Crculo de Periodistas de Bogot
Con muerte de Castro, ¿cambiará la postura de Trump hacia Cuba?

El presidente electo Donald Trump no se apresuraría a revertir las relaciones con Cuba, señalan los expertos. Evan VucciA

La muerte de Fidel Castro pudiera ofrecer al presidente electo Donald Trump una oportunidad para retractarse de la promesa que hizo a los electores del sur de la Florida de echar atrás el acercamiento estadounidense a Cuba.

Aunque el sábado condenó a Castro, calificándolo de “dictador brutal”, Trump también habló de un nuevo comienzo para el pueblo cubano hacia “la prosperidad y la libertad”.

“Aunque Cuba sigue siendo una isla totalitaria, mi esperanza es que hoy comience a alejarse de los horrores que ha tenido que soportar durante demasiado tiempo, y hacia un futuro en que el maravilloso pueblo cubano finalmente viva en la libertad que tanto merece”, dijo Trump.

Y a pesar de que su hermano Raúl sigue al mando del gobierno en la isla, el impacto sicológico de la muerte de Fidel no puede pasarse por alto, dijeron expertos que han pasado años estudiando la dinámica de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Su muerte puede restar fuerza a los críticos más fuertes del acercamiento estadounidense a Cuba, a la vez que elimina a quien algunos analistas creen que fue el principal opositor a las reformas implementadas por Raúl Castro.

Expertos en temas cubanos como William LeoGrande, de la American University, dicen que el fallecimiento de Fidel Castro puede ofrecer a Trump una oportunidad para una postura anterior, cuando apoyaba las relaciones con la isla.

Lea la versión completa en El Nuevo Herald.com

 

Trump dice que «acabará» con el acuerdo entre EEUU y Cuba

«Si Cuba no está dispuesta a hacer un acuerdo mejor para el pueblo cubano y los cubano-estadounidenses en su conjunto, pondré fin al acuerdo», tuiteó Trump.

 El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, tuiteó este lunes (28.11.2016) que pondrá fin al «acuerdo» con Cuba si el Gobierno de la isla no se abre a mejorarlo. «Si Cuba no está dispuesta a hacer un acuerdo mejor para el pueblo cubano y los cubano-estadounidenses en su conjunto, pondré fin al acuerdo», escribió Trump en su activa cuenta de Twitter.

If Cuba is unwilling to make a better deal for the Cuban people, the Cuban/American people and the U.S. as a whole, I will terminate deal.

— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 28 de noviembre de 2016

Durante las primarias, Trump fue el único aspirante republicano que apoyó la apertura a Cuba, pero en su búsqueda de votos en Florida en las elecciones generales, prometió que «revocaría» las medidas ejecutivas del presidente Barack Obama.

(DG (efe, dpa, Reuters)

Tomado de: dw.com 
Las frases más recordadas de Fidel Castro
Foto: Archivo AFP
Tomada a fidel Castro el 17 de agosto de 1999.

El líder cubano llegó a pronunciar más de 2.500 discursos

Capaz de pronunciar discursos ininterrumpidos durante horas y horas, Fidel Castro dejó con su prolífica oratoria frases para la historia que marcaron el imaginario de los cubanos y crearon toda una escuela de retórica revolucionaria.

Algunos de sus biógrafos calculan que pronunció más de 2.500, la mayoría de pie y de cinco horas de duración o más. En 1959 batió el récord de nueve horas seguidas hablando.

Estas son alguna de sus frases más recordadas:

Patria o muerte, venceremos. Esta es sin duda la consigna más recordada de Fidel Castro. Así concluía cada una de sus intervenciones, un remedo del grito «Independencia o muerte», utilizado por los mambises contra el Ejército español durante la guerra de Independencia de Cuba.

Condenadme, no me importa, la Historia me absolverá.Pronunciada en 1953, durante el juicio por el frustrado asalto que encabezó contra el cuartel Moncada.

¿Voy bien, Camilo? Esta es la pregunta que formuló al jefe del Estado Mayor del Ejército Rebelde, Camilo Cienfuegos, el 8 de enero de 1959, durante el discurso en el cuartel de Columbia, tras la entrada triunfal de los guerrilleros en La Habana. «Vas bien, Fidel», respondió Cienfuegos, uno de los más populares líderes revolucionarios, desaparecido en octubre de 1959 en un accidente aéreo en circunstancias que nunca llegaron a aclararse.

La propaganda no puede ser abandonada ni un minuto, porque es el alma de nuestra lucha. Castro afirmó esto en 1953, durante su reclusión tras el fallido asalto al cuartel Moncada.

Sin dar un solo paso atrás, ni para coger impulso. Frase pronunciada en múltiples ocasiones, la primera vez probablemente en su discurso en la Plaza Cívica en mayo de 1961.

Esta es la Revolución socialista y democrática de los humildes, con los humildes y para los humildes. En 1961, en vísperas de la invasión de Bahía de Cochinos, Castro proclamó así el carácter socialista de la revolución. «Y por esta Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes, estamos dispuestos a dar la vida», añadió.

Dentro de la revolución todo, contra la revolución nada. Esta es una de sus frases más polémicas, que le valió críticas y sentó las bases de su particular política cultural. «¿Cuáles son los derechos de escritores y artistas, revolucionarios o no revolucionarios? Dentro de la revolución, todos; contra la revolución, ningún derecho», advirtió en junio de 1961.

En una fortaleza sitiada, toda disidencia es traición. Con esa frase de San Ignacio de Loyola justificó en varias ocasiones la represión a opositores y críticos.

El imperio. Así se refería a su peor enemigo, Estados Unidos, país al que dedicó muchos de sus discursos.

Fue estudiando el capitalismo que me volví comunista. En el libro Guerrillero del tiempo, conversaciones con el líder histórico de la Revolución cubana, de Katiuska Blanco.

Ellos [EE UU] internacionalizaron el bloqueo, nosotros internacionalizamos la guerrilla. Eso decía para justificar la ayuda prestada por Cuba a las guerrillas latinoamericanas.

Revolución es cambiar todo lo que debe ser cambiado. En el año 2000, en una de sus tradicionales alocuciones en la Plaza de la Revolución por el Día de los Trabajadores, sintetizó su concepto de «revolución» en un párrafo reproducido luego en mensajes televisivos y afiches colocados en las paredes de muchas entidades públicas por todo el país. «Revolución es igualdad y libertad plenas, es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos, es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos», decía entre otras cosas.

