Crculo de Periodistas de Bogot

Categoría Periodismo Internacional

Oposición venezolana retomó la calle para exigir elecciones

Foto: REUTERS

Marchas de la oposición en Venezuela


Quieren que el ente electoral de ese país presente un cronograma de los comicios.


Unos 2.000 opositores venezolanos exigieron este lunes en las calles de Caracas un adelanto de elecciones como vía para sacar al presidente Nicolás Maduro del poder, a quien culpan de la profunda crisis política y económica que atraviesa el país.

Efectivos de la policía civil y militarizada impidieron a los opositores avanzar hacia la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE) en Caracas, como ocurrió en varias marchas del año pasado, sin que se reportaran mayores incidentes aunque hubo pequeñas escaramuzas en otros puntos del país, donde también protestaron.

«Venimos a exigir el derecho que tienen los venezolanos a votar. Es la única manera de cambiar esto», afirmó Julio Borges, jefe del Parlamento de mayoría opositora, al entregar una carta con ese pedido a Luis Emilio Rondón, único de los cinco rectores del CNE afín a la oposición.

 

Rondón, quien acudió al encuentro de la marcha en la avenida Libertador -donde fue bloquedada-, prometió tramitar la solicitud porque la crisis es «inocultable» y «las instituciones tienen que responder». Varios miles de chavistas marcharon en el centro de Caracas en «defensa de la revolución» y para trasladar al Panteón Nacional los restos del dirigente Fabricio Ojeda, considerado por el oficialismo un «mártir», asesinado en 1966 por «la oligarquía».

«El pueblo está en la calle apoyando al presidente. No vamos a permitir que acaben con nuestra revolución que tantos beneficios sociales nos da», declaró Pedro Camargo, vestido de rojo -color del gobernante partido socialista-, como todos en la marcha chavista.

La tensión entre el gobierno y la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) volvió a subir en las últimas semanas. Media docena de opositores, entre ellos un diputado suplente, fueron detenidos por el recién creado «comando antigolpe», que encabeza el vicepresidente Tareck El Aissami, un chavista radical. 

¡Elecciones ya!

Las manifestaciones en contra y a favor de Maduro ocurren este lunes en una fecha simbólica, pues el 23 de enero se conmemora la caída de la dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez. Esta es la primera marcha que organiza la MUD después de que el CNE -al que acusa de servir al chavismo- suspendió en octubre pasado el proceso de referendo revocatorio contra Maduro y la oposición inició un diálogo con el gobierno, lo que desactivó las protestas.

(Además: Según Nicolás Maduro, Colombia es ‘malagradecida’)

«Quiero que se hagan elecciones, es la mejor forma de salir del gobierno que nos tiene tan mal», expresó Dora Valero, enfermera jubilada de 63 años que en la marcha llevó en el pecho un cartel que rezaba: «Elecciones ya». Según encuestas privadas, ocho de cada 10 venezolanos reprueban al gobierno, cansados de la severa escasez de alimentos y medicinas, y una inflación que el FMI cifró en 475 por ciento el año pasado y proyecta en 1.660% para 2017.

Pero el mandatario atribuye la crisis al desplome de los precios del petróleo -fuente del 96% de divisas- y prometió que 2017 habrá «recuperación». Para ello, en parte, según dijo, cambió el domingo al presidente del Banco Central. «El gobierno teme que una reacción en cadena de calle, por la terrible situación económica, pueda crear una tormenta perfecta que se le salga de las manos», opinó el analista Diego Moya-Ocampos, del centro del IHS Markit Country Risk (Londres). 

AFP

Tomado de: Eltiempo.com

Trump firmó orden ejecutiva para salirse del acuerdo Transpacífico

Foto: AFP

Donald Trump firmó las primeras sanciones presidenciales.


El mandatario también congeló las contrataciones de personal para el Gobierno federal.


El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este lunes la orden ejecutiva para sacar a Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), firmado por su antecesor Barack Obama para formar la mayor zona de libre comercio del mundo.

El mandatario también firmó una orden ejecutiva que prohíbe el uso de fondos del Gobierno para subvencionar a grupos que practiquen o asesoren sobre el aborto en el extranjero, una política republicana que data de la década de 1980 y que su predecesor, Barack Obama, había cancelado.

La concesión o no de fondos gubernamentales estadounidenses a los grupos pro aborto en el exterior ha sido un asunto contencioso en las últimas administraciones, que los han autorizado durante mandatos demócratas y prohibido durante los republicanos. También congeló las contrataciones de personal para el Gobierno federal.

El TPP, concebido como un contrapeso a la influencia creciente de China, fue firmado en 2015 por 12 países de la región Asia-Pacífico, pero no ha entrado en vigor. En la campaña electoral, Trump lo calificó de «terrible» para los trabajadores estadounidenses. «Hemos hablado mucho de esto durante mucho tiempo», dijo Trump mientras firmaba la orden ejecutiva en el Salón Oval la Casa Blanca. «Lo que acabamos de hacer es una gran cosa para los trabajadores estadounidenses», añadió.

(Además: Las promesas del Trump candidato: lo real y lo imposible)

El TPP fue firmado 12 países que representan casi 40 por ciento de la economía mundial: Australia, Brunei, Canadá, Chile, Estados Unidos, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam. La administración Obama consideraba al TPP como el mejor tratado posible porque incluye no solo la eliminación de barreras comerciales, sino también normas sobre legislación laboral, ambiente, propiedad intelectual y compras estatales.

Varias organizaciones no gubernamentales lo cuestionan por alegar que tiene normas muy opacas para los trabajadores y el medio ambiente. Sostienen además que viola normas soberanas de países miembro e incluso limita el acceso a medicamentos. El primer ministro japonés, Shinzo Abe, ferviente defensor del tratado, admitió a fines de 2016 que sin Estados Unidos el TPP «no tendría sentido».

AFP

Tomado de: Eltiempo.com

Trump, el magnate con rabo de paja

La familia de Donald Trump será una pieza clave de su Presidencia. El magnate dejará su compañía en manos de sus dos hijos mayores, Donald Jr. y Eric Trump, en un débil intento para esquivar conflictos de interés. Foto: Getty Images

Muchos se preguntan si los negocios de Donald Trump en el extranjero le pasarán cuenta de cobro en un eventual juicio político, o si, por el contrario, el magnate quedará impune y acrecentará su fortuna y las de sus aliados gracias a su posición en la Casa Blanca. La segunda opción parece más probable.

