Comisión facilitadora para los diálogos de paz pide a las partes, que se reunirán a partir de mañana en Quito, acordar la instalación de la fase pública de negociación y se declara lista para ayudar en lo que se necesite para alcanzar una paz completa.
A menos de 24 horas de que los delegados del Gobierno, encabezados por el exministro Juan Camilo Restrepo, y los delegados del ELN, liderados por el jefe guerrillero Pablo Beltrán, se encuentren en Quito para intentar destrabar el proceso de paz e instalar la fase formal de diálogos, en Colombia crece la expectativa.
Tanto así que los últimos días diversas organizaciones sociales y personalidades públicas han dado a conocer cartas abiertas solicitando que se avance hacia la instalación de la mesa de diálogos y se resuelva cuanto antes el asunto del secuestro.
Por ejemplo, la Comisión Facilitadora Civil para los diálogos entre el Gobierno Nacional y el ELN, que funciona hace casi dos décadas, emitió un pronunciamiento en el que celebra el encuentro entre los jefes negociadores y advierte que “espera que haya una mirada realista a las mismas y soluciones viables que permitan superar esas dificultades”.
De igual manera, la comisión exhortó a las partes a que “que definan una fecha viable y a corto plazo para dar inicio a la Mesa Pública de diálogo”; y les recordó que “sin un acuerdo entre el Gobierno y el ELN no habrá una paz completa”, dado que ya existen informaciones sobre que la ocupación por parte de grupos armados en los territorios abandonados por las Farc.
Finalmente, la Comisión Facilitadora Civil dijo estar dispuesta a “colaborar en lo que las dos partes coincidan en solicitarle” y crece el rumor de que podría prestar sus servicios para intervenir en la liberación del excongresista Odín Sánchez.
Y es que el tema del secuestro se ha convertido en el punto de la discordia. El Gobierno ha insistido en que la mesa sólo se podrá instalar una vez se haya liberado a Sánchez, y el Eln pide a cambio que se nombre a los dos gestores de paz y se indulte a los otros dos comandantesguerrilleros presos.
Precisamente por esta diferencia, un grupo de 101 intelectuales enviaron una carta abierta a las partes en la que le propusieron que se libere al excongresista, se proscriba el secuestro como estrategia de guerra, y como gesto equivalente el Ejecutivo nombre lo más pronto posible cuatro gestores de paz para que se integren a la mesa de diálogos.
Tomado de: Elespectador.com