9 Agosto 2019.
Un calvario vivió para que Mineducación convalidara sus 3 especializaciones en el exterior. Hasta hace poco trabajó con salario de $2 millones en el Hospital de Barranquilla
Sergio Torres Bayona trabaja cuatro días por semana en un hospital de Barranquilla. Los turnos son exigentes, a veces de 13 horas diarias rotando por urgencias, cirugías, consultas externas. Sus ingresos, como si se tratara de un médico general que apenas empieza a ejercer, no alcanzan los $ 2 millones mensuales, una vez se le reste el pago de la seguridad social. Para nada cuenta sus estudios, la especialización y experiencia como neurocirujano y menos aún sus aportes en investigación sobre el funcionamiento y el cáncer de cerebro.
Pero ahí no paran sus logros: su investigación sobre los nuevos genes en el más agresivo, común y mortal de los tumores cerebrales conocido como gliobastoma multiforme, le valió para que la Federación Mundial de Neurología de la China con sede en Beijing le otorgara la distinción de neurocirujano joven del año en una ceremonia que se llevará a cabo el próximo 9 de septiembre.*
Lo cierto es que Sergio Torres no puede ejercer como neurocirujano en Colombia. Los trámites de homologación con el Ministerio de Educación Nacional duraron nueve meses, sin que hayan faltado las tutelas y las insistencias soportadas en documentos que empezaron el 29 de noviembre del año pasado. Este 1 de agosto recibió la funesta noticia por parte de la Comisión Nacional Interesectorial de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (Conaces), que le negó su solicitud y le cerró el camino para lograr la convalidación. El argumento de Conaces se repite permanentemente: Sergio Torres, a pesar de todo su recorrido, no es experto en el área. El Ministerio de Educación homologó su título el pasado 25 de julio.
La entidad encargada de valorar los estudios y créditos de las distintas carreras para convalidar es Conaces, entidad adscrita al Ministerio de Educación. Creada en el 2003, Conaces es la responsable de la coordinación y orientación del cumplimiento de los requisitos para cualquier actividad académica, desde legitimar una Institución Educativa hasta convalidar diplomas. La Junta Directiva está conformada por la Ministra de Educación María Victoria Angulo, el director de Colciencias Diego Fernando Hernández, además del representante del Consejo Nacional de Educación Superior, el Representante del Concejo Nacional de Acreditación, los coordinadores de las salas por áreas del conocimiento y de la sala institucional.
Los requisitos se han endurecido en los últimos tiempos debido a la cantidad de títulos de doctores de cirugía estética que han resultado con diplomas falsos. La resolución 20797 del 9 de octubre del 2017 formalizó esta disposición de la ministra de Educación Yaneth Giha de finales del gobierno de Santos, que endureció los requisitos para homologar hasta volverlos casi absurdos. El problema para Sergio Torres es que Conaces asignó para el estudio de sus títulos un profesional con experiencia en gerencia hospitalaria con maestría y doctorado en pedagogía, pero sin formación en neurología, quien dictaminó que el dr. Torres no estaba habilitado para ejercer la profesión en Colombia. Otra de las razones es que su título de neurocirujano iba en contravía de la rama de la medicina que quería seguir estudiando.
Lo que parecería un choque de trenes no lo es: Conaces es una rama del Ministerio de Educación, ya que la propia ministra precede la junta.
Los estándares internacionales frente a las homologaciones es completamente distinto al engorroso y frustrante proceso en Colombia del que se quejan miles de profesionales, quienes quieren regresar a aportar sus conocimientos al país. Se estima que de las 18.000 solicitudes que recibe al año el Ministerio, tan solo se aprueban 2.000, cerca del 10 por ciento.
En España, el título universitario de Sergio obtenido en la Universidad Industrial de Santander, se lo revalidaron en un mes. Nunca le pidieron pensum, los convenios que tiene España con la Unesco, le abren escenarios a los estudiantes extranjeros. Las puertas en España continúan abiertas sobre todo después de la distinción que le darán en septiembre en China como el neurocirujano joven del año.
Pero Torres está harto de vivir lejos del país. Tenía una posibilidad de quedarse en Liverpool pero su aspiración es liderar un grupo de investigación en Colombia en neurocirugía, las oportunidades están abiertas pero debe tener el título en su mano. Por el momento lo que ha aprendido lo aprovecha discretamente como asesor de un médico cirujano en Bucaramanga, su tierra, a donde viaja todas las semanas mientras transcurren los días en la atención de pacientes muchas veces hasta con enfermedades ambulatorias que no ameritan tratamiento hospitalario.