa, pero lo importante es la lección: que sí es frágil, que no podemos demorarnos”, explicó el exvicepresidente.

 

De igual forma, trascendió que el Ejército y el Ministerio de Defensa preparan un comunicado para explicar lo ocurrido. Ya que este episodio podría ser generar tensiones muy difíciles entre los delegados del Gobierno y las Farc. De estos últimos se espera un pronunciamiento en las próximas horas.

 Tomado de: El Espectador
Mercedes-Benz presenta ‘Future Bus’, su autobús autónomo
Mercedes-Benz Future Bus, el autobús autónomo del futuro La tecnología CityPilot combina una serie de radares y cámaras que lo hacen capaz de detenerse ante obstáculos (especialmente peatones en la carretera), adaptarse al tráfico urbano, pasar por túneles y reconocer los semáforos y comunicarse con ellos. (DAIMLER)

-Usa la tecnología CityPilot que combina una serie de radares y cámaras para adaptarse al tráfico urbano.

-Está programado para que alcance una velocidad máxima de 70 km/h.

-El conductor debe accionar un botón para que se active el modo autónomo.

La compañía alemana ha presentado el Future Bus, un autobús urbano que funciona con el sistema CityPilot. Esta tecnología, basada en la conducción autónoma de los camiones con el sistema Highway Pilot y presentada hace dos años, combina una serie de radares y cámaras que lo hacen capaz de detenerse ante obstáculos (especialmente peatones en la carretera), adaptarse al tráfico urbano, pasar por túneles y reconocer los semáforos y comunicarse con ellos vía wifi (una de las funciones de esta comunicación es dar prioridad al recorrido del autobús por lo que podría tener en su trayecto todos los semáforos en verde). Además, cuenta con un sistema GPS que permite que el autobús reciba imágenes e indicaciones muy precisas del trayecto y la ubicación del vehículo.

El Mercedes-Benz Future Bus se ha estrenado en Ámsterdam con una ruta de 20 kilómetros: desde el aeropuerto de Schiphol hasta la ciudad de Haarlem. El autobús primero analizó el recorrido. Informó al conductor si el estado de la vía era apto para poner el modo autónomo. La comprobación fue efectiva así que se pudo activar la tecnología CityPilot, desarrollada por Daimler, a través de un botón accionado por el conductor.

A lo largo del recorrido, en el que había dibujado un carril que seguía el vehículo, el conductor no tuvo que accionar el acelerador ni el freno, tan solo tuvo que intervenir para girar el volante cuando había tráfico. Tampoco tuvo que accionar las puertas para que accediesen los pasajeros. No obstante, el conductor siempre tenía que estar atento para tomar los mandos del vehículo por si ocurría alguna situación de emergencia.

Daimler Buses, el departamento que se dedica al desarrollo de este sistema, va a invertir unos 200 millones de dólares aproximadamente hasta el año 2020 para seguir desarrollando este proyecto.

Según Mercedes-Benz, este sistema de autobús autónomo “podría resolver los problemas de tráfico en todo el mundo en zonas densamente pobladas y regiones metropolitanas”, ya que “mejora notablemente el nivel de seguridad, alivia la carga del conductor y opera con alta eficiencia”. 

Tomado de: 20minutos.es 
Manifestaciones en Bogotá en apoyo del nuevo acuerdo de paz.

El equipo negociador advierte de que no hay espacio para incluir cambios en el acuerdo. Sin embargo, la oposición pide tiempo para analizar y aprobar lo acordado.

Los colombianos salieron este martes (15.11.2016) a las calles en apoyo al nuevo acuerdo de paz entre el Gobierno y las FARC. Es la cuarta manifestación que organizan los estudiantes universitarios desde que se bloqueó la aprobación del anterior acuerdo tras el plebiscito del 2 de octubre.  Los manifestantes se congregaron en el Planetario Distrital y marcharon hasta la céntrica Plaza de Bolívar.

