La Organización Mundial de la Salud declara al coronavirus una emergencia de salud pública de preocupación internacional
La Organización Mundial de la Salud ha declarado que el nuevo brote de coronavirus es una emergencia de salud pública de interés internacional, luego de que un comité de emergencia se reuniera el jueves en Ginebra.
La semana pasada, la organización dijo que el virus aún no constituía la declaración de emergencia. Pero con un número creciente de casos y evidencia de transmisión de persona a persona, el liderazgo de la OMS convocó nuevamente al comité debido al “potencial de un brote mucho mayor”, dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, a periodistas. a principios de esta semana.
La OMS define una emergencia de salud pública de interés internacional como “un evento extraordinario” que constituye un “riesgo para la salud pública de otros Estados a través de la propagación internacional de enfermedades” y “potencialmente requiere una respuesta internacional coordinada”. Las emergencias anteriores han incluido el ébola, el zika y la gripe H1N1.
Un estudio detecta células que se esconden en un nicho en las glándulas submucosas y se expanden después de que el tabaco haya provocado lesiones.
El cáncer de pulmón se cobra aproximadamente dos millones de vidas al año en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud. El consumo del tabaco tiene la responsabilidad de entre el 80% y el 90% de los casos de esta enfermedad. Fumar esta sustancia nociva provoca entre 1.000 y 10.000 mutaciones y alteraciones anormales por cada célula y deja, así, vía libre a la formación de tumores. Un estudio, publicado este miércoles en Nature, demuestra que dejar este hábito, como lo ha hecho casi el 20% de la población española, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, despierta unas células sanas que ayudan a los pulmones a regenerarse.
Peter Campbell, autor principal del estudio e investigador del Instituto Wellcome Sanger asegura que la gente que lleva fumando 30, 40 años o incluso más y que cree que ya es demasiado tarde para dejar de fumar, se equivoca. «Lo más increíble de nuestro estudio es que demuestra justamente que incluso fumando 15.000 paquetes de cigarrillos a lo largo de una vida, como uno de nuestros participantes, algunas de les células no muestran daños por culpa del tabaco», explica.
El equipo de investigadores de Campbell, del Instituto Wellcome Sanger y de la Universidad College de Londres (UCL), ha secuenciado el genoma de 632 colonias del epitelio bronquial de 16 personas: tres niños, cuatro que nunca fumaron, seis que lo dejaron y tres actuales fumadores. Todas las células analizadas, incluso las de los no fumadores, presentaron un aumento de las mutaciones por el envejecimiento. Cada año, se estima que las células viven 22 mutaciones adicionales. Esta cifra se debería incrementar, según datos del estudio, a 2.330 en antiguos fumadores y 5.300 en actuales consumidores. Sin embargo, unas células desconocidas hasta ahora no correspondieron a las expectativas. Presentes únicamente en los exfumadores, estos elementos diminutos mostraron niveles de mutación similares a los encontrados en los no fumadores de la misma edad.
Estas células, según cuentan los autores, son “claramente protectoras contra el cáncer”, ausentes, o todavía imperceptibles, en los órganos de los fumadores actuales y cuatro veces más frecuentes en los participantes que habían dejado el consumo de cigarrillos. Las células no presentan casi huellas cancerígenas y sus telómeros (extremidades de los cromosomas) son más largos, lo que significa que no han sufrido muchas divisiones en comparación con las células afectadas.
El estudio precisa que no queda claro cómo nacen estás células, cómo resisten a las mutaciones que sufren sus vecinas y porqué, sobre todo, aparecen en las personas que han dejado de fumar y no también en los fumadores actuales. Una de las posibilidades, aunque merezca aclaraciones, es que estas células madres que actúan como héroes, ocupan un área protegida en las glándulas submucosas y se expanden tras una lesión pulmonar. Este nicho físicamente apartado podría explicar su impermeabilidad frente al daño.
Los beneficios, tras parar de fumar, comienzan de inmediato, según escriben los autores, y se incrementan con el paso del tiempo. La aparición de estas células misteriosas que sacan la cabeza tras la batalla, muestra la capacidad de recuperación y regeneración del pulmón a cualquier edad. Dejar de fumar a cualquier edad no solo ralentiza la acumulación de más daños, sino que también despierta células ilesas, según confirma el profesor Sam Janes de la UCL y coautor del estudio. «Con investigaciones adicionales podríamos entender cómo estas células protegen contra el cáncer, lo que podría conducir a nuevas terapias contra esta enfermedad», concluye.
Para Álvaro Rodríguez-Lescure, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica, este estudio ilustra un hecho que ya se conocía desde hace mucho: dejar de fumar aporta beneficios. Y ahora sabemos por qué. «Siempre es importante prevenir y evitar que se empiece a fumar, pero ahora tenemos una confirmación que, de cierta forma, es reversible», explica el experto. Pero, pese a que el tejido del aparato respiratorio puede restablecerse, nunca, tras haber consumido tabaco, se puede recuperar como antes, en definitiva, como el de alguien que jamás ha fumado. Eso sí, los riesgos acumulados se reducen con el paso del tiempo. La población de células nuevas actúa y termina dominando, y aunque el riesgo no desaparecerá nunca, la probabilidad que suceda tenderá a disminuir. Rodríguez-Lescure insiste también en que el 40% de los cánceres son prevenibles y que «la pelota está en el tejado personal de cada uno de nosotros», ya que ese porcentaje de tumores está relacionado con el estilo de vida que se elige.
Xosé Bustelo, profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), presidente de ASEICA (Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer) resalta otro aspecto interesante del trabajo británico. “Demuestra que el daño genético del tabaco afecta a la gran mayoría de las células del epitelio de nuestros pulmones. También que hay un porcentaje de células, cerca del 25%, que tienen alteraciones genéticas que causan el cáncer”, precisa. Antes de acabar, el experto insiste en mencionar también que el estudio da una dimensión de las diferencias en la financiación entre el Reino Unido y España. Este proyecto se financió con casi 25 millones de euros, más del doble de lo que dedica la Agencia Estatal de Investigación para financiar todos los proyectos de cáncer de los investigadores españoles. “Eso da una idea de la dimensión en que nos movemos” concluye.
