27 mayo 2020 –
Por: Guillermo Romero Salamanca-Comunicaciones CPB.
Para el periodista y analista de medios de comunicación Gustavo Castro Caycedo, “la corrupción de políticos, gobernadores, alcaldes, concejales, y otros funcionarios, amangualados con una corte de contratistas criminales, (porque robarle a la salud, a los niños, y a la alimentación de los pobres, es un acto criminal), aprovechándose de ellos, de los más desprotegidos, es el signo más grande de degradación humana, de cobardía, de desprecio por la sociedad doliente”.
De manera tajante agrega: “Y perdóneme porque, aunque no suelo usar estas palabras castizas, en este caso no hay otras para calificar a todos estos malhechores y ladrones que son el peor modelo humano: son unos verdaderos mal nacidos”.
Gustavo Castro Caycedo es el autor de 36 libros y coautor de 9 más. Se ha distinguido como columnista, analista y crítico de medios de comunicación. Fue director del noticiero Cinevisión, presidente de RCN Radio, presidente del Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB), vicepresidente del Consejo Nacional de Televisión, Comisionado por los presidentes Belisario Betancur, Virgilio Barco y Ernesto Samper para el empalme de sus gobiernos en el sector de las comunicaciones. Docente universitario y en diplomados. Director de 34 tesis de grado.
COLOMBIA NO TRAGA ENTERO
–Gustavo, ¿Cómo analiza la información en Colombia que se está dando sobre la pandemia del Covid-19?
–Creo que, a pesar de las omisiones, contradicciones desinformaciones y mentiras que emergen de los despachos públicos, y de la manipulación que siembran en las redes sociales, se informa suficientemente.
–¿Considera usted que Colombia está bien informada?
–Según lo expresé antes: sí. Especialmente la Colombia que no traga entero y que confronta medios.
–¿Cree que se les está diciendo la verdad a los colombianos?
–De parte del periodismo, sí. De parte de algunas fuentes oficiales, en los campos de la salud, el trabajo y la seguridad social, se están dando informaciones a veces ultrajantes, atrasadas, otras incompletas, otras especulativas, y otras definitivamente mentirosas, para defender o minimizar errores e irresponsabilidades. Planeación Nacional tiene “vitrina” para el “bla, bla, bla, y para fanfarronear. Y los despachos de la presidencia que directa o indirectamente tienen que ver con la paz, tienen como cabeza un par de funcionarios intolerantes y respondones con sofismas de distracción, sin fundamento.
–¿Qué medio destaca por su labor informativa en el tema de la pandemia?
–Perdóneme, no me limite a uno, hay varios: a los noticieros Canal Caracol, y CM&; a El Tiempo y El Espectador; a radio Caracol, la W y Blu; y a pesar de lo sucedido, a la Revista Semana.
–¿Qué haría falta para desarrollar en este tema?
–Creo que deben informar más sobre las acciones, fórmulas, campañas y resultados en el combate contra esta pandemia en otros países, especialmente asiáticos y europeos. Y falta seguimiento a las denuncias que ellos hacen, para evitar así que los culpables se salgan por la tangente, y los funcionarios terminen alcahueteándolos.
–¿Qué se está haciendo mal en tema del cubrimiento de la pandemia?
–Hay dos ángulos, hay telenoticieros que parecería, trabajan por defender la imagen del gobierno ¿Cuáles? Red Más Noticias y RCN. Por otra parte, las informaciones contradictorias y a veces falsas de los entes oficiales que se tragan enteras algunos periodistas desorientados, mal informados, o que se vuelven idiotas útiles. Por ejemplo, desde hace más de 20 días afirmaron que ya había declinado la curva de la pandemia, lo cual fue una grave mentira en boca del ministro de Salud; y eso no ha sucedido, aún hoy. Sin embargo, hubo quienes lo avalaron.
Me parece indecoroso y oportunista que algunos periodistas respalden el manejo desmedido y manipulado que están haciendo de los canales de televisión, en una cadena, (a mi modo de ver abusiva), jamás vista en 70 años de vida de ese medio; utilizando el terrible drama y el terror de los colombianos causado por el coronavirus, y a la vez complementando una campaña de imagen del ejecutivo y del gobierno, en la que se han dilapidado además, miles de millones de pesos que eran para la paz, abusiva e inconsecuentemente con las necesidades prioritarias sin presupuesto en esta grave emergencia. Vea los dramáticos casos de Leticia y el Amazonas; del Chocó, de San Andrés, y de muchos otros sitios de Colombia, abandonados a su suerte.
