La comunicación es un área del conocimiento que se caracteriza por su diversidad y variedad en las ramas profesionales. Por tal motivo, es indispensable poseer un alto nivel de conocimiento teórico y cultural, para poder ejercer un trabajo de calidad en cualquier campo de acción que esta ofrezca.
En esta ocasión, les brindamos la segunda entrega de 57 libros sobre comunicación gratis en PDF, recopilatorio que contará con ejemplares escritos por teóricos de todas las partes del mundo, para que los estudiantes y profesionales en comunicación amplíen su biblioteca y adquieran mayor conocimiento para su crecimiento y desarrollo profesional.
#20 Políticas, Discursos y Narrativas en Comunicación / Gabriel Kaplún: leer aquí
#21 Comunicación y Democracia / Diego Segovia: leer aquí
#22 La Comunicación: De los Orígenes a Internet / Miquel de Moragas (editor): leer aquí
#23 Periodismo Ciudadano: Evolución Positiva de la Comunicación / Óscar Espiritusanto, Paula Gonzalo Rodríguez: leer aquí
#24 Sistemas de Información: Aspectos Técnicos y Legales / José Manuel Rodríguez Rodríguez, María José Daureo Campillo: leer aquí
#25 Para Leer al Pato Donald: Comunicación de masa y colonialismo / Ariel Dorfman, Armand Mattelart: leer aquí
#26 Comunicación Multicultural en Iberoamérica: Historia Contextual y Teoría Comparada / José Marques de Melo: leer aquí
#27 Los Secretos de la Comunicación / Comunidad de Madrid: leer aquí
#28 Comunicología Posible / Luis Jesús Galindo Cáceres: leer aquí
#29 Género y Comunicación / Generalitat Valenciana:leer aquí
#30 Imaginarios sobre la Comunicación / Marta Rizo García: leer aquí
#31 Voces Abiertas de América Latina / Florencia Saintout, Andrea Varela, Daiana Bruzzone: leer aquí
#32 La Comunicación Pública como Espectáculo / Adriana Amado (editor): leer aquí
#33 Democratizar la Palabra / Osvaldo León: leer aquí
#34 La Comunicación No Verbal / Flora Davis: leer aquí
#35 Estudios Interdisciplinarios en Comunicación / Vicente Castellanos Cerda (editor): leer aquí
#36 Instagram como Herramienta de Comunicación Publicitaria / Cristina Madrigal Romero: leer aquí
#37 Comunicación, Conflictos y Cambio Social / Alex Iván Arévalo Salinas, Amador Iranzo, Raquel Cabral: leer aquí
«Las mejores esposas son siempre las grandes amantes. La literatura es mi esposa, mi amante, mi tía, mi hija y mi abuela», dijo Gabriel García Márquez en una entrevista del año 1997 y esa idea quedó grabada para todo el mundo. La literatura como todas las mujeres que quiere o quiso, todas juntas. Ese era su pasión, su amor por las letras: leer y escribir, escribir y leer. La literatura como una totalidad infinita.
Hijo de Gabriel Eligio García y Luisa Santiaga Márquez, nació un 6 de marzo de 1927, hace exactamente 91 años. Era domingo, el reloj marcaba las nueve de la mañana en la ciudad colombiana de Aracataca. Salió a la vida un pequeño bebé que luego fue un muchacho travieso, más tarde un adolescente rampante y un adulto voluntarioso, y finalmente un anciano sabio y carismático. Durante su paso por este mundo, la literatura lo acompañó siempre. Como pocos escritores del mundo, escribió sin parar dejando cerca de sesenta libros.
Sus más descabelladas experiencias, su trabajo inclaudicable como periodista, su olfato narrativo, la invención del realismo mágico, su pertenencia emblemática dentro del boom latinoamericano. Todo esto y más. Gabriel García Márquez fue un hombre que, no sólo logró el premio Nobel de Literatura en 1982, también contribuyó a que la literatura de América Latina se expanda por el mundo.
Para quienes aún no se han dejado caer en su polifacética obra, una breve lista —ordenada cronológicamente— de los siete libros imprescindibles que ha publicado.
Relato de un náufrago
Se trata de un clásico que muchos leyeron durante su educación primaria. Es un reportaje novelado sobre la historia de Luis Alejandro Velasco Sánchez, un tripulante que sobrevivió diez días en alta mar. Antes de ser un libro en 1970, se fue publicando por entregas durante catorce días consecutivos en el periódico El Espectador en 1955.
El coronel no tiene quien le escriba
La historia ocurre en 1956 y su protagonista es un un veterano de la Guerra de los Mil Días que vive con su esposa asmática esperando la pensión que nunca llega. García Márquez reconoció que era la más simple de las novelas que había escrito ya que no tiene saltos en la trama ni aparecen fenómenos fantásticos, sin embargo dijo que era su mejor libro. Se publicó en el año 1961.
Crónica de una muerte anunciada
Publicada por primera vez en 1981, es la novela que representó un acercamiento entre lo periodístico y lo narrativo dentro de su carrera. Se destaca allí la multiplicidad de personajes y lo inquietante de la trama. Entre sus frases, esta: «No quiero flores en mi entierro, me dijo, sin pensar que yo había de ocuparme al día siguiente de que no las hubiera».
Cien años de soledad
Se trata sin dudas de una de las grandes obras maestras de la literatura hispanoamericana y universal y de la más importante de García Márquez. Desde su primera edición -fue publicada en Buenos Aires en mayo de 1967-hasta la fecha se han vendido más de 30 millones de ejemplares y ha sido traducida a 35 idiomas. Allí aparece en todo su esplendor el realismo mágico que tanto lo ha caracterizado en una historia densa que atraviesa varias generaciones, lo cual la vuelve un artefacto de gran ingeniería narrativa.
El amor en los tiempos del cólera
Si bien el amor es un tema que el autor colombiano trata de forma recurrente, en ningún libro tiene tanta centralidad como en este. Publicado en 1985, está inspirado en el amor de sus padres. Su abuelo, el padre de Luisa, el coronel Nicolás Ricardo Márquez Mejía, se opuso a esa relación dado que Gabriel Eligio García, el futuro padre de Gabo, era hijo de madre soltera, pertenecer al Partido Conservador Colombiano y ser un mujeriego confeso. Luisa fue enviada a vivir a otra ciudad, pero eso no impidió el cortejo con serenatas de violín, poemas de amor, innumerables cartas y frecuentes mensajes telegráficos. Se casaron el 11 de junio de 1928.