Durante uno de los discursos de su campaña, Donald Trump afirmó que los políticos estadounidenses “han ejecutado agresivamente una política de globalización, llevándose nuestros trabajos, nuestra riqueza y nuestras fábricas a México y al extranjero”.

Sin embargo, los proyectos de la Trump Organization, desde un exótico spa en los Emiratos Árabes, pasando por hoteles en Indonesia, lujosos complejos inmobiliarios en India y campos de golf en la costa de Escocia, muestran que los negocios del nuevo presidente de Estados Unidos son todo menos estadounidenses. Aunque Trump ha amenazado con imponer altos impuestos a los bienes que las empresas produzcan en el extranjero, él mismo tiene negocios en al menos 25 países del mundo a través de 150 divisiones de su compañía.

Consulte: Nueva tendencia

Las actividades de la Trump Organization se dividen en cuatro frentes principales, la construcción, la hotelería, los campos de golf y la concesión de contratos a compañías externas, que le pagan para usar la marca Trump en diversos productos. Sin embargo, el magnate no es particularmente exigente a la hora de elegir a sus socios, por lo que muchas de sus operaciones le han ganado aliados y enemigos controversiales, que rara vez coinciden con los intereses de su país. Por ejemplo, mientras que Trump ha dicho que Estados Unidos debe dejar de importar petróleo de Arabia Saudita para reducir su dependencia energética, durante su campaña presidencial abrió ocho nuevas compañías de construcción de bienes raíces de lujo en territorio saudí, según el diario The Wall Street Journal.

Además, también construyó un spa, un club de golf, y un complejo de casas de lujo en Dubái en asociación con el empresario Hussain Sajwani, quien ha dicho que espera concretar más tratos con su organización mientras que él está en la Casa Blanca. Siguiendo con las incoherencias, el magnate ha acusado a China de devaluar su moneda y de inventar el concepto de cambio climático para hacer que la producción estadounidense sea menos competitiva.

Le recomendamos: Trump: el Hombre bomba

Sin embargo, en el plano de los negocios, Trump parece tener una relación mucho más amigable con este país, ya que el Banco Industrial y Comercial, de propiedad del Estado chino, es el mayor arrendatario de la Trump Tower en Nueva York. Además, la Trump Organization tiene al menos nueve compañías con sede en el gigante asiático, y cientos de los productos de sus líneas de ropa, cristalería, perfumes, gafas, etcétera, son fabricados en China.

Escándalos de talla mundial

Más allá de la hipocresía, los negocios de Trump ya han causado escándalos políticos a lo largo y ancho del planeta. El polémico presidente filipino, Rodrigo Duterte, acusado de múltiples violaciones a los derechos humanos, nombró como enviado especial en Estados Unidos a Jose Antonio, un viejo socio de negocios de Trump, con el que construyó una torre residencial de 150 millones de dólares en la ciudad de Makati. Además, después de que Trump propuso vetar temporalmente la entrada de musulmanes a Estados Unidos, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció que no le permitiría usar su nombre en la torre que estaba construyendo en Estambul. Sin embargo, después de recibir un espaldarazo del magnate tras el intento de golpe de Estado en Turquía en julio del año pasado, Erdogan se retractó y defendió a Trump en una conferencia de prensa.

Versión completa en Semana.com 

Trump debuta con una declaración de ‘guerra’ a la prensa

No le gustó que los periodistas evidenciaran que las investiduras de Obama fueron más concurridas.


Las peleas de Donald Trump con los medios de comunicación de Estados Unidos no son nada nuevo. De hecho, eran casi pan de todos los días durante una campaña electoral en la que utilizó su cuenta en Twitter y otras redes sociales como caballos de batalla en esa disputa.

Este fin de semana, sin embargo, la disputa alcanzó niveles inverosímiles, con Trump declarando que se encuentra en “guerra” con los medios y periodistas, a los que catalogó además como las “personas más deshonestas del mundo”.

 
 

Lo que desató el nuevo enfrentamiento fueron unas imágenes, divulgadas por la mayoría de medios en EE. UU. y el mundo (entre ellos EL TIEMPO), en las quedaba claro la gran diferencia en la cantidad de público que asistió a la posesión del presidente Barack Obama en el 2009 y la de Trump el viernes.

 

Las imágenes muestran la vista aérea desde el monumento de Washington hasta el Capitolio, donde tiene lugar la ceremonia de posesión. Los cálculos, que no son exactos pero sí confiables (la explicación de esto, más adelante), hablaban de unas 700.000 personas en la posesión de Trump, frente a cerca de millón y medio o más en la de Obama en el 2009; y de un millón en la reelección del afroamericano en el 2013.

El sábado, y dando poco tiempo de preaviso, el nuevo secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, citó una rueda de prensa en la que se fue lanza en ristre contra los periodistas, acusándolos de haber tergiversado la información para hacer lucir mal a Trump.

“Esta fue la audiencia más grande en asistir a la investidura de un presidente, y punto”, dijo Spicer, por momentos elevando su voz y visiblemente enojado. El portavoz dio algunos ejemplos para justificarlo, pero muchos de ellos terminaron siendo o falsos o imprecisos.

Dijo, por ejemplo, que unas 420.000 personas habían utilizado el servicio de metro para asistir a la posesión –el principal medio de transporte que se usa para desplazarse al evento–, mientras que en la de Obama fueron solo 317.000. Pero, de acuerdo con las mismas autoridades del metro, en la inauguración de Obama en el 2013 se contabilizaron 782.000 desplazamientos.

 

Más mentiras

Sostuvo también que por primera vez se había utilizado una cubierta blanca para proteger el césped del Mall –que va del Capitolio hasta el monumento de Lincoln–, y que eso había resaltado más las áreas vacías. Pero, en realidad, el mismo tipo de cobertura se usó hace cuatro años.

Además, alegó que se había empleado un sistema para detectar metales que retrasó el ingreso de la gente, cuando el mismo Servicio Secreto confirmó que el sistema no se había usado.

