La International News Media Association organizó días atrás un webinar cerrado en el que los socios pudieron preguntar al CEO del New York Times, Mark Thompson, cuáles son a su juicio los retos que debe encarar la industria de los medios en general y los periodistas en particular para salir de la crisis.
Estas son, según Mark Thompson, algunas de las claves que todo medio de comunicación y todo periodista debería tener en cuenta:
Claves en el crecimiento del New York Times
“Descubrimos hace unos cuatro o cinco años que debíamos ser, ante todo, un servicio de suscripción”. “Lo más importante fue vender nuestro contenido de calidad y aquello que puede hacer el periodismo de The Times. Deberíamos comenzar a pensar en nosotros mismos más como un servicio de suscripción de calidad, como un HBO o un Netflix”.
Para Thompson, lograr eso significaba que la empresa necesitaba invertir, ante todo, en periodismo. En ese sentido, The Times tiene cientos de periodistas más que hace unos años, unos 1.750 en total.
“Es muy inusual, en este momento de la historia, que los editores contraten periodistas en lugar de despedirlos”, dijo Thompson. “Pero en realidad, pensamos que era algo bueno. Vamos a ser diferentes a los demás. Vamos a construir nuestra fuerza mientras otros se debilitan, y eso nos ayudará a encontrar una audiencia “.
Agregó que el equipo de The Times cree firmemente que hay muchas personas que se preocupan profundamente por lo que está sucediendo en el mundo y que pagarán por el acceso al mejor periodismo que lo cubra.
Tendencias en cuanto a suscripciones digitales
Thompson explicó en cuanto a las tendencias en suscripciones digitales que cuando The Times lanzó su modelo de pago digital en 2011, la mayor parte de la gente no tenía grandes esperanzas de éxito. Pensaron que podría haber un par de cientos de miles de suscriptores digitales potenciales. Todavía estaban enfocados en el negocio de la impresión, tratando de detener su declive, en lugar de enfocarse y hacer crecer el negocio digital.
“Ahora, tenemos una visión muy diferente”, sostiene. “Tenemos muchas plataformas: la impresión es una de nuestras plataformas. Nos encanta nuestro producto impreso, vamos a imprimir durante otros 15 años o más, pero no hay crecimiento allí. Con el tiempo, el número de suscriptores disminuirá, los anunciantes disminuirán y, en última instancia, la economía de esa plataforma fracasará. Esa es nuestra opinión. El viejo barco se hundirá al final”.
La tarea, por lo tanto, se convirtió en hacer crecer un negocio digital que sea lo suficientemente grande como para cubrir todos los costes de la empresa y generar ganancias para sus accionistas. Para hacer eso, la compañía necesita muchos más suscriptores digitales que suscriptores impresos porque se gana menos dinero con las suscripciones digitales.
“Necesitas escala real. Lo que buscamos, quizás más que cualquier otro periódico del mundo, es una escala real. Lo realmente alentador de los resultados que anunciamos ayer es que nuestro modelo se está acelerando actualmente. Hemos sumado un millón de suscriptores digitales más en un solo año “. El periódico se ha fijado la meta de llegar a 10 millones de suscriptores para 2025.
El cambio cultural que se necesita
Además de la escala, el otro gran desafío es el aspecto del cambio cultural , dijo.
“Hemos estado en el infierno y regresamos con un cambio cultural en The New York Times. Es un cambio inmenso. Es un negocio muy diferente. Necesitas diferentes habilidades. Se necesita un enfoque diferente sobre la toma de decisiones. No se puede hacer de la manera clásica, de arriba hacia abajo. Estás haciendo la transición de un negocio de alto margen a un negocio de margen relativamente bajo”.
El error de asumir que conocemos el futuro
“Creo que a menudo todos somos culpables de asumir que conocemos el futuro”, compartió Thompson con los miembros de INMA. “Hubo un tiempo en que los editores pensaban que había un gran negocio con la publicidad digital y eso los salvaría.
Recientemente hubo un momento en que la gente pensaba que las plataformas principales se volverían tan poderosas que los editores quedarían excluidos del mercado”.
Sin embargo, ese equilibrio de poder está retrocediendo ligeramente a favor de los editores, agregó. Google y Facebook son más vulnerables y comienzan a hacer algunos movimientos positivos hacia los editores.
“Soy periodista”, dijo. “La mayoría de la gente odia estas disrupciones, estos cambios desgarradores, pero estoy fascinado por ellos. No sabemos dónde termina la historia. No sabemos cómo se verá el mundo “.
La relación de los medios con las plataformas
Hubo un momento en que las plataformas dijeron que estaban haciendo un favor a los editores al distribuir sus marcas, titulares e incluso contenido a nuevas audiencias globales, dijo Thompson, y esto era cierto, en cierto sentido. El complicado mundo de la distribución se hizo más simple a través de las plataformas.
“Podrías hacer una noticia y llevarla a todo el mundo. Así que había una ligera sensación de que las plataformas le estaban haciendo un favor a los editores. Creo que ahora, si tienes una marca de noticias de calidad, estás ayudando a una plataforma si estás permitiendo que tu marca de noticias se asocie con esa plataforma. Estás ayudando a Google o Facebook o Twitter con tu presencia, y eso debe reflejarse en la relación”.
“Nos vemos renegociando nuestra relación con las grandes plataformas y pidiendo valor a cambio de usar nuestro valioso contenido. Queremos que las personas puedan aprender sobre nuestro periodismo, tal vez incluso probarlo, pero si van a tener una experiencia completa de nuestro periodismo, queremos que lo hagan en nuestra plataforma. Queremos que las plataformas ayuden a pagar el periodismo del que obtienen los beneficios ”.
El desafío para los medios de comunicación
El desafío para los medios de comunicación, planteó, es estar a la altura de las circunstancias: “Este es un gran momento en la historia, y lo más importante es que tenemos que apoyarnos en eso y entender bien esas historias. Creo que en términos de vender suscripciones y vender publicidad, este es potencialmente un año muy importante”.
Reiteró que los medios tradicionales están lejos de estar muertos. Las grandes marcas de noticias siguen siendo poderosas, y Thompson no cree que desaparezcan.
Relató un ejemplo personal de la historia de Nixon y el Watergate, que es lo que lo llevó a meterse en el periodismo. Fueron The New York Times y The Washington Post “luchando” por la cobertura de esa historia.
“Eso no ha cambiado. Medio siglo después, los nombres no han cambiado. Los medios tradicionales, que no hace mucho tiempo eran un insulto, ahora son una ventaja colosal. Tener una marca, una cabecera, que las personas asocian con confianza, confiabilidad y consistencia, es una ventaja inmensa ”.
El impacto de los muros de pago en los ingresos publicitarios
“Para nosotros ha sido esencialmente neutral. Les damos a los usuarios registrados solo unos pocos artículos cada mes antes de que tengan que pagar. Esto no ha afectado nuestro número de usuarios únicos de ninguna manera. No puedo ver ningún impacto significativo a la baja en esto en nuestra publicidad “.
Agregó que los muros de pago solían ser una idea de “o uno u otro”, ya sea que tendría que sacrificar los ingresos por publicidad o los ingresos por suscripción. Sin embargo, eso ha resultado no ser cierto.
Equilibrio entre el instinto periodístico y las estadísticas y los datos
“Creo que depende de la organización de los medios. Nuestra tradición es muy sólidamente humana. Sabemos que cuando hablamos con nuestros usuarios y suscriptores, cuando comienzas a hablar de personalización, se ponen muy nerviosos. Quieren que los editores humanos les muestren las historias. Estamos muy comprometidos con la idea del juicio humano en el periodismo “.
Competir contra los periódicos gratuitos
Esta es un área difícil, dijo Thompson. “Si tienes una reputación de hacer buen periodismo y eras una marca de confianza, lo cual debes construirlo con un periodismo distintivo, creo que cualquier cosa que hagas obtendrá ese aura. Creo que el camino para un periódico que solo tiene noticias breves y genéricas es muy limitado, porque esas cosas están disponibles de forma gratuita en Internet “.
En la mejor época de 6 a.m. – 9 a.m., Yamid Amat tuvo en Caracol una nómina de corresponsales internacionales de respeto, encabezada por William Restrepo, en Nueva York; Pedro Clavijo, en Moscú, y Álvaro Galindo, en Roma. El primero nos dio sopa y seco a todos con la cobertura del gigantesco apagón que sumió en tinieblas a la Gran Manzana estadounidense.
La red nuestra, en RCN, no se quedaba atrás. La capitaneaban Antonio José Caballero, en Madrid; Hugo Alberto Muncker, en Colonia, Alemania, y Orlando López, en Nueva York, quien al mudarse a Miami fue sustituido por Alonso Parra en la Capital del mundo.
Tras sus maratónicas jornadas en Roma, como enviado especial, donde cubrió magistralmente la muerte del papa Pablo VI; la elección de Juan Pablo I y su deceso repentino, a un mes de haber sido ungido, y el escogimiento del papa polaco Juan Pablo II, repatriamos a Antonio José a la base central de la ”Torre Sonora”, en Bogotá.
A Caballero lo sustituyó en la corresponsalía, en España, el periodista boyacense Carlos Peñaloza. El cargo lo estrenó mucho antes de sus dos coterráneos la notable periodista bogotana Gloria Elena Rey. A ella le correspondió cubrir la dilatada enfermedad y el deceso del dictador Francisco Franco, y el retorno de la monarquía española al poder, en cabeza de don Juan Carlos de Borbón, quien en sus años mozos quiso arrastrarle el ala a la bella Luz Marina Zuluaga, pero no le alcanzó la cuerda para su requiebro.
