26 Agosto 2019.
Por: Carolina Marín / La Crónica.
La exposición fotográfica de Juanita González se encuentra colgada en las paredes del segundo piso del hospital San Juan de Dios, lugar donde realizó su investigación.
Juanita González Cardona, profesional en medios audiovisuales y master en foto periodismo y fotografía documental, realizó un trabajo investigativo en el hospital San Juan de Dios para relacionar el impacto del ambiente hospitalario en la calidad de vida de pacientes que permanecen por largo tiempo internados. La exposición fotográfica se encuentra colgada en el segundo piso del centro hospitalario.
¿De qué se trata la exposición realizada en el hospital San Juan de Dios?
Bajo el cuidado de otros es un proyecto de investigación que surgió en el hospital San Juan de Dios que analiza el impacto del ambiente hospitalario en la calidad de vida de los pacientes en medicina interna con enfermedades crónicas, personas cuyas hospitalizaciones son largas y encuentran en el hospital su segundo hogar.
¿Por qué el nombre Bajo el cuidado de otros?
Porque en una hospitalización un individuo se priva de muchas cosas, y digamos que está en una situación vulnerable, a la merced del cuidado de otro, de condiciones externas, ajenas, y ese título Bajo el cuidado de otros, de una u otra forma me recordó la situación en la que muchos nos hemos encontrado, en el hospital se pierde el criterio de decisión y muchos otros factores.
¿Cuánto tiempo le tomó la realización del proyecto?
El proyecto me tomó cerca de 3 años, surgió en el 2016, en ese año vivía acá en Armenia y luego me resultó trabajo en Bogotá y me fui, así que el largo periodo de tiempo fue, primero por el tema y, segundo, porque vivo en Bogotá, entonces me tocaba trasladarme constantemente para venir a trabajar un fin de semana, una semana y así sucesivamente, hasta el 2017 que pausé el proyecto porque tuve una experiencia muy cercana con la muerte de mi abuela, que además tuvo que estar hospitalizada 15 días y eso me impactó de manera significativa y me enseñó de primera mano la situación de mi proyecto; luego volví a retomarlo el año pasado.
¿De dónde surge la idea?
Surge de un trabajo que había hecho en Londres sobre salud mental, en el cual trabajé también con fotografía y con arte del sonido, entonces un amigo que es mi dupla sonora, se llama José Cubides, vio un artículo muy interesante sobre el ambiente hospitalario y de ahí surge la idea; luego entré en contacto con la doctora Carvajal que trabaja mucho el tema de bioética y humanización, y se convierte en mi punto de partida para trabajar con el hospital, además me da como un norte en cuanto a cómo abordar teóricamente el proyecto desde la investigación y desde ese momento empecé a trabajar con personas en el hospital. Yo aparezco como titular en el proyecto, pero en realidad hay muchas personas detrás de esto, por ejemplo, la empresa Aral Thel y el doctor Gallego.
Visualmente es un trabajo impactante ¿Qué le generó la realización de esta investigación?
Es fuerte. No es fácil estar en un hospital y visitar constantemente a personas, generar vínculos con ellos, presenciar la muerte de alguien es muy difícil, ver cómo los auxiliares realizan este proceso de retirar todos los tubos, limpiar la cama y envolver el cuerpo en una sábana blanca como una rutina y por dentro estar pensando que es un cuerpo, que va a haber un duelo allí, que esa persona ya no va a estar ocupando esa cama, es una carga emocional difícil, pero también es importante generar esos espacios de reflexión en torno a este tipo de temas que suelen ser o estigmatizados o no tomados en cuenta. Fotográficamente es muy difícil de manejar, así que parte del propósito era visibilizar esas historias y esas experiencias y generar espacios de reflexión al respecto.
¿Cuál de todas las fotografías tiene un significado más importante para usted?
Todas, pero creo que hay dos fotografías, cuyas historias me tocaron significativamente, La primera es la de una mujer vestida de amarillo, de espaldas, mirando un paisaje, ella fue una paciente que duró casi tres meses hospitalizada, entre la UCI, urgencias y medicina interna, es una mujer que fue habitante de calle, que tuvo problemas de drogadicción, su vida cambió significativamente, pero en el hospital ella encontró su hogar, entonces habitó su espacio de una manera muy bonita. La forma en la que se relacionaba con las personas era muy linda y a mí también me abrió un espacio grande para compartirme su historia de vida, una experiencia muy enriquecedora.
La segunda, es de una mujer que está sentada en el piso con un plato de comida, y esa fotografía puede generar como mal interpretaciones porque muchas personas creen que es posada, o se preguntan por qué está tirada en el piso; ella tenía una condición mental, además de una condición física y estaba empezando a desarrollar un comportamiento errático y ensuciaba su ropa, mendigaba comida porque tenía una especie de compulsión, ese plato de la foto ni siquiera es del hospital, es comida que ella le pidió a alguien y ese comportamiento fue empeorando, así que es una historia muy triste y muy dura para mí.
¿Qué imagen quieren que se lleven los espectadores de su exposición?
La interpretación de las imágenes es libre, toda persona tiene la capacidad de ver algo distinto, pero me gustaría sembrar una semilla de cómo ver los ambientes hospitalarios, presentando las fotografías acá mismo en el hospital, que es un lugar extraño para realizar una exposición fotográfica, pero que generan esos espacios de reflexión. Quisiera que de verdad sientan las historias, la soledad, el encierro, el aburrimiento, pero también la convivencia y la resiliencia.