Para algunos analistas, esta nueva pelea es una forma de desviar la atención de la opinión pública ante las multitudinarias marchas de mujeres realizadas el sábado, no solo en EE. UU. sino en varias ciudades del mundo.

Spicer, para sumar, le indicó a la prensa que en lugar de propagar mentiras debían enfocar su cubrimiento al bloqueo demócrata de la confirmación de Mike Pompeo como nuevo jefe de la CIA –impreciso, pues ya dijeron que sería confirmado este lunes–.

Terminó su ‘rueda de prensa’ sin contestar una sola pregunta y advirtiendo que vigilarán a los medios con lupa para asegurarse de que digan la verdad. “La mandíbula se me cayó al piso”, sostuvo Glenn Trush, del ‘New York Times’, al describir la escena.

Karen Tumulty, del ‘Washington Post’, dijo haber sentido escalofríos al escuchar al portavoz instruyéndolos sobre qué noticias debían reportar. Y Bill Cristol, comentarista republicano, catalogó la intervención de Spicer como una “vergüenza”. Lo que más llamó la atención fue su insistencia en dar como una verdad absoluta algo que evidentemente no lo es. Y no solo por las contundentes fotografías aéreas.

Aunque es imposible determinar la cantidad exacta de personas que asisten a un acto de tal magnitud, sí hay formas de aproximarse a un número. Las autoridades del Servicio Nacional de Parques, que son las que tienen el control sobre el Mall y los eventos que allí se realizan, estiman que entre el Capitolio y el monumento de Washington se pueden acomodar alrededor de un millón de personas.

Las fotos, tomadas ambas a la misma hora, muestran cómo hay varias secciones de ese tramo vacías. En la de Obama no solo estaban llenas, sino que la gente se agolpó incluso detrás del monumento de Washington y hasta a los pies del de Lincoln.

Además está la experiencia. EL TIEMPO ha asistido, a través de este corresponsal, a las últimas cinco posesiones de presidentes de EE. UU. ubicándose por lo general en la misma zona. Y si bien todas han sido multitudinarias, no hay duda de que a la del 2009 asistieron muchas más personas.

Otro termómetro que ayuda a comparar este tipo de eventos es el ‘rating’ de TV. De acuerdo con Nielsen, la posesión de Trump fue seguida por unas 30 millones de personas, mientras que a la de Obama se sintonizaron casi 38 millones.

En cualquier caso, Spicer estaba hablando por su jefe, que repitió los ataques durante un discurso en la CIA en el que siguió diciendo cosas ajenas a la realidad. Entre ellas que a su ceremonia habían asistido un millón y medio de personas que se apretujaron hasta el borde del monumento a Washington. Trump también se burló de quienes se sumaron a las marchas del sábado: “¡Miré las protestas, pero tengo la impresión de que recién tuvimos una elección! ¿Por qué estas personas no votaron?”, se preguntó, aunque también dijo que la protesta pacífica era el sello de la democracia de EE. UU.

Ante la CIA

Por más desconcertante que suene, Trump ha vuelto costumbre este tipo de retórica, en la que infla o desinfla información sin importarle la evidencia y le vende a su base, a través de redes sociales, la idea de que son los medios los que difunden información falsa sobre él.

En el discurso ante la CIA, para citar la más reciente de sus maniobras, les dijo a los agentes reunidos que los medios se habían “inventado” una pelea entre él y la comunidad de inteligencia cuando era todo lo contrario. “Prueba de que ustedes son lo más importante para mí es esta visita de hoy (al día siguiente de la posesión)”, dijo el mandatario.

Pero existen decenas de trinos que Trump ha publicado recientemente en los que la critica y hasta pone en duda su credibilidad.

“Más que incidentes aislados, los hechos de estos últimos días confirman lo que ya muchos temíamos. Trump, como demostró en campaña, será un presidente que tratará de sabotear el rol de la prensa, que será agresivo y castigador cuando pueda y que intentará construir su propia verdad de manera arbitraria”, sostiene Suzzanne Nossel, directora ejecutiva del Centro Americano PEN para la libertad de expresión.

SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal de EL TIEMPO
En Twitter @sergom68
Washington

Tomado de: Eltiempo.com

Estados Unidos evaluaría el apoyo a la paz de Colombia
Rex Tillerson, nominado a secretario de Estado en EE. UU. es cercano a Vladimir Putin y viene del sector petrolero. FOTO AFP
POR MARIANA ESCOBAR ROLDÁN | PUBLICADO HACE 10 HORAS

La confianza del Gobierno Nacional en que el proyecto Paz Colombia, que el año pasado aprobó 450 millones de dólares para los procesos que avanzan en el país, no cambiarán con Donald Trump al mando , se torna frágil.

Hace apenas una semana, Sergio Jaramillo, Alto Comisionado para la Paz, decía que “hay una relación muy sólida y estable que aguanta estos cambios de administración”, mientras el embajador de Colombia en EE. UU., Juan Carlos Pinzón, mencionó ayer en entrevista con Colprensa que las manifestaciones públicas favorables y cartas de miembros del Congreso le daban certeza de que Trump mantendrá el apoyo.

No obstante, el nominado secretario de Estado de ese país, Rex Tillerson, a su vez expresidente de la petrolera Exxon Mobile, cercano a Rusia y carente de experiencia en política internacional, habría dado nuevas pistas que indican recelo al respecto.

Tillerson no solo no se refirió a Colombia la semana pasada durante su comparencia ante el Senado de EE. UU., que deberá confirmar su elección, sino que, según filtró el centro de análisis estadounidense Latin America goes Global, en sus respuestas por escrito que dio al Senado, dijo que revisará los detalles del reciente acuerdo de paz para “determinar hasta qué punto EE. UU. debería seguir apoyando”.

No hay que confiarse

Para Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), las palabras de Tillerson son muestra de que el país no puede seguir desconociendo el impacto del gobierno de Trump en materia de paz y conflicto. “No podemos seguir engañados. Es probable que el impacto sea negativo, y podría afectarse sobre todo la lucha contra el narcotráfico”.

Entretanto, Jorge Giraldo, decano de Humanidades de la Universidad Eafit, señala que la reina por ahora es la incertidumbre, porque si bien hay algunas ideas sobre lo que pretende el mandatario, no está muy claro el margen de maniobra que tendrá ni sus prioridades.

