30 Julio 2019.
En un pequeño y muy humilde apartamento en Costa Rica, cinco periodistas nicaragüenses hacen noticia, -y también historia-, después que escaparon de Nicaragua para evadir, -explican-, la represión, las amenazas y la imposibilidad de hacer periodismo libre.
Tomado de: Voa Noticias Nicaragua.
Son parte del grupo de más de 50 periodistas nicaragüenses que se han exiliado desde abril de 2018, según cifras emitidas por el Centro de lnvestigación de la Comunicación de Nicaragua. La mayoría se ha refugiado en San José, Costa Rica.
Todos huyen de la censura y del peligro de ser detenidos por ejercer su labor, después de que la situación política y social empeoró en el país centroamericano a la raíz de las protestas contra el gobierno de Daniel Ortega en 2018 que dejaron cientos de muertos, heridos y desplazados.
«Mi papá me dice: ‘vos me dijiste que te ibas a ir cuando a Miguel Mora (director del Canal 100 % Noticias) lo metieran preso. ¿Qué estás esperando’?», recuerda la periodista Leticia Gaitán, quien con ayuda de un coyote cruzó a Costa Rica.
Detrás quedó su hijo de dos años y su familia. Con su exilio trató de no correr la suerte de sus colegas de 100 % Noticias, Mora y Lucía Pineda, arrestados el 21 de diciembre de 2018, después de que el medio fuera allanado por funcionarios del gobierno de Ortega.
Gaitán cuenta que ella misma fue atacada por paramilitares, que le apuntaron con armas, la pusieron en el piso y le robaron su equipo de grabación.
Dice que antes de irse de Nicaragua lloró por lo que estaba pasando y por tener que salir huyendo, pero las advertencias del padre la hicieron reflexionar: «Si a vos te detienen, porque lo van a hacer, -me dice-, te van a violar, te van a torturar (…) No lo hagas por mí, hazlo por tu hijo», recuerda la joven reportera.
A Pineda y a Mora los acusaron de supuesta provocación, proposición y conspiración para cometer actos terroristas. Tras 172 días en prisión fueron finalmente liberados en virtud de una Ley de Amnistía impulsada por el gobierno sandinista. En las últimas semanas, ambos periodistas han recibido importantes reconocimientos por su labor, incluyendo el Premio Internacional de la Libertad de Prensa de 2019, que otorga el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés).
Pineda, quien está exiliada también en Costa Rica, recibió a comienzos de julio el premio internacional Coraje en Periodismo 2019 que entrega la Fundación Internacional de Mujeres Periodistas (IWMF, por sus siglas en inglés).
«Teníamos que salir del país»
El periodista nicaragüense Héctor Rosales, tiene su propia historia: «Las amenazas eran constantes de parte de los simpatizantes de los sandinistas en mi pueblo (Masatepe)».
Explica que se vió obligado a salir del país despues de producir un video donde aparecía el vicealcalde de Masatepe repartiendo morteros a los seguidores de Ortega para que atacaran a los manifestantes que salieron a la calle a protestar en abril de 2018. También lo empujaron al exilio, -comenta-, una agresión en la calle y los ataques que recibió en las redes sociales.
«(Después de la detención de Pineda y Mora) supuestamente giraron una orden de captura en contra de otros periodistas y en esa lista me decían que estaba yo (…) Un colega me alertó que teníamos que salir del país», dijo Rosales, quien cambió el sueño de ser médico por el oficio de periodista, el cual ha ejercido por 15 años en su país.
Rosales narró que antes de partir a Costa Rica en diciembre de 2018, fue agredido en la calle por cuatro hombres que lo golpearon directamente en la boca, causándole grave daño en la lengua.
Una mochila, poca ropa era todo su equipaje. «No sabíamos lo que nos esperaba en ese trayecto», dijo.
Antes y después de abril de 2018
El reconocido periodista nicaragüense Carlos Fernando Chamorro, cuyas oficinas del portal noticioso Confidencial y de los programas de televisión «Esta Noche» y «Esta Semana» fueron tomadas por la policía de Ortega en diciembre de 2018, también está exiliado en Costa Rica desde enero.