Noticia de un secuestro
Un gran libro para conocer mejor su capacidad periodística. Para construir esta historia, García Márquez se basó en la historia del secuestro de varias figuras prominentes de Colombia ocurrido durante la época del narcoterrorismo a inicios de los años noventa. Se publicó en 1996.
Vivir para contarla
El último libro elegido en esta lista es el que relata sus memorias, particularmente la infancia y juventud de García Márquez, entre 1927 y 1950, finalizando con la propuesta de matrimonio a su esposa. Familia, escuela y primeros años como periodista y escritor.
Daniela Abad Lombana es la joven directora de la película The Smiling Lombana, cuyo estreno mundial fue en el primer día en el Festival de Internacional de Cine de Cartagena de Indias (FICCI). El documental presenta a su abuelo Tito Lombana y un gran secreto familiar que la cineasta descubre a través de su investigación para dicha obra. Un secreto que también encierra la historia de Colombia y que fue una tragedia familiar. La relación con el narcotráfico de Tito, conocido por ser el autor de Los Zapatos Viejos, cambió el destino de su familia para siempre.
Abad fue la invitada especial al segundo día de la Beca Gabriel García Márquez de Periodismo Cultural, en la que atendió las preguntas de los 15 periodistas becarios, quienes a través de la guía de los maestros invitados, Stephanie Zacharek y David Trueba, buscan afinarse como críticos de cine.
Aunque conversó principalmente sobre su filmografía —compuesta además por el documental Carta a una sombra, que relata la vida de su otro abuelo, el inmolado Héctor Abad Gómez— Daniela también habló sobre periodismo.
“Los documentalistas tienen mucho miedo a que sus películas parezcan periodismo”, fue una de las apreciaciones que compartió Daniela tras su encuentro con los becarios. Ella atribuye ese temor al encasillamiento del periodismo, en la mirada de los cineastas, como un ejercicio puramente informativo y poco reflexivo. “Pero yo creo —aclaró— que el buen periodismo se parece al documental y se parece mucho a la literatura. A eso el documental, cuando se aleja de la mera información, se parece también mucho”.
El maestro David Trueba explicó a los becarios momentos antes del encuentro con Daniela que no se puede hacer un comentario sobre un oficio sin respetarlo y sin entender las claves del mismo que lo hacen complejo. Por eso los participantes escucharon atentamente a la directora, quien profundizó sobre la concepción, planeación y estructuración de un documental. Estas son algunas de las reflexiones que dejó en el encuentro.
1. Historias similares a veces requieren distintos recursos narrativos.
“The Smiling Lombana y Carta a una sombra son dos películas que se relacionan porque son dos tratamientos distintos para hacer una película sobre personas que no existen. En Carta utilizamos el archivo sonoro de Héctor Abad Gómez y en Smiling Lombana usamos el archivo fílmico”.
“En ambos casos usamos testimonios, pero son dos maneras de hablar de personas que no están y no se pueden defender a sí mismas. Lombana es un personaje muy camaleónico, muy cambiante y se cuenta a través de muchas personas. En el caso de Hector Abad Gomez intentamos tener una única línea”.
2. Conversar y escribir despierta las historias.
“Cada película requiere de su método. A mí lo que me gusta es conversar con la gente, con amigos. A través de esas conversaciones va saliendo la historia. Y escribo mucho, cualquier cosa que se me vaya ocurriendo, de forma desordenada. Después, eso va adquiriendo un sentido. Escribir espontáneamente me ayuda a tener pensamientos que no tenía”.
3. Hay que investigar a fondo al personaje y su contexto.
“Después [de pensar en la historia] viene una tarea más juiciosa de investigación, del personaje, del momento histórico. Me parece muy importante que las historias se relacionen siempre con un momento histórico de los lugares donde suceden”.
“Cuando estoy demasiado metida en la investigación, es como si la historia se metiera tanto en ti que de repente cualquier cosa que ves, lees, empieza a tener relación con esa historia. Intento tener el máximo de información posible y después olvidarme de todo para que eso trabaje de forma inconsciente”.
4. Es necesario tener una estructura previa de la historia…
“Yo sabía que The Smiling Lombana debía tener tres líneas. Primero, las entrevistas, y la forma de firmar los planos abiertos y no tan cerrados, para mostrar los espacios que habita la gente. Ese es el objeto del documental: mostrar qué espacios habitamos, qué objetos tenemos. Por eso está filmado de esa manera».
“Había una segunda línea que era la línea de archivo y una tercera que era metafórica. No sabía exactamente qué metáforas íbamos a usar. Sabía que quería que la película tuviera unos momentos más poéticos y que esos momentos iban a coincidir con las reflexiones que salieran en la película . Sabía que era una película que comenzaba y terminaba en el mismo punto y tenía un clímax que era el narcotráfico. A ese clímax teníamos que sumarle capas que generaran dudas sobre el personaje. Un conflicto inicial que halara al espectador para tenerlo interesado”.
5. …Pero el documental se termina de escribir en el montaje.
“La escritura de los textos o las reflexiones que tiene la película se fueron creando en la edición. Yo sabía que tenía que hacer que la historia fuera colombiana pero universal. Pero eso fue algo que se fue formando más en el proceso de edición, inspirado por las imágenes que teníamos. Esas imágenes no fueron creadas para ese texto, sino que los textos fueron creados para las imágenes. Uno puede planear mucho las películas, pero los documentales son muy impredecibles. Casi que uno construye la película en el montaje”.
6. Contrastar testimonios enriquece al personaje.
“Yo sabía que el personaje [Tito Lombana] se escapaba todo el tiempo e iba a cambiar. Sabiendo y siendo conscientes de eso, construimos al personaje a muchas voces, intentando que las opiniones de esas personas fueran contrastadas. Yo sabía que mi tía iba a hablar de su parte positiva, desde el amor de una hija a su padre. No sabía qué iban a decir los hermanos, pero buscamos que esas opiniones fueran distintas y cambiantes para darle un ritmo al documental, hacerlo más activo, darle información constante y para que el personaje se dibujara y se desdibujara todo el tiempo».