Ahora bien, basándose en el discurso inaugural del magnate, es claro que habrá disminución de ayuda externa, y Colombia, el principal receptor de cooperación norteamericana en los últimos 20 años en el continente, “debería asumir el mensaje desde lo político”, detalla Giraldo.

Lo otro es que, es probable que la atención en Colombia se matenga, sobre todo porque esa ha sido la tendencia de los líderes republicanos en los últimos años, pero también que haya variaciones, como mayor presión sobre la política antinarcóticos, menos complacencia sobre el tratamiento a los guerrilleros desmovilizados y a los que están por desmovilizarse e incluso, advierte el decano, puede perjudicarse el proceso de paz con el Eln.

“Es demasiado optimista pensar como el Alto Comisionado, que nada va a cambiar. Las tradiciones se acaban y Trump es un revulsivo que va a introducir cambios o al menos a generar ruido en la manera como se han mirado las cosas”, concluye Giraldo.

Aunque el futuro pinta gris, en sus respuestas, Tillerson afirmó que “el Plan Colombia ha hecho una diferencia dramática y puede considerarse un éxito de política exterior tanto para Estados Unidos como para Colombia”, y añadió que el país es “uno de nuestros aliados más cercanos en el hemisferio, y un importante socio comercial”.

De otro lado, sostuvo, de confirmarse el ingreso de Colombia a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), haría todo lo posible para continuar la “estrecha cooperación con el gobierno colombiano, manteniéndolos en sus compromisos de frenar la producción y el tráfico de drogas”.

 Tomado de:El Colombiano.com

 

Comienza el diálogo entre rebeldes sirios y el Gobierno en Astaná

 


Las negociaciones entre el Gobierno y rebeldes sirios en la capital kazaja, Astaná, bajo el auspicio de Rusia, garante del equipo gubernamental, y Turquía, que respalda a la oposición, serán indirectas.


Los rebeldes sirios y el Gobierno del presidente sirio, Bachar al Asad, han comenzado este lunes (23.01.2017)  conversaciones de paz en Astaná, la capital de Kazajistán.

A las 13.40 hora local (07.44 GMT), con 40 minutos de retraso sobre el horario previsto, las negociaciones comenzaron en un hotel de Astaná, bajo el auspicio de Rusia, garante del Gobierno, y Turquía, que respalda a la oposición. El comienzo de las conversaciones de paz estaba previsto para las 13.00 hora local (07.00 GMT).

Las conversaciones, que durarán dos días y serán a puerta cerrada, «serán indirectas» según dijo Osama Abu Zeid, el portavoz del Ejército Libre Sirio (ELS), que lidera la oposición armada en las conversaciones de Kazajistán. El representante de la oposición armada agregó que Rusia y Turquía «han llegado a esa decisión hoy».

Optimismo de Rusia sobre solución a conflicto sirio

El vicepresidente de la Coalición Nacional Siria (CNFROS), principal agrupación política opositora siria, Abdul Hakim Bachar, había dicho por internet a la agencia Efe que la delegación opositora «no está en contra de conversaciones directas con la existencia de un mediador de la ONU o los dos países garantes, Rusia y Turquía».

El enviado especial del presidente de Rusia, Alexandr Lavrentiev, se mostró optimista sobre los resultados de las conversaciones para el arreglo del conflicto de Siria en Astaná.

«No hay una solución simple al conflicto, pero no escatimamos esfuerzos para intentar acercar las posiciones de la partes en el conflicto sirio, es decir, el Gobierno y los grupos armados de la oposición», dijo a la prensa Lavrentiev, jefe de la delegación rusa que asiste a las consultas en la capital kazaja, antes del inicio de la reunión.

En estas conversaciones, que durarán dos días y serán a puertas cerradas, participan además una delegación iraní, encabezada por el viceministro iraní de Exteriores para Asuntos Árabes, Hosein Ansari, y el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura. 

Tomado de: http://www.dw.com/

“El peligro en tiempos de crisis es buscar un salvador que nos devuelva la identidad y nos defienda con muros”
El papa Francisco, durante la entrevista que tuvo lugar este viernes. L’OSSERVATORE ROMANO

El Pontífice dice sobre Trump: “No me gusta anticiparme a los acontecimientos. Veremos qué hace»

Roma

El viernes, a la misma hora que Donald Trump juraba su cargo en Washington, el papa Francisco concedía en el Vaticano una larga entrevista a EL PAÍS en la que pedía prudencia ante las alarmas desatadas por el nuevo presidente de Estados Unidos —“hay que ver qué hace, no podemos ser profetas de calamidades”—, aunque advertía de que, “en momentos de crisis, no funciona el discernimiento” y los pueblos buscan “salvadores” que les devuelvan la identidad “con muros y alambres”.

Durante una hora y 15 minutos, en una sencilla habitación de la Casa de Santa Marta donde vive, Jorge Mario Bergoglio, que nació en Buenos Aires hace 80 años y se encamina a su cuarto año de pontificado, aseguró que “en la Iglesia hay santos y pecadores, decentes y corruptos”, pero que lo que más le preocupa es “una Iglesia anestesiada por la mundanidad», lejana a los problemas de la gente.

Pregunta. ¿Qué queda después de casi cuatro años en el Vaticano de aquel cura callejero que llegó de Buenos Aires a Roma con el pasaje de regreso en el bolsillo?

Respuesta. Que sigue siendo callejero. Porque en cuanto puedo, salgo a la calle a saludar a la gente en las audiencias, o viajo… Mi personalidad no cambió. No digo que me lo propuse: me salió espontáneo. No, acá no hay que cambiar. Cambiar es artificial. Cambiar a los 76 años es maquillarse. Por ahí no puedo hacer todo lo que quiero, pero el alma callejera está y ustedes lo ven.

El Papa, durante la entrevista con el director de EL PAÍS, Antonio Caño (derecha), y el corresponsal Pablo Ordaz. L’OSSERVATORE ROMANO

P. Aquellos problemas que tuvo Benedicto XVI al final de su pontificado y que estaban en aquella caja blanca que le entregó en Castel Gandolfo. ¿Qué había allí dentro?

