Foto AFP
Fuente: Yelimar Requena
Este sábado volvieron a casa los restos mortales de casi toda la plantilla del equipo Chapecoense de Fútbol, que falleció el pasado martes 29 de noviembre en un accidente aéreo en Medellín, Colombia.
Miles de fanáticos permanecieron en vigilia en el estadio Arena Conda para despedir en un funeral público a sus héroes.
Despedida: Honores y nostalgia
Honores militares le dieron la partida a los féretros en el aeropuerto Rionegro de Antioquia, Colombia, y con honores militares fueron recibidos en el aeropuerto municipal de Chapeco en Brasil. Los cuerpos de los 64 fallecidos llegaron a suelo brasileño bajo la lluvia, en un ambiente donde hasta el clima reflejó nostalgia.
Las urnas, vestidas de blanco y con el logo del club en el medio, recorrieron las calles de la ciudad para ser ovacionadas, aplaudidas, lloradas y despedidas.
Una vez en el estadio las muestras de dolor, admiración y respeto no se hicieron esperar. Las tribunas, abarrotadas de seguidores que esperaban bajo la lluvia, fueron el origen de múltiples consignas, agradecimientos y cánticos propios del club.
Los familiares tuvieron unos minutos a solas con los féretros, para posteriormente unirse a los honores post mortem que se rindieron desde el terreno de juego donde este equipo comenzaba a soñar.
Los ataúdes llegaron al terreno en hombros de la milicia brasileña, mientras que en las zonas preferenciales del campo permanecían grandes personalidades del fútbol mundial como es el caso del presidente de la FIFA, Gianni Infantino.
Ilusión de ser campeón
El Chapecoense de Fútbol es un equipo brasileño que apenas desde 2014 participa en la primera división de la disciplina y que el pasado miércoles buscaría la gloria deportiva en Colombia al disputar la final de la Copa Sudamericana ante el Atletico Nacional.
La ilusión de ser campeón por primera vez y ganarse la confianza de un país arraigado al balompie se tropezó bruscamente con el Cerro Gordo de Medellín, para dejar un total de 71 fallecidos y tan solo seis sobrevivientes.
El mundo entero ha compartido el luto y ha lucido la camiseta verde del joven club, que poco a poco se ganó el apoyo de muchos y que derrepente dejó un enorme vacío en el mundo del deporte.