Foto: Excelsior
La candidata demócrata se presentó el día de hoy después de perder la presidencia, donde dio un discurso agradeciendo a su equipo y la gente que creyó en ella
Foto: Excelsior
Tras unas elecciones polémicas, cerradas y sorpresivas, Donald Trump se alzó con el triunfo de la Casa Blanca, lo que lo convierte en el presidente número 45 de Estados Unidos.
Su contrincante, Hillary Clinton, aceptó la derrota y el día de hoy se presentó en Nueva York donde dio un conmovedor discurso a medios de comunicación, amigos y familiares, agradeciendo por el apoyo e incluso buscando una colaboración con Trump para ayudar a Estados Unidos.
Ayer por la noche felicité a Donald Trump y le ofrecí trabajar con él por el bienestar de nuestro país, espero que sea un presidente exitoso para todos los estadunidenses.
Este no es el resultado que queríamos. Siento mucho que no hayamos ganado esta elección por los valores que compartimos y la visión que compartimos por nuestro país. Ustedes representan lo mejor de Estados Unidos y ser su candidata ha sido uno de los grandes honores de mi vida. Quiero que recuerden esto: nuestra campaña nunca fue acerca de una persona o incluso una elección. Fue acerca del país que amamos.
Hemos visto que nuestra nación está más dividida que lo que creíamos. Pero aún creo en EU y siempre lo haré.
Donald Trump será nuestro presidente. Le debemos una mente abierta y la oportunidad de ser líder. Nuestra constitución democrática pide nuestra participación, no por cuatro años, sino siempre.
Nuestra responsabilidad como ciudadanos es continuar haciendo lo que nos corresponde para construir un Estados Unidos más fuerte, mejor y más justo. Y sé que lo harán.
Quiero agradecer a Tim Kaine y Anne Holton por ser mis compañeros en este viaje. A Barack y Michelle Obama, nuestro país les debe muchísima gratitud. Gracias por su determinado y gentil liderazgo.
A Bill, Chelsea, Marc, Charlotte, Aidan, nuestros hermanos y nuestra familia entera, mi amor por ustedes significa más de lo que puedo expresar.
Esta pérdida duele. Pero por favor, nunca dejen de creer que luchas por lo que es correcto vale la pena.
A todas las mujeres que pusieron su fe en mí y en mi campaña, nada me ha hecho sentir más orgullosa que ser su campeona. Todavía no tenemos ese techo de vidrio roto, pero algún día, alguien lo hará.
A todas las niñas pequeñas viendo esto, nunca duden que son valiosas, poderosas y que se merecen cualquier oportunidad en el mundo.
Estoy agradecida con nuestro país por todo lo que me ha dado. Cuento las bendiciones que ser estadunidense me da todos los días. Somos más fuertes juntos e iremos hacia adelante juntos. Y nunca, nunca, deben arrepentirse de luchar por eso.
Dejen que tengamos fe unos con otros. No hay que crecer separados. No hay que perder el corazón. Para eso hay más estaciones que vienen y más trabajo que hacer.
Cuando subió al escenario estalló un largo aplauso, y durante su discurso hubo momentos donde tuvo que guardar silencio por los aplausos y gritos de apoyo que recibió de los presentes.
En primera fila estaban sus asesores, con semblanza sombría. En las filas más atrás había seguidores abiertamente sollozando.
fbp
Tomado de: http://www.excelsior.com.mx/
Hillary Clinton ha comparecido este miércoles en un hotel de Nueva York para valorar los resultados de la noche electoral en Estados Unidos. La candidata demócrata, superada por Donald Trump en casi todos los estados clave para llegar a la Casa Blanca salvo Nevada, ha recibido la mayor derrota, y probablemente la definitiva, de su larga carrera política.
Pero se ha presentado ante el mundo con una sonrisa, agradecida por el apoyo recibido, cercana -rasgo que no ha sido uno de sus fuertes durante la campaña- y en tono conciliador. En un discurso emocionante y emocionado, la candidata demócrata ha reconocido públicamente su derrota. No lo hizo anoche, al conocerse los resultados, en una decisión que le ha granjeado bastantes críticas.