Antes de las protestas de abril de 2018, -dice-, el periodismo se ejercía «con las consecuencias de enfrentar la represalia del gobierno, no había plena libertad de prensa, no había acceso a la información pública. Había exclusión, había monopolio del control de la televisión y la radio, pero se podía desafiar al régimen haciendo investigaciones de corrupción y denuncias».
Sin embargo, -agrega-, «después del 18 de abril, cuando estalló esta rebelión nacional, la prensa se convirtió en el enemigo del régimen».
El exilio
Para ninguno de los periodistas nicaragüenses entrevistados por la Voz de América ha sido fácil el exilio.
«Salí de Nicaragua por una situación extrema. La dictadura primero asaltó mi medio de comunicación, se robó todo, y luego ocuparon la redacción manu militari (militarmente, por la fuerza de las armas) y hasta el día de hoy sigue ocupada por la policía sin ninguna orden judicial», explica Chamorro.
«Ante la inminencia de una posible pérdida de libertad, yo tuve que salir. Nadie sale, nadie deja su país por gusto, yo no sabía lo que venía a hacer a Costa Rica», dijo, y elogió la solidaridad que ha recibido del pueblo costarricense y su prensa.
Chamorro sigue haciendo periodismo para Nicaragua desde los estudios de la televisora local de Costa Rica,Teletica. Su equipo se mantiene trabajando desde Nicaragua, explicó.
Nicaragua Actual
Gaitán dice que una vez en Costa Rica, comenzó a trabajar como cajera en una tienda, lo que le permitió sostenerse económicamente en los primeros tiempos. Sin embargo, pronto entendió que debía hacer otra cosa
«Yo dije aunque me cueste, voy a seguir mi rumbo, mi profesión, que es el periodismo», expresó. «Hay días que no tenemos para la renta o no tenemos para la comida, pero creemos que estamos haciendo lo correcto», indicó.
Así fue como se unió a otros cuatro periodistas que impulsan Nicaragua Actual, un medio digital fundado el pasado 1 de marzo, Día del Periodista en Nicaragua, y que transmite noticias sobre lo que ocurre en el país en las plataformas de YouTube y Facebook, de lunes a viernes.
Lo que dice el gobierno de Ortega
En la 49 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), que se celebró a fines de junio en Colombia, el viceministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua, Valdrack Jaentschke, explicó lo que catalogó como «avances» del gobierno de Ortega.
Dijo que con la Ley de Amnistía fueron liberados casi todos los presos políticos y que la norma incluye además el compromiso de la no repetición del uso de la violencia como método político. Jaentschke dijo incluso que las autoridades sandinistas también promueven una iniciativa para que los exiliados regresen al país. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) señala, -sin embargo, que aún no existen las garantías necesarias para que esto ocurra.
«A diario (se) encuentra cantidad de cosas contra el gobierno y no pasa nada», dijo Suárez en entrevista con la VOA. «Están envenenando a la gente, intoxicándola», expresó.
Con la mente y el corazón en Nicaragua
Las dificultades económicas y trabas legales para obtener permiso de trabajo son algunos de los problemas que enfrentan los exiliados nicaragüenses, -entre ellos los periodistas-, en Costa Rica. Según la Agencia Para los Refugiados de la ONU (ACNUR), más de 50.000 personas salieron de Nicaragua desde abril de 2018.
«Tengo cita para ver si me dan el refugio el 30 de abril del año 2022, eso también a uno lo desgasta, lo cansa psicológica y emocionalmente porque al final uno dice qué hago aquí», explicó el periodista exiliado, Ricardo Somarriba.
Costa Rica, por ejemplo, recibe a diario unas 2.000 solicitudes de asilo de ciudadanos procedentes de Nicaragua, de acuerdo a cifras de la ACNUR.
Chamorro explicó cuánto se dificulta hacer periodismo en el exilio, desde problemas técnicos hasta tener que enfrentar la ansiedad y la angustia de estar fuera del país, de la casa, la familia, los amigos y sus colegas que están corriendo peligro en Nicaragua.
«Yo quisiera estar en Nicaragua hoy. Vine a Costa Rica con la convicción de que venía a un exilio corto, ya llevo seis meses y no quisiera terminar el año en Costa Rica», dijo. «Mi corazón, mente, mi ansiedad y mi convicción están en Nicaragua», concluyó.