Otros corresponsales de la cadena de las tres consonantes: en Italia, Óscar Alarcón Núñez, que alternó su especialización en Derecho Romano con el cubrimiento del secuestro y posterior asesinato de don Aldo Moro, el líder de la Democracia Cristiana, a manos de las temibles ”Brigadas Rojas”.
Eucario Bermúdez fue corresponsal, desde Manizales, del programa “Clave” (Cadena Latinoamericana de voces en el éter, de la VOA, Voz de los Estados Unidos de América). Su conductor (el maestrísimo Llopis de Olivares) disfrutaba tanto con sus notas que en cada cambio lo llamaba “nuestro flamante corresponsal” en Colombia. Años después, al liar bártulos hacia Miami, Florida, ‘Don Eu’ asumiría la corresponsalía de Caracol en la Capital del Sol.
Otros corresponsales: Rafael Manzano en España; Andrés Salcedo, desde Alemania; Óscar Domínguez, que en Bogotá atendía sendas corresponsalías para emisoras alemanas y francesas; Félix de Bedout, de La W, de Julio Sánchez Cristo; Luis Gaitán y su esposa Doris Castañeda, quienes desde París se autodenominaban “La pareja feliz”; Alejandro Oramas, en Nueva York; Álvaro Mutis, en Madrid; Néstor Pongutá, en Roma; Jorge Cantú, en México; Jaime Flórez, en Estados Unidos; Enrique Molano, en Miami, y Carlos Ilián, en España. Un manojito de mujeres en las corresponsalías: Athala Morris, en Buenos Aires y Washington; Elyangélica González, en Venezuela; Celine Gesret, en Nueva York; Marcela Gutiérrez, en París; Catalina Gómez, en Washington; Yaridis Adrián, en
Caracas; Gabriela González, en Miami, y Stephanie Carrillo, en la capital española.
La apostilla: Una madrugada nos levantamos con ganas de tratar de ofrecerle una corresponsalía radial al “Gorila” Iáder Giraldo, en Sofía, Bulgaria, donde oficiaba como encargado de negocios en la embajada de Colombia. Sin salir de la sorpresa, el sin tocayo nos dijo a través de Telecom: “Hermano, aquí hasta los periodistas locales se mueren de hambre, noticiosamente hablando… Nunca pasa nada… Te lo agradezco, pero no”.
Un juez de Bogotá negó la tutela con la que el exfiscal general pretendía que la columnista de SEMANA María Jimena Duzán rectificara tres publicaciones. Estas hacen referencia a las declaraciones de dos exfuncionarios de la Fiscalía capturados por interceptaciones ilegales. «Quedamos a merced de los delincuentes», insistió Martínez.
Luis Carlos Gómez Góngora y Fabio Martínez Lugo firmaron una confesión que causó gran revuelo. Ambos exfuncionarios del búnker, que buscan un cupo en la Jurisdicción Especial de Paz, aseguraron haber chuzado ilegalmente desde las salas interceptación de la Fiscalía contando con «el pleno respaldo y conocimiento» del fiscal general, Néstor Humberto Martínez.
Las declaraciones fueron reveladas por la columnista de SEMANA María Jimena Duzán a través de tres publicaciones del tema, todas difundidas por este medio de comunicación. En los informes periodísticos, Duzán lanzó duros cuestionamientos a la actuación de Martínez, quien a su vez respondió acusando a la periodista de crear una «obsesiva empresa de infundios en su contra».
El 19 de diciembre, Martínez Neira reclamó una rectificación por parte de la periodista por cinco de sus afirmaciones. Una de estas, relacionada a que uno de los blancos de las interceptaciones ilegales de Martínez fue el abogado Álex Vernot, actualmente preso supuestamente por intentar desviar a uno de los testigos estrella del caso Hyundai.
Martínez también alegó que no es cierto que haya interceptaciones ilegales hechas desde el Sistema Esperanza que no puedan rastrearse. Y señaló que pese a que el actual fiscal encargado Fabio Espitia y el vicefiscal Jaime Camacho desmintieron que políticos y negociadores de paz fueran chuzados por la Fiscalía, la periodista Duzán se empeñó en dar por ciertos tales hechos y sin fórmula de juicio señalarlo a él y a otros altos funcionarios de la Fiscalía como conocedores de tales actos ilegales.
En menos de 24 horas, la periodista publicó su respuesta. A través de un escrito titulado «Mis opiniones no son rectificables», aseguró que se limitó a comentar y a opinar acerca de las graves acusaciones que exfuncionarios de su Fiscalía han lanzado en contra suya. «Ninguna de mis opiniones recoge una información que haya suministrado la suscrita, sino mis criterios sobre lo que afirman quienes fueron sus subalternos. (…) Ni sus amenazas ni sus destempladas ofensas me intimidan», aseveró.
La respuesta de la columnista fue usada por Martínez para elevar una acción de tutela ante el juez 29 de Ejecución de Penas Hugo Fernando Matallana Gaviria. Para el exfiscal, las publicaciones violaban sus derechos fundamentales a la honra y buen nombre.
El juez acaba de emitir una dura respuesta al exfiscal Martínez y negó todas sus pretensiones. A pesar de que la decisión asegura que la periodista fue notificada del trámite, no hubo ninguna contestación adicional. Por lo que varias de las valoraciones del juez se basaron en las publicaciones divulgadas a través de SEMANA.
El funcionario judicial, señaló en primer lugar que las acusaciones por interceptaciones ilegales a diferentes personajes de la vida pública desde la Fiscalía no fueron una «invención de Duzán», sino de los dos exfuncionarios que están ofreciendo su colaboración a la JEP. Así las cosas, lo que hace la periodista es informar al respecto y a expresar su opinión sobre tales hechos y acusaciones dentro del marco de la libertad de información y de expresión. En este contexto, señala que no se puede afirmar –por lo menos no en el escenario de la tutela– que con tal comportamiento vulneró los derechos fundamentales a la honra y el buen nombre de Néstor Humberto Martínez.
El juez señala que Martínez le está atribuyendo a la periodista los señalamientos que ella reproduce de una versión entregada originalmente por Gómez Góngora y Martínez Lugo. Y esta controversia deberá ventilarse ante un juez penal competente y no ante un juez de tutela. «Será allí donde se establecerá, previo el trámite de un juicio oral, público y rodeado de todas las garantías, la veracidad o apocrifidad de dichos señalamientos», precisó.
Martínez también pretendió que Duzán rectifique la afirmación respecto a que la auditoría realizada al Sistema de Interceptación Esperanza de la Fiscalía no fue ordenada por Néstor Humberto Martínez sino que fue producto de una petición de las autoridades británicas y estadounidenses. No obstante, el juez considera que esta afirmación de la periodista no afecta la realidad ya que la realización de esta investigación interna es un hecho verídico que se adelantó siendo Martínez el máximo jefe de la entidad. Y las evidencias para despejar las dudas frente a quién dio la orden de realizar la auditoría deben ser debatidas en un escenario judicial.
El juez cuestiona la actuación de Martínez al señalar que no resulta procedente «pretender amordazar a la prensa e impedir que se informe la existencia de los mismos». «Tampoco resulta jurídico y constitucional dentro del Estado Social de Derecho, donde la democracia como valor fundante consagra y defiende el derecho a la libertad de expresión, de información en su doble connotación como lo expresara nuestro alto tribunal constitucional».
Al conocer la decisión del juez, Martínez dirigió una carta al despacho judicial. «Mucho lamento que en su providencia se acepte el criterio de que un servidor de la justicia pueda ser calumniado por unos delincuentes y que la prensa pueda recoger su dicho y divulgarlo con saña, sin dar cabida a la rectificación», cuestionó.
En el documento, Martínez asegura que si Duzán hubiera «constatado y confirmado» la información entregada por los dos exfuncionarios, habría concluido que no eran ciertos los «infundios promovidos por personas que están en la cárcel». Así lo afirma al considerar que la información oficial entregada por Espitia y por Camacho días después de la publicación son suficientes para concluir que personas como Humberto de la Calle o Iván Cepeda no fueron chuzadas desde la Fiscalía, como lo afirman Gómez Góngora y Martínez Lugo. «Quedamos todos, pues, a merced de los delincuentes», insiste.
La providencia del juzgado hace énfasis en este punto al señalar que la vía de la tutela no es la adecuada para controvertir la versión de los exfiscales y que para ello existe la vía penal. Así las cosas, Martínez manifiesta que se abstendrá de impugnar la decisión y acepta que existe la vía penal para dirimir la controversia que mantiene con la periodista.
Es la segunda vez que la periodista gana en los estrados judiciales un caso judicial relacionado con el exfiscal Martínez. En el pasado, una acción de tutela interpuesta por el fiscal Daniel Hernández buscaba que se desdijera de una columna de opinión en donde aseguraba que existió un «Pacto de Silencio» para que a través de las investigaciones de la Fiscalía no se tocara a los peces gordos del caso Odebrecht. Aunque la periodista en su escrito solo cuestionó el papel de Martínez, el fiscal subalterno del caso Odebrecht elevó una acción judicial al considerar vulnerados su derecho a la honra y buen nombre, pretensión que también fue negada por un juez.
SEMANA revela las verdaderas razones que llevaron al Gobierno a retirar al comandante del Ejército, general Nicacio Martínez. Habría precipitado su salida el uso ilegal de sofisticados equipos para espiar a políticos, magistrados, generales y periodistas.
El viernes 27 de diciembre, cuando la mayoría de los colombianos disfrutaban de las vacaciones de fin de año, el presidente Iván Duque hizo un sorpresivo anuncio: el retiro del comandante del Ejército Nicacio Martínez.
