ELN es el mayor obstáculo de su propia paz
Manifestación por la liberación de los secuestrados por el ELN en Cali, Colombia el 27 de mayo de 2016.

Mientras Colombia intenta salvar el Nuevo Acuerdo de Paz con las FARC, el proceso con el ELN no arranca, debido a que esta guerrilla es incapaz de controlar a sus milicias. Pero no todo está perdido.

El Gobierno de Colombia y el ELN iban a iniciar negociaciones el 27 de octubre en Quito, pero el proceso quedó en suspenso ante la negativa del ELN a liberar al excongresista Odín Sánchez Montes de Oca, quien se entregó voluntariamente a esta guerrilla hace ocho meses y medio en intercambio por su hermano secuestrado, gravemente enfermo.

El presidente Juan Manuel Santos dejó en claro que las negociaciones no empezarán hasta que Sánchez no sea liberado, como había sido prometido antes de anunciar la apertura de la mesa en Ecuador.

Su hermano, el exgobernador del departamento del Chocó, Patrocinio Sánchez, pidió este 16 de noviembre en la radio colombiana FM «no olvidar que su hermano está en cautiverio por tratar de salvarle la vida”. Según la familia Sánchez, «el Frente Resistencia Cimarrón del ELN está dilatando la liberación del excongresista porque desobedecen órdenes y directrices del comando central”.

¿Veintiún heridos contra un secuestrado?

He aquí una de las diferencias entre las guerrillas del ELN y las FARC. Mientras estas últimas tienen (aún) una estructura militar vertical que garantiza, y facilita el mando, desde la jefatura a los combatientes rasos, el ELN es una organización horizontal de células más o menos sueltas y casi autónomas.

Otro grave hecho enturbia los esfuerzos de paz. En la ciudad de Cúcuta, fronteriza con Venezuela, hubo este 16 de noviembre un atentado con explosivos contra un camión de la Policía Nacional, que dejó heridos a 17 agentes y 4 civiles.

Según el ministro de Defensa de Colombia, Luis Carlos Villegas, «el ELN es el probable autor del atentado”. Villegas aduce que el atentado fue cometido por una facción del ELN, «como respuesta a la dura acción de las autoridades contra las mafias del contrabando, del cual se lucra esta guerrilla en la frontera con Venezuela”.

La línea roja entre Gobierno y ELN

El Gobierno colombiano sabe muy bien que sobre los procesos de paz siempre pende una sarta de riesgos: provocaciones, zancadillas, intromisiones e incumplimientos. Pero no toda amenaza puede tumbar el cometido de hacer la paz. La retención de Odín Sánchez es la línea roja en este caso. «Una vez sea liberado empezaremos a negociar”, ha advertido el presidente Santos.

Ahora se vislumbra una esperanza de que se suelte el nudo. Según el jefe de la delegación de paz con ELN, Juan Camilo Restrepo, en Caracol Colombia, «una comisión humanitaria, compuesta por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), prelados y guerrilleros del ELN, está lista para recibir a Odín Sánchez”.

La Iglesia Católica conformó una Comisión, dirigida por Monseñor Darío de Jesús Monsalve e integrada por obispos donde tiene presencia el ELN y que estará mediando para agilizar el inicio de la fase pública de negociaciones, acompañando permanentemente los diálogos de paz.

Por parte de Bogotá la disposición se mantiene. El último trino de Juan Camilo Restrepo lo corrobora: «El Gobierno mantiene su mejor voluntad para que podamos instalar mesa de negociación con ELN en Quito a la mayor brevedad”.

¿Por qué el ELN podrá ahora liberar a Odín Sánchez y no lo hizo antes del 27 de octubre, cuando debía instalarse la mesa de diálogo? La lógica del ELN no compagina con ninguna explicación racional. Este proceso amenaza ser tan tortuoso que amenaza con acabar con los deseos de muchos de sellar por la vía del diálogo el conflicto colombiano. El ELN siempre ha sido el mayor obstáculo para sí mismo.

Tomado de DW,en español