Entre el 2005 y el 2015 se denunciaron casi diez mil víctimas de desaparición forzada.
El Centro Nacional de Memoria Histórica reveló que en Colombia hay más de 60.000 afectados.
Una de las prácticas más macabras que ha dejado el conflicto armado en Colombia es el de la desaparición forzada. Hasta hace poco, la cifra oficial era de 26.000 desaparecidos por cuenta de la guerra. Sin embargo, según un reciente informe del Centro Nacional de Memoria Histórica, ese drama lo viven hoy 60.630 familias.
La cifra no solo está muy distante de la que se manejaba, sino que además revela los alcances de una práctica considerada delito de lesa humanidad y, por lo tanto, imprescriptible: según Memoria Histórica, entre 1970 y el 2015 en promedio tres personas fueron desaparecidas forzadamente cada día, lo que equivale a un caso cada ocho horas. La cifra total representa el doble de los desaparecidos por la dictadura militar en Argentina.
Estos 34.630 casos que engrosaron el registro nacional fueron documentados gracias a la inclusión de los registros que tiene la Unidad para las Víctimas y otras instituciones gubernamentales, ONG, declaraciones de los actores armados y bases de datos de 102 fuentes sociales e institucionales como periódicos, reportajes audiovisuales, sentencias judiciales, fotografías, entre otros.
Además, se registraron casos que habían sido excluidos “debido a que no existía información sobre el victimario o el perfil de la víctima y se extendió el criterio de inclusión a aquellos casos de secuestro que mutaron en desapariciones forzadas porque el perpetrador se negó a dar información de la víctima luego de que se cumplieran o no las exigencias por su liberación”, señala el informe.
Igualmente, fueron tenidas en cuenta las exhumaciones realizadas por la Fiscalía en fosas comunes de todo el país. El informe menciona que al 1.° de junio del 2016, la Fiscalía ha practicado 6.570 exhumaciones, de las cuales ha identificado 3.075 cuerpos. De ese total solo 1.334 personas habían sido reportadas como víctimas de desaparición forzada.
En cuanto a los perpetradores, el documento establece que en el 51,4 por ciento de los casos se desconoce el autor. Del resto, el 46,1 por ciento corresponde a los grupos paramilitares; 19,9 por ciento, a las guerrillas; 8,8 por ciento, a grupos posdesmovilización; el 8 por ciento, a agentes del Estado y el 15,9 por ciento, a grupo armado no identificado.
De las 5.849 desapariciones cometidas por las guerrillas, 4.553 no identifican al grupo guerrillero, mientras que 1.067 fueron atribuidas a las Farc, 157 al Eln, 21 al Epl y 21 a disidencias guerrilleras. Muchos casos corresponden a secuestrados que nunca regresaron a sus hogares. No menos de 500 son militares que terminaron cautivos tras combates o que fueron secuestrados cuando iban de civil y sin armas.
El informe muestra que de las 2.331 desapariciones atribuidas a agentes del Estado, 1.472 corresponden a miembros del Ejército, 653 a policías, 55 al liquidado DAS, 25 a miembros de la Armada y siete efectivos de la Fuerza Aérea.
El Centro de Memoria Histórica revela que, en promedio, nueve de cada diez víctimas eran hombres. Y que aunque aún no se tiene registro de mujeres que desaparecieron estando en embarazo, la base de datos ha podido documentar 12 casos.
Entre esas víctimas está Omayra Montoya, desaparecida en 1977 con tres meses de gestación y quien además es la primera víctima de desaparición forzada reconocida en Colombia. El caso, aún impune, fue perpetrado por agentes del desaparecido F-2 de la Policía en Atlántico.
Además, el informe destaca que de las 20.210 víctimas de las que se conoce la edad (33,3 por ciento del total), al menos 3.200 eran menores de edad. Se reportaron 11.850 de entre 18 y 35 años; 4.205 de entre 36 y 55 años y 938 mayores de 56.
De la totalidad de las víctimas documentadas, 874 registran pertenencia étnica: 423 indígenas, 421 afrocolombianos, 26 raizales y 3 palenqueros.
Tomado de: Eltiempo.com