En una rueda de prensa acompañado por la cúpula militar, dijo que el general Martínez dejaba el cargo por razones personales. Sin entrar en detalles, agradeció sus 38 años de servicio y anunció como nuevo comandante del Ejército a Eduardo Zapateiro, uno de los oficiales más respetados de la institución.
Aunque la noticia no tuvo mucho vuelo por las festividades navideñas, muchos colombianos no le dieron crédito a las razones de su salida debido a que Martínez estuvo en el ojo del huracán todo el año. Pero el país no sabía que detrás de la decisión estaba uno de los escándalos más sensibles que podía afectar al Ejército y salpicar de paso al Gobierno Nacional.
Consciente de esta situación, el recién posesionado ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo García, encendió las alarmas y ordenó una investigación interna pocos días antes de Navidad. ¿Cuál era el tema que tenía tan preocupados al ministro, las Fuerzas Militares y a algunas agencias de inteligencia? ¿Cuál fue la verdadera razón de la salida del general Nicacio Martínez? SEMANA revela la historia.
Te oigo desde la guarnición
En estos momentos el país necesita más que nunca los organismos de inteligencia para combatir las disidencias de las Farc, las bandas criminales y las amenazas extranjeras. Sin embargo, algunas unidades del Ejército se han dedicado en el último año a desplazar a sus unidades móviles y utilizar sus equipos de última generación para saber en qué andan algunos periodistas, políticos, magistrados, e incluso coroneles, generales y comandantes de otras fuerzas.
Después del escándalo de las chuzadas del DAS hace casi un década, y la aprobación de la Ley de inteligencia, cualquiera pensaría que esas prácticas habían quedado desterradas o al menos reducidas a su mínima expresión. Sin embargo, SEMANA tuvo acceso a fotografías, documentos secretos, videos de seguimiento y más de una docena de fuentes directas que demuestran que las chuzadas ilegales siguieron –al menos el año pasado- más vivas que nunca.
El primer indicio de que algo andaba mal llegó a oídos de los organismos de inteligencia estadounidenses. Estos habían donado un par de sofisticados equipos técnicos, pero empezaron a recibir información según la cual algunos militares los estaban usando para fines ilegales. Y que algunos apoyos económicos para pagar fuentes que pudieran entregar valiosa información terminaban en los bolsillos de algunos oficiales. “Empezamos a notar que nos estaban pidiendo más dinero del habitual con el pretexto de conseguir fuentes de mucho interés. Sin embargo, nos dimos cuenta que estaban bajando la información de internet”, le dijo a SEMANA un integrante de inteligencia extranjera que lleva más de dos años en Colombia.
Organismos de inteligencia estadounidenses, recibieron información de que los equipos técnicos de interceptación que habían donado estaban siendo mal utilizados.
Uno de los militares que trabaja en un batallón de ciberinteligencia lo confirmó: “Acá se empezó a hacer lo que se hacía en otras unidades de inteligencia como la Rimec. Se creaban informes falsos, basados en fuentes que no existían para conseguir unos recursos que se repartían entre los mandos”. Según este oficial, estas malas prácticas siguen debido a que, a pesar de las denuncias, la justicia y los entes de control nunca han actuado.
Por ejemplo, quedó en la impunidad el episodio de la Operación Andrómeda denunciada por SEMANA hace cinco años, cuando un grupo de inteligencia del Ejército utilizó una fachada en el segundo piso de un restaurante en el barrio Galerías para interceptar a los negociadores de paz. A pesar de que en esa ocasión la Fiscalía allanó el lugar e incautó los equipos, sus investigaciones no prosperaron.
A diferencia de entonces, las chuzadas ilegales del último año han tenido lugar desde las propias instalaciones de dos guarniciones militares, como una manera de blindarlas y evitar un allanamiento sorpresivo de la justicia o el fisgoneo de los medios de comunicación. “Lo que aprendimos de la Operación Andrómeda nos enseñó a no dar papaya. Somos mucho más cuidadosos con los lugares, las personas que trabajamos en esto y los equipos que estamos utilizando. Aunque todo está por fuera del radar, nada de esto se puede hacer sin el conocimiento de los mandos”, explicó a SEMANA uno de los militares que trabaja en los batallones de ciberdefensa, que decidió declarar porque no está de acuerdo con lo que llaman “trabajos especiales”.
Esas actividades comprometen a batallones de ciberinteligencia (Bacib) que pertenecen a las brigadas de inteligencia militar y al Batallón de Contrainteligencia de Seguridad de la Información (Bacsi). Ambos dependen orgánicamente del Comando de Apoyo de Inteligencia Militar (Caimi) y del Comando de Apoyo de Contrainteligencia Militar (Cacim). Una de estas brigadas de inteligencia operaba en el corazón de Catam y la otra funciona en el cantón de comunicaciones del Ejército, localizado en Facatativá. “En el caso nuestro, recibíamos órdenes que venían directamente desde el comando sin ningún tipo de requerimiento o documentos. Por la misión y los blancos estos estaban orientados a temas estrictamente políticos, lejos de nuestra misionalidad y en los cuales no deberíamos inmiscuirnos”, contó uno de los suboficiales de esa unidad que realizó estas actividades ilegales durante todo el año pasado.
No se refiere a un asunto menor. Este uniformado puede tener la respuesta ante las denuncias de varios magistrados que han dicho públicamente que creen estar chuzados y han pedido investigaciones a las autoridades, como lo expresó recientemente la presidenta de la Corte Constitucional, magistrada Gloria Ortiz. En su momento, algunos habían señalado a la Fiscalía General como sospechosa por la posible mala utilización de su plataforma de interceptaciones conocida como el Sistema Esperanza.
Ese suboficial del Ejército le dijo a SEMANA que en un caso a él le asignaron un número celular y le entregaron datos como el correo electrónico supuestamente de una oficial que estaba afectando los intereses del Ejército. Pero resultó que el verdadero blanco era una magistrada de la Corte Suprema de Justicia.
«Recibimos la orden de entregar parte de la información recolectada a un político del Centro Democrático».
“Cuando se comenzó a desarrollar el trabajo, nos dimos cuenta de que las comunicaciones eran de Cristina Lombana, quien había sido oficial del Ejército, pero quien es actualmente magistrada de la Corte Suprema de Justicia. Le preguntamos a los mandos si había un error porque se trataba justamente de una magistrada, lo cual claramente no podemos perseguir. Nos dieron la orden de continuar el monitoreo, los seguimientos y, lo más grave de todo, es que nos ordenaron entregar esa información directamente a un reconocido político del Centro Democrático”, dijo a SEMANA uno de los militares. Para probarlo mostró correos y apartes de comunicaciones personales de WhatsApp de la magistrada.
Confirman esta versión documentos secretos de inteligencia en poder de SEMANA, en donde la propia contrainteligencia del Ejército había detectado el flujo de la información adquirida ilegalmente y sus protagonistas civiles y militares.
La magistrada Lombana tuvo hasta mayo de 2019 el caso de manipulación de testigos contra el expresidente Álvaro Uribe y lleva un proceso de corrupción que involucra varios políticos que habrían repartido supuestas prebendas en Fonade, Fomag y otras entidades del Estado.
Este uniformado, que trabaja en una de estas compañías de ciberdefensa del Ejército, afirma que Lombana no fue la única magistrada objeto de interceptaciones y seguimientos.
Otro militar activo de la misma compañía le dijo a esta revista que, en su caso, le habían asignado como blancos políticos de todas las tendencias, en particular tres gobernadores, tres senadores y dos representantes. Para sustentar su denuncia mostró a SEMANA documentos, cuadros de contactos, extractos de comunicaciones y conversaciones de WhatsApp de algunas de las víctimas. Esta revista se abstiene de publicar otros nombres para no poner en riesgo la identificación de las fuentes y las investigaciones.
“Amparados bajo las misiones legales y autorizadas se realizaban lo que acá se conocía con el nombre de ‘trabajos especiales’. Los blancos se dividían dentro de las diferentes compañías, la A, B, C y D. Al comienzo nunca sabíamos los nombres, los jefes nos daban los datos como teléfonos, correos, etc y ahí empezábamos a buscar la información. Conforme conseguíamos los datos nos dábamos cuenta del blanco. Los nuestros resultaron magistrados de la corte. A mi compañero de la compañía B le tocaron los periodistas, ahí estaba los mismos de siempre, según me dijo, pero no recuerdo los nombres”, contó a SEMANA uno de estos uniformados. “En todo esto no solo estuvimos del Bacim –batallón de ciberinteligencia-, también participó gente de las Baime 1 y 4 (batallón de inteligencia militar)”, dijo a esta revista un segundo militar involucrado en los hechos.
Estas últimas brigadas de inteligencia se encargaban de realizar los seguimientos a diferentes personajes, como el senador Roy Barreras. El militar encargado de esto último le dijo a SEMANA que cuando Barreras denunció públicamente que lo estaban siguiendo e interceptando, se activó una operación de contrainteligencia para cubrir su rastro y desviar la atención hacia otras agencias de inteligencia. “Los mandos decidieron que el sospechoso obvio estaría en otras agencias nacionales que cuentan con capacidades similares o en la misma cúpula de la DNI (Dirección Nacional de Inteligencia)”, dijo el suboficial.
SEMANA conoció, por otro lado, carpetas presentes en los discos duros y en las memorias USB que contienen presentaciones de informes, extractos de conversaciones y audios de entidades públicas, ONG y medios de comunicación. Incluso, hay soportes en videos y fotografías de seguimientos a periodistas de este medio de comunicación que adelantaban la investigación. Hay carpetas que almacenaban información sobre funcionarios de la Dian, colectivos de abogados, defensores de derechos humanos, entre otros.
