Circulo de Periodistas de Bogota
Coronavirus y la acusación contra Maduro, una mezcla explosiva

26 marzo 2020 –

Foto: AFP.

Tomado de: El Tiempo.

La acusación de Estados Unidos contra Nicolás Maduro y Diosdado Cabello por narcotráfico y terrorismo llega en un momento especialmente crítico para la frontera entre Colombia y Venezuela. Sin duda, el más delicado en los tiempos recientes.

En efecto, mientras el Departamento de Justicia acusó a la cúpula del régimen de convertir a Venezuela en un narcoestado que auspicia el terrorismo –en alianza con las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc, para exportar toneladas de cocaína a los Estados Unidos; a lo largo del límite internacional de 2.219 kilómetros sus pobladores viven en incertidumbre por los riesgos al coronavirus.

De hecho, en las últimas horas el expresidente Andrés Pastrana Arango, reconocido contradictor de Maduro, había pedido al presidente Duque tender puentes con Caracas pese a sus diferencias porque los riesgos para la salud de las personas que allí habitan no dan espera.

Mientras el eco de las palabras de Pastrana aún se escuchaba diáfano, el Fiscal General William Barr en una video conferencia de prensa anunció de una recompensa de $15 millones por información que ayude a capturar a Maduro.

Cabello, Maduro y el ministro de Defensa Vladimir Padrino López fueron acusados de conspirar con las Farc para en el envío de cargamentos de droga enviados a través de Venezuela. Un señalamiento de consecuencias imprevisibles para la política en el continente.

Una acusación que precisamente el presidente Iván Duque hizo, en septiembre pasado, cuando intervino ante el 74º período ordinario de sesiones de la Asamblea General de Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Allí Duque fue enfático: “La dictadura venezolana es un eslabón más de la cadena del terrorismo transnacional”.

El Primer Mandatario señaló: “Señoras y señores, es el momento de llamar las cosas por su nombre: la dictadura venezolana es un eslabón más de la cadena del terrorismo transnacional».

«Sus estructuras corruptas son servidoras de los carteles de la droga; sus alfiles son secuaces de la mafia y alimentan la violencia en Colombia; refugian a asesinos y violadores de niños, y quieren ignorar, por completo, cualquier norma. Por supuesto, quienes pretenden ignorar todos estos hechos terminan convertidos en cómplices de la dictadura”, argumentó.

Duque dijo que el Gobierno tenía pruebas fehacientes y contundentes que corroboran el apoyo de la dictadura a grupos criminales y narcoterroristas que operan en Venezuela para atentar contra Colombia.

Y para sustentar esta afirmación Duque dijo que haría entrega al Presidente de la Asamblea y al Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas de un documento escrito.

Se trata de un dossier, de 128 páginas, que, según Duque “contiene el acervo probatorio que demuestra la complicidad del régimen de Nicolás Maduro con los carteles terroristas que atentan contra el pueblo colombiano”.

“Ante la comunidad internacional presentamos la lista de una cuadrilla de menos de 20 criminales que traicionaron la generosidad de los colombianos, y hoy residen en Venezuela a sus anchas, con todas las capacidades logísticas, promovidos por la dictadura».

«También revelamos, en este reporte, la ubicación de más 1.400 hombres en armas pertenecientes a los bloques más peligrosos del Eln, y 207 ubicaciones controladas por esta organización criminal en territorio venezolano”.

“También incluimos los testimonios de los ciudadanos venezolanos que se quejan de la presencia del Eln en su territorio y la inocultable presencia de delincuentes en campos de entrenamiento, así como la existencia de 20 pistas de aterrizaje al servicio del narcotráfico», aseguró en el escenario de la ONU.

«Esta evidencia inequívoca prueba el auspicio, el patrocinio y el apoyo de la dictadura de Nicolás Maduro a esas estructuras criminales”, agregó el Jefe del Estado.

Venezuela, señores Presidente, se ha convertido en tierra fértil para estructuras delictivas aliadas con el Eln, que no conocen fronteras”, explicó.

“Esos cabecillas que hoy gozan del abrigo de Maduro, son los mismos cabecillas que se reivindicaron durante años los ataques a los oleoductos, causando irreparables daños ambientales y convirtiéndose en los más grandes ecocidas que haya conocido la humanidad”, señaló.

Duque dijo incluso que los crímenes de Nicolás Maduro contra su pueblo solo son comparables con los de Slobodan Milosevic en la antigua Yugoslavia. “Nosotros no podemos ser testigos indolentes de tanto dolor en nuestra Latinoamérica”.

Tras su intervención, el informe fue objeto de controversia porque varias de las fotos con que fue ilustrado no correspondían a los sitios señalados.

Sin embargo, el Gobierno Nacional en su momento dijo que unos errores en unos piedefotos no podían ocultar la gravedad de la situación: Maduro es un protector de terroristas, acusación que este jueves formalmente también hace la justicia de Estados Unidos.

Podcast: El coronavirus y la prensa

26 marzo 2020 –

Tomado de: Sociedad Interamericana de Prensa.

  La prensa en todo el planeta han tenido un papel importantísimo para hacer que la población mantenga la calma y cumpla las instrucciones que dan las autoridades de salud.

La prensa en todo el planeta han tenido un papel importantísimo para hacer que la población mantenga la calma y cumpla las instrucciones que dan las autoridades de salud. Diversos medios de prensa han entregado guías para indicarle a la ciudadanía y a su propio personal el modo de actuar en esta etapa especial con encierro domiciliario.

En cuanto a estos medios, muchos han publicado documentos periodísticos con recomendaciones para la labor, que pueden resumirse en: cómo cubrir la crisis y cómo sale el reportero a la calle para informar sin poner en riesgo la salud; cómo trabajar desde casa sin perder el ritmo permanente que los medios requieren; y, cómo le está pegando a la industria lo que se ve como una gran crisis económica que viene.