R. La normalidad de la vida de la Iglesia: santos y pecadores, decentes y corruptos. ¡Estaba todo ahí! Había gente que había sido interrogada y está limpia, trabajadores… Porque aquí en la Curia hay santos, ¿eh?. Hay santos. Eso me gusta decirlo. Porque se habla con facilidad de la corrupción de la Curia. Hay gente corrupta en la Curia. Pero muchos santos. Hombres que han pasado toda su vida sirviendo a la gente de manera anónima, detrás de un escritorio, o en un diálogo, o en un estudio para lograr… O sea, ahí adentro hay santos y pecadores. A mí ese día lo que más me impresionó es la memoria del santo Benedicto. Que me dijo: “Mirá, acá están las actas, en la caja. Acá está la sentencia, de todos los personajes”. Y acá “fulano, tanto”. ¡Todo en la cabeza! Una memoria extraordinaria. Y la conserva, la conserva.

P. Respecto a los problemas del mundo que mencionaba, precisamente a esta hora está tomando posesión como presidente de EE UU Donald Trump. Y el mundo está bastante en tensión por ese hecho. ¿A usted qué consideración le merece?

R. Ver qué pasa. Pero asustarme o alegrarme por lo que pueda suceder, en eso creo que podemos caer en una gran imprudencia. En ser profetas o de calamidades o de bienestares que no se van a dar, ni una ni otra. Se verá. Veremos lo que hace y ahí se evalúa. Siempre lo concreto. El cristianismo, o es concreto o no es cristianismo. Es curioso: la primera herejía de la Iglesia fue apenas muerto Cristo. La herejía de los gnósticos, que el apóstol Juan la condena. Y era la religiosidad de spray, de lo no concreto. Sí, yo, sí, la espiritualidad, la ley… pero todo spray. No, no. Cosas concretas. Y de lo concreto sacamos las consecuencias. Nosotros perdemos mucho el sentido de lo concreto. A mí me decía el otro día un pensador que este mundo está tan desordenado que le falta un punto fijo. Y es precisamente lo concreto lo que te da los puntos fijos. Qué hiciste, qué decidiste, cómo te movés. Por eso yo frente a eso espero y veo.

P. La maquinaria diplomática del Vaticano funciona a pleno rendimiento. Tanto Barack Obama como Raúl Castro agradecieron públicamente su labor en el acercamiento. Hay sin embargo otros casos como el de Venezuela, Colombia o el de Oriente Próximo que siguen bloqueados. En el primer caso, incluso, las partes critican la mediación. ¿Teme que la imagen del Vaticano se resienta? ¿Cuáles son sus instrucciones en estos casos?

El Papa en el Muro de las Lamentaciones de Jerusalén, en mayo de 2014. ANDREW MEDICHINI AFP

R. Yo le pido al Señor la gracia de no tomar ninguna medida por imagen. Sino por honestidad, por servicio, esos son los criterios. Maquillarse un poco no creo que haga bien. Que a veces se pueden cometer errores, se va a resentir la imagen, bueno, eso es una consecuencia, pero uno lo hizo con buena voluntad. Luego la historia juzgará las cosas. Y después hay un principio, que para mí es claro, que es el que tiene que regir en toda la acción pastoral pero también en la diplomacia vaticana: mediadores, no intermediarios. O sea, hacer puentes, y no muros. ¿Cuál es la diferencia entre el mediador y el intermediario? El intermediario es el que tiene por ejemplo una oficina de compra y venta de inmuebles, busca quién quiere vender una casa y quién quiere comprar una casa, se ponen de acuerdo, cobra la comisión, hizo un buen servicio, pero gana siempre algo, y tiene derecho porque es su trabajo. El mediador es aquel que se pone al servicio de las partes y hace que ganen las partes aunque él pierda. La diplomacia vaticana tiene que ser mediadora, no intermediaria. Si, a lo largo de la historia, la diplomacia vaticana hizo una maniobra o un encuentro y se llenó el bolsillo, pues cometió un pecado muy grave, gravísimo. El mediador hace puentes, que no son para él, son para que caminen los otros. Y no cobra peaje. Hizo el puente y se fue. Para mí esa es la imagen de la diplomacia vaticana. Mediadores y no intermediarios. Hacedores de puentes.

Versión completa en El País.com, de España

 

La Casa Blanca de Donald Trump elimina el español de su página ‘web’

El presidente republicano cierra las cuentas oficiales del Gobierno en castellano en redes

Silvia Ayuso

Donald Trump ha dado otro portazo a la comunidad hispana de Estados Unidos, la primera minoría del país. Además de no contar con ningún hispano para su gabinete, algo que no sucedía desde hacía casi 30 años, el nuevo equipo en la Casa Blanca ha cerrado las cuentas en español que el Gobierno tenía en las redes sociales. Por el momento, carece también de un interlocutor directo para temas hispanos, como sí lo tuvo la Administración Obama. La Casa Blanca ya es solo la White House.

Al mediodía del viernes 20, mientras el recién investido Trump pronunciaba su discurso inaugural, la nueva Casa Blanca cambiaba rápidamente de manos, analógica y digitalmente. La cuenta de Twitter del presidente Obama pasó a ser la de Trump, y lo mismo sucedió con la página web de la Casa Blanca, que rápidamente colocó en portada una foto del nuevo mandatario. Pero no fue ese el único cambio. Además de variar y recortar sustancialmente los enlaces a los “asuntos” del nuevo Gobierno —temas destacados en la web de Obama, como la política sobre cambio climático, Cuba o el pacto nuclear con Irán fueron eliminados—, hay otro botón que desapareció: “En Español”.

Este enlace ligaba a la web en castellano de la presidencia y en la que además de los temas de la página principal en inglés, se destacaban intereses especiales de la comunidad hispana, como las acciones ejecutivas de Obama para regularizar temporalmente a centenares de miles de jóvenes indocumentados, el programa de acción diferida conocido como DACA.

Durante los dos mandatos de Obama, la Casa Blanca también mantuvo un blog en español con temas de interés específico para la comunidad hispana, desde cuestiones relacionadas con la inmigración, a la normalización de relaciones con Cuba o la crisis económica de Puerto Rico.

Pese a la patente predilección del nuevo presidente por Twitter como medio de comunicación —además de su nueva cuenta oficial sigue manteniendo y usando la suya privada—, la versión en español de la cuenta de la Casa Blanca también ha quedado paralizada. El último tuit en español es del 13 de enero, bajo la cuenta aún en manos de Obama.

