6 Junio 2019.
Foto: Pixabay.
RSF condena enérgicamente la intrusión de la Policía Federal Australiana en el domicilio de la periodista del grupo News Corp Annika Smethrust y denuncia un intento de intimidación que representa una seria amenaza para la independencia periodística y el secreto de las fuentes.
Tomado de: Reporteros Sin Fronteras.
El registro policial tuvo lugar el pasado martes, 4 de mayo, cuando la policía federal australiana se presentó con una orden judicial en el domicilio de Annika Smethrust, autora de un artículo publicado en 2018 sobre un supuesto proyecto gubernamental para aumentar los poderes de los servicios de Inteligencia.
La actuación policial fue ordenada por un juez de Canberra que investiga la «publicación de información clasificada como secreto de Estado» que podría, según fuentes judiciales , socavar la seguridad nacional de Australia.
La policía procedió al registro de la vivienda y a la incautación de varios documentos, así como del ordenador personal y del teléfono móvil de la periodista.
En abril de 2018 un artículo de Smethrust revelaba un supuesto proyecto de los ministerios del Interior y de Defensa para ordenar a los servicios de inteligencia que espiaran los correos electrónicos, mensajes de texto y cuentas bancarias de cualquier ciudadano australiano.
«Intimidación»
«El pretexto de la ‘seguridad nacional’ no puede legitimar tal violación de la libertad de prensa en un asunto de interés público», recuerda Daniel Bastard, responsable de la oficina de RSF en Asia-Pacífico. «Esta orden de registro es claramente un acto de intimidación dirigido a los periodistas que deseen investigar asuntos que sean ofensivos para las autoridades. Sobre todo, plantea amenazas inaceptables para el secreto de las fuentes. Pedimos al gobierno de Scott Morrison que deje de acosar a los periodistas «.
Horas después de la búsqueda, el periodista de radio y televisión Ben Fordham, que trabaja para 2GB y Sky News, reveló que él mismo fue objeto de una investigación por parte del Ministerio del Interior tras la publicación el lunes 3 de mayo, de una información sobre el destino de seis barcos solicitantes de asilo que se acercaban a la costa australiana.