El Comité de Protección para Periodistas de Estados Unidos (CPJ) tiene en su sitio virtual un Aviso de Seguridad muy detallado sobre la cobertura del coronavirus y lo que debe saber y hacer el equipo de redacción antes de salir a reportear. Están considerados la seguridad digital, impidiendo que sus sitios sean hackeados y tener certeza de lo que estamos tomando de redes sociales. Y también sobre la movilidad que se requerirá para estar en el lugar de la noticia, considerando las restricciones de viaje que se han dispuesto. Recomienda otra serie de medidas, por ejemplo mantener el micrófono alejado, no asistir a conferencias de prensa donde hay mucha gente o sentarse a una silla de distancia, limpiar permanentemente el equipo de trabajo (grabadora, micrófono, celular) y llevar consigo un gel para limpiarse las manos. El documento en español está en www.cpj.org

A todo esto, la pandemia movió a la Sociedad Interamericana de Prensa a cancelar su asamblea de medio año que se celebraría a finales de marzo en Saltillo, Cohauila, México. Ricardo Trotti, director ejecutivo de la SIP, explica: «Hemos pospuesto nuestra reunión, no simplemente por una cuestión económica dentro del proceso que desarrollábamos para su celebración, sino en especial para cuidar salud y seguridad de todos los miembros y no miembros de la SIP, que pudieran viajar desde cualquier país hasta Saltillo. Mientras, los informes de medio año sobre libertad de prensa país por país, que son el corazón de esta institución, los entregaremos en los próximos días a través de nuestra plataforma virtual para informar a toda la comunidad».

CHINA / CORONAVIRUS | RSF pide a Pekín que ponga en libertad a todos los periodistas encarcelados

26 marzo 2020 –

Foto: Pixabay.

Tomado de: RSF.

El miércoles 25 de marzo, las autoridades australianas instaron a China a que anulara la condena por «espiar» impuesta al famoso escritor y bloguero Yang Hengjun, argumentando que su precario estado de salud es incompatible con la detención. RSF apoya esta solicitud y pide a Pekín que extienda su indulgencia a todos los periodistas, comentaristas políticos, blogueros y editores que están encarcelados, además de solicitar que los libere de inmediato.

«Aunque China afirma que la epidemia está bajo control, nadie puede estar seguro de que esto sea realmente así y de que el virus no afectará a las cárceles, que son notoriamente insalubres y que están atestadas», apunta Cédric Alviani, jefe de la oficina de Reporteros Sin Fronteras (RSF) en Asia Oriental. «Con su estado de salud ya debilitado por las condiciones de detención, los malos tratos e incluso la falta de tratamiento, los periodistas presos no tendrían la menor posibilidad de sobrevivir si se contagiaran».

China es la mayor prisión del mundo para los periodistas, con al menos 108 detenidos, según el recuento realizado por RSF. Algunos siguen entre rejas a pesar de padecer serios problemas de salud, lo que los pone en peligro de muerte a menos que sean inmediatamente excarcelados. Entre ellos se cuentan el periodista de investigación y dos veces ganador del premio RSF Huang Qi, el editor sueco de origen chino Gui Minhai , y los periodistas uigures Ilham Tohti y Gulmira Imin.

Comunicaciones en tiempos de crisis

26 marzo 2020 –

Foto: Pixabay.

Por: Camilo Granada –

  • Las comunicaciones no son accesorias sino esenciales para la política pública, y la dimensión comunicacional debe ser parte de la política y no ser vista como un proceso secundario a la toma de decisiones.

Es común entre analistas y comentaristas políticos decir que todos los problemas de un gobierno son problemas de comunicaciones. Esa es también una defensa común entre los gobernantes “lo estamos haciendo bien, pero comunicamos mal”. Si bien eso no siempre es así, en el caso del covid -19 y la pandemia, es claro que esta crisis representa un reto sin precedentes en el ámbito sanitario y en el económico. También en materia de comunicaciones.

Dado que enfrentar y superar la epidemia exige tanto la acción efectiva y asertiva de los gobiernos como el compromiso de todos los ciudadanos, las comunicaciones gubernamentales adquieren un valor estratégico central. Y la pandemia nos ha mostrado toda la gama de formas de comunicación y de ejercicio del liderazgo por parte de los presidentes y primeros ministros alrededor del mundo.

La forma como China enfrentó la crisis ha hecho que algunos defiendan los métodos de los regímenes autoritarios: censura de prensa, control total de las comunicaciones, invasión permanente de la privacidad de los ciudadanos, un estado policial militarizado, fueron algunas de las herramientas que usó el gobierno chino para imponer las duras recetas necesarias para parar el contagio masivo, y que algunos despistados miran con envidia.

En las democracias, las cosas son a otro precio. La eficacia de las medidas que adoptan los gobiernos depende de la capacidad de los gobernantes para lograr la toma de conciencia de los ciudadanos, y por ende su acatamiento y aplicación. Por eso, las comunicaciones son no accesorias sino esenciales para la política pública, y la dimensión comunicacional debe ser parte de la política y no ser vista como un proceso secundario a la toma de decisiones.

Uno de los grandes retos en estas circunstancias es encontrar el balance correcto entre transmitir el sentido de urgencia, indispensable para lograr cambios de comportamiento drásticos e inmediatos, y no causar un pánico que genere respuestas totalmente contrarias al objetivo buscado. El ejemplo más dramático de este difícil equilibrio es sin duda Italia, donde el presidente del consejo, Guiseppe Conte no logró comunicar inicialmente la gravedad de la amenaza, las primeras medidas que adoptó fueron insuficientemente estrictas y los italianos se las tomaron a la ligera, sin cambiar sus comportamientos hasta que la epidemia tomó dimensiones dramáticas.

