Circulo de Periodistas de Bogota

Mónica Rodríguez: Una vida periodística al límite

Mónica Rodríguez: Una vida periodística al límite

Periodista y reportera de los años ochenta y noventa, jurado del Premio Nacional de Periodismo CPB

Entre 1979 y 2002, cuando presentaba noticias o realizaba algún reportaje o informe, en TV, las miradas de miles de televidentes, de inmediato quedaban fijas frente a la pantalla, pendientes de lo que iba a decir Mónica. Igualmente, si hablaba en radio, millones de oyentes paraban sus actividades para poner atención a lo que decía. Su fuerza, credibilidad y veracidad, impactaban a quienes la seguían.

La atención la acaparaban los informes del momento, tanto nacionales como internacionales, realizados por una espigada mujer santandereana, blanca, rubia, de mirada penetrante, de fuerte voz que preguntaba sin miedo y esperaba en segundos una respuesta.

Los televidentes y radioescuchas, se acostumbraron a verla y oírla en frentes de guerra en Colombia o en Centroamérica entrevistando a líderes sociales, guerrilleros, funcionarios públicos, empresarios y Presidentes de Países.

Unos días podía estar hablando de guerra, otros de paz; una vez más entrevistando desde personajes políticos del momento hasta una reina de belleza. En su diccionario no existió la palabra “miedo”. Iba de frente con sus entrevistados, que la mayoría de veces eran encopetados generales del ejército que hacían temblar a sus soldados, pero que se ablandaban ante el interrogatorio como una metralleta por parte de Mónica Rodríguez.

Siempre ocupó el primer lugar, la chiva era su objetivo diario y si no la conseguía no se sentía bien. Ni ella misma sabe cuántos informes y reportajes hizo para la televisión y la radio; fueron tantos que ahora hacen parte de la historia nacional y es así, como investigadores escudriñan y tratan de armar el variopinto panorama de nuestra amada Colombia.


Mónica Rodríguez es licenciada en Ciencias de la Comunicación, con experiencia como reportera, presentadora, entrevistadora e investigadora en radio, prensa y televisión en Colombia. Entre 1979 y el 2003 realizó informes en diarios como: el Nuevo Siglo, El Tiempo, Revista Nueva Frontera cuando era dirigida por el excandidato fallecido Luis Carlos Galán Sarmiento. Hizo su escuela en emisoras como Caracol Radio, Todelar, Santafé y en televisión fue figura en el Noticiero Cinevisión, CM&, Noticiero TV Hoy, entre otros.

Admirada en Colombia pasó entonces al plano internacional. Laboró como productora en algunos especiales, con la Cadena de TV ITN de Londres. En Estados Unidos, trabajó para la Cadena Telemundo como presentadora de Noticias en Nueva York. En Univisión de Miami fue corresponsal en Colombia para Primer Impacto y Canal 41 de New York. En la misma Nueva York, entre 1986 y 1987 representó a Colombia como Vicecónsul en el Consulado General con sede en Manhattan. 

Un mundo de noticias

Sus cubrimientos periodísticos como la avalancha del Nevado del Ruiz, en Armero y la Toma del Palacio de Justicia por parte del M-19 y sus investigaciones sobre las muertes de los Presidentes Jaime Roldós Aguilera del Ecuador y del General Ómar Torrijos de Panamá le merecieron los premios de Periodismo Simón Bolívar y del Círculo de Periodistas de Bogotá CPB, respectivamente. 


Igualmente, recibió mención CPB por un informe sobre las actividades anticastristas de disidentes cubanos en Miami. Además, sus trabajos como corresponsal de guerra, fueron galardonados por las Fuerzas Militares de Colombia. En el sector público en Colombia, lideró entre el 2000 y el 2002 procesos de elecciones comunales a través de la capacitación, formación de los comunales y fortalecimiento de las relaciones entre el Distrito y las Juntas de Acción Comunal. Con un gran equipo a su cargo, empoderó y formó líderes políticos entre la población de jóvenes y mujeres, durante la Administración del Alcalde Antanas Mockus.

Creó, elaboró y puso en marcha el Plan de Comunicaciones de la Defensoría del Contribuyente en la DIAN y fue Directora de Comunicaciones de la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, bajo la primera administración de Álvaro Uribe Vélez, empoderando el tema género y visibilizando a las mujeres con toda su problemática.
Su conocimiento en las relaciones públicas y lobbying la llevó en sus años de carrera profesional, a asesorar la imagen de varias empresas y personajes reconocidos en Colombia e internacionalmente tales como: ICA de México, Ahorramas, Facecolda, Colfuturo, Air France, Alcalde Enrique Peñaloza (primera administración), Enrique Parejo, excandidato a la Alcaldía de Bogotá y Enrique Vargas Lleras, en la campaña para Alcalde de Bogotá. Fue Jefe de prensa del Senador Carlos Martínez Simahan. En la ciudad de Charlotte, Estados Unidos (2006-2015) asesoró a medianas empresas.