A lo largo de los últimos 30 años, el número de brotes virales se ha incrementado y las enfermedades infecciosas de rápida propagación -como el actual coronavirus en China- se están volviendo cada vez más comunes. Pero, ¿por qué?
Es un hecho evidente que hay muchas más personas en este planeta que nunca antes -la población global es de 7.700 millones y continúa en ascenso- y también estamos viviendo cada vez más cerca los unos de los otros.
Más gente ocupando menos espacio significa un mayor riesgo de exposición a los patógenos que causan enfermedades.
El coronavirus que surgió en Wuhan, China, parece ser transmitido entre los humanos por las gotitas despedidas cuando las personas tosen o estornudan. El virus puede sobrevivir por corto tiempo fuera del cuerpo, así que el emisor y el receptor deben estar relativamente cerca para que se produzca el contagio.
En 2014, la epidemia de Ébola se transmitía a través de la sangre u otros fluidos corporales, sólo aquellos en proximidad cercana podían caer infectados.
Pero no todos los virus se pasan de humano a humano. El zika, por ejemplo, se contagia por picadura de mosquitos a humanos pero también se beneficia de la cercanía entre las personas.
Los mosquitos que transmiten este virus prosperan en zonas urbanas donde pueden alimentarse de la sangre humana. Se reproducen en lugares densamente poblados, húmedos y cálidos.
Desde 2007, más humanos han vivido en ciudades que fuera de ellas. Más de 4.000 millones de personas viven ahora en 1% de la masa terrestre de la tierra.
Y muchas de las ciudades a las cuales nos estamos mudando no están preparadas para nosotros. Así que muchas personas terminan en zonas marginadas, sin acueducto ni un sistema de aguas residuales adecuado, permitiendo la rápida propagación de las enfermedades.
Aviones, trenes y automóviles significan que un virus puede viajar al otro lado del mundo en menos de un día. En unas pocas semanas, se registraron posibles brotes de coronavirus en más de 16 países.
En 2019, las aerolíneas transportaron 4.500 millones de pasajeros -diez años antes apenas fueron 2.400 millones.
Wuhan es una de las paradas principales del servicio de tren rápido de China y el virus surgió precisamente cuando el país asiático se alistaba a dar inicio a la mayor migración humana en la historia -más de 3.000 millones de viajes a través de todo el territorio para la celebración de Año Nuevo lunar.
Una de las peores pandemias jamás registradas fue la influenza de 1918, conocida como la gripe española. Brotó en Europa durante otro período de migración masiva, hacia el final de la Primera Guerra Mundial.
Cuando la influenza empezó a propagarse, los soldados estaban regresando a sus países de origen y portaron la gripe con ellos. Llevaron el virus a comunidades que no habían desarrollado una resistencia contra éste, tomando completamente por sorpresa sus sistemas inmunes.
Un estudio realizado por el virólogo John Oxford afirma que la fuente del virus pudo haber sido un campamento transitorio por el cual pasaban unos 100.000 soldados cada día.
Aun antes de la era de la aviación, la epidemia se propagó a casi todas partes del mundo. Cobró las vidas de entre 50 millones y 100 millones de personas.
Con todo y eso, le tomó a la gripe española entre seis y nueve meses para diseminarse por el mundo. En una época cuando podemos viajar alrededor de planeta en un día, un nuevo virus infeccioso podría propagarse mucho más rápido.
Más carne, más animales, más enfermedades
Ébola, SARS (síndrome respiratorio agudo severo) y ahora el coronavirus de Wuhan son todos virus zoonóticos, trasmitidos de animales a humanos.
El nuevo coronavirus parece haberse originado en una mercado de carne que vende animales vivos. Los primeros informes especularon que pudo haber sido trasmitido por serpientes.
En estos días, casi tres de cada cuatro enfermedades son zoonóticas.
Nuestro apetito global por la carne va en aumento, las crías de animales se están expandiendo a medida que partes del mundo se enriquecen y desarrollan una dieta con mayor contenido de carne.
En China, los mercados de animales vivos y de carne son comunes en áreas densamente pobladas. Eso podría explicar por que dos de las últimas epidemias tuvieron su origen allí.
Los virus de las gripes tienden a infectar a los humanos por la vía de animales domésticos. Así que las probabilidades de que animales infectados entren en contacto con humanos también van en aumento.
Además, a medida que nuestras ciudades se expanden, invaden zonas rurales donde los humanos entran en contacto con animales salvajes. La fiebre de Lassa se propagó de esta manera -cuando la gente empezó a despejar los bosques para la agricultura, las ratas que allí vivían tomaron refugio en las casas y trajeron con ellas la fiebre de Lassa.
Simplemente no estamos preparados
Aunque el mundo está más conectado que nunca antes, todavía no contamos con un sistema global de salud que pueda responder a estas amenazas.
Para detener el brote, dependemos de los gobiernos de los países donde surgen. Si no actúan, todo el planeta está en riesgo.
Eso no pudo quedar más evidente que en África Occidental, durante el brote de ébola. Cuando los sistemas de salud locales en Guinea, Liberia y Sierra Leona fracasaron en detener la propagación del virus.
El ébola mató a 11.310 personas en África Occidental.
Por fortuna para el resto del mundo, ese es un virus que se propaga lentamente, pero los virus respiratorios como la influenza y el coronavirus se diseminan mucho más rápido.
Tampoco ayuda que los brotes son más probables que ocurran en lugares pobres con sistemas de salud inadecuados. La falta de regulaciones, educación sobre higiene o instalaciones sanitarias, así como una densa población aumentan el riesgo.
Al mismo tiempo, muchos de estos países sufren una fuga de cerebros de sus mejores profesionales de la salud.
Muy pocos sistemas de salud están dispuestos a invertir sus escasos recursos en prevención de brotes extremos de enfermedades que pueda que no ocurran. Cuando la gripe porcina sucedió hubo un lanzamiento global de fármacos, que fue criticado por la sobrerreacción contra un virus que terminó siendo leve.