Esas mismas hesitaciones las hemos visto en otros jefes de gobierno, como Pedro Sánchez en España. Sin hablar de Trump en Estados Unidos, Johnson en Reino Unido, López Obrador en México o Bolsonaro en Brasil quienes optaron primero por la negación y el menosprecio de la epidemia.

Me permito sugerir siete principios fundamentales para comunicar en estos tiempos de crisis.

La primera regla es la Empatía. Expresar genuina preocupación y comprensión por lo que los demás sienten es esencial. “Ponerse en los zapatos del otro” permite conectar con la gente y abre las puertas de la mente y el corazón para recibir la información que se va a transmitir. Demuestra además que las decisiones que se están tomando tienen en consideración la situación del ciudadano común y corriente.

La segunda regla es la Honestidad. En las situaciones de crisis, más que en ninguna otra, la verdad y la franqueza son fundamentales para establecer puentes de comunicación. Incluso – y a menudo es lo más difícil para un gobernante—reconocer que no se tienen todas las respuestas es un acto de humildad que crea reacciones positivas en la gran mayoría de las personas, y hace al dirigente más humano, lo cual lo conecta con los gobernados.

La tercera es la Autoridad. En línea con la anterior, quien comunica debe ser una persona que inspire autoridad. En comunicaciones, la autoridad no la otorga el cargo o la investidura. Viene del respeto por la persona o su conocimiento. En casos de salud pública, deben ser los médicos y los expertos. Cuando además es necesario que el individuo se cuestione sus propias actitudes, una autoridad moral o social es útil. Por eso la responsabilidad de los líderes de opinión, políticos, los llamados “influencers” sociales, es enorme y su capacidad para contribuir a generar cambios es invaluable.

El cuarto es la Cercanía. En línea con la empatía, el lenguaje debe ser sencillo, comprensible y los mensajes deben evocar y conectar experiencias y situaciones reales cotidianas, con las cuales las personas se pueden identificar. Esto ayuda a la adopción de los comportamientos que se quieren promover.

La quinta regla es la Relevancia. Frente al bombardeo de información que recibimos todos hoy en día, las comunicaciones tienen que concentrarse en lo más relevante y significativo para la ciudadanía. Mantener el foco es parte de la relevancia, pero también conectar la información con lo que es importante para la gente: la salud, la economía personal, la seguridad…

Sexto, es fundamental transmitir Claridad de Propósito. En tiempos de crisis, la confusión, la incertidumbre, son elementos que desorientan y paralizan. La labor del líder es mostrar que hay un camino, y que los pasos que se están dando apuntan en la dirección correcta. Todo tiene que estar conectado con ese propósito esencial.

Y séptimo pero no menos importante, el Optimismo. No importa cuán difícil sea la situación, y sin caer en el negacionismo, hay que comunicar optimismo y esperanza. De lo contrario, es más fácil caer en el inmovilismo, o los comportamientos egoístas del “sálvese quien pueda”.

Estos principios y reglas deben contribuir a construir el bien más preciado de todo líder público: la Credibilidad. Sin ella, no habrá movilización, cambios de comportamiento ni adhesión y apoyo a las medidas adoptadas. Sin ella, el líder se convierte en el peor enemigo de sus políticas.

Coronavirus en Italia | «¡Y piense cuán frágiles somos que un virus nos puso a todos de rodillas!»

26 marzo 2020 –

Foto: LUCIA MACCHI.

Tomado de: BBC.

Desde su casa en Fagnano Olona, a 40 kilómetros de Milán, Lucia Macchi se disculpa una y otra vez porque no escucha bien las preguntas.

«Yo estoy bien, pero para hablar por teléfono estoy un poco lisiada», se explica.

«Y para peor ahora no puedo llevar a ajustar mi aparato porque el técnico que lo hace tuvo que cerrar», agrega con una voz dulce y fatigada por sus 90 años de vida.

Madre de tres, abuela de siete y bisabuela de cinco, única sobreviviente de 10 hermanos, Lucia es una de los millones de ancianos que hacen parte de la población más vulnerable a la pandemia del coronavirus.

BBC Mundo llegó a ella buscando darles voz en los medios.

Habla despacio, como midiendo cada palabra, y analiza la emergencia sanitaria con una extraordinaria lucidez. Y algo de poesía.»Es una experiencia inimaginable y mire que nosotros hemos pasado tantas. La Segunda Guerra Mundial, por ejemplo, la recuerdo muy bien. Pero era distinto, éramos jóvenes, despreocupados…

«Ahora nos están pidiendo el sacrificio de quedarnos en casa y la gente se queja. Sacrificio era ir a la guerra en Grecia, en África, ir a combatir como hicieron mis hermanos. ¡Eso era sacrificio!», comenta entre asombrada e indignada.

Este «sacrificio», o aislamiento social obligatorio, fue impuesto por el gobierno italiano luego de que se produjera un crecimiento exponencial de los casos positivos al coronavirus, que hasta el miércoles 25 de marzo se contabilizaba en 74.386 personas (en una población total de 60 millones), con 7.503 fallecidos, cuya edad media era de 78,5 años.

costumbrados a soportar»

Pero Lucia parece más interesada en ir más allá de los números y continúa su reflexión: «Tal vez estábamos demasiado bien. Con los supermercados llenos de comida, con esta cultura de la cocina que parece más para mirar que para comer… nos habíamos convertido en ricos, y hablo no solo de dinero. Ricos de tiempo, porque se trabaja menos. Ricos de viajes».

«Le digo siempre a mi hijo: ¡qué lindo que hoy la historia se puede tocar con las manos o ver por televisión! Cuando yo iba a la escuela no lograba ni siquiera entenderla del todo».

