7 Mayo 2019.
Desde el pasado 23 de febrero, Nicolás Maduro fue drástico: las relaciones colombo-venezolanas a nivel político, diplomático y comercial quedaban irremediablemente rotas y de manera indefinida. Menos de 48 horas después, más de la mitad del cuerpo diplomático colombiano y consular que laboraba en Venezuela ya se encontraba en Bogotá. Los 13 consulados generales colombianos quedaron vacíos y muy pocos funcionarios de la embajada pudieron permanecer en Caracas finiquitando detalles. Solo quedó el funcionario diplomático Eduard Arias Pérez, mano derecha del ex cónsul en Caracas, Juan Carlos Pérez y quien había dejado el cargo desde diciembre de 2018. Como Primer Secretario de Relaciones Exteriores, el oficio que le fue encomendado a Arias fue el de concertar las garantías de seguridad de todas las sedes diplomáticas que ya se encontraban cerradas. Desde este mes forma parte de la planta interna de la cancillería en Bogotá.
Tomado de: Las 2 Orillas.