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El último informe de la Contraloría vuelve a alertar al Gobierno sobre los riesgos de esta técnica para la explotación de hidrocarburos, tal como lo han denunciado los ambientalistas del país. Ingenieros de petróleos piden debate técnico.
Tomado de: Revista EcoGuía, dirigida por Daniel Jiménez socio del CPB.
Luego del informe de la Contraloría General de la República sobre los riesgos y posibles afectaciones por aplicar la técnica de fracking en Colombia, los ambientalistas intensificaron su cuestionamiento a esta técnica mientras que la Asociación Colombiana de Ingenieros de Petróleos le pidió al organismo de control generar un debate técnico en torno al tema.
Entre tanto, el Observatorio de Conflictos Ambientales (OCA) de la Universidad Nacional, sostuvo que desconociendo la recomendación hecha por la Contraloría General de la República en 2012 –de acoger el principio de precaución frente al fracking en Colombia–, y de la masiva movilización de las comunidades en distintos puntos del país en contra de esta técnica, desde 2014 se ofertan bloques de yacimientos no convencionales y se adelantan proyectos de exploración y explotación de hidrocarburos mediante fracturamiento hidráulico.
Para la Contraloría es necesario que el estado colombiano tome precauciones y fortalezca las instituciones responsables de ejercer control y vigilancia en esta materia, como la ANLA y la ANH, pues una mala implementación de la explotación de hidrocarburos en yacimientos no convencionales (YNC) podría resultar catastrófica e irreversible.
El ente de control también considera fundamental hacer el levantamiento de una línea base ambiental, en la cual se tenga en cuenta el componente geosférico a detalle, en particular en el Magdalena medio y en la cordillera oriental, donde se tienen previstos los proyectos piloto.
Por su parte, el Observatorio de la U.N., sostiene que ya son varios los proyectos pilotos que se están ejecutando, entre los cuales cita el APE Guane, remontando el río Magdalena hasta la confluencia con el río Sogamoso en Barrancabermeja y Puerto Wilches (Santander); el Bloque WMM3 en San Martín y Aguachica (Cesar), y el campo Caporo Norte, de la multinacional Drummond, ubicado en La Jagua de Ibirico y Chiriguaná (Cesar).
El informe de la Contraloría, que fue difundido inicialmente por La W Radio, señala revisa las nefastas consecuencias que ha traído esta técnica en varios países, tales como derrames, incidentes con tuberías, altos niveles de contaminación, etc.
Refiriéndose a Colombia, el organismo de control considera que resulta indispensable tomar precauciones adicionales, profundizar a un mayor nivel de conocimiento sobre la vulnerabilidad de los ecosistemas y sobre los impactos de las nuevas técnicas así como la preparación adecuada de la institucionalidad responsable del control y vigilancia de las actividades para incrementar su capacidad de actuación. Todo esto, reitera, antes de desarrollar una política pública cuyos resultados pueden ser fatales.
Como se recuerda, el fracking es una técnica de extracción consistente en fracturar rocas que tiene petróleo y gas atrapados en su interior, para lo cual se requieren altas cantidades de agua. Mientras los hidrocarburos provenientes de yacimientos convencionales fluyen a la superficie, los hidrocarburos contenidos en yacimientos no-convencionales requieren de la inyección a alta presión de fluido de fractura con el objetivo de fracturar la roca para permitir que fluyan los hidrocarburos atrapados en ella, detallan expertos.