«Este no es el resultado para el que trabajamos», ha dicho, «y siento no haber ganado estas elecciones, por los valores que defendimos. Pero siento orgullo y gratitud por la campaña magnífica que hemos llevado a cabo». «Vosotros representáis lo mejor de Estados Unidos y ser vuestra candidata ha sido uno de los mayores honores de mi vida», le ha dicho a su equipo y a sus seguidores.
Clinton ha reconocido que felicitó el martes por la noche a Donald Trump y ha enviado un mensaje de unidad: «Nuestra nación está más dividida de lo que pensábamos, pero sigo creyendo y seguiré creyendo en Estados Unidos. Por eso, tenemos que aceptar este resultado y mirar hacia adelante. Donald Trump será nuestro presidente y le debemos mirar su liderazgo con mente abierta».
La demócrata, que no ha aclarado su futuro pero sí ha prometido más «trabajo», se ha hecho cargo de la decepción de sus votantes, que le han otorgado la victoria en el cómputo popular: «Soy consciente de vuestra tristeza, pero os pido que recordéis que nuestra campaña nunca fue sobre una sola persona y ni siquiera sobre una sola elección. Creemos en una América con esperanza, inclusiva y con un gran corazón».
«Creemos que el sueño americano es suficientemente grande para todos. Para todos y nuestro deber como ciudadanos es seguir trabajando para que sea posible», ha dicho en una de las frases más rotundamente aplaudidas de su discurso.
Visiblemente emocionada, Clinton ha dado las gracias a Tim Kaine, a Barack y a Michelle Obama, «a los que nuestro país debe una enorme gratitud» y también a su familia y a todos aquellos que la han acompañado durante la campaña. A estos últimos, a los que han formado parte de su equipo y a los jóvenes comprometidos con la política, Clinton les ha enviado un mensaje desde su propia experiencia:
«En mi larga carrera, he tenido éxitos y algunas derrotas. Algunas de esas derrotas duelen. Muchos de vosotros estáis al principio de vuestras carreras. Y también tendréis éxitos y derrotas. Esta derrota es de las que duelen pero por favor, nunca, jamás, dejéis de creer que luchar por lo que está bien merece la pena».
«No hemos roto el techo de cristal», ha dicho en referencia a la llegada de una mujer a la Casa Blanca, «pero estoy segura de que alguien lo romperá pronto. Cuanto antes, mejor».
«Estoy muy agradecida a nuestro país por todo lo que me ha dado», ha proseguido. «Soy estadounidense y sigo creyendo en lo más profundo de mi corazón que si estamos juntos, firmes en nuestras convicciones y con amor por esta nación, nuestros mejores días aun están por llegar. Porque sabéis que somos más fuertes juntos y que vamos a avanzar juntos».
Hillary Clinton había sido presentada por Tim Kaine, su compañero de ‘ticket’ electoral como vicepresidente. Él había mostrado su satisfacción por contar con la amistad de la candidata y por el trabajo realizado: «Estoy muy orgulloso de Hillary, porque es la mujer que podría haberse convertido en la primera presidenta de Estados Unidos y que ha ganado el voto popular. Es un logro increíble», ha dicho.
Las propuestas de campaña de Donald Trump, el nuevo presidente de Estados Unidos, comenzaron a tener efectos apenas se declaró su victoria. En el plano económico, entre sus propuestas principales, Trump prometió renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), incautar las remesas derivadas de sueldos ilegales, deportar a 11 millones de inmigrantes indocumentados y construir un muro fronterizo, todas medidas que afectan directamente a México.
No en vano la noche del martes el dólar llegó a cotizarse en 20,74 pesos mexicanos, con una pérdida del 13,21 por ciento frente al precio de 18,32 registrado por Reuters antes de que Trump ganara la presidencia. Estados Unidos es el principal mercado de las exportaciones mexicanas con un intercambio aproximado de 350 mil millones de dólares anuales. Según los expertos, las propuestas de Trump aislarían la economía estadounidense y afectarían los tratados comerciales a un nivel que recuerda los peores momentos de las crisis económicas mexicanas como pasó con el Efecto Tequila en 1994, bajo la presidencia de Ernesto Zedillo, y en 2008 bajo el gobierno de Felipe Calderón.
Consultoras, como Capital Economics, han pronosticado que el cambio podría llegar hasta los 25 pesos mexicanos por dólar. Juan Carlos Moreno-Brid, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), afirma que sería un “choque muy fuerte” para una economía abierta como la de México, al punto de que podría bloquear las inversiones de otros países y afectar las exportaciones.