7. La verdad absoluta no está en un documental.
“En el caso del documental, me parece difícil encontrar la verdad. Uno cree que los documentales se centran en decir la verdad, que todo lo que se diga en un documental es necesariamente cierto. No. No existe una verdad absoluta. Existen muchas versiones de esa verdad. Eso también es difícil porque mucha gente se siente traicionada. Mi abuela se fastidió mucho cuando el documental decía que Tito la había abandonado cuando se fue de Colombia. Que eso no era cierto. El problema es que la memoria es muy creativa».
Todos sabemos que existe el el trabajo no remunerado en el periodismo y casi todos estamos de acuerdo en que no debería ser así. Lo que no siempre tenenemos en cuenta es que, incluso los periodistas free-lance que cobran (bien, regular o mal) por sus colaboraciones, tienen una buena parte de su trabajo que no es reconocido monetariamente, porque está oculto en el abyecto infierno de las presentaciones de propuestas y sumarios. Requiere investigación, trabajo de campo y precisión, y puede ser rechazado sin siquiera un “no, gracias”.
La periodista Erica Buis (que escribe en forma independiente para los diarios The Guardian, The Observer, The Mirror, entre otros), publicó una guía que describe el proceso de presentación de una nota periodística. A continuación algunos de sus consejos para una presentación exitosa:
Timing: La mayoría de los editores están a tope, con demasiado trabajo, así que agarrarlos en el momento correcto ayuda. Hay mucho debate sobre los mejores momentos para presentar una idea, y gran parte de ello depende del calendario del editor. Sin embargo, como regla general, los malos momentos incluyen: poco antes de imprimir, a primera hora de un lunes cuando están saturados de reuniones y poniéndose al día con los mails, los viernes por la tarde, y antes de Navidad. He tenido éxito a principios de la semana, antes de la hora del almuerzo. No dudes en preguntarle al editor cuándo es un buen momento para proponerle una nota. Estarán encantados de decirte cuándo necesitan ideas.
La dirección de correo a la que enviás tu propuesta: Enviar una idea a la casilla [email protected] es lo mismo que mandarla a un lugar en donde sabés que nunca se leerá. Siempre que puedas, mandásela a un ser humano. Uno con nombre y puesto de trabajo. Dicho eso, deberías resistirte a investigar por internet, preguntando a quién enviarle una idea en la publicación X. En periodismo las personas cambian de trabajo a menudo, y no hay grandes anuncios cuando lo hacen. No está mal llamar y preguntar: “¿Quién es la persona adecuada para enviarle una idea sobre notas de viajes / arte / familia / etc?”
Tu correo electrónico: Tené cuidado con el correo basura, es decir, con una dirección de correo electrónico que probablemente se marque como correo no deseado. Cuando cambié a Gmail, comencé a recibir muchas más respuestas. No puedo estar segura si de repente me volví brillante al presentar ideas, o si (como sugirió un amigo editor) había navegado en sus carpetas de correo basura debido a mi dirección de Hotmail y mi nickname poco serio. Mi consejo es usar Gmail. Si tu dirección de correo electrónico es [email protected], o es un spambot, o una herramienta masiva, lo más probable es que mensaje ni siquiera llegue.
Asunto: No seas misterioso. “Presentación” no es un asunto emocionante, a menos que seas alguien de quien les sorprenda especialmente recibirla, como Melania Trump o la Reina. Mejor usá: “Presentación: o lo que sea que imagines que sería un buen título”. Si no podés resumir tu idea en una línea de asunto, necesita pulirse.
Cuerpo del correo: Saludo: que sea breve, especialmente si no conocés al editor. Sinceramente no podés esperar que un extraño esté bien, o conectado de manera significativa con la lluvia que hemos estado teniendo. Sé que es incómodo acercarse a alguien de la nada, pero un simple, “Espero que no te importe que te envíe un correo de la nada” está bien; no hace falta que expresar la esperanza de que su silla sea cómoda.
Tu idea: indicala en una o dos oraciones. Si tenés estadísticas de asesinatos, incluilas desde el principio. ¿Tenés entrevistados para complementar la nota? Decilo. ¿Podés tomar tus propias fotos? Decilo; eso alivia la presión sobre el tiempo, la organización y los presupuestos.
Incluí una biografía muy breve: para qué medios escribiste, cualquier cosa sobre vos que te haga la única persona en el mundo que puede escribir esta nota, y dos o tres (no 10) enlaces a trabajos relevantes. Si estás proponiendo un artículo, mandá el link de un artículo que hayas escrito; si es un ensayo, link a una pieza en primera persona; y si dijiste que podés tomar fotos, link a las fotos con un estándar que la publicación aceptaría. Tené en cuenta que de todos modos lo buscarán en Google: asegúrate de que tus últimos tuits hayan sido medianamente inteligentes, y no se hayan burlado de su publicación.
Luego: Si tardan demasiado en responder, enviá un mensaje de confirmación dos o tres días después o llamá. No te apegues demasiado a una idea si podés evitarlo. Es posible que no funcione. Si te rechazaron una idea y no tenés dos o tres más para reemplazarla, este no es un trabajo para vos. Por otro lado, si sabés en tus huesos que esta es una gran nota, mandala hasta el infinito, hasta que alguien la acepte.
La comunicación es un área del conocimiento que se caracteriza por su diversidad y variedad en las ramas profesionales. Por tal motivo, es indispensable poseer un alto nivel de conocimiento teórico y cultural, para poder ejercer un trabajo de calidad en cualquier campo de acción que esta ofrezca.
En esta ocasión, les brindamos la primera entrega de 57 libros sobre comunicación gratis en PDF, recopilatorio que contará con ejemplares escritos por teóricos de todas las partes del mundo, para que los estudiantes y profesionales en comunicación amplíen su biblioteca y adquieran mayor conocimiento para su crecimiento y desarrollo profesional.