Tampoco hay por el momento, como sí lo hubo durante la era Obama, un portavoz de prensa específicamente dedicado a los medios en español y a temas de interés hispano.

Que los hispanos no son una prioridad para el nuevo presidente quedó claro durante la larga campaña electoral, en la que demonizó a los inmigrantes latinoamericanos y puso contra las cuerdas al principal país de origen de la comunidad hispana de EE UU, México. La única expresión en español que usó el entonces candidato republicano fue el despectivo bad hombres con el que se refirió, durante el último debate presidencial con la demócrata Hillary Clinton, para referirse a los inmigrantes “ilegales peligrosos” que ha prometido deportar.

Trump además criticó a uno de sus rivales, Jeb Bush, por hablar español durante la campaña.

“Tenemos un país donde, si te quieres integrar, tienes que hablar inglés. Necesitamos que haya integración para tener un país. No soy el primero en decir esto. Este es un país donde hablamos inglés, no español”, dijo durante un debate republicano en septiembre de 2015. Un año largo y una victoria electoral después, no parece que Trump haya cambiado de opinión.

Tomado de:El País.com, de España

 

 

 

 

 

“Nunca habíamos visto tanta hostilidad”: periodista del Washington Post
Foto: AFP

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, callando a un periodista de CNN durante una rueda de prensa.

Entrevista con Paul Fahri

Fahri dijo que aunque ha habido otros presidentes que no han tenido buena relación con los medios, lo de Donald Trump es algo “sin precedentes”.

Por: Juan Sebastián Jiménez Herrera
En Twitter: @JSJH_EE

La imagen del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, callando a un periodista de CNN ejemplifica lo que van a ser las relaciones entre Trump y los medios durante estos cuatro años. El Espectador entrevistó al curtido periodista del Washington Post Paul Fahri, para quien esa imagen va a ser “algo común” con Trump.

¿Cómo serán las relaciones entre los medios de comunicación y el presidente Donald Trump?

Es difícil saber lo que va a pasar en el futuro. Pero lo que hemos visto es mucha hostilidad de su parte. Durante la campaña se dedicó a criticar a los medios. Así que no espero una buena relación. Pero debo decir que no todos los presidentes de Estados Unidos han tenido buenas relaciones con los medios. Obama también tuvo problemas con ellos. Aunque creo que Trump no tiene precedentes.

¿Hay algún riesgo para la libertad de expresión?

Él está autorizado para criticar a la prensa. No es ilegal ser un crítico de los medios. Hay gente que sienten que, finalmente, Trump puede convertirse en una amenaza para la primera enmienda (que avala la libertad de expresión). Hay prácticas que, aunque no son ilegales, son inconvenientes. Pero hay una gran zona gris entre lo uno y lo otro. Y él está en esa zona gris.

Estaba pensando en algo como lo que está ocurriendo en Turquía con Erdogan…

Trump ciertamente ha promovido el odio hacia nosotros. Nunca había visto tanta hostilidad hacia los periodistas como durante la campaña. Escucho todo el tiempo cuán mentirosos somos, cuán deshonestos somos, cuán malos somos. E, incluso, se ha vuelto algo personal. Hay gente diciéndome que no soy un buen periodista. Pero no quiero ir tan lejos como para decir que esto es una dictadura. Con Erdogan está ocurriendo algo muy distinto a lo que pasa en Estados Unidos.

Durante una rueda de prensa hace poco vimos un fuerte enfrentamiento entre Trump y el corresponsal de CNN. ¿Va a ser esto algo común durante su período?

Sí, sí creo, porque lo que usted vio durante esa rueda de prensa no es algo inusual para él. Durante la campaña, protagonizó ruedas de prensa bastante hostiles: Con él criticando a los periodistas y retándolos. Es algo sin precedentes. Nunca habíamos visto tanta agresividad hacia nosotros. Es algo nuevo y diferente. Distinto a cualquier otro político.

Estamos en un momento que algunos han llamado una era de la “posfactual”…

Eso he oído. Pero como periodista puedo decir que hay unos hechos y a veces es inconveniente, para algunos políticos, que éstos se sepan. Y eso no se puede negar. El problema, en tal caso, no es de los periodistas, sino de los no periodistas, gente en Facebook publicando noticias falsas, gente que no tiene ningún respeto por lo que hacemos, que no son profesionales y que no son honestos. Y luego está Trump, que creó algo así como su propia realidad, que reprodujo una cantidad de noticias que no eran verdad. Trump lo que ha hecho es generar mucho escepticismo sobre lo que es verdad y lo que no. Y la gente que lo sigue cree que nosotros no estamos diciendo la verdad.

¿Qué va a pasar con medios como “Breitbart”?

Durante mucho tiempo ha habido medios conservadores que se presentan como opuestos a los medios tradicionales. Y eso está bien. Es bueno que haya quien revise lo que hacemos y lo que escribimos. Pero existe el riesgo de que se creen realidades alternativas al difundir hechos que no son comprobables. Y eso es peligroso porque cuando la gente ya no cuente con las herramientas para diferenciar la verdad de lo que no lo es, esa es una receta para el caos. Es algo a lo que tenemos que estar atentos.

Lo que está ocurriendo, finalmente, es que la gente está leyendo aquellos medios que refuerzan sus creencias. Sea una persona liberal o una conservadora, va a leer aquellos medios que refuercen sus creencias y no van a intentar buscar medios neutrales que no tengan una agenda o una agenda menos marcada que aquellos medios con una motivación política.

Durante la campaña se dijeron dos cosas: que los medios se olvidaron de quienes votaron por Trump y que, por ello, su victoria fue una derrota para los medios tradicionales…

Nosotros cubrimos la campaña de Trump -y a sus votantes- muy bien. No sólo nosotros, sino varios medios. Uno no puede cubrir un evento sin preguntarles a sus asistentes sobre lo que piensan. Pero lo que Trump hizo fue convertir a los medios en su oponente. No estaba luchando sólo contra los demócratas, sino contra todo el establecimiento, incluyendo al Congreso, a los republicanos. Pero los medios fueron un tema recurrente en sus eventos. Se la pasaba diciéndoles a sus seguidores que nosotros mentíamos.