Isaac Katz, profesor del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), dice que cualquier intento de derogar el TLCAN afectaría a más de 7 millones de empleos que dependen del tratado, así como la fabricación de muchos productos estadounidenses que cuentan con insumos manufacturados en México.
Según Katz, la incautación o la aplicación de impuestos a las remesas es una medida que no solo afectaría a México, sino a muchas economías centroamericanas y a los mexicanos más pobres.
Sin embargo, el economista no prevé una crisis tan aguda como las que ya se han vivido en México: “Las circunstancias son muy distintas a las de 1994 porque el tipo de cambio era fijo y el Banco de México había vendido todas sus reservas. Eso provocó que el dólar pasara de 4 a 8 pesos en tres días pero ahora el cambio es flexible y el gobierno no interviene”.
En todo caso el gobierno mexicano podría, en primera instancia, solicitar la ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI) para implementar planes de contingencia con el fin de ganar tiempo mientras se conocen las primeras decisiones económicas de Trump. Moreno-Brid no prevé el inicio de una espiral inflacionaria, pero asegura que la crisis podría empeorar los viejos problemas económicos que México no ha resuelto.
“Esto contribuye a agravar el lento crecimiento del país y provocará más ajustes en las finanzas públicas”, asegura el experto. “El gobierno debe implementar una estrategia que fortalezca su mercado interno y redistribuya el ingreso para no depender tanto de las exportaciones porque actualmente el comercio mundial está prácticamente estancado”.
El peso mexicano ha experimentado muchos altibajos relacionados con la campaña de Trump. De hecho el peso perdió el 10 por ciento de su valor frente al dólar durante el último año, por lo que las fluctuaciones del cambio han sido drásticas.
La victoria de Trump también sacudió los mercados financieros globales como pudo verse en la venta frenética de acciones en los mercados asiáticos.
Los inversores reaccionaron en tiempo real a los primeros resultados y eso se evidenció en el índice Dow Jones que registró una baja en los contratos de acciones a futuro de más del 3 por ciento.
“Los mercados de acciones de la región asiática se han vendido fuertemente porque los inversionistas se preocupan de que las políticas proteccionistas inicien una guerra comercial y aminoren el crecimiento”, dijo Shane Oliver, economista de la firma australiana AMP Capital.
Los precios del petróleo también cayeron en los mercados mundiales a niveles que recuerdan las cotizaciones luego del brexit, en junio. Los contratos de acciones a futuro del West Texas Intermediate (WTI) cayeron a un mínimo de 43,07 dólares por barril, un descenso de más del 4 por ciento desde su último cierre y su nivel más bajo desde septiembre. El crudo Brent bajó un 2,5 por ciento ubicándose a 44,87 dólares el barril.
En la calle y en las tiendas, los mexicanos pasaron de la confianza al miedo y la ansiedad. Las preocupaciones económicas y las lecciones políticas que dejó la campaña presidencial de Estados Unidos en palabras de los habitantes de Ciudad de México.
Varias protestas estallaron este miércoles en Estados Unidos tras anunciarse que Donald Trump ganó las elecciones presidenciales.
Hubo incidentes de Pennsylvania a California, Oregón y Washington. Cientos de personas salieron a las calles para expresar su oposición a la victoria de Trump sobre la demócrata Hillary Clinton.
La policía dijo que unas 500 salieron a las calles al lado de la Universidad de California en Los Ángeles, algunos gritando groserías contra Trump y otros exclamado «íEse no es mi presidente!».
Hubo manifestaciones más pequeñas en la zona y en los vecindarios de Berkeley, Irvine and Davis y en San Jose State.
En Oakland, más de 100 personas salieron a protestar. El canal KNTV-TV reportó que los manifestantes quemaron una efigie de Trump, rompieron ventanas de las oficinas del diario Oakland Tribune y prendieron fuego a neumáticos y pilas de basura.
La Patrulla de Carreteras de California informó que una mujer fue atropellada por un vehículo y resultó herida de gravedad.
En Oregón, docenas de personas bloquearon el tránsito en el centro de Portland y causaron retrasos en los trenes. Versiones de prensa dijeron que multitud llegó a abarcar unas 300 personas, entre ellas algunas que se sentaron en medio de la calle para impedir el tránsito. Los manifestantes quemaron banderas estadounidenses y gritaron «íEse no es mi presidente!»