Aunque contamos con la tecnología para desarrollar fármacos que podrían salir al paso de algunos de estos virus, para la industria farmacéutica no vale la inversión -si el virus sólo va a matar unos cuantos miles, no hay dinero para hacer.
A pesar de que sabemos que van a suceder, no podemos pronosticar dónde y cuándo se darán. La mayoría de los brotes de enfermedades infecciosas casi siempre nos toman por sorpresa.
Buenas noticias
Aunque estamos viendo más brotes que nunca antes, menos personas se están enfermando y muriendo a causa de ellos, según un estudio del Royal Society, una academia científica en Reino Unido.
Cuando las economías crecen rápidamente, como hemos visto en China, la higiene básica y el acceso hacia el cuidado de salud mejoran. Igualmente los sistemas de comunicación que difunden mensajes sobre cómo evitar la infección.
Los tratamientos son mejores, más personas tienen acceso a estos y nos estamos volviendo más efectivos con la prevención. Las vacunas se desarrollan mucho más rápido.
De ninguna manera la respuesta global es perfecta, pero estamos mejorando la capacidad de detectar y responder a los brotes.
Un país como China puede construir un hospital con 1000 camas en una semana, algo que hubiera sido completamente impensable en 1918.
Se aproxima la fecha en la que se conocerán los ganadores del Premio CPB 2020, el premio de periodistas para periodistas.
El viernes 7 de febrero, durante la ceremonia La Noche de los Mejores, que se emitirá desde el Teatro Cafam, Colombia sabrá cuáles de los 1055 periodistas que postularon trabajos recibirán la estatuilla El Sacrificado.
A partir de las 7 de la noche, el Canal Capital, con la producción de Caracol Televisión, llevará a los televidentes el acto que congregará a lo más granado del periodismo nacional, de la vida política y empresarial.
“El Premio CPB, máximo certamen del Círculo de Periodistas de Bogotá, exige una labor sin interrupción de más de cinco meses. Este año, 1055 periodistas enviaron en total quinientos dos trabajos que en este momento pasan por el tamiz de un calificado jurado y pre jurado que analizan, entre otros factores, la investigación, el rigor periodístico, la confrontación de fuentes, el criterio, la independencia y el sentido periodístico. Los trabajos seleccionados serán subidos a la página web del CPB para que los conozcan los colombianos y, sobre todo, los estudiantes de las facultades de Comunicación Social y Periodismo”, dijo Gloria Vallejo, presidente del CPB.
“Contamos este año con un calificado jurado de primer nivel, el aporte y apoyo de Cafam, de Movistar y de Andrés Chamorro Iluminación. Tendremos una producción impecable de Caracol Televisión, al frente de la cual está Amparo Pérez, socia del CPB y directora de Doble Vía, y con la transmisión de Canal Capital, gracias al beneplácito dado al Círculo por la alcaldesa de Bogotá y colega, Claudia López”, agregó Gloria Vallejo.
Las categorías que participan son once: prensa, radio, televisión, medios virtuales, tesis de pre grado, opinión, caricatura, fotografía, mejor trabajo de corresponsal, mejor trabajo de cámara y mejor libro escrito por un periodista.
De nuevo este año el premio CPB cuenta con un jurado integrado por periodistas de primer nivel: Juan Gossaín, Juan Esteban Constaín, Fernando Ramos, Sandra Borda, Marisol Cano, María Lucía Fernández, Fernando Quijano y Germán Rey.
El joven periodista, oriundo de Brandsen, tomo la iniciativa de ver al periodismo en su totalidad y enfocarse en marcar “ambos lados del mostrador”, con sus pros y contra –Nicolás Bresky– busca difundir la noticia con sus matices y marcar la “neutralidad” que nunca se ha visto en los grandes medios.
Con cuatro años recorriendo las calles de la ciudad, Bresky dialogó con NOVA y explicó que “El periodismo no se tiene que casar con nadie. Siempre hay que dar una visión neutral por más ideología que se tenga”.
En este sentido, aclaró que existe el “periodismo militante” pero “para hacer periodismo no tenés que ser militante, tenés que dejar de lado está cuestión para tener una opinión general. Si no se separa de ello, siempre se va a tirar a favor de uno y en contra de otro. Cuando se habla de militante, se habla de fanatismo”.
Por ello, el joven de 26 años –quien se encuentra finalizando su carrera en Comunicación Social en la Facultad de Periodismo de la UNLP- resaltó que el periodismo en sí es “el tratamiento, interpretación, redacción y consiste en la obtención y difusión de información. Siempre hay que hacer un uso responsable de la misma porque hay que chequear la información, la podemos recibir pero siempre hay que corroborar”.
La tecnología en su trabajo
Nicolás Bresky trabaja en Multimedios Brandsen y resaltó desde sus comienzos en la profesión que la tecnología tiene cosas “buenas y malas”. “Hoy la tecnología ha invadido tanto para bien y para mal. Hoy cualquiera saca una foto o vídeo de algún accidente por ejemplo, lo difunde y ya está haciendo periodismo. No se espera al medio para transmitir e informar. Algunos esperan y otros no, pero perjudica a los profesionales”, explicó.
Pero, consciente de que la tecnología avanzará a lo largo de los años resaltó que “hay que saber utilizar estas herramientas” porque “la tecnología también ayuda al periodismo”. En este sentido, dijo: “Hay que tomarla con pinza. El uso de la tecnología ha disminuido el trabajo del periodismo, ya que está todo digitalizado. Pero a la vez, puede buscarse una nueva salida para hacer el periodismo que amamos”.
Recomendación a sus colegas
Pensando en las nuevas eras de comunicación, el periodista de Brandsen se tomó unos segundos para hablar con sus colegas y dijo: «Hay que seguir estudiando, perfeccionándose y hacer la profesión a conciencia, es una carrera muy linda, estar informados todo el día por medios digitales, por la radio o televisión. No hay que bajar los brazos, podes trabajar del informativo, policial, digital, televisión, radio, entre otras, es una carrera complicada donde es difícil buscar un lugar pero si vas al máximo y le metes con ganas, podes llegar a hacer grandes cosas”.