En la misma ciudad, laboró para la cadena hispana Radio Líder, haciendo un gran trabajo con la comunidad inmigrante y adelantó investigaciones y artículos comunitarios para periódicos locales como Qué Pasa Media Network. Asimismo, elaboró crónicas y reportes radiales de impacto para el Programa Epicentro en Washington D.C.
Mónica Rodríguez es Licenciada en Ciencias de la Comunicación, con especialización en Comunicación Empresarial de la Universidad Javeriana de Bogotá, Colombia; con Maestría en Relaciones Internacionales de la misma universidad. Hizo especialización en TV, en la escuela Vídeo- Editing y en Columbia University, en Nueva York.

En el campo educativo diseñó y puso en marcha un Diplomado de Relaciones Públicas en FORUM – Universidad de La Sabana, del cual fue Directora y Conferencista del 2003 al 2006. En los últimos 4 años planeó, elaboró y desarrolló un podcast sobre su vida personal y profesional, que se emite por Spotify. En este 2025 fue invitada como Jurado del Premio Nacional de Periodismo del Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB).

¿Cómo adelantó su vida periodística?

"Viví, los hechos históricos más fuertes nacional e internacionalmente, como corresponsal de guerra, e investigadora en el día a día de la noticia. Me encantaba la adrenalina y a diferencia de muchos colegas, no sé si porque lo buscaba, o por mi verraquera, o porque, me tocó enfrentar las situaciones más cruentas de esos años. Por ejemplo, cubrí las guerras de Nicaragua, de El Salvador y la de mi propio país Colombia. Entrevisté a los jefes y algunos integrantes de los grupos guerrilleros: M19 (Jaime Bateman Cayón) FARC, ELN, Farabundo Martí de El Salvador y Sendero Luminoso del Perú. Cubrí y viví en toda su magnitud la tragedia de Armero, del Palacio de Justicia, terremotos de Tumaco y Armenia, así como estuve en el Huracán Allen en Haití".



"Cubrí la visita de Papa Juan Pablo II a Centroamérica, la entrega del Canal de Panamá por parte de Estados Unidos,la toma de la Embajada Dominicana, la entrega de armas del M 19 en Corinto, Cauca. De una guerra pasaba a cubrir un reinado de belleza en Cartagena. Me bajaba de un avión y al día siguiente tomaba otro para Cartagena para asistir a todos los desfiles de belleza y hacer transmiciones en vivo en las diferentes emiciones del noticiero, los especiales, etc.  

Era cuestión de adaptarse; en esa época los periodistas cubríamos varias fuentes de noticias y éramos pocos en cada cadena de radio o programadora de tv, entonces teníamos que ir a donde nos mandaban y pues había unos contrastes increíbles, porque así como cubría una guerra, hacia una investigación y luego asistía a un reinado, bueno diferentes cosas hasta un acto cultural entonces eso era muy variado".

Ha sido la periodista de los líderes y de los grandes sucesos

"Entrevisté los presidentes de América latina como Lusinchi de Venezuela, Borja de Ecuador, Belaunde Terry del Perú, Illueca de Panamá, Ardíto Barletta de Argentina, todos los de Centroamérica, Reagan y Carter de Estados Unidos Y por supuesto mandatarios colombianos como Carlos Lleras Restrepo, Belisario Betancur, Alfonso López Michelsen, Julio César Turbay Ayala, Ernesto Samper, Misael Pastrana, todos ellos han hecho parte de la historia de nuestro país.

Igualmente presencié la caída del general Noriega en Panamá, y tuve que escapar de dicho país, perseguida por la guardia nacional, sosteniendo en mi vientre a mi primer hijo, cuando tenía seis meses de embarazo. Cubrí la guerra de narcotráfico en Colombia, las bombas del Das, de Boulevard Niza, del Avión de Avianca y del Parque 93 entre otras; así como el sonado Proceso 8000, para el noticiero TV Hoy de la oposición, en el que fui amenazada de muerte, por personas cercanas al Gobierno, que trataban de impedir que la verdad saliera a la luz. Esa época fue bastante movida y aunque había todo tipo de periodistas de escritorio como los económicos, los políticos, los locales, y los que cubrían otras cosas, también estábamos, los corresponsales de guerra, y los que nos encantaba meternos en el peligro.

