Tras unas elecciones muy traumáticas, Estados Unidos escogió a Donald Trump, como nuevo presidente por cuatro años, durante los cuales deberá gobernar una sociedad polarizada, dividida y desesperada.
Igual que lo ocurrido con el Brexit en Inglaterra y con el no en Colombia, en las elecciones de los del norte, predominó la mentira y la propaganda negra. Nadie sabía por quién votar y muchos despabilados dijeron que entre dos males, escogieron el menor.
Hubo muchos confundidos, ante la sarta de embustes que Trump lanzaba a lo largo y ancho de los Estados Unidos. Fue un racista consumado que atemorizó en todo momento a los negros, árabes, musulmanes e inmigrantes en general. A los hispanos los graduó de antisociales, y a pesar de ello, fueron muchos los que votaron por Trump. Como decía el Ex presidente Guillermo León Valencia, “hay esclavos que aun siendo libres, añoran las cadenas”.
Al igual de lo ocurrido en Colombia con el plebiscito, Trump dividió las familias, los círculos sociales y las amistades. Este hombre al parecer no será el más aconsejado para dirigir los destinos del país más importante del mundo, si pretende aplicar todas las locuras que pregonó durante la campaña, como ese disparate de construir un muro que separe a su país de México, o la frenética idea de expulsar a todos los inmigrantes, siendo un país que llegó a ser grande, gracias al trabajo de quienes llegaron de las más diferentes latitudes a crear riqueza.
Nadie se explica la manera de actuar de Trump. Horas después de haber sido elegido nuevo presidente, morigeró su lenguaje y cambió de libreto. Apareció diciendo que ama su país y pareció olvidar las amenazas y los improperios que lanzó durante más de un año contra Raimundo y todo el mundo. Parece haberse quitado la careta que exhibió por todas las latitudes de su patria y muchos creen que cerró los insultos a su opositora, Hillary quién sin reserva alguna, lo felicitó y pidió a todos respaldarlo para que pueda hacer un buen gobierno.
Las protestas no paran en las diferentes ciudades, en las cuales sus contradictores lanzan arengas contra el constructor, a quien le dicen: “este no es nuestro presidente”. La suerte está echada y Trump sale para su primer mandato de cuatro años. Quién sabe si lo reelegirán, porque para ello deberá hacer un excelente gobierno y como lo prometió, hacer de nuevo grande a los Estados Unidos. Como si no lo fuera…
BLANCO: Por fin se recibieron los pliegos para licitar el tercer canal de TV. Buena suerte.
NEGRO: Los fleteros matan, hieren y no tienen castigo.