A medida que se va haciendo cada vez mayor el mercado de las compras online, más y más usuarios recurren a Google o a los comentarios de usuarios en las fichas de los propios productos para conocer la opinión sobre un determinado producto que desean adquirir.
Sin embargo, con las excepciones que haya, honrosas en muchos casos, cuando un usuario busca opiniones sobre un producto que tiene en mente comprar y recurre a Google, aparte de las tiendas que lo venden, la mayor parte de las primeras posiciones están ocupadas por webs de nicho que recomiendan casi siempre productos de afiliación, aquellos por los que la tienda le paga una comisión (casi siempre Amazon), incluso con plugins automatizados que extraen automáticamente la información de Amazon.
En muchísimas ocasiones todos los productos son, según esas webs, chollos, oportunidades que no pueden dejarse escapar, gangas, grandes productos, etc., pero ni los han probado ni se preocupan demasiado, ya que la prioridad es captarlos por Google, posicionando bien la página, y reenviarlos a Amazon, arrastrando con ello la cookie, para poder cobrar por cuantos productos compre este usuario.
No aparecen los dueños de los titulares de la web, ni nada que les saque del anonimato, incumpliendo la ley, e, insistimos, con honrosas excepciones, sin ninguna confiabilidad en lo que recomiendan porque en la mayor parte de las ocasiones ni lo han probado y se basan en las características técnicas o en comparativas extraídas de las fichas, con continuos “click-to-action” para llevar a los usuarios a la tienda y llevarse la comisión.
A medida que los consumidores van tomando conciencia de la escasa credibilidad que tiene muchas de estas webs, buscan marcas informativas de confianza (no necesariamente sólo periódicos; hay excelentes webs que empezaron como blogs temáticos (Xataka y otras, por ejemplo, con excelentes análisis), o redes de blogs, y son ahora una referencia), para encontrar opiniones más formadas sobre productos, lo que abre a los medios y a las webs de confianza otro campo importante de monetización, bien con secciones de revisión de productos (que incluyan enlaces de afiliación, pero cuya selección se haga con criterio profesional) o con verticales.
Uno de los ejemplos más notables a escala internacional es The Wirecutter, propiedad de The New York Times, y que es una referencia en el análisis y recomendación de productos, amén de una importante fuente de ingresos para el grupo de comunicación. En España, muchos medios han creado ya desde hace un par de años sus secciones de análisis, como es el caso de Escaparate, de El País.
En el momento en que Google, en su tendencia de ir cambiando las webs que aparecen en primeras posiciones, y que se han posicionado casi exclusivamente por técnicas SEO y no aportan valor, por otras de más confianza, modifique el algoritmo, esta nueva fuente de ingresos, si se ha ido trabajando previamente por parte de los medios, tendrá más recorrido
Reporteros Sin Fronteras (RSF) expresa su profunda preocupación por las recientes acusaciones de los investigadores de la ONU de que el príncipe saudí, Mohammed Bin Salman, hackeó el teléfono del propietario de The Washington Post, Jeff Bezos, en un posible intento de influir en la cobertura del periódico sobre Arabia Saudí.
El relator especial de la ONU para la libertad de expresión, David Kaye, y la relatora especial de la ONU sobre asesinatos extrajudiciales, Agnes Callamard, anunciaron el 22 de enero que tienen información que sugiere que la cuenta de WhatsApp del príncipe heredero de Arabia Saudí desplegó un programa espía en mayo de 2018 que permitió la vigilancia del teléfono de Jeff Bezos, en un esfuerzo por influir o silenciar las informaciones del Post sobre Arabia Saudí. Según Kaye y Callamard, las circunstancias y el momento del presunto ataque «fortalecen el apoyo» para futuras investigaciones sobre la posible participación de Mohammed Bin Salman en el asesinato del periodista de The Washington PostJamal Khashoggi.
«RSF prevé una investigación exhaustiva sobre la presunta vigilancia del príncipe heredero a Jeff Bezos, y recuerda a la comunidad internacional que estas acusaciones surgen no solo después de que se perpetrara por primera vez en la historia el asesinato de un periodista en un consulado, sino al mismo tiempo que Arabia Saudí sigue reteniendo de manera arbitraria en prisión a al menos 32 periodistas «, señala el secretario general de Reporteros Sin Fronteras, Christophe Deloire. «Consideramos que las naciones no pueden hacer la vista gorda ante sus métodos represivos cuando cooperan con este régimen y que no deben comportarse ’como si tal cosa’ para que la Cumbre del G20 se organice en Riad bajo la presidencia de Arabia Saudí».
“Las acusaciones esbozadas en el reciente informe de la ONU, junto con el asesinato sin resolver de Jamal Khashoggi, subrayan la urgente responsabilidad de los legisladores estadounidenses y de la comunidad internacional de controlar al príncipe heredero de Arabia Saudí, quien ha demostrado una vez más un patrón de comportamiento que ignora las normas internacionales de derechos humanos», apunta Dokhi Fassihian, directora ejecutiva de RSF en Estados Unidos. «Además, este informe destaca la necesidad de que los legisladores en EEUU y en el extranjero establezcan controles sobre la venta y transferencia de tecnologías de vigilancia a los Estados que tienen en el punto de mira a periodistas y disidentes».
La Fiscalía Federal de Brasil ha acusado formalmente al periodista de investigación estadounidense Glenn Greenwald de haber «ayudado, alentado y guiado» a un grupo de piratas informáticos que supuestamente le proporcionaron información comprometedora sobre el poder brasileño. RSF denuncia que se trata de acusaciones injustificadas.
El 21 de enero, la Fiscalía acusó a siete personas como parte de la investigación sobre el pirateo de teléfonos móviles de altos funcionarios brasileños en 2019. Entre los acusados figura el periodista estadounidense Glenn Greenwald, residente en Brasil y cofundador del diario digital The Intercept Brasil.