Tuve la fortuna de cubrir todos los eventos fuertes, porque siempre mis jefes me escogían para ir a los sitios más peligrosos y las hazañas más duras, sabían que a mí me gustaba y además era una adicta a trabajar 24 horas preferentemente cuando viajaba, porque aprovechaba que mis colegas descansaban para conseguir noticias o entrevistas exclusivas. En estos viajes nos encontrábamos periodistas de diferentes partes del mundo: de Europa de la radio de la televisión o de la prensa de Estados Unidos de las tres cadenas de TV, de todos los países latinoamericanos, inclusive de las agencias de noticias y se hacían cosas interesantísimas".

 Uno de los temas que trató fue en 1983 con el Proceso de Contadora que buscó una solución al conflicto armado y a fortalecer económicamente la región

El Proceso de Contadora fue muy interesante en América Latina porque unió a los mandatarios latinoamericanos en torno a los temas de paz, de apoyo regional, intercambios, acuerdos, alianzas y logros por la región y lo lideraron México y Colombia con el presidente Belisario Betancur a la cabeza.

La mayoría de los mandatarios eran socialdemócratas. Fue una tendencia muy bonita que se extendió a otras naciones del hemisferio como Rusia, donde el presidente Gorbachov, famoso por la perestroika simpatizó con Contadora y los líderes latinoamericanos. Acompañé el proceso por Latinoamérica. Fue una experiencia profesional enorme.

¿Cómo empezó toda esta carrera periodística?

"Comencé en la Cadena Caracol. Me apasioné haciendo radio, porque es un medio en el que puedes describir los hechos y hacer que el oyente los viva. Luego, entré a trabajar en Cinevision como reportera y simultáneamente estuve en los dos medios. Eran largas jornadas pero muy satisfactorias. Eventualmente también tenía mis programas en tv, publicaba notas esporádicas en diferentes periódicos del país, como El Tiempo, El Nuevo Siglo, también en la Revista Nueva Frontera, dirigida en esa época Luis Carlos Galán Sarmiento y allí se publicaron artículos de investigación. Todos estos eran trabajos que se hacían a medida que avanzaba la carrera.

Por todos estos informes, reportajes e investigaciones y cubrimiento a nivel nacional e internacional, recibí galardones. La cosa no era muy fácil en esa época para las mujeres, porque como sabemos pues estamos hablando de los setentas y ochentas y ahí la mujer no tenía mucha cabida, eran los comienzos de la misma en el periodismo.

Eramos que me recuerde cerca de 7 precursoras en los diferentes medios y era difícil ser aceptadas valoradas y que se afirmara que una mujer era inteligente, el concepto era que la mujer era bonita y simpática pero no pensaba, tocaba esforzarse mucho para demostrar y al tiempo, ser muy profesionales para ser aceptadas".

Los tiempos de la pantalla chica y las dificultades

"Cuando ingresé a la televisión, se trabajaba la película de carrete en blanco y negro. Era una “torta” redonda donde se filmaba todo. Y era un encarte, porque en los viajes internacionales uno se veía con dificultades para enviar ese material y no había satélite. Tocaba entonces mandarlo en aviones y supuestamente esperar que llegara rápido porque de lo contrario, la noticia se desactualizaba.

Fueron tiempos de difícil manejo, por eso, agradezco muchísimo la ayuda de las azafatas y de los pilotos que desde los diferentes países de América latina nos llevaban el material a Bogotá para poder salir al aire, mucho antes inclusive de que uno llegara al país. Eran vuelos de escala, había que esperar muchas veces varias horas. Cuando uno es joven todo es una aventura".

La primera periodista y presentadora a todo color

"Tuve el privilegio de dar la bienvenida a la televisión a color siendo presentadora de noticias y periodista a la vez, fue muy interesante, porque imagínense tener color después de años en blanco y negro. Eso fue un hecho trascendental en la historia del país y estar uno ahí fue cheverísimo. Fue el 1 de diciembre de 1979. Me correspondió ser la primera presentadora periodista al mismo tiempo.

Recuerdo que el Noticiero 24 Horas me hizo la oferta de ser presentadora de noticias de televisión y dije no, ¿por qué? Porque me interesaba adquirir más experiencia como reportera antes de ser presentadora; para cualquiera el ofrecimiento resultaba muy tentador, para mí, prefería esperar y tener más cancha como periodista.

Luego, al poco tiempo, el Director en esa época del Noticiero Cinevision, Alfonso Morillo, me dijo: “Bueno, inicie como reportera y vemos más adelante, si tiene ángel y le gusta a la gente, también presenta noticias”. Y parece que sí le gusté a la gente y me quedé haciendo también la presentación de noticias.

