En los dominios de Donald Trump

 


El presidente de Estados Unidos compra todo aquello que tenga su nombre en la red. Así ha neutralizado sitios desde los que podían criticarlo.


Donald Trump les debe su llegada a la Presidencia de Estados Unidos a las redes sociales. Punto. No ganó la elección popular —de hecho, la perdió por cerca de 3 millones de votos—, lo hizo terrible en los debates de televisión (aunque su ambiente natural era la pantalla chica, por haber protagonizado durante años el reality The Apprentice) y, para completar, la mayoría de medios de comunicación decidieron apoyar abiertamente a la candidata demócrata, Hillary Clinton.

Rechazado por los medios tradicionales, Trump encontró en internet la trinchera perfecta para llegar a una audiencia ilimitada. Le basta postear un trino desde su cuenta de Twitter o colgar un video en Facebook o Instagram para que miles de personas lo repliquen y conviertan en tendencia.

Antes de llegar a la Casa Blanca, @realDonaldTrump tenía 5,6 millones de seguidores. Hoy tiene 25 millones. @POTUS, la cuenta oficial presidencial, supera los 15 millones. En Facebook ganó más de 400.000 fans en cuatro días y publica, en promedio, siete mensajes diarios. Tiene, a diario, 5 millones de “me gusta”.

De hecho, utiliza frecuentemente la cuenta corporativa de la Casa Blanca para retuitearse a sí mismo, con lo que consigue amplificar su mensaje y darle un toque de credibilidad, algo que no siempre tiene desde su cuenta personal.

El primer día en la Presidencia, su vocero, Sean Spicer, dijo: “Creo que va a ser una parte muy emocionante del trabajo. Su uso de las redes sociales va a ser algo que no hemos visto antes”. No estaba equivocado.

Durante el primer mes como presidente, Trump ordenó la construcción del muro en la frontera con México, prohibió la entrada a musulmanes al país, amenazó a las grandes empresas, atacó a la Unión Europea, rompió el tratado Transpacífico, insultó a la prensa e inventó noticias falsas sin dejar de tuitear. Desde el 20 de enero, Trump tuitea seis o siete veces al día desde @realDonaldTrump, mientras que desde @POTUS no publica más de dos o tres tuits, según el análisis que hizo la empresa Séntisis.

Pero su estrategia va más allá. De acuerdo con la cadena CNN, el magnate presidente encontró en la web un negocio y hoy es propietario de 3.643 dominios en internet. Su colonización de la red comenzó hace cerca de 20 años, cuando hizo sus primeras adquisiciones, de acuerdo con voceros de la Casa Blanca, para proteger su marca y para protegerse de sitios que “quisieran calumniarlo”.

Por eso, buena parte de los dominios que ha comprado son de detractores: TrumpFraud.org (Trump fraude), TrumpScam.com (Trump engaño) o VoteAgainstTrump.com (vote en contra de Trump). Su hija, Ivanka Trump, por su parte, ha adquirido más de 300 dominios.

Amanda Miller, portavoz de Trump Organization, lo explicó de esta manera: “Desafortunadamente, la ciberocupación (cyber squatting), la publicación de contenido falso y el uso de nombres negativos de dominio es un asunto serio al que se enfrentan todas las compañías grandes en todo el mundo”.

DonaldJTrump.com es su primer dominio web, comprado en 1997, y actualmente es la página oficial de su administración. Algo similar pasó con DonaldTrumpSucks.com (Donald Trump apesta), que pertenecía a un cybersquatter que perdió interés en 2014 y dejó de mantenerlo. Trump se lo apoderó ese mismo año.

CNN reportó que sólo 50 de los dominios son páginas reales y otros 400 redireccionan a sitios oficiales del magnate.

“Trump se asegura de tener el dominio en la web. No le interesan los medios tradicionales, por que es a través de Facebook, Instagram, Youtube, Vine y Periscope que tiene a su público cautivo”, asegura Séntisis.

Antes de Trump, la estrategia era comprar medios de comunicación. Alberto Fujimori, hoy tras las rejas por varios delitos, compró desde la Presidencia peruana toda la prensa amarillista. Así hacía llegar el mensaje a los votantes que hoy todavía apoyan al fujimorismo. En Venezuela, cerca de 25 medios cambiaron de dueños, algunos cercanos al chavismo.

El responsable de la revolución de las redes sociales de Trump es Justin McConney, un joven de 29 años que comenzó como colaborador para redes sociales de Miss Universo en 2009 y pronto se convirtió en la mano derecha de Trump en plataformas digitales. Su estrategia: ser controversial, extremadamente real y carismático. Así convenció a Trump de trinar por los menos cinco veces al día, así como hacerlo simultáneamente durante eventos culturales y políticos, desde el Super Bowl, discursos presidenciales, conciertos, etc.

Ser frívolo y hablar de chismes y farándula ha sido también parte esencial de la estrategia para alcanzar la cercanía con la gente. Por eso ya tiene lista su estrategia para la noche de entrega de los premios Óscar, que prometen ser muy políticos.

Un ejército de personas responderá cada uno de los ataques o menciones que se anticipa se van a escuchar desde el escenario de la 89ª edición de los premios de la Academia. Hollywood y Trump viven una película de desamor desde que las estrellas del cine comenzaran a criticarl. Una historia que promete convertirse en viral.

Tomado de: Elespectador.com