El fiscal federal Wellington Oliveira considera que el periodista «ayudó, alentó y guió» a un grupo de seis hackers informáticos para que borrasen los mensajes que le habían transmitido, a fin de que no se le pudiera vincular con la obtención ilegal de datos. Esta acusación se basa en una conversación entre el periodista y uno de los piratas informáticos, cuyo contenido fue encontrado en un ordenador incautado por la policía.
Esta misma conversación había llevado previamente a la policía federal a concluir, en un informe publicado en diciembre de 2019, que el periodista había adoptado «una postura cautelosa y distante en relación con la comisión del pirateo». A principios de agosto, una decisión de la Corte Suprema de Brasil también reafirmó el derecho constitucional a la protección de las fuentes.
«Las acusaciones presentadas contra el periodista Glenn Greenwald son absurdas, injustificadas y van en contra de las opiniones ya formuladas», denuncia la oficina de RSF en América Latina. “El fiscal federal se basa en una conversación en la que el periodista simplemente se preocupaba por preservar el anonimato de sus fuentes, como haría cualquier profesional de las noticias. Es claramente una represalia contra el trabajo del equipo de The Intercept Brasil que reveló fallas en el poder judicial y político en Brasil».
Desde junio de 2019, The Intercept Brasil ha venido publicando una serie de informaciones en las que revela serias irregularidades en la investigación por anticorrupción en el caso «Lava Jato». Los artículos exponen intercambios privados entre varios fiscales y miembros del poder judicial obtenidos a través de una fuente anónima citada por Glenn Greenwald. Los mensajes desvelan con claridad la connivencia entre el ex juez y actual Ministro de Justicia, Sérgio Moro, el fiscal principal a cargo del caso «Lava Jato», y todos los equipos a cargo de las investigaciones.
Estas publicaciones provocaron ataques contra Glenn Greenwald, su familia y sus compañeros de trabajo, en especial periodistas en The Intercept Brasil. El presidente Jair Bolsonaro dijo el 27 de julio de 2019 que el periodista podría «ser encarcelado».
La cadena de bloques (blockchain) es la tecnología de la cuarta revolución industrial que suscita más recelos entre expertos y profesionales de múltiples sectores. Probablemente porque es uno de los sistemas más difíciles de entender. El periodismo ha sido una de las actividades más cuestionadas en las últimas décadas. En poco tiempo ha tenido que afrontar una profunda crisis económica y otra, igualmente grave, de credibilidad. Por estas dos razones, la alianza de ambos elementos ha generado un debate más animado que productivo entre los profesionales de los medios de comunicación.
El término blockchain se emplea para referirse a un registro descentralizado de criptomonedas como el bitcoin o ether. Y a una red de computadoras que operan de igual a igual. O a una base de datos inmutable. Por separado, estas ideas pueden comprenderse con relativa facilidad. Pero la superposición de funciones complica la definición, como han explicado los analistas Arvind Narayanan y Jeremy Clark y también los investigadores Gili Vidan y Vili Lehdonvirta en un artículo de la revista científica New Media Society.
A partir de esta ambigüedad, las empresas periodísticas supuestamente pueden valerse del blockchain para encontrar un nuevo método de verificación de contenidos y de publicidad. O tal vez para dar con modelos de negocio que descansen sobre pagos virtuales, o para garantizar el acceso a información pública archivada según este modelo, como subraya otro experto, John Keefe, en el prestigioso portal especializado Nieman Lab, de la fundación homónima, dentro de la Universidad de Harvard (Estados Unidos). No obstante, numerosos observadores, como Narayanan y Clark, aclaran que, en este campo, la teoría está muy por encima de la práctica.
Esta tecnología, pensada para almacenar datos de manera segura, agrupa el material en paquetes que se ordenan estrictamente. De este modo, los usuarios pueden ver cómo ha sido estructurada la información y si alguien ha intentado reorganizarla o eliminarla. Para los profesores Michael Noferl, Peter Gomber, Oliver Hinz y Dirk Schiereck, el blockchain aporta estabilidad a la vida digital, protegiendo el contenido, a pesar de que se acumulen versiones e interacciones de los miembros de una comunidad. Ellos expusieron esta visión en 2017 en la publicación Business Information Systems Engineering tras la interpretación entusiasta de sus colegas Wessel Reijers, Fiachra O’Brolchain y Paul Haynes, que un año antes equipararon el blockchain a un “contrato social”.
Pocos meses después, las dudas pesaban más que las expectativas. En cualquier caso, el planteamiento parecía idóneo para el periodismo, e iniciativas como Po.et, AdChain o SocialFlow se habían lanzado a explorar esa vía. Sin embargo, su ejemplo no cundía como se esperaba. Además, ninguna organización de referencia internacional apostaba con convicción por esta innovación, como sí habían hecho con la inteligencia artificial, el aprendizaje automático, la ciencia de los datos, la robótica, la internet de las cosas, los wearables, la computación en la nube o los drones.
En el presente, quienes defienden el blockchain para el periodismo dicen que, con esta fórmula, es posible implementar soluciones para los micropagos, validar como es debido los derechos de autor de reporteros y colaboradores y hacer un seguimiento correcto de la publicidad digital. Las grandes incógnitas que permanecen abiertas afectan a las jerarquías y responsabilidades establecidas en los medios y a la transparencia en el contacto con fuentes y actores de la actualidad.
El científico estadounidense investiga el mecanismo de acción de una molécula antitumoral que promete alargar la vida de los seres humanos.
Cuenta el biólogo David Sabatini que, cuando aterrizó por primera vez en la remota Isla de Pascua (Chile), le pareció “un lugar mágico”. Allí, en las bacterias del suelo sobre el que se alzan los célebres moáis, una expedición científica identificó en 1975 una molécula desconocida hasta entonces, la rapamicina, bautizada así por el nombre nativo de la isla: Rapa Nui. Muy pronto quedó claro que aquella molécula era excepcional: inhibía el crecimiento de algunos tumores, combatía los hongos y evitaba el rechazo de órganos trasplantados. Hace una década, científicos de EE UU administraron rapamicina a ratones. Y los roedores vivieron el equivalente a 10 años humanos más.