#1 Introducción a las Teorías de la Información y la Comunicación / Juan Miguel Aguado: leer aquí
#2 Fundamentos de la Comunicación / Dionne Valentina Santos García: leer aquí
#3 Lenguaje y Comunicación / Nisla Victoria Guardia de Viggiano: leer aquí
#4 Manual de Comunicación / Carlos Ongallo: leer aquí
#5 Teoría de la Comunicación / Manuel Martín Serrano, José Luis Piñuel Raigada, Jesús Gracia Sanz, María Antonia Arias Fernández: leer aquí
#6 Psicología de la Comunicación / Mercé Martínez Torres: leer aquí
#7 Psicología de la Comunicación Social / Gerhard Maletzke: leer aquí
#8 Las Tecnologías de la Información y la Comunicación en la Formación Docente / UNESCO: leer aquí
#9 Semiótica y Teoría de la Comunicación Tomo I / Carlos Vidales Gonzáles: leer aquí
#10 Semiótica y Teoría de la Comunicación Tomo II / Carlos Vidales Gonzáles: leer aquí
#11 Lengua, Comunicación y Libros de Estilo / Santiago Alcoba (coordinador):leer aquí
#12 Una Pedagogía de la Comunicación: El Comunicador Popular / Mario Kaplún: leer aquí
En pocos días, exactamente a partir de marzo, El País de España tendrá un manual para regular el uso que sus periodistas deben hacer de las redes sociales.
La noticia fue confirmada el martes por Antonio Caño, director de El País, quien señaló que al tratarse de una “actividad pública” los redactores del periódico deben actuar en ellas “siguiendo las mismas reglas profesionales” que en otros ámbitos.
“Los periodistas de El País tendrán un libro de estilo para redes sociales”, así lo dijo durante la Jornada sobre periodismo del diario brasileño ‘Folha de Sao Paulo’, organizada por el 97 aniversario y el lanzamiento de su Manual de Redacción.
El director de El País hizo este anuncio al destacar la importancia de luchar contra las fake newsy su capacidad de desestabilización, para lo que juegan un papel fundamental las redes sociales. “Brasil es un gran consumidor de redes sociales […] eso muestra la modernización y el dinamismo del país, pero también prueba cuan expuestos están al consumo de noticias falsas, que polarizan y provocan divisiones y conflictos”, dijo.
El manual “está siendo escrito por profesionales periodísticos y jurídicos”, confirmó Caño al resaltar que la asesoría legal es clave para saber qué se puede y qué no se puede decir en las redes sociales.
Entrevistamos a Esther Samper, asesora médica en la primera versión del Premio Roche, quien nos contará consejos y tips para aplicar al periodismo en salud.
1. No sólo se debe informar por informar
“Los periodistas especializados en salud deben ser conscientes de que tienen una responsabilidad adicional con respecto a los periodistas en otras materias. Con un buen ejercicio del periodismo sanitario no sólo se informa sobre la verdad, también se mejora la salud pública de la población que te lee o te escucha. ¿Cómo? Aumentando su cultura sanitaria, explicando cuándo acudir a urgencias, qué medidas tomar para evitar el cáncer de piel, por qué son importantes las vacunas”.
2. La veracidad lo es todo
“Es totalmente imprescindible estar seguros de que lo que se publica es cierto y se ha contrastado la información previamente. Hay mucha información sobre salud ahí fuera y es esencial distinguir lo que es fiable de lo que no y para ello, al principio, será necesario preguntar a colegas periodistas curtidos en salud y a personal sanitario con mucha frecuencia”.
3. Siempre debe haber una base científica
“Siempre que se pueda, y si se tienen los conocimientos, hay que acudir a las fuentes primarias de información sanitaria (estudios clínicos o en animales) para comprobar que realmente tras una noticia hay una base científica. Sin embargo, a menudo estos estudios son de difícil acceso, de alcance limitado en sus resultados o de difícil comprensión, por lo que se debería recurrir a expertos reconocidos por la comunidad sanitaria en esa especialidad para que expliquen de forma asequible lo que dicen esos estudios”.
4. No caer en los errores comunes de las historias sobre salud
“Se suele pecar de optimismo en las noticias sobre tratamientos experimentales. Por ejemplo, es muy frecuente que estudios que sólo se han llevado a cabo en animales se consideren como prometedores en las noticias, cuando la realidad es que la amplia mayoría de estos tratamientos no llegan al final a ser útiles en humanos. Otro error muy frecuente es tratar las medicinas alternativas sin un sentido crítico detrás, como si se tratara más de un publireportaje o un artículo de opinión en lugar de una pieza periodística. La medicina es principalmente una ciencia y las opiniones no deberían tenerse en cuenta siempre que haya evidencias científicas sólidas sobre un tema”.
5. No es obligatorio ser experto, pero sí consultarlos
“Para hacerse una idea inicial sobre la materia, sitios fiables de salud comoMedlineoWebMDson buenas herramientas para conseguir información sanitaria rigurosa rápidamente. Tras este paso, hablar con varios médicos expertos en el tema es prácticamente obligatorio si no se tienen los suficientes conocimientos médicos para entender los estudios científicos en biomedicina. Esto es importante no sólo para asegurarnos de que el contenido es científicamente correcto sino también para tener varios enfoques al respecto”.
Reporteros Sin Fronteras (RSF) alerta de que las empresas que ofrecen vender cuentas falsas en las redes sociales corren el riesgo de convertirse en los nuevos enemigos de Internet y de la libertad de información.
Las técnicas de las empresas que venden seguidores falsos, sobre las que cada vez hay más revelaciones, se utilizan sobre todo para acosar a los periodistas en Internet o para desacreditar sus mensajes mediante la difusión de información falsa.
A los Depredadores de la información les encantan los seguidores falsos. Cada vez hay más empresas que los ponen a la venta, ya sea con personas reales -comentaristas pagados para dejar mensajes en las redes sociales o trolls cuando son comentarios negativos-, o automatizados (bots, robots) que replican de forma automática ciertos hashtags.
Estos perfiles falsos, que constituyen un verdadero ejército, son utilizados por los Depredadores de la libertad de prensa para difundir, de manera barata y masiva, la propaganda en las redes sociales, lanzar ataques digitales contra los medios de comunicación, o para intimidar y acosar a periodistas.
Entre sus métodos favoritos se cuentan las cuestiones personales contra periodistas que se desvían para desacreditarlos (doxxing) o el pirateo de sus cuentas, que se utilizan para difundir información falsa (double switch). Los periodistas son amenazados de muerte o insultados, sus buzones de correo son invadidos, por lo que ni siquiera pueden acceder a ellos (email bombing).