A ese mismo hijo, Giuseppe, quien cena con ella todas las noches, le decía ya antes de que llegara el coronavirus que hacía falta «frenar un poco el tren», que se corre demasiado en estos días.

«Y ahora escucho a las madres que están obligadas a estar en casa con sus hijos y que no lo soportan».

Lucia Macchi

Lucia Macchi

«Yo fui ama de casa toda la vida, sé lo que significa tener un hijo con fiebre y no poder sacar a la calle a los otros dos durante días. Pero no nos pesaba, estábamos más acostumbrados a soportar, a vivir en una economía más pobre, teníamos más paciencia», asegura.

«Y atención», dice alzando un poco la voz, «no eran sacrificios, no digo que tuve una vida sacrificada, para nada. Era un modo de vivir que estaba en nuestro código cultural, en cada familia. Se hablaba menos de dinero, había un código implícito de economizar, de medir los gastos. Todo eso se ha perdido».

Lucia hace una pausa, su voz se vuelve más fina, casi inentendible. Carraspea y se disculpa de nuevo: «Me falta un poco la voz porque soy alérgica y la primavera no me ayuda».

Le digo que si quiere paramos, pero no me oye. Y continúa: «Solo espero que esto termine pronto. Le pido a la gente, sobre todo a los jóvenes, que por favor tengan un poco de paciencia».

«Lo que me hace falta son los abrazos»

Lucia Macchi y su familia.Derechos de autor de la imagenLUCIA MACCHI
Image captionLucia dice que lo que más extraña son los abrazos: «somos una familia acostumbrada a abrazarse».

En medio de la «tragedia que estamos viviendo», Lucia rescata algo de positivo: «Este virus no es racista, no existe más el blanco, el negro, el amarillo, el violeta… Al que le toca, le toca. Esto debería aprender la gente».

«¡Y piense cuán frágiles somos que un virus nos puso a todos de rodillas, es algo increíble! Hace apenas un mes tenían que prohibir la circulación de autos por la contaminación. Ahora vino un virus a purificarnos el aire, el agua, todo. La estamos pagando cara porque estábamos acostumbrados a demasiado bienestar… demasiado bienestar».

Lucia vive sola en el mismo edificio adonde habita el resto de sus hijos y alguno de sus nietos. Su marido murió hace cinco años.

Hasta hace un mes salía a hacer las compras a un supermercado cercano y no faltaba jamás a su cita con la peluquera.

Desde que se decretó la cuarentena obligatoria solo recibe a los miembros de la familia que viven en el edificio porque el resto de la prole tiene prohibido salir de su municipio de residencia.

Lucia Macchi
Ahora nos están pidiendo el sacrificio de quedarnos en casa y la gente se queja. Sacrificio era ir a la guerra en Grecia, en África». Lucia Macchi Habitante de Fagnano Olona, Italia.
Lucia Macchi

«La compañía no me falta, siento la presencia de todos, siento a los niños que corren en el piso de arriba; no sé lo que es la soledad. Lo que me hace falta son los abrazos, somos una familia acostumbrada a abrazarse, a besarse. Eso extraño».

El coronavirus la privó también de la chica que la ayudaba con las tareas de la casa, así que es ella misma la que limpia, tiende su cama y mantiene la casa en orden.

«Sí, sí, ella se cocina sin problemas. Y ojo con que alguien le toque sus ollas, ¡eh!», cuenta su hijo Giuseppe entre risas.

Lucia Macchi.
LUCIA MACCHI Image captionA Lucia no le preocupa irse: «Si me toca a mí me voy en paz, ya viví mi vida».
El terror de los ancianos

En Italia, la población con más de 65 años representa el 23% del total; con 2,2 millones de personas mayores de 85 años y más de 15.000 «ultra centenarios» (dato que ubica a Italia en el segundo país del mundo con más cantidad de ancianos de más de 100 años, detrás de Japón).

Hasta el 20 de marzo, el 85% de los fallecidos tenían más de 70 años.

Pero este peligro inminente para los de su edad no parece angustiar a Lucia: «Si me toca a mí me voy en paz, ya viví mi vida, fin. Lo que me da miedo es que le pase algo a mis hijos, mis nietos, mis bisnietos. Tal vez soy egoísta, pero tengo miedo a perderlos».

«Y también me angustia mucho ver las noticias, ver que también mueren médicos, verlos agotados… y lo que me cansa esta atmósfera espesa. Muchas veces tengo que apagar el televisor porque me doy cuenta de que me hace mal«.

Pasados 20 minutos Lucia empieza a dar muestras de cansancio. Es mejor cortar acá. Cuando intento agradecerle me interrumpe: «Me hubiese gustado encontrarnos personalmente pero ya sabe que eso ahora está prohibido», me dice.

A mí también me hubiese gustado, señora Lucia, no se imagina cuánto. Pero como usted me acaba de recordar: paciencia.

Enlaces a más artículos sobre el coronavirus
Los donantes de sangre que han superado la Covid-19, nueva esperanza contra la enfermedad

26 marzo 2020 –

Foto: Pixabay –

 Tomado de: El País.

Las autoridades sanitarias madrileñas, en pleno colapso de los hospitales por la peste del nuevo coronavirus, han empezado a explorar un posible tratamiento experimental para los pacientes más graves: la transfusión directa de plasma sanguíneo de personas que se han recuperado de la infección. El Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid trabaja contra reloj con varios hospitales madrileños en un primer ensayo clínico, todavía en fase muy preliminar y pendiente de la autorización del Ministerio de Sanidad. Una carta con el membrete del centro filtrada ayer en redes sociales ha provocado una avalancha de ofrecimientos de potenciales donantes, pero una portavoz del Centro de Transfusión subraya que no están buscando voluntarios entre la población general, sino que serían los médicos los que se encargarían de encontrar a los candidatos idóneos para obtener su “plasma hiperinmune”.

