Álvaro Uribe y Gina Parody, en campaña conjunta, a finales del 2001. Él, para la Presidencia; y ella, para la Cámara de Representantes.
El expresidente y la exministra tuvieron un nuevo enfrentamiento por el caso Odebrecht.
Por: POLÍTICA |
El expresidente Álvaro Uribe y Gina Parody han protagonizado una historia de amores y odios.
Parody llegó por primera vez al Capitolio como parte del equipo de trabajo de la representante a la Cámara María Isabel Rueda en 1998, pero su surgimiento como líder política se dio bajo el ala de Álvaro Uribe.
Uribe decidió que Gina fuera su principal carta a la Cámara por Bogotá y hasta grabó mensajes publicitarios con su voz invitando a votar por ella en 2001, cuando era candidato a la Presidencia.
En el primer gobierno de Uribe (2002-2006), Gina fue incondicional suya desde la Cámara de Representantes. Pero en 2006 lideró una cruzada para sacar de las listas de candidatos uribistas al Congreso a muchos dirigentes políticos que ya se sospechaba tenían vínculos con el paramilitarismo. Y lo consiguió.
Su distanciamiento de Uribe se dio a partir del debate sobre la ley de justicia y paz y con Rafael Pardo logró endurecer el castigo para los paramilitares y sus aliados, confrontando posiciones del Gobierno.
La ruptura total entre ella y Uribe se dio en enero de 2009 cuando renunció a su curul en el Senado y al partido de ‘la U’ por no estar de acuerdo con las intenciones de Uribe de ir por una segunda reelección.
“No puedo seguir siendo parte de un proyecto político en el que no me siento cómoda y ya no comparto”, dijo en una declaración en ese momento. También criticó que alias Job, un exparamilitar, hubiera entrado a la Casa de Nariño por el sótano para hablar con funcionarios del Gobierno.
Desde entonces, las relaciones personales y políticas entre ella y él fueron frías.
La situación empeoró, porque cuando Uribe comenzó a cuestionar públicamente al presidente Santos y a su Gobierno, ella solía salir a defender al mandatario.
El punto más crítico en esta confrontación llegó esta semana por cuenta del escándalo de sobornos de Odebrecht.
El miércoles Uribe, en una declaración pública, sugirió que la entonces ministra de Transporte, Cecilia Álvarez, realizó contratos irregulares para favorecer intereses de Parody (su compañera sentimental).
Álvarez y Parody reaccionaron y en una declaración conjunta le respondieron que “las dos personas que según la justicia pudieron haber recibido plata por corrupción de Odebrecht trabajaron en su gobierno y tienen vínculos con su familia”.
Y en un tuit, Gina fue más dura. Dijo que Uribe no le “perdona que denuncie el paramilitarismo, ni que conozca los desmanes de su vida privada”.
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