La Locura Lúcida
Por Patricia Suárez socia CPB – Nota tomada de elpueblo.com.co

Último libro del médico psiquiatra Carlos E. Climent donde antisociales, narcisistas y borderlines, gracias a la visión humanista y comprometida del galeno con la sociedad y sus múltiples problemas, nos presenta de forma clara y concisa en minuciosa síntesis estos tres trastornos de la personalidad; enfermedad mental de la cual debemos ser conscientes para  protegernos y en lo posible ayudarlos, y romper el silencio cómplice que permite tener amordazadas a familias y a víctimas, y a una sociedad que está en la obligación ética de asumir su realidad y, creativa, lograr las transformaciones necesarias para sanar…

En esta minuciosa descripción del comportamiento sociopático y antisocial de comerciantes, empresarios, políticos, personajes mediáticos, de la farándula, de padres, madres, hermanos, de gente del común, presentado en tres capítulos con la debida conceptualización en sus múltiples variables, muestra la perversa y astuta forma de camuflarse detrás de una máscara de amabilidad y mentiras para engañar e instrumentalizar a todo aquel que sea útil a sus intereses egoístas; carentes de empatía, sin ningún sentimiento de afecto pues su alienación manipulativa no les permite sentimientos de amor, sólo simulan.

Climent describe al antisocial que logra, en su “codicia amoral”, penetrar las esferas del poder en busca del lucro y desde allí, con la complicidad e indiferencia de los otros (sociedad), tiraniza, explota, roba, trafica y desleal se pasa de una esquina a otra y en el juego de los opuestos (según conveniencia) traiciona, adula y servil al poder, se disfraza y en su abyecta condición de malandro corrompe las instituciones y permea a la sociedad toda.

En el espectro, mujeriegos, infieles, compulsivos, maestros del saqueo y el simulo, nunca asumen responsabilidad alguna; siempre el otro es el culpable; expertos en la manipulación hacen de la mentira su pasaporte a todo tipo de engaños.

Depredadores que cuentan a su favor con la mirada superficial de quienes los rodean, la ignorancia o desconocimiento sobre el verdadero carácter de estos camuflados que aparentan siempre y con destreza una gran imagen; la fachada, envolventes y muchas veces fascinadores, cuyo único objetivo son sus intereses, narcisistas inescrupulosos en busca de socios que paguen por sus fracasos.

“Las manifestaciones de la maldad son infinitas, una de ellas es la envidia perversa representada en quien ambiciona, en el más inconfesable secreto y con todas sus fuerzas, las condiciones que alguien posee; por ejemplo, el atractivo personal, la popularidad social, la simpatía, el carisma, la inteligencia, el carácter, el prestigio o la capacidad de amar”.

“La estricta madre que con el pretexto de darle a su pequeña hija una buena educación, la disciplina y la castiga hasta el extremo de la crueldad, porque en lo más recóndito la detesta por ser ‘la niña de los ojos del papá’”.

“El esposo resentido que critica incesantemente a su conyugue, en secreto sufre por su propia mediocridad, al tiempo que tiene que tolerar los éxitos evidentes de su esposa”.

“La primera acción de un padre narcisista es sobreproteger a su hijo haciéndolo dependiente (…) sobreprotegerlo en forma tal que lo convierte en un inútil que no ve otra opción que seguir siempre al lado de su progenitor (…) nutre sus necesidades insatisfechas a través del hijo. Vicariamente se refugia en sus hijos porque es incapaz de vivir su propia vida. Si permite que el hijo dominado se consiga una pareja, lo cual no es fácil, la acepta con la condición de poder manipularlos a los dos y así ponerlos a sus servicios”.

El libro expone los criterios internacionales para hacer el diagnóstico, los cuestionarios de preguntas y el número reconocido para sufrir el trastorno, la necesidad de ayuda médica con profesionales idóneos y por supuesto busca la conciencia social ante este flagelo que yo, como lectora y ciudadana, aseguro está en las entrañas de un sistema cuya fatuidad y deshumanización olvida al ser humano en pro de sus intereses financieros, cobija al poder detrás del poder y crea necesidades de consumo para su beneficio donde la propaganda engañosa y subliminal, más la asimetría económica de los “héroes” que construye y explota, penetra la frágil psiquis de comunidades vulnerables e intimidadas en su desigualdad y residuo, lo que conlleva a un giro en lo político, económico, social y ecológico, para desde la psicología y psiquiatría social sanar la sociedad  en conjunción interdisciplinar.

Esta opinión es responsabilidad única del autor, y no compromete al Círculo de Periodistas de Bogotá.