Esta Revolución puede destruirse, los que no pueden destruirla hoy son ellos [EE UU]. Ante un auditorio de estudiantes universitarios en 2005, Fidel Castro aseveró que uno de los mayores errores de la revolución cubana «fue creer que alguien sabía cómo se construía el socialismo». Algunas de sus afirmaciones en esa alocución fueron recibidas como una especie de legado y aviso para las nuevas generaciones. Nosotros sí, nosotros podemos destruirla, y sería culpa nuestra», advertía.

Tomado de:El País, de España.com

 

Autodefensas Gaitanistas amenazaron de muerte a la excongresista Piedad Córdoba
Crédito: EFE

Bogotá, 27 de noviembre_ RAM_ Este domingo el movimiento Político Marcha Patriótica denunció que el grupo paramilitar autodenominado “Autodefensas Gaitanistas de Colombia”, amenazó de muerte y ofrece recompensa económica para quien atente contra la vida de la excongresista Piedad Córdoba y seis de sus miembros.

Este grupo paramilitar también anuncia que ofrece dos millones de pesos por la muerte de estas personas por considerar que tienen diferentes nexos con la guerrilla de las Farc.

En un panfleto nombra a Miguel Cifuentes Ardila, Melkin Hernán Castrillón, Iván Madero Vergel, Eladio Antonio Morales, Lilia Peña e Himat Abdalá como objetivos militares.

“Todos ellos se camuflan, se mueven como peces en el agua, por estas organizaciones, pero ya los tenemos ubicados, sabemos de sus movimientos en los campamentos de la guerrilla, sabemos sus rutas, sitios de frecuencia, les vamos a dar por donde más les duele. Tenemos todo un historial delincuencial de estos guerrilleros vestidos de civil”, indica el panfleto.

Por su parte, el Movimiento Marcha Patriótica manifestó que Piedad Córdoba Ruiz es una defensora de Derechos Humanos, dirigente política y social que en la actualidad se desempeña como vocera nacional del Movimiento Político y Social Marcha Patriótica y es integrante del movimiento Político Poder Ciudadano.

Tomado de:Eje21

 

Las preguntas que rondan la relación Cuba – EE. UU. tras la muerte de Fidel Castro

Foto: Bloomberg News

El futuro del socialismo, las decisiones de Raúl Castro y de Donald Trump, y la apertura económica, son los cuestionamientos que se hacen cubanos y estadounidenses ahora que no está el histórico líder de la isla.

Por: Carlos Batista / AFP

Fidel Castro llevó las riendas del poder en Cuba durante 48 años y siguió influyendo en el destino de la isla hasta su muerte. (ESPECIAL: El útlimo protagonista de la Guerra Fría)

Con Fidel se va el rival firme de Washington, el defensor del socialismo a ultranza, el símbolo de la terca resistencia y de la intransigencia que no permitió disidencias.

¿Qué pasará con el modelo socialista que implantó y con las reformas que emprendió su hermano Raúl?, ¿Seguirá el acercamiento con Estados Unidos ahora que el imprevisible Donald Trump llegará a la Casa Blanca?

Varias preguntas asoman tras el deceso del dirigente a los 90 años.

¿Adiós al socialismo? 

No, al menos así lo creen varios analistas consultados por la AFP. «El socialismo cubano ha sobrevivido a la larga enfermedad de Fidel Castro y probablemente también lo hará a su muerte», dijo Jorge Duany, director del Instituto de Investigaciones Cubanas de la Universidad Internacional de Florida.

Bajo el modelo de corte soviético, los cubanos reciben salud y educación gratuitas, pero perciben quizá los salarios más bajos de América que en promedio no superan los 29 dólares al mes. Al mismo tiempo el Estado, que controla el 80% de la economía, acumula serios problemas de ineficiencia.

«Lo que difícilmente continuará intacto es el modelo de un estado centralizado de bienestar, con un solo partido político (el comunista), y monopolizador de los medios de producción y comunicación», añadió.

Para Arturo López-Levy, profesor de la de Universidad de Texas Rio Grande Valley, la población cubana «no es dada a devaneos» y «es conservadora en la defensa» de la tranquilidad social, por lo que difícilmente la ausencia de Fidel abrirá tensiones.

De ahí que la incipiente oposición cubana enfrente «las peores circunstancias», porque por un lado está desconectada de «lo fundamental de los problemas centrales del cubano medio» y, por el otro, sus principales líderes se identifican con el pedido a Trump para que desmonte los avances logrados con el presidente Barack Obama.

¿Y la apertura económica?

«La muerte de Fidel Castro probablemente acelerará las reformas económicas en curso en Cuba bajo el liderato de su hermano Raúl. Quizás haya que esperar al retiro de Raúl de la presidencia en el 2018, según lo anunciado, para percibir con más claridad si habrá cambios sustanciales en la cúpula dirigente» cubana, señala Duany.

Sin apartarse del rumbo socialista, el menor de los Castro, de 85 años, emprendió una cauta apertura frente al trabajo privado y la inversión extranjera.

Cuba está en mejores condiciones que antes para continuar las reformas, apunta López-Levy. Para este experto, la clave está en las buenas relaciones diplomáticas que ha logrado consolidar.

La isla «está más integrada que nunca con su entorno regional», y posee vínculos de afinidad tanto con aliados de Estados Unidos (Europa y Japón), como con sus rivales (Rusia y China), subrayó.

Por su parte, Duany insiste en que «la facción más ‘pragmática’ del gobierno cubano, encabezada por Raúl Castro, debe tener ahora más espacio de maniobra para continuar con el proceso de ‘actualización’ del modelo cubano».

Sin embargo, Raúl Castro ha insistido en que los cambios previstos se aplicarán paulatinamente, sin políticas de choque, y cuando se den las condiciones necesarias.

¿Y Trump?

En su primer pronunciamiento sobre Cuba desde su elección, Trump reaccionó a la muerte de Fidel calificándolo de «dictador brutal» y prometió hacer «todo lo posible» por ofrecer a los cubanos un camino de «prosperidad y libertad».

«Creo que en un momento como éste, que es particularmente sensible para los cubanos por la muerte de Fidel, expresarse de esa manera, demuestra una incapacidad tremenda para lidiar con la diplomacia internacional», dice el académico y exdiplomático cubano Jesús Arboleya.