El inmunólogo Arturo Casadevall lleva desde finales de enero desgañitándose para recordar a la comunidad científica internacional la opción de la sangre de las personas convalecientes. Es una estrategia tan vieja que ya se utilizó en la pandemia de gripe de 1918, cuando un virus desconocido se propagó por el planeta y mató a unos 50 millones de personas, más del doble que la Primera Guerra Mundial. Los chapuceros ensayos clínicos de la época, con plasma sanguíneo de supervivientes, lograron reducir la letalidad del virus a la mitad.

Casadevall nació en Cuba en 1957 y vivió de niño en Madrid, cerca de la Puerta del Sol, antes de emigrar a Estados Unidos, donde hoy es una autoridad en enfermedades infecciosas en la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore. El 27 de febrero, escribió una tribuna en el periódico The Wall Street Journal advirtiendo de que la vacuna contra el nuevo coronavirus tardará meses, pero el plasma podría estar listo en semanas. Colegas de todo el país respondieron a su llamamiento. Este martes, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE UU ha autorizado el uso de estas transfusiones experimentales en pacientes graves.

“Cuando la situación empezó a empeorar, quedó claro que merecía la pena intentarlo”, afirma el inmunólogo Arturo Casadevall

“Cuando la situación empezó a empeorar, quedó claro que merecía la pena intentarlo. Todo ha ido muy rápido”, explica Casadevall por videoconferencia. Nueva York es el lugar del mundo con una tendencia más preocupante: el número de fallecidos por la Covid-19 se duplica cada dos días. Dos hospitales neoyorquinos —el Monte Sinaí y la Escuela de Medicina Albert Einstein— comenzarán la semana que viene a probar estas transfusiones.

La multinacional española Grifols, uno de los grandes productores mundiales de derivados de la sangre, anunció este miércoles un acuerdo de colaboración con la FDA para obtener plasma de pacientes recuperados de la Covid-19, procesarlo industrialmente y fabricar un medicamento experimental a partir de las inmunoglobulinas hiperinmunes, las proteínas generadas por el cuerpo humano para combatir la infección. “De demostrarse eficaz, podría utilizarse en la lucha contra esta pandemia”, ha asegurado la empresa, que se mete así en la carrera internacional para encontrar fármacos contra la nueva enfermedad.

Transfusión de plasma para sanar a los enfermos de la Covid-19

SARS-CoV-2

1.

Una persona se infecta con el coronavirus.

2.

Menos de un 0,1% del líquido sanguíneo (el plasma) son inmunogloblinas, es decir, anticuerpos que tratan de combatir virus y bacterias.

3.

El organismo trabaja para crear un anticuerpo específico que sea capaz de destruirlo. El paciente se recupera de la enfermedad.

4.

Se extrae el plasma sanguíneo del paciente curado.

5.

Se realiza un proceso industrial para depurarlo en forma de medicamento.

6.

Se administra a una persona que no pueda combatir la enfermedad porque su cuerpo no es capaz de generar respuesta inmune. Los nuevos anticuerpos (inmunoglobulinas hiperinmunes al coronavirus) atacan al SARS-CoV-19.

Fuente: Grifols.

EL PAÍS

Grifols también ha ofrecido en EE UU su colaboración para realizar las transfusiones directas de plasma de pacientes recuperados de la infección. La multinacional española garantiza la limpieza del plasma con una tecnología basada en el azul de metileno, un colorante con gran afinidad por el código genético de los virus. Cuando se ilumina con luz visible, el azul de metileno desata una catarata de reacciones que destruyen los microorganismos.

“Aunque prometedor, el plasma de personas recuperadas no ha demostrado ser efectivo en todas las enfermedades estudiadas”, advierte la FDA

La multinacional ha afirmado en el mismo comunicado que está “trabajando en España en un ensayo clínico con plasma inactivado por azul de metileno de pacientes recuperados, colaborando con determinados centros de donación y hospitales públicos”, sin ofrecer más detalles por el momento.

Casadevall es optimista. En un artículo científico publicado en The Journal of Clinical Investigation ha analizado los precedentes históricos, como un estudio con 69 pacientes de ébola en Sierra Leona durante el brote de 2014. Los que recibieron sangre de supervivientes sufrieron una tasa de letalidad del 28%, frente al 44% en el grupo con el tratamiento rutinario. Otra investigación con 80 enfermos durante el brote de síndrome respiratorio agudo grave (SARS) en Hong Kong en 2003 mostró que cuanto antes se realizaba la transfusión de plasma, más mejoraba el pronóstico de los pacientes.

“Aunque prometedor, el plasma de personas recuperadas no ha demostrado ser efectivo en todas las enfermedades estudiadas”, advierte sin embargo la FDA. Casadevall cree que algunos de estos fracasos del pasado se deben a que fueron tratamientos experimentales a la desesperada. “Cuando se recurre al plasma de personas convalecientes, a menudo se utiliza demasiado tarde”, lamenta Casadevall, que recuerda que China ya anunció hace un mes que había comenzado un ensayo clínico con plasma de donantes que habían superado la Covid-19. “Los chinos hablan de buenos resultados preliminares, pero todavía no hay datos definitivos”, apunta el inmunólogo.

Consejos para desinfectar tu casa durante la pandemia de coronavirus

26 marzo 2020 –

Foto: Pixabay.

Tomado de: CNN –

El covid-19 puede vivir durante varios días, dependiendo de la superficie. Aquí te mostramos la mejor forma de limpiar tu hogar para evitar contagios.

VIDEO

El planeta, el infinito

26 marzo 2020 –

Por: Arturo Guerrero, Socio CPB  – El Colombiano.

Por primera vez los terrícolas son conscientes de que habitan el mismo planeta. Por primera vez experimentan el concepto de infinito.

