Eltiempo
Las declaraciones de Santos sobre la prensa, más que desatinadas, me parecieron desesperadas.
Por: Vladdo
Un presidente está en todo su derecho a quejarse por lo que considere un tratamiento injusto o desequilibrado por parte de la prensa y eso no debe interpretarse como un gesto hostil hacia la libertad de expresión o un intento de censura. A lo que sí no tiene derecho es a exigir que compartamos con él todos sus enfoques y a que asumamos sus mismas posturas frente a la realidad del país. Y tampoco tiene derecho a ejercer presiones sobre los medios ni a expedir decretos que socaven el libre ejercicio de informar o de opinar.
Por fortuna, pese a las pifias que ha tenido a la hora de manifestar su inconformidad con la forma como la prensa aborda ciertos temas, Juan Manuel Santos no ha llegado hasta esos extremos, cosa que sí han hecho sátrapas como Nicolás Maduro o Rafael Correa, cuyo régimen llega al extremo de sancionar a los medios incluso por lo que NO publican.
El deber de los medios es informar, analizar y opinar con autonomía; y el del Estado es garantizar que los periodistas tengan acceso a las fuentes de información y que puedan desarrollar su trabajo con total libertad e independencia.
Ahora bien, no son pocos los periodistas que tienen acceso privilegiado a muchas fuentes –empezando por el Presidente, ministros o congresistas–, lo cual se traduce en llamadas, reuniones, almuerzos y otros acercamientos que en términos generales derivan en lazos de confianza con tales personajes. Sin embargo, esa ‘familiaridad’ es un arma de doble filo, pues aunque le permite al periodista obtener información de primera mano, muchas veces exclusiva, las cosas tienden a complicarse cuando surgen las discrepancias propias entre quienes ostentan el poder y aquellos llamados a fiscalizarlos. Y algo similar ocurre en la relación con dirigentes del sector privado, empresarios, líderes gremiales, etcétera.
»Si por los lados de Santos llueve, por los de Uribe no escampa. El expresidente es especialista en amedrentar a la prensa cuando se siente cuestionado.»
Todos sabemos que el poder seduce –y no solo a los periodistas–, pero quienes trabajamos en los medios debemos ser más cuidadosos. Por muy cercano que uno sea a una fuente, no debe hipotecar jamás su independencia, ni tragar entero, ni permitir que la amistad, si existe, interfiera con nuestra función periodística.
Tampoco debemos renunciar al derecho a discrepar de esas fuentes ni a cuestionarlas. En últimas, no podemos olvidar que por muy buenas relaciones que mantengamos con nuestras fuentes, en realidad nos debemos es a nuestros lectores, a nuestra audiencia.
En este sentido, el nuevo episodio alrededor de las desafortunadas declaraciones del Presidente no puede pasarse por alto, pero tampoco debe ser sobredimensionado. Es obvio que Santos quería mandarles un mensaje a algunos de sus malquerientes; pero es evidente que una vez más el tiro le salió por la culata, por ponerse a generalizar o a dar cátedra. Pese a su origen y a sus prolongados y estrechos vínculos familiares y profesionales con EL TIEMPO, Santos ya no es periodista y hoy por hoy no le queda bien fungir como reportero ni maestro de periodismo. En resumidas cuentas, esas declaraciones, más que desatinadas, me parecieron desesperadas.
Pero si por los lados de Santos llueve, por los de Uribe no escampa. El expresidente –al mejor estilo de los tiranos que tanto critica– es especialista en amedrentar a la prensa o a los reporteros cuando se siente acorralado o confrontado.
Esta semana el turno fue para Julián Martínez –quien con sus informes en Noticias Uno se le ha convertido en una piedra en el zapato– y para Daniel Samper Ospina, de Semana. Al primero lo acusó de ser cómplice de las Farc y al otro, aparte de denominarlo ‘bandidito’, quiso descalificarlo llamándolo ‘payaso’.
Lástima, senador, que en su presidencia no hubiéramos tenido unos cuantos payasos sacándonos sonrisas en vez de tantos funcionarios corruptos burlándose de la ley.
VLADDO
Tomado de: eltiempo.com
http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/vladdo/prensa-presidentes-y-payasos-91550