En esa época no existía el Teleprompter como ahora, uno leía las noticias y las compartía. Era muy sencillo todo, se contaba con menos ayudas, por ejemplo tenía que peinarse uno mismo, conseguir las blusas para ir al noticiero hasta que me dieron cinco para las emisiones de lunes a viernes. Para salir al aire, uno se arreglaba, maquillaba y peinaba.

Esa condición ayudaba para que cuando llegara de cubrir un evento fuerte, presentara el noticiero sin complicaciones. El público me admiraba así".

Una vida de experiencias

"Conocí al humano en todas sus facetas y presencie desde una gala presidencial hasta el accionar de los campesinos en el monte, de los guerrilleros, de los indígenas. Era muy interesante porque después de vestir  elegante pasaba a camisetas con bluyines. Era bonito cómo te trataba la gente del campo, eran muy generosos".


"Recuerdo que un indígena del Cauca nos invitó a comer el Cuy, un roedor que yo no conocía  y entonces me tocó hacer el amago que lo estaba comiendo. Palpé el hambre y el dolor humano en las guerras y tragedias que cubrí, fue lo más duro que me ha pasado en esta existencia, porque de verdad es doloroso ver un cuerpo desmembrado, ver las heridas de una persona en estado grave o sufriendo quemaduras. Eso era duro, y uno sin poder hacer nada, porque prácticamente uno está ahí enfrentando la noticia y tiene que filmar  o tiene que grabar y tampoco puede mostrar emociones, se debe tener sangre fría.

Casi siempre en mis cubrimientos ponía mis instrumentos de trabajo a un lado, para apoyar a los de la Cruz Roja, ayudar al humano, darles alimentos o de beber a estas personas. Los hechos de guerra me impactaron. Cubría la noticia, pero también ayudaba al humano porque me parecía muy duro. Después de que vivía todo esto y terminaban todas estas cosas, llegaba a mi casa devastada, me derrumbaba y a veces duraba varios días descansando porque mi cuerpo físico no podía más, estaba completamente agotada. La situación era un poco cruel y nadie, nadie, se pone en la piel de un periodista de guerra que cubre estos sucesos, ni se imagina lo que vivimos y lo que nos toca enfrentar muchas veces el riesgo de perder la vida". 

El dolor de la guerra


"Todo esto tiene consecuencias físicas claro, porque sin comer varios días eso le cobra la cuenta con los años y por ello me dio gastritis y me gané una úlcera. Y qué decir de las consecuencias psicológicas, de todo lo que uno guarda ante tanto dolor, ellas afloraron mucho después. No obstante, fue una época muy linda de mi vida, la disfruté mucho, no me puedo quejar.

Fui amenazada de muerte por todos los grupos al margen de la ley, hasta los delincuenciales, durante casi toda mi carrera, pero siempre tuve una gran protección que no sabía explicarme. Presentía las cosas, era muy intuitiva, siempre sabía dónde estaba el peligro. Estaba alerta y me escapé de situaciones que después me enteraba que había estado cerca de aquella persona que quería causarme daño, de esas cosas que uno lleva una ruta y de pronto cambia por otra calle que no era la que acostumbraba,  sin explicarse porque.

En una ocasión me acuerdo que estaba siguiendo a una famosa senadora por enriquecimiento ilícito en una casa al norte de Bogotá para ver donde vivía porque estaba  investigándola y su residencia era una especie de búnker custodiada. Entonces me fui en mi carro con el camarógrafo y de pronto cuando me iba a subir al vehículo, cuando le di la orden a mi camarógrafo de que filmara, observé que los escoltas de ella, se vinieron hacia nosotros, salimos corriendo para el noticiero Tv Hoy en mi carrito; cuando llegué allá, había un sobre en mi escritorio que decía: “si usted publica las imágenes que filmó hoy, es una persona muerta”.

No sé cómo llegaron más rápido, ni cómo se infiltraron para dejarme esa nota, me dio escalofrío, por primera vez en mi vida, no fui capaz de publicar nada, ni de contarle a mi Director de esa noticia, estaba en juego mi vida y las de mis hijos. Siempre me llamó la atención esa gran protección que yo tenía. Tengo que reconocer que fue tan fuerte mi experiencia que llegué a trabajar siete días a la semana, 24 horas sin parar durante los primeros siete años de mi carrera profesional. En lo sucesivo bajé un poco el ritmo, aunque igualmente ante grandes eventos se laboraba 24 horas diarias. Las noticias y los sucesos de última hora no esperan, “un periodista debe estar disponible 24/7, estar dispuesto, por encima de su vida personal, sino es así, no es un verdadero periodista”. 

Mónica Rodríguez