5 Agosto 2019.
Tomado de: Semana.
Ecopetrol acaba de hacer un movimiento clave en la búsqueda de reservas y en la diversificación de su portafolio. Se alió con OXY y desarrollará proyectos de fracking en Estados Unidos, lo que le significará invertir 1.500 millones de dólares. ¿Qué implica esta medida?
A finales del mes de julio se concretó otro hito en la historia de Ecopetrol: la petrolera nacional hizo una alianza estratégica con Occidental Petroleum Corp. (OXY) para desarrollar conjuntamente proyectos no convencionales –fracking– en Estados Unidos.
El acuerdo contempla que OXY tendrá el 51 por ciento de la nueva compañía, a la que aportará su experiencia como operador y unos 97.000 acres en Permian, región de Texas considerada la Arabia de Estados Unidos. Por su parte, Ecopetrol participará con el 49 por ciento restante, que le representará invertir cerca de 1.500 millones de dólares.
Con ello, la petrolera nacional avanza en su estrategia de diversificarse para incorporar nuevas reservas a su portafolio. Esta es una variable clave en la sostenibilidad de la empresa.
A diferencia de los procesos de exploración y perforación que llevan años hasta producir, esta movida le permitirá a Ecopetrol incorporar rápidamente reservas probadas por cerca de 160 millones de barriles equivalentes de petróleo en 2019, un aumento cercano al 10 por ciento frente a las reservas de 2018.
La producción se iniciará este mismo año en niveles de 20.000 barriles diarios, y aumentará progresivamente hasta alcanzar, al final de los primeros diez años, 100.000 barriles diarios. Esta jugada también resulta clave en cuanto al know-how que pueda adquirir la compañía para aplicar el fracking en Colombia u otros mercados.
Para la operación, Ecopetrol no se endeudó y, según los cálculos de algunos analistas, pagó un precio de un poco más de 9 dólares por barril. Esto sin tener en cuenta la potencialidad de esos pozos que podrían incorporar en los próximos años otros 100 millones de barriles.
Felipe Bayón, presidente de Ecopetrol, lidera la estrategia para incorporar nuevas reservas en el portafolio de la petrolera, en el país o en mercados como Estados Unidos, México o Brasil.
Las lecturas
Tras el golpe que significó para la petrolera nacional la caída de los precios del crudo a mediados de esta década, tuvo que reformular su estrategia. Ajustó su estructura y bajó costos y gastos para equilibrar las finanzas y esperar, con paciencia, la recuperación de los precios.
En los dos últimos años, la tendencia cambió, volvieron las utilidades y la repartición de dividendos no solo para su socio mayoritario, el Gobierno nacional, sino también para los fondos y los miles de accionistas que han participado en el proceso de democratización accionaria.
Las vacas flacas quedaron atrás y en los años recientes Ecopetrol ha logrado recuperar sus ingresos y el dinamismo de su flujo de caja. Este podría llegar en los próximos años a 20.000 millones de dólares (más de 60 billones de pesos), gracias a una mayor producción y a una tasa de cambio favorable. Solo a marzo de este año, la caja de Ecopetrol ya tenía 16 billones de pesos.
Pero esto también representa tentaciones para el Gobierno en su propósito de que algunos de esos recursos alivien la estrechez fiscal, y las inversiones de la petrolera impulsen el crecimiento económico del país. De hecho, ya una primera movida en ese sentido se reflejó en un dividendo extraordinario de 2 billones de pesos que pagaron en 2019.
Desde hace un par de años, la empresa buscaba una jugada que le permitiera aumentar sus reservas. Ese es su gran lunar: el bajo nivel que apenas le da un horizonte de producción de 6,3 años