Encerrados por fuerza en sus casas, hombres y mujeres de todas las naciones tiemblan ante el mismo miedo, compran comida con avaricia, se lavan frenéticamente las manos con idénticos jabones, se asoman a la ventana y espían las calles vacías.

Las ciudades asustan sin personas, pero cada persona sabe que en la habitación de al lado subsisten personas iguales a todas las personas. Eso en Asia, Europa, América, Oceanía y África, de la cual nada se informa y a donde el virus comienza a llegar sin aspaviento.

La hermandad de la incertidumbre iguala a blancos, negros, amarillos, cobrizos. Nunca el globo había adquirido una homogeneidad tan repentina. Un sueco cocina solitario un almuerzo telegráfico, pensando en el almuerzo raquítico de mañana. Un chileno lo comprende y descifra el pasmo de estómago con que ambos amanecen.

Una causa compartida encierra a siete mil millones de amenazados. Todos entienden que no hay lugar de escape porque todos los lugares son la misma Tierra infestada. Por fin la aldea planetaria deja de ser una exageración o un oxímoron demagógico. Este planeta solar es una sola sombra azul.

¿Cuánto durará este novísimo lazo astral? Ni el enloquecido presidente del mundo, ni el blanquísimo Papa, ni los premios Nobel más agudos, nadie, nadie contesta esta pregunta. La ciencia balbucea, Nostradamus enceguece, las religiones naufragan, los adivinos callan.

La vigencia del virus y de sus consecuencias es infinita. Se va expandiendo como el ruido de las gotas que una más otra engruesan un aguacero amazónico. Gotas que golpean sobre un techo de zinc y aturden. La gente se resguarda en sus viviendas, sienten afuera la pandemia y por ninguna parte halla la contabilidad de cuántos días, meses, años tendrá que pernoctar de noche y de día.

He aquí el infinito. Se dice que algún día se acabará la peste, pero no cuál será ese día. Es imposible hacer planes, ni de vida ni de muerte. Los ahorros, la edad de los hijos, la paciencia, el aguante del cerebro, el amor de la pareja, asuntos que antes se dejaban calcular, hoy son inconmensurables.

Flotamos a bordo de un compartido organismo esférico y se nos borró el límite del tiempo .

Vacuna contra el temor

26 marzo 2020 –

Por: Gonzalo Silva, Socio CPB – El Espectador.

La actual crisis que enfrenta la industria turística mundial, como consecuencia de la agresiva expansión del COVID-19, supera en sus efectos demoledores a la registrada en 2001, cuando en ese fatídico 11 de septiembre cuatro atentados terroristas volaron el complejo de edificios del World Trade Center, en Nueva York, y al pánico y a la perplejidad que sumieron al mundo se les sumó una prolongada recesión.

En aquel entonces, el mercado bursátil se fue a la baja y el turismo se desplomó. La hotelería estadounidense, por ejemplo, duró tres años en reponerse. Fue una crisis regional que tuvo connotaciones globales, contrario a lo que sucede ahora, cuando el escenario es puntualmente global, pinta más oscuro y el temor y la incertidumbre son mayores. La difusión del coronavirus por todos los puntos cardinales del planeta obligó al encierro de los países y a ponerles tranca a sus fronteras. El desplazamiento de la gente se frenó y los destinos que ebullían al calor de millones de viajeros hoy se encuentran desolados.

Las consecuencias de la pandemia se reflejan en una paralización sustantiva de los viajes y, más grave aún, de los propios viajeros, con afectaciones económicas impredecibles para todos los actores del sector, entre aerolíneas, cruceros, hoteles, restaurantes, operadores turísticos y de entretenimiento, así como para sus respectivas cadenas de servicios.

La industria será severamente castigada y su caída, que hace 15 días se proyectaba en un 3%, según evaluaciones de la Organización Mundial del Turismo (OMT), puede elevarse varios puntos porcentuales más de prolongarse en el tiempo las restricciones a la movilidad, como lo prevén los gobiernos, ante la magnitud que alcanza el problema sanitario. Las pérdidas, que en un principio se estimaban en 40.000 millones de dólares, amenazan con excederse frente la extensión de la tragedia.

La parálisis de China, el epicentro del letal virus, representa el golpe más fuerte y sensible para el mercado de los viajes, por cuanto no solo es el principal país emisor de turistas en el mundo, sino un importante destino receptivo. En 2019, los chinos realizaron 150 millones de viajes al extranjero, alimentando las economías de muchos países, en los que dejaron divisas cercanas a 130.000 millones de dólares, conforme a las cifras reveladas por Financial Times.

La desaparición de sus turistas, sumada a la de los europeos, asiáticos y americanos, pone en estado de sequedad las finanzas en todos los niveles del sector y augura, desafortunadamente, una cascada de quiebras, que comenzará afectando a las empresas más débiles en la aviación, la hotelería y las agencias operadoras. Los cálculos iniciales advierten sobre la posibilidad de que no menos de 25 millones de empleos generados por la industria se pierdan en el mundo.

En consecuencia, enormes serán los retos que deberá enfrentar la industria turística a corto, mediano y largo plazo, luego de este viacrucis en el que paga la mayor cuota de sacrificio por ser la actividad económica con mayor impacto social basada en la interacción de las personas, a las que hoy, en contravía, se les ha impuesto un necesario, obligado y responsable aislamiento social, a través de medidas razonablemente extremas.

Una vez sorteada la crisis, cuando se aplane la curva epidémica o de contagio, el turismo requerirá la mayor atención de los gobiernos para estimular su rápida recuperación, porque a partir de esta coyuntura atípico será el escenario que habrá de abrírsele en el corto y mediano tiempo. La incertidumbre, la ansiedad, la austeridad y la desconfianza primarán entre los viajeros, que tomarán largo tiempo en recuperarse de lo sucedido y, por las características asintomáticas de una enfermedad que aún carece de vacuna, se resistirán a visitar aquellos lugares que han padecido el drama con todo rigor.