Sabatini, nacido en Nueva York en 1968, se crió en una familia de científicos argentinos emigrados a EE UU. Cuando apenas tenía 25 años, se preguntó cuál sería el mecanismo de acción de la aparentemente milagrosa rapamicina y lo descubrió. La molécula inhibía en las células la proteína mTOR, una especie de interruptor que, en condiciones normales, se activa cuando hay nutrientes y permite el crecimiento celular. Hasta el 60% de los tumores malignos tiene su origen en la acción aberrante de este interruptor, según el biólogo, del Instituto Tecnológico de Massachusetts. La semana pasada, Sabatini y su colega Michael Hall ganaron por estos trabajos el Premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA, dotado con 400.000 euros.
Pregunta. Muchas veces la prensa habla de la rapamicina como «la molécula milagrosa». ¿Es mucho decir?
Respuesta. No sé si milagrosa, pero yo creo que la rapamicina es una de las moléculas más interesantes que existen. Tiene propiedades clínicas y ya se usa en medicina, porque está aprobada para muchas indicaciones y posiblemente se añadirán más, como el envejecimiento. También tiene conexiones culturales interesantes, porque viene de la Isla de Pascua, la Rapa Nui. Es una molécula que tiene muchas dimensiones interesantes. Y si uno mira la literatura científica, parece que hace de todo, parece un milagro. Vamos a ver si es cierto.
P. ¿Para qué indicaciones ya está aprobada la rapamicina?
R. Hay varias moléculas que son un poco diferentes, pero en esencia son rapamicina. Una indicación para ellas es la inmunosupresión [la inhibición de las defensas de una persona para evitar el rechazo de un órgano trasplantado]. Otra, en cardiología, para prevenir la reestenosis [el cierre de una arteria]. Y también contra algunos tumores, en particular contra el cáncer de riñón y algunos tipos de cáncer de mama. También se utiliza en diferentes patologías relacionadas con el sistema inmunitario. La rapamicina tiene grandes posibilidades. El gran desafío es cómo usarla para hacer el bien y al mismo tiempo no hacer daño, porque obviamente la proteína mTOR tiene otras funciones importantes. Ahí está el campo ahora: en cómo encontrar ese equilibrio.
P. Usted habla de aplicaciones futuras de la rapamicina. ¿Cuáles?
R. Yo creo que habrá algo, seguro, para ralentizar el deterioro asociado a la vejez. También creo que habrá implicaciones en el sistema nervioso, porque algunas epilepsias están causadas por mutaciones y la activación de la mTOR. Creo que esas serán las primeras aplicaciones. Creo que con el tiempo sabremos cómo mandar moléculas como la rapamicina a tejidos concretos. Y eso va a abrir muchas otras posibilidades: por ejemplo, dirigirse a algunas enfermedades de los músculos, como el deterioro asociado a la vejez.
P. Algunos expertos, como el médico israelí Nir Barzilai, creen que las enfermedades asociadas al envejecimiento —el cáncer, el alzhéimer, los problemas cardiovasculares— se podrían retrasar en bloque. ¿Usted qué opina?
R. Yo creo que sí. Y creo que la rapamicina es una de las mejores candidatas que existen.
P. ¿Para frenar el cáncer, el alzhéimer y todo a la vez?
R. Para ralentizar, no para frenarlo por completo. Ahora vemos que muchas de estas enfermedades de la vejez tienen algunos mecanismos en común, como el deterioro del sistema inmunológico. Moléculas como la rapamicina, que pueden prevenir esos procesos, van a tener posiblemente un impacto en muchas enfermedades. En animales se ve, pero hay que ver cómo se traduce eso a humanos. En particular, a humanos que ya viven una vida saludable, que no comen demasiado, que hacen ejercicio. Vamos a ver si la rapamicina también ayuda a esa gente.
«Creo que la rapamicina es una de las mejores candidatas [para ralentizar las enfermedades asociadas al envejecimiento]»
P. ¿Cómo debería ser un ensayo clínico para demostrar que la rapamicina ralentiza el envejecimiento, el cáncer, el alzhéimer?
R. Yo no soy ningún experto en ensayos clínicos, pero tendrían que ser muchos participantes y durante mucho tiempo. No hay ninguna solución rápida para esto. Creo que, poco a poco, se van a ir aprobando indicaciones más pequeñas y desde ahí se va a expandir gradualmente para otras indicaciones.
P. Hace una década, el equipo de los científicos estadounidenses David Harrison y Richard Miller publicó un estudio en el que demostraban que la rapamicina aumentaba la esperanza de vida de los ratones. El equivalente humano sería vivir unos 100 años en promedio.
R. Sí, pero los ratones viven en jaulas chiquitas, estarán un poco deprimidos. Yo creo que aquella investigación fue fundamental. Fue la que llevó el campo de la rapamicina al público. Fue el punto de inflexión. Pero creo que el ensayo más importante ahora es el que está llevando a cabo Matt Kaeberlein con perros en Estados Unidos. Lo que es lindo es que los perros son muy diferentes, viven en casas diferentes, comen diferentes cosas, hacen diferentes ejercicios. Yo creo que, si vemos un efecto de la rapamicina ahí, será un triunfo enorme, porque no hay ningún animal con un estilo de vida más cercano al humano que el perro. Vamos a ver qué pasa.
P. ¿Cree que en un futuro viviremos más de 100 años gracias a la rapamicina?
R. Yo creo que gracias a la medicina, a una mejor alimentación, al ejercicio y a fármacos como la rapamicina.
P. El efecto de la rapamicina sería similar al de la restricción calórica. ¿Por qué comer menos alarga la vida?
R. No se sabe bien. Con la restricción calórica, obviamente, uno baja los nutrientes. Y entonces la proteína mTOR se inhibe. La otra manera de inhibir mTOR es usar la rapamicina. ¿Por qué la restricción calórica alarga la vida? Es una pregunta muy interesante. Probablemente, porque el organismo detecta que las condiciones no están bien y pone un poco de pausa, para sobrevivir a esas condiciones hasta que mejoren. Yo creo que esa es la razón un poco más filosófica. A nivel molecular, hay muchas razones, pero una de las principales es que se aumenta un proceso llamado autofagia [el sistema de reciclaje mediante el cual una célula destruye sustancias nocivas y aprovecha sus componentes].