Añade que «si alguna declaración unifica a la mayoría del pueblo cubano (…) es una declaración como ésta, que es particularmente ofensiva, irrespetuosa, incluso inhumana, sin ninguna ética».

Duany es más cauto. «Todo indica que las relaciones entre Cuba y Estados Unidos serán más tirantes bajo la administración de Trump que bajo la de Barack Obama. No obstante, aún no sabemos en qué consistirá exactamente la política del nuevo presidente».

Otra «incógnita es cómo la muerte del expresidente Castro afectará la visión sobre Cuba de la administración presidencial de Donald Trump. Sería racional que el deceso del líder revolucionario ratifique en Washington el diagnóstico de Cuba como país en transición», comenta López-Levy.

Pero Arboleya insiste en que la declaración de Trump «va afectar el desarrollo de las relaciones porque establece un precedente muy negativo en la posibilidad de un diálogo con el gobierno norteamericano».

Tomado de:El Espectador.com

Nada detiene la fiesta en Miami

La celebración en la Calle Ocho por el deceso de Fidel Castro no ha parado desde que se conoció la noticia el viernes a la medianoche. Joe Raedle Getty Images

Redacción/el Nuevo Herald

Ni la lluvia, ni el cansancio ni la monotonía: nada le quitaba energía a los cubanos que celebraban ininterrumpidamente desde la noche del viernes la muerte de Fidel Castro, en la Pequeña Habana de Miami.

Centenares de cubanos del exilio continúan concentrándose en La Pequeña Habana de Miami para festejar la muerte de Fidel Castro y expresar su confianza, entre gritos a favor de la libertad en Cuba, en que su deceso sea el principio del fin de la dictadura en la isla.

Establecimientos como el restaurante Versailles, centro neurálgico de los exiliados en Miami, y las aceras de las calles adyacentes se hallan copadas por una multitud que entre emociones desbordantes canta y celebra el fin de Castro.

Con una mezcla de júbilo por la muerte del “dictador” y de esperanza por un futuro en la isla libre del castrismo, muchos cubanos confiesan a los medios allí presentes que “esperaban celebrar desde hace años la muerte de Castro”, mientras otros dicen que “más que celebrar la muerte de nadie, se celebra la esperanza” para la isla con la “desaparición del tirano”.

En lo que coinciden todos los entrevistados es en señalar que “va a haber un cambio y la dictadura se va a acabar”, dijo un joven cubano al canal Telemundo.

La fiesta comenzó a medianoche del viernes, se prolongó durante todo el sábado y aún continuaba el domingo por la mañana, aunque ya las calles estaban abiertas al tráfico.

“No me canso de celebrar porque parece mentira, nunca pensé que este momento iba a llegar”, comentó Delsy, que no quiso dar su apellido.

Se impone la bandera cubana en las calles de Miami

Ante la noticia de la muerte de Fidel Castro, varias personas han aprovechado para vender banderas y camisetas con la estampa de Cuba afuera del restaurante Versailles en la ciudad de Miami.

Mario Penton

En una esquina cercana, frente al Parque Dominó donde todas las tardes juegan los jubilados cubanos, algunos de ellos discutían, al sereno, sobre el futuro de la isla.

“Ahora tenemos una esperanza los cubanos, que ya sin Fidel se va a caer su comunismo y si Dios permite podremos regresar a nuestro país libre”, comentó Vicente Abrez, de 65 años.

En la Ermita de la Caridad del Cobre –la patrona de Cuba–, se celebró una misa inusualmente concurrida y oficiada por el propio arzobispo de Miami, Thomas Wenski.

“Fidel Castro se murió. Ahora le toca a él el juicio de Dios que es misericordioso y también justo”, dijo el prelado. “Que Santa María de la Caridad escuche al pueblo y adelante para Cuba la hora de la reconciliación”.

La ceremonia fue solemne y estuvo lejos de ser celebratoria, pero algunas señoras se enjugaban las lágrimas.

Cubanos piden por «esperanza y salvación» de la isla en La Ermita De La Caridad

Exiliados cubanos se reunieron en La Ermita de La Caridad en Coconut Grove a dos días de la muerte de Fidel Castro.

Carl Juste Miami Herald

El alcalde de Miami, Tomás Regalado, visitó la manifestación durante la tarde del sábado y justificó que sus compatriotas mostraran tanta alegría por un fallecimiento.

“Los cubanos tenemos el derecho de celebrar este día”, comentó a periodistas, pidiendo a la comunidad latinoamericana “que no critique a los cubanos por celebrar y que entiendan lo que esto significa”.

El gobernador de Florida, Rick Scott, dijo en un comunicado que se unía “a los cubanoamericanos de todo el país que están increíblemente esperanzados por el futuro de Cuba”.

Lea la versión completa en el Nuevo Herald, de Miami.

Se impone la bandera cubana en las calles de Miami

Ante la noticia de la muerte de Fidel Castro, varias personas han aprovechado para vender banderas y camisetas con la estampa de Cuba afuera del restaurante Versailles en la ciudad de Miami.

Mario Penton

En una esquina cercana, frente al Parque Dominó donde todas las tardes juegan los jubilados cubanos, algunos de ellos discutían, al sereno, sobre el futuro de la isla.

“Ahora tenemos una esperanza los cubanos, que ya sin Fidel se va a caer su comunismo y si Dios permite podremos regresar a nuestro país libre”, comentó Vicente Abrez, de 65 años.

En la Ermita de la Caridad del Cobre –la patrona de Cuba–, se celebró una misa inusualmente concurrida y oficiada por el propio arzobispo de Miami, Thomas Wenski.

“Fidel Castro se murió. Ahora le toca a él el juicio de Dios que es misericordioso y también justo”, dijo el prelado. “Que Santa María de la Caridad escuche al pueblo y adelante para Cuba la hora de la reconciliación”.

La ceremonia fue solemne y estuvo lejos de ser celebratoria, pero algunas señoras se enjugaban las lágrimas.

Cubanos piden por «esperanza y salvación» de la isla en La Ermita De La Caridad

Exiliados cubanos se reunieron en La Ermita de La Caridad en Coconut Grove a dos días de la muerte de Fidel Castro.

Carl Juste Miami Herald

El alcalde de Miami, Tomás Regalado, visitó la manifestación durante la tarde del sábado y justificó que sus compatriotas mostraran tanta alegría por un fallecimiento.