En Seattle, unas 100 salieron a protestar en el vecindario Capital Hill, trancando el tránsito y prendiéndole fuego a una pila de basura.
En Pennsylvania, cientos de estudiantes de la Universidad de Pittsburgh marcharon por las calles. El diario estudiantil the Pitt News anunció una «reunión de emergencia para hablar de cómo podemos detener al presidente Trump».
EFE | LA PATRIA | WASHINGTON
El polémico magnate Donald Trump, que ganó por sorpresa las elecciones presidenciales de ayer en EE.UU., puede presumir de casi todo, menos de una cosa: experiencia previa en un cargo político.
En ese terreno, Trump bien podría asemejarse a un concursante de El aprendiz, el popular programa que le lanzó al estrellato televisivo al grito de «¡Estás despedido!».
De hecho, el ya virtual presidente electo, que ejercía en ese espacio de juez implacable ante la destreza empresarial de jóvenes aprendices que aspiraban a un suculento contrato anual para dirigir una de sus compañías, abomina de la clase política.
«Yo no soy un político. Los políticos hablan y no actúan. Yo soy lo contrario», subrayó Trump hace casi un año, tras postularse el 16 de junio de 2015 a la Casa Blanca con un controvertido discurso en el que llamó «violadores» a los inmigrantes mexicanos.
El pasado abril, el impulsivo multimillonario reconoció que solo ha «sido un político durante un tiempo muy corto», y está en proceso de «aprendizaje».
«Lo que realmente he sido es un empresario exitoso durante mucho tiempo», matizó Trump, conocido por su autoestima sin límites.
Tanto es así, que en 1995 publicó en The New York Times un artículo titulado, sin empacho alguno, Lo que mi ego quiere, mi ego lo consigue, filosofía que ha impulsado su meteórico e inesperado ascenso a la nominación presidencial del Partido Republicano.
Antes de competir por la Casa Blanca con una campaña plagada de insultos que ha sabido capitalizar el enojo de muchos votantes con la clase política de Washington, Trump era ya en EE.UU. toda una celebridad con una biografía digna de un guión de Hollywood.
Nacido el 14 de junio de 1946 en el neoyorquino barrio de Queens, Trump es el cuarto de los cinco hijos de Fred Trump, constructor de origen alemán, y Mary MacLeod, ama de casa de procedencia escocesa.
Tan rebelde era ya desde niño, que su padre tuvo que sacarlo a los 13 años de la escuela, donde agredió a un maestro, e internarlo en la Academia Militar de Nueva York, con la esperanza de que la disciplina castrense metiera a su hijo en redil.
Al parecer, el pequeño Donald «era un bocazas matón» aficionado a «decir palabrotas a todo volumen», según el doctor Steve Nachtigall, de 66 años, quien padeció sus travesuras.
Trump se graduó en 1964 en la academia, donde alcanzó el rango de capitán e incluso vislumbró su destino: «Un día, yo seré muy famoso», le comentó al cadete Jeff Ortenau.
En 1968, el magnate se licenció en Economía en la Escuela Wharton de la Universidad de Pensilvania, y se convirtió en el favorito para suceder a su padre al frente de la empresa familiar, Elisabeth Trump & Son, dedicada a edificios de alquiler de clase media en los barrios neoyorquinos de Brooklyn, Queens y Staten Island.
Trump se hizo en 1971 con las riendas de la compañía, rebautizada como The Trump Organization, y se mudó a la glamurosa Manhattan a la caza de una fama que llegó a base de proyectos pomposos, autobombo, verdades a medias y una relación borrascosa con la prensa.
El aprendiz de presidente justifica esa estrategia en las memorias El arte de la negociación, un bestseller imprescindible para entender al personaje, presentado en el libro como un «maestro del trato» que piensa «a lo grande».
El osado empresario empezó, pues, a cimentar su fama con deslumbrantes obras en Manhattan, como la Torre Trump, un lujoso rascacielos de 58 pisos con una cascada interior en plena Quinta Avenida desde el que, por cierto, lanzó su campaña presidencial.
El magnate ha levantado un imperio que incluye hoteles, campos de golf y casinos, un negocio este último que ha incurrido en cuatro bancarrotas pese al «éxito» del que alardea Trump.