P. ¿Usted ha pensado en tomar rapamicina?
R. Tengo muchos amigos que toman rapamicina, pero yo no me lo he planteado. Por ahora, no. Hago otras cosas, como el ayuno. No como durante un tiempo. Trato de no desayunar, por ejemplo. Posiblemente, pronto aparecerán nuevas versiones de la rapamicina. Veremos. Pero sí es cierto que tengo varios amigos que la toman y están bien.
P. Pero la toman de manera no legal [todavía es necesario descartar posibles efectos nocivos de la molécula].
R. La toman off-label [para una indicación no aprobada en la ficha técnica del fármaco]. Se puede comprar para indicaciones como la inmunosupresión, no hay nada ilegal.
P. ¿Pero usted recomienda que la gente consuma rapamicina?
R. No. Yo creo que nos falta información por ahora. Quiero ver lo que pasa con este ensayo clínico con perros. Va a ser muy interesante.
Ciudades completas bloqueadas, cientos de supermercados desabastecidos y largas filas de personas esperando comprar medicamentos y mascarillas en las farmacias.
Ese es el panorama que el brote del coronavirus de Wuhan dejó en la provincia china de Hubei, donde surgió el brote infeccioso que ya provocó decenas de muertes y afectó a miles de personas.
Las autoridades sanitarias en distintas partes del mundo han alertado de la necesidad de hacer controles y de mantener una buena higiene entre la población para evitar que esta desconocida enfermedad continúe transmitiéndose.
Y es que en menos de dos meses la «neumonía de Wuhan» se ha propagado rápidamente, no solo en el interior de China sino también a otros países como Japón, Tailandia y Estados Unidos.
Ante estos acontecimientos, organismos de salud vigilan la evolución del coronavirus ante el temor de que pueda convertirse en una pandemia mundial.
Pero ¿qué es una pandemia y cuál es la diferencia con una epidemia y una infección endémica?
¿Qué es un virus y cómo se propaga?
Comencemos por el principio: un virus es una colección pequeña de proteínas y material genético.
GETTY IMAGES – Los especialistas coinciden en que una buena higiene es mucho más efectiva que el uso de mascarillas para prevenir la transmisión de virus.
Hay muchísimos virus en el mundo. Un ejemplo, y que contagia a muchas personas cada año, es el de la influenza o gripe.
En Reino Unido, por ejemplo, puede afectar a alrededor del 10 o 20% de su población cada año.
La gripe se propaga cuando la gente estornuda o tose. El virus se transmite entre personas o mediante sustancias infectadas como los mocos.
Pero otros virus se pueden propagar mediante contacto directo cuando las personas se abrazan o besan, y hay otros que se transmiten por contacto sexual como es el caso del VIH.
¿Epidemia, pandemia o endemia?
Rosalind Eggo, académica especialista en enfermedades infecciosas en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, le explicó a la BBC las diferencias entre epidemia, pandemia y endemia.
«La infección endémica está presente en una zona de manera permanente, en todo momento durante años y años», dice la experta.
Un ejemplo podría ser la varicela en muchos países, donde se registran casos todos los años. O la malaria, que en partes de África es una infección endémica.
GETTY IMAGES – La malaria en un ejemplo de infección endémica en algunas zonas de África.
Por otra parte, una epidemia es «un aumento de casos seguido de un punto máximo y, luego, una disminución«.
Es lo que ocurre en los países donde se registran epidemias de gripe cada año: en otoño e invierno aumentan los casos, se llega a un máximo de infecciones y después disminuye.
Por último, la pandemia es una epidemia que ocurre «en todo el mundo más o menos al mismo tiempo».
Eggo recuerda la influenza que comenzó en México en 2009 y que después llegó a todo el mundo, fue una pandemia de gripe.
¿Estamos preparados ante una posible pandemia?
La experta recuerda que la mayor movilidad y el número de viajes en aumento que se realizan en todo el planeta son la principal causa de que se pueda desatar una hipotética pandemia.
«La gente seguirá viajando por todo el mundo y si la infección puede sobrevivir en los lugares a los que llega, entonces tendremos una pandemia», dice.
Eggo destaca el papel vital que las vacunas realizan a la hora de hacer frente a enfermedades.
«Las vacunas permiten que nuestros cuerpos vean cómo es un virus o una bacteria, antes de conocerlo de verdad. Si nos encontramos con ese virus o esa bacteria, nuestros cuerpos pueden responder de manera rápida y sólida», asegura.
Entonces, ¿sabríamos reaccionar ante una nueva pandemia?
«El mundo está más preparado que nunca. Y los científicos, los países, las agencias de salud pública como la OMS, trabajan en estrecha colaboración para garantizar que estemos lo más preparados posible si hay una nueva pandemia», concluye Eggo.
La profesora Patricia Wiltshire es una lasprincipales ecólogas forenses del mundo, ha ayudado a fuerzas de la policía en varios países a resolver crímenes y sus conocimientos sobre el polen han sido fundamentales en unas 300 investigaciones.
Tal como le contó a la BBC, su interés por la botánica comenzó durante su infancia en Gales.
Patricia Wiltshire, que ahora tiene 77 años, recuerda con cariño las caminatas que hacía con su abuela, Vera May Tiley, gracias a las cuales conoció el mundo de la naturaleza.
«Vivíamos en un pequeño pueblo minero, en Cefn Fforest, cerca de Blackwood, en el sur de Gales.
«Íbamos a caminar y (mi abuela) me mostraba los nidos de los aves, los insectos y plantas que podíamos comer, como el espino y el ajo de oso (llium ursinum)».
«Ella también era una buena jardinera, apasionada por proteger sus plantas de las plagas, así que aprendí sobre las enfermedades de estas y sobre cómo cultivar alimentos», cuenta.
