Foto tomada de El Espectador.
En la mañana del 20 de octubre terminó la presentación del Séptimo Informe Periódico del Gobierno de Colombia sobre Derechos Civiles y Políticos ante el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), en compañía de la Red Internacional de Derechos Humanos (RIDH), iFex -International Freedom of Expression y la Campaña “No es Hora de Callar”, elaboraron un informe alternativo enfocado en libertad de prensa y libertad de expresión.
La comitiva oficial del Gobierno colombiano estuvo integrada, entre otros miembros, por Paula Gaviria Betancur, consejera presidencial para los Derechos Humanos y jefe de la delegación; Beatriz Londoño Soto, representante permanente de Colombia ante la ONU, el Director de la Unidad de Protección, Diego Mora, además de representantes de la Cancillería, el Ministerio del Interior y el Ministerio de Justicia. Adicional a la presentación del informe, el gobierno colombiano tuvo que responder a una serie de cuestionamientos que planteó el Comité de DD.HH. de la ONU entre el miércoles 19 y el jueves 20 de octubre.
La delegación de la sociedad civil (de la que hizo parte la FLIP) presentó una serie de sugerencias para ser incluidas en el informe final del Comité. Como parte de este proceso, la periodista Jineth Bedoya Lima presentó su caso e hizo un llamado al panel de expertos en DD.HH. de la ONU para que la búsqueda de justicia haga parte del programa de protección de periodistas que han sido víctimas de cualquier tipo de acoso.
“Respetados miembros del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, el 25 de mayo de 2000 me silenciaron. La investigación en la que trabajé por tantos años se vio interrumpida y aún hoy no la he podido publicar. Y lo peor es que sigo haciendo mi trabajo en Colombia escoltada por siete hombres y un carro blindado. Esta no es una protección real porque mientras no se procese y se juzgue a los autores materiales e intelectuales del crimen en mi contra, no seré libre para preguntar, para contar, para vivir”, afirmó Bedoya.
El Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas insistió en esta petición, de modo que en sus recomendaciones al gobierno colombiano será central que la justicia y la protección de periodistas vayan de la mano. Un parámetro de evaluación internacional sin precedentes para la lucha contra la impunidad de los crímenes que ha sufrido la prensa en Colombia.
Adicionalmente, en la madrugada del jueves 20 de octubre, el Comité planteó algunas preguntas al gobierno colombiano frente a la vigilancia estatal a comunicadores y periodistas. Particularmente, se enunció el caso de periodistas que denunciaron acciones de inteligencia en su contra a causa de sus investigaciones periodísticas sobre corrupción en la Policía Nacional. En su momento, la FLIP denunció estas irregularidades ante la opinión pública y desde entonces se ha pedido a las autoridades que esclarezcan lo ocurrido.
En el informe alternativo presentado por la FLIP, No es Hora de Callar, iFex y RIDH se denunció el problema de la pauta oficial en Colombia, una forma de censura indirecta que afecta a los periodistas y medios regionales en todo el país. Si bien en las reuniones conjuntas del Comité con el gobierno colombiano no se alcanzó a discutir este tema, la FLIP, así como las organizaciones aliadas, esperan que este tema se incluya en las recomendaciones finales.
El 4 de noviembre de 2016 el Comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas presentará un informe final a partir de las conclusiones a las que se llegó en este encuentro. El Estado colombiano tiene una larga tradición de asumir una actitud responsable frente a estos lineamientos y por eso la FLIP espera que pronto se tomen medidas para la eficaz protección de los derechos vulnerables frente a la libertad de expresión en Colombia.