8 julio 2020 –
Por: Alberto Nájar – BBC Londres –
Como presidentes de México y Estados Unidos, Andrés Manuel López Obrador y Donald Trump suelen intercambiar elogios y frases amables.
Lo hicieron especialmente en los días previos a este 8 de julio, fecha en que ambos mandatarios se reúnen por primera vez en Washington. Es el primer viaje al extranjero de AMLO, como se conoce al presidente mexicano.
Pero no siempre hubo amabilidad entre los personajes.
Cuando era candidato presidencial, López Obrador era un crítico severo del mandatario estadounidense. En uno de sus libros, publicado en 2017, escribió:
«Es una canallada que Trump y sus asesores se expresen de los mexicanos como Hitler y los nazis se referían a los judíos, justo antes de emprender la infame persecución y el abominable exterminio».
El párrafo corresponde al libro «Oye Trump», donde el político mexicano define la manera en la que México debería relacionarse con el presidente estadounidense y una respuesta a su política migratoria y su intención de ampliar el muro que existe en la frontera entre ambos países.
En respuesta, López Obrador demandó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), medidas cautelares contra el magnate. También envió una carta a la ONU para cuestionar sus acciones.
Esos días ya pasaron. Ahora AMLO suele destacar la actitud del presidente estadounidense hacia su gobierno.
«El discurso con relación a México ha sido más respetuoso de cómo se expresaba anteriormente, cosa que agradecemos mucho».
Y, a su vez Trump, dice de López Obrador: «Es mi amigo y un hombre maravilloso. Ansío reunirme con el presidente», escribió en su cuenta de Twitter.
Similitudes y diferencias
El cambio en los discursos y mensajes muestran la ambigua relación entre los dos presidentes, coinciden especialistas, pero también marcan las similitudes y diferencias entre los personajes.
AMLO y Trump «priorizan la agenda nacional sobre la multilateral», explica a BBC Mundo Iliana Rodríguez Santibáñez, internacionalista del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrrey (ITESM).
Es decir, «nos referimos a dos nacionalistas. Favorecen a grupos menos protegidos que, desde el punto de vista político, son importantes para efectos electorales».
Pero en ese terreno existen diferencias. «AMLO tiene claro que Trump es un populista de derecha, un líder que gobierna para la clase más rica», dice Rafael Fernández de Castro, director del Centro de Estudios México-Estados Unidos de la Universidad de California en San Diego.
«López Obrador es una gente de izquierda, su prioridad son los pobres y esa es una diferencia enorme», dice a BBC Mundo.
No es todo. «Hay un distanciamiento profundo en la filosofía de los presidentes», agrega Rodríguez Santibáñez, quien también es investigadora asociada del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales.
AMLO cita a personajes de la historia mexicana para explicar algunas de sus decisiones y conductas. Trump, en cambio, atiende a «la filosofía pragmática» de la política estadounidense
No obstante, un elemento central en la historia común de los personajes. Ambos entendieron que los mensajes del pasado fueron parte «de la lengua ruda que genera votantes», recuerda la investigadora.
Pero eso cambió tras la campaña electoral. «Muchas de las cosas que se dicen los mandatarios hoy día se cuidan para no tener impacto en las negociaciones presentes y futuras».
Esa mezcla define la relación de los presidentes que ha resultado ser «sorpresivamente buena y respetuosa», anota Fernández de Castro. «Trump cree que AMLO se parece a él porque son políticos en contra del establishment«.
La pandemia
Oficialmente la visita es para conversar sobre el Tratado México Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que empezó a aplicarse el 1 de julio.
Pero en ambos países muchos han cuestionado el momento en que ocurre la reunión, con la pandemia de coronavirus todavía activa.
En Estados Unidos, donde existe una nueva ola de contagios, hay cerca de 3 millones de casos confirmados de covid-19.
Hasta el momento más de 130.000 personas han muerto por la enfermedad.
México empezó desde hace algunas semanas un paulatino regreso a «la nueva normalidad», como definen las autoridades sanitarias al reinicio de actividades.
Pero la pandemia no cede. La Secretaría de Salud registra 31.119 fallecimientos y 261.750 personas contagiadas.
La mortalidad, sin embargo, podría ser 3 veces mayor, reconoce el subsecretario Hugo López-Gatell, encargado del equipo que combate la pandemia.
Eso explica parte de las críticas al encuentro en Washington en momentos que en ambos lados de la frontera se recomienda permanecer en casa.
«Una foto de ambos hablando sin cubrebocas haría que sean vistos como dos líderes irresponsables», advierte Fernández de Castro.
Polémica electoral
Además de la emergencia sanitaria, otros critican que la reunión ocurre en un año electoral para Estados Unidos.
Donald Trump busca la reelección en los comicios de noviembre, pero las encuestas lo ubican con desventaja frente a su rival, el demócrata Joe Biden.
En tal escenario, el magnate aprovechará todo para mejorar su popularidad, y la reunión con López Obrador puede resultarle útil, coinciden especialistas.
«Trump no piensa más que en la elección», asegura el director del Centro de Estudios México-Estados Unidos.
«Seguramente está viendo la visita de AMLO con ojos de que al elector mexicoamericano le va a gustar el encuentro».
Así, añade, más que cooperación con México, el magnate busca una fotografía para atraer a los electores latinos.
Es una de las críticas más frecuentes en ambos países. Por ejemplo, representantes del Partido Demócrata en el Capitolio pidieron cancelar la reunión con el presidente mexicano.
Se trata, afirman en una carta enviada a la Casa Blanca, de «un intento descarado de politizar las relaciones» entre ambos países.
López Obrador también enfrenta críticas. Politólogos como Carlos Heredia, del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), dice que Trump utilizará al mandatario para su campaña.
Y, en Twitter, el exembajador de México en Estados Unidos, Arturo Sarukhán, advierte que AMLO «le sirve a Trump como un accesorio teatral para su campaña».
Las razones de AMLO
López Obrador no podía cancelar su viaje a Washington, dice la investigadora Rodríguez Santibáñez.
Entre los dos países existe un estrecho vínculo reforzado con el T-MEC. Ambas economías son interdependientes en muchos aspectos y, para México, Estados Unidos es su principal socio comercial.
Así, la visita va más allá de la tormenta política, insiste la investigadora.
«Independientemente de las diferencias personales que se puedan tener, la política de alto nivel se vincula a la articulación de dos Estados que se necesitan», insiste.
Y en eso coincide el presidente López Obrador. «Es conveniente para nuestro pueblo poder afianzar la relación económica comercial», dijo antes de abordar el avión a Washington.
«Independientemente del asunto partidista, no olvidemos que sean de un partido o de otro tiene que ver con la economía, los empleos que benefician a todos de manera directa o indirecta».