8 julio 2020 –
Por: Juan Álvaro Castellanos, Socio del CPB – El Nuevo Siglo –
Ahora que Gobierno Nacional y sectores privados de industria, comercio y servicios impulsan reactivación económica, hacia últimos meses de año puede considerarse que Emprendimiento y Economía Naranja, salieron a flote con esfuerzos de creativos y pioneros, antes del -Covid19-.
Lo planteado por la actual administración para rescatar y valorar iniciativas con base en creatividad, demostrada con rendimiento laboral, a puro pulso de mujeres y hombres en todo el país, no debe naufragar.
Y esos protagonistas quedarían olvidados, atribuyendo el cambio a exigencias en tiempo de pandemia y, dejando en el recuerdo, los apoyos de pasados gobiernos, traducidos en crecimiento, exportaciones y fomento de empleo manufacturero, junto con desarrollo electrónico y confecciones.
La enseñanza técnica encendió con acierto, el Servicio Nacional de Capacitación -Sena- sostenido con ligeros vientos financieros de gobiernos y empresas privadas para premiar a mejores estudiantes.
Así décadas atrás, el -Sena- refleja debilitamiento por épocas, sin motivación a nuevas generaciones, para formación profesional en técnicas que siempre lo caracterizaron. Hoy debe revivir como motor activo prendido para presente y futuro
Son 3 millones 700 mil desempleados en el país. Se recuerda que detrás está el compromiso del Consejo Gremial para coordinar con Gobierno, las estrategias esperadas por personas de todas las edades, con bolsillos varados.
En consecuencia, como El Emprendimiento Económico, tiene experiencias desde décadas pasadas, al igual que la Economía Naranja, sería válido que los protagonistas de empresas levantadas a puro pulso desde 1960, ahora aporten y sugieran iniciativas.
Al plan previsto para producir y generar empleo en pleno Siglo XXI, debe agregarse ideales prácticos en este país de ilusiones y promesas, Son muchos quienes esperan hacer de los deportes, aficionados y profesionales, empresas comerciales y formativas para hombres y mujeres.
Quienes piensan hacer de la Cultura Nacional verdadera empresa, esperan perfilar cinematografía, música, coreografía y teatro, también son empresarios con futuro, sin recursos técnicos ni económicos. Al respecto no se conocen ideas del Ministerio de Cultura, ni menos quién ronda los pasillos del histórico Teatro Colón, joya de Colombia.
Si la fuerza laboral en la salud del momento han sido declarados Héroes de manera justa y merecida, tampoco puede el país, desconocer verdaderos científicos que aportan a la nación merecido premio internacional como ciencia productiva.
Así este enfoque, con modesta visión periodística, solo quiere resaltar protagonistas y escenarios con valores humanos que se destacan, sin posar ni presumir con inteligencia, sino con el resultado de sus obras, requeridas para borrar y desterrar, violencia armada y de las otras, frente a creativos y pioneros de paz para el país.