PATRICIA WILTSHIRE – Patricia Wiltshire durante su primer año en la escuela primaria en 1953.
El interés de Wiltshire en las plantas aumentó aún más después de un accidente que tuvo cuando era pequeña.
«Cuando tenía siete años decidí asustar a mi madre saltando sobre ella, pero no me di cuenta de que llevaba un sartén con aceite caliente», recuerda.
«Sufrí quemaduras graves y tuve que pasar dos años cubierta de vendas», explica.
«También me enfermé de neumonía, sarampión, tosferina y bronquitis, lo que me dejó con un problema de tos crónica».
«Falté mucho a la escuela pero tenía mis enciclopedias, las cuales eran mi alegría».
A pesar de su naciente interés por las plantas y la botánica, Wiltshire no pensó en hacer de ellas su profesión.
Lo que hizo, a los 17 años, fue mudarse a Londres y empezar a trabajar como empleada pública.
Durante la siguiente década, Wiltshire se formó como técnica de laboratorio médico en el Hospital de Charing Cross, y aprendió histología (la rama de la biología que estudia la composición y estructura de los tejidos orgánicos), bacteriología, y bioquímica (los procesos químicos de los organismos vivos).
PATRICIA WILTSHIRE – Patricia Wiltshire revisando material de referencia en el herbario de los Jardínes Botánicos de Kew en Londres.
Posteriormente cursó la licenciatura en botánica y se convirtió en profesora y experta en palinología, el estudio del polen y las esporas.
El polen y las esporas pueden durar millones de años en las condiciones correctas, incluso sobre la superficie de la tierra y la vegetación.
Así que Wiltshire comenzó a especializarse en sitios arqueológicos, tomando muestras de la tierra y recreando el ambiente en y alrededor de los antiguos sitios romanos como la Muralla de Adriano en el norte de Inglaterra y Pompeya en Italia.
GETTY IMAGES – El polen pueden durar millones de años en las condiciones correctas.
El momento «eureka»
Pero en 1994, ya en su cincuentena, recibió una llamada que cambió el curso de su carrera.
Era de un oficial de policía en Hertfordshire, Inglaterra, preguntándole si podía ayudarlo con la investigación de un asesinato.
Un cuerpo carbonizado había sido abandonado en una zanja y se veían marcas de llantas en el campo contiguo.
La policía quería saber si un coche que le pertenecía a uno de sus sospechosos había estado presente en ese terreno.
«Nunca había hecho nada como eso antes, pero analicé todo en el coche y encontré polen en los pedales y en el espacio para las piernas que correspondía al polen del borde de un campo agrícola», cuenta la profesora.
«Cuando el policía me llevó a la escena del crimen, pude identificar el punto exacto donde el cuerpo había sido abandonado por el tipo de flores que había en esa sección de la zanja».
«Fue un momento eureka para mí porque nunca pensé que esto pudiera ser tan específico», agrega.
PATRICIA WILSHIRE – Patricia Wiltshire ha trabajado en casos alrededor del mundo.
A pesar de su propio escepticismo inicial sobre la ecología forense, la profesora comenzó a trabajar en cada vez más casos.
En 2002, ayudó a la policía a reunir evidencia para el caso de dos niñas asesinadas, Holly Wells y Jessica Chapman, en Soham, Inglaterra.
La policía había descubierto sus cuerpos en una zanja, pero quería establecer el camino que el asesino había seguido.
Wiltshire fue capaz de lograrlo analizando la regeneración de plantas pisoteadas que conducían a la zanja.
La policía después condujo una búsqueda detallada de la ruta de la profesora y encontraron un cabello de Jessica en una rama.
Wiltshire subsecuentemente presentó evidencia en el juicio de Ian Huntley, quien fue condenado por el asesinato de las dos niñas de 10 años.
PATRICA WILTSHIRE – Patricia Wiltshire estudiando muestras de hongos.
No es el único caso de alto perfil en el que ha trabajado en Inglaterra, Gales y otros países.
«En 2005 me llamaron a New Tredegar, en el valle de Rhymney», en Gales.
«Dos hombres había matado a patadas a un tercero y después abandonaron su cuerpo sobre helechos», recuerda.
«A los días regresaron a quemarlo, pero la gente vio el humo y llamó a la policía».
«Después arrestaron a los dos hombres y querían que yo descubriera si ellos habían estado en ese lugar».
Wiltshire comparó el polen de los zapatos de los hombres al de la escena del crimen, pero se sorprendió cuando vio que el polen no era del tipo que normalmente se encontraba en Gales.
Eventualmente se dio cuenta de que los camiones que pasaban por el camino adyacente transportaban moscas del mantillo de Inglaterra y que habían volado hacia el campo depositando polen y esporas.
El hecho de que el polen había sido ubicado con tanta precisión, y de que era igual al de los sospechosos y de la escena del crimen, llevó a que los dos sujetos confesaran.
PATRICIA WILTSHIRE analizando un coche quemado.
En otro caso en Bridgend, Gales, un cuerpo quedó abandonado durante mucho tiempo en un terreno mojado y turboso.
Wiltshire posteriormente encontró rastros de polen de nogal en la tierra y en los zapatos de los sospechosos, pero ella sabía que no había nogales cerca de allí.
Sus indagaciones la llevaron a descubrir que un nogal había sido derribado por un granjero hacía 30 años. El polen había quedado en la tierra desde entonces.
Wiltshire, que publicó sus memorias en 2019, dice: «La gente quizás no se da cuenta, pero el polen y las esporas puede decirnos cosas que el ADN y las huellas digitales simplemente no nos dicen».
«El polen no desaparece con el tiempo. Se queda en la ropa y los zapatos de la gente. Si caminas sobre tierra o sobre vegetación, inevitablemente lo recogerás».
Desde su primer caso, Wiltshire ha sido capaz de utilizar una amplia variedad de conocimientos que ha adquirido para desarrollar la ecología forense, la cual ha ayudado a resolver muchos casos con el paso de los años.
«A veces la policía me llama ‘la bruja galesa’ por la forma en la que proceso una cantidad enorme de datos y presento nuevas ideas».