¿Cómo chuzaban?
Parte de estas actividades ilegales se desarrollaron en el batallón de ciberinteligencia en Facatativá. Lo que ningún colombiano sabe es que el 18 de diciembre a las 8:45 de la mañana, una comisión de la Corte Suprema de Justicia y medio centenar de policías judiciales adscritos a la Dirección de Investigaciones Especiales de la Procuraduría, allanaron las instalaciones de esa unidad militar en busca de evidencia sobre las chuzadas. En ese operativo cinematográfico, que duró casi 16 horas, hubo de todo: funcionarios judiciales que buscaban computadores, oficiales del Ejército que trataban nerviosamente de esconder información, tinterillos que buscaban obstaculizar el operativo, suboficiales que escondían equipos, computadores desvalijados a última hora, uniformados que trataban de sacar información subrepticiamente por la ventana, etcétera (Ver siguiente artículo).
Irónicamente, encabezaba el operativo la magistrada Cristina Lombana, quien desconocía que ella misma estaba entre las víctimas de las chuzadas. Los oficiales negaron realizar actividades ilegales e incluso aseguraron que no tenían software o herramientas informáticas para acceder a llamadas, correos electrónicos, conversaciones de WhatsApp. Sin embargo, SEMANA tiene en su poder el contrato del año pasado por el cual el Comando de Apoyo de inteligencia militar (Caimi) le compró una plataforma tecnológica llamada Hombre Invisible, a una empresa española representada en Colombia por un exoficial de la Armada Nacional. “Más allá de las innumerables irregularidades en la licitación y la evidente asignación a dedo de ese contrato, esta herramienta nos permite hacer de todo: meternos a cualquier computador, acceder a llamadas y conversaciones de WhatsApp y Telegram Web, descargar conversaciones de chat archivadas o borradas, fotos y en general lo que tenga almacenado en la memoria de la máquina infectada”, contó uno de los uniformados que maneja este sistema.
El documento describe que dicha plataforma permite sacar información de computadores sin ser detectada. “La infraestructura debe estar diseñada para operar con un número infinito de agentes activos”, dicen las características técnicas de la plataforma. Significa que permite acceder de manera masiva, dirigida y perfilada a computadores con sistemas operativos Windows y MAC. Esta poderosa herramienta tecnológica costó 2.999 millones de pesos, como consta en el contrato, y entró a operar en el segundo semestre de 2019.
Además del Hombre Invisible que según las especificaciones no deja rastro, los uniformados que se dedicaron a este tipo de actividades ilegales también acudieron a lo que se conoce en el mundo de la inteligencia como equipos tácticos móviles, conocidos como StingRay. Se trata de un dispositivo que se puede esconder en la bodega de un carro o un maletín y puede interceptar llamadas de celular al simular ser una antena telefónica. De esta forma, los teléfonos móviles se conectan al equipo y la información sale antes de ir a la antena del operador.
Durante varios meses el entonces comandante del Ejército ordenó entregar dos de estos equipos a dos coroneles, uno activo y otro retirado. “No fueron destinados a misiones y operaciones oficiales, el solo hecho de que un retirado maneje uno de estos equipos ya es irregular. Sabemos que fueron utilizados para actividades políticas. Después de tres meses los devolvieron (finales del año pasado) sin ningún registro de lo que hicieron. Todo lo borraron”, dijo un alto oficial de Inteligencia militar.
Todas estas herramientas de última generación para interceptar y acceder a información confidencial resultan esenciales en la lucha contra el crimen organizado. Hoy en día, la buena inteligencia (humana y tecnológica) es quizá la punta de lanza más efectiva para ubicar y judicializar a las personas y grupos al margen de la ley, y también para proteger la seguridad nacional.
Por esta razón, y por la importancia que tienen, los encargados de la operaciones de inteligencia deben respetar los protocolos, ajustarse a la ley y cobijarse en la Constitución. Por eso resulta inaceptable que algunas manzanas podridas hayan desviado su función, no para combatir el crimen en momentos en que el país más lo necesita, sino para cometerlo. Lo cual, de paso, afecta la imagen de una institución tan importante para la democracia y tan valorada por los colombianos como el Ejército Nacional.
El Hombre Invisible: Desde el año pasado el Comando de Apoyo de Inteligencia Militar (Caimi) compró por 3.000 millones de pesos una plataforma tecnológica llamada Hombre Invisible. Estos documentos describen algunas de sus características secretas. “Podemos meternos a cualquier computador, acceder a llamadas y conversaciones de WhatsApp y Telegram Web, descargar conversaciones de chat archivadas o borradas, fotos y en general lo que tenga almacenado en la memoria de la máquina infectada”, contó uno de los uniformados que maneja este sistema.
La persecución a SEMANA
Así fue el año de espionaje y amenazas contra periodistas esta revista. Envíos de sufragios y lápidas, seguimientos al director y a periodistas, y equipos tácticos de interceptación al pie de las instalaciones hicieron parte del operativo de inteligencia ilegal.
Durante 2019 algunos periodistas de SEMANA y hasta las instalaciones físicas fueron objeto de constante vigilancia y seguimiento de integrantes de la inteligencia y la contrainteligencia del Ejército. Durante el primer semestre de ese año hubo sufragios, amenazas directas, entre otras intimidaciones, como respuesta a las denuncias que terminaron con la destitución, procesamiento penal y disciplinario, y encarcelamiento de varios altos oficiales, entre ellos generales.
SEMANA se había abstenido de revelar públicamente este episodio para proteger las fuentes, la propia investigación y los elementos de juicio y pruebas suficientes para hacer la denuncia.
Como consecuencia de una nueva etapa del proceso –esta vez sobre interceptaciones ilegales publicada en esta edición– durante el último trimestre del año las amenazas aumentaron con envío de lápidas funerarias, entre otras formas de presión e intimidación. A esto se sumó una campaña de espionaje y seguimientos. “Un coronel de ciberinteligencia me ofreció 50 millones de pesos para introducir un malware (virus) en los computadores de periodistas de Semana y así poder acceder a la información”, confirmó a esta revista una fuente.
Esta revista tuvo acceso a algunas fotografías y videos que demuestran esas actividades ilegales. Y con varias fuentes directas del propio Ejército corroboró que efectivamente algunos de sus integrantes desplegaron una operación no solo para intimidar y tratar de impedir que las investigaciones salieran a la luz. También para tratar de dar con las fuentes que valientemente decidieron denunciar graves irregularidades que van desde casos de corrupción hasta espionaje político.
Durante varios meses –y de manera intermitente– estuvo estacionada una camioneta Toyota de color negro frente a las instalaciones de SEMANA. En su interior estaba lo que se conoce como un equipo táctico –que si está en el rango adecuado, como en este caso,– intercepta la señal de los celulares (ver recuadro). La verificación de las placas permitió establecer que se trata de un vehículo asignado a los militares.
Las labores de reportería de los periodistas estuvieron bajo vigilancia. En repetidas oportunidades una joven mujer apareció en diferentes lugares, como cafeterías, restaurantes y centros comerciales, pendiente de las reuniones con las fuentes. SEMANA logró establecer con el comando de personal que se trata de una subteniente de inteligencia, orgánica de un batallón de comunicaciones, cuyo nombre esta revista se abstiene de revelar por ahora.
Esta mujer no estaba sola. En otras ocasiones iba acompañada de otro agente. Este también con frecuencias merodeaba y permanecía largas horas frente a la entrada peatonal y al parqueadero de SEMANA.
También tuvo vigilancia permanente un café cerca de las instalaciones de esta revista en donde con relativa frecuencia el director, Alejandro Santos, se reúne con algunas fuentes. Como si lo anterior fuera poco, SEMANA logró establecer que no solo militares activos participaron de esas acciones. Un coronel retirado por vínculos con narcos y paras decidió ayudar a la cúpula militar anterior, de la cual era muy cercano. Para ello acudió al servicio de matones de la oficina de sicarios de San Andresito quienes se alternaban con los militares activos las labores de seguimientos y vigilancias contra los periodistas de SEMANA.
Esta operación ilegal de inteligencia se extendió al propio Ejército. Allí los involucrados desataron una persecución implacable contra los militares que no se prestaron para estas y otras actividades ilegales, y por el contrario denunciaron a los corruptos ante la propia institución y entidades de control. Ellos, oficiales honestos, condecorados y con las mejores calificaciones, terminaron fuera del Ejército. Oficiales con procesos penales y disciplinarios de todo tipo, y vínculos non sanctos, ocuparon sus lugares. En este contexto, el nuevo ministro de Defensa y el recien posesionado comandante del Ejército tienen la delicada misión de hacer una cirugía profunda a una institución que requiere a los más honestos y más capaces para enfrentar los flagelos de seguridad que azotan al país.
El aparato clave
Este es un equipo táctico móvil conocido como StingRay. Se trata de un dispositivo que se puede esconder en la bodega de un carro o un maletín y es capaz de interceptar llamadas de celular al simular una antena telefónica. De esta forma, los teléfonos móviles se conectan al equipo y la información pasa por allí primero antes de ir a la antena del operador. Durante varios meses dos de estos equipos fueron entregados a dos coroneles, uno activo y otro retirado. “No fueron destinados a misiones y operaciones oficiales, el solo hecho de que un retirado maneje uno de estos equipos ya es irregular. Sabemos que fueron utilizados para actividades ilegales. Después de tres meses los devolvieron (finales del año pasado) sin ningún registro de lo que hicieron. Todo lo borraron”, contó a SEMANA un militar.