El turismo es la industria que más impulsa la economía mundial desde la década de los años 50, pero en muchos países, como en Italia o España, su volumen de negocios podría retroceder por lo menos medio siglo. Es decir, sus ingresos regresarían a los de aquellos años en los que la Guerra Fría y los aviones —como medio de transporte de lujo— hacían de los viajes una alternativa exclusiva solo para los más audaces y adinerados.

De modo pues que, así como los científicos tienen la misión de descubrir el antídoto contra el coronavirus, las autoridades oficiales, los gremios y los expertos en marketing y publicidad de la industria turística deberán trabajar, desde ya, para encontrar la respectiva vacuna contra la epidemia del temor y la desconfianza que ya reina entre los viajeros.

Posdata. También lo pronosticó Bill Gates, en 2005, a raíz del mortal brote del ébola: “La falta de preparación (del sistema general de salud en el mundo) podría hacer que la próxima epidemia sea más devastadora que el ébola… Podemos no tener la misma suerte, porque podría ser un virus en el que los transmisores… puedan viajar en avión… (y) se difundan por todo el mundo muy rápidamente”.

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@Gsilvar5

LA OTRA CARA

26 marzo 2020 –

Por: Juan Álvaro Castellanos, Socio CPB – El Nuevo Siglo.

Ahora que la Comisión de Regulación de Energía y Gas –CREG- está en  el foco de la candela investigativa, alrededor de su responsabilidad en la emergencia eléctrica, se ve de cuerpo entero, los orígenes en los elevados costos de la estructura del Estado.

Agencias estatales, comisiones reguladoras en servicios públicos, y algunos fondos oficiales, suman no menos de medio centenar de organismos tejidos en el Gobierno central. Están detrás de ministerios, con autonomía para hacer y deshacer, con el supuesto rótulo de ser servidores para enlazar protección a la ciudadanía con programas de Gobierno.

Se han convertido en platos servidos con lujo de detalles para la corrupción que, siempre se sienta a manteles, si el menú tiene cifras exquisitas.                                                                                                                                                                                                                      La CREG saltó a la palestra, no por llamados del Gobierno a la ciudadanía para ahorrar energía, sino para que explique el rumbo de 18 billones de pesos, cobrados durante la última década en  facturas a todos los usuarios como -cargo por confiabilidad- para garantizar suministro eléctrico sin racionamiento.

En palabras concretas, se trató de un pago adicional cobrado a la ciudadanía  para decir que no habría más  apagones. ¡Qué  cuentazo! bien disfrazado de eufemismo, propio de los términos del Derecho Público.

El cobro, le pasó por alto a la gente, como varios que son investigados sobre facturas de servicios públicos en todas las ciudades.  Asustan al consumidor fijando fechas de suspensión del servicio o cobros adicionales, si se paga tres o cuatro días después.

En la carpeta de investigaciones judiciales y del debate en el Congreso de la República, deben estar empresas de servicios domiciliarios y sus operadoras, en manos de compañías españolas y chilenas. Colombianas lo pueden hacer.

Lo mismo con agencias estatales, creadas por el Gobierno en 2011. Un listado oficial, obtenido por esta columna, cuenta 14 agencias, algunas con nombres ampulosos y funciones ignoradas.

Por ejemplo, no se sabe de la vida de la Agencia para la Cooperación Internacional de Colombia; tampoco de la Agencia de Acuicultura y Pesca, y  absolutamente nada, de una con nombre rebuscado: Agencia del Inspector General de Tributos. El país desconoce la existencia de la misma y  el señor del cargo mencionado.

Estas entidades manipulan a su antojo dineros públicos. Serían mejor unidades operativas  en cada ministerio, con resultados. La eficiencia no es  abundancia de instituciones.

Más que apretón económico hay gasto estatal a manos llenas. Si se eliminan algunos y se reducen otros organismos, habrá ahorro multibillonario.

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«Si la prensa china fuera libre, el coronavirus no sería una pandemia», sostiene RSF

24 marzo 2020 –

Por: RFS –

Reporteros Sin Fronteras (RSF) muestra cómo, sin el control y la censura impuesta por las autoridades de China, los medios chinos habrían informado a la ciudadanía mucho antes de la gravedad de epidemia de coronavirus, salvando así miles de vidas y evitando, quizás, la actual pandemia.

En un análisis publicado el 13 de marzo, los investigadores de la Universidad de Southampton sugieren que el número de casos de coronavirus en China podría haberse reducido en un 86% si las primeras medidas, que se tomaron el 20 de enero, se hubieran implementado dos semanas antes. Basándose en lo ocurrido en los primeros días de la crisis, Reporteros Sin Fronteras (RSF) pone de relieve que, sin el control y la censura impuestos por las autoridades, los medios chinos habrían informado al público mucho antes de la gravedad de la epidemia, salvando miles de vidas y, posiblemente, evitando la pandemia actual.

18 DE OCTUBRE:

La prensa china podría haber informado de los escalofriantes resultados de un simulacro de pandemia

El Centro John Hopkins para la Seguridad de la Salud, en asociación con el Foro Económico Mundial y la Fundación Bill y Melinda Gates, realiza un simulacro de pandemia de coronavirus el 18 de octubre de 2019 y alerta a la comunidad internacional sobre los resultados escalofriantes: 65 millones de muertes en 18 meses.

  • Si el internet chino no estuviera aislado por un elaborado sistema de censura electrónica y los medios no se vieran obligados a seguir las instrucciones del Partido Comunista, el público y las autoridades sin duda se habrían interesado por esta información procedente de Estados Unidos, que se hizo eco de la epidemia de SARS (síndrome respiratorio agudo severo) de 2003. El SARS infectó a 8.000 personas y causó más de 800 muertes, principalmente en China.