No significa que los medios de comunicación no tengamos errores o que seamos intocables. Pero, al final, se convirtió en una cuestión en la que si seguías a Trump, tenías que estar en contra de los medios y no creer en nada de lo que los medios dijeran. Algo ridículo.

¿Qué deben hacer los medios para sobrevivir estos cuatro años?

Esa pregunta es algo exagerada. Creo que al Washington Post o al New York Times les va a ir bien estos cuatro años. Quiero decir algo: Trump, finalmente, fue bueno para nosotros. Nos dio mayor tráfico, mayor rating. Fue bueno en el sentido en el que estimuló a muchos a leer nuestros artículos. Muchas de nuestras historias sobre él tuvieron un gran tráfico. Eso no quita la ansiedad que tengo por su llegada a la Casa Blanca. Pero hay que reconocerlo.

Tomado de:El Espectador.com

Casa Blanca dice que medios de comunicación deslegitiman a Trump

Foto: Olivier Douliery / EFE

Donald Trump ya había atacado este sábado a la prensa estadounidense por los reportes que publicaron sobre la cantidad de asistentes en la ceremonia de posesión.

Reince Priebus, jefe de gabinete, afirmó que no van a «aceptar» esta situación.

Por:  REUTERS |

El jefe de gabinete de la Casa Blanca, Reince Priebus, intensificó el domingo las críticas del Gobierno de Donald Trump a los medios de comunicación, a los que acusó de tratar de deslegitimar al presidente, y prometió combatir a ese tipo de cobertura «con diente y uña».

«Los medios han estado hablando de deslegitimar la elección desde el día uno«, comentó Priebus en una entrevista con el programa ‘Fox News Sunday’.

(Le puede interesar: Con un decreto contra el ‘Obamacare’, Trump inicia cambios en EE. UU.)

Acusó a los medios de atacar al nuevo presidente y afirmó que «no vamos a quedarnos sentados y aceptarlo«.

Priebus habló un día después de que el nuevo presidente republicano usó una visita a la sede central de la CIA para atacar a los medios tras reportes sobre la cantidad de asistentes a su toma de juramento el viernes.

(Además: La pelea de Trump con servicio de inteligencia le puede salir muy cara)

REUTERS

Tomado de:El Tiempo.com

 

Donald Trump firma su primer decreto: flexibilizar la reforma sanitaria de Obama

Trump, este viernes, firmando su primer decreto en el Despacho Oval flanqueado por su vicepresidente y jefe de gabinete. EVAN VUCCI (AP) / EL PAÍS VÍDEO (REUTERS)

Donald Trump aprobó la noche del viernes su primer decreto como presidente de Estados Unidos. El objetivo fue una de sus enseñas de campaña: la reforma sanitaria del mandatario saliente, Barack Obama. La orden ejecutiva, que Trump firmó en el Despacho Oval tras finalizar el desfile presidencial, insta a los departamentos gubernamentales a flexibilizar la regulación relacionada con el llamado Obamacare, mientras el Congreso debate cómo derogar y reemplazar la ley.

El decreto pide a las agencias que “alienten el desarrollo de un mercado abierto y gratuito” sobre servicios sanitarios, y permite anular provisiones de la ley que impongan cargas fiscales a los Estados y sus ciudadanos.

Poco después de la toma de posesión de Trump, la página web de la Casa Blanca recogía el listado de prioridades del nuevo presidente, que suponen un repliegue de Estados Unidos para centrarse más en sus problemas nacionales: recortes fiscales, derogación de regulaciones energéticas que obligaban a reducir emisiones contaminantes, impulso al proteccionismo comercial, refuerzo de las Fuerzas Armadas y la lucha contra el crimen, y un muro en la frontera con México contra la inmigración irregular. En política exterior, aboga por un plan “agresivo” contra el yihadismo. El republicano promete que los ciudadanos guiarán su política y dejarán de ser los “olvidados”.

Su equipo también eliminó de la página oficial de la Casa Blanca casi todas las menciones a las políticas de cambio climático. El movimiento no ha llegado por sorpresa. De esta forma, cumplía su promesa de hacer retroceder la política de Obama al respecto. Además, la página se ha remodelado: también se han eliminado los planes sobre los derechos de gays, lesbianas, transexuales y bisexuales (LGTB) y el resto de páginas en las que se informaba de las políticas del anterior presidente, informa The New York Times.

El republicano firmó además los dos primeros nombramientos de su Gobierno, después de ser aprobados por el Senado: los generales retirados James Mattis como secretario de Defensa y John Kelly al frente del Departamento de Seguridad Interior. Ambos juraron el cargo en una ceremonia con el vicepresidente Mike Pence.

A Trump le quedan 13 jefes de departamento pendientes de ser confirmados por el Senado. En su primer día como presidente en 2009, Obama ya tenía a siete secretarios de su Gobierno oficialmente nombrados. A la espera de su aprobación por los legisladores, los departamentos tienen secretarios en funciones procedentes de la anterior Administración. Por ejemplo, el que era subsecretario de Estado con Obama, Tom Shannon, es ahora el jefe en funciones de la diplomacia estadounidense.

En su primer comunicado presidencial, Trump elogió los nombramientos de Mattis y Kelly, e instó al Senado a cumplir su “obligación constitucional” y confirmar “con rapidez a mis altamente cualificados nominados para el Gobierno”.

“Estuve muy ocupado, pero estuvo bien. Un día precioso”, dijo Trump, sobre su investidura, en unas breves declaraciones a la prensa en el Despacho Oval, que sufrió sus primeras modificaciones tras la salida de Obama. Las cortinas grises situadas detrás del escritorio han sido sustituidas por unas doradas. Y además colocará un busto del ex primer ministro británico Winston Churchill.

En paralelo a la firma de la orden ejecutiva (decreto) sobre la reforma sanitaria, el nuevo jefe de gabinete de Trump, Reince Preibus, difundió un memorando en que insta a todas las agencias a congelar cualquier nueva regulación, según explicó el portavoz Sean Spicer.

El freno a regulaciones y a Obamacare eran dos iniciativas que se daban por descontadas en las primeras horas del republicano en la Casa Blanca.