El periodista Héctor Mario Rodríguez, director del portal Primera Página le solicitó en diciembre pasado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIHD) protección de su vida luego de sus denuncias presentadas sobre la persecución y amenazas a que ha sido sometido luego de su trabajo investigativo sobre la firma Tecnoglass.
Según Héctor Mario, los acosos y anomalías comenzaron desde cuando reveló en 2017 que la Superintendencia de Industria y Comercio(SIC) hizo inspección en Tecnoglass, de los hermanos Christian y José Manuel Daes, de Barranquilla, mientras se indagaba la reventa de boletas de la selección Colombia.
Posteriormente la SIC admitió que no tiene pruebas en contra de ellos y los Daes denunciaron al periodista por injuria y pánico económico.
LOS HECHOS
La siguiente es la denuncia presentada por Héctor Mario Rodríguez y publicada en su portal “Primera página”:
El libre ejercicio del periodismo económico está seriamente amenazado si la actuación de un fiscal termina concluyendo que una información periodística causó pánico económico, así ésta haya sido producida con base en hechos y situaciones reales: Lo peor es que este mismo fiscal pretende hacer caso omiso de dos fallos de tutela en los que se resalta el manejo equilibrado que el periodista hizo al tener siempre presente la postura de los implicados.
Así las cosas, si llega a hacer carrera la actuación del fiscal, el medio de prensa que genere una información sobre hechos o actuaciones empresariales, y que, de seguro, traen de por sí una implicación económica en el mercado, corre el riesgo de ser postrado judicialmente por el delito de pánico económico.
Es una nueva modalidad de matoneo judicial que nace desde las mismas autoridades. Algo nunca visto en Colombia. Los primeros pasos los está dando el fiscal 75 de Patrimonio Económico, quien desarchivó un proceso penal por pánico económico que instauraron los dueños de la empresa Tecnoglass contra el Editor General de Primera Página, Héctor Mario Rodríguez, y en las simples citaciones para arraigo y, luego, para interrogatorio, viene anunciándole al periodista que le imputará cargos sin haberlo escuchado y pese a que sobre su actuación periodística hubo dos fallos a su favor de jueces constitucionales, como ya se dijo.
No se sabe si el actual fiscal general de la Nación tiene algún conocimiento de lo que desde hace varios meses viene cocinando el fiscal 75 contra el editor de Primera Página, un medio independiente y con enorme reconocimiento en el mercado financiero y dentro de las grandes empresas del país, con siete premios de periodismo a cuestas, que lleva 19 años continuos informando sobre lo bueno, lo malo y lo feo de los mercados financiero y bursátil colombianos y de los negocios relevantes para el país.
La persecución que ha sufrido Primera Página desde 2009, cuando empezó a reportar hechos económicos de las empresas de Pacific Rubiales no ha cesado. Sus abogados, que son los mismos ahora de Tecnoglass, iniciaron un incesante matoneo judicial que acaba de desembocar en estas citaciones del Fiscal 75 que desnudan de entrada su animus acusatorio:
“Me permito informarle que esta agencia fiscal, por denuncia formulada por los señores José Manuel y Christian Daes Abuchaibe, CEO y COO y accionistas de la compañía Tecnoglass S.A. adelanta investigación en su contra por el presunto delito de Pánico Económico y Calumnia Agravada, por tanto, de las innumerables órdenes a Policía Judicial que ha impartido esta fiscalía, la última hace referencia a establecer el arraigo social, familiar y comercial como también su plena identidad PARA UNA POSIBLE IMPUTACIÓN DE CARGOS (las mayúsculas son de PP)”.
Lo único cierto es que, como lo ha dicho la Corte Constitucional en más de una decena de sentencias, Primera Página actuó equilibrada y transparentemente, como lo corroboraron dos jueces constitucionales, en primera instancia, el Juez Primero Penal del Circuito para Adolescentes con Función de Conocimiento de Bogotá, Rafael Enrique López Géliz, y, en segunda instancia, la Sala de Decisión de Asuntos Penales para Adolescentes del Tribunal Superior de Bogotá, integrada por los magistrados Jesús Ángel Bobadilla, Jaime Humberto Araque y Carlos Alejo Barrera.
“Hay abundante material probatorio que demuestra que los portales accionados (Primera Página y Ojo Privado) han aclarado y actualizado la información inicialmente publicada con el mismo despliegue e importancia comunicativa que la inicial”, dicen los jueces constitucionales, pese a que ellos señalaron en su providencia que “los mismos hermanos Daes y el representante legal de Tecnoglass fueron los que dieron a conocer al público en general que habían recibido la visita de la Superintendencia de Industria y Comercio, tal y como lo confirmó el funcionario en cabeza de esa entidad en la entrevista que fue transcrita a través de una nota en los portales accionados tendientes al esclarecimiento de los hechos, sino también con lo manifestado por la jefe de la Oficina Jurídica de la mencionada Superintendencia y que tienen que ver con la indagación preliminar que se adelanta a la aludida sociedad”.
Además de la serie de demandas de tutela y ante la Fiscalía General de la Nación durante los últimos tres años, se ha acudido a exigir que el rompa el sagrado derecho a la reserva de las fuentes.
Curiosa insistencia en que el periodista levante la confidencialidad e identidad de sus fuentes humanas y viole su sagrado secreto profesional. Como ha advertido insistentemente la Corte Constitucional se trata de un derecho fundamental que salvaguarda la facultad del comunicador de negarse a revelar, en general, todos los documentos que componen el material de sus actividades periodísticas (entrevistas, apuntes, escritos, archivos, fichas, videos, audios, etc.), sin la cual, el libre ejercicio de su profesión y, más importante aún, la libertad de informar (artículo 20 de la Constitución Política), se tornarían nugatorios.
Un documento académico del Autorregulador del Mercado de Valores de Colombia (AMV) reconoció que “la prensa financiera especializada (como la que ejerce Primera Página) puede ser una fuente importante de reportes sobre las fallas en la revelación de información, aun cuando las normas existentes sobre difamación puedan presentarse como una amenaza, toda vez que permiten a los administradores demandar a quienes los critican (usando los fondos de la empresa), con el fin de detener o apaciguar la presentación de sus informes”.
Y por eso el documento del AMV advierte que “en un país sin tribunales ni fiscales honestos los periodistas son más vulnerables ante este tipo de amenazas”. Hasta hoy la justicia colombiana, la Fiscalía y la Procuraduría han comprendido el papel relevante que ocupan los periodistas en la sociedad y no le han dado juego a acciones como las que hoy están pretendiendo impulsar los empresarios de Tecnoglass.
Héctor Mario Rodríguez y Primera Página siempre han estado comprometidos, no obstante, el matoneo judicial, con “un periodismo financiero activo…, que pueda (…) descubrir y denunciar la declaración de información engañosa o falsa, y criticar, cuando sea necesario, a los administradores o controlantes de las compañías, así como a los banqueros de inversión y a los abogados del sector bursátil”, reza en otro aparte del documento del AMV.
Con lo que está pretendiendo hacer el Fiscal 75 y lo que vienen impulsando los Daes y sus abogados es activar no una batalla sino una de las más grandes guerras contra el libre ejercicio del periodismo económico. Se quiere poner en jaque un derecho fundamental amparado por nuestra Constitución, como es la libertad de prensa.
Esta amenaza ya está trascendiendo las fronteras. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ya tiene conocimiento del asunto, ante solicitud que ya hizo Primera Página.
Este año fue el menos letal para el ejercicio del periodismo en el mundo. La cifra de periodistas que murieron cayó en 2019 a su nivel más bajo en 17 años, sin embargo se mantienen cifras preocupantes.
Se suma otro año violento para el ejercicio del periodismo en el mundo. Hasta la fecha, un total de 64 trabajadores de la prensa han sido asesinados, según balances de ONG que protegen y vigilan el ejercicio del periodismo a nivel mundial. Esta cifra es apenas superior a los 63 registrados el año anterior.
Según el informe anual publicado por la ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF), las muertes de trabajadores de la prensa en zonas de conflictos armados han disminuido considerablemente este año, en su lugar los ataques han ocurrido en zonas consideradas como “zonas de paz”.
Además de esto, casi la totalidad de los atentados en contra de los comunicadores sucedieron en su país de origen.
La relativa disminución en la tasa de mortalidad este año puede deberse a que se elevó la exigencia a más libertades para el ejercicio de la prensa en el mundo. Miles de periodistas se han pronunciado durante este año para exigir que se respete el acceso a la información y se les garantice seguridad.
En Hong Kong alrededor de 1.000 personas, entre ellos comunicadores y simpatizantes, marcharon en julio de este año bajo el lema “Detener la violencia policial y defender la libertad de prensa”.
En Chile, Colombia y Bolivia los medios locales exigen a sus gobiernos que cesen las agresiones hacía sus trabajadores durante la cobertura de las manifestaciones y paros nacionales que marcaron este año a esos países.
Hasta el día de hoy son 64 los casos de periodistas asesinados en todo el mundo. 22 de ellos en América Latina y los otros 42 en el resto del mundo.
América Latina peligrosa para el periodista
Los conflictos armados en países azotados por la guerra a menudo esconden una realidad más cruda en Occidente; y la verdad es que América Latina sigue siendo una región inestable y peligrosa para el ejercicio del periodismo.
México lidera de nuevo la lista con un total de 11 periodistas asesinados, uno por encima del 2018, según un informe del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés). El mayor número registrado este año en un país en paz, la misma cantidad de un país en guerra como Siria.