Según la revista Forbes, el empresario posee una fortuna de 4.500 millones de dólares, pero Trump insiste en que la cifra asciende a 10.000 millones de dólares.
El multimillonario también se ha lucrado en el mundo del espectáculo no solo con «El aprendiz», que le valió una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, sino con la aparición en numerosas películas y la propiedad de concursos de belleza como Miss Universo.
Con tres matrimonios y dos sonados divorcios (con la modelo checa Ivana Zelnickova en 1991 y la actriz estadounidense Marla Maples en 1999), la vida personal de Trump ha sido tan agitada como su carrera profesional, para deleite de la prensa del corazón.
Zelnickova le dio al magnate tres hijos (Donald Jr., Eric e Ivanka), que trabajan como vicepresidentes ejecutivos de Trump Organization y juegan un papel crucial en la campaña presidencial de su padre, mientras que con Maples tuvo una hija, Tiffany.
Desde 2005, el multimillonario, de confesión presbiteriana, está casado con la exmodelo eslovena naturalizada estadounidense Melania Knauss, de 46 años, con la que comparte un hijo, Barron William.
Poco dado a abrir su corazón en público, Trump no ha ocultado nunca el trauma de la «muy triste» muerte de su hermano mayor, Fred, un «tipo maravilloso» que falleció a los 43 años por alcoholismo, de ahí que ni fume ni beba alcohol.
Como detalle curioso sobre su singular personalidad cabe destacar que el empresario se define como un «obseso de los microbios» y, por ese motivo, siente aversión a dar la mano.
Durante la campaña electoral, Trump afrontó un desafío «a lo grande», como a él gusta: equilibrar su ego con un mensaje que convenciera al electorado para darle las llaves de la Casa Blanca.
Al final, el magnate ha superado con éxito la prueba, porque el votante, a diferencia de su personaje en El aprendiz, le ha respaldado en las urnas con un clamoroso «¡Estás contratado!».
El actual presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, llamó a su triunfante sucesor, Donald Trump, en algún momento de la noche del martes al miércoles, según reportó NBC News. También se confirmó que se reunirán este jueves en la Casa Blanca.
La jefa de campaña del candidato republicano, Kellyanne Conway, informó a la periodista del medio estadounidense, Katy Tur, sobre la conversación telefónica que mantuvo el mandatario con el magnate.
«Kellyanne Conway me dice que el presidente Obama llamó a Trump esta noche», escribió la reportera en un mensaje de Twitter. «Ella no sabía lo que se habían dicho», agregó la reportera.
Kellyanne Conway tells me President Obama called Trump tonight. She did not know what they said.
— Katy Tur (@KatyTurNBC) 9 de noviembre de 2016
La campaña de la demócrata Hillary Clinton culminó el lunes con un multitudinario acto celebrado en Filadelfia, que contó con la participación del Presidente y la primera dama, Michelle Obama.
El mandatario pidió a las más de 40.000 personas congregadas en el Independence Mall que no lo escuchen a él, sino «a los republicanos que se niegan a apoyar» a Donald Trump.
En otras ocasiones, Obama comentó que Trump es «excepcionalmente incompetente» para ser jefe de Estado y «temperamentalmente incapaz» para el cargo. Donald Trump gobernará el país hasta 2021.
Tomado de: http://www.infobae.com/
Este miércoles el mundo despierta con la victoria de Donald Trump y las redes sociales se paralizan con la predicción de Los Simpson que dieron como ganador al magnate 16 años atrás.
El programa estadounidense se ha caracterizado por predecir sucesos importantes en el mundo.
Lea también: Así es Donald, el hombre que le dio una ‘Trumpada’ al establecimiento.
La familia animada más popular de la televisión estadounidense anunció la victoria del candidato republicano Donald Trump en el año 2000.
El capítulo llamado ‘Bart to the future’ (Bart al futuro), que fue emitido el 19 de marzo de ese año, relata el viaje al futuro del pequeño, donde ve a su hermana convertida en presidenta de EE.UU. luego de que Trump ocupara el cargo.
Lea también: Trump logró 290 de los 270 grandes electores requeridos para llegar a la Casa Blanca.
No obstante, en el año 2015 el multimillonario y ahora presidente de EE.UU. volvió a ser emitido en la serie en un capítulo titulado ‘Trumptastic Voyage’. En el episodio se ve a Homero bajar por unas escaleras eléctricas con Trump, y de una manera irreal entrar entre sus cabellos rubios.