“Los cubanos tenemos el derecho de celebrar este día”, comentó a periodistas, pidiendo a la comunidad latinoamericana “que no critique a los cubanos por celebrar y que entiendan lo que esto significa”.

El gobernador de Florida, Rick Scott, dijo en un comunicado que se unía “a los cubanoamericanos de todo el país que están increíblemente esperanzados por el futuro de Cuba”.

Lea la versión completa en el Nuevo Herald, de Miami.

La unidad como el mejor homenaje
Foto: Ricardo López Hevia

El pueblo cubano lamenta la noticia dolorosa de la muerte del Comandante en Jefe, y todos tienen algo que decir

El pueblo cubano lamenta la noticia dolorosa de la muerte del Comandante en Jefe, y todos tienen algo que decir. Son muchos los recuerdos y agradecimientos que ha provo­cado en los cubanos, que no están listos —ni quieren— para decirle adiós. En todo caso un «Hasta siempre, Fidel».

Que un hombre como Fidel ya no esté entre nosotros no resulta nada fácil, aseguró al pe­riódico Granma el artemiseño Plácido Núñez, combatiente de Revolución Cubana.

Por su parte, Maritsa Leyva, trabajadora de la unidad de alimentos Nuevo Éxito, en Las Tunas, muy afectada admitió: «Desde lo más profundo de mi corazón te digo que no me cabe en el pecho tanto dolor. Decir Fidel es de­cir Cuba, decir hermano, decir el mundo».

A Lázaro Castro Aguilera, director del Sitio Histórico Birán, Monumento Nacional, la muer­te de Fidel le «causó un gran dolor. Me sentí el pecho muy apretado y me dirigí a la tumba de Lina, la madre. Imaginé una conversación con ella, para decirle que ya no estaría más entre nosotros ese hijo tan grande que dio para el mundo, aquel por el que ella tanto sufrió cuando lo vio padecer las vicisitudes de revolucionario».

Recordó, además, «las veces que Fidel visitó y narró con lujo de detalles su vida aquí. Me pareció verlo a caballo, loma arriba, con aires de cazador; lo sentí bañarse en el río cercano y haciendo cosas de niño y adolescente».

El colectivo que labora en la finca que viera nacer al Co­man­dante en Jefe, está conster­nado por el fallecimiento del compañero Fi­del, sin embargo, continuará atendiendo con es­mero a los visitantes que arriben por estos días.

«Sobre Fidel hay que seguir investigando, de manera que se revele toda su grandeza y sabiduría. Esa es una forma de mantenerlo vivo, de hacer que siempre nos acompañe», añadió López.

Quienes acuden a Birán, agregó el director, vienen con mu­cho respeto, y la mayoría refleja sincero dolor. Allí se ha abierto un libro de condolencias ya firmado por todos los que pasaron por aquí. Está colocado junto a una foto de Fidel, al lado de la cual muchos depositan las flores que traen.

«Espontáneamente se han acercado a quienes trabajamos en el Sitio Histórico de Birán para hablar de lo hecho por Fidel a favor del pueblo, de lo importante que es respetar su pen­samiento. La mayoría opina que la mejor forma de homena­jearlo es mantener la unidad», contó a Granma Lázaro Castro Aguilera.

Lea la versión completa en Granma.com

 

La paz sin Uribe
La paz sin Uribe Foto: SEMANA

El expresidente y los del No no le jalaron al nuevo acuerdo. ¿Cuáles son las implicaciones políticas de sacarlo adelante en un país cada vez más polarizado?

En realidad nunca hubo muchas posibilidades de que el uribismo y las Farc pudieran llegar a un texto del acuerdo de paz aceptable para las dos partes. Los puntos que el Sí y el No consideraban inamovibles eran los mismos, pero en direcciones diametralmente opuestas.

Tres temas constituían la columna vertebral del acuerdo para las Farc: penas leves, elegibilidad política y blindaje a través de la Constitución. Para el uribismo y los del No, al contrario, las exigencias eran penas más severas, elegibilidad solo después de cumplida la condena y blindaje sin manipulación de la Carta. Llegar a un consenso sobre esos tres puntos hubiera sido muy difícil.

Sin embargo, un cuarto elemento en el fondo lo hacía imposible. Como la verdad se convirtió en uno de los ejes del proceso, las Farc aspiran a que se reconozca que la guerrilla no es la única responsable del conflicto, sino que todos los sectores de la sociedad en alguna forma comparten ese pecado. Para aplicar este criterio fue creada la justicia transicional. Esta hará pasar al banquillo no solo a los guerrilleros, sino a los agentes del Estado que hayan violado los derechos humanos y a los empresarios que hayan financiado el paramilitarismo.

Para el uribismo esto es un invento para que los victimarios se conviertan en víctimas y viceversa. A pesar de los ajustes que se le hicieron en el nuevo acuerdo a la justicia transicional para articularla parcialmente con la justicia ordinaria, las dos visiones sobre la responsabilidad del conflicto son incompatibles. Aunque el uribismo esgrimió en el momento de romper con el gobierno la bandera de la protesta por el desacuerdo en cuanto a elegibilidad política, en realidad el punto más determinante para ellos es el alcance y los posibles excesos de la justicia transicional.

Por lo anterior, el supuesto acuerdo nacional que se buscaba con participación del uribismo en el fondo era imposible. Prolongar las negociaciones hubiera puesto en peligro el cese bilateral del fuego sin que ninguno de los inamovibles pudiera ser solucionado. Y en el trasfondo de todo esto estaba el hecho de que, políticamente, al Centro Democrático le convenía más no entregar la bandera de la oposición que darle su bendición al nuevo acuerdo. Con el caballito de batalla de la “resistencia civil”, ese partido aspira a quedar mejor posicionado como alternativa de poder para 2018.

Ante esa realidad, el presidente Santos no tenía opción diferente que seguir adelante sin los del No. Ese es un camino espinoso. Quedan dos etapas pendientes que son la refrendación y la implementación, y la forma de ejecutarlas ha sido objeto de controversia. Las cabezas del No han pedido un plebiscito. Santos lo ha descartado con el argumento de que intensificaría la polarización, lo cual es verdad. No ha mencionado el temor de que el Sí podría volver a ser derrotado. Esto, sin embargo, no es seguro. La gente está tan cansada con el proceso de paz que a pesar de la insatisfacción por el producto final, probablemente lo aprobaría solo para doblar la página. Al fin y al cabo, otro triunfo del No dejaría al país descuadernado.