El periodista y director del portal web El Observatorio del Sur Nevith Condés Jaramillo, es el último periodista mexicano asesinado hasta la fecha. Este crimen fue perpetrado en el Estado de México, justo en el centro del país.
El 24 de agosto de este año, Jaramillo fue hallado cerca de la comunidad de Cerro Cacalotepec con cuatro heridas de navaja en su cuerpo. El comunicador había denunciado semanas antes que recibió amenazas en su contra, sin embargo, no existió protección por parte de las autoridades, según la ONG Article 19.
A pesar de contar con un sistema para la protección de los periodistas, el país norteamericano no ha podido aplicar medidas lo suficientemente efectivas para garantizar la seguridad de los mismos.
En Honduras fueron registradas cuatro muertes este año, todas ellas a plena luz del día. Autoridades del país aseguran que los casos siguen siendo investigados. Le siguen Colombia, Haití y Brasil con dos muertes cada uno y, por último, Perú con el asesinato de la locutora de la radio local Radio Láser.
Aumenta cifra de periodistas encarcelados
China es actualmente la más grande prisión mundial para periodistas, según expertos. Alrededor de 120 periodistas chinos permanecen hasta la fecha privados de libertad, una cifra que va en aumento desde el mandato del presidente Xi Jinping.
Esta cantidad representa el 30,85% de todas las detenciones a nivel mundial, según cifras obtenidas en conjunto por RSF y el CPJ.
El 24 de marzo de este año, durante la represión contra minorías musulmanas en la región de Xinjiang, fueron detenidos al menos 50 periodistas, colaboradores de medios y publicistas, siendo esta la mayor detención contra periodistas realizada este año.
“Este informe demuestra la amplitud de las violaciones a la libertad de prensa en la región de Xinjiang”, declaró Cédric Alviani, responsable de la oficina de Asia del Este en Reporteros Sin Fronteras.
La periodista Sophia Huang fue arrestada en octubre, después de haber sido acusada de “involucrarse en disputas y provocar problemas”, una imputación que se le suele dar a personas consideradas un peligro para el Partido Comunista chino. Hoy en día permanece en prisión junto a otros 119 periodistas chinos.
Turquía ocupa hoy el segundo lugar con 52 arrestos (13,37%), le sigue Egipto con 37 (9,51%), Arabia Saudí con 32 (8,23%), y Eritrea con 20 periodistas detenidos (5,14%).
En Turquía han disminuido las detenciones. Sin embargo, el cierre de más de 100 medios noticiosos y las amenazas de imputaciones por cargos relacionados con terrorismo se han ocupado de mermar las actividades de estos trabajadores.
Actualmente se encuentran encarcelados 389 periodistas en todo el mundo, mientras intentaban llevar a cabo su trabajo. Este número supone un incremento del 12% con respecto al año pasado, según mediciones de Reporteros Sin Fronteras.
Por último, el CPJ estima que el 98% de los periodistas detenidos en el mundo son profesionales locales que cubren las noticias de su país, y que únicamente cuatro extranjeros están en prisión, tres de ellos en Arabia Saudí.
Una novedosa terapia para tratar el cáncer fue puesta a prueba por primera vez en una paciente en Reino Unido.
Conocida como terapia Acústica de racimo (Acoustic Cluster Therapy), se trata de un tratamiento que busca reducir los efectos colaterales de la quimioterapia así como mejorar su efectividad.
«Algunas quimioterapias te hacer perder el pelo, otras no. Pero es una situación traumática. Y ese es solo uno de los efectos secundarios», le dice a la BBC Karen Childs, la primera persona en el mundo en recibir este tratamiento que actualmente está en fase de prueba.
«Otros son fatiga extrema y náuseas. Y si los tienes de forma constante, es muy difícil vivir con ello», agrega Childs, que está siendo tratada por un cáncer secundario de hígado después de su primer diagnóstico en noviembre de 2013.
Burbujas
En una quimioterapia tradicional, los fármacos circulan por todo el cuerpo, pero la terapia acústica de racimo los dirige directamente hacia el tumor.
La técnica pionera -investigada por la Royal Marsden NHS Foundation Trust y el Instituto de Investigación del Cáncer- consiste en inyectarle al paciente, junto con la quimioterapia, pequeñas microgotas y burbujas.
Estas burbujas se activan luego mediante ondas de ultrasonido en la zona del tumor.
Al activarse, se vuelven más grandes y ensanchan las paredes del tumor, y esto permite que pueda llegar más cantidad de quimioterapia a las células cancerosas.
Este tratamiento podría mejorar la efectividad de la quimioterapia porque se dirige mejor hacia donde está localizado el tumor y abre la posibilidad de reducir las dosis de quimioterapia, lo cual reduciría, a su vez, la severidad de sus efectos colaterales.
«Sabemos que, cuanta más quimioterapia suministramos, más se reduce el tumor», le explica a la BBC Udai Banerji, profesor del Instituto de Investigación del Cáncer en Reino Unido.
Pero llega un momento en que el paciente se empieza a enfermar (a raíz de la quimioterapia), continúa Banerji.
«Este tratamiento trata de utilizar la misma cantidad de quimioterapia que se usa hoy en día, pero aumentando significativamente esta cantidad dentro del cáncer», agrega.
Conejillo de Indias
Para Childs, participar en este ensayo es algo emocionante.
«Te sientes vulnerable, pero a la vez es muy emocionante. ¿Soy un conejillo de Indias? Es bastante estresante», le explica a la BBC.
«Con la quimioterapia, siempre esperas que haya una forma más fácil, menos agresiva para tratar a los pacientes, y esto puede ser parte de ese proceso», Karen Childs.
En esta fase del ensayo, los expertos quieren determinar la efectividad de la terapia así como su seguridad.
El tratamiento será empleado para tratar pacientes con tumores en el hígado que se han esparcido desde el colon o el páncreas.
Si resulta exitoso, la terapia acústica de racimo podría ensayarse con más pacientes y en otros tipos de cáncer.
Jeffrey Bamber, profesor de física aplicada a la medicina, quien ayudó a desarrollar y evaluar esta tecnología, considera que la técnica abre el camino a tecnología que «concentra más cantidad de la droga en el tumor».
«Esperamos en el futuro poder tratar los tumores de forma más efectiva a la vez que reducir la tasa y la gravedad de los efectos secundarios«.
«En el largo plazo, esperamos que esta tecnología puede ser particularmente beneficiosa en los tumores difíciles de tratar, como los de páncreas».
«También podría ser de ayuda en nuevos tipos de tratamiento como la inmunoterapia».
Como en años anteriores, este trabajo periodístico se basa en el olfato, el análisis, el sexto sentido, el sentido común, la intuición y la visión que dan la experiencia, la información y el conocimiento. No se trata de adivinar sino de acertar.
Trump no se cae y es reelecto. Pasa raspando.
Maduro sigue en la presidencia de Venezuela. Pero tambalea.
Corea del Norte lanza un nuevo y poderoso misil. Irán saca las uñas. Amenazas nucleares y tensión mundial.
Duque se sacude y se vuelve contestatario. Salen más de 6 ministros. Gabinetazo.
Líos para Claudia López por su gabinete. Alcaldada.
Se enreda otra vez el metro de Bogotá por trámite del contrato y significativo aumento de los costos. Lentitud y alerta de corrupción.
Cambiará toda la cúpula militar y la policía ofrecerá noticias sobre Aída Merlano. Chiva.
La Corte Suprema prohíbe a Uribe salir del país. Sorpresas en la JEP por vinculación de personajes, empresas y entidades públicas. Golpes de opinión.
Francisco nombra nuevo cardenal colombiano. Purpurado.
El año bisiesto se hace sentir con fuertes cambios climáticos. Sismos y tsunamis.
Las nuevas Farc “debutan” con golpes urbanos. Acercamientos para dialogar con el ELN. “Gabino” se jubila y, Márquez y Santrich dan polémicas entrevistas. Guerrillerada.
Crecimiento económico superior al 3%; dólar por encima de los $3.600 y acción de Ecopetrol supera los $3.700 por nuevo descubrimiento petrolero. Dolarazo y billetico.
Cambios en los medios. En venta El Tiempo; canal Uno busca accionistas; reñida competencia entre Caracol y RCN en Streaming; estrellas del periodismo cambian de camiseta y se fortalece canal digital del grupo Semana. Vitrinazo.
Insisten en convocatoria de una Constituyente y el tema llega al Congreso. Duros choques en Cámara y Senado por reformas de Duque, propuestas de Uribe y proyectos de la oposición. Zambras y pupitrazos.
La selección Colombia muy regular en eliminatorias para el mundial. Escarabajos Urán y Egan al pódium en Europa. James y Falcao estancados. Goles y pedaleo.
El papa Francisco le pone trabas y peros al sacerdocio femenino y a los curas casados. ¿Cisma?
Odebrecht le quita el sueño al Nobel Santos. Más denuncias.
Caos en salud por liquidación, traslado de pacientes, cierre y fusión de EPS. Crisis y más colas.
Límites con Nicaragua y tesoro del Galeón San José, dolores de cabeza para la Cancillería. Reclamos.
Se concretan pre candidaturas presidenciales de Gustavo Petro, Sergio Fajardo, Roy Barreras, Alejandro Char, Carlos Fernando Galán, Juan Fernando Cristo, Carlos Holmes, Marta Lucía Ramírez, Rodolfo Hernández, Juan Carlos Pinzón, Federico Gutiérrez, Rafael Nieto, Néstor Humberto Martínez, Fernando Carrillo, Paloma Valencia, María Fernanda Cabal y Germán Vargas, entre otros. Uribe se la juega nuevamente con varios candidatos a la presidencia y propone consulta. Abanico y campaña al rojo vivo.
