21 Junio 2019.
Ayer se hundió el proyecto que prohibiría que los condenados por corrupción paguen su condena en lugares distintos a una cárcel. Ocurrió en medio de una novela muy propia de este primer año legislativo del presidente Iván Duque: solo faltaba la conciliación del proyecto entre Senado y Cámara, y no se logró por una serie tragicómica de hechos.
Tomado de: La Silla Vacía.
Entre anoche y hoy el Senado y la Cámara se han echado mutuamente la culpa del hundimiento; el presidente de la Cámara, Alejandro Carlos Chacón se volvió a enfrentar al Gobierno; y sigue sin saberse exactamente si la intención era que no pasara, hubo torpeza o se sumaron las dos cosas.
Esa novela, sin precedentes, da una muestra de lo que fue esta legislatura, pues el proyecto arrancó hace dos años, se movió solo cuando lo hizo la consulta anticorrupción, a pesar del apoyo del Gobierno no se movió en el Senado de presidente uribista, y terminó con las dos Cámaras echándose la culpa y mucha gente indignada -de nuevo- con los congresistas
Una novela larga
Esta tragicomedia cambió el sabor del cierre de una legislatura que, con la aprobación de proyectos para prohibir el asbesto o para limitar el uso de plásticos parecía, haberse alineado con una agenda de avanzada y alejada de los temas estrictamente políticos. Pero, al negar un proyecto a todas luces popular y que mandaría un mensaje contra la corrupción de otros políticos, terminó pegándose un tiro en el pie.
Cámara y Senado enfrentados
Toda la novela muestra los problemas que trae consigo la forma en la que funcionó este Congreso en su primer año.
El epílogo muestra el grado de enfrentamiento entre ambas cámaras que tuvo varios episodios visibles.
De hecho, después de que estalló el escándalo el miércoles por la noche, cuando el país se recuperaba de la alegría de la victoria de la selección en la Copa América ante Catar, Chacón señaló al Senado como culpable del hundimiento, recordando que tardó toda la legislatura en sacarlo adelante.
Y ayer en la tarde la oficina de prensa sacó un comunicado sustentando esa crítica:
Comunicado de Prensa 20 de Junio de 2019final by Anonymous 5dGWFZxZD on Scribd
De Senado contestan que el problema fue de Chacón, que pidió unas actas que no se piden usualmente, como afirmó la senadora Lozano.
Macías por su parte se defendió de que criticaran que el Senado quería hundir el proyecto, criticando a la ex directora del Icbf de Santos, Cristina Plazas:
Ernesto Macías Tovar✔@ernestomaciast
Una ex funcionaria de Santos, quien trabaja en una emisora y está mal informada, nos insulta indiscriminadamente a los congresistas porque inexplicablemente hundieron el proyecto anticorrupción.
Este episodio de una pelea ya larga se calentó porque las redes sociales explotaron de indignación por el hundimiento y porque W Radio reveló fotos de una fiesta de Chacón , otros liberales y decenas de congresistas en la noche del miércoles, como celebración por la presidencia del nortesantandereano.
Eso creó en Twitter el hashtag: #GanaronLosCorruptos, que fue tendencia ayer, y al que respondieron Chacón y Macías echándose la pelota por una decisión tan impopular.
Un Congreso sin Gobierno
Esa decisión también refleja que en este Congreso el Gobierno no está detrás organizando su funcionamiento.
De un lado, el episodio de Vallejo muestra un cruce de cables entre el Ejecutivo y el Legislativo, y es otra prueba de la demostrada fragilidad en el manejo del Congreso del Gobierno que contamos.
De otro, el hundimiento golpea a Duque, quien en agosto de 2018 se comprometió a sacar adelante los proyectos que implementaban la consulta, y no ha podido cumplir con ninguno de ellos.
Si su intención era que el proyecto se hundiera, la novela del hundimiento no le ayuda, porque aumenta la importancia del fracaso cuando la legislatura se estaba cerrando con noticias positivas como la prohibición del asbesto o la de los plásticos de uso único.
Si la idea era aprobarlo para mostrar resultados en esa promesa, el fracaso es otra prueba de la debilidad de Duque en el Congreso, incluso cuando cuenta con aliados como en este caso.
Como fuera, cierra un año agridulce para el Congreso, que tiene resultados más inesperados y variables que en el pasado, que tiene más autonomía y en esa medida más poder, y que sin embargo suma desprestigio con decisiones como la del fallido proyecto.
Por eso la pregunta que queda es si el renovado poder de un Congreso más autónomo es una buena noticia para la democracia, porque equilibra más los poderes, o es una negativa, porque lo usarán para legislar en interés propio y contra una votación sin precedentes como la de la consulta.