Por eso la refrendación y la implementación han quedado en manos del Congreso. Esa es una fórmula jurídicamente válida, pero políticamente frágil, sobre todo en cuanto a la refrendación. Para comenzar, convocar un plebiscito después de la firma del primer acuerdo no era necesario. Había sido un ofrecimiento del presidente para darle legitimidad a lo pactado con base en el voto director de cada uno de los colombianos. Al pasarle la responsabilidad al Congreso se está cambiando el voto directo por el indirecto, y eso podría ser interpretado como el incumplimiento de un compromiso. Además se sabe que los partidos de la Unidad Nacional garantizan las mayorías para aprobar lo que el gobierno presente. Eso no tendría problemas si se hubiera presentado así desde el principio, pues el Congreso, a pesar de su desprestigio, en teoría podía ser el órgano para cumplir esas funciones. La fragilidad política, por consiguiente, no se deriva tanto del mecanismo adoptado como del cambio en las reglas de juego.

¿Qué sigue?

 

Según el panorama actual, lo renegociado en La Habana va a ser refrendado e implementado con bastantes complicaciones y sin mayor entusiasmo. Es una situación desalentadora ante la dimensión del esfuerzo invertido en cinco años de negociaciones exhaustivas, y ante el hecho de que en 150 días las Farc entregarán las armas. El acuerdo nuevo es razonable y es indudable que la derrota del Sí permitió mejorar el anterior. Sin eso, las Farc no hubieran aceptado las concesiones que hicieron en la segunda etapa. Sin embargo, por saturación del tema y por juegos de política interna el estado de opinión del país es lánguido y escéptico.

La cohesión que lograron quienes asumieron la vocería del No durante las últimas semanas bajo el paraguas del uribismo garantiza que no se quedarán quietos después de la firma del acuerdo. De hecho, entre miércoles y viernes comenzaron a esbozar las acciones que tomarán en su contra. La estrategia es promover una ‘resistencia civil’ en varios frentes. Por un lado, en la medida en que avance el proceso de implementación, generar movimientos de protesta tanto en el Congreso como en la calle. “En algunos casos votaremos No, en otros nos retiraremos de la sesión”, dijo el senador uribista Alfredo Rangel.

La eficacia de esta resistencia dependerá de la manera como se resuelva una demanda que cursa en la Corte Constitucional sobre la vinculación del plebiscito al denominado  fast track. Este es el mecanismo contemplado en el Acto Legislativo para la Paz que tenía por objeto tramitar en forma expedita los acuerdos en el Congreso. El fast track implica que los senadores y representantes solo podrán aprobar o negar los proyectos de ley que el gobierno presente, sin la posibilidad de modificarlos. Si la corte decide resucitarlo, lo único que podrán hacer los contradictores será dejar constancias con pocas implicaciones prácticas.

Pero aun si la corte decide que al haber ganado el No no hay fast track, los 30 congresistas del Centro Democrático tendrían poco margen de acción frente a las mayorías santistas. Y aunque  se sumarán a los uribistas varios conservadores, y Cambio Radical dejará constancias en algunos temas, la oposición podrá hacer ruido y alargar los debates, pero no descarrilar el proceso.

Por eso, con o sin fast track, los uribistas van a estar en pie de guerra. Además de las protestas en el Congreso, han mencionado otras dos posibilidades de ‘resistencia civil’. Una de ellas convocar a un referendo ciudadano, pero que este sea aprobado no es fácil. Requiere, además, de 3,5 millones de firmas (el 10 por ciento del censo electoral), que la mayoría del Senado y la Cámara de Representantes aprueben su convocatoria y que posteriormente la Corte Constitucional la avale. Si supera todos esos obstáculos, se requiere al final que vote la mitad más del 25 por ciento del censo electoral. De todos esos requisitos, el único que se ve posible son los 3,5 millones de firmas. Al llegar al Congreso, las mayorías de los partidos de la mesa de la Unidad Nacional lo trancarían.

El tercer escenario que han planteado los del Centro Democrático es aún menos viable. Sería la revocatoria del Congreso con el argumento de que el actual no representa la nueva realidad política creada por el triunfo del No en el plebiscito. Esa interpretación puede ser válida, pero esa vía requiere un proceso tan complicado como el del referendo y también incluye la aprobación de los actuales parlamentarios, lo cual no va a pasar.

Aunque ninguna de esas iniciativas del Centro Democrático modificará lo pactado en La Habana, sí tendrán una utilidad política. Mantener viva la bandera de que se le habría puesto conejo a la voluntad popular servirá para energizar a la tropa y mantenerla carburada. Eso no sería tan fácil si ese partido hubiera apoyado el acuerdo. Con el uribismo en rebeldía y el gobierno con el sol a las espaldas, la oposición ve las elecciones de 2018 con buenas perspectivas.

Esas buenas perspectivas ponen en peligro cualquier blindaje del acuerdo firmado en el Teatro Colón el jueves pasado. Como el Congreso va a hacer la refrendación y la implementación, teóricamente se podrían deshacer por la misma vía. Eso no es muy probable pues requiere no solo ganar la Presidencia, sino tener la voluntad de meter al país en el túnel negro de reversar el acuerdo de paz. Pero como ha demostrado Donald Trump en los últimos días, hay muchas causas que aunque son irrealizables en la práctica, sirven para ganar votos en las elecciones.

Tomado de:Semana.com

Dilatar, dilatar y dilatar
Daniel Coronell. Foto: John Caslon

Uribe espera que el paso del tiempo se encargue de erosionar el cese al fuego y que el regreso de la violencia termine dándole la razón sobre la inconveniencia de los acuerdos.

La apuesta del expresidente Álvaro Uribe es sencilla: si el proceso de paz con las Farc se enreda surge el caos y si surge el caos el país necesita un mesías. Todos sus esfuerzos se encaminan a dilatar la refrendación de los acuerdos, que esta semana llegan al Congreso, para hacer más lenta y tortuosa su implementación.

Cuando no pueda extender más la operación tortuga tratará de convocar un referendo para seguir poniendo en duda lo firmado y dilatando su consolidación.

Después buscará torpedear, en el nivel local, las zonas de concentración destinadas a la dejación de las armas para –una vez más- dilatar la desaparición de las Farc como grupo armado y su conversión en movimiento político.