De esta manera, la actividad de los trolls viene a amplificar de manera artificial a los partidarios de los regímenes autoritarios, manipulando las opiniones con el fin de crear la ilusión de un apoyo popular masivo digital para dar mayor legitimidad a la represión (astroturfing).
Acosar a un periodista solo cuesta un puñado de dólares
Los seguidores falsos se han convertido en un arma de censura masiva. A finales de enero, The New York Times publicóuna investigación sobre Devumi, una de las mayores compañías que venden cuentas falsas a muchas figuras públicas –entre ellos muchos políticos-, ansiosas por ganar visibilidad. Un editor de la Agencia de Noticias Xinhua, liderada por las autoridades chinas para difundir su propaganda, encargó más de 100.000 seguidores y retuits, mientras que para el presidente de Ecuador, Lenin Moreno, fueron algunas decenas de miles.
En noviembre pasado, periodistas deProPublica, una publicación sin ánimo de lucro de Estados Unidos, crearon dos cuentas falsas en Twitter y tantearon a las empresas que venden seguidores para comprar retuits. Algunos rechazaron su solicitud, pero otros aceptaron, como la compañía Followers and Likes y… Devumi. ¡Solo 45 dólares por cada 10,000 retwuits en la cuenta falsa pro-rusa creada por los periodistas y 28 dólares por 5,000 retuits en su cuenta falsa en inglés!
Devumi o Followers and Likes no son las únicas empresas que generan dinero a costa de organizaciones y personalidades ansiosas por ganar seguidores. El motor de búsqueda de Google ofrece más de 607,000 resultados para «comprar seguidores» (*). Hay preocupación en RSF por la proliferación de métodos automatizados y planificados para silenciar a periodistas de todo el mundo, aunque no siempre es fácil establecer el vínculo directo entre estas empresas de subcontratación y los ejércitos de trolls que apoyan en la Red a los depredadores de la libertad de información.
«Los depredadores de la información inflan artificialmente el número de sus seguidores en las redes sociales a través de los trolls que desacreditan el discurso de los periodistas ‘ahogándolos’ en información falsa o comentarios falsos» señala Elodie Vialle, responsable de la Oficina de Periodismo y Tecnología de RSF. «Las empresas que proponen vender seguidores falsos no deben ser cómplices de la censura a escala mundial. Tienen que tener cuidado de no incorporarse a la lista de nuevos Enemigos de Internet».
Un ejército para cada depredador de la información
Asistido por aquellos a quienes llama sus «yoddhas», el jefe del gobierno indio, Narendra Modi, es sin duda uno de los líderes que más usa las redes sociales para intimidar a los periodistas con el fin de imponer su política autoritaria. Él también parece estar abusando de los bots; basta consultar la lista de seguidores del Primer Ministro indio para darse cuenta de que muchos de los perfiles son ficticios, inactivos.
Las herramientas para detectar cuentas falsas en Twitter corroboran estas observaciones: según el sitio de auditoría Twitter Audit, más del 60% de los 40,000 seguidores de Narendra Modi son falsos.
Estas asombrosas cifras no son solo afectan a la cuenta del Primer Ministro indio. En Facebook hay más de 200 millones de cuentas falsas; todo un filón para los depredadores de la libertad de prensa. Las plataformas anuncian esfuerzos para luchar contra los perfiles falsos, pero en el juego del gato y el ratón, siempre hay que ser el más rápido: muchos trolls se cuelan por los agujeros de la criba.
(*) El artículo original se refiere a la búsqueda en francés. En español, la misma búsqueda arroja más de cuatro millones de resultados.
El periodismo es una profesión, no una ciencia exacta. Los métodos para obtener y elaborar la información y las formas de presentarla son tan variados como el número de periodistas. Además, la práctica y la ciencia del periodismo están cambiando a un ritmo vertiginoso. Surgen nuevos modos de contar, tecnologías que facilitan el trabajo, canales y plataformas de distribución, procesos productivos y vías de negocio que hasta hace poco eran impensables. Lo que nos está pasando no es una crisis pasajera. Estamos metidos en el ojo del huracán de una verdadera revolución,un tsunami que arrasa todo lo que encuentra a su paso.Sólo sobrevivirán quienes se atrevan a entregarse con pasión y exploten con rigor las posibilidades del nuevo escenario. Quienes sepan aprovechar las oportunidades y acierten en la interpretación de las nuevas reglas.
Se habla de un periodismo dron, ubicuo, digital, de datos, de investigación, móvil, robotizado, de redes sociales, lento, cívico, algorítmico, social, hiperlocal o especializado, con decenas de etiquetas adosadas, como si la profesión no pudiera bastarse por sí sola y necesitara de otra palabra que la adjetive. Con lo bonito que es el eso del periodismo a secas, que incluye a todos los anteriores y muchos más, porque el periodismo, si es auténtico, no precisa de aditivos ni edulcorantes.
De todas las etiquetas que lastran al periodismo quizá la más perniciosa sea la de ciudadano. Ahora, nos dicen algunos, cualquiera puede convertirse en “periodista ciudadano”. ¡Voilá! Basta con que publique una foto o un tuit sobre algo que sucede a su alrededor. La información ya se ha democratizado, argumentan, y miles de “periodistas ciudadanos” en todo el mundo ejercen su derecho a comunicar lo que les viene en gana, con una fuerza imparable, reemplazando incluso a la actividad de medios y profesionales.
Del mismo modo que nunca habitaría en una casa construida por un “arquitecto ciudadano”, ni mucho menos pondría mi salud en manos de un “médico ciudadano”, tampoco me fiaría de lo que cuenten esos autoproclamados “periodistas”. Se trata de valorar la diferencia entre el profesional y el amateur, quien tiene la formación y capacidad necesaria para ejercer una actividad de forma competente, y el que carece de esa capacitación, aunque la practique ocasionalmente, por gusto o afición.