¿Otro ejemplo? La desprotección de médicos, enfermeras, y trabajadores de la salud en cosas tan elementales como los implementos mínimos de protección para poder luchar sin riesgos por la vida de los colombianos; estos gremios llevan más de dos meses rogando que los tengan en cuenta, pero en el “reality diario de la pandemia”, muestran que todo lo que hacen son maravillas, aunque en muchos casos no hay resultados. Y vea: Casi 500 médicos, enfermeras y trabajadores de la salud, han sido infectados: ya hay casi 20 muertos. Tendría mucho más para decir, pero ocuparía mucho espacio.
–¿La corrupción es más grande que la misma gravedad de la pandemia?
–No, no hay nada peor que la pandemia, no puede haber sufrimiento más grande que el de las 600 familias de luto a causa del coronavirus. Pero la corrupción de políticos, gobernadores, alcaldes, concejales, y otros funcionarios, amangualados con una corte de contratistas criminales, (porque robarle a la salud, a los niños, y a la alimentación de los pobres, es un acto criminal), aprovechándose de ellos, de los más desprotegidos, es el signo más grande de degradación humana, de cobardía, de desprecio por la sociedad doliente. Y perdóneme porque, aunque no suelo usar estas palabras castizas, en este caso no hay otras para calificar a todos estos malhechores y ladrones que son el peor modelo humano: son unos verdaderos mal nacidos.
LA PANDEMIA Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
–Qué les hace falta a los medios y a los periodistas para cubrir este tema?
Creo que el periodismo colombiano, en general, “se ha fajado”; lo está haciendo bien, incansablemente, con decisión, exponiéndose al contagio, con menos amarillismo que en anteriores crisis; demostrando solidaridad ante el dolor de los seres más humildes; redimiendo con sus informes salvadores a muchos ciudadanos. Denunciando, adelantando unidas campañas humanitarias, luchando contra la corrupción, (en lo cual sí se destaca el noticiero del Canal RCN).
Yo que soy tan crítico, me siento muy satisfecho con lo que está haciendo la gran mayoría de los periodistas, excepto uno que otro “paracaidista” amarillista, sin cultura ciudadana, sin control ni escrúpulos, que se posan al pie de las víctimas y de sus familias como aves de rapiña en busca de lágrimas, alaridos, quejidos y sangre. Y de uno que otro periodista que utiliza su medio, como si estuvieran fletados para “tapar” cosas, para dar vitrina a políticos y funcionarios que no lo merecen. Y otros que, amparados en su función de informar, pareciera que, de manera encubierta, usan el periodismo para pagar favores. Gracias a Dios apenas han sido unos cuantos; poco a poco la opinión pública los ha ido desenmascarando, hasta el punto de que algunos señalados, tuvieron que irse.
–¿Cómo se informa usted sobre el tema de pandemia?
–Vivo plenamente informado, eso para mí es como una pasión. Tengo los días para escribir mi libro 39, y para para leer los periódicos y revistas más importantes; para oír la radio y para ver TODOS sí, todos los noticieros de televisión que se emiten desde Bogotá. Sigo las entrevistas de Yamid Amat, en CM&; los informes de Camila Zuluaga y de la Médica Fernanda Lucía Hernández, en Caracol TV; a Gustavo Gómez, y Darcy Quinn, en Radio Caracol; a Julio Sánchez Cristo en la W; y a Daniel Pacheco en Zona Franca. Además, veo varios informativos internacionales para saber lo que poco muestran los nuestros sobre lo que sucede en el mundo.
–¿Le cree a la Organización Mundial de la Salud?
–A pesar de cuanto la cuestionan, yo sí creo en la OMS, mucho más que en el Señor Trump, que, en los ladinos líderes chinos, que el vergonzoso Bolsonaro, y mucho más que en los ministros de Salud, Trabajo Hacienda, y otros funcionarios de Colombia. Y en materia de salud, creo ciegamente en la Médica del Canal caracol, en la de algunos eminentes médicos colombianos. Y nada, en uno que otro médico de esos que muestran en televisión como eminencias pero que no tienen nada de fondo.