Glifosato: ¿bueno para quién?

Mientras el Gobierno defiende el uso de las fumigaciones con este herbicida para combatir los cultivos ilícitos, organizaciones no gubernamentales las cuestionan, por considerarlas perjudiciales para el ambiente y la salud.

Tomado de: Revista EcoGuía, dirigida por Daniel Jiménez socio del CPB.

BOGOTÁ.- El presidente de la República, Iván Duque Márquez defendió el uso de glifosato para atacar los cultivos de glifosato, al considerar que se debe acudir a todas las herramientas disponibles para atacar el narcotráfico, pues «amenaza el orden constitucional en los territorios».

Por su parte, el expresidente Juan Manuel Santos, se mostró partidario de seguir trabajando en una política de cultivos alternativos, para brindarles a los campesinos herramientas efectivas de sustición de los cultivos de coca en diferentes regiones del país.

En desarrollo de la audiencia convocada por la Corte Constitucional para discutar la viabilidad de volver a utilizar las fumigaciones con glifosato contra los cultivos ilícitos, varias voces surgieron en favor y en contra de esta medida, que también es considerada peligrosa, por cuanto ha llegado a considerarse que es cancerígena, además de la contaminación ambiental que genera.

Al respecto, Edward Álvarez, quien durante el gobierno de Uribe estuvo al frente de la acción social del Estado en el Catatumbo y en la Sierra Nevada de Santa Marta, recordó que programas de sustitución como el de Familias Guardabosques contribuyó a proteger más de 10.000 hectáreas y a que no se diera la resiembra en los sitios beneficiados.

Indicó que el obetivo de alto valor que se debe proponer el Estado es el bienestar de los pobladores y los territorios. «La aspersión con glifosato es una estrategia más rápida y genera menos riesgos operacionales para el estado, en comparación con los erradicadores que se ven enfrentados a territorios mimados.», comentó, pero fue enfático en asegurar que «no acaba ni asegura que no haya resiembra».

El glifosato no recupera los territorios en materia social, de seguridad, institucional y ambiental, solo sirve para demostrarle a los Estados unidos que estamos cumpliendo sus metas», sostuvo, al recomendar que «tenemos que acabar con los cultivos ilicitos, pero no con glifosato, sino recuperando integralmente los territorios».

La organización Change, entre tanto, abrió una convocatoria para obtener firmas que reclamen la prohibición del glifosato en el territorio colombiano, al recordar que la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS), determinó que «el glifosato usado en las fumigaciones puede causar cáncer en los seres humanos».