En varios documentos difundidos este viernes por la Casa Blanca, el equipo de Trump da algunos detalles sobre sus políticas económica, exterior y comercial. En energía, aboga por rebajar los límites contaminantes, pero no hay mención al Acuerdo de París contra el cambio climático, del que el republicano ha dicho que podría retirar a EEUU.

También llama la atención la escasa referencia a la política migratoria, más allá de prometer deportar a los inmigrantes indocumentados con antecedentes delictivos. Sobre el muro fronterizo con México, emblema de campaña, Trump reiteró la semana pasada que iba a construirlo y que preveía que lo pagara el país vecino.

Sí se mantiene la promesa de sacar a EE UU de la Asociación Transpacífica, el acuerdo de libre comercio con 11 países del Pacífico. El magnate, que hizo del proteccionismo una enseña electoral, considera el TPP un “desastre” y aboga por negociar acuerdos bilaterales. También apuesta por revisar el NAFTA, el acuerdo de libre comercio con México y Canadá, y amenaza con salirse del tratado si los otros dos países se oponen a renegociarlo.

En política exterior, Trump aboga por la doctrina de “paz mediante la fuerza”, un guiño a la estrategia estadounidense durante la Guerra Fría, abanderada por el expresidente Ronald Reagan. “Este principio hará posible un mundo estable, más pacífico con menos conflictos y más terreno en común”, señala uno de los informes de la Casa Blanca.

Pese a alejarse del multilateralismo, insignia de la presidencia de Obama, y de la idea de EE UU como faro moral, el texto defiende la vía diplomática en el tablero internacional y hablar con enemigos, como ha hecho Obama con Cuba e Irán. “El mundo debe saber que no vamos al extranjero en busca de enemigos, que siempre estamos contentos cuando viejos enemigos se convierten en amigos, y cuando viejos amigos se convierten en aliados”, sostiene la nueva Administración.

Tomado de:El País.com,de España

Decenas de miles de personas se concentran en Washington para decirle no a Trump
Miles de personas se manifiestan en Washington contra Trump al día siguiente de su jura como presidente de EE UU. JOSE LUIS MAGANA AP

La Marcha de las Mujeres atrae a la capital a manifestantes de todo EE UU y otros países

Decenas de miles de personas se concentraban este sábado en Washington para marchar en apoyo a las minorías, los inmigrantes y los derechos civiles y sociales, especialmente los de las mujeres, que temen estén en peligro con la llegada de Donald Trump al poder.

Tan solo unas horas después de que el republicano jurara el cargo como presidente 45 de Estados Unidos y firmara su primera orden ejecutiva, con la que paralizó de inmediato una parte de la reforma sanitaria de su predecesor, el demócrata Barack Obama, estadounidenses venidos de todo el país, pero también personas venidas desde Canadá o México, confluyeron en las afueras del Capitolio para participar en la Marcha de las Mujeres, para la que han confirmado su asistencia en las redes sociales más de 200.000 personas.

Una cifra que, en vista de la congestión del metro —a dos horas del comienzo de la concentración era ya casi imposible montar en un vagón— y de las avenidas próximas al origen de la marcha, no parecía exagerada.

Therese Anderson viajó desde Minnesota junto con su hermana Jennifer para participar en la marcha, la primera de su vida, subrayó. “Eso te da una idea de lo importante que era para mí venir aquí”, explicó Therese, para quien era fundamental marchar en Washington en “apoyo a toda la gente humillada por Trump durante la campaña electoral”. Anderson trabaja en temas de desarrollo internacional y dice estar muy preocupada por que Trump pueda poner freno a las ayudas a países pobres. Pero no es lo único que le inquieta del nuevo presidente. “Nos hemos pasado los últimos cien años intentando hacer mejor este país y no queremos que Donald Trump lo eche todo a perder”, señaló.

Ese mismo sentimiento le llevó a Hope tomar un avión desde Milwaukee -“que estaba lleno de mujeres”, subraya— para viajar hasta Washington. Muchas más mujeres de su ciudad se organizaron en las redes sociales para viajar en autobús, agrega. Hope portaba en sus manos una pancarta hecha por su hija con un mensaje sencillo escrito con letras infantiles: “Somos seres humanos, no muebles”. En la espalda, una capa roja con un mensaje a Trump: “Escúchanos, estás para servirnos” firmado por 15 amigos y amigas que no pudieron desplazarse hasta Washington.

A la cabeza, como miles de mujeres y hombres más esta mañana lluviosa en la capital estadounidense, Hope portaba un gorro de lana rosa hecho a mano con la forma de las orejas de un gato. La prenda, que este sábado sustituía la gorra roja de los trumpistas de la víspera, se ha convertido en un símbolo contra Trump. Se la llama el “pussy hat”, un juego de palabras con el doble sentido de “pussy”, que significa tanto gatito como “coño”, y hace referencia a la misoginia del nuevo presidente y a las revelaciones que casi hacen descarrilar su campaña de que, hace una década, se vanaglorió de que podía hacer con las mujeres “lo que quiera, incluso agarrarlas por el coño” sin su consentimiento.

La Marcha de las Mujeres, que empezó como una iniciativa privada de una mujer que, consternada por la victoria de Trump preguntó en Facebook a varias de sus amigas si se animarían a ir a Washington al día siguiente de la investidura, ha acabado convirtiéndose en un fenómeno nacional y hasta internacional apoyado por estrellas como Cher, Lena Dunham, Katy Perry o Robert DeNiro y que recoge intereses tan variados como la defensa de la igualdad salarial o el derecho a maternidad, los inmigrantes, el medioambiente o la comunidad LGTBI. Pero lo que está considerado ya como la “otra inauguración” en Washington tiene un denominador común: la “preocupación y miedo” que ha provocado la llegada a la presidencia estadounidense de alguien tan divisivo, agresivo y misógino como Donald Trump, y la necesidad de demostrar que las minorías, en su conjunto, son tan numerosas que “es imposible ignorarlas”, según los principios de la Marcha.

La concentración bebe, tanto en nombre como en ideales, de la Marcha del Millón de Mujeres que hace justo 20 años reunió en Filadelfia a miles de mujeres afroamericanas que reclamaron más oportunidades para la comunidad negra, así como de la histórica Marcha por Trabajos y Libertad en la que en 1963 Martin Luther King pronunció su histórico discurso “Tengo un sueño”.,

Tomado de:El País.com, de España