«Por un lado, es un gesto de alegría por tener un nuevo acuerdo, más incluyente, más claro y mejor que el pasado», explicaba Alejandro Franco, uno de los promotores de la marcha. «Y en segundo lugar, y yo creo que más importante, es darle a entender a la opinión pública que la ciudadanía que ha marchado y se ha manifestado en tres ocasiones pasadas está acá para quedarse», afirmó.

La ministra de Trabajo, Clara López, asistió a la manifestación para exigir la implementación rápida del nuevo acuerdo de paz. «Ya se ha dado un importantísimo paso. Hay un segundo acuerdo con una cantidad enorme de las inquietudes del ‘no’ incorporadas, lo que nos muestra un nuevo consenso nacional mayoritario», aseveró. Su gobierno afirmó previamente que el nuevo acuerdo es definitivo: «Este es el acuerdo final, realmente lo que sigue es una discusión sobre refrendación», dijo el jefe del equipo negociador del Gobierno, Humberto de la Calle.

Para él, «realmente no hay espacio para una nueva negociación», después de incorporar un 80% de las peticiones de los promotores del ‘no’ en el plebiscito. El alto comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, que formó parte del equipo negociador del Gobierno, destacó la actitud de las FARC en la renegociación: «Aceptaron una cantidad de cosas que no es fácil para una guerrilla aceptar», dijo. Sin embargo, el expresidente colombiano y jefe del partido opositor Centro Democrático, Álvaro Uribe, pidió un «plazo prudente» para examinar el nuevo acuerdo. Y pidió que no se lo considere «definitivo» hasta que sea aprobado por las fuerzas sociales.

LGC (EFE / dpa)

Tomado de: DW en Español.
Trump y su guerra con los medios: nada cambia pese a ser el presidente electo
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El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha lanzado este miércoles duros ataques en Twitter a The New York Times, al que ha acusado de publicar informaciones falsas sobre el proceso de transición a la Casa Blanca, en línea con las denuncias contra los grandes medios que hizo durante la campaña.

En su cuenta de dicha red social, Trump ha asegurado que las últimas informaciones publicadas por este medio, que dibuja un proceso de transición caótico debido a desacuerdos y despidos entre el equipo encargado, son «totalmente falsas».

La transición «va muy bien» y, además, «he hablado con muchos líderes extranjeros», ha agregado el presidente electo en respuesta a lo publicado por el diario neoyorquino acerca de que mandatarios «aliados» de Estados Unidos se han visto en problemas para «averiguar cómo y cuándo contactar con el señor Trump».

PROBLEMAS CON LOS PRIMEROS PASOS

Es tradición en Estados Unidos que un «pool» de periodistas se encargue de seguir al presidente del país allá donde va, y también al mandatario electo en el periodo que transcurre desde la celebración de los comicios hasta la investidura.

En respuesta a lo ocurrido anoche, Hope Hicks, portavoz del presidente electo, argumentó que todavía no se ha creado de manera formal ese «pool» y que, cuando eso suceda, los reporteros tendrán «todo el acceso» necesario.

Mientras, la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca, ha emitido una declaración en la que su presidente, Jeff Mason, considera «inaceptable» que, una semana después de las elecciones, el próximo mandatario del país se desplace sin la compañía de un grupo de periodistas que puedan «registrar sus movimientos e informar al público de su paradero».

Mason ha remarcado que ya hay un grupo de periodistas haciendo guardia en Nueva York «para cubrir al presidente electo mientras monta su nuevo Gobierno» y, por tanto, «es fundamental que se les permita hacer su trabajo».

Al finalizar la campaña, este medio, que había sido muy crítico con Trump y había pedido el voto abiertamente para Clinton, publicó en la carta en la que dejaba claro que se sentían «muy orgullosos» de su trabajo y que seguirían como hasta ahora.

Tomado de El Huffington Post