20 DE DICIEMBRE:

Las autoridades de la ciudad de Wuhan podrían haber informado a los periodistas

Un mes después del primer caso documentado, la ciudad de Wuhan ya tiene 60 pacientes con una neumonía desconocida similar al SARS; varios de ellos han frecuentado el mercado de pescado de Huanan. A pesar de la situación, las autoridades no consideran conveniente comunicar esta información a los medios.

  • Si las autoridades no hubieran ocultado a los medios la existencia de un brote epidémico vinculado a un mercado muy popular, el público habría dejado de visitar este lugar mucho antes de su cierre oficial, el 1 de enero.

25 DE DICIEMBRE:

El doctor Lu Xiaohong podría haber expresado sus temores a la prensa

El 25 de diciembre , el doctor Lu Xiaohong, jefe de gastroenterología del Hospital de la Ciudad de Wuhan No. 5, comienza a conocer casos de infección que afectan al personal médico y sospecha desde la primera semana de enero que la infección puede transmitirse entre humanos.

  • Si las fuentes de los periodistas en China no se expusieran a sanciones severas -que van desde una reprimenda profesional hasta penas de prisión-, el doctor Lu Xiaohong habría asumido la responsabilidad de alertar a los medios, obligando a las autoridades a tomar medidas, lo que no sucedió hasta tres semanas después.

30 DE DICIEMBRE

Los medios de comunicación habrían recogido la alerta temprana de los denunciantes

El director del departamento de emergencias del Hospital Central de Wuhan, Ai Fen, y un grupo de médicos lanzan una alerta sobre un «coronavirus similar al SARS». Ocho de ellos, incluido el doctor Li Wenliang, quien murió después a causa de la enfermedad, serán detenidos por la policía de Wuhan el 3 de enero por hacer circular «falsos rumores».

  • Si la prensa y las redes sociales hubieran podido difundir libremente la información facilitada por los denunciantes el 30 de diciembre, la ciudadanía se habría dado cuenta del peligro y habría presionado a las autoridades para que tomaran medidas que limitaran la expansión del virus.

31 DE DICIEMBRE:

Las redes sociales habrían transmitido la alerta oficial en China

China alerta oficialmente a la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 31 de diciembre, pero al mismo tiempo obliga a la plataforma de discusión WeChat a censurar una gran cantidad de palabras clave que se refieren a la epidemia.

  • Sin censura, la red social WeChat, que tiene mil millones de usuarios activos en China, podría haber permitido a los periodistas transmitir informes y consejos de precaución que contribuyesen a un mejor cumplimiento de las normas recomendadas por las autoridades sanitarias.

5 DE ENERO:

Los medios científicos habrían secuenciado antes el genoma del coronavirus

El equipo del profesor Zhang Yongzhen en el Centro Clínico de Salud Pública de Shanghai logra secuenciar el virus el 5 de enero, pero las autoridades parecen reacias a hacer público el genoma. El 11 de enero, el día en que China confirma su primera muerte por el virus, los investigadores filtran información en plataformas de código abierto, lo que resultará en el cierre punitivo de su laboratorio.

  • Si las autoridades chinas fueran transparentes, habrían comunicado inmediatamente la secuencia del genoma del coronavirus a los medios científicos, ahorrando a la comunidad internacional un tiempo precioso en su investigación para el desarrollo de una vacuna.

13 DE ENERO

La comunidad internacional habría anticipado el riesgo de una pandemia

Se informa en Tailandia del primer caso de infección por coronavirus fuera de China, un turista de Wuhan.

  • Si los medios internacionales hubieran tenido acceso total a la información que tenían las autoridades chinas sobre la escala de la epidemia antes del 13 de enero, es probable que la comunidad internacional hubiera evaluado la crisis y la hubiera anticipado mejor, reduciendo el riesgo de que la epidemia se propagase fuera de China y, posiblemente, evitando su transformación en una pandemia.

Coronavirus en Italia: Alma Clara Corsini, la anciana de 95 años que superó el covid-19 y se convirtió en el rostro de la esperanza en el país europeo

24 marzo 2020 –

Por: BBC –

En las últimas semanas, Italia ha tenido pocos motivos para ser optimista.

Actualmente es el país más afectado por la expansión del coronavirus en Europa y hasta el lunes 23 de marzo reportaba más de 6.000 muertes, el mayor número en el mundo.

Pero un halo de esperanza ha conseguido romper el pesimismo.

Se trata del caso de Alma Clara Corsini, una anciana de 95 años que superó la enfermedad tras haber ingresado con síntomas el pasado 5 de marzo en un hospital en la provincia de Módena, al norte de Italia.

Según reportó el periódico local La Gazzetta di Modena, el estado de salud de Corsini ahora es tan bueno que fue dada de alta y ya se encuentra de vuelta en su residencia de ancianos en el municipio de Fanano, en la provincia de Módena.

La provincia de Módena se encuentra en la región de Emilia Romagna, la segunda más afectada por la expansión del coronavirus tras Lombardía.

Emilia Romagna, según los datos diarios ofrecidos por las autoridades italianas el lunes 23 de marzo, registra más de 8.500 casos y casi 900 fallecidos.

El mayor número de muertes se produce en personas mayores de 70 años.

Italia, con más de 6.000 fallecidos, superó la semana pasada a China (más de 3.200) como el país con mayor número de muertos a nivel mundial.

Sin embargo, las cifras de los últimos dos días muestran una ligera ralentización del crecimiento tanto de infectados como fallecidos.

Estas estadísticas e historias personales como la de Alma Clara Corsini esbozan un panorama algo más alentador para ese país.