Cuando debatimos en la Facultadsobre la identidad del periodista y su trabajo, suelo argumentar que la formación que una persona recibe durante su carrera universitaria es lo que en el fondo le capacita como profesional en esto del periodismo. Entiéndase bien: los cientos de horas de lecturas, estudio, prácticas, trabajo duro, aprendizaje, conocimientos, conexión con la realidad profesional, destrezas y aptitudes demostradas de forma consistente son las credenciales que le permiten a alguien adquirir el bagaje y los estándares profesionales necesarios para desempeñar la actividad periodística de modo solvente. Ni más, ni menos.
Por eso, en los tiempos que corren no está de más detenerse a pensar cuáles son los estándares profesionales que conforman el “núcleo duro” de la actividad periodística. Al hilo de estas reflexiones, propongo seleccionar de forma sintética doce verbos que compendian la esencia del periodismo. Así, periodismo a secas, en cualquier plataforma y con cualquier etiqueta que luego queramos añadirle. ¿Por qué doce? Honestamente, la cifra es arbitraria. Al principio pensé en diez, por aquello del número redondo. Luego me salieron 16, y al final me quedé con estos 12. Estoy convencido de que hay otros muchos verbos que podrían figurar en esta lista y espero que tú puedas quitar o añadir los que quieras y, de hecho, te hagas tu propia lista. Ahí van los míos:
Observar: hemos de fijarnos en lo que nos rodea, prestar atención a los detalles. Ante un suceso cualquiera, conviene preguntarse: ¿qué es lo que hace que este suceso sea diferente? Si miramos con ojos curiosos, descubriremos las personas, matices e historias que yacen agazapadas a nuestro alrededor. Ver más allá de lo que aparece a simple vista es todo un arte.
Preguntar: Nuestro conocimiento es el resultado de las preguntas que formulamos. El periodista es un profesional de la pregunta: hemos de aprender a formular preguntas relevantes que nos permitan averiguar lo que alguien no quiere que se sepa. Nos pagan para saber lo que los demás ignoran y la mejor técnica para ello es preguntar. Toda historia empieza con un por qué y una buena entrevista se basa preguntas certeras.
Verificar: El objeto del periodismo es informar sobre lo que sucede. Por tanto, creemos que existe una verdad, una realidad que se conforma con los hechos ocurridos. Nuestra meta es llegar tan cerca de la verdad como podamos. Como argumentaMarilín Gonzalo,los periodistashemos olvidado nuestro objetivo de buscar la verdad.Para ello, hemos de comprobar la exactitud de todo lo que nos dicen. En estos tiempos de bulos, “fake news” y desinformación resulta aún más necesario verificar cualquier contenido antes de publicarlo. De ello depende nuestra credibilidad.
Investigar: Aunque suene de Perogrullo, todo periodismo debe ser investigación. Es decir, el periodista se adentra en la superficie de la realidad y profundiza en ella con el tiempo y los recursos disponibles, hasta llegar al fondo de los asuntos. Se trata de ir quitando las distintas pieles, como las capas de una cebolla, que recubren –y a menudo encubren- lo sustancial, lo verdaderamente relevante. La investigación exige esfuerzo, dedicación y dinero pero sin ella nuestra actividad pronto se reduce a reproducir comunicados de prensa,teletipos de agencias y poco más.
Sintetizar:En la era de los 140 caracteres, los totales televisivos y los mensajes de WhatsApp, la capacidad de síntesis es un valor añadido fundamental. Hemos de sintetizar al máximo nuestras piezas, pues el lector nos lo agradecerá. Si podemos decir algo con 20 palabras, no usemos 30. Si una información cabe en un breve de quince líneas, no la alarguemos innecesariamente. Esta habilidad nos permitirá identificar en seguida el titular de una información, el lead y los elementos destacados, sin andarnos con rodeos.
Editar: Este verbo alude a toda una serie de verbos implícitos (revisar, reescribir, recortar, seleccionar, ampliar, pulir, retocar…) que aluden a los procesos que permiten mejorar cualquier contenido periodístico de cara a su difusión. El periodista selecciona el material de todo lo que ve, escucha, graba y anota; de esa selección escoge los materiales que sirven para elaborar la pieza y construye el relato. Estamentalidad de editor sirve para cualquier información; implica examinarla concienzudamente hasta depurar todos los errores y deficiencias.
Interpretar: En un océano de contenidos que se multiplican continuamente, cuando nos sentimos desbordados por la cantidad de datos e informaciones -y cada vez más mentiras- que nos llegan a tan solo un clic, resulta necesario más que nunca que el periodista sea capaz de analizar vastas cantidades de información y señalar los aspectos más relevantes para la vida de sus audiencias. Ello implica tener criterio para distinguir lo importante de lo accesorio, lo jugoso de lo banal y jerarquizar los temas frente a la lógica del gran contenedor, en la que se presentan con el mismo enfoque y al mismo nivel la cumbre del cambio climático, una crisis de gobierno, la lesión de un futbolista o la ruptura amorosa de una conocida pareja. El periodismo, hoy más que nunca, debe encontrar el sentido de lo que ocurre.
Un aspecto de la redacción de Quartz en Nueva York (Foto: Lya Bekyan)
Contar: Quien maneja la cámara, el móvil o el ordenador no debe conformarse con saber lo que va a decir, sino que además debe saber la mejor forma de contarlo. Dominar el lenguaje equivale a ser equilibrista de la palabra, artesano de la imagen y escultor del sentido. Hace años la CNN, en una campaña promocional de sus informativos, acuñó el lema: “te ponemos en primera fila de lo que sucede”. Junto con los datos, las declaraciones y los hechos, hay que saber transmitir, contar bien la información.Carlos del Amordice que al espectador hay que seducirle con las palabras e imágenes. Se trata de impregnar la historia de sentido, ordenarla, conectar las partes y tratar de cautivar.
Anticiparse: Ante la avalancha informativa y la aceleración de los acontecimientos, en un entorno de cobertura instantánea y competencia voraz, el profesional ha de anticiparse a los hechos.José Manuel Rodríguez, periodista de El Confidencial, relaciona la innovación con‘El arte de la guerra’ de Sun Tzu: “En un pasaje dice que el ejército que llega antes tiene tiempo de descansar, mientras que el que llega el último ha de pelear cansado. Con lo cual, si eres el primero en cambiar, tienes ese margen hasta que los demás cambien y ellos tendrán que hacerlo más rápido que tú. Y si eres el primero, dispones de margen para aplicar ese cambio”. Es clave por tanto anticiparse a los competidores, identificar oportunidades y arriesgar.
