Invento colombiano ayuda a los pacientes con alzhéimer
Foto: Mauricio Moreno

Pedro Delgado es usuario del GPS. Sus familiares lo pueden monitorear desde la página web.

El dispositivo Lola GPS brinda información en tiempo real de la ubicación del usuario.
Por:  ANA MARÍA VELÁSQUEZ DURÁN |

Ni los sustos por los días en los que ‘se perdía’ y no sabía dónde estaba, ni la preocupación que le produjo a su familia hicieron que Dagoberto Contreras, de 80 años, cambiara su rutina. A pesar de padecer alzhéimer desde hace 2 años, todos los días, a eso de las 8:00 de la mañana, sale a caminar solo por las calles de Valledupar. Regresa al mediodía y vuelve a salir por la tarde para encontrarse con un grupo de conocidos de su misma edad en un parque. A su casa vuelve a parar apenas en la noche.

Su estilo de vida activo se convirtió en un problema para su familia. Por su enfermedad, se perdió en varias oportunidades y había días en los que pasaban las horas y nadie sabía de su paradero. “Llega un momento en el que se queda en blanco y no sabe dónde está”, explica su hija Rosmery Contreras, quien, después de buscar varias alternativas, encontró una solución tecnológica que, dice, les cambió la vida.

Lola GPS es un dispositivo que, usado como ‘reloj’, permite tener información en tiempo real de la ubicación del paciente a través de la red, gracias a la incorporación de las tecnologías GPS y GSM. Ahora los familiares de Contreras solo deben ingresar a una página para verificar el lugar exacto en el que se encuentra.

Además, podrán saber si sufre alguna caída gracias a un sensor en el equipo, que emite una señal de alerta en caso de impacto.

En la página se configuran los números de celulares de la familia, a donde les llegan las notificaciones de caídas. La alerta también se envía a nuestra central de asistencia, que está disponible las 24 horas del día”, afirmó Mireya Bohórquez, vocera de Lola GPS, quien explicó que este servicio se presta a través de un call center conformado por personal capacitado.

“Mi papá tiene la costumbre de sacudir el brazo cuando camina, la alerta se activa con el movimiento e inmediatamente me llaman de la central a decirme cuál es el informe y me apoyan tratando de solucionar lo que esté pasando”, cuenta Rosmery.

“En la central tenemos todos los datos del portador, qué medicamentos toma, cuáles son las clínicas a las que asiste, etc., para que se pueda ser muy hábil brindando la asistencia”, dijo Bohórquez.

El dispositivo, que se recarga como un celular corriente –tiene una batería Ion de polímeros de 850 mA/h que dura entre 24 y 36 horas, dependiendo del uso–, tiene un botón de pánico que el paciente puede oprimir en caso de necesitarlo.

Por otro lado, es posible configurar una zona predeterminada para que los usuarios inscritos reciban una notificación cuando la persona salga de ella. Para Guillermo Delgado, esta característica ha sido crucial en el proceso de cuidado de su hermano Pedro Delgado, de 64 años, que, después de un accidente y una operación en la cabeza, sufre de problemas de memoria.

“Él se desorienta, dice que va a la panadería, regresa a la casa y luego vuelve a salir unas 10 o 15 veces al día. Pero ahora, cuando sale de la zona, solo es entrar a internet y ya sabemos dónde está”, afirma Delgado. Su hermano usa una versión del aparato que se puede portar en el cuello.

Ya son cerca de 100 personas en toda Colombia que han adquirido esta solución y hasta el momento, aseguran sus promotores, su éxito es notable. Desde el cuidador que pierde a su paciente y lo ubica rápidamente hasta los adultos mayores que son monitoreados por sus hijos que viven en el exterior. En todos los casos, Lola actúa como un cuidador, como un guardaespaldas.

ANA MARÍA VELÁSQUEZ DURÁN
Redacción Tecnósfera