La carrera contrarreloj del presidente Barack Obama por proteger su legado

El president Barack Obama habla en su primera conferencia de prensa en la Casa Blanca después de la elección presidencial, el 14 de noviembre de 2016, Washington, D.C.

Chip Somodevilla/Getty Images

Con la amenaza que Donald Trump cierne sobre su legado, el mandatario saliente dedica sus últimos días en la Casa Blanca a trabajar en una defensa agresiva de sus políticas, tratando de blindar al máximo los logros alcanzados para que su sucesor no pueda barrer con ellos legal ni constitucionalmente.

Desde el acuerdo nuclear de Irán hasta el acuerdo de París sobre cambio climático, pasando por el Obamacare y más recientemente la prohibición de la explotación de hidrocarburos en aguas del Ártico y el Atlántico:
Barack Obama no está solo haciendo pequeños ajustes en la transición sino que -de manera decidida- quiere dejar firmadas políticas de largo alcance.

«Despedazar un acuerdo que está funcionando para evitar que Irán obtenga un arma nuclear, es algo difícil de explicar», dijo Obama en noviembre en su primera conferencia de prensa desde la victoria electoral de  Donald Trump. «Se hace más difícil deshacer algo que está funcionando», agregó el mandatario. Y es quizá bajo esa mirada que él y su equipo andan en una carrera contrarreloj por proteger lo que se pueda antes de que el 20 de enero finalmente Trump asuma el poder. Aquí algunas de sus medidas:

Eliminar registro de inmigrantes

Este jueves Obama desmanteló un programa creado bajo el gobierno de George W. Bush tras los ataques del 11 de septiembre de 2001: el Sistema Nacional de Seguridad para el Registro de Entrada y Salida (NSEERS por sus siglas en inglés) cuya función era registrar a los inmigrantes originarios de 24 países de mayoría musulmana, además de Corea del Norte, por considerarlos de «alto riesgo».

Prohibir la explotación de hidrocarburos

Obama también decretó la «prohibición permanente» de actividades petroleras y gasíferas en aguas del Ártico y frente a la costa atlántica del país, con la intención de detener la perforación de pozos submarinos en el 98% de las aguas del Ártico en manos federales, es decir, unos 115 millones de acres donde coexisten especies amenazadas como el oso polar y la ballena de Groenlandia.

Un año más de Obamacare

Un número récord de más de 100,000 personas se inscribieron para la cobertura de Obamacare el 9 de noviembre, el día después de las elecciones. En esta fase de inscripciones, que terminará el 31 de enero, unos 11 días después de que Obama deje su cargo, su administración quiere dejar cubiertas a 13.8 millones de personas, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos.

Desalojar Guantánamo

Aunque el Congreso ha logrado bloquear los intentos de Obama de cerrar la prisión naval de la Bahía de Guantánamo o de trasladar a los detenidos a suelo estadounidense, el presidente saliente ha optado por encontrar países dispuestos a albergar a los acusados de terrorismo.

Un funcionario del Congreso le dijo a CNN que esta semana se conoció la intención de la Casa Blanca de transferir a otros detenidos antes de que Obama abandone su cargo. De los 59 prisioneros que permanecen en Guantánamo, 22 son actualmente elegibles para ser transferidos, según el Pentágono. La apuesta del gobierno es que mientras menos prisioneros permanezcan allí, más costosa será la operación de la prisión y el Congreso terminará votando por cerrarla

Conceder indultos

Al ser esta una de de las herramientas unilaterales más poderosas del presidente, Obama también ha dedicado las últimas semanas a reducir o perdonar penas de individuos en prisión a una escala que superó a sus predecesores George W. Bush y Bill Clinton.

El lunes pasado Obama emitió 231 actos totales de clemencia a favor de reos, un récord estadounidense para un solo día. Esto suma un total de 1,324 indultos, un número también histórico que hace parte del compromiso del actual presidente con la reforma de la justicia penal, estancada en el Congreso en la discusión de medidas para reducir las penas mínimas obligatorias por delitos de drogas.

Dejar los acuerdos internacionales intactos

Aunque esta medida es más difícil de concretar, la Casa Blanca viene haciendo lobby tanto con los países que han firmado tratados internacionales con Estados Unidos como con miembros del equipo de transición de Trump para que se mantengan al menos el Tratado de París sobre el cambio climático y el acuerdo de no proliferación de armas nucleares con Irán.

La administración Obama está haciendo énfasis en los beneficios de esos acuerdos para la seguridad nacional estadounidense.

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