Innovar: Como afirman los periodistas que saben de esto, innovar consiste endetectar un problema o necesidad, encontrar una solución original y desarrollarla de forma exitosa. Se trata de implementar un nuevo concepto, producto o servicio en un mercado concreto, de modo disruptivo, es decir, que esa innovación altere cómo se venían haciendo las cosas hasta ahora. Hemos de ser capaces de imaginar productos periodísticos que todavía no existen y que nos ayuden a ser más eficientes, a superar nuestros problemas, a encontrar nuevas vías de ingresos o a explicar mejor lo que sucede. Imaginemos un futuro distinto y si a la primera no sale, sigamos intentándolo.
La periodista Arwa Damon durante una cobertura en Bagdad. (Foto: IWMF)
Sacrificarse: Ese periodista que se cuela donde haga falta hasta conseguir la noticia, que está dispuesto a dedicar horas extra si su tarea lo exige, que aguanta la lluvia, el frío o el calor, que cubre temas incómodos y sucesos desagradables, renunciando a lo que sea necesario por sus lectores, sin desesperarse. Intenta dar su voz a quienes no la tienen porque son víctimas de la guerra, de un conflicto o una tragedia natural. Es una persona independiente y humilde en el ejercicio cotidiano de su oficio, pero se vuelve implacable ante las intromisiones del poder, ante quienes tratan de sobornarle, intoxicarle o atosigarle, mediante consignas de cualquier pelaje ideológico. Nadie dijo que este fuera un trabajo fácil.
Rendir cuentas: El único verbo entre los seleccionados que se compone de dos palabras. Implica estar dispuesto a responder de todo lo que hacemos, porque somos conscientes de que nuestras acciones siempre tienen consecuencias. Hay palabras e imágenes que hieren y causan mucho sufrimiento. Sabemos que no somos infalibles. De hecho, nos equivocamos más a menudo de lo que nos gustaría admitir. Por eso hemos de tener la magnanimidad para ser responsables y transparentes, admitiendo nuestros errores y rectificando cuando sea necesario. Quien sabe decir “me equivoqué” nunca fracasa, sino que crece y se fortalece porque se muestra íntegro y honesto.
Estos doce verbos representan mi visión del periodismo. Hay otros que sin duda pueden engrosar la lista. Como te decía, me encantaría que pienses tu propia lista y me hagas llegar tus sugerencias. En el fondo, mi tesis es que el periodismo no puede asimilarse a las reglas habituales del mercado de la comunicación. Porque la información no es una mercancía cualquiera. Los periodistas nos debemos a las empresas que nos contratan, pero también y al mismo tiempo, nos debemos a nuestros lectores. Lograr un equilibrio posible entre estas dos fidelidades y utilizar toda la potencia de las tecnologías y herramientas será la clave para la supervivencia y el éxito de nuestro trabajo.
Nuestro grupo de FacebookSomos Periodistas de Saludsigue consolidándose como un lugar donde reporteros, profesores, estudiantes, editores y demás profesionales de la comunicación en salud comparten valiosa información especializada.
Uno de los más activos hasta el momento ha sido José Luis Terrón Blanco, profesor titular del Departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la Universidad Autónoma de Barcelona, quien además es fundador y director delGrupo de Comunicación y Salud del InCom-UAB.
Además de compartirnos interesantesartículos de su autoríasobre la calidad de la información de salud en los medios de comunicación, el profesor Terrón Blanco ha llamado la atención sobre la importancia de un breve pero contundente documento creado en 2007 durante el III Congreso Nacional de Periodismo Sanitario llevado a cabo en Sevilla.
Debido al lugar donde fue redactado se conoce como laDeclaración de Sevillaa este texto que propone un decálogo que todo periodista de salud (y a decir verdad, de cualquier otra rama del periodismo) debería no solamente conocer, sino aplicar a diario en su trabajo. Extraemos de la declaración los 10 principios a continuación.
1. Veracidad
Identificar las fuentes informativas y contrastar las noticias. Evitar rumores e informaciones tendenciosas interesadas.Tener en cuenta que la noticia tiene muchos matices que requieren puntos de vista diferentes. Los periodistas deben tener presente que sus escritos, crónicas radiofónicas, videos o post, influyen en la audiencia y hacen que los ciudadanos tomen decisiones que repercuten en su propia salud.
2. Objetividad
Distinguir lo que es información sobre hechos constatables de lo que es opinión. Estar atento a los intereses de las fuentes y su relación con aquello que están comunicando. Nuestros intereses personales no pueden marcar la elección o enfoque de la noticia.
3. Profesionalidad
Asegurar la calidad de la información. No esconder publicidad o propaganda en ella. Buscar opiniones autorizadas para contrastar datos. Uso profesional de comunicados o notas de prensa como fuente de información.Buscar la información sin subterfugios, cámaras ocultas (es sumamente extraordinaria la justificación de estas grabaciones). Dar enfoques positivos y no sólo negativos o acusadores. Hacer seguimiento de las noticias de tal manera que si se habla de resultados positivos de un estudio y se demuestran negativos, también se hagan públicos éstos.
4. Credibilidad
Fomentar el propio conocimiento en todo lo relacionado con la salud. Precaución al dar resultados preliminares en un ensayo. Informar sobre todos los aspectos de la noticia, sin olvidarse, por ejemplo, de los efectos secundarios. Asegurarse de que los datos son verdaderos antes de hacerlos públicos.
5. Respeto
No manipular imágenes, fotografías o testimonios. No obtenerlas sin consentimiento. No buscar el efecto dramático al contar una historia personal. No vulnerar la intimidad de las personas. Tener especial sensibilidad y conocer y respetar los límites legales cuando la información afecte a niños, personas con discapacidad o vulnerables. No estigmatizar y tener en cuenta el impacto que una información puede tener sobre un colectivo afectado.
6. Confidencialidad
Siempre que se haga una referencia con nombre y apellidos hay que citar las fuentes. Hay que respetar siempre el off de record y la confidencialidad cuando así nos hayamos comprometido con la fuente de información.