Estas predicciones y pronósticos podrán ser reproducidas sin ninguna autorización pero sin adulterar su contenido.
¡Para todos y todas, como se dice ahora, un muy próspero año!
Ver televisión hace que los televidentes prefieran cuerpos femeninos más delgados, según muestra un nuevo estudio.
Los científicos midieron la relación entre el consumo de televisión y las preferencias corporales entre personas de varios pueblos remotos en Nicaragua.
Mientras que aquellos que tenían un acceso muy limitado a la televisión preferían mujeres con un índice de masa corporal (IMC) más alto, dijeron los investigadores en un comunicado, quienes a menudo veían televisión preferían mujeres más delgadas.
Los investigadores dijeron que esto se debía a que las mujeres más delgadas eran más frecuentes en la televisión.
El equipo de investigadores, dirigido por científicos de la Universidad de Durham en el Reino Unido, está pidiendo una mejor representación en los medios de personas de diferentes formas y tamaños para reducir la presión de aspirar a un “cuerpo delgado e ideal”.
“Los jefes de televisión y publicidad tienen la responsabilidad moral de utilizar actores, presentadores y modelos de todas las formas y tamaños y evitar estigmatizar cuerpos más grandes”, dijo Lynda Boothroyd, autora principal del estudio y profesora de psicología en Durham.
“Debe haber un cambio hacia una actitud de ‘salud en todos los tamaños’ y los medios tienen un papel importante que desempeñar en eso”, dijo en un comunicado.
Normalmente es difícil separar la televisión de otros factores como la nutrición, los ingresos y la educación al examinar los ideales del cuerpo, dijo Boothroyd a CNN, pero las condiciones específicas en estos pueblos permitieron al equipo aislar la exposición a la televisión.
Los investigadores dijeron que los resultados proporcionan una buena evidencia de que la televisión está afectando nuestra visión de los ideales corporales, impulsando la insatisfacción corporal y desempeñando un papel en el desarrollo de trastornos alimentarios y depresión.
Los 299 participantes en el estudio normalmente no leían revistas ni usaban Internet, y ninguno de ellos poseía un teléfono inteligente.
Los que sí tuvieron acceso a un televisor vieron telenovelas latinas, películas de acción de Hollywood, videos musicales, reality shows policiales y las noticias, según los investigadores.
Los participantes en el estudio completaron un cuestionario sobre su origen étnico, educación, ingresos, hambre, idioma y exposición a la televisión. Luego se les pidió que calificaran el atractivo de las imágenes de cuerpos femeninos con diferentes formas y tamaños corporales.
Sin embargo, Boothroyd le dijo a CNN que algunos participantes estaban comenzando a tener acceso a teléfonos inteligentes cuando el estudio estaba llegando a su fin.
“Internet se está volviendo rápidamente más importante que la televisión”, dijo Boothroyd, y agregó que consideraría la influencia de los teléfonos inteligentes si realizara un estudio similar en el área en el futuro.
En otro estudio, los investigadores mostraron imágenes de mujeres más grandes y delgadas a un grupo de participantes que tenían poco o ningún acceso a la televisión.
“Descubrimos que después de ver estas imágenes, los ideales del cuerpo de los lugareños se ajustaban en la misma dirección”, dijo la coautora Tracey Thornborrow, profesora de psicología de la Universidad de Lincoln en el Reino Unido, y sus preferencias cambiaron hacia la forma del cuerpo que había sido mostrada.
“Nuestros hallazgos demuestran claramente que las percepciones de atractivo son muy cambiantes y se ven afectadas por lo que estamos expuestos visualmente”.
Esta es la primera vez que los científicos demuestran un vínculo entre la representación de los medios y los ideales corporales fuera de las sociedades industrializadas, según los autores, y dicen que su trabajo muestra que lo que la gente piensa que lo que es atractivo es muy cambiante.
“Si hay algo universal en la atracción, es lo flexible que es”, dijo Boothroyd.
Los resultados completos se publican en la Revista de Personalidad y Psicología Social, y Boothroyd ha obtenido fondos para ejecutar un programa de educación en alfabetización mediática en Nicaragua para hacer que los adolescentes sean más resistentes a los mensajes mediáticos.
La construcción cultural del cuerpo “ideal” ha cambiado con el tiempo.
Hace miles de años, esculturas y obras de arte retrataban siluetas curvilíneas y gruesas.
Más recientemente, a fines del siglo XX, modelos delgadas y esqueléticas llenaron las páginas de revistas de moda. Ahora, los traseros bien formados se celebran con “me gusta” en las redes sociales.
Martin Baron, líder del prestigioso diario norteamericano, habló en la primera edición del pódcast en español que realizan los periodistas colombianos Juan Carlos Iragorri y Jorge Espinosa. Esta es la apuesta que tienen.
“La nueva expansión de The Washington Post es en otro idioma”, dijo el célebre periodista de la CNN Brian Stelter. Y ese idioma es el español. En efecto, el novedoso proyecto de este diario que se convirtió en un mito cuando en 1974 forzó la renuncia del presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, tiene dos patas: un pódcast en español, y una serie de columnas de opinión en la misma lengua que aparecerán en la página web.
Los aranceles de EEUU a Brasil y Argentina. Entrevistas a Evo Morales, y al director del Post fueron los temas de lanzamiento de la apuesta de audio, que lideran en este momento dos periodistas colombianos: Juan Carlos Iragorri (corresponsal de SEMANA) y Jorge Espinosa. Ellos dos estarán junto con la periodista Dori Toribio, corresponsal en Washington desde 2010.
El formato estará disponible dos veces a la semana y en este se contarán y se explicarán las principales noticias del día, con especial énfasis en las que ocurran en el mundo hispanohablante. «La idea es poder contarle a usted qué está pasando en el mundo», dijo Iragorri en la presentación de esta apuesta.
En el primer episodio, Evo Morales habló desde su asilo en México. «Estamos acá para conversar», dijo el expresidente. Luego, detalló lo que se ha vivido en ese país. «Los pueblos del mundo juzgarán quiénes son los responsables del genocidio que se está viviendo en Bolivia», agregó.
Como dijo Marty Baron, director de The Washington Post, al anunciar todo el plan, “el pódcast acercará aún más la reportería y el análisis del periódico a quienes hablan español en Estados Unidos, América Latina, España y el resto del mundo”. Baron, conocido por ser el líder de la investigación que destapó los abusos sexuales a menores en la Iglesia católica de Boston, que inspiró la película Spotlight, habló en este primer episodio de la apuesta que tiene el diario con la comunidad hispano hablante. Describió, a su vez, los pódcast como una plataforma emergente muy atractiva para hacer periodismo.
El pódcast tendrá como invitados a los protagonistas de la noticia y a quienes puedan revelar qué hay detrás de ella y qué significa. De este último grupo formarán parte numerosos periodistas de The Washington Post, cuya sala de redacción cuenta con casi 1.000 reporteros, analistas y corresponsales de la más alta calidad.
No hay que olvidar que el Post ha recibido más de 40 premios Pulitzer y que Washington es la capital con el más grande poder político del planeta.
Pero, ¿cómo surgió en The Washington Post la idea de un pódcast en nuestra lengua y de una sección de columnas que estará dirigida por Elías López, exdirector de The New York Times en español?
Todo empezó hace más de un año por iniciativa de Marty Baron, que habla castellano muy bien y que ha viajado extensamente por la región, y de Emilio García-Ruiz, jefe de redacción del periódico y de padres españoles. Para ellos, un paso importante del diario es llegarle a un porcentaje de los más de 50 millones de hispanos que viven en Estados Unidos, de los casi 500 millones que habitan América Latina y de los más de 45 millones que hay en España.
Con ese propósito convocaron a varios periodistas latinoamericanos, españoles e hispanos para analizar alternativas y, claro, competir con The New York Times, y se embarcaron en esta nueva aventura.
Iragorri, Toribio y Espinosa debieron hacer varias pruebas en los estudios de la sala de redacción del periódico. También se hicieron ensayos con columnistas mexicanos bajo la coordinación de Mael Vallejo y María Jesús Zevallos, y luego las directivas del Post decidieron invertir en los dos productos. Si la cosa va bien, ampliarán la oferta.
“Todo esto es un reto, y no es nada fácil”, dice Iragorri. “Pero vincularse a The Washington Post es como entrar al Real Madrid o al Barcelona, y trabajar con Marty Baron, que ha dirigido periodistas y equipos premiados una decena de veces con los Pulitzer, y uno de cuyos trabajos cuando era director de The Boston Globe dio origen a la película Spotlight, es verdaderamente honroso”.
Los mejores trabajos hechos por los periodistas durante 2019 serán reconocidos por los PREMIOS CPB 2020, en las categorías de: prensa, radio, televisión, mejor columna de opinión, mejor trabajo de corresponsal, mejor tesis de pregrado y mejor trabajo periodístico en medios digitales. De igual manera será premiada la mejor caricatura y fotografía publicada este año en los medios de comunicación y el mejor trabajo de cámara.
Otro galardón que entregará el PREMIO CPB 2020 será al escritor y periodista que haya publicado el mejor libro durante este año.
El Premio Nacional de Periodismo CPB, reconocido como el premio de periodistas para periodistas, tiene como propósito exaltar la excelencia en el ejercicio periodístico, basada en la investigación, el rigor, la ética, la independencia y el buen uso de los géneros periodísticos, entre otros parámetros. La convocatoria está abierta y será cerrada el 16 de diciembre del año en curso, a las cinco de la tarde.
