26 marzo 2020 –
Foto: AFP.
Tomado de: El Tiempo.
La acusación de Estados Unidos contra Nicolás Maduro y Diosdado Cabello por narcotráfico y terrorismo llega en un momento especialmente crítico para la frontera entre Colombia y Venezuela. Sin duda, el más delicado en los tiempos recientes.
En efecto, mientras el Departamento de Justicia acusó a la cúpula del régimen de convertir a Venezuela en un narcoestado que auspicia el terrorismo –en alianza con las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc, para exportar toneladas de cocaína a los Estados Unidos; a lo largo del límite internacional de 2.219 kilómetros sus pobladores viven en incertidumbre por los riesgos al coronavirus.
De hecho, en las últimas horas el expresidente Andrés Pastrana Arango, reconocido contradictor de Maduro, había pedido al presidente Duque tender puentes con Caracas pese a sus diferencias porque los riesgos para la salud de las personas que allí habitan no dan espera.
Mientras el eco de las palabras de Pastrana aún se escuchaba diáfano, el Fiscal General William Barr en una video conferencia de prensa anunció de una recompensa de $15 millones por información que ayude a capturar a Maduro.
Cabello, Maduro y el ministro de Defensa Vladimir Padrino López fueron acusados de conspirar con las Farc para en el envío de cargamentos de droga enviados a través de Venezuela. Un señalamiento de consecuencias imprevisibles para la política en el continente.
Una acusación que precisamente el presidente Iván Duque hizo, en septiembre pasado, cuando intervino ante el 74º período ordinario de sesiones de la Asamblea General de Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Allí Duque fue enfático: “La dictadura venezolana es un eslabón más de la cadena del terrorismo transnacional”.
El Primer Mandatario señaló: “Señoras y señores, es el momento de llamar las cosas por su nombre: la dictadura venezolana es un eslabón más de la cadena del terrorismo transnacional».
«Sus estructuras corruptas son servidoras de los carteles de la droga; sus alfiles son secuaces de la mafia y alimentan la violencia en Colombia; refugian a asesinos y violadores de niños, y quieren ignorar, por completo, cualquier norma. Por supuesto, quienes pretenden ignorar todos estos hechos terminan convertidos en cómplices de la dictadura”, argumentó.
Duque dijo que el Gobierno tenía pruebas fehacientes y contundentes que corroboran el apoyo de la dictadura a grupos criminales y narcoterroristas que operan en Venezuela para atentar contra Colombia.
Y para sustentar esta afirmación Duque dijo que haría entrega al Presidente de la Asamblea y al Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas de un documento escrito.
Se trata de un dossier, de 128 páginas, que, según Duque “contiene el acervo probatorio que demuestra la complicidad del régimen de Nicolás Maduro con los carteles terroristas que atentan contra el pueblo colombiano”.
“Ante la comunidad internacional presentamos la lista de una cuadrilla de menos de 20 criminales que traicionaron la generosidad de los colombianos, y hoy residen en Venezuela a sus anchas, con todas las capacidades logísticas, promovidos por la dictadura».
«También revelamos, en este reporte, la ubicación de más 1.400 hombres en armas pertenecientes a los bloques más peligrosos del Eln, y 207 ubicaciones controladas por esta organización criminal en territorio venezolano”.
“También incluimos los testimonios de los ciudadanos venezolanos que se quejan de la presencia del Eln en su territorio y la inocultable presencia de delincuentes en campos de entrenamiento, así como la existencia de 20 pistas de aterrizaje al servicio del narcotráfico», aseguró en el escenario de la ONU.
«Esta evidencia inequívoca prueba el auspicio, el patrocinio y el apoyo de la dictadura de Nicolás Maduro a esas estructuras criminales”, agregó el Jefe del Estado.
“Venezuela, señores Presidente, se ha convertido en tierra fértil para estructuras delictivas aliadas con el Eln, que no conocen fronteras”, explicó.
“Esos cabecillas que hoy gozan del abrigo de Maduro, son los mismos cabecillas que se reivindicaron durante años los ataques a los oleoductos, causando irreparables daños ambientales y convirtiéndose en los más grandes ecocidas que haya conocido la humanidad”, señaló.
Duque dijo incluso que los crímenes de Nicolás Maduro contra su pueblo solo son comparables con los de Slobodan Milosevic en la antigua Yugoslavia. “Nosotros no podemos ser testigos indolentes de tanto dolor en nuestra Latinoamérica”.
Tras su intervención, el informe fue objeto de controversia porque varias de las fotos con que fue ilustrado no correspondían a los sitios señalados.
Sin embargo, el Gobierno Nacional en su momento dijo que unos errores en unos piedefotos no podían ocultar la gravedad de la situación: Maduro es un protector de terroristas, acusación que este jueves formalmente también hace la justicia de Estados Unidos.