Hillary Clinton ha comparecido este miércoles en un hotel de Nueva York para valorar los resultados de la noche electoral en Estados Unidos. La candidata demócrata, superada por Donald Trump en casi todos los estados clave para llegar a la Casa Blanca salvo Nevada, ha recibido la mayor derrota, y probablemente la definitiva, de su larga carrera política.
Pero se ha presentado ante el mundo con una sonrisa, agradecida por el apoyo recibido, cercana -rasgo que no ha sido uno de sus fuertes durante la campaña- y en tono conciliador. En un discurso emocionante y emocionado, la candidata demócrata ha reconocido públicamente su derrota. No lo hizo anoche, al conocerse los resultados, en una decisión que le ha granjeado bastantes críticas.
«Este no es el resultado para el que trabajamos», ha dicho, «y siento no haber ganado estas elecciones, por los valores que defendimos. Pero siento orgullo y gratitud por la campaña magnífica que hemos llevado a cabo». «Vosotros representáis lo mejor de Estados Unidos y ser vuestra candidata ha sido uno de los mayores honores de mi vida», le ha dicho a su equipo y a sus seguidores.
Clinton ha reconocido que felicitó el martes por la noche a Donald Trump y ha enviado un mensaje de unidad: «Nuestra nación está más dividida de lo que pensábamos, pero sigo creyendo y seguiré creyendo en Estados Unidos. Por eso, tenemos que aceptar este resultado y mirar hacia adelante. Donald Trump será nuestro presidente y le debemos mirar su liderazgo con mente abierta».
Creemos que el sueño americano es suficientemente grande para todos.
La demócrata, que no ha aclarado su futuro pero sí ha prometido más «trabajo», se ha hecho cargo de la decepción de sus votantes, que le han otorgado la victoria en el cómputo popular: «Soy consciente de vuestra tristeza, pero os pido que recordéis que nuestra campaña nunca fue sobre una sola persona y ni siquiera sobre una sola elección. Creemos en una América con esperanza, inclusiva y con un gran corazón».
«Creemos que el sueño americano es suficientemente grande para todos. Para todos y nuestro deber como ciudadanos es seguir trabajando para que sea posible», ha dicho en una de las frases más rotundamente aplaudidas de su discurso.
Visiblemente emocionada, Clinton ha dado las gracias a Tim Kaine, a Barack y a Michelle Obama, «a los que nuestro país debe una enorme gratitud» y también a su familia y a todos aquellos que la han acompañado durante la campaña. A estos últimos, a los que han formado parte de su equipo y a los jóvenes comprometidos con la política, Clinton les ha enviado un mensaje desde su propia experiencia:
No dejéis de creer que luchar por lo que está bien merece la pena
«En mi larga carrera, he tenido éxitos y algunas derrotas. Algunas de esas derrotas duelen. Muchos de vosotros estáis al principio de vuestras carreras. Y también tendréis éxitos y derrotas. Esta derrota es de las que duelen pero por favor, nunca, jamás, dejéis de creer que luchar por lo que está bien merece la pena».
«No hemos roto el techo de cristal», ha dicho en referencia a la llegada de una mujer a la Casa Blanca, «pero estoy segura de que alguien lo romperá pronto. Cuanto antes, mejor».
No hemos roto el techo de cristal. Pero alguien lo hará, cuanto antes mejor
«Estoy muy agradecida a nuestro país por todo lo que me ha dado», ha proseguido. «Soy estadounidense y sigo creyendo en lo más profundo de mi corazón que si estamos juntos, firmes en nuestras convicciones y con amor por esta nación, nuestros mejores días aun están por llegar. Porque sabéis que somos más fuertes juntos y que vamos a avanzar juntos».
Hillary Clinton había sido presentada por Tim Kaine, su compañero de ‘ticket’ electoral como vicepresidente. Él había mostrado su satisfacción por contar con la amistad de la candidata y por el trabajo realizado: «Estoy muy orgulloso de Hillary, porque es la mujer que podría haberse convertido en la primera presidenta de Estados Unidos y que ha ganado el voto popular. Es un logro increíble», ha dicho.
Tomado de: El Huffington Post