Después, se publicó otro corto en el que se ve a Homero y Marge decidir sobre por cuál candidato votarán en las presidenciales de EE.UU.
“Cuando me miro en el primer grado y me miro a mí mismo ahora, básicamente soy lo mismo. El temperamento no es tan distinto”, le dijo Donald Jhon Trump, de 70 años, al biógrafo Michael D’Antonio.
Y es que el “Donny”, como le decían de pequeño, que armó un berrinche frente a sus amigos de la escuela Kew-Forest, insistiendo en que el luchador argentino Antonino Rocca se llamaba “Rocky Antonino”, no es muy distinto al que alegó por años que el presidente Barack Obama no era estadounidense.
“¿Quién podría olvidar a ese niño?”, dijo para el diario The Washington Post Ann Trees, maestra de la institución donde Trump cursó hasta séptimo grado, antes de que su padre lo enviara a una academia militar. “Era obstinado y decidido. Se sentaba con los brazos cruzados, con esta mirada hosca en su rostro, casi retándote a decir una cosa u otra con la que él no estaría conforme”, añadió.
Vea cómo quedó el mapa electoral en Estados Unidos
Y aún así, más de 40 millones de estadounidenses que salieron a votar este martes eligieron al “niño malcriado” como el nuevo presidente de Estados Unidos.
El newyorkino opulente y descortés tampoco ha dejado de ser el mismo. En Jamaica Estates, el barrio de Queens donde creció, recuerdan su mansión de 23 habitaciones, con los dos Cadillacs en la entrada, y al niño rubio que andaba en bicicleta con sus amigos, y se detenía para agredir a otros.
De hecho, el cirujano Steve Nachtigall, que vivía cerca de Trump en su infancia, le contó a D’Antonio que una vez lo vio saltar de la bicicleta y golpear a otro niño. “Es como un pequeño fragmento de video que permanece en mi cerebro, porque fue tan inusual y aterrador a esa edad. Él era un bocón matoneador”, declaró.
Eso sí, no siempre “Donny” ha aborrecido a los inmigrantes, y no siempre ha sido un republicano puro y radical, angustiado por la pérdida del sello americano.
Aunque en 2015 anunció su candidatura a la presidencia de Estados Unidos culpando a México de enviar “drogas” y “violadores” a través de la frontera, y prometiendo levantar un muro de más de 3.000 kilómetros, su origen ni siquiera es norteamericano.
Los abuelos paternos eran alemanes y los maternos, escoceses. Ninguno nació en Estados Unidos, y de hecho dos de sus tres esposas, Ivana y Melania, nacieron en países de Europa Oriental (la antigua Checoslovaquia y Eslovenia).
El magnate, dueño de hoteles, campos de golf y casinos en medio mundo, y de una fortuna que Forbes avala en 3.700 millones de dólares, tiene una identidad política tan difusa como sus repentinos cambios de opinión.
En una entrevista a la cadena CNN hace diez años, el hoy presidente de los Estados Unidos dijo que se consideraba más demócrata que republicano, y según cuenta Cristian Rojas, internacionalista de la Universidad de La Sabana, tampoco ha sido un hombre de las entrañas del partido, no solo porque nunca ha estado en cargos públicos, sino porque tampoco se ha mostrado como un votante republicano.
Y aunque se podría pensar que, al menos, Trump se identifica con las causas tradicionales, tampoco es así. Rojas es en enfático en que se trata de un hombre que nunca ha tomado las banderas conservadoras, porque si bien es un empresario de larga monta, ni siquiera impulsa las libertades económicas, lo que más identifica a los militantes de esa corriente.
En cambio, el nuevo presidente invocó durante su campaña el “americanismo económico”, argumentando que los tratados internacionales no han beneficiado a los trabajadores promedio y apelando así a su gran masa de votantes: a la raza blanca, de poca educación, que se siente cada vez más aislada y desprotegida ante la llegada masiva de personas de todo el mundo, un mundo que para ellos, dice José Gabilondo, internacionalista de la Universidad de La Florida, es “peligroso, complejo y difícil de entender”.
