El fiscal Néstor H. Martínez aseguró que también se pidió ayuda de Panamá. / Andrés Torres.
Fiscalía contó con cooperación de Estados Unidos
JUDICIAL 23 ENE 2017 – 10:58 PM
Siete personas, entre ellos los tres dueños de la firma, fueron arrestados en un operativo de la Fiscalía que arrancó ayer a las 5:00 de la mañana. Alrededor de $600.000 millones habrían perdido los inversionistas estafados.
Por: Santiago Martínez Hernández
Hace algunos años el negocio de la compra y venta de libranzas parecía ser la cuna del rey Midas. Un mercado financiero que no estaba estrictamente regulado por las autoridades bancarias, en el que firmas como Estraval prometían jugosas compensaciones a quienes invirtieran en ella. Sin embargo, en marzo de 2015, el negocio empezó a venirse al piso cuando la Superintendencia de Sociedades puso sus ojos en Estraval por irregularidades y por incumplimientos a los clientes. Fueron de tal gravedad los hallazgos, que la Superintendencia de Sociedades le pidió hace cinco meses a la Fiscalía que investigara y ya se dieron los primeros resultados: tres dueños de la firma, la representante legal y tres gerentes fueron capturados. (Lea: Capturan a directivos de Estraval por captación ilegal)
Si bien desde hace más de una semana se tenían listas las ordenes de captura, la Fiscalía decidió esperar hasta que César Fernando Mondragón, dueño de la firma, regresara de Estados Unidos. Ayer a las cinco de la mañana se dio el operativo que permitió su arresto en el aeropuerto. Paralelamente, agentes del CTI le seguían la pista a Juan Carlos Bastidas Alemán, cofundador y directivo de Estraval; José Iván Castiblanco Fúquene, otro de los cofundadores; Rosalba Fonseca Melo, representante legal de la firma; Fernando Joya Rodríguez, gerente operativo; Ángela Marina Daza Saavedra, gerente comercial; y Pedro Harold Carvajal, representante legal de Técnicas Financieras S.A., una de las empresas del grupo Estraval.
Luego de que la Supersociedades ordenara en septiembre pasado la liquidación del grupo Estraval y sus siete empresas, el embargo de propiedades de 22 personas y el envío del caso a revisión de los peritos contables y expertos en finanzas de la Fiscalía y la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF), las autoridades demostraron que esta sociedad puso en riesgo el mercado de libranzas al generarle pérdidas a sus inversionistas por casi $600.000 millones, una cifra que fácilmente duplica el desfalco de Interbolsa. Además, varios sectores han advertido que las irregularidades en el negocio de las libranzas podría poner a varias empresas y cooperativas en riesgo, pues estarían en juego $1,5 billones.
Lo que hacía Estraval, en palabras simples, es que intermediaba y compraba créditos que empleados sacaban con sus cooperativas de trabajo y se los vendían a sus inversionistas, a quienes les prometían una alta rentabilidad. Sin embargo, según las pruebas que ha recogido la Fiscalía, ese exitoso modelo era una cortina de humo, pues se trataba de una captación masiva e ilegal de dinero. Las autoridades hallaron que muchas de las operaciones financieras no tenían un respaldo real de las libranzas, que muchos pagarés que estaban en mora, vencidos o cancelados, y que se “gemelearon” varias libranzas, es decir, que un solo producto se vendió a varios clientes.
De acuerdo con el fiscal Néstor Humberto Martínez, Estraval logró montar un negocio ilegal en el que fraudulentamente se vendieron carteras (deudas) vencidas y que no tenían un doliente —bien fuera porque había fallecido, estaba desempleado o ya había cumplido— a unos 5.000 inversionistas que bajo engaños perdieron su capital. Razón por la cual Mondragón, Bastidas, Castiblanco y sus cinco empleados tendrán que responder por los delitos de concierto para delinquir, falsedad en documento privado, estafa agravada, captación masiva y habitual de dineros del público, no reintegro producto de la captación, enriquecimiento ilícito y lavado de activos.
La Fiscalía también inició procesos de extinción de dominio para tratar de recuperar lo antes posible la plata de los inversionistas. Varios de los dineros que fueron captados ilegalmente terminaron inmersos en operaciones comerciales y en inmuebles comprados en el exterior. Es más, el fiscal Martínez explicó que una de las razones para haber retrasado las capturas es que César Fernando Mondragón estaba en la Florida (Estados Unidos) desde el pasado 5 de enero haciendo diversos negocios. Advirtió que gracias a un trabajo conjunto con autoridades norteamericanas se evidenció que Mondragón viajó con US$100.000 en efectivo y vendió propiedades en ese país que, sumadas, tenían un valor de US$6 millones.
En este caso la cooperación internacional ha jugado y seguirá jugando un rol fundamental, pues, en palabras del fiscal general, se trata de un caso de corrupción privada de grandes proporciones. “Se está solicitando a los gobiernos de Estados Unidos y Panamá su concurso para castigar ejemplarmente los activos ilícitos que tienen los capturados en esos países”, dijo Martínez, al explicar que por estas dos naciones se movió la plata captada ilegalmente en Colombia. Entre las pruebas que están en el expediente también hay declaraciones de víctimas de Estraval y del liquidador de la firma, quien fue uno de los primeros denunciantes del descalabro.
El fiscal general hizo énfasis en que las víctimas, si bien tienen derecho a que se les protejan sus garantías, deben acercarse la Supersociedades para que sean vinculadas al proceso de reparación. Hasta el momento se desconoce si alguno de los implicados ha ofrecido su colaboración a cambio de beneficios jurídicos. Sin embargo, la puerta no está cerrada, pues el fiscal Martínez indicó hay casos similares al de Estraval, como la empresa Élite, que ya están siendo investigados por fiscales y peritos contables. Estraval es la punta de un iceberg que puede llegar a hundir al mundo de las libranzas en el país.