7. Honestidad
La verdad y el respeto a las libertades individuales deben ser nuestros objetivos. Hay que usar un lenguaje sencillo y comprensible que traslade los mensajes al ciudadano. Huir de un lenguaje sensacionalista, evitar la espectacularidad y lasinformaciones que no tienen un fundamento científico-médico o crear falsas expectativas en los receptores de la información.
8. Independencia
Ejercer el derecho a la información sin aceptar sobornos, ni fomentar prebendas, ser observador imparcial. Las agendas de los organismos públicos y privados no deben dirigir nuestras agendas. Los periodistas pueden tener acciones en una compañía, realizar inversiones, u operaciones comerciales, siempre y cuando no usen el efecto información confidencial privilegiada, ni manipulen la información en beneficio propio o de terceros.
9. Autenticidad
Huir de la piratería, la copia o el plagio. Hay quedar siempre el link de acceso a la fuente originaria, si es pública.Mantener un espíritu crítico con el propio trabajo. El rigor y la objetividad también conllevan rectificar cuando alguien comete un error.
10. Responsabilidad
Acatar los Derechos Fundamentales reconocidos, no vulnerar la intimidad ni insultar, no ofender con calumnias ni injurias, no vulnerar el principio de presunción de inocencia, no hacer apología de las drogas, no hacer discriminación negativa ni racismo y evitar cualquier actividad o información que menoscabe la integridad personal o perjudique a inocentes, pacientes, periodistas, médicos, científicos, enfermeros o cualquier otra persona que esté involucrada en el área de la salud. Evitar la discriminación por motivos de género.
La declaración de Sevilla concluye realizando además siete propuestas para mejorar la calidad de la información relacionada con salud en los medios de comunicación, las cuales se pueden conocer en el texto completo que dejamos aquí.
¿Buscas guías o manuales de periodismo de investigación? A continuación, te presentamos 9 de estos que laGlobal Investigative Journalist Network (GIJN)ha puesto a disposición de todos vía online. Cada uno de estos manuales cuenta con casos de estudio y ejemplos de todo el mundo.
La Investigación a partir de Historias: Este manual financiado por UNESCO contiene casos de estudio para ilustrar métodos y habilidades, incluyendo investigación, escritura, control de calidad y difusión.
Guía Práctica sobre Periodismo de Datos: Aquí puedes encontrar consejos sobre visualización de datos y explorar casos de estudios de periodistas que trabajan en este campo.
Manual de Periodismo de Datos: Desde definiciones, casos de estudio y consejos sobre cómo conseguir, usar y analizar datos.
Plan Modelo de Estudios de Periodismo: Esta guía desarrollada por UNESCO apunta a profesores de periodismo en países emergentes. Ofrece programas de diecisiete cursos de periodismo –incluyendo periodismo de investigación– que pueden adaptarse a las necesidades de cada país.
Potenciando a los Medios Independientes: Aborda una mirada profunda sobre desarrollo de los medios. Cubre siete áreas temáticas: financiamiento, medios digitales, sostenibilidad, medios de comunicación y las leyes, seguridad, periodismo ciudadano, monitoreo y evaluación.
Tragedias y Periodistas:¿Cómo proteger a la víctima y a uno mismo al cubrir hechos de violencia? Esta guía tiene consejos al respecto para periodistas, fotoreporteros y editores.
Manual de Verificación: Tiene herramientas, técnicas y guías paso a paso sobre cómo lidiar con el contenido generado por los usuarios durante emergencias.
Más de 75 organizaciones de noticias colaboraron en su creación para el Trust Project.
Desde hace dos años, elTrust Project, una iniciativa del Centro Markkula para Ética Aplicada de la Universidad de Santa Clara, ha venido trabajando bajo el liderazgo de la periodista Sally Lehrman para construir estándares que les permitan a los medios de noticias recuperar la confianza de sus lectores.
Para lograrlo, los líderes de más de 75 organizaciones de noticias se reunieron para escuchar los comentarios de los lectores y colaboraron para crear 37Indicadores de Confianza. Se trata de prácticas recomendadas que les permitan a los lectores entender en en dónde están consumiendo noticias, quién es el reportero que trabajó en ellas o qué correcciones se le han hecho a la historia original.
El equipo de Lehrman ha condensado estos 37 indicadores en ocho principios que se deben aplicar de manera urgente en aquellos medios que tengan bajos niveles de credibilidad ante a sus audiencias.
1. Mejores prácticas. ¿Tenemos un código ético o estándares establecidos? ¿Es de público conocimiento quién financia al medio de comunicación? ¿Somos claros en cuanto a cuál es la misión del medio? Además, dar a conocer compromisos con la ética, diversidad de fuentes, precisión, disposición a la corrección y otros estándares.
2. Experiencia del autor. ¿Es fácil identificar quién informa? Es importante dar detalles sobre el periodista que escribió la historia, incluida su experiencia y otros reportajes en los que han trabajado.
3. Distinguir el tipo de trabajo. Usar etiquetas para distinguir la opinión, el análisis y el contenido publicitario de los informes noticiosos.
4. Citas y referencias. Para las historias de investigación o en profundidad, permitir mayor acceso a las fuentes detrás de los hechos y las declaraciones citadas en los artículos.
5. Métodos. También para los reportajes investigativos, brindar información sobre por qué los periodistas eligieron seguir una historia y cómo se encargaron del proceso.
6. Origen local. Permita a su audiencia saber cuándo la historia tiene origen local. Si la reportería fue hecha en un lugar específico, aprovechando el conocimiento y experiencia de la comunidad.
7. Voces diversas. Dé a conocer los esfuerzos realizados por la sala de redacción para aportar diversas perspectivas a la historia. Los lectores notan cuando fuentes pertenecientes a distintas etnias o sectores políticos hacen falta en un reportaje.
8. Retroalimentación. Maximice los esfuerzos de la sala de redacción para lograr que el público ayude a establecer prioridades de cobertura, contribuya al proceso de presentación de reportajes, garantice la precisión y otras formas de ayudar para expandir las historias.
Google y Facebook hacen parte de este proyecto financiado en parte por Craig Newmark, el fundador de craigslist. Esto es de resaltar, pues ambas compañías,especialmente Facebook, han anunciado recientemente que buscan establecer cuáles son los medios que mayor confianza generan en la ciudadanía. Estos estándares podrían jugar un rol fundamental en esa selección.