Así las cosas, Trump jamás será el conservador ideal. No deja ver el cristianismo ejemplar de sus copartidarios, no es ni siquiera un defensor de la familia tradicional ni será recordado por un matrimonio estable. En el mesa de noche del Presidente de Estados Unidos, distinto a la de sus antecesores, nunca estará una familia de portarretrato.
¿Por qué entonces Donald Trump, una mejor estrella de televisión que político, llegó a la Casa Blanca?
“Porque hay 50 millones de americanos que son racistas, que están enfadados y que lo escucharon diciendo en la televisión, un medio con el que él tiene un magnetismo especial, que él cambiaría Washington”, responde Harley Shaiken, profesor de estudios sociales en la Universidad de California.
“Porque aunque Trump es por mucho el candidato más crudo que hemos tenido y hace declaraciones falsas a un ritmo que no tiene parangón, hizo una campaña radical e impredecible, y llevó a su contrincante a lo mismo”, asevera Jack Glaser, profesor de la Escuela Goldman de Política Pública.
“Porque aunque no supo controlar su lenguaje y demostró que no tiene mucha vida intelectual, se presentó como un hombre fuerte, casi como un Putin en Rusia, alguien que no tiene temor de renegociar tratados ni de dar, de nuevo, un lugar a Estados Unidos entre los países”, anota Emilio Viano, politólogo de la American University.
No obstante, su mayor atributo fue ganar, contra 16 competidores, con un nivel muy bajo de apoyo y con los ojos del mundo sobre él, la batalla política más reñida del Globo.
Esta es la portada de EL PERIÓDICO DE CATALUNYA correspondiente al día 9 de noviembre del 2016 a las 07.45 de la mañana, y que ya está disponible en los quioscos de Barcelona. En esta edición informó de esta forma, la victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos.
La Empresa de Energía de Bogotá es la tercera compañía colombiana de mayores utilidades y la primera en servicios públicos.
Por 31 votos a favor y 12 en contra, la plenaria del Concejo de Bogotá autorizó al alcalde Enrique Peñalosa a vender el 20 por ciento de las acciones que el Distrito Capital tiene en la Empresa de Energía de Bogotá (EEB) para apalancar la financiación de ocho obras de movilidad.
La mayoría del Concejo aceptó la tesis de la administración en el sentido de que es más beneficioso para la ciudad vender ya 1.836’235.403 acciones, para conseguir 3,5 billones de pesos, que esperar 20 años a recibir el producto de los dividendos para invertirlos en la ciudad. Con la enajenación, Bogotá pasará del 76,28 al 56,28 por ciento de participación.
La Empresa de Energía de Bogotá es hoy la tercera compañía colombiana de mayores utilidades y la primera en la categoría de servicios públicos, situación que los expertos atribuyen al éxito de haber atraído socios privados estratégicos en 1997. En ese momento, la que entonces era una empresa pública en problemas financieros se dividió en tres y de allí salieron Emgesa (generadora de energía), Codensa (comercializadora) y la propia Empresa de Energía, que hoy también está en el negocio del gas y tiene proyectos internacionales.
La EEB y ocho empresas en las que participa accionariamente tienen bonos en el mercado por más de 1,8 billones de dólares. La EEB está en el Mercado de Capitales desde el año 2007 y desde el 2008 tiene listadas sus acciones en el mercado de valores con el objetivo de permitir la negociación de sus títulos en la Bolsa de Valores de Colombia.
Lo que busca la Alcaldía con esta operación es conseguir ingresos que le permitan apalancar el financiamiento, entre el 2017 y el 2021, de obras por 21,1 billones de pesos, a través de Asociaciones Público-Privadas (APP), sistema en el que el sector público aporta una parte de los recursos y los privados construyen a cambio de concesiones para recuperar su inversión.
El Alcalde ha llamado a este un proceso de democratización porque su intención es ofrecer las acciones a ciudadanos del común. La presidenta de la EEB, Astrid Álvarez dijo en su presentación, que el gobierno corporativo de la compañía mejorará con la participación de más accionistas.
Temas de debate
La concejal María Victoria Vargas (liberal), que votó no, consideró ilegal la autorización para vender las acciones porque según ella, la ley ordena presentar primero el plan de enajenación y luego sí pedir la autorización para enajenar.
Jorge Durán Silva (liberal) aseguró que la Secretaría de Hacienda no presentó las fuentes sustitutivas de los ingresos que dejará de recibir la ciudad por dividendos, pero al final votó si a la venta.
