10 Julio 2019.
Foto: Pixabay.
Por Martha Díaz, socia CPB.
Una demanda interpuesta por Educar Consumidores para hacer efectiva la prohibición de publicidad y promoción de productos de tabaco y en consecuencia prevenir el consumo de estos entre la población colombiana, fue admitida por el Tribunal Administrativo de Cundinamarca.
El proceso que inicia con la admisión de la demanda parte de la base que la Superintendencia de Industria y Comercio es una autoridad renuente ya que pese a las múltiples peticiones que ha presentado Educar Consumidores, no ha hecho efectiva la prohibición de publicidad y promoción de productos de tabaco, la primera instancia del proceso debería terminar el 29 de julio y la segunda instancia debería resolverse máximo en la segunda mitad del mes de agosto.
Según la demanda, la publicidad y promoción que se le hace a estos productos por parte de las compañías que los comercializan, no está teniendo en cuenta las reglas establecidas para la materia por el Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco (CMCT), el cual ha sido ratificado por 168 países como respuesta a la globalización de la epidemia del tabaquismo.
El convenio está siendo vulnerado por la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), entidad que no está llevando a cabo adecuadamente sus funciones de inspección, vigilancia y control para asegurar que no se realice publicidad y promoción de los productos de tabaco calentado
En la demanda, se pretende que mediante una orden judicial se obligue a la SIC a llevar a cabo un adecuado cumplimiento de la prohibición total de publicidad y promoción de productos de tabaco, siguiendo las normas adoptadas por el Estado colombiano a través del CMCT y en consecuencia se retire toda la publicidad que se ha instalado para dar a conocer estos productos en eventos culturales y centros comerciales principalmente.
El debate se ha dado por la extendida comercialización de los productos de tabaco calentado, de entre los cuales el más popular en Colombia es el IQOS, que al igual que el cigarrillo convencional contiene sustancias cancerígenas y demás tóxicos que pueden causar diferentes complicaciones en la salud como cardiopatías, enfermedades cerebro vasculares e insuficiencias pulmonares, entre otros.
Educar Consumidores invita a las entidades de la administración de justicia y a las autoridades públicas a que pongan en cintura a las compañías tabacaleras que vienen publicitando y promocionando sin un control adecuado diversos productos de tabaco, lo cual afecta directamente las probabilidades de que la población colombiana disminuya el consumo de estos productos y en consecuencia el riesgo generado por estos continúe latente tanto para las personas como para el medio ambiente.
Los dispositivos electrónicos para calentar tabaco están diseñados de manera novedosa y llamativa para atraer a niños y jóvenes, al igual que los vapeadores que se les presentan como no dañinos, dijo Esperanza Cerón, doctora en medicina y directora ejecutiva de Educar Consumidores, quien además expresó su preocupación por la invasión que hoy existe en el mercado colombiano sin ningún control por parte del gobierno nacional.
Según el cardiólogo Gabriel Robledo, estos productos parecen haber ganado terreno, pero urgen estudios serios que indiquen la realidad del uso por parte de los jóvenes, quienes se ven seducidos por la presentación, los aromas y la forma como la industria les hace creer que no son dañinos.
Desafortunadamente, señaló Cerón, el llamado e-cigarette, un dispositivo de pilas que provee dosis de nicotina y otros aditivos en aerosol, fueron introducidos originalmente como la mejor alternativa para combatir la adicción al tabaco y lo único que hizo fue seducir a los jóvenes.
Los cigarrillos electrónicos y Productos de Tabaco calentado, como el IQOS se cargan como un celular, suelen ser metálicos y cuentan con una batería que calienta el líquido o picadura de tabaco que se introduce para ser inhalados, la mayoría contienen niveles alarmantes de nicotina y saborizantes químicos.
Un riesgo para la salud
En la capital se comercializan sin restricciones, se consiguen desde 35 mil pesos en adelante, con una variedad amplia de formas, colores y sabores; estos no tienen registro INVIMA, ni información de prevención, uso y riesgos para la salud.
En el marco de lo anterior resulta importante resaltar la iniciativa que se viene adelantando en el Senado de la República con la discusion del proyecto de ley 174 de 2018, con la que se busca aplicar la misma regulacion de los cigarrillos convencionales a los nuevos dispositivos electrónicos a través de los cuales se consumen tabaco, aceites y otras sustancias.
De igual manera los organismos de salud, deben adelantar estudios del impacto de esta nueva modalidad, ejerciendo acciones de prevención, para que los jóvenes no se inicien en el consumo de estos productos, señaló Gabriel Robledo Kaiser.