El Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB) registra con profundo pesar el fallecimiento del destacado periodista Mauricio Gómez, a los 73 años de edad. Fue uno de los grandes maestros del periodismo en Colombia. Deja como legado en la profesión su faro ético, el ejemplo como investigador y cronista, como buscador incansable de la verdad en los hechos , aunado al compromiso de privilegiar en la información siempre al ciudadano. La agremiación hace llegar un abrazo solidario a sus familiares, amigos y colegas. En el 2017 Mauricio Gómez obtuvo el Premio CPB al Mérito Periodístico Guillermo Cano.
El Círculo tuvo el honor de contarlo como presidente del jurado del Premio de Periodismo CPB 2019.
Durante el acto de premiación, Mauricio Gómez en su discurso recordó que en un encuentro con jóvenes estudiantes de periodismo, uno de ellos le pidió un consejo para su carrera. Y él respondió que, en esta época como en cualquier otra, el periodismo es un oficio maravilloso, “útil como pocos, para la sociedad –expresó-. Y si lo hacen bien, si saben hacerlo, no habrá tecnología que pueda reemplazarlos”.
Y agregó: “Estos premios CPB, de periodistas para periodistas, son una celebración de esa certeza y, por ello mismo, son un acto de esperanza en los valores inmutables de lo que hacemos mientras cambian los tiempos. Como siempre fue y será, los tiempos siempre cambian, pero alguien tiene que estar allí para contarlo bien”.
Aquí otros apartes de la intervención de Mauricio Gómez en la gala del Premio CPB 2019, que nos recuerda cuál es la “esencia” del periodismo y nos invita a la reflexión.
Al mencionar el comienzo de su carrera de periodismo, dijo que para esa época el mayor deslumbramiento tecnológico era el Télex.
“ El periodismo era entonces un oficio que aspiraba a encontrar la verdad o por lo menos buscarla y defenderla -manifestó-. Para ello era fundamental estar bien informado, lo cual implicaba, también, tener criterio, preocuparse por tenerlo . (….) No quiero tampoco repetir aquí la queja nostálgica de que todo tiempo pasado fue mejor. (…) No. Además las transformaciones tecnológicas y el progreso en estos años han sido tan grandes y alucinantes que, relatar eso antes, implica casi hablar de prehistoria, de cosas que hoy son inconcebibles.
“Pero esas transformaciones –esa nueva civilización- le han significado al periodismo un desafío enorme. (…) En primer lugar, porque la noticia, como insumo esencial del periodismo, dejó de serlo hace mucho tiempo, atropellada por la velocidad frenética de un mundo que está conectado todo el tiempo y que no se permite tener paciencia, mesura ni reflexión . De ahí que hoy hay más noticias falsas que verdaderas (las llamadas ‘fake news’) o por lo menos una tendencia mayor de mucha gente a dejar que la ficción se vuelva realidad a golpe de repetirla y “compartirla” de manera sistemática entre quienes piensan siempre lo mismo, por lo cual no necesitan de un periodismo que los informe sino uno que los reafirme en sus prejuicios. Y eso no es bueno”, concluyó.