‘La mujer del Animal’

Qué importante esta película que sale justamente durante el mes de marzo, mes que nos recuerda las luchas de las mujeres en la conquista de sus derechos.

‘La mujer del animal’, última película de Víctor Gaviria (se estrena en Colombia el 9 de marzo), retrata la historia de Amparo, una mujer de las comunas de Medellín de mediados de los años setenta, sometida por un hombre cuyo apodo, el Animal, permite imaginar el tono dramático de una película devastadora y actual. Porque el Animal, como en la frase de Carlos Monsiváis, aún está entre nosotras.

Si bien es un relato de hace más de cuatro décadas, que para algunos críticos llega tarde, ‘La mujer del Animal’ es una película valiente, precisamente porque retrata con crudeza el pasado para interpelarnos en el presente. En esta cultura de las violencias contra las mujeres, en esta cultura de las violaciones, los Animales siguen existiendo y nadie lo puede negar.

En la película de Víctor Gaviria, el Estado no existe, no hay un solo asomo de Estado y las mujeres están absolutamente solas, abandonadas a sí mismas; ni siquiera existe aún solidaridad entre ellas o posibilidad de una denuncia. Lo único que les queda, por lo menos en el caso de Amparo, es un descomunal poder de resistencia que logra salvarla.

En ese sentido, algo ha cambiado en estos 40 años, y lo que ha cambiado no es tanto el Animal, es la mujer del Animal. Y eso es lo interesante de esta película, por lo menos para las miradas de una mujer feminista. Las mujeres han aprendido a decir “NO, NO MÁS”, y a partir de ese ‘no más’ empezaron a entender lo que significaba ser sujetas de derechos; es decir, a empoderarse, a saber que el Estado, aun cuando demasiado tímidamente, ya existe.

Con leyes en borradores o ya sancionadas, pero desafortunadamente aún muy pegadas en el papel, con políticas públicas de una inmensa fragilidad, con poca voluntad política y convencimiento de los políticos, con nuevos conceptos que empiezan a circular como el feminicidio y, también, es necesario decirlo, con mujeres que han aprendido a asumir una voz, con algunas abogadas feministas, con hombres que se solidarizan y que empiezan a entender el valor ético de la justicia de género.

Sí que es importante esta película, que sale justamente durante el mes de marzo, mes que si bien nos hace tomar conciencia de la persistencia y resistencia de esta cultura machista-patriarcal, nos recuerda también las luchas de las mujeres en la conquista de sus derechos y en lo que han logrado aprendiendo a ejercer una novedosa ciudadanía, a tomar la palabra y a participar en sus propios devenires y proyectos de vida.

Animales seguirán existiendo durante tiempo, pues cambiar una cultura que tiene más de 5.000 años no se hace en un respiro. Pero hoy las mujeres están ahí, nunca derrotadas, y en este 8 de marzo están más decididas que nunca a hacerse oír. En muchos países del mundo, hoy, suspenderán por horas sus actividades para pedir más justicia e igualdad y demostrarle al mundo que su fuerza laboral es valiosa.

Y de alguna manera, todos, todas, somos culpables de que existan aún mujeres de los Animales y también de que existan todavía Animales. En fin, la película de Víctor Gaviria puede verse de muchas maneras, pero recordando siempre el valor de muchas mujeres que lograron quebrantar o, por lo menos, fisurar esta milenaria cultura de violencias contra las mujeres.

FLORENCE THOMAS
* Coordinadora del grupo Mujer y Sociedad

Tomado de: eltiempo.com