La entrega de los galardones se hará en ceremonia especial, el viernes 7 de febrero de 2020, en el Teatro Cafam, con transmisión en vivo por televisión.
―Este certamen que es el de mayor relevancia, tradición y prestigio del Círculo y que se ha constituido en patrimonio del periodismo colombiano, reconoce la permanente búsqueda de la verdad por parte de los periodistas, para darla al servicio de la comunidad, de la democracia y contribuir así a forjar valores sociales desde esta noble profesión, dijo Gloria Vallejo, presidenta del CPB.
La Junta Directiva del CPB destacó la manifestación de credibilidad que los periodistas le han dado al Premio desde su inicio y que se ha visto reflejada en el aumento que año tras año han tenido los trabajos inscritos en las convocatorias, por lo que prevé que para la versión 2020 aumentará el número de postulados.
Los trabajos se reciben por la página de internet: www.circuloperiodistasdebogota.org En el link se podrán consultar los requisitos para la inscripción y toda la información necesaria para postular.
La Junta Directiva del CPB con todos los preparativos para hacer de este un evento magno para el periodismo colombiano, como siempre lo ha hecho.
“Se ha consumado el golpe más artero y nefasto de la historia”, denunció en su cuenta de Twitter el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, el 12 de noviembre. Cuatro días después informó en las redes sociales del Decreto Supremo 4078 firmado por Jeanine Áñez, autoproclamada presidenta golpista del país, que eximía de responsabilidad penal a las fuerzas armadas en la represión; “es una carta blanca de impunidad para masacrar al pueblo”, señaló el líder indígena, que también denunció los crímenes de la “dictadura inconstitucional”: 33 muertos, 804 heridos y 1.511 detenidos según la Defensoría del Pueblo.
El periodista Pascual Serrano recogió en un artículo, publicado en eldiario.es, ejemplos de cómo los medios informativos del estado español evitaron la expresión “golpe de Estado”. Así, según El País, “El Ejército obliga a Evo Morales a renunciar como presidente de Bolivia” (11 de noviembre) y, al día siguiente, también en El País, “La violencia sobrecoge a Bolivia. Los militares salen a la calle con la policía para ‘evitar sangre y luto’ (…)”; en El Mundo, “Evo Morales, el indígena que sucumbió a las mieles del poder” (11 de noviembre); y en el diario monárquico ABC, la crónica empezó con un concluyente “Evo Morales tiró la toalla”. Además según el reportero y columnista de The New York Times, Max Fisher, “la crisis en Bolivia ilustra la difusa línea entre golpe de estado y revuelta”, interpretación que difundieron otros analistas.
Son muestras que tal vez encajen en el último ensayo de Pascual Serrano (Valencia, 1964) Paren las rotativas. Una pausa para ver dónde está y adónde va el periodismo, editado por Akal. El autor, que escribe artículos regularmente en eldiario.es, Mundo Obrero y Cuarto Poder, y es miembro del consejo editorial de la revista El Jueves, defiende las tesis que ha expuesto en publicaciones y conferencias. “Tanto el origen como la solución a muchos de los problemas del periodismo se encuentran en las estructuras económicas, y sin actuar sobre ellas, conformándonos con meras aspiraciones de gestión política, poco se podrá hacer”, afirma; y concluye el libro con las palabras que la fuente secreta del caso Watergate le trasladó al periodista Bob Woodward: “Sigan la pista del dinero”.
En un mundo hiperconectado, sobresaturado de información, dominado por la imagen y “pantallas invasoras” (la Asociación de Investigación Para los Medios de Comunicación señala que un tercio de las personas que acceden a Internet a través del teléfono móvil lo hace “casi constantemente”), Pascual Serrano reivindica el valor de los libros y la palabra escrita: la necesidad de profundidad, espacio y tiempo. En ocasiones, añade el escritor, “recurrir a la fuente de una red social para informarnos es como si hace diez años un periodista escribiese ‘oí en un bar’”. Traficantes de Información (2012), Contra la neutralidad (2011) o Desinformación. Cómo los medios ocultan el mundo (2009) son algunos de sus libros.
De modo irónico, el periodista titula uno de los apartados del libro “Peligro, rusos”. Hace referencia a informaciones de El País como “La trama rusa empleó redes chavistas para agravar la crisis catalana” (noviembre de 2017), en las que se cita al canal RT y la agencia Sputnik; o por las mismas fechas, en ABC: “La actividad de centros de intoxicación de las redes sociales desde Rusia o Venezuela ha sido probada fehacientemente” en Cataluña, el referéndum del Brexit o las elecciones presidenciales francesas de 2017. También el Centro de Excelencia de Comunicaciones Estratégicas de la OTAN pidió al estado español “que se proteja de la injerencia rusa”, informó el exdirector adjunto de El País, David Alandete, autor del libro Fake news: la nueva arma de destrucción masiva (2019). En diciembre de 2018 la Comisión Europea aprobó un Plan de Acción contra la Desinformación, que establecía, para la “mejora de la detección” de fake news, un aumento presupuestario de 1,9 millones de euros en 2018 a 5 millones en 2019 (en octubre de 2018 empresas como Facebook, Google y Twitter firmaron el Código de Buenas Prácticas de la UE contra la Desinformación).
¿Dónde puede seguirse el rastro de las informaciones falsas? Pascual Serrano recuerda que en una entrevista en el canal de televisión MSNBC, en febrero de 2017, la asesora del presidente Trump, Kellyanne Conway, mencionó una supuesta “masacre” en la ciudad estadounidense de Bowling Green (Kentucky), que nunca ocurrió y cuya autoría intelectual atribuyó a dos ciudadanos iraquíes (la consejera realizó las declaraciones en el contexto del veto migratorio aprobado por Trump, que afectaba a siete países de mayoría musulmana). Para justificar esta prohibición, en febrero de 2017 Donald Trump también se inventó –durante un mitin en Florida- un ataque terrorista supuestamente perpetrado en Suecia.
En enero de 2013, El País publicó en la portada una fotografía falsa del expresidente de Venezuela, Hugo Chávez, presuntamente enfermo y entubado en un hospital. “¿Acaso los presidentes más poderosos del mundo y todos los grandes medios no nos engañaron cuando nos contaron que, en Iraq, había armas de destrucción masiva”, se pregunta el autor de Paren las rotativas.
Los ejemplos conectan con otro apartado del libro, “Intoxicados por las fuentes oficiales”; Pascual Serrano apunta que, en abril de 2014, el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García-Margallo, del PP, informó que España suspendía las exportaciones de material antidisturbios a Venezuela; el anuncio, recogido por la Agencia Efe, fue difundido por medios como El Universal de México, La Vanguardia, Caracol Radio de Colombia, COPE o La Nación de Argentina; al día siguiente el gobierno de Venezuela aclaró, en un comunicado, que las fuerzas de seguridad de este país “no poseen ningún contrato vigente” de suministro de equipos antidisturbios con el Gobierno de España o las empresas españolas; se dio la circunstancia que agencias como Efey medios como La Vanguardia se hicieron eco del desmentido, “pero millones de personas de todo el mundo se quedarían con la primera versión”, concluye el escritor y analista.
En el verano de 2013, el Ministerio del Interior español emitió un comunicado, con fotografías y un vídeo adjunto, que hacía referencia a la llegada en una patera -a la costa de Melilla- de 15 migrantes subsaharianos, tres de ellos menores. “Las mujeres amenazaron con arrojar a los niños al agua” si se acercaba la guardia civil o “interceptaba” la embarcación, según Interior. La versión oficial añadía que, para frenar la acción de los guardias, los (hombres) migrantes amenazaron con prender fuego a la patera. ABC y El País, entre otros medios, reprodujeron el contenido de la nota oficial. Pascual Serrano recoge el análisis de la noticia en eldiario.es, que rebate la tesis de Interior: el vídeo difundido como presunta prueba de los hechos no demostraba ninguna de las acusaciones y, además, se omitía que uno de los agentes rocío la patera con un extintor.
Corren “malos tiempos para la libertad de expresión”, subraya el ensayista, que en 2016 publicó con Juan García Moya el libro Los gobiernos españoles contra las libertades. Pascual Serrano explica en el libro el caso de los fotoperiodistas Raúl Capín, colaborador de Mundo Obrero, y Adolfo Luján, detenidos en mayo de 2013. Su detención muestra “la represión de las autoridades españolas y su desesperación ante la difusión de documentos que muestran la violencia contra manifestantes”, explica; pero también que la captura policial fue “clamorosamente ignorada por los medios comerciales”; el director y el subdirector de la revista El Jueves fueron juzgados por un presunto delito de injurias en 2018, tras publicar el siguiente chiste en la portada: “La continua presencia de antidisturbios acaba con las reservas de cocaína en Cataluña” (la causa fue finalmente archivada en mayo de 2019).
Pascual Serrano señala el procesamiento del actor Willy Toledo por un presunto delito de ofensa a los sentimientos religiosos (septiembre de 2018); y recuerda que la Audiencia Nacional condenó tanto a la tuitera Cassandra Vera -a un año de prisión- por los comentarios en las redes sociales sobre la muerte de Carrero Blanco (el Tribunal Supremo la absolvió en marzo de 2018); como al rapero Pablo Hásel, por enaltecimiento del terrorismo e injurias y calumnias contra la corona y las instituciones del Estado (dos años de prisión y 24.300 euros de multa, rebajada a nueve meses por la Audiencia Nacional en septiembre de 2018). En este contexto de restricción de libertades, el periodista concluye con una idea central: “Es responsabilidad de los poderes públicos garantizarnos una información veraz”.