El Círculo de Periodistas de Bogotá, CPB, con el debido respeto y acatamientos que le merecen los fallos de la Corte Suprema de Justicia, rechaza sin embargo la decisión de la misma de no proteger el derecho a la reserva de la fuente y al secreto profesional invocados por Publicaciones Semana, en relación con la demanda interpuesta por la ex viceministra de aguas, Leyla Rojas, en un proceso de responsabilidad contractual en el que la funcionaria asegura ser perjudicada por publicaciones Semana, debido al artículo “Pecados de Eike” publicado en la revista Dinero.
La demanda, negada por el juzgado 25 de Circuito de Bogotá, fue admitida en segunda instancia por el Tribunal Superior de Bogotá. Por tal motivo, el magistrado Eulin Abreo Triviño, quien está a cargo el caso, pidió al medio presentar las pruebas con las que se hicieron las aseveraciones sobre ella, incluyendo el cruce de correos del periodista con sus fuentes.
Este Tribunal ordenó “la exhibición solicitada por el actor respecto de los documentos, correos electrónicos, comunicaciones y soportes de la publicación realizada objeto de reproche”. Y la Corte Suprema de Justicia de Colombia le halló la razón.
«Es supremamente preocupante la posición de la Corte Suprema de Justicia, pues deja desprotegido el periodismo al verse obligado a revelar las fuentes y demás mecanismos con los que cuenta para desarrollar en forma veraz el ejercicio de informar a la opinión pública, principio que está protegido en el artículo 74 de la Constitución, que contempla, entre otras, la reserva de la fuente. De prosperar esta decisión se afecta en forma grave la libertad de prensa y el derecho a la información», dijo Gloria Vallejo, Presidenta del CPB.
El CPB considera que este fallo podría acabar con el derecho al secreto profesional y a la reserva de la fuente, tanto como al derecho constitucional a la libertad de expresión, pilares de una democracia, y que además están sustentados en nuestra Constitución. Aparte del miedo que provocaría entre funcionaros gubernamentales y particulares acudir a los medios para revelar actos de corrupción de todo tipo, cerrándole el paso así a la misma actividad y ejercicio periodísticos.
El CPB no acepta, por lo peligroso, este fallo y solicita de manera respetuosa sea revisado y corregido, en su sabiduría, por la alta Corte.
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