Él espera que el paso del tiempo se encargue de erosionar el cese al fuego y que el regreso de la violencia termine dándole la razón sobre la inconveniencia de los acuerdos.

El nuevo texto incluyó la mayor parte de los reparos de los partidarios del No y del expresidente Uribe en particular. Sin embargo, ningún resultado podía ser bueno para él porque un proceso de paz que funcione dificulta su regreso al poder.

Las condiciones suyas no satisfechas son las que dinamitan la esencia de un acuerdo de paz. Un grupo insurgente -que no pudo ser exterminado por el Estado- no firma la paz para que sus integrantes terminen en la cárcel o para que les prohíban participar en política. Esa es la diferencia entre un tratado de paz y una capitulación.

Por eso el acuerdo de paz establece penas alternativas, aunque restrictivas de la libertad, y permite la participación simultánea en política.

 

Hace un tiempo en la Asamblea General de las Naciones Unidas, un jefe de Estado explicaba su visión de lo que ocurre cuando se ofrecen sanciones alternativas a criminales de guerra:

“Comprendo la preocupación que surge de atenuar la justicia frente a delitos graves, pero también debe entenderse que en un contexto de 30.000 terroristas, la paz definitiva es la mejor justicia para una nación en la cual varias generaciones no han conocido un día sin actos de terror”. (Ver video ONU1)

Quizás los uribistas discrepen de esa afirmación y también de una contundente frase que hace parte del mismo discurso: “Hay momentos que demandan ajustar la ecuación entre justicia y paz para que esta llegue y se consolide. Llevamos con nosotros lo expresado por el secretario general, Kofi Annan, quien ha propuesto un magnífico balance entre la necesidad de la justicia y la de salvar vidas inocentes”. (Ver video ONU2)

Pues bien, señores, quien así hablaba, el 30 de septiembre de 2003, ante los representantes de las naciones del mundo era Álvaro Uribe, entonces presidente de Colombia.

Unos días después su gobierno presentó al Congreso el primer proyecto de ley de alternatividad penal que buscaba iniciar el proceso de paz con los paramilitares.

El entonces ministro del Interior y de Justicia, Fernando Londoño, aseguró en la exposición de motivos: “Para que haya plena justicia tendríamos que profundizar la guerra hasta límites inconcebibles para derrotar a todos los enemigos de la democracia y llevarlos a las cárceles, o explorar fórmulas audaces que no contrapongan la paz a la justicia, fórmulas que permitan superar un concepto estrecho de justicia que se centra en el castigo al culpable para acceder a un nuevo concepto de justicia que nos permita superar de manera efectiva el desangre y la barbarie a fin de reinstaurar plenas condiciones de convivencia. Fórmulas que permitan alcanzar la paz reorientando el sentido de la justicia y la función de sus aplicaciones en el horizonte del fortalecimiento de la democracia”. (Ver exposición de motivos 1.jpg)

La justificación del proyecto de ley establecía también la futura participación de los firmantes de la paz en política: “La necesidad inexorable de acudir a procedimientos especiales, para que aquellos que han estado por fuera de la ley puedan reincorporarse a la sociedad y contribuir a la construcción de condiciones que hagan posible de nuevo la convivencia pacífica entre los asociados”. (Ver exposición de motivos 2.jpg)

Para Uribe la paz solo es posible cuando sirve para ampliar su poder. Cuando eso suceda, volverá a sostener lo contrario de lo que hoy dice.

Colombia sigue siendo un país con cifras dramáticas de violencia contra la mujer

 

Por: Martha Díaz*

Se habla de la violencia contra la mujer, cuando el término es utilizado para referirse a cualquier tipo de maltrato físico, psicológico o verbal en contra de ellas, pero también hace referencia a temas como la discriminación y el menosprecio, llegando hasta su punto máximo, cuando se observa la violencia física.

El mundo también se enfrenta al tráfico de mujeres que se presenta en varios países y hoy las que sufren diferentes tipos de violencia, terminan afectadas por cantidad de problemas de salud y es cuando disminuye significativamente su capacidad de participar en la vida pública.

Colombia no se queda atrás

En Colombia la violencia contra la mujer se ha incrementado durante los últimos años, resultando en un mayor número de denuncias y asimismo esta situación termina en un incremento en la impunidad de crímenes relacionados con ellas.

El Centro de Referencia Nacional sobre Violencia señaló que entre Enero y Febrero de 2015, 126 mujeres han sido víctimas de homicidio y 2.631 acudieron al Instituto de Medicina Legal, para ser valoradas por un presunto delito sexual.

Este año, según cifras del Instituto Colombiano de Medicina Legal, se registran cada día, en promedio, 117 casos de violencia de pareja contra la mujer. Hasta agosto pasado se habían registrado más de 29.000 casos en el país. En el 2015 el promedio fue de 112 por día, lo que significa que los casos han venido aumentando.

La Defensoría del Pueblo advirtió recientemente que las mujeres siguen siendo víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado. Según este organismo humanitario, las agresiones contra la población femenina en este contexto persisten: hay 12.740 mujeres víctimas de este flagelo (560 niñas y adolescentes), señala el último reporte del Registro Único Nacional de Víctimas.

 

Según la Fiscalía General de la Nación, ocho de cada diez mujeres se niegan a denunciar por miedo. Se reciben 14 denuncias cada hora y la violencia familiar se incrementó en un 20.4%. Este año se han recibido 99.805 denuncias por violencia familiar. Cada hora se reciben 14 denuncias

Todavía es elevado el número de mujeres que no se atreven a denunciar a su pareja, porque tienen miedo de perder a la persona que lleva el sustento económico a la casa.

Pero existen otros tipos de violencia que en muchos casos son invisibles o rutinarios y que tienen relación directa con la atención que se brinda a las mujeres en los centros hospitalarios.

 

La Violencia Obstétrica:   Otra violación de los derechos humanos

Muchas son las mujeres a las que no se les permite decidir sobre sus cuerpos durante el trabajo de parto, parto y postparto, y se sienten vulneradas por la atención brindada por el personal de salud y las instituciones hospitalarias, señaló la Dra. Ivonne Díaz, Presidente de la Federación Colombiana de Ginecología y Obstetricia, FECOLSOG.

Esta clase de violencia se expresa en el trato deshumanizado hacia la mujer embarazada, porque en los hospitales se ven múltiples manifestaciones que resultan amenazantes en el contexto de la atención de la salud sexual, embarazo, parto y post parto.