Las bancadas políticas que avalaron la enajenación aseguraron que las fuentes sustitutivas sí se presentaron cuando, por ejemplo, la Alcaldía aseguró que aumentará el ingreso por ICA.
La Administración también respondió que por ley podrá presentar el plan de enajenación en el momento en que vaya a realizar el proceso, y eso no interfiere con la autorización que pidió para la venta de las acciones.
La secretaria de Hacienda, Beatriz Arbeláez, aseguró que la administración hizo los cálculos del crecimiento de la economía que generará la inversión de los recursos con metodologías del Dane y puede certificar que el impacto para la ciudad será positivo en aumento del Producto Interno Bruto, de generación de empleos y de incremento del recaudo de impuesto de Industria y Comercio.
El segundo debate del proyecto de acciones tuvo una sesión en plenaria el viernes pasado y este martes se prolongó por casi 12 horas, durante las cuales intervinieron todos los concejales que pidieron la palabra.
Las ocho obras que se quieren construir
La administración espera cofinanciar ocho obras de movilidad, entre el 2017 y el 2021, por Alianzas Público Privadas (APP), cuyo costo actual se estima en 21,1 billones de pesos.
1. Avenida Longitudinal de Occidente (ALO), desde Chusacá, en el sur, al límite norte del Distrito: 4 billones de pesos.
2. Troncal ALO desde el límite con Soacha, en el sur, hasta el límite con Chía, en el norte: 1,5 billones de pesos.
3. La calle 13 desde el límite del Distrito hasta la NQS con troncal Américas: 1,7 billones de pesos.
4. Troncal avenida Boyacá, desde Yomasa (en Usme) hasta la avenida Guaymaral, en el norte: 3,6 billones de pesos.
5. Troncal avenida Ciudad de Cali, desde la avenida Bosa, en el sur, hasta la calle 170, en el norte: 2,1 billones de pesos.
6. Avenida José Celestino Mutis (calle 63) desde el límite del Distrito con Funza hasta la avenida Alberto Lleras Camargo (carrera 7.ª): 2,6 billones de pesos.
7. El Sistema Integrado de Transporte Masivo en la troncal Ferrocarril del Norte, desde la avenida 68 hasta el límite con Chía: $ 1,5 billones.
8. El Sistema Integrado de Transporte Masivo en la troncal Ferrocarril del sur desde la avenida Villavicencio hasta la avenida de las Américas: 0,9 billones de pesos.
Estos recursos permitirán cofinanciar parcialmente los proyectos, que incluyen diseños, compra de predios y obra.
Tomado de: http://www.eltiempo.com/
El ministerio de Exteriores de Alemania propuso reunión extraordinaria con sus colegas europeos para analizar las consecuencias de la victoria del candidato republicano, Donald Trump, en las elecciones presidenciales.
En su cuenta oficial en la red social Twitter, el ministerio de Exteriores explicó que su responsable, el socialdemócrata Frank-Walter Steinmeier, propone un encuentro extraordinario de ministro de Exteriores de los Veintiocho para analizar «las consecuencias de las elecciones en Estados Unidos».
El anuncio se produjo pocas horas después de que se anunciase la victoria de Trump en las presidenciales estadounidenses por delante de la candidata demócrata, Hillary Clinton, y de que el propio Steinmeier se pronunciase sobre estos resultados electorales.
Trump es «imprevisible»
El jefe de la diplomacia alemana, que reconoció que el republicano no era su candidato, vaticinó que las relaciones de su país con Estados Unidos serán a partir de ahora «más difíciles» porque el comportamiento de Trump es «imprevisible».
Steinmeier recordó asimismo que el candidato republicano había tenido «palabras muy críticas» hacia Europa, la OTAN y también hacia Alemania, y vaticinó que las relaciones futuras con Washington iban a ser «más difíciles» que hasta ahora. Hay muchas cuestiones abiertas, dijo, pero el Gobierno alemán buscará «el diálogo para aclararlas».
La canciller alemana, Angela Merkel, ofreció por su parte una «estrecha colaboración» a Trump sobre la base de los «valores compartidos» entre ambos países: «democracia», «libertad», «respeto al derecho» y «la dignidad de las personas independientemente de su origen, color de piel, religión, sexo, orientación sexual o posiciones políticas».