En el Día Internacional de la Violencia contra la Mujer, la Presidente de FECOLSOG señala que los servicios de salud, deben brindar una atención de calidad, respetuosa y atenta a los derechos humanos y esto implica eliminar los malos tratos propiciados en algunos casos de manera sistemática hacia las mujeres que hacen uso de los servicios.

Por un parto más humanizado

Señaló la Dra. Ivonne, que en Colombia se debe garantizar el derecho de las mujeres a contar con toda la información relacionada con sus tratamientos, así como el derecho a recibir por parte del personal de salud el mejor trato posible, teniendo en cuenta las limitaciones de los servicios de salud sexual y reproductiva, garantizando la igualdad del acceso y la calidad de la atención, independientemente de la procedencia socioeconómica o cultural de la paciente.

El Gobierno deben garantizar estos derechos a través de políticas y programas para mejorar la atención en salud de las mujeres, incorporando la perspectiva de género, los derechos humanos y la atención culturalmente adecuada antes, durante y después del parto, a todas las políticas públicas y programas que afecten a la salud de las mujeres en el país, dijo la Dra. Ivonne Díaz.

Muchas son las mujeres a las que no se les permite decidir sobre sus cuerpos durante el trabajo de parto, parto y postparto, y se sienten vulneradas por la atención brindada por el personal de salud y las instituciones hospitalarias.

En esta fecha especial, FECOLSOG aboga por un trato más humanizado del parto en las mujeres colombianas, para que acudan a los servicios de salud con la tranquilidad de que van a recibir una atención humana por parte de todo el personal médico.

De igual manera FECOLSOG trabajará intensamente en el acompañamiento, asesoría y creación de lineamientos que sean adoptados por las diferentes instituciones hospitalarias del país, para garantizar una atención más humanizada del parto.

El Comité de Medicina Materno Fetal de FECOLSOG ha iniciado una intensa campaña orientada a disminuir el número de cesáreas en las pacientes colombianas, permitiendo que sea la paciente quien decida sobre el futuro de su bebé.

De igual manera la Presidenta de FECOLSOG anuncia que se iniciará un proceso de entrenamiento en el territorio nacional en métodos de planificación de larga duración LARCS, para fortalecer los programas de educación a la comunidad y se mantendrá la política de disminución de la mortalidad, a través de talleres de emergencia obstétrica, orientados a salvar vidas.

FECOLSOG mediante conferencias, talleres, medios de comunicación y ayudas visuales, desarrollará una intensa campaña en todo el país contra la violencia obstétrica que se presenta en la mujer, y que afecta su calidad de vida.

Martha Díaz, socia del CPB

 

El camino para erradicar las violencias contra la mujer

Las razones por las que persiste esta situación es por hábitos que favorecen las agresiones.

La transformación cultural

Por Martha Ordóñrz Vera*

Aunque tenemos que reconocer que las violencias contra las mujeres siguen teniendo niveles preocupantes y afectan de manera profunda sus vidas, queremos resaltar cómo la conmemoración del 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de las Violencias contra las Mujeres, demostró cómo sus voces están tomando cada vez más fuerza para reclamar sus derechos y hacer sentir que no están dispuestas a seguir callando frente a cualquier situación de maltrato o de violencia.

Lo que vimos este viernes, con marchas, jornadas académicas, tendencias en redes sociales, campañas, es una demostración de solidaridad y unión de mujeres, sororidad, en términos feministas, que las invita y motiva a trabajar juntas para cambiar la realidad de violencia y discriminación, pero, sobre todo, que envía un mensaje contundente a toda la sociedad y a las instituciones del país, para no seguir tolerando y naturalizando cualquier expresión de maltrato.

Una de las principales razones por las que persiste esta situación la podemos explicar en el mantenimiento de hábitos, actitudes, percepciones y prácticas culturales que legitiman, favorecen, soportan y dan continuidad a las agresiones y los daños contra las mujeres.

Estas actitudes se fundamentan en imaginarios nocivos. Se pueden citar algunos ejemplos que sustentan lo anterior, afirmaciones como: “Las mujeres que siguen con sus parejas después de ser golpeadas es porque les gusta” o “los problemas familiares se resuelven solo por los integrantes de la familia”, o “el papel más importante de las mujeres es cuidar de su casa y cocinar para su familia”.

Esto permite evidenciar que sigue existiendo una postura autoritaria y patriarcal fundamentada en la exclusión y en la falta de reconocimiento de la individualidad y las diferencias como seres humanos, que sigue relegando a las mujeres a posiciones de subordinación y desventaja.

La transformación de patrones sociales y culturales, así como de imaginarios y prácticas discriminatorias que toleran las violencias contra las mujeres, debe iniciarse desde la familia, y ampliar su incidencia en la sociedad y en las instituciones.

Enumeramos algunos aspectos en los que desde la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer consideramos es posible y fundamental incidir: primero, la transformación de las masculinidades tradicionales; es decir, desde el hogar, la escuela, el trabajo, las relaciones personales, es pertinente replantear la relación entre la masculinidad y la fuerza, la dureza, la protección, el reconocer al hombre como proveedor del hogar, como el tomador de decisión en espacios públicos y privados.

Segundo, como lo señalaba anteriormente, es necesario erradicar la “aprobación” que existe frente a la violencia contra las mujeres; cada vez que usamos afirmaciones como “las mujeres que se visten de manera provocativa se exponen a que las violen” o “una buena esposa debe obedecer a su esposo así no esté de acuerdo” estamos, por un lado, legitimando la violencia contra las mujeres, y, por el otro, reproduciendo estereotipos sociales que perpetúan la propiedad y supremacía que tienen los hombres sobre las mujeres.

Desde el Gobierno Nacional consideramos la conmemoración del 25 de noviembre un momento estratégico también para fortalecer en nuestras entidades, y con nuestras servidoras y servidores públicos, una cultura de cero tolerancia frente a cualquier tipo de violencias hacia las mujeres.

MARTHA ORDÓÑEZ VERA
Consejera Presidencial para la Equidad de la Mujer

Tomado de:El Tiempo.com

Las seis malas conductas que combatirá el Código de Policía

Foto: Archivo / EL TIEMPO

El 30 de enero entra en vigencia el nuevo Código Nacional de Policía.

A partir del 30 de enero del 2017, los habitantes de la ciudad que muestren conductas que van contra la tranquilidad y la convivencia de sus vecinos, en especial por riñas, colados en TransMilenio, basuras, rayones en las paredes, contaminación visual y ruido, serán sancionados en algunos casos con multas que van desde 91.900 hasta más de 27 millones de pesos.

Y los que no paguen a tiempo podrán perder el derecho a cargos públicos o a contratar con el Estado.

Así quedó establecido en el nuevo Código Nacional de Policía, que entra en vigencia el próximo año y cuya prioridad, para el caso de Bogotá, estará concentrada en esas seis conductas que fueron definidas por la Administración. Según las autoridades, la nueva ley es una herramienta para evitar que los comportamientos contrarios a las relaciones pacíficas terminen en una cárcel o en el cementerio.

Con el viejo código, que cumple 40 años y expira el 29 de enero, arrojar basura a la calle tenía una multa de 50 a 100 pesos. Ahora, con la nueva norma, la sanción será de 735.000. Una riña se sancionaba con 1.000 pesos, pero ahora deberán pagar 735.000 pesos.

Los rayones en las paredes de patrimonio (o las privadas) y la contaminación visual no generaban ningún tipo de sanción pecuniaria, pero con la nueva ley se deberán pagar 183.000 pesos y limpiar la pared. Para el caso de vallas o pendones ilegales, las multas serán superiores a los 27 millones de pesos.

Y es que la convivencia en Bogotá es cada día más difícil. Las cifras de los malos comportamientos están a la orden del día. Cada hora en Bogotá se reportan por lo menos tres riñas y, según estadísticas oficiales de Medicina Legal, en los primeros nueve meses del año ya se presentaron 20.288, es decir, 75 por día.

Si en el 2017 las riñas se llegan a mantener en el mismo indicador, significa que el Distrito puede recaudar, en teoría, en un solo año por ese concepto más de 15.000 millones de pesos.

La nueva ley contempla más de 2.000 comportamientos contrarios a la convivencia, pero la administración del alcalde Enrique Pelosa Londoño decidió priorizar unas conductas por considerar que son las que tienen un mayor impacto negativo en el diario vivir de los ciudadanos.

¿Será el Código la herramienta para pacificar a los ciudadanos y reducir los malos comportamientos?

El pasado 18 de noviembre, a las 3:50 de la madrugada, la línea 123 recibió una llamada desde el barrio Santa Bárbara, en el norte. Los vecinos del centro comercial situado en la avenida 19 entre la 122 y la 123 no soportaron el ruido de una máquina pulidora que prendió motores desde las 11 de la noche. Pasaron más de cuatro horas para que por fin la Policía ordenara detener los trabajos.

Según el reporte oficial de la Secretaría de Gobierno, en lo corrido del año se han realizado 14 operativos por ruido y se han abierto 85 procesos sancionatorios por infringir las normas.

Mientras que el viejo código contemplaba una sanción en audiencia pública, independiente de las acciones de la Secretaría de Ambiente, con la entrada en vigencia de la nueva ley (1801 del 2016), la multa por este mal comportamiento será de 367.000 pesos. Y la policía podrá desactivar el equipo; y si se trata de una fiesta, puede ordenar que se finalice de forma inmediata.

(Además: Bogotanos se sienten indefensos ante el riesgo de vecinos agresores)

El secretario de Gobierno, Miguel Uribe Turbay, quien lidera la implementación y reglamentación del Código de Policía, dijo que su despacho trabaja en los protocolos para las actuaciones y procedimientos “no solo de esas seis conductas, sino en general de todas las que van en contravía de normas para el buen desarrollo de la ciudad”.

Uribe Turbay señala que la filosofía de la Administración es prevención y cultura ciudadana antes que sanción.

Adriana Márquez Rojas, abogada de la Universidad Nacional y docente del consultorio jurídico de asuntos policivos, advierte que el nuevo código “no es de los policías, sino de toda la ciudadanía”.

Si bien la experta destaca que los temas de derecho policivo que han sido recurrentes en los fallos de la Corte Constitucional, como medioambiente, ruido, basuras, protección de los animales, querellas civiles, entre otros, quedaron en la nueva norma; lo que a la experta no le gusta es que es un código muy punitivo.

En este sentido, explicó que la responsabilidad de los comportamientos contrarios se les deja taxativamente a los ciudadanos, pero por ningún lado hay una justificación de por qué el ciudadano actuó u obró de otra manera.

Por ejemplo, cuando se trata de una obra en el interior de una vivienda, infracción urbanística que tiene atiborradas las inspecciones, la docente señala que los funcionarios deberían salir a realizar pedagogía preventiva de lo que se puede intervenir o no antes que ir a buscar las multas.

Sin embargo, por las cifras, se evidencia que en la ciudad cada uno hace lo que quiere. Por ejemplo, en el tema de basuras, todos los días se presentan choques entre vecinos por sacar los residuos en horarios diferentes a los establecidos por las empresas prestadoras. En los primeros 10 meses del año, la Secretaría Distrital de Ambiente ha impuesto 2.507 comparendos ambientales, de los cuales 321 fueron por arrojar escombros a la calle y 164 por sacar basura en horarios no permitidos.

Con las nuevas reglas de juego ciudadano, aquel que arroje basura a la calle deberá pagar 753.000 pesos. Igual pasa con los colados en el sistema masivo de transporte: el que tranque las puertas o ingrese sin pagar será sancionado con 183.000 pesos.

Cifras reportadas por el Gobierno advierten que en los primeros diez meses del año han muerto en Bogotá cinco personas por intentar colarse en los buses de TransMilenio, mientras que al menos unas 60 han resultado lesionadas. Se calcula que cada día ingresan al sistema 200.000 personas sin pagar pasaje, lo que significa 400 millones de pesos diarios de pérdidas.

“Se trata también de proteger a los ciudadanos, como los colados. El reto ahora es su implementación. Aquí se requiere del esfuerzo interinstitucional para reglamentarlo, para cumplir con los protocolos y las acciones necesarias, de tal manera que sea una oportunidad para que cada uno de los sectores responda por sus temas”, dijo Uribe.

A largo plazo, el reto será con los inspectores de policía, quienes serán la cabeza de la aplicación de este código, tema que preocupa a más de uno, pues hoy, entre alcaldías e inspectores, hay cerca de 60.000 expedientes sin fallar.

HUGO PARRA
Redactor de EL TIEMPO